You are on page 1of 12

CULTIVO DE YUCA

INTRODUCCIÓN

La yuca (Manihot esculenta Crantz) se cultiva en más de 90 países y da


subsistencia a 500 millones de personas de los trópicos y sub trópicos del mundo.
Esta raíz rústica no sólo es un alimento básico para muchas familias campesinas
de escasos recursos, sino también es materia prima para la industria. La misma se
usa en la elaboración de almidón, alcohol, fibra y en la nutrición animal, entre
otros. La producción mundial de yuca se sitúa alrededor de 240 millones de
toneladas por año, con un área de 16 millones de hectáreas, de las cuales el 50%
se encuentra en África, 30% en Asia y el 20% en América Latina (FAO 2011). En
América Latina, el cultivo de yuca ocupa el segundo lugar en producción anual
entre los 19 cultivos alimenticios más importantes; de este total regional, el 74% se
cosecha en Brasil (Wheatley et al. 1997).

ORIGEN

La yuca o mandioca es una especie de origen americano, que se ha extendido en


una amplia área de los trópicos americanos desde Venezuela y Colombia hasta el
Noroeste de Brasil, con predominio de los tipos de yuca dulce en el norte y en la
zona de Brasil los amargos. Según Rogers, las especies silvestres del género
Manihot tienen dos centros de origen: uno en México y América Central y el otro
en el noroeste de Brasil

TAXONOMÍA

División: Fanerógama
Subdivisión: Angiosperma
Clase: Dicotiledónea
Orden: Euforbíales
Familia: Euforbíaceas
Género: Manihot
Especie: esculenta
Nombre científico: Manihot esculenta Crantz
Variedades comerciales: Valencia, Negrita, Lima 21, Lima 40, Tailima, entre
otras.

MORFOLOGÍA

– Planta: La yuca es un arbusto perenne de tamaño variable, que puede alcanzar


los 3 m de altura. Se pueden agrupar los cultivares en función de su altura en:
bajos (hasta 1,50 m), intermedios (1,50-2,50 m) y altos (más de 2,5 m).
– Tallo: El tallo puede tener posición erecta, decumbente y acostada. Según la
variedad, el tallo podrá tener ninguna, dos, o tres o más ramificaciones primarias,
siendo el de tres ramificaciones el mayoritario en la yuca. Las variedades de
ramificación alta, es decir, a más de 100 cm, facilitan las labores de escarda. El
grosor del tallo se mide a 20 cm del suelo y puede ser delgado ( menos de 2 cm
de diámetro), intermedio (2-4 cm) y grueso (más de 4 cm). Al carácter del grosor
del tallo se le ha asociado el alto rendimiento en raíces de reserva. Los entrenudos
pueden ser cortos (hasta 8 cm), medios ( 8-20 cm) y largos (más de 20 cm).

– Hojas: De forma palmipartida, con 5-7 lóbulos, que pueden tener forma aovada
o linear. Son simples, alternas, con vida corta y una longitud de 15 cm
aproximadamente. Los peciolos son largos y delgados, de 20-40 cm de longitud y
de un color que varía entre el rojo y el verde. La epidermis superior es brillante con
una cutícula definida. Según la defoliación en la estación seca, las variedades de
yuca se pueden retener algo de follaje, o gran parte de follaje (60%
aproximadamente).

– Flores: Es una especie monoica por lo que la planta produce flores masculinas y
femeninas. Las flores femeninas se ubican en la parte baja de la planta, y son
menores en número que las masculinas, que se encuentran en la parte superior
de la inflorescencia. Las flores masculinas son más pequeñas.

–Sistema radicular: El sistema radicular de la yuca es fibroso crecen desde el


tallo o la estaca plantada como material propagación, podemos considerar que es
el primer órgano que se forma en la planta. Según el clon se distribuirá las raíces
alrededor del tallo pueden tomar la dirección vertical oblicua u horizontal. El
crecimiento de las raíces tuberosas ocurre en el primer año a los 8 meses y en
otros clones a los 10 meses.

