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¿Quedará resuelto el enigma del "ser" con la aportación de Platón? Quizás algunos de
los oyentes más doctos de este pequeño ensayo queden satisfechos con aquella
explicación. En lo que a nosotros concierne, seguirnos sin lograr obtener acceso a
"Topus Uranus", y por más esfuerzos tendientes a favorecer nuestras reminiscencias,
nos quedamos en la más absoluta oscuridad.
San Agustín, postula que la razón tiene límites, límites en los que comienza la fe. Así
que, llegar a ser es llegar a conocer a Dios, yesto sólo es posible a través de la fe.
"Cuando uno se pregunta si una cosa puede ser conocida por su esencia, esto puede
entenderse de dos maneras. Primera, de manera que la expresión 'por su esencia' sea
referida a la cosa conocida en sí: se dice entonces que es conocida por su esencia ....
Segundo, cuando la expresión susodicha se refiera a aquella por medio de lo cual
unoconoce: uno quiere decir entonces, que una cosa es conocida por su esencia
cuando la esencia misma es aquella por lo cual uno conoce". (pág. 223).
Para aclarar, para San Agustín ser era conocer a Dios a través de la razón (fe entanto
razón en su extrema), por lo que el actuar se limitaba la contemplación y de allí se
derivan las órdenes contemplativas, tales como los benedictinos, los Cistercienses y los
Trapenses. En cambio, para Santo Tomás llegar a ser era experimentar a Dios, a
través de la acción. Dios por ende, se materializaba en sus obras y de allí se originaron
los órdenes religiosas -religorum- que buscaban volver a unir al hombre con Dios, por
ejemplo, los franciscanos, los dominicos entre otros.
Los mejores discípulos de Santo Tomás: Cayetano yel Ferrariense (en Gran
Enciclopedia Rialp, 1987), recogieron y asimilaron esta noción, propugnando que el
ente no es solamente la sustancia, ni solamente la esencia, sino un cierto complejo
que tiene una referencia necesaria al acto de existir; es una esencia que existe o a la
que le compete existir en sus obras.
Con Francisco Suárez (en Cran Enciclopedia Rialp, 1987), se adentra en la distinción
clásica del ente como participio y el ente como nombre. El ente como participio
expresando la esencia actualmente existente, y el ente como nombre, la esencia real
prescindiendo de la existencia actual. Se llega, según dicho autor, a que el ente como
participio implica una cierta concreción, por lo que el ente como nombre es la
expresión del ente como tal, la esencia real. En Suárez se plasma la tendencia
esencialita que inició Platón.
En efecto, Kant en un principio partió del empirismo ce Hume, para carse cuenta que
los sentidos tienen un limite y que seguir a la experiencia como fuente de conocimiento
nos llevará al error. Por ello buscó la solución en el racionalismo, dándose cuenta que
la razón también presenta límites. Redacta entonces la Crífica a la Razón Pura
ylaCrifica a la Razón Práctica, creando un sistema de ideas en el cual el ser no es ni
pensamiento ni acción, sino ambas cosas, es decir, pensamiento -actuado o un actuar
pensante. A esto le llama trascendental, pues el ser a través de las categorías a priori
(razón), hace suyo aquello que los objetos le dan (la experiencia) formando una
síntesis: la esencia, el ser, mi ser, mi subjetividad para con las cosas en sí (das ding
an sich) se transforman en las cosespara mí (das ding für mich).
Dicho de otra manera, Hegel definió al ser como una suerte de "espíritu universal" o de
"razón universal". Con esto apuntaba a que la razón es dinámica y por ende
cambiante. Así mismo, el ser o la razón universal, es el resultado de todas las
reflexiones de la humanidad. Por ende, el ser de Hegel no es, sino que se va
construyendo, cual una cadena de reflexiones pero que se rige sobre ciertas reglas. De
allí que propuso que cualquier idea se sustenta sabré la base de otra idea anterior, de
modo que una idea (tesis), será contradicha por otra (antítesis), produciéndose una
fusión o síntesis entre las dos maneras de pensar. No obstante, esta síntesis una vez
alcorzada, no tardará en convertirse a su vez en una nueva tesis que será
necesariamente contravenida por una nueva antítesis que dará lugar a la evolución
dialéctica.
Después de esta breve revisión de la evaluación del concepto del ser desde Platón a
Hegel, nos preguntamos si se nos ha aclarado el misterio del ser, si finalmente
tenemos una idea más acertada de lo que se reclama para sí, cuando se blande con
audacia el reclamo de ser amado y respetado por lo que se es. En este punto de su
recorrido histórico no nos queda más que admitir que el ser se nos sigue escapando e
incluso podría decirse que se ha "esoterizado" a tal extremo que hará surgir una
reacción, un grito de alerta y es en la figura enigmática de Sóren Kierkegaard que se
nos presenta el antídoto al sistema hegeliano de la "idea absoluta".
