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DIAPOSITIVA ANATOMIA COLON Y RECTO NORMAL. #2 El intestino grueso es el último tramo del tubo digestivo.

Tiene una longitud aproximada de 1,5 metros y se extiende desde el final del intestino delgado hasta el ano. La primera
porción del intestino grueso está situada en la parte inferior derecha del abdomen, es donde desemboca el intestino
delgado y se llama ciego. Desde ahí el colon asciende hasta llegar a la zona del hígado (colon ascendente) y atraviesa el
abdomen (colon transverso). El colon se dirige posteriormente hacia abajo, denominándose colon descendente, hasta
llegar a una zona denominada sigma que desemboca en el recto y finalmente en el ano que se abre al exterior por el
esfínter anal, a través del cual se eliminan las heces. La función específica del colon ascendente y transverso consiste en
absorber agua y electrolitos (sodio, potasio, etc.), mientras que la función del colon descendente y recto consiste en
almacenar las materias fecales hasta su expulsión por el ano. Tanto el colon como el recto están constituidos por varias
capas de tejido, la más interna es la mucosa, que se encuentra rodeada por la submucosa, más externamente se sitúa la
capa muscular, (su contracción logra el avance del contenido del tubo digestivo) que a su vez está recubierta por la
serosa (capa más externa). En la mucosa existen glándulas productoras de moco, es en ellas donde se produce con
mayor frecuencia los tumores malignos. El intestino grueso comprende la parte final del tubo digestivo y se divide a su
vez en ciego, colon y recto. El colon posee una parte ascendente, una transversa, una descendente, además del colon
sigmoide. El intestino grueso se conecta al intestino delgado mediante la válvula o esfínter íleo-cecal. El ciego posee una
ramificación muy delgada llamada apéndice, de unos 5 a 13 cm de longitud, donde se acumulan muchos nódulos
linfáticos. El intestino grueso se comunica con el exterior a través del ano. La zona donde el intestino grueso se une a la
piel del ano se denomina unión ano-rectal. Aquí se produce la transición desde epitelio simple prismático a epitelio
estratificado plano queratinizado, típico de la epidermis. A este nivel existe un engrosamiento de la musculatura externa
que forma el esfínter anal interno. También hay un esfínter externo formado por musculatura estriada. El intestino grueso
no tiene vellosidades ni pliegues circulares. Al igual que el resto del tracto digestivo, la pared del intestino grueso se
puede dividir en 4 capas: mucosa, submucosa, muscular y serosa. La mucosa está formada por un epitelio simple
cilíndrico que forma numerosas glándulas mucosas tubulares denominadas criptas de Lieberkühn. Éstas aparecen como
invaginaciones de las superficie epitelial. Una de las principales funciones del intestino grueso es la reabsorción de agua
y electrolitos del proceso digestivo. También secreta una gran cantidad de moco que favorece el tránsito de los
deshechos semisólidos no digeridos. Las células mucosas son más abundantes en el epitelio del intestino grueso que en
el del intestino delgado. La proporción entre células mucosas y células absorbentes, denominadas enterocitos, cambia de
4 a 1 en las porciones más próximas al intestino delgado a 1:1 en las zonas más próximas al ano. Las células epiteliales
se renuevan constantemente: nacen en la base de las criptas y van desplazándose hacia la superficie del tubo digestivo
donde mueren. Todo este proceso suele durar unos 5 días. La lámina propia es similar a la del resto del tubo digestivo
con sólo unas pocas peculiaridades como la carencia de vasos linfáticos o de una capa gruesa de colágeno entre la
membrana basal del epitelio y los vasos sanguíneos próximos. La muscular de la mucosa normalmente se organiza en
dos capas de músculo liso con distinta orientación. En algunas zonas es delgada. La submucosa está formada por tejido
conectivo muy denso. Contiene vasos sanguíneos de gran calibre y algunas zonas con tejido adiposo.

La capa muscular se organiza de forma distinta. Existe una capa longitudinal de músculo liso que es más delgada que la
capa circular. En humanos, sin embargo, la capa longitudinal se engruesa en tres lugares concretos para formar bandas
que se pueden observar a simple vista. La serosa es una capa muy delgada de conectivo que en algunos puntos se
continúa con el peritoneo.

DIAPO # 3 Estadísticas importantes sobre el cáncer colorrectal ¿Qué tan común es el cáncer colorrectal?
Excluyendo a los cánceres de piel, el cáncer colorrectal es el tercer cáncer que se diagnostica con más frecuencia tanto
en los hombres como en las mujeres en los Estados Unidos. Para el año 2016, los cálculos de la Sociedad Americana
Contra El Cáncer para este cáncer en los Estados Unidos son: • 95,270 casos nuevos de cáncer de colon • 39,220 casos
nuevos de cáncer de recto Riesgo de cáncer colorrectal en el transcurso de la vida En general, el riesgo de padecer
cáncer colorrectal en el transcurso de la vida es de aproximadamente 1 en 21 (4.7%) para los hombres y de 1 en 23
(4.4%) para las mujeres. El riesgo es ligeramente menor en las mujeres que en los hombres. Otros factores (descritos en
la sección “¿Cuáles son los factores de riesgo del cáncer colorrectal?”) también pueden afectar su riesgo de padecer
cáncer colorrectal. Muertes a causa del cáncer colorrectal El cáncer colorrectal es la tercera causa principal de
fallecimientos asociados con el cáncer en los Estados Unidos cuando se consideran a los hombres y a las mujeres por
separado, y la segunda causa principal cuando se combinan ambos sexos. Se estima que causará alrededor de 49,190
muertes durante 2016. La tasa de mortalidad (el número de muertes por 100,000 personas cada año) a causa de cáncer
colorrectal ha disminuido tanto en hombres como en mujeres desde hace varias décadas. Esto probablemente se deba a
varias razones. Es posible que una de estas razones sea el hecho de que actualmente los pólipos colorrectales se
descubren con más frecuencia mediante pruebas de detección y se extirpan antes de que se transformen en cáncer o se
detectan más temprano cuando es más fácil tratar la enfermedad. Además, el tratamiento del cáncer colorrectal ha
mejorado durante las últimas décadas. Como resultado, actualmente existen más de un millón de sobrevivientes de
cáncer colorrectal en los Estados Unidos. Las estadísticas relacionadas con la supervivencia entre las personas con
cáncer colorrectal se discuten en “¿Cuáles son las tasas de supervivencia para el cáncer colorrectal por etapas?” Visite
el Centro de Estadísticas sobre el Cáncer de la Sociedad Americana Contra El Cáncer para más información sobre
estadísticas importantes.

