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Al elaborar su concepción del ente. Platón (trad.

1966) llegó a la conclusión de que


laverdadera realidad está en lo que siempre es lo que es, o en lo que es idéntico a sí
mismo. En esta concepción existe una vinculación muy estrecha entre los conceptos de
"ente" y de "uno". Sin embargo, la identificación del ente con lo uno, trae notables
paradojas. En efecto, si la condición del ente es que sea "él mismo", la condición del
no ente será que sea "lo otro", y como toda cosa. Idéntica a símisma, es, a la vez,
distinta de las otras, resultará que el ente será al mismo tiempo no ente:

"El no-ser, por consiguiente, se encuentra por necesidad en el movimiento y en todos


los géneros. Porque la naturaleza de lo otro, presente en todos los géneros, hace
quecada uno de ellos sea otro que el ser y le haga no-ser; de suerte que, desde este
punto de vista, puede decirse con exactitud que todo es no-ser; así como también por
la participación en el ser, se puede decir igualmente que todo es ser" (Pág. 375).

¿Quedará resuelto el enigma del "ser" con la aportación de Platón? Quizás algunos de
los oyentes más doctos de este pequeño ensayo queden satisfechos con aquella
explicación. En lo que a nosotros concierne, seguirnos sin lograr obtener acceso a
"Topus Uranus", y por más esfuerzos tendientes a favorecer nuestras reminiscencias,
nos quedamos en la más absoluta oscuridad.

Aristóteles (Trad. 1966), por su parte, acuñó el nombre de ousía a la verdadera


realidad y toda auténtica realidad se manifestó por susoperaciones, el fondoúltimo de
la realidad propiamente dicha, siendo elacto y no unacto accidental o segundo, sino
sustancial o primero. Asimismo, afirmó que le esencia de las coses no se distingue ce
las cosas mismas, que son lo propiamente existente, más que de una manera
accidental. Esta concepción aristotélica del ser intenta ser realista, pero termina
ligándose a le esencia. Asimismo, consideró que los seres antes de existir se hallan en
el estado de posibilidad, de lo cual se derivan sus conceptos de acto y potencia.
Consecuentemente, para Aristóteles el único ser que representa la perfección es el ser
en acto.

San Agustín, postula que la razón tiene límites, límites en los que comienza la fe. Así
que, llegar a ser es llegar a conocer a Dios, yesto sólo es posible a través de la fe.

El pensamiento Aristotélico se prolongó hasta la época de Santo


Tomás (1987) y ocupa un puesto de excepción en lahistoria de las concepciones del
ente. En otras palabras, Santo Tomás retoma la corriente aristotélico en la filosofía. Si
bien es cierto que en él permanece todavía, en un primer plano, la concepción del ente
como idéntico a la esencia, subyace otra concepción más profunda que se liga al acto
de existir, lo que considera como la perfección de todas las perfecciones. A partir de él,
el ente queda definido como "aquello que tiene ser o existir. La noción tomista del ente
entraña consecuentemente, que en las criaturas haya una composición real de esencia
yexistencia. En "Initiation a la Phylosophie", G.D. Gardell (1954) transcribe el punto de
vista tomista:

"Cuando uno se pregunta si una cosa puede ser conocida por su esencia, esto puede
entenderse de dos maneras. Primera, de manera que la expresión 'por su esencia' sea
referida a la cosa conocida en sí: se dice entonces que es conocida por su esencia ....
Segundo, cuando la expresión susodicha se refiera a aquella por medio de lo cual
unoconoce: uno quiere decir entonces, que una cosa es conocida por su esencia
cuando la esencia misma es aquella por lo cual uno conoce". (pág. 223).
Para aclarar, para San Agustín ser era conocer a Dios a través de la razón (fe entanto
razón en su extrema), por lo que el actuar se limitaba la contemplación y de allí se
derivan las órdenes contemplativas, tales como los benedictinos, los Cistercienses y los
Trapenses. En cambio, para Santo Tomás llegar a ser era experimentar a Dios, a
través de la acción. Dios por ende, se materializaba en sus obras y de allí se originaron
los órdenes religiosas -religorum- que buscaban volver a unir al hombre con Dios, por
ejemplo, los franciscanos, los dominicos entre otros.

