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LA RELACIÓN DE AYUDA EN ENFERMERÍA.

I. INTRODUCCIÓN:
La Enfermería es una profesión basada en la relación entre la enfermera y aquella persona que
requiere de sus cuidados. Sin embargo, esta relación enfermera-usuario es decisiva en lo que
concierne en la calidad y satisfacción de los cuidados otorgados, y a su vez, en el bienestar de la
persona, siendo la relación de ayuda una relación que va más allá de lo biológico a través de la
empatía y el diálogo. Es tan importante dicha relación que la taxonomía NIC contempla
intervenciones basadas en esta relación como Presencia, Contacto o Escucha activa. La relación de
ayuda como tal no es taxonomizada, pues en sí no es una intervención en la Enfermería, sino que es
la esencia de la misma, de la cual se inician el resto de cuidados. Por ello, es necesario conocer
nuestra esencia para llevarla a la práctica y retomar lo que realmente somos por el objeto del
cuidado y su bienestar bio-psico-social-espiritual. En esto se encuadra el objetivo que perseguimos
en este artículo: describir la relación de ayuda y sus elementos en relación con la Enfermería y las
intervenciones que realiza para establecerla según taxonomía NIC.

II. DEFINICIÓN DE RELACIÓN DE AYUDA:


Consiste en establecer mediante recursos materiales, técnicos y relacionales, una relación
terapéutica con el ayudado para que afronte los problemas lo más sanamente posible, creciendo en
todo momento. En la Enfermería, la Relación de ayuda no se planifica, es propia de todo su ser, de
sus cuidados. La hallamos en las actitudes, habilidades y relaciones que desarrolla en su profesión
por el carácter interaccionista de los cuidados que otorga.
1. ALGUNOS TEÓRICOS QUE DEFINEN LA RELACIÓN DE AYUDA:
Según Pellegrino, relación de ayuda es compadecerse de alguien, ayudarle a ser autónomo,
invitarle a compartir su responsabilidad y su angustia, transformarlo en el verdadero centro
de la vida sanitaria, en definitiva, ejercer el deber moral que todo profesional de la salud tiene
en tanto que profesional, a saber, velar por el bien del paciente”.
Basándonos en este concepto, observamos cómo el cuidar no es una mera acción del personal
de la Enfermería, sino que más bien, es el personal de Enfermería quien colabora con la
persona en sus autocuidados.
Cuidar es acompañar, siendo su definición: “caminar al lado del paciente, compartir con él
los pensamientos sin confundirse con él, es arriesgarse hasta el punto en que uno se pregunta
quién acompaña a quién, es reconocer, en tanto que cuidador, que el enfermo le enseñe, le
transmite: le forma”.
Según Pellegrino, existen cuatro sentidos para el término cuidar:
 La compasión.
 La acción para ayudar a la persona a ser autónoma.
 la confianza en los profesionales.
 Poner a la persona en el centro de nuestra acción.

