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QUIMICA FORENSE

La química forense es la rama de la química que estudia las interacciones


entre compuestos de naturaleza orgánica e inorgánica existentes en la escena
de un crimen como pigmentos, trozos de tela, vidrio, restos de objetos de
arte, pólvora, sangre y tejidos, entre otros, y tiene como objetivo el contribuir
desde el punto de vista científico al esclarecimiento o resolución de hechos
delictivos.

Bajo esta perspectiva, la química forense ha colaborado a través del estudio


pormenorizado de muestras de diversa índole, proporcionando pruebas
científicas y basadas en estudios empíricos para aportar información en
casos judiciales. Mediante la aplicación de técnicas cualitativas y cuantitativas,
ha sido posible encontrar respuestas procedentes de las mismas evidencias de
manera de resolver y concluir una investigación criminal. Para cumplir con su
cometido y realizar los estudios químicos correspondientes, es necesario que se
cumplan tres etapas principales.

En la primera de ellas, las evidencias encontradas y correctamente identificadas


son analizadas en el laboratorio. En la siguiente fase se interpretan los datos
obtenidos a fin de realizar un informe descriptivo de los hallazgos (identificación
por ADN, confirmación de rastros de sangre o presencia de drogas en la víctima,
reconocimiento de pólvora procedente de un arma, por ejemplo).

Por último, el reporte realizado por el químico forense es utilizado durante la


investigación y juicio, y puede ser solicitado su testimonio para explicar los
resultados y ampliar información relativa a los estudios analíticos que fueron
implementados.
Químico interpretando resultados de un estudio de ADN.

El ácido desoxirribonucleico, abreviado como ADN, es un ácido


nucleico que contiene las instrucciones genéticas usadas en
el desarrollo y funcionamiento de todos los organismos vivos y
algunos virus, también es responsable de la transmisión hereditaria.
La función principal de la molécula de ADN es el almacenamiento
a largo plazo de información para construir otros componentes de
las células, como las proteínas y las moléculas de ARN. Los
segmentos de ADN que llevan esta información genética son
llamados genes, pero las otras secuencias de ADN tienen
propósitos estructurales o toman parte en la regulación del uso de
esta información genética.

Termocicladora. Se utiliza para amplificar muestras de ADN contenidas


en tubos.

Cubeta para análisis de geles por electroforesis


Fuente que se conecta a la cubeta de electroforesis para el estudio de
muestras de ADN

1. DESCRIPCION

El trabajo del químico forense es muy minucioso pues debe analizar cada
elemento encontrado en un determinado lugar a efectos de ser utilizado
como prueba para corroborar la naturaleza de un crimen, o las causas de
la muerte de un individuo. Por tanto, su labor se centra en el estudio de la
evidencia, si bien puede ser llamado a explicar sus conclusiones cuando
el caso llega a una corte judicial. Este tipo de testimonio requiere
documentar los hallazgos y declarar ante magistrados a efectos de brindar
una mirada objetiva ante el hecho delictivo, y de esta manera, colaborar
en la resolución del juicio presentando pruebas de naturaleza científica.

Para llevar a cabo estos procedimientos, el profesional se vale de


complejas técnicas de laboratorio como la cromatografía, la observación
microscópica de trazas de cabello, tela, uñas, restos de tejido, y el empleo
de productos químicos como reactivos ante la presencia de
determinadas sustancias. Asimismo, el químico forense puede analizar
muestras biológicas para determinar la presencia de tóxicos en un
organismo y de metabolitos recurrentes en ciertas drogas, incluso luego
del proceso de descomposición del cadáver.
En 1985, a partir de la técnica RFLP (fragmentos de restricción de
longitud polimórfica), se procedió a resolver varios casos criminales
mediante el análisis de ADN, realizados desde el Ministerio del Interior
Británico y con la colaboración de Alec J. Jeffreys, quien en ese entonces
se desempeñaba como docente de Genética de la Universidad de
Leicester. Este tipo de análisis ha proporcionado la información
genética necesaria para esclarecer casos en los cuales el estudio
de muestras biológicas (sangre, tejido, semen), ha sido fundamental a la
hora de interpretar los resultados. Esto último se basa en la eventualidad
de identificar restos humanos comparando el ADN de una persona
desaparecida con muestras de un familiar, a efectos de establecer
parámetros de similitud entre la muestra de ADN colectada y la tomada
como referencia

