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Régimen de la comunidad primitiva

Primera formación económico-social. La misma existió durante muchas decenas de


milenios en todos los pueblos en la etapa inicial de su desarrollo. Las relaciones de
producción del régimen de comunidad primitiva surgieron teniendo como fundamento
un bajo nivel de desarrollo de las fuerzas productivas, unos instrumentos de
producción primitivos, una división natural del trabajo por el sexo y la edad. La base
de las relaciones de producción radicaba en la propiedad común de los medios de
producción (instrumentos de producción, tierra, así como también vivienda,
herramientas, &c.). En el marco de la propiedad común, existía también la propiedad
personal de las armas, los objetos de uso doméstico, de la vestimenta, &c. En el
régimen de comunidad primitiva, la producción se llevaba a cabo colectivamente, por
la gens en su conjunto. Los alimentos se consumían asimismo en común, se dividían
en partes iguales. Sólo trabajando unidos, los hombres primitivos podían obtener
medios de vida y defenderse contra los ataques de las fieras o de las comunidades
vecinas. Sobre la base de la primera gran división social del trabajo (división del
trabajo), es decir, de la separación de ganadería y agricultura, las fuerzas productivas
de la sociedad primitiva empiezan a desarrollarse con una rapidez sensiblemente
mayor. Al aumentar estas fuerzas, surge y se acrecienta el intercambio, aparece la
propiedad privada, la desigualdad económica entre los distintos miembros de la
comunidad. El surgimiento de la esclavitud intensificó aún en mayor medida la
desigualdad económica y contribuyó a descomponer la comunidad primitiva. La
producción colectiva y la distribución igualitaria de los productos se convierten en
trabas de las fuerzas productivas. En el estadio superior del régimen de comunidad
primitiva, ocurre la segunda gran división social del trabajo: la artesanía se separa de
la agricultura, lo cual contribuye a que siga desmoronándose la sociedad primitiva.
Como resultado aparecen ricos y pobres, la explotación, las clases, surge el Estado.
En sustitución del régimen de comunidad primitiva, llega la sociedad de clases:
el régimen esclavista y el feudalismo).
Diccionario filosófico · 1965:396

Régimen de la comunidad primitiva

Formación socioeconómica primaria (o arcaica), cuya estructura se caracteriza por


la interacción de las formas comunitarias y de parentesco de la comunidad de
hombres. La actividad del hombre primitivo transcurre en el marco de
la comunidad (consanguínea, gentilicia, rural), la cual está integrada por familias o
células que reproducen al hombre mismo y que constituyen centros de la actividad
económica, religiosa, &c., dependientes en mayor o menor medida de la comunidad.
En virtud de la exogamia del matrimonio, forman parte de la comunidad, además del
núcleo consanguíneo, los cónyuges procedentes de otras comunidades. El régimen de
la comunidad primitiva abarca el período desde el nacimiento de las relaciones
sociales hasta el surgimiento de la sociedad dividida en clases (años 6.000-5.000
a.n.e.). En la interpretación amplia del concepto de formación primaria se considera
como comienzo del régimen de la comunidad primitiva la fase de la grey primitiva;
como etapa de la mayor culminación estructural, el período del régimen gentilicio y
como etapa final, la disgregación de dicho régimen, cuando se esboza ya la
diferenciación entre las clases. Las relaciones comunitarias primitivas alcanzaron su
plenitud estructural en el período del régimen gentilicio. En aquel entonces, las
relaciones de producción descansaban en la propiedad comunal de los medios de
producción (los instrumentos de producción, la tierra, así como la vivienda y los
aperos), pero existía también la propiedad personal sobre las armas, los utensilios de
menaje y uso doméstico, la ropa, &c. A medida del perfeccionamiento de los
instrumentos de trabajo, de las formas de economía, de la evolución de las relaciones
matrimoniales y familiares y de otra índole, las relaciones del régimen primitivo
existentes en las etapas iniciales del desarrollo técnico de la humanidad, las formas
colectivas de propiedad y las representaciones mágico-religiosas, son desplazadas por
las nuevas relaciones sociales.

Esclavitud

Primera sociedad antagónica de clases que nació sobre las ruinas de la comuna
primitiva (ver), a consecuencia del desarrollo de las fuerzas productivas, de la
propiedad privada, de la acentuación de la desigualdad económica. Del mismo modo
que la comuna primitiva, la esclavitud existió, en diferentes proporciones, en todos los
pueblos, y se había extendido mucho en Oriente: Egipto, Asiria, Babilonia,
Mesopotamia, India, Transcaucasia (Urartú) y otras regiones. Los esclavos se
contaban por decenas de millares. Sin embargo, en esos países, la esclavitud tenía
sobre todo un carácter doméstico y patriarcal, y los esclavos no constituían la fuerza
productiva esencial. Los campesinos, estrechamente ligados a la comuna y explotados
duramente por un estado despótico, constituían la fuerza productiva principal en el
Oriente antiguo. De igual modo, en la Rusia de antaño, y sobre todo en la época del
principado de Kiev, la esclavitud era doméstica y patriarcal, pero menos desarrollada
que en Oriente. En la Grecia y Roma antiguas es donde la esclavitud alcanza su forma
superior, y donde el esclavo se convierte en la fuerza productiva esencial de la
sociedad, y la esclavitud, en el modo de producción dominante.

Bajo este régimen, los propietarios de esclavos constituyen la clase dominante que
se divide en grupos sociales distintos: grandes terratenientes, propietarios de grandes
talleres, comerciantes, usureros. La segunda clase fundamental es la numerosa clase
de los esclavos. Aparte de estas dos clases esenciales, hay en esta sociedad capas
intermedias de población libre: pequeños propietarios que viven de su trabajo
(artesanos y campesinos) y el lumpen-proletariado que proviene de las capas de
artesanos y campesinos arruinados. Las relaciones de producción tienen por
fundamento la propiedad del amo sobre los medios de producción y sobre el esclavo
que puede vender, comprar y hasta matar. Estas relaciones corresponden a un nivel de
las fuerzas productivas superior al de la comuna primitiva. La ganadería, la
agricultura, los oficios, la división del trabajo entre esas diferentes ramas de la
producción, y el empleo de instrumentos metálicos se han extendido ampliamente. La
producción mercantil se desarrolla.

