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Mientras tanto, para los pobladores de Maturín, capital del estado oriental de
Monagas, situada junto al río Guarapiche, es inevitable recordar lo que vivieron
hace seis años. Una película que esperaban no volver a ver jamás.
Esta es una de las razones por la que los expertos sostienen que el petróleo se
extendió el doble. Lo que convirtió este incidente en “el mayor derrame
petrolero en agua dulce en la historia a escala mundial, con una cantidad
estimada de 64 000 a 120 000 barriles (liberados)”, indica la Red de
Sociedades Científicas Médicas en su boletín número 35.
Un desastre conocido
El informe también destaca que “30 674 de esos derrames afectaron cuerpos
de agua como los ríos Guarapiche y San Juan, poniendo en riesgo a especies
endémicas, dañando el equilibrio de la flora y fauna, y afectando las vidas y
economías familiares de cientos de pobladores de estas zonas.”
El crudo que no es recolectado en pocas horas se hunde en el lecho, reapareciendo durante
fuertes lluvias. Foto: Ronny Rodríguez Rosas.
Biodiversidad en peligro
La cuenca del río Guarapiche, afectada por el derrame en el río que lleva el
mismo nombre, en Maturín, es rica en vegetación. Desde la serranía hasta la
desembocadura posee bosques nublados, de galería, sabanas arboladas,
morichales, herbazales estuarinos y manglar denso, fundamental para la
reproducción y cría de los peces. Además, los manglares ocupan el 33%
de los 3300 kilómetros de costa de Venezuela, especialmente en el Delta del
Orinoco.
Machado-Allisson denunció en su informe que una gran cantidad de bagres había muerto,
lo que demuestra que el crudo se hundió en el lecho del río y afectó toda la cadena trófica.
Foto: +VerdeDigital.
Pero además de los cangrejos, las pesquerías de Paria y el Delta tienen tres
especies de camarón -el camarón rosado pintado (Penaeus brasiliensis), el
camarón blanco (P. schmitti) y el camarón marrón (P. subtilis)- de altísima
importancia económica para la región, que hoy están en peligro por los
derrames que afectan ambos lados del Paria.
Lea más: Alertan sobre los riesgos ambientales frente al uso del fracking en
Bolivia
Oscuridad oficial
Antonio Machado-Allison denuncia que desde el 2012 el Ministerio de
Ambiente no autoriza los permisos para entrar a investigar a la zona del
desastre. “Ese año pudimos calcular algunos daños por las fotografías y
reportajes periodísticos, pero nadie más ha podido ingresar”, dijo.
La Cuenca Alta del río Caroní, y la Cuenca Alta del río Paragua ocupan
una extensión de unos 47.500 km2 y están ubicadas geológicamente en el
Macizo Guayanés al sur de Venezuela. Las características más
importantes de esta zona son su fragilidad ecológica, sus bosques y su
riqueza en agua dulce. Además de producir un tercio del oxígeno que
respiramos y ser el hogar de innumerables especies de plantas y animales,
la Amazonia es un enorme depósito de oro, diamantes y cortan, un
mineral estratégico utilizado en la fabricación de teléfonos móviles,
computadoras portátiles y misiles teledirigidos. Y el devastador avance
de los garimpeiros tras esas riquezas no sólo está acabando con la selva,
sino también con sus habitantes: los indígenas yanomami.
Fuente:
http://www.ultimasnoticias.com.ve/noticias/ciudad/ambiente/mineros-
ilegales-y-farc-devoran-la-amazonia-venezo
Las palabras de experto petrolero Juan Pablo Pérez Alfonso, aún retumba
en nuestros oídos Han transcurrido muchos años desde que su voz se
alzó para denunciar en numerosos artículos de prensa y en numerosas
obras escritas, la situación de dependencia propiciada por la negligencia
de nuestros líderes. En su libro, "Hundiéndonos en el excremento del diablo",
editado por El Perro y la Rana, 2012, señala que "Venezuela marcha a la
deriva. Nunca supimos bien hacia dónde queríamos o podíamos ir.
Somos negligentes, inestables y contradictorios" (Pérez, A; 2012.p.320).