EPIDEMIOLOGIA: El cáncer colorectal es el tercer cáncer que se diagnostica con más frecuencia tanto en los hombres
como en las mujeres. Constituye la segunda causa más frecuente de muerte por cáncer. En el momento actual la mortalidad
de los individuos diagnosticados de CCR es cercana al 50%. Su incidencia es de 35-50 casos/100.000 habitantes. Aparece
con mayor frecuencia entre la quinta y la séptima décadas de la vida. El diagnóstico se efectúa en edades inferiores a los
40 años, habitualmente en el contexto de formas hereditarias. Más del 95% de CCR son adenocarcinomas.

DIAPO 4COMO SE ORIGINA ¿Cómo se origina el cáncer colorrectal? La mayoría de los cánceres colorrectales
comienza como un crecimiento en el revestimiento interno del colon o del recto llamado pólipo. Algunos tipos de pólipos
pueden convertirse en cáncer en el transcurso de varios años, pero no todos los pólipos se convierten en cáncer. La
probabilidad de transformarse en un cáncer depende del tipo de pólipo. Los dos tipos principales de pólipos son: •
Pólipos adenomatosos (adenomas): estos pólipos algunas veces se transforman en cáncer. Debido a esto, los
adenomas se denominan afecciones precancerosas. • Pólipos inflamatorios y pólipos hiperplásicos: estos pólipos
son más frecuentes, pero en general no son precancerosos. La displasia, otra afección precancerosa, es un área en un
pólipo o en el revestimiento del colon o del recto donde las células lucen anormales (pero no como células cancerosas
verdaderas). Para información más detallada sobre los tipos de pólipos y afecciones que pueden conducir a cáncer
colorrectal, lea Understanding Your Pathology Report Colon Polyps. Si se forma cáncer dentro de un pólipo, con el pasar
del tiempo, puede comenzar a crecer en el espesor de la pared del colon o del recto. La pared del colon y del recto está
compuesta por varias capas. El cáncer colorrectal se origina en la capa más interna (la mucosa) y puede crecer a través
de algunas o de todas las demás capas. Cuando las células cancerosas se encuentran en la pared, éstas pueden crecer
hacia los vasos sanguíneos o los vasos linfáticos (canales diminutos que transportan material de desecho y líquido).
Desde allí, las células cancerosas pueden desplazarse a los ganglios linfáticos cercanos o a partes distantes del cuerpo.
La etapa (extensión) de un cáncer colorrectal depende de cuán profundamente crece en la pared y si se ha extendido
fuera del colon o del recto. Para obtener más información sobre las etapas, consulte “Etapas del cáncer colorrectal”.

DIAPO 5 ETAPAS

Etapas del cáncer colorrectal La etapa (estadio) de un cáncer describe la extensión del cáncer en el cuerpo. La etapa es
uno de los factores más importantes para decidir cómo tratar el cáncer y determinar cuán eficaz pudiera ser un
tratamiento. Para el cáncer colorrectal, la etapa se basa en: • Cuán lejos el cáncer ha crecido hacia la pared del intestino
• Si ha alcanzado las estructuras adyacentes • Si el cáncer se ha extendido a los ganglios linfáticos o a órganos distantes
La etapa del cáncer colorrectal se basa en los resultados del examen físico, las biopsias y los estudios por imágenes (CT
o MRI, radiografías, PET, etc.), los cuales se describen en “Pruebas para encontrar el cáncer colorrectal?”, así como los
resultados de la cirugía. • Si la etapa se basa en los resultados del examen físico, la biopsia y cualquier estudio por
imágenes que se haya hecho, se le llama etapa clínica. • En caso de que se lleve a cabo una cirugía, los resultados se
pueden combinar con los factores usados para la etapa clínica a fin de determinar la etapa patológica. Durante la cirugía,
a veces el médico encuentra más cáncer de lo que se veía en los estudios por imágenes. Esto puede dar como resultado
que la etapa patológica sea más avanzada que la etapa clínica. La mayoría de los pacientes con cáncer colorrectal se
someten a cirugía. Por lo tanto, la etapa patológica se usa con más frecuencia cuando se describe la extensión de este
cáncer. La clasificación patológica por etapas probablemente sea más precisa que la clasificación clínica por etapas, ya
que permite a su médico obtener una impresión directa de la extensión de su enfermedad.

Cómo entender la etapa de su cáncer colorrectal El sistema de estadificación que se emplea con más frecuencia para
el cáncer colorrectal es el sistema TNM del American Joint Committee on Cancer (AJCC). El sistema TNM se basa en
tres piezas clave de información: • Cuán profundo el tumor (T) primario ha crecido dentro de la pared del intestino y si se
ha expandido hacia las áreas adyacentes. • Si el cáncer se propagó a los ganglios (nódulos [N]) linfáticos regionales
adyacentes (regionales). Los ganglios linfáticos son pequeñas estructuras con forma de frijol conformadas por células del
sistema inmunitario. A menudo es ahí donde los cánceres se propagan primero. • Si el cáncer se propagó a otros
órganos del cuerpo (ha hecho metástasis, [M]. El cáncer colorrectal se puede propagar a casi cualquier parte del cuerpo,
pero los lugares más comunes de propagación son el hígado y los pulmones. Los números y las letras después de la T,
N y M proporcionan más detalles sobre cada uno de estos factores. Los números más altos significan que el cáncer está
más avanzado. Una vez que se han determinado las categorías T, N y M en una persona, (esto ocurre usualmente
después de la cirugía), se combina esta información mediante un proceso llamado agrupación por etapas, y se asigna
una etapa general de 0, I, II, III o IV. Algunas etapas se subdividen con letras.

El sistema TNM Categorías T de cáncer colorrectal Las categorías T de cáncer colorrectal describen la extensión de la
propagación a través de las capas que forman la pared del colon y del recto. Estas capas, de la interior a la exterior,
incluyen: • El revestimiento interno (mucosa), la capa en la que casi todos los cánceres colorrectales comienzan. Esto
incluye una capa muscular delgada (mucosa muscularis). • El tejido fibroso que se encuentra debajo de esta capa
muscular (submucosa). • Una capa muscular gruesa (muscularis propria). • La capa delgada más externa de tejido
conectivo (la subserosa y la serosa) que cubre la mayor parte del colon, pero no el recto.

Grados del cáncer colorrectal Otro factor que puede afectar su tratamiento y su pronóstico de supervivencia es el
grado de su cáncer. El grado describe cuán parecido es el cáncer al tejido normal cuando se observa al microscopio. La
escala utilizada para clasificar por grados a los cánceres colorrectales va del 1 al 4. • El grado 1 (G1) significa que el
cáncer se parece mucho al tejido normal colorrectal. • Mientas que el grado 4 (G4) significa que el cáncer se ve muy
anormal. • Los grados 2 y 3 (G2 y G3) están en algún lugar intermedio. A menudo, el grado se simplifica como de bajo
grado (G1 o G2) o de alto grado (G3 o G4). Los cánceres de bajo grado tienden a crecer y propagarse más lentamente
que los cánceres de alto grado. En la mayoría de los casos, el pronóstico es mejor para los cánceres de bajo grado que
para los cánceres de alto grado de la misma etapa. Los médicos algunas veces usan el grado para ayudar a decidir si un
paciente debe obtener tratamiento adicional (adyuvante) con quimioterapia después de la cirugía (discutido en detalles
en “Quimioterapia para el cáncer colorrectal”).