2. ANTECEDENTES

En 1889, en Francia, se realizó una de las primeras investigaciones


registradas en química forense. La misma fue encabezada por Alexandre
Lacassagne, quien logró reconocer el cadáver de una persona
desaparecida efectuando la identificación mediante el análisis de una
hebra de cabello.

La historia relata que el pelo hallado era de color negro, mientras que el
fallecido tenía el cabello de color castaño. Este hecho llamó
profundamente la atención del médico francés, quien lavó de forma
reiterada la hebra hasta comprobar que definitivamente era de color
castaño; del mismo modo, comparó detenidamente el grosor del cabello
encontrado en el cadáver con el procedente del cepillo de la persona
desaparecida confirmando que era idénticos.

Lacassagne es considerado un pionero en el campo de la química


forense, profundizando incluso en los factores ambientales que
condicionan la psiquis del criminal para resolver casos complejos. Con
técnicas que él mismo desarrolló pudo identificar el cadáver en estado de
descomposición de un oficial de justicia francés.

Asimismo, diseñó análisis para determinar el movimiento de insectos en


un cadáver y de esa manera establecer cuándo se había iniciado el
proceso de descomposición. La utilización de restos de sangre en la
misma piel de la persona fallecida le permitió a Lacassagne conocer la
forma en que el cadáver había sido movilizado.

Iniciando un rígido protocolo, este científico motivó a sus estudiantes para


que asistieran a más de ochenta autopsias al año en uno de los
laboratorios más avanzados de la época, el cual contaba
con microscopios y espectroscopios. En ese lugar se comenzó a
experimentar con reactivos químicos que permitieron identificar trazas de
sangre, semen y materia fecal. Algunos de los estudiantes que
participaron de las investigaciones de Lacassagne se convirtieron
posteriormente en eminentes forenses, como fue el caso de Edmond
Locardquien fundó el Laboratorio de Criminalística de Lyon, y fue un
precursor de la criminalística moderna.

3. PROCEDIMIENTOS

INTEGRIDAD DE LAS MUESTRAS

El químico forense lleva a cabo su trabajo analítico en un


laboratorio estéril, disminuyendo el riesgo de contaminación del material
colectado. Para prevenir la alteración indebida, se debe mantener un
registro de la cadena de custodia de cada muestra, constituyendo un
documento que permanece con las evidencias todo el tiempo.

Esta clase de informe contiene las firmas e identificaciones de las


personas involucradas en el transporte, almacenamiento y análisis de las
evidencias, tornando más difícil la alteración intencional, e incrementa la
confiabilidad de los resultados del trabajo del químico forense para su
posterior utilización en un proceso legal de naturaleza judicial. Asimismo,
las pruebas obtenidas en un posible escenario de delito deben sellarse
correctamente; las muestras biológicas como sangre, semen
o saliva tienen que conservarse a una temperatura que oscile entre los
2 ºC y 8 ºC de modo de evitar su descomposición.

METODOS E INTRUMENTOS

Luminol

Un método utilizado frecuentemente en química forense es el que


emplea luminol, un derivado del ácido ftálico que reacciona
con cationes metálicos permitiendo detectar trazas de sangre. El proceso
consiste en mezclar este reactivo con una solución diluida de peróxido de
hidrógeno, la cual se esparce cuidadosamente en los sitios donde se
piensa que existen restos de sangre.

El hierro en forma de catión que se ubica en el grupo hemo de


la hemoglobina reacciona con el luminol observándose
una luminiscencia azul, propia de la reacción que se lleva a cabo. En este
proceso, el producto final es el anión 3-aminoftalato que se encuentra en
estado excitado, y al volver a su estado fundamental (o basal) libera
energía en forma de luz, lo que se conoce como luminiscencia azul. Esta
reacción química posee una cinética muy lenta, de hecho es
el hierro presente en el grupo hemode la hemoglobina quien cataliza el
proceso.