La explotación de los esclavos basada en la coerción extraeconómica adquiere


proporciones monstruosas. A la explotación y a la violencia, los esclavos responden
con un bajo rendimiento y con el deterioro de los instrumentos. El plus-producto
creado por cada esclavo separadamente, es insignificante. Pero la suma general de
plus-productos proveniente de la explotación de una cantidad enorme de esclavos,
cuyo trabajo no costaba casi nada, es relativamente elevada. Esta base hizo posible
cierto progreso social, el desarrollo de las ciencias, del arte, de la filosofía. Se observa
igualmente cierto progreso en la técnica que permanece, no obstante, muy poco
evolucionada y rutinaria, dado que estaba fundada en la esclavitud. Los precios
irrisorios de los esclavos, el trabajo casi gratuito de estos últimos, no ofrecen
estimulante económico a los amos como para introducir elementos de producción
nuevos, perfeccionados.

Con la aparición de la sociedad esclavista, nace y se desarrolla el Estado como


aparato de coerción, como máquina que sirve a la opresión de la mayoría explotada de
la sociedad por una minoría de explotadores. Toda la historia de la esclavitud es la
historia de una lucha de clases cruel. La esclavitud fue una etapa necesaria en el
progreso de la sociedad, y sirvió de terreno a una evolución más rápida de las fuerzas
productivas, de las ciencias, de la cultura. Pero después de haber alcanzado cierto
nivel, las fuerzas productivas no podían desarrollarse más en el marco de relaciones
de producción de la sociedad esclavista. Con la disgregación de la sociedad esclavista,
la lucha de clases alcanza su punto culminante. Las sublevaciones de esclavos se
entremezclan con la lucha de los pequeños campesinos arruinados contra los grandes
propietarios de tierras. La caída del régimen esclavista en Roma fue acelerada por las
invasiones. La forma de explotación esclavista es reemplazada por otra, la explotación
feudal. Con la desaparición del modo de producción esclavista, la esclavitud no
desaparece completamente. Subsiste en medida más o menos grande bajo los
regímenes feudal y capitalista.
Diccionario filosófico abreviado · 1959:162-163

Régimen esclavista

Primera sociedad antagónica, de clases; surgió de las ruinas del régimen de la


comunidad primitiva. En una escala mayor o menor y en una u otra forma, la
esclavitud se ha dado en todos los países y en todos los pueblos. Alcanzó su forma
suprema de desarrollo en la antigua Grecia y en la antigua Roma, donde los esclavos
se convirtieron en la principal fuerza productiva de la sociedad. En el régimen
esclavista, la clase dominante y una de las clases fundamentales es la de los dueños de
esclavos, explotadores. Se descompone en distintos grupos sociales: grandes
terratenientes, dueños de grandes talleres, comerciantes y usureros. La segunda clase
fundamental es la numerosa y explotada de los esclavos. Aparte de estas dos clases
principales, en la sociedad esclavista existen capas intermedias de la población libre:
pequeños propietarios que viven de su trabajo (artesanos y campesinos) y también el
“lumpenproletariado” proveniente de artesanos y campesinos arruinados. La base de
las relaciones de producción dominantes en la sociedad esclavista es la propiedad
privada del esclavista sobre los medios de producción y los esclavos. La explotación
de éstos, basada en la coerción extraeconómica, adquiere proporciones monstruosas.
A la explotación y a la violencia, los esclavos responden con una baja productividad
del trabajo y estropeando los instrumentos de producción. El plusproducto creado por
cada esclavo era insignificante. Sin embargo, la masa total del plusproducto, al
explotarse una cantidad inmensa de esclavos, dada la baratura extraordinaria de su
trabajo, era relativamente grande. Ello hizo posible cierto progreso social y técnico, el
cultivo de la ciencia, del arte y de la filosofía. Al surgir la sociedad esclavista, aparece
y se desarrolla el Estado. Toda la historia de la esclavitud es una historia de la lucha
de clases. Al descomponerse el régimen esclavista, la lucha de clases alcanza su punto
culminante. Las sublevaciones de esclavos se entrelazan con la lucha de los pequeños
campesinos arruinados contra los grandes terratenientes. El hundimiento del régimen
esclavista se aceleró, en Roma, por las invasiones del exterior. La forma esclavista de
explotación es sustituida por otra, la feudal. Con la eliminación del modo esclavista
de producción, la esclavitud no desaparece por completo. Sigue existiendo en mayor o
menor escala en el periodo del feudalismo y también en el periodo del capitalismo.
Diccionario filosófico · 1965:396-397

Régimen esclavista

Formación socioeconómica, basada en la explotación por la clase de los esclavistas