Los mejores discípulos de Santo Tomás: Cayetano yel Ferrariense (en Gran
Enciclopedia Rialp, 1987), recogieron y asimilaron esta noción, propugnando que el
ente no es solamente la sustancia, ni solamente la esencia, sino un cierto complejo
que tiene una referencia necesaria al acto de existir; es una esencia que existe o a la
que le compete existir en sus obras.

Con Francisco Suárez (en Cran Enciclopedia Rialp, 1987), se adentra en la distinción
clásica del ente como participio y el ente como nombre. El ente como participio
expresando la esencia actualmente existente, y el ente como nombre, la esencia real
prescindiendo de la existencia actual. Se llega, según dicho autor, a que el ente como
participio implica una cierta concreción, por lo que el ente como nombre es la
expresión del ente como tal, la esencia real. En Suárez se plasma la tendencia
esencialita que inició Platón.

Descartes (en Amurrio, 1983) no admite tampoco la distinción real de


esencia y existencia. Lo que marca es tan sólo una distinción de razón . De hecho, la
concepción cartesiana del ente sigue siendo esencialista. Sin embargo, para él, el ser
es el ser pensante -Cogitans- lainteligencia, es autónoma y parte de las ideas innatas
que el hombre descubre en sí mismo -cogitare- implica ser pensado y por ende existir.

Con Kant (trad. 1969) asistimos a un intento de contrarrestar esa anulación de la


existencia en favor de le esencia. En efecto, postula que la esencia de una cosa es la
posición absoluta de la casa, por lo que en la simple posibilidad, no es la cosa misma.
Dicha posición absoluta de una cosa sitúa ésta en el contexto de la experiencia. Sin
embargo, Kant termina neutralizando su postulado con su idealismo trascendental,
sometiendo así la existencia al "yugo" de la razón. En efecto, después de haber
inicialmente afirmado la existencia, ésta termina diluida en un puro concepto.

En efecto, Kant en un principio partió del empirismo ce Hume, para carse cuenta que
los sentidos tienen un limite y que seguir a la experiencia como fuente de conocimiento
nos llevará al error. Por ello buscó la solución en el racionalismo, dándose cuenta que
la razón también presenta límites. Redacta entonces la Crífica a la Razón Pura
ylaCrifica a la Razón Práctica, creando un sistema de ideas en el cual el ser no es ni
pensamiento ni acción, sino ambas cosas, es decir, pensamiento -actuado o un actuar
pensante. A esto le llama trascendental, pues el ser a través de las categorías a priori
(razón), hace suyo aquello que los objetos le dan (la experiencia) formando una
síntesis: la esencia, el ser, mi ser, mi subjetividad para con las cosas en sí (das ding
an sich) se transforman en las cosespara mí (das ding für mich).

Hegel (Trad.1963) o su vez, represento la depreciación mayor en cuanto al acto de


existir. En efecto, con él, el ser es privado de la existencia Idealizándose
completamente y convirtiéndose en la más pura abstracción pare terminar en
definitivo, confundiéndose con la nada, pues, para él. el ser puro es la abstracción
pura, y por consiguiente lo negativo absoluto, expulsando así el ente, no sólo de la
existencia sino también de la realidad misma. Con Hegel se puede decir que se da una
completa volatilización de le existencia. El ser se convierte en uno pura abstracción:
"Este concepto equivale, en su ausencia de contenido, a la nada. Inversamente, como
pensamiento de este vacío, la nada es un ser, y en razón de su pureza, lo mismo que
el ser" (Pág. 133).

Dicho de otra manera, Hegel definió al ser como una suerte de "espíritu universal" o de
"razón universal". Con esto apuntaba a que la razón es dinámica y por ende
cambiante. Así mismo, el ser o la razón universal, es el resultado de todas las
reflexiones de la humanidad. Por ende, el ser de Hegel no es, sino que se va
construyendo, cual una cadena de reflexiones pero que se rige sobre ciertas reglas. De
allí que propuso que cualquier idea se sustenta sabré la base de otra idea anterior, de
modo que una idea (tesis), será contradicha por otra (antítesis), produciéndose una
fusión o síntesis entre las dos maneras de pensar. No obstante, esta síntesis una vez
alcorzada, no tardará en convertirse a su vez en una nueva tesis que será
necesariamente contravenida por una nueva antítesis que dará lugar a la evolución
dialéctica.

