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Pilar Dughi
Resumen
En este ensayo analizaremos el libro La horda primitiva (Peisa, 2008) de Pilar Dughi, texto que
reúne 13 relatos circundantes en diversas temáticas como la cotidianidad, la enfermedad, el hastío,
la crisis familiar, la soledad, etc. El trabajo se enfoca en tres relatos “A mí no me importa”, “Las
chicas de la yogurtería” y “Dime sí”. Textos que comparten enclaves marginales en los personajes
femeninos, aun a pesar que éstas han logrado posicionarse en las dinámicas de las estructuras de
poder y el espacio público estas relaciones se tornan en conflictivo y paradójico, debido a la
sujeción sancionadora del entorno falogocéntrico. Generador de la fragmentación y desarraigo del
sujeto que, en medio de la soledad y desencanto, se inclinan a la búsqueda de un “otro lugar”
discurridos en los tópicos de la virtualidad, el suicidio y lo azaroso. Elementos que se introyectan
no solo a nivel de la representación sino en el cuerpo textual, simbolizados como síntoma de la
nueva subjetividad y sensibilidad contemporánea del intelectual. Asimismo, ese “otro lugar” bajo
una poética del desencanto, que postula el autor texual, es un nuevo ingreso al constructo
femenino de la escritura que se devela como un campo de resistencia, esperanza y una mirada
crítica, desestabilizadora del discurso hegemónico contemporáneo. En este sentido, realizar una
valoración crítica y reflexiva de Pilar Dughi es continuar con el compromiso de rescate y
visibilización de más voces de la escritura, e integrar nuevas propuestas estética y ética de la
literatura como un espacio de esperanza y liberación.
femeninas que labraron el nuevo derrotero de la tradición literaria peruana de fines de siglo
XX, la que había comenzado con el aporte transgresor de las poetas de los ochenta. Si bien
producirá gran parte de su obra. Robert Reyes Tarazona (2005), manifiesta que nuestra
para expresar nuevos focos de la subjetividad. El narrador de los noventa Guillermo Niño
de Guzmán (1986) identifica a los escritores de su generación como “la del desencanto” al
frustración, etapa en la que campearon las ilusiones perdidas”, cuyos relatos se enfocaron
que ya no esperan su turno detrás del telón ni son simples espectadoras, sino que irrumpen
rupturista con el silencio y los códigos narrativos, como bien lo describe Rocío Silva
Santisteban desde “huella derridiana del cuerpo de la mujer” 2 por lo que comienzan a
asumir “su derecho de hablar con una voz diferente(…) relativamente desnudo y directo”.
Es en este contexto, en que el nuevo corpus de los nuevos discursos –aplicados desde el
reconocimientos3. Los pocos estudios que han realizado sobre la obra de Pilar Dughi
coinciden en reconocer y elogiar su gran capacidad estética para experimentar con las
incomunicación de las relaciones personales, la visión del sujeto femenino, etc, narrados
cultura de consumo, pero que a decir de Carlos López Alba, lejos de la satisfacción más
3 Entre ellos se cuenta con La premeditación y el azar (1989), Ave de la noche (1996), Puñales
escondidos (1998) y su último libro La horda primitiva (2008).
4 Lopéz Alba, Carlos. Poética melancólica y desencanto. En: Revista Folios, año 3, número 21, 2010.
Esto, nos lleva a referirnos al postulado de la tesis del sujeto frágil, como lo
género, desde el cuerpo de la mujer y sus problemas corporales “para que percibamos
dónde están los límites de la identidad, para que nos preguntemos si queremos entrar en la
contemporánea de fines de siglo XX, que ha logrado conquistar la posibilidad de ser dueña
paradigmas.
del mundo representado del siglo XXI porque configura la imagen y la posición que se va
visión de una poética del desencanto que se expresan desde el cuerpo femenino como una
mundo social, pero que en el fondo encarna un eco de búsqueda del sentido.