Los posibles falsos positivos que pueden dar algunos compuestos al


reaccionar con luminol son esclarecidos con la observación minuciosa del
color e intensidad en el brillo que solamente se genera al reaccionar con
sangre, además del precipitado espumoso que se forma en muestras
recientes.
Reacción del luminol con la hemoglobina.

Hemoglobina: La hemoglobina es una hemoproteína de la sangre,


de masa molecular de 64 000 g/mol (64 kDa),
de color rojo característico, que transporta
el dioxígeno (antiguamente llamado oxígeno), O2, desde los
órganos respiratorios hasta los tejidos, el dióxido de carbono, CO2,
desde los tejidos hasta los pulmones que lo eliminan y también
participa en la regulación de pH de la sangre, en vertebrados y
algunos invertebrados.
Luminiscencia provocada por la reacción entre el luminol y la
hemoglobina de la sangre.

Luminiscencia es todo proceso de emisión de luz cuyo origen no


radica exclusivamente en las altas temperaturas sino que, por el
contrario, es una forma de "luz fría" en la que la emisión de
radiación lumínica es provocada en condiciones de temperatura
ambiente o baja

Espectroscopia

Se trata de un análisis particularmente útil que permite al mismo tiempo la


separación, identificación y cuantificación de uno o más componentes
individuales de una sustancia o mezcla desconocida, mediante el uso de
un espectrómetro de masas en conjunto con un cromatógrafo de gases.
El instrumento utilizado en la identificación específica de compuestos es
el espectrómetro infrarrojo por transformada de Fourier (FTIR).

La espectroscopia también puede ayudar a identificar los materiales


utilizados en algunos productos como es el caso de los polímeros y
aditivos. Las muestras pueden obtenerse por disolución o cortando una
rebanada fina empleando un micrótomo de la muestra. Las superficies
pueden ser examinadas usando la espectroscopia de reflectancia total
atenuada, y el método también se ha adaptado para el microscopio óptico
con micro espectroscopia de infrarrojos.

Cromatografía

En química forense se utiliza este método con la finalidad de identificar


residuos (líquidos generalmente) de los que pueda obtenerse un registro
luego de la colección de muestras en el lugar del siniestro. Es una técnica
ampliamente usada para detectar solventes que hayan acelerado un
proceso de combustión o incendio intencional.

En este tipo de análisis, es importante tener en cuenta que la química


forense suele colectar muestras que por lo general son mezclas. Así,
luego de un incendio es probable que los restos encontrados sean una
combinación de solventes combustibles: nafta o querosene, que a través
de la cromatografía se pueden obtener en forma fraccionada.

En el proceso es necesario aumentar la concentración de la muestra a


analizar a través de la adsorción de los componentes en tiras de carbón
activado. Posteriormente se disuelve el analito en un solvente que permita
utilizar la muestra para el análisis cromatográfico.

También es posible analizar mediante esta técnica el tipo de tinta que se


usó para redactar una nota hallada en la escena de un crimen. Para ello,
la cromatografía es realizada en una fase fija hidratada (papel) y como
fase móvil para la tinta se suele utilizar etanol. De esta manera pueden
obtenerse los componentes del pigmento, conocer su origen y determinar
los detalles de su fabricación con miras a esclarecer un caso de extorsión
o fraude.

Microscopia

Esta técnica se emplea fundamentalmente para el análisis de hebras


de cabello, telas o fibras halladas como evidencia durante el estudio de
un caso determinado dado que este tipo de muestras proveen de
importante información para aclarar hechos delictivos. La observación
microscópica de cabello permite visualizar elementos que no se aprecian
macroscópicamente: presencia de metales, arena, grasa, alimentos, así
como la observación detenida de sus constituyentes. En el caso de las
fibras, el análisis microscópico posibilita la observación de restos de tejido
o fluidos corporales en las mismas, o simplemente determinar a quién
pertenecen (víctima o victimario)

Análisis microscópico de una hebra de cabello.