de la clase de los esclavos, que no sólo están privados de la propiedad de los medios
de producción, sino que ellos mismos son propiedad de sus patronos, como
“instrumentos de trabajo parlantes”. El régimen esclavista es la primera formación de
clase antagónica, que surge a consecuencia de un largo período de descomposición
del régimen de la comunidad primitiva y establecimiento de los institutos de la
sociedad dividida en clases: la propiedad privada y el Estado. Alcanza su apogeo en la
Grecia y la Roma Antigua, donde sobre su base se erigen una economía eficiente para
aquel entonces y una elevada cultura: filosofía y arte. Las fuerzas productivas del
régimen esclavista estaban compuestas por instrumentos de trabajo manuales y
grandes masas de esclavos. Las relaciones de producción se basaban en una
cruelísima explotación y opresión de estos últimos. Reduciendo al mínimo las
necesidades de los esclavos, dichas relaciones permitieron obtener un plusproducto
considerable, en comparación con el modo de producción precedente, lo cual condujo
al fortalecimiento de la propiedad privada y al desarrollo de las relaciones mercantiles:
intercambio, comercio, circulación monetaria. Se libraban constantemente guerras de
rapiña como importante fuente de obtención de esclavos. Además de las clases
fundamentales (esclavistas y esclavos), en la sociedad esclavista existían mercaderes,
usureros, artesanos y campesinos libres, pequeños propietarios que no gozaban de la
plenitud de derechos, y una nutrida masa de elementos desclasados. La forma de los
Estados esclavistas era la monarquía o la república. En esta última, los ciudadanos
libres participaban en la actividad de las instituciones democráticas (asamblea popular
y otras). La democracia no se extendía a los esclavos. Estos luchaban y se sublevaban
contra los esclavistas. Las sublevaciones más grandes de los esclavos se registran en
la Roma Antigua (la de Espartaco). La agudización de la lucha de clases y la irrupción
desde fuera condujeron a la destrucción del régimen esclavista y su sustitución por
el feudalismo. La esclavitud existía en la mayoría de los pueblos, pero algunos de
ellos soslayaron el régimen esclavista como formación, pasando del régimen de la
comunidad primitiva directamente al feudalismo. En algunos países, la esclavitud
existió tanto bajo el feudalismo como bajo el capitalismo.
Diccionario de filosofía · 1984:367-368

Feudalismo

Formación económico-social, segunda forma de la sociedad dividida en clases,


precedida por el régimen esclavista y seguida por el capitalismo, última formación
social basada en la explotación del hombre por el hombre. Los clásicos del
marxismo-leninismo emplean algunas veces el término “servidumbre” como sinónimo
de “feudalismo”.

Comparadas con las fuerzas productivas del capitalismo, las de la sociedad feudal
aparecen como poco desarrolladas y estancadas, pero en relación a las de la
antigüedad, constituyen un gran paso adelante (perfeccionamiento de la fundición y
del tratamiento del hierro, empleo generalizado del arado y otros instrumentos de
hierro, así como del molino movido por el agua). En determinado grado del desarrollo
de la sociedad feudal, se acentúa netamente la división del trabajo entre la agricultura
y los oficios, mientras la producción artesanal de la ciudad crece con su técnica
manual diferenciada. Finalmente, en el grado superior del feudalismo, surge la
manufactura. Antes de la aparición de la manufactura, las relaciones de producción
feudales correspondían al carácter de las fuerzas de producción cuyo desarrollo
favorecían. Las relaciones de producción feudales podían desempeñar ese papel, ante
todo, gracias a la liberación parcial del productor inmediato. Como no se podía matar
al siervo –aunque se le podía vender y comprar– como éste poseía una explotación y
una familia, se mostraba algo interesado en su trabajo y daba pruebas de cierta
iniciativa necesaria a las nuevas formas productivas. Las relaciones de producción
feudales tienen por fundamento la producción agrícola, mientras que los trabajadores
son los desheredados. Lo que caracteriza también la forma feudal de la propiedad de
los medios de producción, es que el señor feudal es propietario parcial del trabajador
(coerción económica) y los trabajadores (campesinos y artesanos) propietarios de una
parte de los medios de producción, como resultado de su trabajo personal. Las
relaciones de los señores y de los campesinos, clases fundamentales de la sociedad
feudal, y su papel en la producción, derivan de la forma feudal de propiedad. Bajo una
u otra forma, los señores conceden tierras a los campesinos y los obligan a trabajar
para ellos, se apropian de una parte de su trabajo o de sus productos (renta feudal o
tributo). Los campesinos y los artesanos pertenecen, en un sentido amplio de la
palabra, a una misma y única clase de la sociedad feudal, y sus relaciones no son
antagónicas. Bajo el feudalismo, las clases y los grupos sociales constituyen órdenes.
La forma de repartición de los productos depende enteramente de la situación y de las
relaciones de los grupos sociales en la producción. Los comienzos del feudalismo se
caracterizan por el dominio absoluto de la economía natural. Con el desarrollo de los
oficios, la producción mercantil adquiere una importancia cada vez mayor tanto en la
ciudad como en el campo. Aunque la producción mercantil feudal haya preparado
ciertas condiciones para la producción capitalista, no hay que confundirla con la
producción mercantil capitalista.

El sistema principal de explotación bajo el feudalismo es la renta feudal que


aumenta a medida que se pasa de una forma a la siguiente: la “corvea” (trabajo
gratuito en la tierra del señor), el tributo en especie y el tributo en dinero. El sistema
de la “corvea” propio del feudalismo en los países de Europa Oriental no constituye
un simple retorno a la forma primera, sino que lleva en sí los gérmenes de la tercera:
producción para el mercado. Con la aparición de la manufactura (siglo XVI),
comienza a manifestarse en las entrañas de la sociedad feudal la contradicción cada
vez más profunda entre el carácter nuevo de las fuerzas productivas y las relaciones
de producción feudales que se convierten en freno del desarrollo de esas fuerzas. Lo
que se llama la acumulación primitiva prepara el advenimiento de la clase de los
obreros asalariados y de la clase de los capitalistas.

Debido al carácter antagónico de su economía, toda la vida de la sociedad feudal se


halla sacudida por la lucha de clases. Por encima de la base feudal, se eleva la
superestructura que le corresponde: el Estado, la Iglesia, la ideología, superestructura
que sirve celosamente a la clase dominante, que la ayuda a reprimir la lucha de los
trabajadores contra la explotación feudal. Por regla general, el Estado feudal atraviesa
una serie de etapas: del parcelamiento político (el feudo es un “pequeño Estado"), a la
monarquía absoluta pasando por la monarquía feudal. La forma ideológica
predominante bajo el feudalismo es la religión. (Ver Filosofía de la Edad Media).
La lucha de clases, que se acentúa, ofrece la posibilidad a la joven burguesía de
ponerse a la cabeza de la insurrección de los campesinos y de los elementos plebeyos
de las ciudades, de apoderarse del poder y destruir las relaciones de producción
feudales. Las revoluciones burguesa del siglo XVII en Inglaterra, del siglo XVIII en
Francia, aseguraron el dominio de la clase burguesa (que en ese entonces era una
clase avanzada) y conformaron las relaciones de producción al carácter de las fuerzas
productivas.