Después de esta breve revisión de la evaluación del concepto del ser desde Platón a
Hegel, nos preguntamos si se nos ha aclarado el misterio del ser, si finalmente
tenemos una idea más acertada de lo que se reclama para sí, cuando se blande con
audacia el reclamo de ser amado y respetado por lo que se es. En este punto de su
recorrido histórico no nos queda más que admitir que el ser se nos sigue escapando e
incluso podría decirse que se ha "esoterizado" a tal extremo que hará surgir una
reacción, un grito de alerta y es en la figura enigmática de Sóren Kierkegaard que se
nos presenta el antídoto al sistema hegeliano de la "idea absoluta".

En la primera mitad del siglo XIX Kierkegaard (trad. 1987) define el concepto
existencialismo, que entendía como un rechazo de la lógica científica, afirmando que la
filosofía "debe ser vivida" Cabe considerar al existencialismo como una reacción contra
laEdad de la Rozón, pues los racionalistas consideraban a larazón como la facultad
absoluta: el existencialismo, en cambio, acepta al hombre como un compuesto de
razón y sentimientos. Asimismo, el existencialismo es uno de los movimientos
filosóficos más representativos de la cultura contemporánea y su rasgo principal
consiste en cuestionar conceptualmente los principales problemas que se le plantean al
hombre durante su existencia concreta, perdiendo importancia todos los temas
tradicionales de la especulación. De esta corriente se destacarán nombres como el de
Martín Heidegger (Schaffer, sin fecha) quien define al hombre por su provisionalidad,
siendo ésta la posibilidad de realización de sus potencialidades infinitas. Jean-Paul
Sartre (en Lagarde & Michaud, 1965) quien consideró que el estudio del hombre exige
y presupone actividades éticas, definiendo dicha ética como un imperativo: el de la
libertad como un fin, advirtió que el hombre se halla inmerso en el reino de la
necesidad y que sólo se liberará cuando consiga sustituirlo por el reino de la libertad,
Albert Camus (en Lagarde y Michaud, 1965), otro existencia lista renombrado, apuntó
a que la vida era absurda: el hombre no viene de ninguna parte, y no va a ninguna
parte por lo que debe optar por el suicidio o la vida. Si opta por ésta, debe
comprometerse. Aquí encontramos también una crítica a la filosofía metafísica como
saber absoluto (1965, Lagarde y Michaud).

Friedrich Nietzsche, reaccionó ante la filosofía de Hegel o sea, ante el Idealismo


alemán de la época, pues consideraba que la tradición filosófica había reñido con el
mundo real, en pos de un mundo de las ideas. Pea éste el "Topus Uranus" de Platón no
era sino una elucubración por la que nos exhortó a través de su Zaratustra a "ser fieles
a la tierra". Con su enunciado "Dios ha muerto", abrió e! camino a una nueva corriente
o tesis cuyas repercusiones siguen dándose hoy en día, puesto que destruyó la
distinción platónica entre el mundo de las ideas y el mundo material, la distinción
cristiana entre la tierra y el cielo. Se enfrentó violentamente contra la visión ascética
cristiana, por lo que el ser en Nietzsche es un ser vital, entendido como un ser en
potencia, jubiloso incluso ante la muerte, por lo que el vitalismo de Nietzsche alcanza
una Importancia metafísica. A partir de él, surge el pensamiento existencialista que
incluye al voluntarismo (Shopenhauer) y al irracionalismo (Kierkergaard). Nietszche
surge como un materialista metafísico. puesto que promulga una adhesión al mundo
real y un modelo plasmado en el superhombre, que más tarde retomaron Camus en su
concepción del "Santo si Dios" y Jean Paul Sartre en su "Ser y la Nada" dejando al
hombre con la responsabilidad de crear su propio ser.

¿Dónde encajar le psicología con la filosofía o más bien dónde se marca la separación o
la unión entre la filosofía y la psicología?