Según Bermejo, define la relación de ayuda como: “un proceso que, metafóricamente, se
comprende bien con la expresión ‘caminar con’ el ayudado. De este modo, incluso aconsejar
no supone que se fomente la dependencia, ni que se dirija, ni decir al enfermo lo que tiene
que hacer, sino un proceso de exploración de su situación, de comprensión de la misma, de
apropiación responsable de reacción-respuesta activa estimulado por el agente de salud”.
Según Rogers, la Relación de ayuda requiere unas actitudes para que se establezca: empatía,
autenticidad y la aceptación incondicional.
 La empatía, actitud que propone Rogers, consiste en introducirnos en el mundo del
hombre. “Es la capacidad de percibir correctamente lo que experimenta la otra persona y
comunicar esta percepción con un lenguaje acomodado a los sentimientos del ayudado”.
No consiste solo en entender al enfermo, sino en introducirnos en su percepción del
mundo para captar su vivencia.
Para llegar a dicha empatía es necesario comenzar por identificarnos con la persona, con
sus sentimientos y emociones, a través de la comunicación. Desde el primer momento de
la relación empática, el centro es el paciente, no el ayudante. Así, podremos comprender y
percibir los significados que él da a las cosas y sus verdaderas necesidades para dar unos
cuidados necesarios.
 Otra habilidad pertinente para entablar una relación de ayuda eficaz, es la autenticidad.
Consiste en “la capacidad del ayudante de ser libre y profundamente él mismo,
excluyendo así la distancia entre lo que siente interiormente y lo que manifiesta
exteriormente”. La autenticidad abarca tanto los sentimientos del ayudado como lo
comunicado por parte del ayudante. De ahí la necesidad de la libertad interior de ambas
partes para comunicar, incluso cuando se da la confrontación de ideas entre ambos.
La confrontación, siempre que el centro de la misma sea el ayudado, es favorable, ya que
“expresa el deseo de que crezca y sobrepase las contradicciones utilizando al máximo los
propios recursos”. El resultado de esta confrontación es la toma de conciencia por parte
del ayudado de ciertas contradicciones que le impiden avanzar en su afrontamiento o
crecimiento.
Para que esta autenticidad se cree, hay un requisito indispensable: la confidencialidad.
Esta, para Torralba es una virtud por la cual se protege al ser vulnerable ante su apertura
en la comunicación. Y para ello se requiere de otro elemento: la confianza.
 La última habilidad propuesta por Roger es la aceptación incondicional. Aunque la
desarrollemos la última, es la primera para poder establecer una Relación de ayuda. Ésta
consiste en: “la acogida calurosa del enfermo con sensibilidad humana y con visión
positiva del mismo. La aceptación incondicional supone un estar a favor del enfermo por
encima de todo, estar por él, por su persona, más allá de sus compromisos”. Sin esta
acogida incondicional, el hombre no se comunicará, no confiará en el ayudante para sacar
afuera lo más profundo de su ser. Esta acogida incondicional se traduce en escucha activa.
Por ello, podemos afirmar que hay cinco tipos de comunicación, pues no todas son
auténticas y, por lo tanto, no hay una aceptación.

2. CONCEPTOS TEÓRICOS, QUE FUNDAMENTAN LA RELACIÓN DE AYUDA DE


ENFERMERÍA:

Fueron desarrollados por teoristas como: Peplau H, Orlando I, y Travelbee J.


a. Peplau en su Modelo de Enfermería Psicodinámica aborda un tipo de relación enfermera-
paciente que se conoce como relaciones interpersonales; en la cual dos personas llegan a
conocerse lo suficientemente bien como para afrontar los problemas que surjan de forma
cooperativa.
b. Orlando considera que la función de enfermería es averiguar y satisfacer las necesidades de
ayuda inmediata al paciente. Esta función se logra cuando la enfermera satisface estas
necesidades a través del proceso de enfermería.
c. Travelbee J, en su Modelo de persona a persona, establece que el propósito de enfermería es
ayudar al individuo, familia y comunidad a prevenir o enfrentar la experiencia que supone la
enfermedad y si es necesario encontrarle un sentido a dichas experiencias.
Los principales conceptos que integran este modelo son:
1º. Comunicación: Proceso por el cual el enfermero/a es capaz de establecer una relación de
ayuda interpersonal con el paciente y familias para enfrentar la experiencia de la
enfermedad y el sufrimiento.
2º. Interacción: Se refiere a cualquier contacto entre dos individuos durante el cual se ejerce
una influencia recíproca y entre sí una comunicación verbal o no verbal.
3º. Empatía: La capacidad de comprender el estado psicológico y emocional del otro.
4º. Simpatía: Implica el deseo de ayudar al individuo que se encuentra sometido a estrés.
5º. Relación de persona a persona: Es primariamente una experiencia o una serie de
experiencias que se dan entre el enfermero/a y el receptor de sus cuidados, con el
propósito de satisfacer las necesidades de cuidado de enfermería presentes en los
individuos, familias y comunidades.
Para ello es necesario que posterior al encuentro original se dé la presentación de la
identidad, la empatía y la simpatía.

Con las consideraciones anteriores se pretende evaluar una estrategia educativa con enfoque
en la relación de ayuda dirigida a enfermeras pediatras para disminuir la ansiedad en los
padres de los recién nacidos hospitalizados en la UCIN.