experiencia circundante, a pesar que han logrado posicionarse en las dinámicas de las
madres, hijas; sin embargo, estas relaciones se tornan en conflictivo y paradójico, debido a
la sujeción sancionadora del entorno todavía opresivo por el confinamiento laboral, las
posición marginal6. Aunque no rompen con las situaciones o el espacio que las agobia,
encuentran distintas formas de disidencia que les permita a hacer más llevadero el presente,
que en el fondo guardan la expectativa del cambio y de un futuro mejor, en los anhelos o
exploración de un “otro lugar” como en el cuento “Dime sí” el personaje “encontró algo
que le llamó la atención. Una página de correo corazón” y al mismo tiempo esa satisfacción
de romper las reglas sin remordimientos cuando roba en la tienda, o como el cuento
época, la de una circulación real o imaginaria, en la que éste último “se vale del desarrollo
tecnológico para cruzar fronteras, transgredir la moral establecida, recorrer el vasto mundo”
(p. 29). Como dueñas de sus propias decisiones transgreden los últimos resquicios de los
6 Patricia De Souza, en su libro Eva no tiene paraíso, hace explicito esa condición histórica no deseada como
“fatalidad social” que han padecido las mujeres de parte de una sociedad de herencia heteropatriarcal que
no ha respetado la igualdad entre hombres y mujeres.
simbólica masculina construyo de la imagen de la mujer, por lo que el sentido de la
ser, al ser desplazadas por una nueva retórica del discurso en el que lo imaginario, el deseo
pensamiento.
del quehacer cotidiano y los problemas económicos. Este cuento centra en la vida privada
de una mujer soltera y jornalera, quien a sus 35 años, siente que la vida se le ha acabado,
urinaria. La presión de llevar una vida limitada al trabajo y la sobrecarga familiar, la sumen
la mujer tras la ventana, como los habitantes de la paradoja de los cuadros de Edward
sostenida de los personajes poseídos de una tensión narrativa por el tedio del día a día.
soporte del deber y el deseo oculto: “más allá del cielo y el mar que no diferencian ni días
laborales ni feriados, ni la brevedad ni la lentitud de las horas y los días. Ahí estaba también
mientras trajina lo último del día con la incontinencia de su padre y su faena de lavar, lavar
y lavar, frente a un estado de cosas que la arrinconan tanto en ámbito privado como el
público, crece a cada instante una desafora sensación de hartazgo y desencanto, que
crece por esas miradas compartidas con el sujeto misterioso. Claudio Magris, señala que “la
copar el vacío, que se condiciona a la valoración del amor en los tiempos posmodernos, si
perpetúa su primacía y se hace compatible con las necesidades individualistas. Esa furtiva
en la ficción latinoamericana “ha funcionado como metáfora del posible camino hacia una
adecuación del sujeto consigo mismo y con sus coordenadas sociohistóricas y culturales.” 7
generado esa ruptura de identificación con el confinamiento de la casa dando lugar a una de
las más interesantes propuestas narrativas como “implosión simbólica del yo” capaz de
confrontar al otro (interno y externo), y que ante la experiencia accidentada del viaje
adviene y deviene ese iter al interior. Las ilusiones perdidas en el amor, al igual que “Dime
engaño. El personaje, aun así, no es buterbly ni Gregorio Samsa, que apáticos, distantes y
aislados se abandonan a su causa, formas del desencanto del siglo XX. En este caso, nos
muestra que, a pesar de la decepción, hay una resistencia a la perdida absoluta de las
7 Diaz-Zambrana, Rosana. De fantasmas y hecatombes. Los viajes espectrales de fines de milenio. The
Colorado Review of Hispanic Studies, Vol. 3, Fall 2005, p.153.