El gran Friedrich Nietzsche (trad. 1971), en su Ecce Homo nos reta:

"¿Quién, antes de mí, ha sido entre los filósofos, psicólogo y no más bien lo contrario
de éste, "farsante superior", "idealista"? Antes de mí no ha habido en absoluto
psicología. -Ser en esto el primero puede ser una maldición, es en todo caso un
destino..."(pág. 129).

Para Nietzsche la esencia del ser apunta a una trasformación continua, el conocimiento
de sí mismo por la pérdida de sí mismo, es decir un eterno devenir y no un ser rígido o
asentado. El único imperativo que se encuentra en todos sus escritos es 'Transfórmate
en lo que tú eres . Pero ese transformarse se realiza siempre violentamente gracias a
la vehemencia impetuosa de la voluntad. Por ende, para Nietzsche el ser es el ser de
las metamorfosis siempre impelido a destruirse para reconstruirse por completo
(Zweig, 1978).

No obstante, la psicología como objeto de estudio, aún a mediados del siglo XIX era
una rama de la filosofía. Más tarde la filosofía empezó a volverse psicológica. De
hecho., la nueva psicología científica del siglo XIX no fue sino la fusión de dos
psicologías: la psicología de los filósofos y la psicología sensorial de los fisiólogos. Así
es como a mediados del siglo XIX, con Gustav Theodor Fechner y en especial con
Wilhelm Wundt se logró desdibujar la identidad esencial inherente a las dos
psicologías: la psicología de los filósofos y la psicología sensorial de los fisiólogos. En
otras palabras: el miembro filosófico era realmente psicología y el otro, el científico,
era llamado fisiología.

Wundt quien ha sido considerado como el padre de la psicología experimental dio a la


apercepción un lugar central en su psicología a la vez que señaló su naturaleza
voluntarista. En efecto, para Wundt, lo que llamamos nuestro yo tiene carácter de
volición. El voluntarismo de Wundt sostiene la premisa de que controlamos nuestra
mente, lo que se manifiesta en la práctica de la apercepción y la atención. Con Wundt,
la psicología era la ciencia de la conciencia. El ser, por ende, para Wundt, es un ser
consciente que llega a conocerse o a apercibirse por medio de la introspección y la
volición. Wundt había descartado al inconsciente como un 'mito' metafísica ya que
difícilmente se puede analizar introspectivamente.
Por su parte, Sigmund Freud recopiló todas las pruebas clínicas en apoyo a su
concepción del inconsciente; empero, no fue el primero en teorizar acerca de éste.
Otros habían admitido que algunas ideas son conscientes, mientras que otras no están
en la conciencia pero estos teóricos anteriores a Freud consideraron a la inconsciencia
como un estado rápidamente superable, esto sí, desde una óptica puramente
fisiológica. En efecto, científicos como Gustav Theodor Fechner quien postuló el
concepto del umbral de conciencia en tanto sensaciones negativas (Inconscientes) que
no eran detectadas por sentido alguno. Asimismo, anterior a él, Gottofried Wiehelm
Leibniz había acuñado el término de 'petites perceptions' a las ideas que Johann
Friedrich Herbart llamaba ideas inhibidas, Todos conceptos que hacían referencia a una
cierta génesis del inconsciente.

Por el contrario, Freud resaltó al inconsciente dinámico en tanto que las


representaciones inconscientes son inaceptables a nuestra conciencia por lo que las
mantenemos inconscientes. Al conservar su intensidad dichas representaciones pugnan
incesantemente en sus intentos de penetrar en nuestra conciencia de manera que la
"represión" debe actuar permanentemente. Freud redujo así toca la conducta y la vida
mental a determinantes inconscientes. Asimismo, Freud nos exhorta a ser. a que nos
enfrentemos al inconsciente para conquistarlo; es decir, hacer consciente lo
inconsciente.

Los antecedentes de los puntos de vista de Freud pueden encontrarse en la filosofía


alemana del siglo XIX. En efecto, Arthur Schopenhauer compartió la concepción
pesimista que Freud tenía de la naturaleza esencial de los hombres. Por su parte, tanto
Nietzsche como Freud creían que caca persona tiene una naturaleza indómita,
pulsiones que se intenta mantener inconsciente en respuesta a ¡as exigencias de la
civilización, por lo que concebían la dimensión cultural de los hombres como una
transformación o "sublimación" de su naturaleza más baja.