FACTORES QUE INFLUYEN EN LOS ESTUDIOS DE LABORATORIO

Una de las primeras resoluciones que los investigadores deben tomar en


la escena de un delito es determinar qué pruebas son de relevancia para
el caso y cuáles conviene descartar. Esto se basa en el hecho de que no
es viable analizar todo lo que se encuentra en el sitio, o destinar tiempo a
analizar pruebas que carecen de importancia para resolver el caso
judicial. Por otro lado, si las muestras que llegan al laboratorio no son
suficientes o han sido mal colectadas, el químico forense podrá hacerse
presente en el lugar del crimen para extraer más evidencias susceptibles
de ser analizadas.

Las condiciones en las cuales fueron obtenidas las muestras por parte del
personal policial y sanitario pueden influir en los resultados finales. Otros
factores tienen que ver con la rapidez con que se obtiene el material a
examinar: cuando se presume que existió consumo de drogas, las
muestras de sangre y orina deben recogerse lo antes posible. Lo mismo
ante un posible asalto sexual donde es necesario obtener importante
evidencia para poder determinar la naturaleza del mismo e identificar
al agresor. La utilidad de los datos obtenidos a través de los estudios
analíticos depende de las medidas que se hayan tomado para asegurar
el control de la calidad de las muestras (obtención, transporte y
conservación), hasta que son recepcionadas por el laboratorio forense.

El cuidado de la cadena de custodia resulta fundamental a efectos de


garantizar la correcta remisión del material a analizar por el químico
forense. Para esto, es de especial relevancia respetar la cadena de frío en
el caso de muestras que deban refrigerarse para ser conservadas y
trasladadas al laboratorio. Lo mismo ocurre en lo referente a la
conservación de muestras a determinada temperatura para evitar la
putrefacción y la consecuente pérdida de información crucial en la
investigación.

En lo que concierne fármacos, algunos depresores del sistema nervioso


central generan diversas dificultades para ser analizados debido a que
pueden haber sido administrados o consumidos en dosis muy bajas como
para ser detectados. Asimismo, la farmacocinética de
algunos medicamentos varía y pueden demorar en metabolizarse por lo
cual se vea retrasada la manifestación de ciertos compuestos en los
resultados de laboratorio. Esto último representa un problema dado que
la velocidad de metabolización en ciertas drogas (alcohol incluso) y en
determinados individuos, puede generar inconvenientes para establecer
la hora precisa de exposición o ataque.

Trabajo con muestras en un laboratorio de química analítica.

La química analítica es la rama de la química que tiene como finalidad el


estudio de la composición química de un material o muestra, mediante
diferentes métodos de laboratorio. Se divide en química analítica
cuantitativa, cualitativa, de caracterización fundamental.

4. ANALISIS ESPECIFICOS

RESIDUOS DE PÓLVORA

Al disparar un arma de fuego se originan gases con alto contenido de


componentes que provienen de los cartuchos de las balas. Por lo general,
estos compuestos incinerados se depositan en las prendas de la víctima
y en las manos y ropa de quien disparó. El estudio de estos residuos y de
pequeñas partículas utilizando un microscopio de barrido
electrónico permite examinar las muestras recogidas en la escena del
crimen. Para los estudios de balística también se utiliza el análisis de
activación de neutrón, el cual consiste en la implementación de ácido
nítrico sobre la piel de la mano de una persona que pudo haber disparado.
Con la aplicación de esta técnica se puede comprobar la presencia
de bario o antimonio en un individuo sospechoso de haber manipulado un
arma recientemente.

