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Las buenas leyes no constituyen por sí solas un La contradicción galopante entre lega-
buen gobierno. Lo que importa, sobre todo, es lidad formal e ilegalidad real no ha podido
que estas leyes buenas sean observadas. No hay,
pues, buen gobierno, sino donde se obedece la
ser remediada por los medios ordinarios de
ley, y donde la ley a que se obedece está fundada la acción estatal. Los mecanismos de
en la razón ejecución y control de la legalidad han
fallado o, en el mejor de los casos, han
(ARISTÓTELES, Política, IV, 6). resultado ser defectuosos y tardíos. Está
claro que, en tratándose de defender el
Estado de Derecho, los primeros llamados
La ilegalidad mina sordamente al Estado, al
modo que los pequeños gastos muchas veces
a velar por su imperio son las autoridades.
repetidos concluyen por minar las fortunas Ocurre sin embargo que la renuencia del
Estado a aplicar sus propias leyes forma
(ARISTÓTELES, Política, V, 7). parte de la cotidianidad, y que las auto-
ridades, mediante actos u omisiones,
habitualmente se abstienen de ejecutar la
ley. En nuestro país el Estado ha venido a
1. QUÉ HACER CUANDO LAS LEYES convertirse en el principal infractor de la
NO SE CUMPLEN ley. Grave es esta anomalía, pues cuando
el Estado tolera o propicia la cultura de la
Nos preciamos y algunos nos reconocen ilegalidad, resulta empresa de titanes exigir
aún como pueblo de leyes y tradiciones a la sociedad que acate la ley.
democráticas. Sin embargo, en nuestro El constituyente de 1991 reconoció que
país ha hecho carrera la práctica, más la vigencia de la legalidad está muy lejos
profunda y extendida, de la violación de de ser en Colombia una realidad, y centró
la ley. El signo de nuestro tiempo de crisis su atención en dos aspectos esenciales: de
no es propiamente el respeto de las leyes, una parte, la evidente insuficiencia de los
sino la corrupción de las instituciones y la medios estatales ordinarios para hacer
inminente disolución del organismo social respetar la legalidad y, de otra, la respon-
que eclosiona en un alzamiento sordo contra sabilidad ostensible de las autoridades en
la legalidad. el desconocimiento de la ley. Y he aquí,
entonces, la acción de que trata el artículo que en nuestro sistema jurídico existen leyes
87 de la Constitución, que se suma a otras que no obligan a pesar de su vigencia y
acciones públicas con tradición en Co- validez. Nuestro sistema jurídico negaría,
lombia, que plantean un contencioso obje- entonces, los supuestos elementales del
tivo, como son la acción de inexequibilidad Estado de Derecho, esto es, que la ley obliga,
y la de nulidad. La novedosa acción del que el Estado es el primero en quedar sujeto
artículo 87 constitucional procura llevar a a la ley, y que es deber de las autoridades
la realidad práctica una condición elemental asegurar su ejecución.
en el Estado de Derecho: que las leyes y Según veremos en seguida, la acción de
los actos de la administración, esto es, las cumplimiento no tiene, en la ley 393 de
normas que integran el ordenamiento 1997 que la regula (“Por la cual se desarrolla
jurídico positivo, no sólo tengan una el artículo 87 de la Constitución Política”),
vigencia formal sino que de verdad se la eficacia y contundencia que pregona la
apliquen. norma constitucional. En efecto, la ley 393
Lo excepcional de esta acción radica en introdujo una condición consistente en que
que se ha diseñado para esgrimirla en contra la acción de cumplimiento no procede con
de las autoridades, para exigir del Estado relación a normas que establezcan gastos.