La corteza interna está constituida por parte del parénquima de la corteza


primaria, floema primario y secundario. Por último, el cilindro central está formado
básicamente por el xilema secundario. La raíz reservante no tiene médula y
pueden ser raíces de pulpa amarilla, crema y blanca. El rendimiento de raíces por
planta suele ser de 1-3 kg, pudiendo llegar en óptimas condiciones hasta 5-10
kg/planta (Gabriel).
La presencia de elementos cianogénicos, como por ejemplo la linamarina en la raíz, hace que la misma
sea inutilizable y venenosa en algunas variedades, sin una prolongada cocción, necesaria además para
reducir la rigidez de la pulpa. Aunque la variedad llamada Manihot aipi (considerada a veces una
subespecie de M. esculenta) contiene concentraciones elevadas de elementos venenosos, estos
desaparecen al hervirla.
Alternativamente, la raíz puede rallarse en crudo, tras lo cual es prensada para extraer el jugo
potencialmente tóxico (que contiene ácido cianhídrico - HCN). Una vez secada al fuego o al sol, se
muele para obtener una harina fina y delicada de la que se obtiene, por sedimentación, el almidón de
mandioca y de éste se obtiene la tapioca, también llamada casabe. Mediante este procedimiento se hacen
comestibles incluso las variedades "amargas" que tienen alto contenido de toxinas. Ciertas
culturas africanas maceran la raíz en agua hasta su fermentación para eliminar las toxinas antes de
secarla y molerla.
La raíz fresca debe consumirse en un plazo breve, ya que debido a su alto contenido de almidones se
descompone rápidamente por la acción de diversos microorganismos. Congelada o envasada al vacío se
conserva durante meses en buen estado.

ETAPAS FENOLÓGICAS DEL CULTIVO

FASE DE TUBERIZACIÓN
Inicia desde los 30 a 45 días hasta el tercer o cuarto mes después de siembra. Es
una fase de gran relevancia porque aquí se determina cuántas raíces tuberosas
tendrá el cultivo y cuántas entran a la fase de engrosamiento.

FASE DE ENGROSAMIENTO
Inicia desde el tercer o cuarto mes después de siembra y se prolonga hasta el
quinto o sexto mes. Es importante resaltar que desde la fase de tuberización las
raíces comienzan a acumular materia seca (MS) y almidón (productos de la
fotosíntesis), pero es en la siguiente fase donde se desarrolla este potencial.
FASE DE ACUMULACIÓN
Comienza desde el quinto o sexto mes hasta el final del ciclo del cultivo. Fase de
vital importancia para la planta. Cualquier alteración de la parte aérea durante este
período afecta el contenido de materia seca y el rendimiento final sobre la base de
peso seco, por ejemplo, ataque de gusanos (Erinnyis ello L.) con defoliación
mayor del 80%.

PARTE AÉREA DEL CULTIVO DE LA YUCA

FASE DE SIEMBRA
Depende de la preparación del terreno y de la calidad del material de siembra,
como también del contenido de agua del suelo. Es una etapa que va desde la
siembra hasta los dos primeros meses. Entre los 30 y 90 días se debe realizar la
práctica de fertilización dependiendo del tipo de suelo (previo análisis). Esta es
una labor agrícola de suma importancia y la base del buen desarrollo y crecimiento
del cultivo.

FASE DE MÁXIMA ACTIVIDAD FISIOLÓGICA


Esta fase va entre el segundo y quinto mes después de siembra y es de las más
importantes durante el ciclo del cultivo. La concentración de la mayor parte de los
nutrientes absorbidos (vía solución del suelo o fertilizantes) aumenta en las hojas,
especialmente en las superiores. Este aumento progresivo va hasta el quinto mes
y comienza a disminuir a partir de allí. Por ello, la recomendación de un muestreo
foliar debe realizarse entre el tercer y cuarto mes después de siembra.
En la parte aérea, esencialmente en las láminas foliares superiores
completamente expandidas es en donde comienza el proceso de elaboración de
asimilados o compuestos orgánicos que, vía floema (redistribución), se acumulan
en órganos de almacenamiento como las raíces tuberosas y cuyo producto final es
el almidón. Cualquier alteración en esta etapa reduce la actividad fotosintética de
la planta y, por ende, el producto final. Es una etapa del ciclo en donde se deben
tener los mayores cuidados fitosanitarios (control eficiente de plagas y
enfermedades).