Llegados a este punto es menester revisar someramente los acontecimientos más


sobresalientes que marcaron el devenir de la psicología a partir de aquel principio de
siglo.

La psicología del acto, que encuentra su representante en Max Brentano estaba en


desacuerdo en que la psicología científica fuera psicología fisiológica. La psicología de
Brentano era empírica, pero no experimental. Se separó del laboratorio y enfocó su
atención en el acto psíquico (en el Acto en sí). Del acto, pasó a los fenómenos. Los
fenómenos psíquicos, que según éste, deben entenderse como actos. Más
concretamente, todos los procesos mentales pueden calificarse como algún tipo de
acto. A partir de esta noción se desarrolló más tarde el Funcionalismo cuyos
representantes más destacados fueron William James y John Dewey.

El acto implica siempre un objeto; se refiere siempre a un contenido, pero en forma


intencional (la meta forma parte de su acto). Por intencional se enriende: dirigido a la
aprehensión del objeto por conocer. Así, se aprehende el fenómeno en sí. No se trata
de la presentación en sí, sino del acto de presentación: el acto de escuchar un sonido,
el acto de ver un color. Esto es diferente del fenómeno físico: un sonido, un color. Así,
el fenómeno mental se percibe como una unidad.

Como para Brentano, los fenómenos psíquicos deben entenderse como actos, se deriva
la noción de que un acto psíquico no se contiene a sí mismo, sino que contiene a su
objeto dentro de sí mismo en forma Intencional; esto es: se caracteriza por la
objetividad inmanente. En otras palabras, la meta forma parte de nuestro acto. La
existencia del contenido mental es menos importante que el acto mental que
aprehende el fenómeno (p.e. el hecho de que exista el color rojo no es tan importante
como el hecho de que yo lo pueda percibir). Cuando uno ve un color, éste no es por sí
mismo mental. Es el ver, el acto de ver lo que es mental. Sin embargo, ver no tiene
sentido alguno a menos que estemos viendo algo. El concepto filosófico subyacente a
esta psicología se remonta al trabajo del Obispo inglés George Berkeley. quien en el
siglo XVIII partió del principio esse est percipi, ser es ser percibido, negando así la
existencia de un mundo material fuera de la conciencia del hombre (solipsismo).
Enfatizó que lo único que existe es lo que se percibe.

Dentro del marco de la psicología norteamericana se destaca el pensamiento filosófico


de William James que consistió en llamar la atención en el funcionamiento del ser en
vez de su esencia, tarea en la cual lo acompañaría James Rowland Angelí, James
McKeen Cattel y John Dewey. Esta corriente filosófica, rápidamente influyó en la
psicología norteamericana dando sus primeros frutos en la psicología educativa. Sin
embargo, no pasaría mucho tiempo, cuando en fecha tan temprana como 1918 un
joven llamado John B. Watson, siguiendo los pasos de la escuela reflexológica rusa
gestada por Ivan Petrovich Pavlov. Vladimir Bechterev y Ivan Mijailovich Sechenov,
desterraría por mucho tiempo al "ser" de la psicología americana; reduciéndolo o la
mera conducta observada, dando origen a la corriente psicológico conocida como
Conductismo. Pues como diría el enfant terrible del conductismo radical, B. F. Skinner:
"La conducta no es lo que se observa, sino, más bien lo que un organismo observa que
otro hace". Al contrario de Wundt quien intenta que la psicología fuera una explicación
de procesos Internos que producen conducta, Skinner sigue, en cambio los pasos de
Watson al situar rotundamente la responsabilidad de la conducta en el entorno. Para
Skinner una persona no merece alabanzas ni reproches por lo que haga, pues es el
entorno que controla su conducta. Asimismo, los estados mentales son para Skinner
irrelevantes pera la conducta legando a considerar que los sentimientos son actividad
glandular o endurecimiento y ablandamiento de los tejidos genitales (Boring, 1992).
Por otra parte, Skinner daba por supuesto que toda conducta está determinada y por
ello una noción tal como la libertad, carece de sentido. Desde ese punto de vista el
deseo de libertad no sería sino una respuesta al castigo. Podríamos aventurarnos a
concluir que paro el conductismo, ser es hacer.