¿Cuáles son las tasas de supervivencia para el cáncer colorrectal por etapas? Las tasas de supervivencia indican
el número de personas con el mismo tipo y etapa de cáncer que están todavía vivas por cierto periodo de tiempo
(generalmente 5 años) después del diagnóstico. Estas tasas no pueden indicar cuánto tiempo usted vivirá, pero pueden
ayudarle a tener un mejor entendimiento acerca de cuán probable es que su tratamiento sea eficaz. Algunas personas
querrán saber las tasas de supervivencia para su tipo de cáncer y etapa, mientras que otras preferirán omitir esta
información. Si lo prefiere, usted puede ignorar la información sobre las tasas de supervivencia. ¿Qué es tasa de
supervivencia a 5 años? Las estadísticas sobre el pronóstico para cierto tipo y etapa del cáncer se dan a menudo como
las tasas de supervivencia a 5 años, pero muchas personas viven más tiempo (a menudo mucho más de 5 años). La tasa
de supervivencia a 5 años es el porcentaje de personas que viven al menos 5 años después del diagnóstico de cáncer.
Por ejemplo, una tasa de supervivencia a 5 años del 90% significa que se calcula que 90 de cada 100 personas que
padecen ese cáncer están todavía vivas 5 años después de haber sido diagnosticadas. Sin embargo, recuerde que
muchas de estas personas viven mucho más de 5 años después del diagnóstico. Las tasas relativas de supervivencia
son una forma más precisa para estimar el efecto del cáncer sobre la supervivencia. Estas tasas comparan a las
personas que padecen cáncer colorrectal con las personas en la población general. Por ejemplo, si la tasa relativa de
supervivencia a 5 años para un tipo y etapa de cáncer es 90%, esto significa que las personas con ese cáncer tienen, en
promedio, alrededor de 90% de probabilidades, en comparación con las personas que no padecen ese cáncer, de vivir al
menos 5 años después de haber sido diagnosticadas. Pero recuerde, las tasas relativas de supervivencia a 5 años son
cálculos estimados (su pronóstico puede variar en base a una serie de factores específicos para usted).

Las tasas de supervivencia no lo indican todo Las tasas de supervivencia a menudo se basan en los resultados previos
de un gran número de personas que tuvieron la enfermedad; sin embargo, no pueden predecir lo que sucederá en el
caso particular de cada persona. Existen varias limitaciones que se deben tomar en cuenta: • Las cifras que se presentan
a continuación están entre las más actuales disponibles. No obstante, para obtener tasas de supervivencia a 5 años, los
médicos tienen que observar a las personas que recibieron tratamiento hace, al menos, 5 años. A medida que los
tratamientos van mejorando con el tiempo, las personas que ahora son diagnosticadas con cáncer colorrectal pueden
tener un mejor pronóstico que el que muestran estas estadísticas. • Estas estadísticas se basan en la etapa del cáncer
cuando se hizo inicialmente el diagnóstico. Estas no se aplican a los cánceres que recurren o que se propagan
posteriormente, por ejemplo. • El pronóstico para las personas con cáncer colorrectal varía según la etapa (extensión) del
cáncer (en general, las tasas de supervivencia son más altas para las personas con cánceres en etapas más tempranas).
Sin embargo, muchos otros factores pueden afectar el pronóstico de una persona, como su edad y su estado general de
salud y qué tan bien responda al tratamiento contra el cáncer. El pronóstico para cada persona es específico a sus
circunstancias. El médico puede indicarle cómo se pueden aplicar estas cifras a usted, ya que está familiarizado con su
situación particular. Tasas de supervivencia del cáncer de colon según la etapa Los números a continuación provienen
de la Base de datos del National Cancer Institute's SEER, que incluyó personas diagnosticadas con cáncer de colon
entre 2004 y 2010. • La tasa relativa de supervivencia a 5 años para las personas con cáncer de colon en etapa I es
aproximadamente 92%. • Para las personas con cáncer de colon en etapa IIA, la tasa relativa de supervivencia a 5 años
es cerca de 87%. Para el cáncer en etapa IIB, la tasa relativa de supervivencia es aproximadamente 63%. • La tasa
relativa de supervivencia a 5 años para los cánceres de colon en etapa IIIA es aproximadamente 89%. Para los cánceres
en etapa IIIB, la tasa de supervivencia es alrededor de 69%; y para los cánceres en etapa IIIC, la tasa de supervivencia
es alrededor de 53%. • Los cánceres de colon que se han propagado a otras partes del cuerpo son a menudo más
difíciles de tratar y suelen tener un pronóstico menos favorable. Los cánceres de colon.
metastásicos o en etapa IV, tienen una tasa relativa de supervivencia a 5 años de aproximadamente 11%. Aun así, a
menudo hay muchas opciones de tratamiento para las personas con esta etapa del cáncer. Estas estadísticas se basan
en una versión previa del sistema de clasificación por etapas TNM. En esa versión, no había etapa IIC (esos cánceres
fueron considerados etapa IIB). Además, algunos tipos de cáncer que ahora se consideran etapa IIIC se clasificaron
como etapa IIIB, mientras que algunos otros tipos de cáncer que ahora se consideran en etapa IIIB se clasificaron como
etapa IIIC. Recuerde, estas tasas de supervivencia son sólo cálculos, no pueden predecir qué va a ocurrir con una
persona en particular. Entendemos que estas estadísticas pueden ser confusas y pueden ocasionar que tenga más
preguntas. Consulte con su médico para que pueda entender mejor cuál es su situación específica. Tasas de
supervivencia del cáncer de recto según la etapa Los números a continuación provienen del centro de datos del National
Cancer Institute's SEER, que incluyó personas diagnosticadas con cáncer rectal entre 2004 y 2010. • La tasa relativa de
supervivencia para las personas con cáncer de recto en etapa I es aproximadamente 87%. • Para las personas con
cáncer de recto en etapa IIA, la tasa relativa de supervivencia a 5 años es cerca de 80%. Para el cáncer en etapa IIB, la
tasa relativa de supervivencia es aproximadamente 49%. • La tasa relativa de supervivencia a 5 años para los cánceres
de recto en etapa IIIA es aproximadamente 84%. Para los cánceres en etapa IIIB, la tasa de supervivencia es alrededor
de 71%; y para los cánceres en etapa IIIC, la tasa de supervivencia es alrededor de 58%. • Los cánceres de recto que se
han propagado a otras partes del cuerpo son a menudo más difíciles de tratar y suelen tener un pronóstico menos
favorable. Los cánceres de recto metastásicos o en etapa IV, tienen una tasa relativa de supervivencia a 5 años de
aproximadamente 12%. Aun así, a menudo hay muchas opciones de tratamiento para las personas con esta etapa del
cáncer. Estas estadísticas se basan en una versión previa del sistema de clasificación por etapas TNM. En esa versión,
no había etapa IIC (esos cánceres fueron considerados etapa IIB). Además, algunos tipos de cáncer que ahora se
consideran etapa IIIC se clasificaron como etapa IIIB, mientras que algunos otros tipos de cáncer que ahora se
consideran en etapa IIIB se clasificaron como etapa IIIC. Recuerde, estas tasas de supervivencia son sólo cálculos, no
pueden predecir qué va a ocurrir con una persona en particular. Entendemos que estas estadísticas pueden ser confusas
y pueden ocasionar que tenga más preguntas. Consulte con su médico para que pueda entender mejor cuál es su
situación específica. Tratamiento del cáncer colorrectal Una vez que haya sido diagnosticado con cáncer colorrectal, su
equipo de atención médica contra el cáncer discutirá con usted sus opciones de tratamiento. Es importante que usted
considere cuidadosamente cada una de sus opciones. Usted tendrá que comparar los beneficios de cada opción de
tratamiento con los posibles efectos secundarios y riesgos. ¿Qué tratamientos se utilizan para el cáncer colorrectal? Hay
varias maneras de tratar el cáncer colorrectal, dependiendo de su tipo y etapa. • Cirugía (el tipo de cirugía dependerá si
es para cáncer de colon o recto). • Radioterapia • Quimioterapia • Terapia dirigida Para el cáncer de colon y recto
avanzado, es posible que también se emplee ablación o embolización. Dependiendo de la etapa del cáncer y de otros
factores, se pueden combinar diferentes tipos de tratamiento, simultáneamente, o uno después del otro. Para obtener
información acerca de los enfoques más comunes para el tratamiento de estos cánceres, consulte “Tratamiento del
cáncer de colon según la etapa” o “Tratamiento del cáncer de recto según la etapa”. ¿Qué médicos tratan el cáncer
colorrectal? Según sus opciones de tratamiento, puede que usted tenga diferentes tipos de médicos en su equipo de
tratamiento. Éstos médicos podrían incluir: • Gastroenterólogo: médico que trata trastornos del tracto gastrointestinal
(digestivo). • Cirujano oncólogo: médico que emplea la cirugía para tratar el cáncer. • Cirujano colorrectal: médico que
emplea la cirugía para tratar las enfermedades del colon y del recto. • Oncólogo especialista en radiación: médico que
trata el cáncer con radioterapia. • Médico oncólogo: doctor que trata el cáncer con medicinas, como quimioterapia o
terapia dirigida.