FASE DE MADURACIÓN
Es la etapa final del ciclo del cultivo y en donde, en algunos cultivares, por lo
menos se ha producido el 50% o más de acumulación de materia seca. Es una
etapa que puede ir entre siete y ocho meses hasta el final del ciclo del cultivo para
cultivares cosechados entre los 10 y 12 meses y según las condiciones
climatológicas de la región.
En esta fase se incluye un aspecto muy importante del cultivo (descuidado en la
mayoría de los casos), y es el de las láminas foliares y pecíolos caídos. Según el
cultivar, estos órganos comienzan a caer después del cuarto mes hasta el final del
ciclo del cultivo. Constituyen la base para el aporte de materia orgánica al suelo y
reciclaje de nutrimento (FAO).

REQUERIMIENTOS EDAFOCLIMÁTICO

- Temperatura: Los rendimientos máximos se obtienen en un rango de


temperatura entre 25-29º C, siempre que haya humedad disponible suficiente en
el periodo de crecimiento. Aunque puede tolerar el rango 16-38º C. Por debajo de
los 16º C el crecimiento se detiene. Por este motivo en los climas tropicales-
húmedos se alcanzan altas productividades, mientras que en otras regiones
subtropicales, al descender de los 16º C se paraliza el crecimiento. Conforme la
temperatura disminuye el desarrollo del área foliar se hace más lento, y el tamaño
de las hojas más pequeño.
- Luminosidad y fotoperiodo: La yuca crece y florece bien en condiciones de
plena luz, siendo un factor importante para el rendimiento de la planta. La longitud
del día afecta a varios procesos fisiológicos de la planta. Es una planta típica de
fotoperiodo corto: 10-12 horas de luz, propio de las regiones tropicales.

- Pluviometría: La planta de yuca requiere entre 700 y 1500 mm de lluvia, bien


distribuido durante todo el ciclo del cultivo. Aunque la yuca muestra tolerancia a
niveles inferiores de lluvia en relación a otros cultivos, la falta de humedad en el
suelo provoca amarilleamiento, flacidez de los pecíolos y caída prematura de las
hojas bajas.

- Suelo: No es un cultivo exigente en cuanto a suelo, se da desde en suelos muy


pobres en elementos nutritivos hasta en aquellos con una alta fertilidad.
Preferiblemente los suelos han de tener un pH ligeramente ácido, entre 6 y 7, con
una cierta cantidad de materia orgánica y han de ser sueltos, porosos y friables,
evitando suelos con excesos de agua o desérticos. Es conveniente controlar la
erosión de los suelos arenosos de sabana expuestos a erosión eólica, en los que
debe realizarse el cultivo en franjas alternadas con pastos naturales o artificiales.

- Altitud: La planta de yuca crece bien hasta los 1,200 metros sobre el nivel del
mar (msnm).

- Topografía: Según el (CIAT 1987), se sugiere sembrar solo en áreas planas o


en terrenos con pendiente inferior al 15%. La siembra en terreno inclinado o de
ladera, solo se recomienda si se realizan prácticas de conservación del terreno:
siembra en contorno, barreras vivas, etc. Pues el cultivo de yuca, por su lento
establecimiento, no protege el suelo de la erosión.