De manera similar, la fenomenología del siglo XX aparece como un método, basado en


la descripción de los fenómenos, en concebir las cosas tal y como se aparecen al sujeto
(subjetivismo). La fenomenología se separa completamente del positivismo emplasta.
ya que su objeto de estudio son los hechos en mí.

Dentro de la filosofía, la corriente subyacente a la fenomenología es el Existencialismo


alemán, del cual se considera a Martin Heidegger su principal representante. Pero
Heidegger da un paso más en su fenomenología particular. Reconoce que "ser" se ha
convertido en una palabra filosófica vacía, y por consiguiente intenta re-crear un
lenguaje muy diferente, en el cual "ser", lejos de ser una palabra estéril, es el
concepto más rico y más Importante. Este lenguaje es el lenguaje usado por los
filósofos presocráticos.

De acuerdo con Heidegger, la naturaleza y la vocación del hombre es preguntarse


"¿qué es ser?" Sin embargo, fallamos en hacernos dicha pregunta. El despertarnos en
nuestra vocación y el prevenirnos contra nuestro fracaso ha sido su único fin. Su
influencia se marca dentro del ámbito Ce la psicología sobre todo en el extenso
movimiento del psicoanálisis existencial para el cual el psiquiatra suizo Ludwig
Binswanger fue un pionero.

El Daseinanalyse de Ludwig Binswanger es una teoría que mezcla la fenomenología, el


existencialismo heideggeriano y el psicoanálisis. Binswanger es un fenomenólogo en el
sentido de que postula una disciplina sin presupuestes, en la cual el investigador pueda
aprehender el mundo del paciente tal como es vivida, y estar en la experiencia del
paciente. Para este fin, se debe limitar el análisis solamente a aquello que está
presente en la conciencia del paciente. La meta es lograr que los fenómenos hablen
por sí mismos. Considera con igual valor a todos los aspectos de la vida del paciente y
su mundo. Esto no significa que Binswanger hace a un lado la cadena causal en sí
misma (visión científica), sino que se tiene que percibir al individuo tal cual y en todo
su contexto. De esta manera, el pasado se torna en cuente en el sentido de que se
visualiza el pasado de un paciente como existente en su presente. El individuo es,
pues, su contexto. Asimismo, Ortega y Gasset dirá "Yo soy yo y mis circunstancias".

La postura de Binswanger cambia un poco el tono psicoanalítico, en el sentido de que


es el presente, o el consciente, o el contenido manifiesto de los sueños, y las
expresiones verbales manifiestas, que apuntan hacia una unidad, y esto es la base del
mundo del paciente. En otras palabras, el ser humano no puede percibir un evento
puro fuera de su contexto de significados. El Daseinalalyse implica pues, comprender al
hombre: (a) como criatura de la naturaleza, (b) como ser social o históricamente
determinado, (c) por medio de un entendimiento ontológico que evita la separación de
cuerpo, mente y espíritu.

En términos de Kierkegaard, quien desprecia los límites de la existencia (muerte, falta


de libertad, etc.) está en desigualdad con los fundamentos de su existencia. El que es
libre o no neurótico, es aquel que sabe de la falta de libertad, de la existencia finita
humana, y que obtiene poder sobre su existencia, dentro de su falta de poder.

No obstante, es innegable que no es hasta el surgimiento de la corriente existencia