Puede que muchos otros especialistas también formen parte de su equipo de atención, incluyendo asistentes médicos,
enfermeras con licencia para ejercer la medicina, especialistas en nutrición, trabajadores sociales, y otros profesionales
de la salud. Para más información lea Health Professionals Associated With Cancer Care. Decisiones sobre el
tratamiento Es importante hablar con el médico sobre todas sus opciones de tratamiento, incluyendo sus objetivos y
posibles efectos secundarios, para ayudarle a tomar una decisión que mejor se ajuste a sus necesidades. También es
importante que haga preguntas si hay algo que no entienda bien. Para algunas sugerencias, lea “¿Qué debe preguntar a
su médico sobre el cáncer colorrectal?”. Una segunda opinión Es posible que usted también quiera obtener una segunda
opinión que le ofrezca más información y le ayude a sentirse más confiado sobre el plan de tratamiento que escoja. Si
usted no está seguro acerca de dónde acudir para obtener una segunda opinión, pídale ayuda a su médico. Si está
considerando participar en un estudio clínico Los estudios clínicos consisten en investigaciones minuciosamente
controladas que se llevan a cabo para estudiar con mayor profundidad nuevos tratamientos o procedimientos
promisorios. Los estudios clínicos son una forma de tener acceso a la atención más avanzada para el cáncer. En algunos
casos, puede que sean la única manera de lograr acceso a tratamientos más recientes. También es la mejor forma de
que los médicos descubran mejores métodos para tratar el cáncer. A pesar de esto, no son adecuados para todas las
personas. Si está interesado en saber más sobre qué estudios clínicos podrían ser adecuados para usted, comience por
preguntar a su médico si en la clínica u hospital donde trabaja se realizan estudios clínicos. También puede comunicarse
con nuestro servicio de compatibilidad de estudios clínicos al 1-800-303-5691 para obtener una lista de los estudios que
cumplen con sus necesidades desde el punto de vista médico, o puede leer el artículo Estudios clínicos para más
información. Si está considerando métodos complementarios y alternativos Es posible que escuche hablar acerca de
métodos complementarios y alternativos que su médico no ha mencionado para tratar su cáncer o aliviar los síntomas.
Estos métodos pueden incluir vitaminas, hierbas y dietas especiales, u otros métodos, como por ejemplo, la acupuntura o
los masajes. Los métodos complementarios consisten en tratamientos que se usan junto con su atención médica
habitual. Por otro lado, los tratamientos alternativos son los que se usan en lugar del tratamiento indicado por el médico.
Aunque algunos de estos métodos pueden ser útiles para aliviar los síntomas o ayudar a sentirse mejor, muchos de ellos
no han demostrado ser eficaces. Algunos incluso podrían ser peligrosos. Asegúrese de consultar con los miembros de su
equipo de atención médica contra el cáncer sobre cualquier método que esté considerando usar. Ellos pueden ayudarle a
averiguar lo que se conoce (o lo que no se conoce) del método y así ayudarle a tomar una decisión fundamentada. Lea
Métodos complementarios y alternativos para la atención del cáncer para aprender más. La decisión de suspender el
tratamiento o no recibir ningún tratamiento Cuando los tratamientos empleados ya no controlan el cáncer, puede ser
momento de sopesar los beneficios y los riesgos de continuar intentando nuevos tratamientos. Independientemente de si
opta por continuar el tratamiento o no, hay medidas que puede tomar para ayudar a mantener o mejorar su calidad de
vida. Para más información, lea If Cancer Treatments Are No Longer Work

Es posible que algunas personas no quieran recibir ningún tratamiento, especialmente si el cáncer está avanzado.
Pueden ser muchas las razones para optar por no recibir tratamiento contra el cáncer, pero es importante consultar con
los médicos antes de tomar esa decisión. Recuerde que incluso si decide no tratar el cáncer, aún puede obtener cuidado
de apoyo para ayudar con el dolor u otros síntomas. Ayuda para recibir tratamiento del cáncer colorrectal Su equipo de
atención médica contra el cáncer será su primera fuente de información y apoyo, aunque hay otros recursos para
ayudarle cuando usted lo necesite. Los servicios de apoyo del hospital o que se ofrecen en las clínicas constituyen un
aspecto importante de su atención médica, y éstos podrían incluir servicios de enfermería o trabajo social, asistencia
financiera, asesoría nutricional, rehabilitación o consejo espiritual. La Sociedad Americana Contra El Cáncer también
cuenta con programas y servicios, incluyendo transporte para recibir tratamiento, alojamiento, grupos de apoyo y más,
para ayudarle con el tratamiento. Llame a nuestro Centro Nacional de Información sobre el Cáncer al 1-800-227-2345 y
converse a cualquier hora del día con uno de nuestros especialistas entrenados.