En la primera mitad del siglo XIX Kierkegaard (trad. 1987) define el concepto
existencialismo, que entendía como un rechazo de la lógica científica, afirmando que la
filosofía "debe ser vivida" Cabe considerar al existencialismo como una reacción contra
laEdad de la Rozón, pues los racionalistas consideraban a larazón como la facultad
absoluta: el existencialismo, en cambio, acepta al hombre como un compuesto de
razón y sentimientos. Asimismo, el existencialismo es uno de los movimientos
filosóficos más representativos de la cultura contemporánea y su rasgo principal
consiste en cuestionar conceptualmente los principales problemas que se le plantean al
hombre durante su existencia concreta, perdiendo importancia todos los temas
tradicionales de la especulación. De esta corriente se destacarán nombres como el de
Martín Heidegger (Schaffer, sin fecha) quien define al hombre por su provisionalidad,
siendo ésta la posibilidad de realización de sus potencialidades infinitas. Jean-Paul
Sartre (en Lagarde & Michaud, 1965) quien consideró que el estudio del hombre exige
y presupone actividades éticas, definiendo dicha ética como un imperativo: el de la
libertad como un fin, advirtió que el hombre se halla inmerso en el reino de la
necesidad y que sólo se liberará cuando consiga sustituirlo por el reino de la libertad,
Albert Camus (en Lagarde y Michaud, 1965), otro existencia lista renombrado, apuntó
a que la vida era absurda: el hombre no viene de ninguna parte, y no va a ninguna
parte por lo que debe optar por el suicidio o la vida. Si opta por ésta, debe
comprometerse. Aquí encontramos también una crítica a la filosofía metafísica como
saber absoluto (1965, Lagarde y Michaud).
¿Dónde encajar le psicología con la filosofía o más bien dónde se marca la separación o
la unión entre la filosofía y la psicología?
"¿Quién, antes de mí, ha sido entre los filósofos, psicólogo y no más bien lo contrario
de éste, "farsante superior", "idealista"? Antes de mí no ha habido en absoluto
psicología. -Ser en esto el primero puede ser una maldición, es en todo caso un
destino..."(pág. 129).
Para Nietzsche la esencia del ser apunta a una trasformación continua, el conocimiento
de sí mismo por la pérdida de sí mismo, es decir un eterno devenir y no un ser rígido o
asentado. El único imperativo que se encuentra en todos sus escritos es 'Transfórmate
en lo que tú eres . Pero ese transformarse se realiza siempre violentamente gracias a
la vehemencia impetuosa de la voluntad. Por ende, para Nietzsche el ser es el ser de
las metamorfosis siempre impelido a destruirse para reconstruirse por completo
(Zweig, 1978).
No obstante, la psicología como objeto de estudio, aún a mediados del siglo XIX era
una rama de la filosofía. Más tarde la filosofía empezó a volverse psicológica. De
hecho., la nueva psicología científica del siglo XIX no fue sino la fusión de dos
psicologías: la psicología de los filósofos y la psicología sensorial de los fisiólogos. Así
es como a mediados del siglo XIX, con Gustav Theodor Fechner y en especial con
Wilhelm Wundt se logró desdibujar la identidad esencial inherente a las dos
psicologías: la psicología de los filósofos y la psicología sensorial de los fisiólogos. En
otras palabras: el miembro filosófico era realmente psicología y el otro, el científico,
era llamado fisiología.
Como para Brentano, los fenómenos psíquicos deben entenderse como actos, se deriva
la noción de que un acto psíquico no se contiene a sí mismo, sino que contiene a su
objeto dentro de sí mismo en forma Intencional; esto es: se caracteriza por la
objetividad inmanente. En otras palabras, la meta forma parte de nuestro acto. La
existencia del contenido mental es menos importante que el acto mental que
aprehende el fenómeno (p.e. el hecho de que exista el color rojo no es tan importante
como el hecho de que yo lo pueda percibir). Cuando uno ve un color, éste no es por sí
mismo mental. Es el ver, el acto de ver lo que es mental. Sin embargo, ver no tiene
sentido alguno a menos que estemos viendo algo. El concepto filosófico subyacente a
esta psicología se remonta al trabajo del Obispo inglés George Berkeley. quien en el
siglo XVIII partió del principio esse est percipi, ser es ser percibido, negando así la
existencia de un mundo material fuera de la conciencia del hombre (solipsismo).
Enfatizó que lo único que existe es lo que se percibe.
A medida que hemos ido avanzando en nuestro análisis del significado del ser, éste ha
ido tomando una dimensión cada vez más humana, a la vez que individual, llegando a
Abraham Maslow, para quien el ser toma un aspecto puramente teleológico, que
consiste en un proceso natural por lo que inherente a su propia naturaleza, el
hombre tiende hacia a una actualización cada vez más perfecta de su "humanidad".