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Guía de Comprensión Lectora 8° Básico

Objetivo: Analizar elementos de continuidad y cambio entre periodos y procesos abordados en el nivel.

Instrucciones:

LEER el documento en forma silenciosa, SUBRAYAR IDENTIFICANDO LAS PARTES que contengan las ideas principales de
cada texto, COMPLEMENTAR cuadro comparativo sobre los tres documentos presentados. COMENTAR si alguna de ellas
perdura hasta la actualidad o si mantienen alguna influencia en la actual organización económica del país.

La economía desde la percepción mapuche:


Texto 1

“En nuestro tiempo, previo a la llegada de los españoles al Wallmapu, los recursos económicos se presentaron (y muchos
se presentan hasta el día de hoy) de manera diversa y en directa relación con el medio natural en el cual se convive; junto
con la agricultura y la ganadería a pequeña escala generamos múltiples oficios, basados principalmente en la caza, la
recolección y la agricultura. Cada identidad territorial perfecciona los conocimientos de sus oficios a medida que se
comprenden los ciclos naturales de los lugares en que se reside; por ejemplo, los lafkenche profesionalizaron sus
conocimientos de pesca y recolección de mariscos, así como los pewenche se capacitaron en la recolección de piñones […].
Es muy importante el concepto travkintun en la cosmovisión y aspectos económicos de nuestra cultura, ya que nosotros
concebimos un sistema económico comunitario que representa parte de nuestra identidad y procedencia, en la cual cada
comunidad mapuche desarrolla oficios y particularidades alimenticias específicas, [por lo] que en contextos de encuentros
entre comunidades se realizan grandes intercambios de alimentos y productos artesanales, tanto de orden simbólico como
práctico. El travkintun —entendido como sistema de trueque— ha significado un enlace clave para nuestra identificación
como mapuche, ya que nuestra relación con todas las identidades dentro del Wallmapu (y fuera de él) se han dado —en
parte— por este intercambio de productos artesanales y alimentos. […] Nuestra agricultura nos permitió abastecernos
anualmente, e incluso más, nos permitió llegar a tener grandes reservas alimenticias, para utilizarlas tanto en travkintun
como en reuniones donde se invita a otras comunidades. Es bajo este contexto donde surge la autoridad del ulmen —
persona de importancia—, quien distribuye y administra estos recursos por cada lov —comunidad—, y entre varios ulmen
administran los recursos para el Ayllarewe. La ganadería de nuestro pueblo se basó principalmente de weke ka chiliweke —
vicuñas, alpacas o llamas, porque existe discusión al respecto—, ganadería que estaba bastante extendida, aunque quizás
no se pueda hablar de una ganadería extensiva, sino de autoconsumo, que en conjunto a la caza, pesca- recolección y la
agricultura de consumo, abastecimiento y reserva, configuraban la base de la subsistencia económica mapuche del siglo
XVI. […] es importante concebir que en los territorios del Fütxa Willi Mapu existió la realización de malal —cercos hechos
con ramas trenzadas de arrayán— con el fin de un manejo controlado de los animales y la protección de los campos
dedicados a la agricultura. Con la introducción del vacuno, el caballo y la oveja, traída por españoles, la economía mapuche
tuvo un giro; la ganadería extensiva mercantil pasaría a ser la principal actividad económica durante los siglos XVII y XVIII,
generando un gran cambio en la vida de la población. La búsqueda de pastos y ganado para comerciar llevó a nuestra gente
de Ngülu Mapu hacia los sectores pampeanos del Puel Mapu —tierra del este y zona este de Wallmapu—, llegando a
comerciar y a residir con la población mapuche de Puel Mapu, y de esta forma ocupar las características de la pampa
trasandina para la cría de ganado. La ganadería llevó también a un cambio en los asentamientos, ya que los suelos
requeridos para la ganadería difieren de los necesarios para la caza, la pesca y la recolección […]. Además, aumentaron el
tamaño de chacras y sembradíos, pero siempre bajo el objeto de una economía familiar. Dicha actividad era realizada en su
mayor parte por mujeres, o por la familia entera y los parientes, en un ambiente festivo. Estas actividades condujeron a un
cambio en la especialización del trabajo”.

Economía desde la percepción mapuche. (s.f.).