Cirugía del cáncer de colon La cirugía es a menudo el principal tratamiento para los cánceres de colon en etapas más
tempranas. El tipo de cirugía depende de la etapa (extensión) del cáncer, donde está localizado, y el objetivo de la
cirugía. Polipectomía y escisión local Algunos cánceres de colon en etapas iniciales (etapa 0 y algunos tumores en etapa
I inicial) o pólipos se pueden extirpar durante una colonoscopia. En este procedimiento, se inserta en el colon (pasando
por el recto), un tubo largo y flexible con una pequeña cámara de video incorporada en el extremo. Cuando se hace de
esta manera, el médico no tiene que realizar un corte en el abdomen. • En una polipectomía, el cáncer se remueve como
parte del pólipo, el cual se corta en su tallo (el área que se parece al tallo de un hongo). Por lo general, esto se hace
pasando un bucle o asa de alambre a través del colonoscopio para cortar el pólipo de la pared del colon mediante una
corriente eléctrica. • Una escisión local es un procedimiento un poco más extenso que puede utilizarse para remover
cánceres superficiales y una pequeña cantidad de tejido adyacente de la pared del colon. Colectomía Una colectomía es
una cirugía para extraer todo o parte del colon. Los ganglios linfáticos adyacentes también son extirpados. • A la
extirpación de una parte del colon se le llama hemicolectomía, colectomía parcial o resección segmentaria. • Si se extirpa
todo el colon, se le llama colectomía total. La colectomía total es infrecuente para tratar el cáncer de colon. Por lo
general, solo se emplea si hay otra enfermedad en la parte del colon que no tiene cáncer, tal como cientos de pólipos (en
alguien con poliposis adenomatosa familiar) o, a veces, enfermedad inflamatoria intestinal. La colectomía se puede hacer
de dos maneras: • Colectomía abierta: la cirugía se hace a través de una sola incisión realizada en el abdomen. •
Colectomía laparoscópica: la cirugía se realiza mediante varias incisiones más pequeñas y un laparoscopio (un tubo
delgado con una fuente de luz y una pequeña cámara de video en el extremo que permite al cirujano observar dentro del
abdomen). Luego se insertan instrumentos largos y especiales a través de otras incisiones para extirpar parte del colon y
los ganglios linfáticos. Debido a que las incisiones de la colectomía laparoscópica son más pequeñas que las de una
colectomía abierta, los pacientes a menudo se recuperan con más rapidez y la estadía en el hospital puede ser más corta
que en una colectomía abierta. Sin embargo, este tipo de cirugía requiere de un especialista, además, puede no ser la
mejor opción para todos los pacientes. Si está considerando este tipo de cirugía, asegúrese de buscar un cirujano
adiestrado que haya practicado muchas de estas operaciones. Para una colectomía parcial, el cirujano extrae la parte del
colon con el cáncer y un pequeño segmento del colon normal a cada lado del cáncer. Por lo general, se extirpa de un
cuarto a un tercio del colon, aunque esto depende de la localización y el tamaño del cáncer. Luego se reconectan las
secciones restantes del colon. En este momento, también se extirpan los ganglios linfáticos adyacentes. La mayoría de
los expertos cree que es importante la extirpación de tantos ganglios linfáticos cercanos como sea posible (se deben
extirpar al menos 12 ganglios). Se trata de una cirugía mayor, por lo que es importante que, si se va a someter a esta
operación, esté lo más saludable posible. Si el tumor es grande y ha bloqueado su colon, es posible que el médico use
un colonoscopio para colocar una endoprótesis o “stent” (tubo hueco de metal o plástico) dentro del colon con el fin de
mantenerlo abierto y aliviar el bloqueo por un corto periodo de tiempo para ayudar a preparar a la persona para la cirugía
en los próximos días. Si no es posible colocar una endoprótesis en un colon obstruido o si el tumor ha causado un orificio
en el colon, es posible que se necesite una cirugía inmediatamente. Por lo general, éste es el mismo tipo de colectomía
que se realiza para remover el cáncer, pero en lugar de reconectar los segmentos del colon restante, un extremo del
colon se adhiere a una abertura (estoma) en la piel del abdomen para eliminar los residuos fecales del cuerpo. A esto se
le conoce como colostomía, y usualmente es temporal. A veces en lugar del colon, se conecta la parte terminal del
intestino delgado (íleon) a un estoma en la piel. A esto se le llama una ileostomía. En ambos casos se adhiere una bolsa
recolectora removible al estoma para almacenar los desechos. Una vez que usted se sienta mejor, se realizará otra
operación (conocida como colostomía inversa o ileostomía inversa) para adherir nuevamente los extremos del colon o
para adherir el íleon al colon. En raras ocasiones, si no se puede extirpar un tumor o colocar un tubo (stent), es posible
que necesite una colostomía o una ileostomía permanente. Para más información, consulte Colostomía: una guía e
Ileostomía: una guía. Colostomía de derivación Algunos pacientes padecen cánceres de colon que se han extendido,
pero también presentan tumores que están bloqueando el colon. Para los pacientes con este problema, a veces se
realiza una cirugía para aliviar la obstrucción sin extraer la parte del colon que contiene el cáncer. En lugar de ello, el
colon se corta por encima del tumor y se adhiere a un estoma (una abertura en la piel del abdomen) para permitir que los
residuos fecales salgan del cuerpo. A esto se le conoce como una colostomía de derivación. A menudo puede ayudar al
paciente a recuperarse lo suficiente como para iniciar otros tratamientos (como la quimioterapia). Cirugía en caso de
propagación del cáncer de colon Si el cáncer se ha propagado a solo uno o a unos cuantos lugares en los pulmones o el
hígado (y no hacia otras partes), se puede realizar una cirugía para extraerlo. Por lo general, esto solo se hace si también
se extrajo el cáncer en el colon o el recto (o ya se había extraído). Dependiendo de la extensión de la enfermedad, esto
podría ayudarle a vivir más, o incluso podría curarle. Si la cirugía es una opción eficaz para eliminar áreas de
propagación del cáncer, esto dependerá del tamaño, el número y la ubicación de las mismas. Efectos secundarios de la
cirugía del colon Los posibles riesgos y efectos secundarios de la cirugía dependen de varios factores, incluyendo la
extensión de la operación y su salud general antes de la cirugía. Entre los problemas que pueden surgir durante o poco
después de la operación se incluye: • Reacciones a la anestesia • Sangrado debido a la cirugía • Coágulos sanguíneos
en las piernas • Daño a órganos adyacentes • Infecciones en la zona de la cirugía Cuando usted despierte después de la
cirugía, sentirá algo de dolor y probablemente necesitará medicamentos contra el dolor durante varios días. Durante los
primeros días, es posible que usted no pueda comer o tal vez solo le permitan consumir algo de líquidos ya que el colon
necesita tiempo para recuperarse. La mayoría de pacientes puede volver a comer alimentos sólidos tras varios días. En
pocas ocasiones, las nuevas conexiones hechas entre los extremos de los intestinos pueden no estar completamente
unidas y tener fugas, lo que puede causar infecciones y requerir de cirugía adicional. También es posible que la incisión
en el abdomen se abra causando una herida abierta. Después de la cirugía, usted puede presentar tejido cicatricial en el
abdomen que cause que algunos órganos o tejidos se adhieran entre sí. Estos tejidos cicatriciales son denominados
adherencias. En ocasiones, las adherencias pueden bloquear el intestino, lo que requeriría una cirugía adicional.
Colostomía o ileostomía: algunas personas necesitan una colostomía (o ileostomía) temporal o permanente después de
la cirugía. Puede que tome tiempo acostumbrarse a esto y es posible que se requiera hacer algunos ajustes en el estilo
de vida. Si se le hizo una colostomía o una ileostomía, usted necesitará ayuda para aprender cómo manejarla. Las
enfermeras especialmente capacitadas en ostomías o los terapeutas enterostomales pueden ayudarle. Por lo general,
estos profesionales de la salud lo visitarán en el hospital antes de la operación para discutir la ostomía y marcar el lugar
de la abertura. Después de la operación, puede que lo visiten en su casa o en un lugar de tipo ambulatorio para proveerle
más capacitación. Para más información, consulte Colostomía: una guía e Ileostomía: una guía.