MANEJO AGRONÓMICO

- Preparación de terreno
La preparación del terreno es una actividad fundamental para lograr una buena
productividad. En terrenos planos, debe realizarse con tracción mecánica (tractor).
Esta incluye corte con disco o rastra, cruce con rastra y surqueo o mureo. Si el
terreno tiene una capa impermeable, se recomienda realizar primero una labor de
sub-solado. A continuación se detallan los pasos para una buena preparación del
terreno para la siembra de yuca en suelos planos.

- Preparación del terreno en suelos planos


 Corte con disco o rastra: Permite romper y voltear el terreno, mejorando la
aireación y la penetración del agua al suelo, lo que favorece el desarrollo radicular.
Esta labor debe hacerse a una profundidad mínima de 25 cm. En los suelos planos
con textura pesada (arcillosa, limosa y arcillo limosa) el corte debe realizarse con
disco; mientras que en suelos de textura liviana (arenosa, franco arcillosa, franco
arenosa, etc.) es recomendable realizarlo con rastra. En terrenos en los que se
siembra yuca de manera consecutiva, se puede obviar el corte con disco y en su
lugar realizar dos pases de rastra después de la cosecha. Con el primero se
destruyen los muros y se trituran los tallos. El segundo se realiza entre 20 a 30
días después del primero, para eliminar los rebrotes y poner el terreno en
condiciones para el surqueo o mureo.
 Pase de rastra: De cuatro a 10 días después del corte del terreno, se debe
realizar uno o dos pases de rastra. El mismo tiene por objeto desmenuzar los
terrones dejados por la labor anterior, hasta poner el terreno en condiciones
favorables para realizar el surqueo o mureo.
 Surqueo: El surqueo se recomienda para zona bajo riego por gravedad y en suelo
de textura media (limo arenoso, franco arcillo limoso entre otros), para facilitar el
movimiento del agua. También puede utilizarse en suelos pesados con buen
drenaje. Esta labor se realiza con un equipo de dos o tres cuerpos separados de
1.00 a 1.30 metros. Esta modalidad de preparación del terreno se utiliza para
sembrar en hileras simples.
 Mureo: El mureo es la labor más recomendable para zonas de producción de yuca
consuelos pesados (arcillosos o limosos) mal drenados. Se realiza con un equipo
especial y la distancia entre muros debe ser de 2.0 a 2.4 m, dependiendo de la
variedad. La altura de los mismos debe ser de 0.50 a 0.70 metros. Sobre cada
muro se colocan dos hileras de plantas, separadas entre 0.70 y 0.90 m, a cada
lado del muro, y de 0.60 a 0.90 entre plantas sobre las hileras. El mureo tiene las
siguientes ventajas:
1. Evita el exceso de humedad alrededor del tronco de las plantas
2. Mejor desarrollo de las raíces
3. Menos esfuerzo para la extraccion y más raíces unidas al plantón
4. Menos pudrición de las raíces tuberosas
5. Facilidad para realizar las labores culturales (deshierbo, aplicación depesticidas)
6. Puede ser reusado en una segunda siembra

- Preparación de terreno en suelos de ladera


En estas condiciones es recomendable preparar el suelo con arado tirado por
bueyes. El corte se hace siguiendo la curva de nivel para minimizar la erosión.
Previo a esta labor se debe eliminar las malezas grandes y pequeños arbusto.

