TOPOFILIA – CAPITULO VIII: TOPOFILIA Y ENTORNO

Tuan, Y. (2007). Topophilia. A study of environmental perception, attitudes and

values. (F, Zapata. Traductora) New Jersey. (Trabajo original publicado en 1974).

Yi-Fu Tuan es un geógrafo, profesor y escritor chino nacido en 1930 y nacionalizado

estadounidense. Realizo estudios en el University College de Londres, la
Universidad de Oxford obteniendo los títulos de Bachelor of arts y Master of arts en
1951 y 1955, respectivamente y su doctorado en la Universidad de California en
1957. Se ha desempeñado como profesor en la Universidad de Indiana, Universidad
de Nuevo México, Universidad de Toronto, Universidad de Minnesota y Universidad
de Wisconsin-Madison. Tiene en su haber diversas publicaciones traducidas a
diferentes idiomas como alemán, español, italiano, polaco, entre otras. Ha sido
merecedor de diferentes distinciones a lo largo de su carrera, entre ellas el premio
Vaudrin-Lud, máximo galardón en el campo de la geografía entregado en el Festival
Internacional de Geografía celebrado en Francia.

El texto habla sobre la relación afectiva que se produce del hombre hacía su
entorno. Expone distintos apartes, explicando en cada uno como se desarrolla y
manifiesta este afecto. Por un lado, está la apreciación estética, en donde la relación
afectiva es más fuerte cuando de por medio hay memorias humanas o
acontecimientos que le dan más valor al paisaje. El contacto físico aborda el afecto
a partir de la relación trabajo-sustento que hay entre el hombre y el lugar, que bien
puede ser de amor-odio y en el que influye el nivel socioeconómico y capacidad de
resistencia de las personas; se enfoca sobre todo en el campesino o granjero que
vive a diario en relación íntima con su entorno. Del mismo modo la topofilia se ve
influenciada por la salud, argumentando que las personas – en su mayoría jóvenes
- son más susceptibles a tener mejor estado de ánimo por el bienestar que les brinda
su entorno. La familiaridad y el vínculo aborda el afecto originado hacía las
pertenencias, su hogar o su barrio, pues, son una ‘extensión de la personalidad’. Lo
que tiene una connotación familiar ubica al individuo en una zona de confort, que lo
protege del mundo exterior. Este tipo de vínculo se ve más arraigado en la población
anciana. La topofilia en el caso del patriotismo hace referencia al amor por la tierra
natal, que surge de la experiencia. Tal amor solo puede darse en un entorno local y
no extenso, pues es complejo despertar tal afecto por un vasto territorio que no se
conoce en su totalidad. La urbanización y actitud hacía el campo habla básicamente
de la relación de afecto que se da hacía el campo una vez que se experimenta el
contraste del mismo, es decir, la ciudad. Los sentimientos respecto al campo solo
pueden aparecer con el surgimiento de las grandes ciudades. Por último, se
relaciona el tema del yermo como la representación opuesta a la ciudad, lo agreste,
territorios salvajes y difíciles, pero que a su vez tiene las características necesarias
para despertar la virilidad y la fortaleza.

En este texto se resalta la relación que hay entre el humano y su entorno. Es lo que
el positivismo lógico no podría abarcar en sus modelos pues es demasiado complejo
de representar en un orden lógico o matemático; son estos estímulos aquellos que
hacen parte del dinamismo de la distribución espacial. En este capítulo prima y se
resalta principalmente el campo sobre la ciudad, como un medio benéfico para las
personas, buscando darle la importancia que hoy en día no se tiene, pues se
considera que el desarrollo y el bienestar está específicamente en las grandes
ciudades, en los centros urbanos y que estar en el campo o la periferia significa el
atraso. Este tipo de relación dada por la topofilia es de un ámbito individual más que
algo colectivo, pues es independiente entre cada persona; la razón de tal afecto es
diferente y varía el trasfondo que hace especial al lugar.

Este tipo de relación es evidentemente más arraigada y fuerte en el campo para la

población adulta o comunidades nativas, pero para la población joven envuelta más
en la ‘modernidad’ la topofilia puede expresarse de forma totalmente diferente.