Tratamiento del cáncer de colon según la etapa El tratamiento del cáncer de colon se basa en gran medida en la etapa
(extensión) del cáncer, aunque otros factores también pueden ser importantes. La cirugía es usualmente el primer
tratamiento o el tratamiento principal para las personas con cánceres de colon que no se han propagado a partes
distantes. También se puede usar la quimioterapia adyuvante (adicional). En la mayoría de los casos, la terapia
adyuvante se administra por aproximadamente 6 meses. Tratamiento del cáncer de colon en etapa 0 Puesto que los
cánceres de colon en etapa 0 no han crecido más allá del revestimiento interno del colon, típicamente todo lo que se
necesita es cirugía para extraer el cáncer. Esto se puede lograr en la mayoría de los casos con la extirpación del pólipo
(polipectomía) o escisión local por medio de un colonoscopio. Si el tumor es demasiado grande para poder extirparlo
mediante escisión local, es posible que ocasionalmente sea necesario la extirpación de parte del colon (colectomía
parcial). Tratamiento del cáncer de colon en etapa I Los cánceres de colon en etapa I han crecido hacia las capas de la
pared del colon, pero no se han propagado fuera de la pared del colon en sí (ni hacia los ganglios linfáticos adyacentes).
La etapa I incluye cánceres que fueron parte de un pólipo. Si el pólipo se extrae completamente durante la colonoscopia,
sin células cancerosas en los bordes (márgenes) de la muestra obtenida, puede que no sea necesario administrar otro
tratamiento. Si el cáncer en el pólipo es de alto grado (lea la sección “¿Cómo se clasifica por etapas el cáncer
colorrectal?”) o hay células cancerosas en los bordes del pólipo, puede que se recomiende realizar más cirugía. Es
posible que también se recomiende más cirugía si el pólipo no se pudo extirpar completamente o si tuvo que ser extraído
en muchos fragmentos, dificultando ver si había células cancerosas en los bordes. Para los cánceres que no están en un
pólipo, el tratamiento convencional consiste en colectomía parcial (cirugía para extirpar la sección del colon que contiene
cáncer y los ganglios linfáticos cercanos). Por lo general, no se necesitará tratamiento adicional. Tratamiento del cáncer
de colon en etapa II Muchos cánceres de colon en etapa II han crecido a través de la pared del colon y posiblemente a
los tejidos circundantes, pero aún no se han extendido a los ganglios linfáticos. La cirugía para extirpar la sección del
colon que contiene el cáncer junto con los ganglios linfáticos cercanos (colectomía parcial) podría ser el único tratamiento
que se necesite. Sin embargo, su médico puede recomendar quimioterapia adyuvante (quimio después de la cirugía) si
su cáncer tiene un mayor riesgo de regresar (recurrir) debido a ciertos factores, tal como si: • El cáncer luce muy anormal
cuando se observa al microscopio (es de alto grado). • El cáncer ha crecido hacia los vasos sanguíneos o los vasos
linfáticos cercanos. • El cirujano no extirpó al menos 12 ganglios linfáticos. • Se encontró cáncer en o cerca del margen
(borde) de la muestra quirúrgica, lo que significa que algo de cáncer pudo haber quedado. • El cáncer ha bloqueado
(obstruido) el colon. • El cáncer causó una perforación (orificio) en la pared del colon. No todos los médicos concuerdan
acerca de cuándo deben usar quimioterapia para los cánceres de colon en etapa II. Resulta importante que consulte con
su médico sobre las ventajas y las desventajas de la quimioterapia, incluyendo qué tanto pudiera reducir su riesgo de
recurrencia y cuáles serán probablemente los efectos secundarios. Si se emplea la quimioterapia, las principales
opciones incluyen 5-FU y leucovorín o capecitabina, aunque también se pueden usar otras combinaciones. Si su cirujano
no está seguro de que el cáncer se extrajo totalmente debido a que estaba creciendo hacia otros tejidos, puede que
recomiende radioterapia para tratar de destruir cualquier célula cancerosa remanente en el área del abdomen donde el
cáncer estaba creciendo. Tratamiento del cáncer de colon en etapa III Los cánceres de colon en etapa III se han
propagado a los ganglios linfáticos cercanos, pero aún no se han extendido a otras partes del cuerpo. La cirugía para
extirpar la sección del colon que contiene el cáncer junto con los ganglios linfáticos cercanos (colectomía parcial) seguida
de quimio adyuvante es el tratamiento convencional para esta etapa. Para la quimioterapia, el régimen FOLFOX (5-FU,
leucovorín, y oxaliplatino) o el régimen CapeOx (capecitabina y oxaliplatino) se usan con más frecuencia, aunque
algunos pacientes pueden recibir 5-FU con leucovorín o capecitabina sola según la edad y sus necesidades de salud. Su
médico también puede recomendar la radioterapia si su cirujano cree que pudieron haber quedado algunas células
cancerosas después de la cirugía. La radioterapia, la quimioterapia, o ambas, pueden ser opciones para las personas
que no están lo suficientemente saludables como para someterse a cirugía. Tratamiento del cáncer de colon en etapa IV
Los cánceres de colon en etapa IV se han propagado desde el colon hasta órganos y tejidos distantes. Con más
frecuencia el cáncer de colon se propaga al hígado, aunque también se puede propagar a otros lugares, tal como a los
pulmones, el peritoneo (la membrana que reviste la cavidad abdominal) o a los ganglios linfáticos distantes. En la
mayoría de los casos, es poco probable que la cirugía cure estos cánceres. Sin embargo, si sólo hay pocas y pequeñas
áreas de propagación (metástasis) en el hígado o los pulmones y se pueden extraer junto con el cáncer de colon, la
cirugía puede ayudarle a vivir por más tiempo y hasta podría llegar a curarle. Esto significaría realizar una colectomía
parcial para eliminar la sección del colon que contiene el cáncer junto con los ganglios linfáticos cercanos, además de la
cirugía para eliminar las áreas de propagación del cáncer. Por lo general, también se administra quimioterapia después
y/o antes de la operación. En algunos casos, se puede usar la infusión arterial hepática si el cáncer se propagó al hígado.
Si las metástasis no se pueden extirpar debido a que son muy grandes o hay demasiadas, se puede administrar
quimioterapia antes de cualquier cirugía (quimio neoadyuvante). Luego, si el tamaño de los tumores se reduce, se puede
tratar una cirugía para extraerlos. Entonces, se puede administrar nuevamente quimioterapia después de la cirugía. Para
los tumores en el hígado, puede ser otra opción destruirlos con ablación o embolización. Si el cáncer se ha propagado
demasiado como para tratar de curarlo con cirugía, la quimio es el tratamiento principal. Puede que aún sea necesario
realizar una cirugía si el cáncer está bloqueando el colon (o es probable que lo haga). Algunas veces, se puede evitar tal
cirugía al insertar un “stent” (un tubo hueco de metal o plástico) en el colon durante una colonoscopia con el fin de
mantenerlo abierto. De lo contrario, puede que en algunos casos se lleven a cabo operaciones, tales como una
colectomía o una colostomía de derivación (cortar el colon sobre el nivel del cáncer y se adhiere el extremo a una
abertura en la piel del abdomen para permitir que los desechos salgan del cuerpo). Si usted tiene cáncer en etapa IV y su
médico recomienda cirugía, resulta muy importante entender cuál es el objetivo de la cirugía: ya sea tratar de curar el
cáncer o prevenir o aliviar los síntomas de la enfermedad. La mayoría de los pacientes con cáncer en etapa IV recibirá
quimioterapia y/o terapias dirigidas para controlar el cáncer. Algunos de los regímenes más comúnmente usados
incluyen: • FOLFOX: leucovorín, 5-FU, y oxaliplatino (Eloxatin) • FOLFIRI: leucovorín, 5-FU, e irinotecán (Camptosar) •
CapeOX: capecitabina (Xeloda) y oxaliplatino • FOLFOXIRI: leucovorín, 5-FU, oxaliplatino e irinotecán • Una de las
combinaciones anteriores más un medicamento que ataca el VEGF (bevacizumab [Avastin], ziv-aflibercept [Zaltrap] o
ramucirumab [Cyramza]) o uno que ataca el EGFR (cetuximab [Erbitux] o panitumumab [Vectibix]) • 5-FU y leucovorín
por sí solos o junto con un medicamento de terapia dirigida • Capecitabina, sola o con un medicamento de terapia dirigida
• Irinotecán, solo o con un medicamento de terapia dirigida • Cetuximab solo • Panitumumab solo • Regorafenib (Stivarga)
solo • Trifluridina y tipiracil (Lonsurf) La selección de los regímenes depende de varios factores, incluyendo cualquier
tratamiento previo y su salud general. Si uno de estos regímenes ya no surte efecto, se puede tratar otro. Para los
cánceres avanzados, la radioterapia también se puede usar para ayudar a prevenir o aliviar síntomas, como el dolor.
Aunque puede reducir el tamaño de los tumores por un tiempo, es poco probable que cure la enfermedad. Si su médico
recomienda radioterapia, es importante que usted entienda el objetivo del tratamiento.