3. CASOS EN EL CUAL EL ENFERMERO(A) DEBE REALIZAR NECESIDAD DE AYUDA.


a) Desconocimiento del diagnóstico médico por parte del paciente.
“Yo tenía un paciente muy pesado. Este paciente no sabía lo que tenía y llevaba más de dos
semanas en el hospital. _Y uno de los días le dicen al paciente que tenía un tumor en el
pulmón.” “Pienso que el personal del hospital pasa por alto las sensaciones del paciente y
muchas veces no se le da la información adecuada. La mayoría de las veces el paciente está
en el hospital y no sabe lo que le pasa o lo que tiene. Y nadie se lo explica, entonces cuando
nos ven a nosotros con cara de inocentes, nos bombardean a preguntas.”
“¡Me parece muy fuerte que un paciente no sepa porque está en el hospital! Supongo que
debe ser una situación muy estresante saber que estas ingresado y no saber el motivo. Por
favor, ¡esto debería evitarse a toda costa!”

b) Crítica a la actuación profesional.


“No sé si será la enfermera con la que yo estoy o todos son iguales, pero desde luego, con
ella se cómo no tengo que hablar a un paciente. Por mucho que tú tengas muy claro ciertas
cosas, tal vez para los pacientes no esté tan claro. Un ejemplo: a un hombre mayor que vive
solo y que normalmente le cuesta seguirnos cada vez que le pedimos que haga algo, no le
puedes decir: Necesito un perfil de glucemia. Así que en la próxima visita traiga seis
muestras en un día (todo esto por supuesto rápido y con mucho movimiento de manos y de
cabeza para que el pobre hombre no se fije en las palabras sino en otras cosas). Además, no
se lo vuelve a repetir, no le explica si los otros días tiene que pincharse a diferentes horas... y
encima se enfada si en la próxima visita no trae lo que ella quiere. “Pero lo peor para el
paciente fue cómo se lo contó el médico ya que no fue con rodeos ni con delicadeza, fue
directamente al grano. Yo creo que una noticia tan mala se debe de decir de otra forma y no
tan directo.”“He comprobado que cierta parte de los profesionales que ejercen esta carrera no
se preocupan mucho en la información del paciente ni en cuanto a su patología ni en cuanto a
su tratamiento y pruebas a realizar. Es importante saber el cómo dar esa información, pero,
¿Qué ocurre cuando ni si quiera se da? A veces siento un poco de cabreo cuando veo que por
ejemplo un paciente no se ha tomado algunas pastillas porque no ve el fondo del vaso y
pensaba que ya no había más, o cuando han dejado la medicación de las 8 h y yo voy a dejar
la de las 12 y siguen ahí las pastillas. ¿Ni siquiera han podido decirle que debe tomárselas a
su hora? Y si esto es así, ¿Qué pasará cuando tengamos que decir algo más importante?”.

c) Actitud y opinión personal sobre casos vividos.


“Afrontar que te falte una parte de ti debe ser muy difícil, es una planta muy dura, ver a los
pacientes amputados, sin pie, sin dedos, sin pierna.... Pero lo peor de todo fue cuando el lunes
me dijeron que había fallecido por un infarto, me quede sin palabras.”“En mi opinión se debe
ser directo, pero no hasta el punto de arruinarle la vida a una persona”.

III. CONCLUSIÓN:
La Enfermería por su naturaleza es una profesión cuyo centro no es ella misma sino el enfermo. Su
máxima prioridad se halla en él, de tal forma que sin esa relación que se entabla entre enfermera-
usuario no existiría. Pero no puede ostentar cualquier tipo de relación, sino una relación de ayuda
por la cual se acompaña al usuario a recorrer las diferentes etapas de su vida en cuanto a su salud
concierne.
Por ser el profesional una persona, y a su vez, también recorrer su propio camino de salud, este
puede empatizar con el usuario, pues es lo que llamamos el sanador herido, por sus heridas puede
entender las heridas de otro. Para esto es necesario desarrollar la empatía, aceptando al usuario de
forma incondicional a través de la autenticidad. Sin estas tres actitudes no es posible establecer una
relación terapéutica con el usuario, pues de lo contrario no estaríamos ayudando a que el usuario se
desarrolle.
Como herramientas, contamos con la escucha activa. Esta requiere del diálogo por el cual
conocemos lo profundo de nuestros usuarios y sus necesidades, de tal forma que podamos dar
posibilidades de mejora y aumentar el grado de bienestar bio-psico-social-espiritual.
Y ya que esto se da en el tiempo y el espacio, a través de la presencia y el contacto, expresamos el
cuidado que le otorgamos, reconociendo al usuario como persona y no como cosa o mero
consumidor de salud. La relación de ayuda en la Enfermería podríamos resumirla en la
hospitalidad, hacer de la Enfermería un lugar en el cual el hombre vulnerable pueda refugiarse y
desarrollarse como persona, especialmente en el momento de la enfermedad que en consecuencia
crea un caos a ordenar.
Sin estas actitudes que se manifiestan en el hacer enfermero, la Enfermería sería prescindible
pudiendo ser sustituida por la tecnología. Sin embargo, estas actitudes son lo que hacen que los
cuidados.