que aplique sus propias normas. Es de- La Corte Constitucional, al declarar la
mandante o actor cualquier ciudadano y su constitucionalidad de esta norma legal1, no
contraparte, como demandado ante los sólo ha inutilizado parcialmente la acción
tribunales, el Estado. La acción de cumpli- de cumplimiento en uno de sus aspectos
miento no procede en contra de los parti- más significativos, sino que pone en tela
culares, porque para someter su conducta de juicio la vigencia del principio del Estado
a la legalidad existe precisamente todo el de Derecho, al imposibilitar jurídicamente
aparato establecido de la justicia, además que los ciudadanos exijan a las autoridades
del poder coactivo y sancionatorio de las el respeto íntegro de la legalidad. Según
autoridades administrativas. más adelante se explicará, para la Corte
La defensa in extremis de la legalidad Constitucional existen algunas leyes y actos
es ahora confiada a los jueces, vía acción administrativos que, a pesar de estar vi-
de cumplimiento. Si esta nueva acción gentes, no son de obligatoria aplicación,
judicial llegara a dejar resquicios a la ilega- tesis que explicablemente produce per-
lidad, si no fuera contundente en su capa- plejidad.
cidad para imponer a las autoridades el Por su parte el Consejo de Estado,
cumplimiento de las normas jurídicas tribunal máximo de lo contencioso admi-
vigentes en todas las hipótesis, sin excepción nistrativo, al cual corresponde fallar en
alguna, será de temer que la enfermedad definitiva las causas que se siguen por la
ya no tenga cura. Fallida esta acción, no acción de cumplimiento, enfrentado a casos
restaría medio alguno, ordinario ni extraor- concretos de desobedecimiento de la ley e
dinario, capaz de obligar a la autoridad al inaplicación contraria a la ley de actos
cumplimiento fiel y riguroso de las leyes. administrativos por parte de las autoridades,
Si la acción de cumplimiento no puede ser se ha visto precisado a apartarse de la
igualmente eficaz en todos los casos de doctrina de la Corte Constitucional, para
violación de la ley por parte de las restablecer la legalidad allí donde se ha
autoridades, ello equivaldría a reconocer quebrantado por acción o por omisión. No
Hernández Becerra Acción de cumplimiento y obligatoriedad de las normas que establezacan gastos 71
5º de la ley 393 de 1997 es contraria al Para resolver este caso era de esperarse
ordenamiento constitucional (artículo 87), la repetición del principio ya declarado por
razón por la cual se declarará inexequible...». la sentencia, según el cual no es admisible
Igualmente, al declarar inexequible el que la ley introduzca condicionamientos
inciso final del artículo 2º, la Corte Cons- ajenos a la norma constitucional «y que
titucional fijó el siguiente principio indudablemente restringen el ejercicio de
doctrinario, sin duda de buena ley, y que la acción de cumplimiento». En lugar de
bien habría podido orientar la totalidad del ello la sentencia emprende un tortuoso
fallo: «...no es admisible que el legislador ejercicio de hermenéutica, desafortunado
haya establecido unos condicionamientos, por sus inconsistencias y errores, y sobre
que no se deducen del texto constitucional todo por el contenido de la decisión, que
y que indudablemente restringen el ejercicio vulnera en su médula la vigencia del Estado
de la acción de cumplimiento...». de Derecho.
Es evidente que la ley, al desarrollar el
precepto constitucional, carece por completo
de facultad para condicionarla a supuestos La norma acusada no es
distintos de los previstos en la Carta Política de naturaleza procesal
y, especialmente, para extender o recortar
su alcance. Admitir lo contrario sería tanto
La Corte Constitucional sustenta inicial-
como afirmar que una disposición consti-
mente su decisión de declarar exequible
tucional puede ser reformada por la ley.
el parágrafo del artículo 9º de la ley 393
Tan sólido criterio se quebrantó, sin em-
de 1997 en las siguientes razones: «La
bargo, casi a renglón seguido, cuando la
Corte no encuentra que la Constitución
sentencia pasó a decidir sobre las normas
que establecen gastos. impida al legislador encargado de darle
desarrollo procesal a la acción de cumpli-
Segunda tesis: la restricción miento, contemplar algunas restricciones
legal es constitucional que sean necesarias para tipificarla de
manera adecuada de suerte que responda
La ley 393 de 1997 se caracteriza, en ge- a la concepción que surge de aquella».