- Selección del material de siembra

 Tipo de material de siembra: Para la siembra se puede utilizar tres tipos de


materiales: esquejes o estacas, plántulas producidas in vitro en laboratorio y
plántulas producidas en invernadero. El esqueje es el material de siembra más
utilizado por los productores, por su bajo costo y fácil adquisición. Las plántulas
producidas in vitro son de buena calidad (sanas y sin mezcla varietal), pero son
poco utilizadas para la siembra comercial por su alto costo. Las plántulas
producidas en invernadero también son de buena calidad; las mismas son menos
costosas que las in vitro, pero mucho más que los esquejes. La selección del tipo
de material a sembrar dependerá, entre otros factores, de la capacidad económica
del productor y de la disponibilidad de agua en el suelo. Las plántulas, ya sean in
vitro o procedentes de invernadero, requieren más humedad en el suelo al
momento de la siembra. Dado que el esqueje es el tipo de material más usado
para el establecimiento de plantaciones de yuca, se enfatiza en la descripción de
las características y condiciones que estos deben poseer para que sean de
calidad. Un esqueje de calidad permite obtener buenos resultados en la
producción, si posee buenas cualidades genéticas, fisiológicas y sanitarias, que le
dan al esqueje la capacidad de producir una planta altamente productiva. Por tal
motivo, al momento de seleccionar los esquejes para la siembra se debe tomar en
cuenta que la plantación de donde se obtendrán reúna las siguientes condiciones:
a) Pureza varietal,
b) Que no haya sido afectada por plagas que puedan ser transmitidas con el
material de siembra y
c) Que haya alcanzado la madurez fisiológica.

 Madurez del tallo para la producción de esquejes: Los tallos para la


preparación de los esquejes deben seleccionarse de plantas que posean entre 9 y
18 meses de edad. Con menos de nueve meses, los tallos están tiernos y tienden
a deshidratarse, dificultando la brotadura de las yemas. Con más de 18 meses, los
tallos están muy lignificados, disminuyendo su capacidad de brotar. De los tallos
seleccionados, se debe utilizar la parte media para preparar los esquejes.

- Preparación del material de siembra

 Preparación de los tallos: Consiste en limpiar el tallo de yuca eliminándole las


partes apical y basar, con el uso de machete bien afilado, eliminando los primeros
25 centímetros de los extremos. En lo posible, se debe evitar seleccionar ramas
secundarias. En caso de que sea necesario almacenar los tallos para esperar que
las condiciones sean favorables para la siembra, estos deben colocarse en
posición vertical (con las yemas hacia arriba) en lugar bajo sombra, con buena
ventilación y libre de encharcamiento.
 Longitud y grosor de las estacas: La longitud de las estacas dependerá del
número de yemas (nudos u ojos), la distancia entre nudos y la posición de siembra
elegida. En todo caso, debe asegurarse que las estacas tengan entre 4 y 6 nudos.
Si la posición de siembra es horizontal se usan esquejes de 10 a 15 cm y si es
inclinada o vertical de 20 a 25 cm. Los cortes del esqueje deben ser sesgados,
excepto cuando la posición de siembra sea vertical, que deben ser rectos. El
grosor de las estacas debe ser entre 2 a 3 cm; no obstante, hay que tomar en
cuenta que el diámetro del cilindro central (médula) sea igual o menor que la mitad
del diámetro de dicha estaca
 Desinfección de las estacas: Como ya se indicó, el material de siembra debe
provenir de fincas con un buen historial fitosanitario. Se debe evitar además, los
golpes y magulladuras durante el corte y transporte de los mismo. Si existe alguna
duda de su calidad se deben tratar antes de la siembra con fungicida,
sumergiéndolas de 3 a 5 minutos en la solución.