Allí también se pregunta ¿"Todavía será tiempo de impedir la ruina
económica nacional y el despilfarro de los recursos naturales" (Idem,
p.320)
Respecto a las personas, fue una zona que atrajo a mucha gente en
migraciones internas, especialmente de la región nor-oriental. Mientras
en el resto de Venezuela había un empobrecimiento generalizado, en Guayana
hubo crecimiento, y por mucho tiempo fue la región con la tasa de desempleo más baja del
país. Al igual que en Caracas, es difícil conseguir a un
guayanés cuyos 4 abuelos sean guayaneses de nacimiento.
Pero esas afirmaciones debemos sustentarlas con los hechos, y a eso vamos,
y debemos hablar crudamente, aunque nos duela, y luego buscar alternativas,
porque para eso estamos, no para quedarnos en los lamentos.
Buscando salidas
Es difícil despolitizar, desideologizar, y honestizar (disculpen los lingüistas por las palabras
creadas) a las empresas de la CVG mientras estas sigan siendo del gobierno. Por lo tanto,
quiéranlo o no, tenemos que avanzar hacia su privatización total o parcial, y recordar todos
que no es sano el paradigma aquel de que las empresas deben satisfacer las necesidades de
sus trabajadores. Las empresas tienen su razón única de ser en los accionistas, en los
dueños, en quienes ponen su dinero allí para verlo crecer, y si el resto de Venezuela (sin ser
consultado) puso su dinero en las empresas de la CVG, los administradores de la CVG
(altos, medianos y
pequeños) deben rendirle cuentas al país, puesto que somos accionistas de
la CVG todos los ciudadanos venezolanos, independientemente del sitio de
residencia (Zulia, Caracas, Sucre, Guárico o las selvas del estado
Amazonas).
En lo particular, preferiría que la mayoría de las acciones de esas
empresas fueran adquiridas por capital extranjero, porque a nivel regional, en
Guayana no habría sucedido nada, mientras que el resto del país recibiría
algo de dinero que podríamos considerar como “recuperación de la
inversión” (con muchas pérdidas, porque estaríamos recuperando menos que lo
invertido), y hasta a Guayana le caería algo de eso.
Pero si no se toman estas medidas a tiempo, al final (en un futuro no tan lejano) perderemos
todos, y quienes saldrán perjudicados no serán una
parte de los actuales habitantes del noreste del estado Bolívar, sino TODOS los
habitantes de ese estado, con muy pocas excepciones (siempre hay zamuros).
Es mejor tomar las medidas sanas a tiempo, y corregir lo que nunca debió
haberse hecho.
Desde principios de año, el Gobierno venezolano ha vuelto a hablar con frecuencia sobre la
importancia de fomentar las actividades extractivas en el Arco Minero del Orinoco, un territorio
más grande que Cuba –mide 111.843 kilómetros cuadrados– que se extiende desde la
Guayana Esequiba, en el este del país, hasta la frontera del estado sureño de Bolívar con
Colombia. El presidente Nicolás Maduro espera que la explotación de oro, diamantes, hierro,
bauxita, coltán, niobio, tantalio y otros minerales en esa zona le permita poner fin a la severa
crisis nacional, que él atribuye a los ardides del empresariado local y al menguado precio del
petróleo.
Interés y recelo. Fue con eso en mente que Maduro promulgó un decreto a finales de febrero
que le permitiría sellar acuerdos con varias compañías extranjeras del sector minero. En abril,
Caracas aseguró que sólo le faltaba la certificación internacional de la ONU –la Kimberley
Process Certification Scheme (KPCS)– para comercializar sus riquezas a un precio justo. El
16 de agosto se anunció la suscripción de convenios de inversión valorados en más de
US$4.500 millones. Una semana más tarde el Ejecutivo dijo haber firmado pactos por más de
US$5.500 millones con empresas como Barrick Gold Corporation, la multinacional aurífera
más importante del mundo.
Esta apertura es seguida con una mezcla de interés y recelo. La nación sudamericana es rica
en oro, pero ese metal precioso no ha sido explotado a gran escala ni por firmas venezolanas
ni por extranjeras. Mientras Maduro celebraba los acuerdos suscritos, analistas del sector
minero recordaban por qué Venezuela no había logrado atraer a un número suficiente de
capitalistas para impulsar la deseada diversificación de su economía: en el Centro
Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) siguen abiertas unas
veinte demandas contra Venezuela, entabladas cuando el predecesor de Maduro implementó
su política de expropiaciones.
Ahora, Rusoro quiere llegar a un arreglo parecido al que obtuvo la canadiense Gold Reserve,
que, a cambio de indemnizaciones, firmó un convenio para crear una empresa mixta con el
Estado venezolano. La primera parte del desagravio –US$600 millones– se pagará a finales
de octubre.