ANÁLISIS DE EXPLOSIVOS

Dependiendo de la velocidad de la reacción química se puede determinar


la clase de explosivo que se utilizó en un atentado, es decir, es posible
saber qué sustancias fueron empleadas para generar una explosión
conociendo la cinética del proceso. En el caso de TNT y la dinamita, la
reacción es sumamente rápida mientras que otros explosivos lo hacen
con menor velocidad. Por otro lado, es factible la identificación a través de
los residuos que las sustancias explosivas dejan en el lugar del hecho
sumergiendo éstos en acetona o colectando los vapores con una bomba
de vacío, para luego determinar cada compuesto mediante cromatografía.

RASTROS DE PINTURA

La realización de pruebas químicas en casos de accidentes de tránsito


puede ayudar a determinar la responsabilidad en el hecho analizando
evidencias obtenidas en muestras de pintura, las cuales posibilitan
obtener información acerca de la manufactura del vehículo y el año de
fabricación. A través del espectro de absorción de la muestra y
observando la composición en un fluorómetro se pueden conocer datos
certeros sobre el siniestro. También es posible realizar análisis de
naturaleza óptica con la finalidad de comparar diversas capas de pintura
que son tomadas como patrones referentes, a efectos de determinar las
características de los pigmentos y solventes que la componen.

RASTREO DE HUELLAS DACTILARES

Para estudios de este tipo se utiliza carbón activado finamente dividido.


Debido a que los dedos suelen tener una composición oleosa, éstos se
adhieren a los materiales dejando una impresión en ellos. Al aplicar el
carbón activado éste se pega a los aceites dejando ver la huella, de esta
forma, cuando se expone el material a la luz ultravioleta el polvo de carbón
brilla desvelando la huella impresa.

ESTUDIOS TOXICOLÓGICOS
En el caso de consumo de drogas, el análisis toxicológico resulta
fundamental ya sea para establecer conclusiones vinculadas al abuso
prolongado de estupefacientes o una posible muerte por sobredosis.

Si bien el análisis de sangre es el más difundido para determinar lo


anteriormente expuesto, los valores cercanos al consumo de ciertas
drogas varían e incluso desaparecen seis horas después de la ingesta.
En el análisis de orina, las trazas de ciertas sustancias pueden ser
detectadas hasta treinta y seis horas después del último consumo,
aunque esto varía dependiendo de la velocidad de diuresis del individuo.
Este tipo de parámetros se cumple para seres vivos pero en el caso de
cadáveres pueden existir limitaciones ocasionadas por la putrefacción de
los tejidos. Los métodos analíticos permiten detectar en el cerebro la
cantidad de sustancias psicotóxicas consumidas a través de los efectos
ocasionados por drogas como la cocaína en los neurotransmisores.

Para estas situaciones, el análisis de cabello permite conocer en un


individuo vivo o muerto la presencia de drogas que fueron consumidas en
períodos prolongados (semanas, meses e incluso, años), siendo el largo
del mechón de pelo un factor condicionante a la hora de llevar a cabo el
estudio y evaluar los resultados.

En el estudio toxicológico de evidencias vinculadas a posibles casos


de narcotráfico, la química forense resulta un aliado a la hora de
determinar la presencia de trazas de droga en objetos o prendas, así
como también establecer la naturaleza y composición de sustancias
ilegales cuyo destino es el tráfico. En ocasiones, algunos de estos
estupefacientes son consumidos en combinación con otras drogas; por
ende, para la realización del estudio toxicológico la cromatografía de
gases constituye una buena técnica para determinar la presencia de
ciertas sustancias. Por ejemplo, la cocaína ilícita suele estar mezclada
con analgésicos que pueden ser identificados mediante el proceso de
cromatografía; lo mismo en el caso de cocaína combinada
con anestésicos y barbitúricos.

ANÁLISIS POR ACTIVACIÓN NEUTRÓNICA


Es un recurso analítico que se cimenta en el reconocimiento y medida de
las radiaciones emitidas por radioisótopos artificiales. Cabe destacar que
se trata de un análisis que posibilita el estudio de elementos y no de
compuestos, por lo cual presenta algunas limitaciones vinculadas con los
átomos a identificar. En casos de sospecha de envenenamiento o
intoxicación es posible trabajar con elementos
como arsénico, selenio, mercurio y antimonio.