Tratamiento del cáncer de colon recurrente El cáncer recurrente significa que su cáncer volvió a aparecer después del
tratamiento. La recurrencia puede ser local (cerca del área del tumor inicial) o puede estar en órganos distantes.
Recurrencia local Si el cáncer regresa localmente, algunas veces la cirugía (a menudo seguida por quimioterapia) puede
ayudarle a vivir por más tiempo y puede hasta curarle. Primero, se puede usar quimioterapia si el cáncer no se puede
remover mediante cirugía. Si se reduce lo suficiente el tamaño del tumor, la cirugía podría ser una opción. Después de la
operación, se administraría de nuevo más quimioterapia. Recurrencia a distancia Si el cáncer regresa en un área
distante, es muy probable que aparezca primero en el hígado. La cirugía puede ser una opción para algunos pacientes.
De no serlo, se puede tratar primero la quimioterapia para reducir el tumor o tumores, seguida de cirugía para extraerlos.
Las técnicas de ablación o embolización también podrían ser una opción para el tratamiento de algunos tumores
hepáticos. Si el cáncer se ha propagado demasiado como para ser tratado con cirugía, se puede usar quimioterapia,
terapias dirigidas, o ambas. Los posibles regímenes son los mismos que se usan para la enfermedad en etapa IV. Sus
opciones dependen de cuáles medicamentos de quimioterapia haya recibido (si así fuera) antes de que el cáncer
regresara y cuánto tiempo hace que los recibió, así como del estado de su salud. Es posible que en algún punto usted
necesite cirugía para aliviar o prevenir el bloqueo del colon u otras complicaciones locales. Además, la radioterapia
puede ser una opción para aliviar síntomas. Los cánceres recurrentes a menudo pueden ser difíciles de tratar. Por lo
tanto, tal vez sea recomendable preguntar a su doctor si puede ser candidato para participar en estudios clínicos de
tratamientos más recientes.