Actualmente, la burguesía imperialista sostiene y refuerza los vestigios del


feudalismo, numerosos en muchos países capitalistas. En los países de democracia
popular (ver), esas supervivencias fueron liquidadas por medio de reformas agrarias
democráticas. Los pueblos de los países coloniales y dependientes luchan a la vez
contra el feudalismo y el imperialismo: cada golpe asestado al feudalismo es un golpe
asestado al imperialismo.
Diccionario filosófico abreviado · 1959:186-187

Feudalismo

Formación económico social establecida como resultado de la descomposición y


hundimiento del régimen esclavista o del régimen de la comunidad primitiva; ha
existido en casi todos los países. Las clases principales de la sociedad feudal son las
constituidas por los señores feudales y por los campesinos. La clase dominante y
explotadora de los señores abarcaba a la nobleza y al alto clero. Dentro de la clase
dominante, existía una división jerárquica en estamentos, una subordinación de los
pequeños señores feudales alos de mayor poderío. La Iglesia era una gran potencia
feudal. Los campesinos explotados carecían de derechos políticos y jurídicos. En las
ciudades, la masa principal de la población se hallaba constituida por maestros,
oficiales, aprendices y trabajadores no calificados. La base de las relaciones de
producción dominantes bajo el feudalismo era la propiedad del señor feudal sobre los
medios de producción, en primer lugar sobre la tierra, y la propiedad incompleta sobre
el trabajador, la cual se expresaba en diversos tipos de dependencia personal del
campesino respecto a su señor. Bajo el feudalismo, las fuerzas productivas sólo
podían desarrollarse sobre la base del trabajo de los campesinos dependientes, quienes
poseían su hacienda, instrumentos de trabajo insignificantes y se sentían algo
interesados materialmente en el trabajo. El modo feudal de producción se caracterizó
por la sucesión de tres tipos de renta de la tierra: trabajo gratuito en la tierra del señor
(corvea), renta en especie y renta en dinero. La renta de la tierra constituía la forma
específica de explotación en la sociedad feudal y con mucha frecuencia la renta no era
sólo el producto del trabajo suplementario de los campesinos siervos, sino, además,
una parte del producto de su trabajo necesario. El régimen del feudalismo se
caracteriza por la economía natural y por el nivel bajo y rutinario de la técnica. La
superestructura de la sociedad feudal se distingue por varios rasgos: el Estado feudal,
por lo común aparecía bajo el aspecto de monarquía estamental o absoluta; en la vida
espiritual de la sociedad, imperaba la ideología religiosa. El pensamiento social, en
sus líneas fundamentales, se desarrollaba bajo una forma religiosa. Toda la historia de
la sociedad feudal se halla saturada de la lucha de clases. Las sublevaciones
campesinas, aunque en la mayor parte de los casos se llevaban a cabo bajo una
bandera religiosa, conmovieron al régimen feudal, aceleraron su hundimiento. Al
feudalismo le sucedió el capitalismo,tercera y última forma de la sociedad basada en
la explotación.
Diccionario filosófico · 1965:172-173

Feudalismo

(latín feudom: hacienda): formación socio-económica que sustituye el régimen esclavista y


precede al capitalismo. El régimen económico del feudalismo, a pesar de toda la diversidad
de sus formas en distintos países y en distintos períodos, se caracteriza por el hecho de que
el principal medio de producción –la tierra– es propiedad monopólica de la clase dominante de
los feudales (que a veces se funde casi por completo con el Estado), y la economía se lleva a
cabo con las fuerzas y medios técnicos de los pequeños productores: campesinos. La
relación económica fundamental del feudalismo se manifiesta en la renta feudal, es decir, el
plusproducto que los productores pagan a los feudales (o al Estado) en forma de trabajo,
dinero o en especie (rentas en trabajo, en dinero y en especie). La ciudad está incorporada
necesariamente al sistema de relaciones feudales, pues sin la venta de productos
agropecuarios a sus habitantes, el feudalismo no habría conocido la renta en dinero. El
antagonismo de la sociedad feudal, basada en la explotación de los campesinos por los
feudales (dicha sociedad se caracteriza por la coerción extraeconómica) engendraba
numerosas formas de manifestación de las contradicciones sociales. La forma superior de
ellas la constituían las sublevaciones y guerras populares, plebeyo-campesinas. La ideología
de la época feudal se distingue por la propensión a las concepciones especulativas, que poco
tienen que ver con los conocimientos reales, y a las religiones
mundiales: cristianismo, islam, budismo, confucianismo y otros. En las distintas etapas del
desarrollo de la sociedad feudal, su organización política era distinta: desde el mayor
fraccionamiento estatal hasta las monarquías absolutas muy centralizadas. Una forma
específica era el denominado “ feudalismo nómada”, pero sus rasgos fundamentales eran los
mismos. El período tardío del feudalismo se caracteriza por el nacimiento en sus entrañas de
la producción manufacturera, embrión de las relaciones capitalistas. En Europa Occidental es
el período de maduración y realización de las primeras revoluciones burguesas.

