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1.

Linea de tiempo de la cruz roja internacional donde se mire la creacion de


dih
2. Como se creo la cruz roja en Colombia
3. Dibujar los tipos de usos de emblema y los emblemas utilizados a nivel
mundial
4. Derecho internacional humanitario
5. Crucigrama

Solución

1. 1859: El 24 de junio de 1859, la guerra de la unificación de Italia se hallaba


en su punto álgido. Henry Dunant, un ciudadano suizo, realizaba un viaje
privado que lo llevó a la ciudad de Solferino. Allí, fue testigo del sufrimiento
de más de 45 000 soldados muertos o heridos, abandonados en el campo
de batalla.
De regreso en Ginebra, Henry Dunant comenzó a escribir un libro, en el que
propuso mejorar significativamente la asistencia que se presta a las víctimas de
guerra.
1862: En 1862, se publicó el libro " Recuerdo de Solferino " . El libro contenía dos
propuestas:
establecer, en tiempo de paz y en todos los países, grupos de voluntarios que
prestasen ayuda a las víctimas en los campos de batalla;
lograr que los países aceptasen proteger a los voluntarios socorristas y a los
heridos en el campo de batalla.
La primera propuesta fue el origen de las Sociedades Nacionales, que existen
actualmente en 186 países, y la segunda dio lugar a los Convenios de Ginebra,
hoy firmados por 194 Estados.
1863: El 17 de febrero de 1863, un comité formado por cinco miembros, el futuro
Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), se reunió para estudiar las
propuestas de Dunant.
Uno de sus objetivos principales era adoptar un único signo distintivo, que contara
con respaldo jurídico, para indicar la obligación de respetar a los servicios médicos
de las fuerzas armadas, a los voluntarios socorristas de las sociedades que
prestaban servicios de primeros auxilios y a las víctimas de los conflictos armados.
El símbolo debía ser sencillo, identificable a distancia, conocido por todos e
idéntico para amigos y adversarios. El emblema debía ser el mismo para todos y
reconocible a nivel universal.
El 26 de octubre de 1863, se convocó la primera Conferencia Internacional, que
contó con la presencia de los delegados de catorce gobiernos.
Además de adoptar diez resoluciones y prever el establecimiento de sociedades
de socorro a los militares heridos (las futuras Sociedades Nacionales de la Cruz
Roja y, más adelante, de la Media Luna Roja), la Conferencia Internacional
también adoptó la cruz roja sobre fondo blanco como emblema distintivo uniforme.
1864: En agosto de 1864, la Conferencia Diplomática, convocada con el fin de
transformar las resoluciones adoptadas en 1863 en normas convencionales,
adoptó el primer Convenio de Ginebra.
Así nació el derecho internacional humanitario moderno.
En el primer Convenio de Ginebra, se eligió la cruz roja sobre fondo blanco como
emblema distintivo único.
Puesto que el símbolo debía reflejar la neutralidad de los servicios médicos de las
fuerzas armadas y la protección que se les confería, el emblema adoptado se creó
invirtiendo los colores de la bandera suiza.
El estatuto neutral permanente de Suiza ya se había establecido firmemente en la
práctica desde hacía varios años, y había sido confirmado por los tratados de
Viena y París en 1815. Por otra parte, la bandera blanca era y sigue siendo el
signo distintivo del parlamentario o de quien se rinde; abrir fuego contra quien
enarbola esa bandera de buena fe es un acto inaceptable.
El símbolo elegido ofrecía las ventajas de ser un signo fácil de confeccionar y
reconocible a distancia por sus colores contrastados.
1876-1878: Durante la guerra entre Rusia y Turquía, el Imperio Otomano declaró
que utilizaría el símbolo de la media luna roja sobre fondo blanco, en lugar de la
cruz roja. Si bien respetaban el símbolo de la cruz roja, las autoridades otomanas
consideraban que la naturaleza misma de la cruz roja hería las susceptibilidades
de los soldados musulmanes.
Se aceptó el signo de la media luna roja a título provisional, mientras durase la
guerra.
1929: Tras la Primera Guerra Mundial, se convocó la Conferencia Diplomática de
1929, con la finalidad de revisar los Convenios de Ginebra. Las delegaciones de
Turquía, Persia y Egipto solicitaron el reconocimiento de la media luna roja y del
león y sol rojos. Tras prolongados debates, la Conferencia aceptó reconocerlos
como emblemas distintivos adicionales a la cruz roja pero, a fin de evitar la
proliferación de emblemas, limitó la autorización a los tres países que ya los
utilizaban.
Los tres emblemas distintivos gozan de igual estatuto en el marco de los
Convenios de Ginebra.
1949: La Conferencia Diplomática convocada en 1949 para revisar los Convenios
de Ginebra tras la Segunda Guerra Mundial analizó tres propuestas orientadas a
solucionar la cuestión de los emblemas:
una propuesta holandesa, encaminada a adoptar un nuevo símbolo único;
la recomendación de volver al signo único de la cruz roja;
una propuesta israelí con miras a reconocer un nuevo emblema, el escudo rojo de
David, que los servicios sanitarios de las fuerzas armadas israelíes usaban como
signo distintivo
Estas tres propuestas fueron rechazadas.
La Conferencia expresó su oposición a la proliferación de emblemas protectores.
La cruz roja, la media luna roja y el león y sol rojos siguieron siendo los únicos
emblemas reconocidos.
1980: La República Islámica de Irán anunció que renunciaba a su derecho de usar
el león y sol rojos y que emplearía en el futuro la media luna roja como signo
distintivo. Sin embargo, se reservó el derecho de volver a usar el del león y sol
rojos si se reconocían nuevos emblemas.
1992: Tras la decisión de 1949, continuó el debate acerca de los emblemas.
Varios países y sus sociedades de socorros seguían interesados en utilizar los
emblemas nacionales, o la cruz y la media luna juntas. En la década de 1990,
también se plantearon preocupaciones acerca de la neutralidad de la cruz roja o
de la media luna roja, en el contexto de ciertos conflictos complejos. En 1992, el
entonces presidente del CICR hizo un llamamiento público en favor de la creación
de un nuevo emblema desprovisto de cualquier connotación nacional, política o
religiosa.
1999 :La Conferencia Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja
celebrada en 1999 hizo suya la propuesta de organizar un grupo de trabajo mixto
sobre los emblemas, integrado por Estados y Sociedades Nacionales, con miras a
encontrar una solución global y duradera que fuese aceptable para todas las
partes en cuanto al fondo y al procedimiento.
2000: El grupo de trabajo reconoció el profundo apego que la mayoría de los
Estados y de las Sociedades Nacionales tenía a los emblemas de la cruz roja y de
la media luna roja. Por consiguiente, la única posibilidad de lograr una solución
ampliamente aceptada era reconocer un emblema protector adicional, exento de
toda connotación nacional, política o religiosa.
El diseño del nuevo emblema debía permitir que las Sociedades Nacionales que lo
utilizaran pudiesen insertar en el mismo:
Una cruz o una media luna,
Una cruz y una media luna juntas,
Cualquier otro símbolo que estuviese en uso y que hubiese sido comunicado al
Estado depositario de los Convenios de Ginebra y al CICR.