- Plantación

 Marcos de plantación: El marco de plantación de la yuca va a depender de la


variedad utilizada. Las variedades de porte alto, requieren distancias mayores que
las utilizadas para las variedades de porte medio y bajo. Cuando se siembra a
hileras dobles sobre muros, la distancia entre hileras va desde 70 a 90 cm y la
distancia entre plantas sobre hilera simple es de 60 a 90 cm. Para reducir la
competencia entre plantas, es conveniente que estas se coloquen en forma de
tresbolillo.
 Posición de Plantación: Existen cuatro modalidades de colocación del esqueje
en el suelo: vertical, inclinada, horizontal y “palo metido”. La opción a elegir va a
depender del tipo de suelo y su preparación. A continuación se describe cada una
de las modalidades indicadas.
 Vertical: Consiste en introducir el esqueje en forma vertical dentro del suelo. El
mismo debe quedar enterrado entre 10 y 15 cm de su longitud total. Esta posición
es más recomendable para resiembra entre los 25 y 30 días después de la
siembra y en terreno surqueado o mureado.
 Inclinada: Las estacas se colocan en el suelo inclinada o en ángulo de 45°,
enterrando de un tercio a la mitad de su longitud. Al igual que la posición vertical,
ésta es más recomendable para resiembra. Las posiciones de siembra vertical e
inclinada necesitan de un personal especializado para la colocación adecuada de
los esquejes; además ambas posiciones dificultan la aplicación de herbicida pos-
emergentes y requieren de mayor cantidad de material de siembra por unidad de
superficie.
 Horizontal: Es la de mayor uso por los productores, requiere menor cantidad de
material de siembra, no necesita de personal especializado y facilita la aplicación
de herbicida antes de la germinación de la yuca. Los esquejes quedan acostados y
completamente cubiertos de tierra a una profundidad de 4 a 8 cm, evitando la
deshidratación por los rayos del sol. Esta forma de sembrar es más recomendada
en relación a la siembra con la posición inclinada y vertical.
 Palo metido: En esta modalidad de siembra, en hileras simples, los tallos se
distribuyen sobre el surco o camellón entre seis y ocho metros de distancia; en
siembra a doble hileras se distribuyen de dos en dos encima del muro, separados
a la misma distancia. El procedimiento de siembra a “Palo Metido” consiste en
tomar el tallo por la parte apical (más delgada), introducir el machete en la tierra y
colocar el tallo en el hueco debajo del machete , se extrae el machete y se da un
corte al tallo a nivel del suelo, quedando el esqueje totalmente enterrado. Este
método reduce los costos de siembra en más de un 40%, con relación a la forma
tradicional que utiliza esquejes previamente picados.

- Limpias y Escardas
Se llevarán a cabo las limpias cuando las plantas tengan entre 20-30 cm, siendo
recomendable una segunda labor a los dos meses.

- Aporcado
Se lleva a cabo a los 2 - 3 meses de vegetación, en aquellos cultivos que no están
mecanizados. Con esto se consigue que las raíces reservantes se pueden
desarrollar bien, y se evita la acción perniciosa de los rayos solares, así como el
ataque de roedores u otros animales.

- Riego
Estudios acerca de las exigencias hídricas de la yuca en Brasil, Se observó que el
máximo rendimiento se obtuvo regando cada 14 días. A pesar de ser un cultivo de
secano, la yuca no produce económicamente en condiciones de deficiencia de
humedad, aunque las plantas crezcan y puedan dar algo de producción.

- Malas Hierbas
Con una buena rotación de cultivos y una adecuada preparación de los suelos, se
consigue una baja frecuencia de malas hierbas. Es importante controlarlas al
comienzo del desarrollo de la yuca, puesto que al coincidir con el periodo de
lluvias, se evita que las semillas de las malezas germinen. El uso de herbicidas
preemergentes resulta bastante eficiente, especialmente en cultivo en caballones,
colocando las estacas en forma horizontal.

- Abonado

 Requerimientos de nutrientes: La yuca es una planta que extrae grandes


cantidades de nutrientes del suelo, especialmente N, K y Ca. Para la producción
de una tonelada de yuca comercial, el cultivo extrae 4.42, 0.67, 3.58, 1.36, 0.82 y
0.42 kg/ha de N, P, K, Ca, Mg y S, respectivamente (Howeler y Cadavid.