Capitalismo

Régimen social y político que sucedió al feudalismo. Este régimen se funda en la


propiedad privada capitalista de los medios de producción, en la explotación de los
obreros asalariados desprovistos de medios de producción y de existencia, y obligados
a vender constantemente su fuerza de trabajo a los capitalistas. La fuerza motriz de la
producción capitalista, su estímulo principal, es el beneficio que proviene de la
apropiación de la plusvalía creada por los obreros. La contradicción fundamental del
capitalismo evolucionado, es la contradicción entre el carácter social de la producción
y la forma capitalista privada de la apropiación. La economía capitalista está basada
en la anarquía de la producción y está sometida a las leyes espontáneas del desarrollo.
De allí las crisis económicas periódicas inevitables bajo el capitalismo, crisis de
superproducción cuando hay más mercancías que las que puede absorber el mercado,
limitado por el poder de compra de los trabajadores cuyo nivel de vida bajo las
condiciones del régimen capitalista, desciende sin interrupción. La economía de los
países capitalistas se desarrolla por ciclos, vale decir, que el crecimiento de la
producción a causa de las contradicciones antagónicas inherentes al capitalismo, cede
el lugar a una baja de la producción, a una caída brusca, a la crisis. Durante la crisis,
se observa una destrucción en masa de las fuerzas productivas de la sociedad, un
aumento considerable de la desocupación, de la miseria de la clase obrera y de todos
los trabajadores, mientras se agravan todas las contradicciones del régimen capitalista.
Con el desarrollo del capitalismo, la opresión capitalista se refuerza, la pauperización
absoluta y relativa de la clase obrera y de todos los trabajadores se acentúa. Cuanto
más se concentran las riquezas sociales en manos de un pequeño grupo de capitalistas,
más se proletarizan las masas, más se extiende la desocupación y se empobrece la
clase obrera. “Tal es la ley general, absoluta, de la acumulación capitalista”
(Marx, El Capital. Lib. I, vol. 2). Lucha de clases agudizada entre la burguesía y el
proletariado: tal es el rasgo esencial de la sociedad capitalista.

A fines del siglo XIX, el capitalismo entró en la última etapa de su desarrollo, la del
imperialismo, caracterizada por la dominación de un puñado de monopolistas o de
grupos de monopolistas en la economía y en la política. En virtud de la ley de la
desigualdad del desarrollo político y económico de los países capitalistas en la época
del imperialismo, los fundamentos del capitalismo se quebrantan cada vez más, y los
conflictos y las guerras entre esos países son cada vez más frecuentes, a la vez que la
lucha de la clase obrera y, bajo su dirección, de todos los trabajadores contra la clase
de los capitalistas, reviste una acuidad extrema. La etapa imperialista se halla en
vísperas de la revolución socialista. A partir de la primera guerra mundial, el régimen
capitalista entró en una crisis general debida a la disgregación creciente del sistema
económico capitalista en el mundo entero. La Gran Revolución Socialista de Octubre
inauguró una nueva era en la evolución de la sociedad. El capitalismo dejó de ser el
sistema único y universal en la economía mundial. Ésta se dividió en dos sistemas
económicos diametralmente opuestos: el sistema socialista y el sistema capitalista. La
crisis general del capitalismo tiene por rasgo distintivo la acentuación extrema de
todas las contradicciones de la sociedad capitalista. Se agravan las contradicciones
entre los Estados imperialistas y las colonias o los países dependientes lanzados por la
vía de la liberación nacional, lo cual mina los fundamentos del imperialismo. La
putrefacción del capitalismo se extiende. En la época de su crisis general, el
capitalismo se caracteriza por una subproducción crónica de las empresas, por la
existencia de millones de desocupados. Las crisis económicas son aun más profundas,
más devastadoras, llegando a todas las ramas de la economía. Su duración es cada vez
mayor, mientras se reducen los períodos de reanimación de la actividad sin que éstos
lleguen a causar una expansión general de la economía.

Durante la segunda guerra mundial, el capitalismo entró en la segunda etapa de su


crisis general. Varios países de Europa y de Asia se desprendieron del sistema
capitalista e instauraron el régimen de democracia popular (ver). La victoria histórica
del pueblo chino asestó al imperialismo un nuevo golpe aplastante. Los países de
democracia popular se han encaminado por la vía de la edificación socialista. El
mundo se ha escindido en dos campos: por una parte, el mundo del imperialismo
dirigido por los EE.UU., y por otra parte, el campo del socialismo y de la democracia
que crece y se refuerza bajo la dirección de la URSS y de la República Popular China.
El resultado económico más importante de esta guerra, ha sido la escisión del
mercado mundial único y universal, y la formación de dos mercados paralelos, el
mercado capitalista y el mercado socialista, lo cual ha determinado una nueva
agravación de la crisis general del sistema capitalista en el mundo entero.

Para mantener el régimen capitalista, la burguesía reaccionaria recurre a medidas


extremas: a la fascización de los Estados, a la instauración de la dictadura fascista.
Los grupos monopolistas utilizan el aparato del Estado burgués que les está
subordinado, para esclavizar aun más a los trabajadores, suprimir las libertades
políticas y la democracia, para ahogar el movimiento revolucionario y de
emancipación nacional de las grandes masas trabajadoras.

La revolución socialista substituye el régimen capitalista por un régimen social


superior, el socialismo, que se afirma a lo largo de una lucha de clases encarnizada
contra el capitalismo. La dictadura del proletariado organiza un modo de producción
nuevo, socialista, y pone fin para siempre a la explotación del hombre por el hombre,
aboliendo el régimen de esclavitud y de opresión.
Diccionario filosófico abreviado · 1959:60-61