Los emblemas oficiales


2005: En diciembre de 2005, durante la Conferencia Diplomática celebrada en
Ginebra, los Estados adoptaron el Protocolo III adicional a los Convenios de
Ginebra, por el que se creó un emblema adicional a la cruz roja y la media luna
roja. El nuevo emblema, conocido como el cristal rojo, resuelve varias cuestiones
que preocuparon al Movimiento durante años, entre otras:
la posibilidad de que los países que no desean adoptar ni la cruz roja ni la media
luna roja puedan, sin embargo, integrarse en el Movimiento como miembros
plenos mediante el uso del cristal rojo;
la posibilidad de utilizar la cruz roja y la media luna roja juntas.
2006: En junio de 2006, se celebró en Ginebra una Conferencia Internacional de la
Cruz Roja y de la Media Luna Roja con el objeto de modificar los Estatutos del
Movimiento para reflejar la creación del nuevo emblema.
Desde su creación hasta el año 2006 el Comité Internacional de la Cruz
Roja (CICR) le negó el reconocimiento al Maguén David Adom por rehusarse a
reemplazar la estrella de David roja por la cruz roja. Las razones corresponden a
la conferencia de la Convención de Ginebra de 1929 que identificó solo tres
símbolos (cruz roja, media luna roja, y león y sol rojo) y prohibió el uso de otros en
el futuro (la estrella roja de David fue remitida al CICR en 1931).
Con la aprobación de un tercer emblema en diciembre del 2005 Maguén David
Adom estuvo en condiciones de contar con la aprobación del CICR e ingresar a
la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna
Roja. El 22 de junio de 2006, MDA fue reconocido por el ICRC y admitido como
miembro pleno.
2007: El 14 de enero de 2007, entró en vigor el Protocolo adicional III a los
Convenios de Ginebra de 1949 (seis meses después de su ratificación por los dos
primeros países). Esto completa el proceso de establecimiento de un emblema
adicional para uso de los Gobiernos y el Movimiento Internacional de la Cruz Roja
y de la Media Luna Roja.