Sólo entonces se sabrá si Venezuela está en capacidad de cumplir su palabra. Por ahora,
Maduro se frota las manos, anticipando dividendos por el orden de los US$14.000 millones
con 60% de regalías. Atrás quedó el incidente que amenazó con empañar el nombre del Arco
Minero del Orinoco: el 4 de marzo, 28 mineros desaparecieron en Tumeremo, estado
Bolívar. Sus familiares denunciaron que habían sido asesinados.
El diputado opositor Américo de Grazia acusó a las autoridades locales de querer “encubrir” lo
ocurrido y sugirió que el Gobierno venezolano podría estar “liquidando al pueblo” a petición de
la empresa canadiense Gold Reserve.
Venezuela posee un área considerable con gran biodiversidad. Existen a la vez grandes contrastes
en Venezuela, con tierras sin uso, ciudades abarrotadas y grandes extensiones fronterizas
La idea de regionalizar surgió en Venezuela a comienzos de los años 60. Esta regionalización
partió de criterios centralistas, reservándose el poder político central, los controles sobre los
organismos que ejecutaban los planes. En esta regionalización el nivel central fijaba los planes
nacionales y los organismos regionales ejecutaban las pautas que emanaban del poder central.
El 11 de junio de 1969 se emitió el decreto 72 que formalizó la primera división regional de
Venezuela y se emitieron en 1972 y 1975 otros decretos al respecto. El decreto No. 478 de 1980
estableció nueve regiones político administrativas.
REGIÓN NOR-ORIENTAL
REGIÓN ZULIANA
Domingo, Marzo 16, 2014
REGIÓN CENTRAL
Esta región se conforma por el Estado de Nueva Esparta (islas de
Margarita, Coche y Cubagua), islas en el Caribe, en el golfo de Paria y
ubicadas mar adentro, como la isla de Aves.
Del conjunto de islas se destaca Margarita con 950 km2, con un núcleo
montañoso en la región oriental como Copey (900 m), el núcleo
montañoso con el de Macanao y tierras bajas costeras.
La región se caracteriza por la explotación de sus recursos pesqueros
tanto en Nueva Esparta como en las Roques, las Aves y la Orchila.
La existencia del puerto libre de Margarita y el auge de la actividad
turística y de la industria de la construcción ha incrementado un saldo
migratorio positivo.
REGIÓN DE LOS ANDES
Describe las actividades económicas de las regiones.
Esta región posee un carácter eminentemente agropecuario.
Físicamente se caracteriza por el dominio del relieve llanero, aunque existen diferentes topografías
que interrumpen este relieve, como las llamadas galeras del Pao.
Existen ríos de importancia, tributarios del Orinoco, como el Apure, el Arauca y el Meta.
La tradición histórica perfila a esta región llanera como área agropecuaria, con una progresiva
emigración de la población hacia las regiones Central y Capital y un alto potencial económico
subutilizado. El 50% de la población se concentra en cinco centros poblados: San Juan de los
Morros, Altagracia, Calabozo, Zaraga y San Fernando y enormes espacios abandonados, en la
frontera de Apure con Colombia.
La región se caracteriza por la actividad agrícola y otras actividades en menor escala como
turismo, minería, piscicultura e industria pequeña y mediana.
Físicamente domina el paisaje montañoso, con grandes variaciones de altura y una clara
delimitación de tierras cálidas (hasta los 1000 metros, hasta el páramo y las zonas frías).
Económicamente la región se caracteriza por la agricultura con cultivos como café, flores,
hortalizas, duraznos, plátanos y yuca, aunque la actividad turística ha ganado importancia.
La escasez de tierras propicia migraciones y la explotación de las potencialidades de la región
supone mejorar el uso agrícola de suelos, reforestación y protección de cuencas hidrográficas
afectadas.
REGIÓN DE GUAYANA
Esta región se caracteriza por su actividad industrial, a pesar de que esta actividad es menor en
Cojedes.
Desde el punto de vista físico en la región confluyen el llano (Cojedes), la cadena del litoral (Aragua
y Carabobo), junto a la depresión del lago de Valencia.
Históricamente la región fue el asiento de una próspera agricultura que cedió terreno a la economía
petrolera. Puerto Cabello, como principal puerto nacional, vincula a la región a una economía
industrial con tecnología y materias primas importadas.