neral, por una no bien disimulada reticencia En primer lugar, debe observarse que la
hacia la acción de cumplimiento, concisa norma legal no trata de un simple «desarrollo
y brevemente consagrada en el artículo 87 procesal a la acción de cumplimiento»,
de la Constitución. Menudea la ley en porque afecta a la institución no en aspectos
variaciones y exigencias ajenas a la pre- de trámite sino en lo sustancial. Cuando la
visión constitucional, que en su mayor ley dispone que en determinados casos de
parte suprimió la Corte con incontestables excepción no procede la acción de cumpli-
razones. Sin embargo, cuando la sentencia miento, vulnera la concepción constitucional
llega al estudio del parágrafo del artículo de la acción en su contenido y alcance,
9º, la línea de decisión toma un giro regula aspectos que van más allá del simple
vertiginoso e inesperado. Recordemos que rito o formalidad que debe seguirse para
esta norma dice así: «Parágrafo. La acción el ejercicio de cualquier acción judicial. Este
regulada en la presente ley no podrá no es un problema de Derecho Procesal sino
perseguir el cumplimiento de normas que de Derecho sustantivo. La ley altera esen-
establezcan gastos». cialmente el diseño constitucional de la
Hernández Becerra Acción de cumplimiento y obligatoriedad de las normas que establezacan gastos 77
que hacen a la universidad pública se hagan es, sin el estricto cumplimiento de los
en consonancia con lo que ordena la ley criterios legales de apropiación».
30 de 199212. Estas sutiles palabras no resuelven la
La Universidad Nacional de Colombia cuestión, porque al enmendar la sentencia
obtuvo fallo favorable en una demanda suya una «inapropiada» ordenación del gasto,
en la que pretendía la aplicación de esta la prosperidad de la acción viene a adquirir
norma. La sentencia concluye que la ley relevancia precisamente en materia de
30 no es una norma que establece propia- ordenación de gasto. Paso seguido, la
mente un gasto, en el sentido de la pro- sentencia procede a condenar así: «Se
hibición legal, sino una norma que prescribe ordena al Gobierno Nacional constituido
de qué manera se deben elaborar los para estos efectos por el señor Presidente
presupuestos. Refuerza esta consideración de la República, Ministro de Hacienda y
en razones político-constitucionales, e Crédito Público, Director del Departamento
invoca particularmente la defensa de la Nacional de Planeación, para que en el
universidad pública y su significación social término de dos (2) meses, contados a partir
en un país que pugna por su desarrollo en de la ejecutoria de esta providencia, realice
condiciones de adversidad por la crisis los trámites y tome las decisiones corres-
económica: «En conclusión, las pres- pondientes para que se dé cabal cumpli-
cripciones del artículo 86 de la ley 30 de miento al artículo 86 de la ley 30 de 1992,
1992, cuyo cumplimiento se demanda, no en relación con los aportes del presupuesto
son una norma ordenadora de gasto sino nacional apropiados para la Universidad
criterios legales de orden presupuestal Nacional de Colombia correspondientes al
fundados en principios constitucionales y, año de 1998. Lo cual debe hacerse efectivo
por ende, tienen plena fuerza vinculante. en la vigencia fiscal de 1999, de confor-
Su desconocimiento implicaría que, a la midad con los estrictos y precisos términos
postre, la universidad pública desaparezca expuestos en la parte motiva de esta sen-
bajo el peso de la asfixia económica, lo cual tencia, los cuales igualmente serán aplicados
sería funesto para una sociedad que busca en las sucesivas asignaciones».
con desespero un destino mejor».