PLAGAS Y ENFERMEDADES

- Enfermedades Fúngicas

 Mancha parda de la hoja. Causada por Cercospora henninsgsii. Es una de las


enfermedades más importantes de la yuca. Los síntomas que provoca son
manchas marrones, más definidas en el haz y menos en el envés. Las venas
cercanas a las lesiones circulares pueden aparecer de color negro. Las hojas
situadas en la parte baja de la planta son más susceptibles de ser atacadas. Para
controlar la enfermedad, lo mejor es utilizar variedades resistentes al hongo. Como
control químico se recomiendan funguicidas a base de óxido de cobre y oxicloruro
de cobre suspendidos en aceite mineral.
 Mancha blanca de la hoja. Causada por Cercospora caribae. Es una enfermedad
frecuente en los periodos húmedos y frescos. Los daños que causan estas
especies comienza por un amarilleamiento en la hoja, en el centro aparece un
color pardo en cuyo borde en ocasiones aparece una línea irregular pardo-violeta.
En las hojas produce manchas irregulares, primero amarillas y posteriormente
pardas de unos 5 - 10 mm. El hongo penetra en la planta a través de los estomas,
invadiendo posteriormente los espacios intercelulares. El hongo sobrevive en la
época seca sobre los tejidos viejos infectados, para volver a iniciar su actividad en
el periodo de lluvias. No se conoce ninguna variedad resistente específica.
 Ceniza o mildiu. Causada por Oidium sp. Esta enfermedad aparece en la época
seca. La ceniza de la yuca está causada por Oidium manihotis. Ataca
preferentemente a las hojas más desarrolladas. Provoca lesiones amarillentas en
las que en ocasiones aparecen áreas necróticas de color marrón. Pudiendo llegar
hasta provocar la defoliación de la planta. En cuanto al control de la enfermedad,
parece ser que existen variedades resistentes. También se recomienda la
aplicación de productos a base de azufre por aspersión.
 Añublo pardo fungoso. Causada por Cercospora vicosae. Suele presentarse
donde aparece la mancha parda. Los síntomas son manchas grandes de color
marrón, siendo marrón grisáceo en el envés. Puede ocasionar defoliaciones
severas en variedades susceptibles. No obstante, no es una enfermedad que
ocasione grandes pérdidas. Para controlar la enfermedad se recomienda excesiva
humedad en el suelo y el empleo de variedades resistentes.
 Pudrición seca del tallo y la raíz. Causada por Diplodia manihotis. Aparece una
pudrición radical que conllevará a la muerte de la planta. También ataca el material
de propagación almacenado, sobre todo en condiciones de alta humedad relativa,
y a los restos de tallos que se han dejado en el terreno. Para controlar la
enfermedad se recomienda la rotación con cultivos como maíz o sorgo. Se deben
utilizar estacas sanas en la plantación desinfectando adecuadamente las
herramientas.

- Enfermedades Bacterianas

 Bacteriosis, pudrición. Causada por Xanthomonas manihotis. Es una


enfermedad importante en Argentina, Paraguay y Brasil. Provoca el
marchitamiento de las hojas y la exudación de goma. La enfermedad a veces
aparece el extremo de las ramas, secándose las hojas nuevas. Existen variedades
resistentes a la enfermedad. Se plantarán estacas sanas.

PLAGAS

- El taladrador de tallos y ramas.


Coelostermus sp. Existen cinco especies de este género que ataca a la yuca. Las
larvas hacen galerías que pueden llegar a los 13 mm. El mejor método de control
es la rotación de cultivos y la utilización de material de propagación sano.

- Gusano de la hoja.
Erinnyis ello, Lepidoptera. Es una plaga importante que ataca por toda América y
acaba con las hojas de la yuca y otras plantas. Como control biológico se han
indicado las especies Trichogramma spp, Telenomus dilopphonotae y Telenomus
monolicornis; Apanteles americanus, Apanteles flaviventris y Belvosia williamsi.

- "Mosquinha dos mandiocais" o "Broca dos brotes"


Lonchaea pendula. Es una de las plagas más importantes de América. La mosca
coloca los huevos en los brotes, llegando a acabar con las hojas en desarrollo.
Existen variedades con resistencia genética.

- Ácaros.
Provoca decoloración y deformación de las hojas, llegando a la caída de las
mismas. Desorganiza todo el proceso de crecimiento de la planta, provocando
acortamiento de los nudos y la muerte en los extremos apicales, incluso en toda la
planta. Se observa una mayor proliferación en la estación seca. Son enemigos
naturales Somatium spp, Karschomia spp de Tetranychus bimaculatus.