Capitalismo

Formación económico-social que sucede al feudalismo. En la base del capitalismo,


se encuentra la propiedad privada de los medios de producción y la explotación del
trabajo asalariado. La ley fundamental de la producción capitalista consiste en obtener
plusvalía. Son rasgos característicos del capitalismo la anarquía de la producción, las
crisis periódicas, el paro forzoso crónico, la miseria de las masas, la competencia, las
guerras. La contradicción básica del capitalismo –entre el carácter social del trabajo y
la forma capitalista privada de la apropiación– se expresa en el antagonismo entre las
clases básicas de la sociedad capitalista, el proletariado y la burguesía. La lucha de
clases del proletariado, que palpita en toda la historia del capitalismo, toca a su fin
con la revolución socialista. Los elementos fundamentales de la superestructura
correspondiente a la base capitalista son las instituciones políticas y jurídicas y el
sistema de la ideología burguesa. La igualdad eolítica formal proclamada por los
ideólogos del capitalismo queda reducida a la nada en virtud de la desigualdad
económica: todo el aparato estatal, a la vez es idóneo para excluir de la vida política a
las masas trabajadoras. Surgido en el siglo XVI, el capitalismo desempeñó una
función progresiva en el desarrollo de la sociedad alcanzando una productividad del
trabajo sensiblemente más elevada que la del feudalismo. Al acercarse al siglo XX,
entra en su estadio superior y ultimo, el del imperialismo, que se caracteriza por el
dominio de los monopolios y de la oligarquía financiera. En ese estadio, alcanza
amplia difusión el capitalismo monopolista de Estado, que acentúa de manera
inaudita el militarismo y aúna el poder de los monopolios con la fuerza del Estado. La
Primera Guerra Mundial y la Gran Revolución Socialista de Octubre señalan el
comienzo de la crisis general del capitalismo. La Segunda Guerra Mundial y las
revoluciones socialistas en varios países de Europa y Asia han señalado la segunda
etapa de dicha crisis. Actualmente, en el desarrollo de la crisis general del capitalismo,
se ha iniciado una nueva etapa, cuya particularidad estriba en que dicha crisis deja de
estar vinculada a la guerra mundial. La descomposición del capitalismo se revela más
fuerte que en ninguna otra parte en los Estados Unidos, principal país del
imperialismo moderno, país que se ha convertido en el de la economía militarizada
más monstruosa y del paro forzoso crónico. “El capitalismo moderno es hostil a los
intereses vitales, a las tendencias progresivas de toda la humanidad” (“Documentos
del XXII Congreso del P.C.U.S.”, pág. 343). Con el capitalismo llega a su término la
prehistoria de la humanidad.
Diccionario filosófico · 1965:57-58

Capitalismo
(francés capital: principales bienes o suma.) Formación socioeconómica que precede
al socialismo y al comunismo. Se asienta en la propiedad privada de los medios de
producción y la explotación del trabajo asalariado. La finalidad de la producción capitalista y la
fuente de enriquecimiento de los capitalistas es la apropiación de la plusvalía. La principal
contradicción antagónica del capitalismo es la existente entre el carácter social de la
producción y la forma privada de apropiación. Las clases fundamentales del capitalismo son
el proletariado y la burguesía. Entre estas clases se libra una irreconciliable lucha de clases.
El capitalismo atraviesa distintas fases en su desarrollo. La libre competencia, típica de la
primera fase del capitalismo, conduce gradualmente a un elevado desarrollo de las fuerzas
productivas, al perfeccionamiento de la técnica, a la concentración y la socialización de la
producción, a la formación de los monopolios y al imperialismo, fase en la que se forman las
premisas para la revolución socialista. La Gran Revolución Socialista de Octubre (1917) y la
primera guerra mundial (1914-1918) pusieron comienzo a la crisis general del capitalismo.
Actualmente, la esfera de influencia mundial del capitalismo se ha reducido, y éste
experimenta la influencia del sistema socialista mundial. El capitalismo moderno se
caracteriza por un aumento vertiginoso de la concentración e internacionalización de la
producción, la regulación interestatal de la economía capitalista mundial (Mercado Común,
&c.), el crecimiento del complejo industrial-militar, la militarización de la economía, la carrera
de los armamentos, la lucha de los monopolios contra la distensión, el reforzamiento
del capitalismo monopolista de Estado y el ascenso del movimiento democrático. En la
presente etapa se agravan las viejas formas (y surgen nuevas) de las contradicciones dentro
de los Estados capitalistas. Atraviesa dificultades el sistema de regulación estatal-monopolista
de la economía y la política contra las crisis, se agudizan las contradicciones entre los
Estados imperialistas y los países en vías de desarrollo y se profundiza la crisis política,
espiritual e ideológica. Se amplía y perfecciona el sistema de explotación, lo cual se debe a
las nuevas formas de organización capitalista de la producción y a su racionalización. Se
intensifica el proceso de polarización de clase de la sociedad capitalista, aumenta la
diferencia en los ingresos, crece la cantidad numérica y cambia la composición de la clase
obrera, que pasa a ser cada vez más cualificada, aumenta su papel sociopolítico y se
proletarizan la intelectualidad y las capas medias. Surgen nuevos antagonismos sociales. El
capitalismo tiene aún posibilidades de crecimiento económico (una de las reservas es el
aprovechamiento de los adelantos de la revolución científico-técnica), pero las relaciones
capitalistas obstaculizan la utilización del potencial material y espiritual de la sociedad en
provecho de toda la población y hacen necesaria su sustitución por las relaciones de
producción socialistas. El capitalismo es incapaz de dirigir racionalmente el desarrollo social,
lo que refuta los distintos pronósticos sobre la sociedad “postindustrial”, formulados por los
ideólogos burgueses para justificar y preservar el capitalismo.

Socialismo

Primera fase, inferior, de la formación económico-social comunista, que adviene en


sustitución del capitalismo. (Ver Comunismo).

