Professional Documents
Culture Documents
Los cristianos estamos bajo lupas para la gente del mundo, se nos critica severamente, e
incluso hay frases que dicen: “Las manos que ayudan son más nobles que los labios que
oran”. Y en cierto sentido pudieran tener razón, la oración es para pedirle a Dios que
actúe, que nos ayude, que nos bendiga o que lo haga con alguien más, pero ¿no te has
dado cuenta que Dios te ha escogido para que tú actúes, para que ayudes a terminar su
obra, para que Él sea de bendición a través de ti? Dejemos de usar a Dios y empecemos
a dejarnos usar por él. ¿De qué sirve decir que creemos sino lo demostramos con
nuestros actos? Si queremos que Dios nos use para su obra debemos dejarnos guiar por
su Espíritu, dejarnos guiar a la acción. Dios puede proveer milagro de manera
sobrenatural, pero a veces elige hacerlo mediante sus hijas y sus hijos, revisemos
nuevamente el pasaje base 2 Corintios 3:5 “No que seamos competentes por nosotros
mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia
proviene de Dios”
No importa si oramos, si ayunamos, si siempre estamos en los servicios de la iglesia o si
siempre diezmamos; Santiago explica que tenemos que ir más allá, sino ayudas a tu
prójimo, sino respetas a tus padres, a tus autoridades, si te saltas los señalamientos de
tránsito, si copias en un examen, si llegas tarde a tu trabajo ¿Cómo esperas ser de
testimonio de la existencia de Dios? Tienes que demostrar con tus actos tu fe. Pablo
dice en Romanos 2:24 “El nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa
de ustedes” es decir, que si profesas tu fe pero no lo demuestras con obras blasfemas el
nombre de Dios. No hay que confundirnos, tampoco es que hagamos buenas obras para
agradar a Dios, o para que todos vean que Él es maravilloso, se trata de que el Espíritu
Santo de testimonio de la existencia de Dios a través de ti. Jesús les dijo a los apóstoles
en el Evangelio de Juan 14:16-17: “Y yo le pediré al Padre que les mande otro
Defensor, el Espíritu de la verdad, para que esté siempre con ustedes. Los que son del
mundo no lo pueden recibir, porque no lo ven ni lo conocen, porque él está con ustedes
y permanecerá siempre en ustedes”. El Espíritu Santo, además de hacernos conscientes
del pecado, también “Da testimonio a nuestro Espíritu de que somos hijos de Dios”
como dice Pablo en Romanos 8:16. Sin embargo en 1 Corintios 2:14 menciona que “el
hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son
locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente”. Tu vida
cristiana es la biblia que el mundo puede leer y conocer. Los ojos del mundo perciben
más que los oídos. No hay sermón más más poderoso que predicar con el ejemplo de
obediencia a nuestro Dios.