2. La historia de la Cruz Roja Colombiana, no lejos de los inicios de la


existencia del CICR y las Sociedades Nacionales, marcó su destino con el
primer asomo de esperanza en medio de la batalla de Palonegro
(Santander) llevada a cabo entre el 11 y el 25 de mayo de 1900, durante la
Guerra de los Mil Días, cuando un puñado de médicos liderados por el
Doctor Putnam y con unas improvisadas ambulancias en forma de carruaje
de cuatro ruedas haladas por dos caballos cada una y en sus costados
pintados dos cuadrados sobre fondo blanco y en cada uno una cruz roja
con cinco cuadrados en señal de protección, abrazaron la misión de asistir
a los cientos de heridos que quedaban a lo largo del campo de batalla, sin
importar su afiliación política. Este hecho puesto años más tarde ante la
asamblea de la Sociedad Medica reunida en la ciudad de Medellín en 1913,
marcando el inicio de la tarea de fundar en Colombia la Cruz Roja.
Impulsada la idea por los Doctores Adriano Perdomo e Hipólito Machado nació
oficialmente el 30 de julio de 1915 en el Teatro Colón de Bogotá, bajo el postulado
de que “todos somos seres humanos” y la afirmación de que en nuestra patria
también es necesaria la existencia de una organización dedicada a “prevenir y
aliviar los horrores de la guerra”, formada a imagen y semejanza de la institución
de ayuda más extensa del mundo, partícipe de los mismos principios de
humanidad, neutralidad e imparcialidad, nutricios de la originada en Suiza.

Desde entonces hasta nuestros días el propósito de aliviar y prevenir el


sufrimiento humano de quienes habitan en Colombia es la constante del servicio
de la institución:

El incendio de Manizales en 1925 y el conflicto vecinal con Perú en 1932,


permitieron ver cómo lo indicara el Dr. Augusto Ramírez Ocampo: “Que la Nación
es capaz de sobreponerse a su propio duelo y continua laborando
incansablemente en la búsqueda de un mejor destino y que Instituciones como
esta, cuya misión también está conectada con el establecimiento de la armonía
social, a borrar el rencor, a atender a las víctimas de la desatención oficial, a curar
heridas y consolar amarguras, muestra que el país cuenta con reservas morales,
para afrontar sus dolencias”. El conflicto en la frontera Colombo-Peruana, en la
amazonia se vivió como uno de los hechos que obligó encontrar la ruta más corta
para montar sobre la marcha hospitales en campaña y dirigida por el Presidente
de la época profesor Jorge Cavelier, según sus propias palabras la Cruz Roja
“fortaleció su organización y su aparato operacional”.

Ante el estallido popular que suscitó el asesinato del líder popular Jorge Eliécer
Gaitán el 9 de abril de 1948, la Cruz Roja Colombiana prestó su colaboración a la
ciudadanía sin distinción de clases o colores políticos. Obedeciendo a sus
principios fue la única Institución que trató de coordinar las labores de socorro en
muchas ciudades del país. Se declaró neutral, recogió los cadáveres, repartió
víveres y puso en contacto a los familiares. La Cruz Roja deriva enseñanzas y el
país genera hacia el futuro mecanismos para prevenir y acudir a aliviar el dolor
colombiano; así nació el Socorro Nacional por ley de 1948 que fue puesto al
cuidado de la Sociedad Nacional de la Cruz Roja Colombiana.

El 27 de febrero de 1980, un comando del M-19 se tomó la embajada de la


República Dominicana, toma que duró 61 días.Previo acuerdo entre el Gobierno
Colombiano y los negociadores del M-19, el Comité Internacional de la Cruz Roja
ejerció su mandato de intermediario neutral y garante de los acuerdos de traslado
de rehenes y miembros de M-19 al aeropuerto internacional el Dorado donde
abordaron un avión con destino a la Habana el 27 de abril del mismo año.
De otro lado la Cruz Roja Colombiana tendió el puente en lo logístico, desde la
asistencia médica y alimentación hasta facilitar el medio de transporte hasta el
aeropuerto.

Catástrofes provocadas por el desequilibrio en la naturaleza o por el hombre


asolan a Colombia en la década de los ochenta y noventa, como el terremoto de
Popayán, la avalancha del Páez (Cauca), el terremoto del eje cafetero. Como un
reto a la capacidad humana y de respuesta del pueblo colombiano el 6 de
noviembre se presenta la toma del Palacio de Justicia por parte del M-19 y el 13
del mismo mes y año la erupción del volcán nevado del Ruiz, provocando la
desaparición de Armero (Tolima), que dejó más de 23.000 personas muertas y
75.000 más afectados de manera directa, hechos que desafiaron la capacidad de
la respuesta humanitaria de la Cruz Roja Colombiana y de cuya experiencia se
aprendió que en la realidad de nuestra acción humanitaria está presente la
preparación para la atención de emergencias y desastres en más de 460
municipios del país.