Con anterioridad a Marx ya se habían hecho tentativas de crear una teoría socialista.
Pero estas teorías no eran científicas, sino utópicas (ver Socialismo
utópico, Saint-Simon, Owen, Fourier), porque sus autores no entendían el papel
histórico del proletariado, y sus deducciones sobre la transformación socialista las
extraían no del análisis de las leyes sociales objetivas, sino de consideraciones
abstractas sobre la bondad y la conveniencia de la sociedad socialista. Sólo Marx y
Engels crearon la teoría científica del socialismo, y demostraron que la inevitabilidad
del socialismo es dictada por el desarrollo de las contradicciones irreconciliables de la
sociedad capitalista, y que sólo el proletariado en unión con el campesinado derrocará
por medios revolucionarios el poder de los capitalistas y construirá la sociedad
socialista. Lenin desarrolló ulteriormente la teoría del socialismo científico,
demostrando la posibilidad de la victoria de la revolución socialista y de la
construcción del socialismo al principio en unos cuantos e incluso en un solo país
capitalista por separado. Bajo la dirección del Partido Comunista, armado con la
teoría del socialismo científico, el proletariado de Rusia en unión con el campesinado
trabajador llevó a cabo la revolución socialista victoriosa y construyó el socialismo.
Después de la segunda guerra mundial, emprendieron el camino del desarrollo
socialista los pueblos de una serie de países de Europa y Asia. La población de los
estados socialistas supera en la actualidad los 950 millones de personas.

En contraste con el capitalismo, cuya base económica es la propiedad privada, la


base económica del socialismo es la propiedad social socialista sobre los medios de
producción. La propiedad social bajo el socialismo tiene dos formas: la forma de
propiedad estatal (propiedad de todo el pueblo) y la forma de propiedad
cooperativo-koljosiana (propiedad de koljoses y uniones cooperativas aisladas). En
base a la propiedad social se crean las nuevas relaciones de producción entre los
hombres, relaciones de colaboración camaraderil y de ayuda mutua socialista. Tanto
bajo el socialismo como bajo el comunismo, la propiedad social sobre los medios de
producción presupone la existencia de la propiedad privada personal sobre los objetos
de uso, que los trabajadores reciben en forma cada vez más amplia merced al
desarrollo rápido de la producción.

Toda la vida económica de la sociedad socialista es dirigida por el plan estatal de la


economía. En base a la propiedad social, ocurre un desarrollo de las fuerzas
productivas de la sociedad sin precedentes en la historia por su ritmo e ilimitado por
sus posibilidades. La economía socialista se desarrolla por el camino de la
satisfacción cada vez mayor de las necesidades materiales y culturales de todos los
miembros de la sociedad, de la ampliación ininterrumpida y el perfeccionamiento de
la producción en base a la técnica más elevada. El desarrollo de la economía socialista
se produce sobre la base del crecimiento preferencial de la producción de los medios
de producción.

Por cuanto bajo el socialismo ha sido liquidada la propiedad privada, no hay clases
explotadoras y no hay explotación, la sociedad se compone de clases amigas: la clase
obrera, el campesinado koljosiano y la capa intermedia, la intelectualidad.
Paulatinamente, a medida que la sociedad se aproxima al comunismo, se borran las
diferencias substanciales entre las clases obrera y campesina y entre los trabajadores
manuales e intelectuales. Bajo el socialismo el trabajo del hombre, su capacidad
personal determinan su situación en la sociedad. El trabajo, que es obligación y
cuestión de honor para cada ciudadano apto, se convierte en la sociedad socialista en
fuente de desarrollo de todas las aptitudes físicas y espirituales del hombre. El
principio de distribución de acuerdo con el trabajo, vigente bajo el socialismo,
combina correctamente en las condiciones de la primera fase de la sociedad comunista
los intereses personales y sociales de los trabajadores.

La base política de la sociedad socialista es el estado de la dictadura del


proletariado, que sirve de medio principal para la construcción del socialismo y el
comunismo. El estado socialista es un estado auténticamente democrático, brinda las
posibilidades más amplias a todos los trabajadores de participar en la dirección estatal.
La fuerza directriz de la sociedad socialista es el Partido de la clase obrera, que se
guía por la teoría del marxismo-leninismo.

El proceso de transición del capitalismo al socialismo es extremadamente complejo,


multifacético, y en las diversas condiciones históricas concretas adquiere formas
diversas. Cada nación que marcha hacia el socialismo aporta algo propio a tal o cual
forma de la democracia, a tal o cual variedad de la dictadura del proletariado, a tal o
cual ritmo de la transformación socialista de las diversas facetas de la vida social. Sin
embargo, por importantes que sean las particularidades nacionales, el proceso de la
revolución socialista y de la construcción socialista se basa en una serie de leyes
principales, inherentes a todos los países que emprenden el camino del socialismo (la
dirección de los trabajadores por la clase obrera, cuyo núcleo son los partidos
marxistas-leninistas, en la realización de la revolución proletaria en tal o cual forma y
en el establecimiento de la dictadura del proletariado en tal o cual forma; la alianza de
la clase obrera con la masa fundamental del campesinado y las otras capas
trabajadoras; la sustitución de la propiedad capitalista por la socialista; la
transformación socialista de la agricultura; el desarrollo planificado de la economía; la
realización de la revolución socialista en el terreno de la ideología y de la cultura; la
liquidación de la opresión nacional; la defensa de las conquistas del socialismo frente
a los atentados de los enemigos interiores y exteriores; la realización de la política de
internacionalismo proletario).
Diccionario filosófico abreviado · 1959:467-469