Recuperado de http://historiamapuche.cl/node/32 (Adaptación).
Las rutas del capricornio andino:
Texto 2

“En su esplendor, el Tawantinsuyu estuvo políticamente compuesto por cuatro grandes secciones territoriales llamadas
“suyus”: Chincasuyu en el norte, Kuntisuyu en el poniente, Antisuyu en el levante y el Kollasuyu en el sur. Este último
cuarto abarcaba el actual territorio del Altiplano de Bolivia, mitad septentrional de Chile y el noroeste de Argentina.
La red de caminos inka o capacñam fue el eje circulatorio que determinó la construcción de 1.000 a 1.500 estaciones de
ruta, postas llamadas tambos. En ellos los viajeros hallaban comida y alojamiento. También a su versa se levantaron centros
administrativos, que actuaban como capitales de provincia donde los gobernadores inka (tucorico) manejaban los asuntos
regionales. En algunos casos, estos caminos conducían a los grandes centros de explotación económica, como las
plantaciones de maíz, papa y coca; las vetas mineras de oro, plata y cobre, y los centros de producción textil. Existen
asimismo casos de grandes centros de almacenaje de alimentos, con miles de depósitos o collcas, ubicados junto a los
caminos, donde los inka almacenaban sus excedentes para los tiempos de hambruna, como por ejemplo los Huánuco
Pampa, en Perú y los del Valle de Cochabamba, en Bolivia. Toda esta inmensa inversión tecnológica fue posible gracias a la
fuerza de trabajo local que ofrecían los pueblos conquistados, la cual era utilizada por los inka para construir y mantener la
estructura física del Imperio. Durante casi un siglo de historia andina, la red caminera constituyó el símbolo del poder, del
control y de la eficiencia que el Estado Inka imponía obre el resto de los pueblos“.
Silva, M. (2006). Las rutas del capricornio andino. Chile: Ediciones CMN.

De la encomienda a la hacienda cerealera (ca. 1600-1810). Formación del mundo rural chileno:
Texto 3

“Durante los primeros cincuenta años de dominación española, los conquistadores ocuparon todo el valle central chileno
hasta el archipiélago de Chiloé; sometiendo a la población nativa a la servidumbre a través del sistema de encomienda y
fundando ciudades que servían como centros focales de poder político y militar. La extracción de oro aluvial por medio del
trabajo forzado de la población indígena, se convirtió rápidamente en el motor de la economía chilena. Sin embargo esta
actividad económica comenzó a mostrar señales de decadencia con el progresivo agotamiento de los lavaderos de oro y la
encarnizada resistencia indígena, que desviaba gran parte de los recursos para sostener el esfuerzo militar de la conquista.
El desenlace final vino con el levantamiento general mapuche de 1598, que puso fin al dominio hispano al sur del Biobío y
provocó una aguda crisis económica al sustraer gran parte de la población indígena del sistema de encomienda.
Durante la primera mitad del siglo XVII, la transformación del Virreinato del Perú en un gran productor de minerales
preciosos —cuyo símbolo más patente fue el riquísimo yacimiento de plata de Potosí—, actuó como una poderosa fuerza
que dinamizó las economías vecinas. En ese contexto, la economía chilena respondió con el envío de productos ganaderos
al virreinato peruano; en especial, cueros, vellones, sebo y charqui. El estímulo de la demanda peruana significó un cambio
en el modelo de asentamiento, que llevó al desarrollo de la gran propiedad territorial en el valle central del país y a la
búsqueda de nuevos sistemas laborales que complementaran el decaído sistema de encomiendas. Esto se llevó a cabo
mediante la esclavitud de los indígenas capturados en la guerra de Arauco, el traslado de indígenas huarpes desde la vecina
provincia de Cuyo y la importación de esclavos negros, que nunca tuvo mucha relevancia económica debido a su alto costo
[…]. En 1687, una grave crisis agrícola en la costa del Perú provocó una inesperada demanda de alimentos, a la que
respondió la agricultura del valle central, La Serena y Concepción con el envío de suministros de trigo. La estancias
ganaderas fueron dando paso progresivamente a haciendas cerealeras, especialmente en la región del centro del país, y la
exportación de cereales se convirtió en el rubro más importante de la economía chilena. La precaria estructura laboral del
siglo XVII dio paso a un nuevo sistema de relaciones sociales de corte señorial, centrado en grandes haciendas que
absorbían la mayor parte de los recursos y la mano de obra. […] El descenso de la población indígena y el predominio
demográfico de los mestizos libres hizo que las haciendas buscaran formas de integrar a estos últimos en el sistema laboral
a través del sistema de inquilinaje. Sin embargo, durante todo el siglo XVIII subsistió una importante población flotante de
vagabundos que trabajaban ocasionalmente como peones de temporada, aunque escapaban a todo control por parte del
Estado colonial y las haciendas”.
Memoria Chilena (s.f.). Formación del mundo rural chileno. Recuperado de
http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-3423.html en abril de 2015.
Tawantinsuyu Wallmapu Hacienda
Período en que se
desarrolla
Grupo que lo desarrolla
Expresión espacial
Modos de producción
Principales productos
Mecanismos de control
y organización de la
producción
Dinámicas sociales que
pueden asociarse
Grupos de poder
económico
Grupos sociales
trabajadores

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