Un factor a considerar es que para el empleo de este análisis es necesario


contar con personal altamente capacitado y especializado, y por otro lado,
es imprescindible la utilización de un reactor nuclear, lo que transforma
esta técnica en un procedimiento de elevado costo dado el equipamiento
requerido para su consecución.

5. CIENCIAS AUXILIARES

Comprender la evidencia y realizar estudios exhaustivos, implica para la


química forense recurrir a otras ramas de la ciencia de manera de
profundizar la búsqueda de pruebas que permitan explicar la naturaleza
de un crimen o infracción.

Los ensayos químicos pueden ser complementados con el del análisis de


muestras (biológicas o no-biológicas) por parte de otras disciplinas, para
un mejor sondeo en la interpretación de los resultados.

Comparación en el descenso del cartucho para diferentes tipos de


arma.

BALISTICA FORENSE

Es la ciencia que tiene como finalidad la revisión del alcance y dirección


del proyectil. Se subdivide en cuatro especialidades: balística
exterior, balística interior, balística terminal y balística identificativa.
La balística forense realiza estudios en el ángulo de tiro, la trayectoria de
la bala y la cantidad de disparos efectuados por el arma, de manera de
brindar evidencia científica a nivel del proceso judicial.

BIOLOGIA FORENSE

Se encarga de colectar e identificar muestras biológicas, así como


cualquier evidencia que haya tenido contacto con un ser vivo. De igual
manera, puede realizar estudios antropofísicos sobre un cadáver y
determinar la presencia de material biológico, el cual se recoge para
analizar en laboratorio.

Para la biología forense toda evidencia es digna de ser estimada, si bien


no siempre se obtienen muestras estables dados los factores que pueden
alterar las mismas: descomposición, reactividad, contaminantes e
interferencias. Los sucesos post mortem pueden preservar o desintegrar
las evidencias de naturaleza forense, afectando la posterior clasificación
y estudio para alcanzar resultados que sirvan como prueba en un proceso
legal.

ENTOMOLOGIA FORENSE

Esta rama de la ciencia estudia aquellos insectos que aparecen luego de


la descomposición del cadáver. Los primeros en surgir corresponden a
los dípteros del género Musca. El conocimiento de las diferentes etapas
en la vida del insecto puede ayudar a determinar la data del deceso
(cronotanato-diagnóstico) y además, es relevante tener una idea de la
cantidad de cada especie de insecto colectando las muestras vivas y
muertas en dispositivos que se etiquetan para su clasificación.

La determinación de la «fauna cadavérica» permite obtener datos acerca


del lugar en que se cometió el asesinato, definir el sitio en el cual el cuerpo
pudo haber sido guardado o enterrado, saber si estuvo expuesto a la
intemperie o en lugares cerrados. Estos estudios específicos
proporcionan una cronología que colabora en reconstruir el momento y el
origen de la muerte, sobre todo en restos de desconocidos que pudieron
haber tenido una muerte violenta.

ANTROPOLOGIA FORENSE
Su finalidad es identificar restos humanos con el objetivo de determinar
las causas que llevaron a la muerte, por medio de técnicas que permiten
saber si los cadáveres fueron asesinados o atacados por un animal. Del
mismo modo, la antropología forense posibilita conocer el
comportamiento de los homicidas, analizando posibles golpes en el
cráneo, formas poco comunes en el transporte del cadáver, tratamiento
post mortem, o adulteraciones de diversa índole. Los antropólogos
forenses, trabajan en forma conjunta con psicólogos de manera de
elaborar un perfil del supuesto asesino sobre la base de las características
encontradas en el cadáver.

El cráneo constituye una pieza clave para inferir cómo era el rostro del
individuo. Con técnicas de laboratorio que incluyen la utilización de
software se procede a la reconstrucción añadiendo partes blandas,
utilizando arcilla o plastilina que se va pegando sobre el cráneo. Este tipo
de procedimiento ha permitido identificar a personas desaparecidas,
pudiendo esclarecer casos que tomaron años para su resolución.