lista y en especial con Martín Heidegger, que el hombre finalmente es visto como el
"guardián del ser". Asimismo, los psicólogos de la Gestalt, cuya raíz filosófica al igual
que con la corriente existencialista, se encuentra en la Fenomenología, propusieron
una vuelta a la experiencia inmediata y son ellos los meros precursores de la Psicología
Humanística o "Tercera Fuerza" cuando el ser "humano" cobró nuevas dimensiones con
una psicología centrada en la persona y un enfoque en lo. libertad y la dignidad
humanas. Así, Abraham Maslow (1982) propuso una psicología transpersonal cuyo
objetivo apunta a perfeccionar a la humanidad por medio de experiencias
trascendentes. John B.P. Shaffer (sin fecha) en su obra Humanistic Psychology enfatiza
que la psicología humanística no implica un área de contenido específica, sino más bien
una actitud o una orientación hacia la psicología como un todo. También, al igual que
con la Psicología Ganzheit de Wilhelm Wundt y su método introspectivo, Shaffer (sin
fecha) ha marcado que la psicología humanística es conocida por su fuerte interés en
los eventos psicológicos subjetivos. Apuntó claramente a las raíces filosóficas de la
Psicología Humanística en el pensamiento existencial, subrayando cuatro temas
principales: (a) confrontación con la nada y la muerte; (b) la libertad de escoger, (c) la
situación: (d) la intencionalidad.

Rollo May (1961), por su parte, en Existencial Psychology aclaró el surgimiento de la


Psicología existencial en los Estados Unidos, apuntando al filósofo William James y c
conceptos tales como (a) un énfasis en la inmediatez de la experiencia y la unión de
pensamiento y acción; (b) la voluntad y la decisión: (c) el hombre en tanta ser vital,
decisivo y que experimenta.

A medida que hemos ido avanzando en nuestro análisis del significado del ser, éste ha
ido tomando una dimensión cada vez más humana, a la vez que individual, llegando a
Abraham Maslow, para quien el ser toma un aspecto puramente teleológico, que
consiste en un proceso natural por lo que inherente a su propia naturaleza, el
hombre tiende hacia a una actualización cada vez más perfecta de su "humanidad".

Paralelamente, a mediados del siglo XX en Europa, se estaba desarrollando un


movimiento encabezado por Jacques Lacan el cual postuló con energía el "retorno a
Freud" y fundó su propio centro psicoanalítico: La Escuela freudiana de París, al ser
expulsado de la Sociedad Internacional de Psicoanálisis. Lo imaginario, lo simbólico y lo
real, constituyen la trilogía lacaniana, a través de la cual se trata de explicar toda la
experiencia individual. Lacan sostiene que el inconsciente está estructurado como un
lenguaje de lo cual se desprenden dos cosas: que el individuo es un ser hablante a la
vez que un ser hablado; por ende, el discurso del ser que habla está sujeto a la acción
significante de ciertos mecanismos de los que participan el inconsciente y el lenguaje.
Esta doble función estructura al sujeto, transforma su cuerpo y necesidades y define
sus afectos. Lacan hace usa de ciertos elementos y conceptos de la lingüística, las
matemáticas, la lógica, la topología de superficies y, finalmente, de la topología nodal
para el despliegue de sus lecturas del texto freudiano. Por medio de esa topología
nodal, articula los tres registros con el nudo borromeo y, por ende, cuestiona el
espacio kantiano, es decir, la estética kantiana plantea un espacio previo a que el
hablante se instale en él, es un espacio a priori. Una intuición pura, una intuición que
permite una aprehensión fuera de toca experiencia. Lo que Lacan propone con las «dit-
menciones» no es un espacio previo donde el sujeto luego se inserta., si no por el
contrario un espacio fundado por el decir, es el dicho el que funda el espacio. Por lo
que es un espacio del decir Inconsciente. Cuestiona también el dualismo cartesiano ya
que Descartes plantea que hay una res cogitans y una res extensa, proponiendo al
sujeto como una cosa pensante y como una cosa extensa lo que implica que el cuerpo
es reducido a la extensión. Este dualismo entre organismo y psique tiene una profunda
incidencia en nuestro pensamiento cotidiano y en el científico. Margarita B. Hes (1995)
enfatiza que tampoco el psicoanálisis ha quedado exento de su influencia, ya que
señala una ambivalencia no resuelta en la propuesta de Freud la cual sostiene un
interior y un exterior de lo cual se deriva una realidad psíquica y una realidad material,
tributaria del dualismo cartesiano que fue subvertido por la Topología lacaniana. Lacan
al unir sus tres registros al nudo borromeo, marca un hito en su enseñanza porque los
hace equivalentes (Hes, 1995).

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