En la región se asientan importantes ciudades como Valencia y Maracauy y costeras de rápido
desarrollo como Puerto Cabello, Turnero.
En Cojedes es fuerte la ganadería y el cultivo del arroz, sorgo y ajonjolí.
Las actividades económicas se han reflejado en deforestación, escasez de agua y contaminación
del lago de Valencia.
Vol I, No.1
VENEZUELA
REGIÓN INSULAR
La región se identifica por la actividad pesquera, aunque posee además agricultura y explotación
petrolera.
Como aspectos físicos que la caracterizan en la región se distingue la zona montañosa en todos
los tramos de la cordillera oriental: el litoral (Araya-Paria) y el interior (montañas del Turimiquire),
junto a zonas de llanuras, al sur de Anzoátegui y Monagas.
La actividad petrolera ha desplazado a la agropecuaria conformando un área de crecimiento al sur
y centro de Monagas y Anzoátegui, aunque se mantienen actividades agropecuarias: café (Sucre),
tabaco, cítricos y nuevos cultivos como maní, sorgo y pinos para obtención de pulpa de papel.
La región se caracteriza por sobreutilización de algunos espacios y dificultades en servicios
básicos en las principales ciudades, así como trastornos ecológicos que se añaden al impacto de la
explotación petrolera.
Ciudad Guayana es la ciudad más poblada y más importante del estado Bolívar,
en Venezuela. La ciudad tiene una población de 1.080.000 hab. Convirtiéndola en la quinta
ciudad más poblada de Venezuela. Es un centro industrial, económico y financiero del sur de
Venezuela. ciudad planificada a partir de un concepto desarrollado por un equipo de
profesionales venezolanos liderado por el general Rafael Alfonzo Ravard en colaboración
técnica con el Instituto Tecnológico de Massachusetts1 y la Universidad de Harvard, siendo
luego ejecutado y concluido por la Corporación Venezolana de Guayana, el sector Puerto
Ordaz, nació a lo largo de la margen norte del Río Caroní, donde se asentaron las primeras
residencias y en aquel entonces la Orinoco Mining Company, luego se fueron sucediendo las
ampliaciones con los sectores Alta Vista, Unare, Matanzas y Cambalache, el sector San Félix
se estableció al lado sur del río Caroní.
Ciudad Guayana está conformada por la fusión de las comunidades de San Félix, Puerto
Ordaz, Alta Vista Norte y Sur, Unare, Cambalache y Matanzas; la ciudad, ubicada en la
desembocadura del río Caroní, es puerto fluvial de enlace con la región oriental venezolana y
el resto del mundo, y tienen espacios residenciales, comerciales, industriales y turísticos de
gran actividad, uniéndose el sector de San Félix de Guayana con los demás sectores por tres
puentes que cruzan el río Caroní, muy cerca de su desembocadura en el río Orinoco. Ubicada
como está en la confluencia de ambos ríos, aprovecha al máximo la belleza de los saltos y
raudales del Caroní, integrándolos de modo único a su paisaje urbano.
Fue concebida como un escenario adecuado para el desarrollo del sur del país, pues
responde a la magnitud e importancia de los recursos regionales disponibles: mineral
de hierro, amplia disponibilidad de energía hidroeléctrica,
potencial agrícola y forestal, oro, diamantes, bauxita y manganeso, combinado con su
situación adyacente a una formidable vía de comunicación fluvial: el río Orinoco. Las centrales
hidroeléctricas de Macagua y Guri aportan el total de la electricidad comercial generada en
Guayana y el 72% del consumo nacional.
La ciudad cuenta con un PIB nominal de 70.750 millones USD y un PIB per capita nominal de
8.737 USD, lo que representa un PIB PPA per capita de 15.129 USD,2 lo que la coloca en el
séptimo lugar en el país, por actividad económica.
Es la capital del municipio Caroní, regido por un alcalde y su ayuntamiento. El municipio está
dividido en 11 parroquias, 8 urbanas: Unare, Universidad y Cachamay del lado norte; y Dalla
Costa, Simón Bolívar, Vista al Sol, Chirica y Once de Abril en San Félix, además de 3
parroquias rurales: Yocoima, Pozo Verde y la recientemente adquirida, 5 de Julio, que limita
con el municipio Casacoima, del estado Delta Amacuro, al que pertenecía anteriormente.