Cráneos humanos, susceptibles de reconstrucción

6. CASOS DESTACADOS

Uno de los desafíos para la química forense fue descubrir las causas de
la muerte de Napoleón Bonaparte, quien de acuerdo a los registros de la
época había padecido cáncer de estómago. En 1960 en el Departamento
de Medicina Forense de la Universidad de Glasgow, Escociael
Dr. Hamilton Smith analizó varias muestras de cabello de Napoleón
encontrando elevadas cantidades de arsénico.

Cuando éste es administrado en pequeñas dosis se acumula en tejidos,


fundamentalmente del riñón e hígado y también pelo y uñas, siendo hoy
fácilmente detectable con técnicas de laboratorio como la activación
neutrónica con espectrometría gamma. Los síntomas de la intoxicación
por arsénico son variables y dependen tanto del individuo como de la
frecuencia con la cual esta sustancia sea administrada. Suelen
presentarse náuseas, mareos, vómitos, dolores abdominales, y molestias
ligeras o crónicas en el tracto gastrointestinal, confundiendo
el envenenamiento con cualquier otra patología o enfermedad.

La teoría de que Napoleón fue asesinado mediante el suministro de


arsénico no ha convencido a algunos historiadores, pues hay quienes
sostienen que el pigmento que se utilizaba en el empapelado de las
paredes contenía esta sustancia, la cual se liberaba a través de un hongo,
y pudo haber sido el causante de la intoxicación desestimando la
posibilidad de conspiración y homicidio. Sin embargo, se ha podido
reproducir el proceso para determinar la presencia de arsénico en las
muestras de cabello obtenidas del cadáver, arrojando idénticos resultados
y alimentando la teoría del asesinato.

Muerte de Napoleón Bonaparte, por Charles de Steuben


Otro hecho que tuvo repercusión y cobertura en la década del 80, fue el
"caso Hofmann" acontecido en Salt Lake City, Utah. Mark Hofmann,
perteneciente a la iglesia mormona, había falsificado una importante
cantidad de documentos vinculados en su mayoría a La Iglesia de
Jesucristo de los Santos de los Últimos Días –como la carta Salamandra–
, atribuyéndose él el haberlos hallado y vendiendo éstos a las autoridades
máximas de la iglesia.
Una sucesión de hechos confusos, entre ellos el endeudamiento del
propio Hofmann en procura de más documentos que evidenciaran cierta
debilidad por parte de la iglesia mormona, y en el afán de comercializar
estos "hallazgos", lo llevaron a cometer dos homicidios.

Esto abrió una investigación alrededor de los asesinatos que condujeron


directamente a Hofmann y a su vínculo con la venta de documentos
históricos, que la iglesia le compraba con el objetivo de mantenerlos en
secreto y a resguardo. Varios investigadores allanaron el sótano de
Hofmann y encontraron el taller donde realizaba las falsificaciones, pero
era necesario comprobar de qué manera lograba que los documentos que
presentaba a la iglesia eran un fraude, dado que en el análisis del papel
se obtenía como resultado que éste databa de 1820.

El examinador de documentos George Throckmorton analizó varios


documentos que inicialmente habían sido considerados auténticos por
expertos, y pudo determinar que eran falsificaciones. Tres cartas
supuestamente escritas desde una prisión de Illinois por Joseph
Smithutilizaron diferentes clases de tinta, papel y útiles de escritura.
Throckmorton también descubrió que algunos documentos que al
comienzo se creyeron escritos por distintas personas, tenían estilos de
escritura similares y que habían sido redactados con tinta ferrogálica de
fabricación casera, la cual parecía agrietada cuando se sometía a análisis
microscópico. Hofmann fue arrestado en 1986, y luego de las evidencias
presentadas por los investigadores en el juicio, el tribunal le condenó
a cadena perpetua en 1988, bajo la ley del estado de Utah, Estados
Unidos.

https://es.wikipedia.org/wiki/Qu%C3%ADmica_forense#Antecedentes

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