A finales de la década de los ochenta e inicio de los noventas trágicamente la


historia de Colombia siguió marcada por una lamentable serie de atentados y
ataques contra instalaciones y bienes del Estado que afectaron
indiscriminadamente a la población civil, como el caso del atentado contra las
instalaciones del DAS el 6 de diciembre de 1989 en el que 50 personas fallecieron
o el atentado de la calle 93 el 15 de abril de 1993, la explosión provocada de un
avión de AVIANCA, los atentados de Medellín y Cali, circunstancias todas con
exigencias de una respuesta inmediata en asistencia, salud y traslado de
lesionados así como un desafío frente a la preservación de la vida y la dignidad
humana.

Es así como la Cruz Roja Colombiana aumentó su capacidad de respuesta y


atención a las víctimas de estos eventos pero a su vez acompañó y dio apoyo a
las víctimas de masacres y desplazamiento forzado que hacían ( y hacen) más
visible la muerte silenciosa de Colombianos y el éxodo de sus familias buscando
proteger su vida.

La estrecha colaboración entre el Comité Internacional de la Cruz Roja y la


Sociedad Nacional, ha sido fundamental para el cumplimiento del mandato
humanitario de Movimiento Internacional de la Cruz Roja en Colombia,
particularmente demostrado en eventos como la liberación de soldados de las
Delicias en el marco de la plaza principal del municipio de Cartagena del Chairá
(Caquetá) el 15 de junio de 1997 y de Infantes de Marina en el Chocó, privados de
la libertad por las FARC, donde sin capacidad logística pero con el constante
apoyo del delegado Jefe del CICR, los médicos y voluntarios de la Cruz Roja
Colombiana permitieron el reencuentro de 70 militares con sus familias.
Nace entonces la imperiosa necesidad de difundir y hacer respetar el Derecho
Internacional Humanitario, normatividad internacional que limita los métodos y
medios de guerra y que tiene por objeto proteger a las personas que no participan
en las hostilidades e incluso las que han participado y han depuesto las armas y
de las puestas fuera de combate por enfermedad, herida o captura o por cualquier
otra causa.

Durante los años 80 en la Cruz Roja Colombiana se conformaron grupos de


estudio del Derecho Internacional Humanitario (DIH), integrados por voluntarios
emprendiendo el reto de difundir, promover y enseñar el DIH, prioritariamente
entre la Fuerza Pública y la población civil en general. La difusión con
grupos armados organizados ha sido silenciosa y llena de riesgos en la
predicación del DIH en sus campamentos, en tanto la atención de las víctimas del
conflicto armado ha sido prioritaria, recurrente e imperiosa.

La Sociedad Nacional de la Cruz Roja Colombiana en consonancia con su férrea


vocación por la reconciliación entre los colombianos, al igual que acompañó los
procesos de desmovilización del M-19 en el campamento de Santo Domingo el 9
de marzo de 1990 y de la Corriente de Renovación socialista en Flor del Monte
(Ovejas, Sucre) el 9 de abril de 1994, por acuerdo entre las partes y a solicitud de
la Oficina del Alto Comisionado para la Paz del 7 de enero de 1999 al 21 de
febrero de 2002, proveyó parte de los aspectos logísticos en salud, difusión del
Derecho Internacional Humanitario entre otras actividades en los cinco municipios
que integraban la zona de despeje para los diálogos entre los negociadores del
Gobierno y las FARC-EP en la zona del Caguan en los llanos orientales, hechos y
acciones que marcaron un derrotero para lo que constituyen hoy las prioridades de
la institución frente al nuevo reto del proceso de paz y ante la esperada apertura
de la era de la reconciliación en el país como forma de darle fin al conflicto
armado.

Los efectos del cambio climático en el país se han manifestado principalmente en


las fuertes lluvias, desborde de los grandes ríos y en consecuencia las vastas y
terribles inundaciones que han hecho parte de la denominada “Ola Invernal” que
ha afectado a gran parte de Colombia. Cientos de miles de ciudadanos fueron
atendidos por la Cruz Roja Colombiana con el apoyo de un país que confía en
su accionar humanitario de su brindándole su concurso a través de donaciones
generosas en especie, dinero, transporte, logística y tiempo de trabajo.

Las acciones humanitarias realizadas en Haití, Chile y Japón después de los


catastróficos terremotos y Tsunami, han sido de gran trascendencia para la Cruz
Roja Colombiana, para nuestro país y para el Movimiento Internacional de la Cruz
Roja. Pero la importancia de una misión de esta magnitud sólo tiene su mérito
cuando reconocemos que nada hubiera sido posible sin el apoyo de cientos de
miles de colombianos.
3. Emblemas

4.

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