- Trips
Los trips el daño puede ser provocado por dos géneros de la familia Thripidae:
Frankliniella y Scyrtotrips. Especies de esos géneros causan severos daños a las
yemas terminales de la planta. Las hojas no se desarrollan normalmente, debido al
ataque a los foliolos, que se tornan cloróticos y deformes. En los tallos y pecíolos
aparece un tejido de color marrón, producto del raspado que producen al
alimentarse.

- Mosca del Cogollo (Silba pendula, Lonchaea chalybea)


El daño ocasionado por la larva de la mosca del cogollo se manifiesta por exudado
marrón que fluye desde el punto de crecimiento (Figura 43), el cual eventualmente
muere. Esto provoca retraso del desarrollo de la planta, rompe la dominancia
apical y estimula la
brotación de yemas laterales, las cuáles también pueden ser atacadas. En algunos
casos, solo muere parte de la yema apical y el retoño sigue creciendo. Las plantas
jóvenes son más susceptibles al ataque; si los ataques son frecuentes provocan
enanismo.
La mosca del cogollo representa una amenaza al cultivo solo desde la brotación
hasta los primeros dos meses de su ciclo. A partir de ahí un ataque severo solo
afecta la arquitectura de la planta, no así los rendimientos.

- Chinche de encaje (Vatiga sp)


El ataque de este chinche se presenta en la época seca. Se concentra sobre las
hojas basales e intermedias, pudiendo llegar, en ataques muy severos, hasta el
ápice de la planta. Los daños causados al follaje son similares a los que ocasionan
los ácaros; se presentan como pequeños puntos blancos dándole a la hoja una
coloración blanquecina cuando los puntos se juntan. Este daño se diferencia del
causado por ácaros por las pequeñas manchas negras que ocasionan las heces
fecales de la chinche en el envés de las hojas. Las hojas muy atacadas adquieren
una coloración marrón-rojiza antes de desprenderse. El follaje dañado reduce en
forma considerable la tasa fotosintética y, por ende, la productividad. El control de
esta plaga se dificulta debido a la escasez de enemigos naturales.

- Barrenador del tallo (Lagocheirus araneiformis)


Esta especie es un coleóptero, cuyo adulto se caracteriza por tener antenas más
largas que su cuerpo. Su cuerpo está cubierto por una pubescencia corta. La
hembra adulta oviposita en tallos y ramas, hasta 1.0 m sobre el nivel del suelo; las
posturas son individuales y puede llegar a poner 150 huevos en promedio.

RECOLECCIÓN O COSECHA
Cuando la plantación de yuca ha alcanzado su madurez fisiológica, se procede a
la cosecha. Si la producción es en temporal o secano, es preferible cosechar
después de una lluvia y si es bajo riego, mojar uno o dos días antes de la cosecha
para aflojar el terreno y facilitar la labor de extracción de las raíces tuberosas. Para
cosechar la yuca es necesario podar el tallo de la planta 15 a 20 días antes, a una
altura de 40 a 50 cm desde el nivel del suelo. Esta poda, además de facilitar la
extracción de las raíces tuberosas, favorece el endurecimiento de la peridermis de
la raíz, reduciendo su pérdida por daños mecánicos al momento de la cosecha y
lavado de las raíces. La conservación de la peridermis en las raíces tuberosas es
importante, ya que estas tiene mejor presentación y dura más tiempo después de
cosechada. Después de extraído el plantón debe colocarse con cuidado sobre el
suelo para evitar que la parte distal o punta de las raíces se quiebren. La
separación de las raíces del plantón se realiza con machete corto bien afilado; no
deben separarse con las manos, para evitar la ruptura del pedúnculo, lo cual
provoca el rápido deterioro fisiológico de las raíces (se ponen azul y/o añeja),
reduciendo su tiempo útil en anaquel.

You might also like