Socialismo

Régimen social que surge como resultado de la supresión del modo burgués de
producción y de la instauración de la dictadura del proletariado. Está basado en la
propiedad social sobre los medios de producción, propiedad que presenta dos formas:
estatal (de todo el pueblo) y cooperativo-koljosiana. La propiedad social determina la
inexistencia de clases explotadoras, de la explotación del hombre por el hombre, que
las relaciones entre los trabajadores sean de colaboración amistosa y de ayuda mutua.
Bajo el socialismo, se acaba con toda opresión social y toda desigualdad nacional, con
la oposición entre la ciudad y el campo, entre el trabajo intelectual y el trabajo físico
(pese a que todavía se conserva una diferencia esencial). En la sociedad socialista, se
dan dos clases amigas: la clase obrera y los campesinos koljosianos, y también
la intelectualidad. Las diferencias entre esas dos clases, así como también entre ellas
y la intelectualidad, se van borrando gradualmente. Las relaciones de todos los grupos
sociales, unos con otros, se caracterizan por la unidad político-social e ideológica; las
de las naciones socialistas entre sí, por ser relaciones de amistad, colaboración y
fraternal ayuda mutua. Sobre la base de la propiedad social, bajo el socialismo se
desarrolla de manera planificada la economía nacional, lo cual es inaccesible al
capitalismo. El desarrollo y el perfeccionamiento de la producción social sirven para
satisfacer, de manera cada vez más completa, las crecientes necesidades materiales y
culturales del pueblo. La vida de la sociedad socialista se asienta sobre una amplia
democracia; la incorporación de todos los trabajadores a la participación activa en la
dirección de los asuntos estatales. El democratismo socialista garantiza tanto los
derechos sociales –derecho al trabajo, al descanso, a la instrucción y al servicio
médico gratuitos, a disponer de lo necesario en la vejez, igualdad de derechos para la
mujer y el hombre, para los ciudadanos de todas las razas y nacionalidades– así como
las libertades políticas –las libertades de palabra, de prensa y de reunión, el derecho a
elegir y a ser elegido. El socialismo se diferencia de la fase superior del comunismo
por el grado de madurez de todos las aspectos de la vida social. Las fuerzas
productivas, en el régimen socialista, no están aún lo suficientemente desarrolladas
como para asegurar la abundancia de productos: el trabajo no se ha convertido aún en
la primera necesidad vital de todos los miembros de la sociedad. En consecuencia, la
distribución de los bienes materiales se lleva a cabo según el principio: “De cada uno,
según su capacidad; a cada uno, según su trabajo”. El desarrollo del socialismo
conduce, con sujeción a ley, al comunismo. En la U.R.S.S., el socialismo ha vencido
plena y definitivamente, el país ha entrado en el período de la edificación del
comunismo en todo el frente. Actualmente, el socialismo se construye en varios países
de Europa, Asia y América. El sistema mundial del socialismo abarca más de un
tercio de la población del globo terrestre.
Diccionario filosófico · 1965:429

Socialismo

(lat. sociales.) Régimen social que surge como resultado de la revolución socialista que
realiza el tránsito del capitalismo al comunismo. El socialismo se basa en la propiedad social
sobre los medios de producción, que determina la ausencia de las clases explotadoras y de la
explotación del hombre por el hombre, así como las relaciones de colaboración camaraderil y
de la ayuda mutua entre los miembros de la sociedad. En el contexto del socialismo se
liquidan toda opresión social, la desigualdad nacional y la contraposición entre la ciudad y el
campo y entre el trabajo intelectual y el manual (aunque se mantienen diferencias
sustanciales entre ellos). En la sociedad socialista existen dos clases amigas –los obreros y
los campesinos–, así como un grupo social: la intelectualidad. Las diferencias entre las clases
y los grupos sociales se van borrando paulatinamente. Las relaciones entre todos los grupos
sociales se definen por la unidad sociopolítica e ideológica, y las relaciones entre las naciones
socialistas, por su amistad, cooperación y ayuda mutua fraterna. Sobre la base de la
propiedad social se realiza el desarrollo proporcional y armónico de la economía nacional y de
toda la sociedad. El fomento de la producción social sirve a la satisfacción cada vez mayor de
las crecientes demandas materiales y culturales del pueblo. La vida social se organiza sobre
la base de una amplia democracia y de la incorporación de los trabajadores a la activa
participación en los asuntos sociales. El democratismo socialista asegura tanto los derechos
sociales (al trabajo, al descanso, a la protección de la salud, a la asistencia económica en la
vejez, a la vivienda, a la instrucción gratuita, la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley,
&c.) como las libertades políticas (de palabra, de conciencia, de prensa, de reunión, de mitin y
de desfiles y manifestaciones en la vía pública, de participación en la gestión de los asuntos
estatales y sociales). En el socialismo las fuerzas productivas no se han desarrollado
suficientemente como para asegurar la abundancia de productos, y el trabajo no se ha
convertido aún en la primera necesidad vital de todos los miembros de la sociedad. Por eso
los bienes materiales se distribuyen con arreglo al principio: “de cada cual, según sus
capacidades; a cada cual, según su trabajo”. En la URSS, el socialismo triunfó plena y
definitivamente y se ha construido la sociedad socialista desarrollada, etapa superior de la
primera fase de la formación social comunista. Tal sociedad se edifica también en otros varios
países socialistas. El socialismo maduro en la URSS posee una potente base material y
técnica que aumenta gracias a las realizaciones de la revolución científico-técnica; la
propiedad socialista se eleva a un nivel más alto de socialización; la satisfacción de las
necesidades de los hombres se hace cada vez más plena y estable; la estructura social se
caracteriza por la alianza indestructible de los obreros, los campesinos y la intelectualidad. El
desarrollo de las relaciones sociales y nacionales se ve coronado con la formación de una
nueva comunidad histórica de hombres: el pueblo soviético, que se caracteriza por la
cohesión ideológica y política, el papel rector de la clase obrera y la aglutinación en torno al
PCUS, y el desarrollo del sistema político y de la democracia socialista, por el surgimiento
del Estado de todo el pueblo. La elevación del nivel de instrucción, el desarrollo de la cultura y
la dominación de la concepción científica del mundo y de la ideología marxista-leninista
expresan la riqueza de la vida espiritual. En la sociedad soviética, el socialismo se desarrolla
sobre su propia base; se da término a la reorganización de todas las relaciones sociales;
todas las ventajas, potencias y leyes del socialismo se manifiestan y realizan con la mayor
plenitud e integridad; maduran las condiciones necesarias y empieza la transformación directa
del socialismo en comunismo.

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