IV. TERMINOLOGÍA:
 Enfermería: La enfermería abarca los cuidados, autónomos y en colaboración, que se prestan a
las personas de todas las edades, familias, grupos y comunidades, enfermos o sanos, en todos los
contextos, e incluye la promoción de la salud, la prevención de la enfermedad, y los cuidados de
los enfermos, discapacitados, y personas moribundas. Funciones esenciales de la enfermería son
la defensa, el fomento de un entorno seguro, la investigación, la participación en la política de
salud y en la gestión de los pacientes y los sistemas de salud, y la formación.
 Relación de Ayuda: Consiste en establecer mediante recursos materiales, técnicos y
relacionales, una relación terapéutica con el ayudado para que afronte los problemas lo más
sanamente posible, creciendo en todo momento.
 Empatía: Es la intención de comprender los sentimientos y emociones, intentando experimentar
de forma objetiva y racional lo que siente otro individuo, la empatía hace que las personas se
ayuden entre sí. Está estrechamente relacionada con el altruismo - el amor y preocupación por
los demás y la capacidad de ayudar. Cuando un individuo consigue sentir el dolor o el
sufrimiento de los demás poniéndose en su lugar, despierta el deseo de ayudar y actuar
siguiendo los principios morales.
 Escucha Activa: Consiste en una forma de comunicación que demuestra al hablante que el
oyente le ha entendido. Existen varios niveles de escucha que se pueden emplear dependiendo
del nivel de entendimiento que se alcanza en cada caso:
 Parafrasear: Es resumir lo que ha dicho. Si alguna parte nos ha llamado la atención,
podemos resaltar las palabras que más nos han impactado. Es una forma de dirigir la
conversación, porque el hablante va a ampliar la información sobre lo que hemos subrayado.
 Reflejar el estado emocional. Además de que se le ha entendido, se le muestra que se sabe
cómo se siente. Ayuda; pero no basta con decir: “sé cómo te sientes” o “te entiendo”.
 Validar: Mostrar que se acepta lo que dice, aunque no se esté de acuerdo. Es aceptable lo
que se dice, se entiende; aunque no se esté totalmente de acuerdo.
 Estar completamente de acuerdo. Hay gente que la única forma que tiene de aceptar la
empatía del otro es a través del acuerdo completo de la otra persona.
 Cuidados Integrales: Es un enfoque en el que se atienden todas las necesidades del paciente
por completo, y no solo las necesidades médicas y físicas. La atención integral, la cual involucra
la colaboración de muchos profesionales, es el enfoque estándar en todos los centros médicos
especializados en el tratamiento contra el cáncer en menores de edad. Algunos de los aspectos
clave de una atención integral bien diseñada son:
 Uso de los más avanzados recursos en el diagnóstico y tratamiento, incluyendo la
oportunidad de participar en estudios clínicos.
 Equipo de profesionales expertos en el tratamiento del cáncer infantil.
 Amplia gama de servicios para pacientes y familiares, incluyendo programas educativos,
asesoría emocional, grupos de apoyo y programas sociales de apoyo (recursos y lucha por la
causa), entre otros programas especiales para ayudar a mejorar la calidad de vida de los
pacientes y sus familiares.
 Remisión a recursos que ayuden a cumplir con las necesidades básicas, como alimentación,
un lugar dónde hospedarse durante el tratamiento y transporte.

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