Para Zambrano se expresa de manera detonadora en la época posmoderna “la expresión
posmoderna del viaje recrudece ese medio como presencia demoledora y antagónica,
mientras radicaliza el cuestionamiento de los discursos epistemológicos e identitarios.”,
ilusiones que se mantiene a la mirada desencantada como refiere Magris “una forma
ante la voz del cuerpo femenino quien dice que la vida no tiene sentido, pero que en su tono
el desarraigo de Lola, la descentra, la convierte en una metáfora existencial del sin sentido
vida transcurre entre ver la televisión, dormir y asistir al psiquiatra, con la única idea de
Representa en el texto un elemento distorsionador que hace visible las grietas de la crisis
familiar8. En un pasaje de la historia Emilio pregunta a su tía ¿Qué fue lo que te deprimió?
cuerpo social hablante posee una voz autoritaria que mantiene los registros de los valores
masculinos que marginan al cuerpo individual al ser la loca, enferma, que no tiene trabajo,
hijos y no esta atada a nada. La forma como es representada obedece a una lógica cuya
estructura social dominante espera de los “sujetos del rendiemiento”, como lo denomina
sino el “imperativo del rendimiento” como el nuevo mandato social cuya violencia
La poética que Pilar Dughi propone es la de un realismo existencial que dialoga con la
tradición, influencia que nos recuerda a Chejov, Carver, Camus, Mc Culler, etc. Mostrando
primera o segunda, incorporando también monólogo interior. Pilar Dughi con una
expresar. Eventos que permiten constatar como menciona Miguel Angel Hernandez “hasta
qué punto se evidencian los cambios sufridos por las mujeres en su vida cotidiana”9.
Como podemos observamos el gran aporte que construye Pilar Dughi en su literatura, es la
circuntancias insólitas que marcan la vida de las mujeres, y las lleva a explorar el proceso
desahogo que devela al sujeto contemporáneo de vacío existencial, por la fragilidad de los
valores y los conceptos tradicionales, la dificultad de convivir con la soledad, las engañosas
esperanzas efímeras, y los límites externos o internos para buscar esa necesidad de cambio
que se transpira en los textos. Esta marginalidad que concibe Pilar Dughi, no repite
fórmulas de nuestra tradición literaria peruana, sino que está presente en la complejidad que
lleva a comprender las motivaciones y accionares de los nuevos sujetos sociales del siglo
XXI
9 Ángel Hernandez, Miguel. Diez años sin la escritora Pilar Dughi. En Leer por gusto
(http://www.leeporgusto.com/diez-anos-sin-la-escritora-pilar-dughi/)
Observamos en sus relatos que la autora rompe con el estereotipo de la construcción de la
por lo que nos muestra a la diversidad de las mujeres- sujeto, cuyo paratexto de carácter
nomádico, bárbaro, las retrotrae a su estado natural, por lo más humano de ellas, instintivo
desde una visión desencantada nos invita siempre mirar hacia atrás para indagar en el
accionar humano, a reconocer en las experiencias de la errancia interna, nuevas formas del
valor poético y humano al ir más allá de la simple ambición estética sino “como una forma
Bibliografía
gusto: http://www.leeporgusto.com/diez-anos-sin-la-escritora-pilar-dughi/
Han Byung-Chul. La sociedad del cansancio. España: Editorial Herder, 2011
De Souza, Patricia. Eva no tiene paraíso. Lima: Ediciones Altazor, 2011.
Diaz-Zambrana, Rosana. De fantasmas y hecatombes. Los viajes espectrales de
fines de milenio. The Colorado Review of Hispanic Studies, Vol. 3, Fall 2005.
Dughi, Pilar. La horda primitiva. Lima: Peisa, 2008.
Lipovestky, Gilles. La tercera mujer. Barcelona: Editorial Anagrama, Sexta Edición,
2007.
Lopéz Alba, Carlos. Poética melancólica y desencanto. En: Revista Folios, año 3,
2006/documentos/utopia.pdf
Oraic Tolic, Dubravka. El moderno masculino y el posmoderno femenino. Revista