La suerte está echada. La acción de 2. El juez administrativo ordena
cumplimiento sí es de recibo en materia que la partida incluida en
presupuestal y aun en el caso de que el gasto el presupuesto se ejecute
ni siquiera se haya presupuestado. El juez
administrativo, habiéndose persuadido de En un principio el Consejo de Estado,
la inaplicación de la ley, ordenará a la procurando seguir el pensamiento de la
autoridad renuente reelaborar el presupuesto Corte Constitucional, admitió que la res-
para que en él quede incluida la partida que tricción legal a la acción de cumplimiento
ordena la ley. Con todo, el Consejo de únicamente opera cuando se trate de gastos
Estado intenta matizar su diferencia con la «ordenados pero no incluidos» aún en el
Corte Constitucional en los siguientes presupuesto. En cambio, sostuvo la cor-
términos: «Precisa la Sala que la prosperidad poración, dicha prohibición no se predica
de la acción no significa ordenación de respecto de la “ejecución” del presupuesto.
gasto, por cuanto este ya había sido or- En el primer caso el gasto no es aún
denado, pero en forma inapropiada, esto legalmente exigible o aplicable, pero en
82 Revista Derecho del Estado
el artículo 189, numerales 10 (facultad de promulgar mentales y municipales, estará constituido por aportes
las leyes, obedecerlas y velar por su estricto cumpli- del presupuesto nacional para funcionamiento de
miento) y 11 (ejercer la potestad reglamentaria inversión, por los aportes de los entes territoriales,
mediante, la expedición de los decretos, resoluciones por los recursos y rentas propias de cada institución.
y órdenes necesarios para la cumplida ejecución de Las universidades estatales y oficiales recibirán
las leyes), encontramos referencias a la función anualmente aportes de los presupuestos nacionales
ejecutiva de las leyes en cabeza del Presidente que, y de las entidades territoriales que signifiquen siempre
si bien son manifestación del Estado de Derecho, año por año un incremento en pesos constantes
están muy lejos de expresar cabalmente este principio, tomando como base los presupuestos de renta y gastos
lo cual también ocurre con el artículo 230, conforme vigentes a partir de 1993».
al cual «Los jueces, en sus providencias, sólo están 12. CONSEJO DE ESTADO. Sentencia del 11 de febrero
sometidos al imperio de la ley».
de 1999. Sección Tercera. Ponente Juan de Dios
8. PABLO LUCAS VERDÚ. Estado liberal de Derecho
Montes Hernández. Exp. ACU-579.
y Estado Social de Derecho. Universidad de
13. Esta última afirmación no es exacta porque,
Salamanca, 1955; M ANUEL G ARCÍA P ELAYO . Las
según vimos arriba, la Corte Constitucional sostiene:
transformaciones del Estado Contemporáneo.
Madrid: Alianza, 1994; E LÍAS D ÍAZ . Estado de «facultar al juez para que el gasto previsto en una
Derecho y Sociedad Democrática. Madrid: Taurus, ley se incorpore en la ley de presupuesto o que la
1992, etc. partida que en ésta se contempla se ejecute, quebranta
9. Ello sin perjuicio del principio del Estado social el sistema presupuestal diseñado por el Cons-
y democrático de Derecho, proclamado en el artículo tituyente...».
1º, numeral 1, y del principio de legalidad que se 14. CONSEJO DE ESTADO. Sentencia del 25 de enero
establece en el artículo 9, numeral 3 de la Constitución de 1999. Sección Tercera. Ponente Daniel Suárez
española. Hernández. Exp. ACU-552. Pronunciamiento
10. Suscrito por los magistrados Carlos Gaviria reiterado en sentencia del 4 de febrero de 1999.
Díaz, José Gregorio Hernández Galindo y Vladimiro Sección Tercera. Ponente Daniel Suárez Hernández.
Naranjo Mesa. Exp. ACU-573.
11. El artículo 86 de la ley 30 de 1992 dice: «El 15. CONSEJO DE ESTADO. Sentencia del 29 de enero
presupuesto de las universidades nacionales, departa- de 1998. Consejero ponente Juan Alberto Polo.