Qué hay de nuevo en la investigación del cáncer colorrectal? Siempre hay investigaciones que están llevándose a cabo
en el área del cáncer colorrectal. Los científicos están buscando las causas y las formas de prevenir el cáncer colorrectal,
mejores maneras para detectarlo temprano, así como las formas de mejorar los tratamientos. A continuación se
presentan algunos ejemplos de la investigación actual. Reducción del riesgo de cáncer colorrectal Muchos estudios
buscan identificar las causas del cáncer colorrectal, con la esperanza de utilizar este conocimiento para ayudar a
prevenirlo. Otros estudios están analizando si ciertos tipos de dietas, suplementos dietéticos o medicamentos pueden
reducir el riesgo de una persona de padecer cáncer colorrectal. Por ejemplo, muchos estudios han demostrado que la
aspirina y los analgésicos similares podrían ayudar a reducir el riesgo de cáncer colorrectal, pero estos medicamentos a
veces pueden causar efectos secundarios graves. Los investigadores están intentando determinar si hay algunos grupos
de personas para quienes los beneficios superarían los riesgos. Pruebas de detección temprana Los médicos están
buscando mejores formas de descubrir el cáncer colorrectal temprano mediante el mejoramiento de las formas existentes
y el estudio de nuevos tipos de pruebas de detección. Pruebas de laboratorio para predecir riesgo de recurrencia de
cáncer Las pruebas de laboratorio (incluyendo Oncotype Dx® Colon Cancer Assay, ColoPrint® , and ColDx™)se han
desarrollado para ayudar a predecir qué pacientes tienen un riesgo más alto de que su cáncer colorrectal regrese
después del tratamiento. Las pruebas determinan esto mediante el análisis de la actividad de muchos genes diferentes
dentro de las células del cáncer colorrectal. Hasta el momento, sin embargo, ninguna de estas pruebas ha demostrado
que ayude a predecir qué personas podrían beneficiarse de la quimioterapia u otros tratamientos.

Pruebas para ayudar a clasificar por etapas el cáncer colorrectal Los investigadores han desarrollado una prueba que
puede encontrar áreas de cáncer de colon propagado en los ganglios linfáticos cercanos que no se habrían encontrado
con las pruebas utilizadas normalmente. Esta prueba detecta un tipo de RNA que se encuentra en algunas células
cancerosas del colon, pero no en células normales de los ganglios linfáticos. Esto puede ayudar a identificar a los
pacientes que tienen una etapa más avanzada de cáncer de colon de la que originalmente se sospechaba, y quiénes
podrían beneficiarse de la quimioterapia después de la cirugía. Tratamiento Los investigadores están buscando
constantemente mejores formas de tratar el cáncer colorrectal. Nuevas técnicas quirúrgicas Los cirujanos continúan
mejorando sus técnicas quirúrgicas para los cánceres colorrectales. Actualmente, los cirujanos comprenden mejor qué
hace que una cirugía colorrectal tenga más probabilidades de ser exitosa, tal como el asegurarse de que se extirpe el
número suficiente de ganglios linfáticos durante la operación. La cirugía laparoscópica se hace por medio de varias
incisiones pequeñas en el abdomen en lugar de una incisión grande, y se está usando más ampliamente para algunos
cánceres de colon y de recto. Este enfoque generalmente permite a los pacientes recuperarse más rápidamente, con
menos dolor después de la operación, y parece ser casi tan eficaz como la cirugía convencional. Cuando se realiza una
cirugía robótica, el cirujano se sienta en un panel de control y opera con mucha precisión unos brazos robóticos para
realizar la cirugía. También se estudia este tipo de cirugía para determinar si es tan eficaz como la cirugía convencional.
Quimioterapia La quimioterapia es una parte importante del tratamiento para muchas personas con cáncer colorrectal, y
los médicos tratan constantemente de que sea más eficaz y más segura. Se han probado diferentes métodos en estudios
clínicos, incluyendo: • Probar nuevos medicamentos de quimioterapia (como el trifluridina y el tipiracil) o medicamentos
que ya se estaban usando contra otros cánceres (como el cisplatino o la gemcitabina) • Buscar nuevas maneras de
combinar los medicamentos que ya se sabe presentan actividad contra el cáncer colorrectal, como el irinotecán o el
oxaliplatino, a fin de aumentar su eficacia • Estudiar mejores maneras de combinar la quimioterapia con la radioterapia,
las terapias dirigidas y/o con la inmunoterapia Terapia dirigida Los medicamentos de terapia dirigida funcionan de distinta
manera que los medicamentos de la quimioterapia convencional, ya que afectan partes específicas de las células
cancerosas que las diferencian de las células normales. Varios medicamentos de terapia dirigida ya se han usado para
tratar el cáncer colorrectal. Los médicos continúan estudiando la mejor manera de administrar estos medicamentos para
que sean más eficaces. También continúan la búsqueda de nuevos medicamentos de terapia dirigida. Las terapias
dirigidas actualmente se usan para tratar los cánceres colorrectales avanzados, aunque los estudios más recientes están
evaluando el uso de estas terapias junto con quimioterapia en cánceres que se encuentran en etapas más iniciales como
parte de la terapia adyuvante para ver si pueden reducir aún más el riesgo de recurrencia. Inmunoterapia Un área
interesante de investigación es el campo de la inmunoterapia, la cual es un tratamiento que utiliza el propio sistema
inmunitario para combatir el cáncer. Inhibidores de puestos de control inmunitarios: una parte importante del sistema
inmunitario es su capacidad de evitar atacar a las células normales en el cuerpo. Para hacer esto, el sistema inmunitario
utiliza “puestos de control” que son moléculas en las células inmunitarias que necesitan ser activadas [o desactivadas]
para iniciar una respuesta inmunitaria. En ocasiones, las células cancerosas usan estos puestos de control para evitar
ser atacadas por el sistema inmunitario. Los nuevos medicamentos que se dirigen a moléculas de puestos de control, tal
como PD-1, tienen un futuro muy prometedor como tratamientos contra el cáncer. Desafortunadamente, los primeros
estudios de algunos de estos medicamentos contra el cáncer colorrectal no dieron lugar a muchas respuestas al
tratamiento. Sin embargo, se ha descubierto que los cánceres colorrectales que tienen cambios genéticos conocidos
como inestabilidad de microsatélites (MSI) tienen más probabilidades de responder al medicamento anti PD-1 llamado
pembrolizumab (Keytruda). Actualmente se realiza un estudio abarcador para tratar de confirmar este hallazgo. Vacunas
contra el cáncer: los investigadores están estudiando varias vacunas para tratar el cáncer colorrectal o prevenir que
regrese después del tratamiento. Contrario a las vacunas que previenen las enfermedades infecciones, estas vacunas
tienen el fin de reforzar la reacción inmunitaria de la persona para combatir al cáncer colorrectal con más eficacia. Se
están estudiando muchos tipos de vacunas. Por ejemplo, algunas vacunas son creadas a partir de la extracción de
algunas células del sistema inmunitario (llamadas células dendríticas) de la sangre del paciente para exponerlas a una
sustancia en el laboratorio que provocaría que ataquen a las células cancerosas, y luego regresarlas al cuerpo del
paciente. Hasta el momento, estos tipos de vacunas sólo están disponibles en estudios clínicos.

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