Marco Teórico programa de Educación

Emocional para 4º de Educación Primaria

Máster Universitario en Alumno/a: María Orientación:

Prevención e Trinidad Olivos Profesional
Intervención Psicológica Balmaceda Créditos: 12
en Problemas de
Conducta en la Escuela D.N.I: 16.0970.044-8 Convocatoria:
Diciembre 2018
Curso académico Director/a de TFM:
2018/2019 Lola Alaminos Hervás
Lugar de residencia,
mes y año de defensa:
Santiago de Chile,
diciembre 2018
Programa de educación emocional para 4º de Primaria

1. Resumen

En la actualidad es posible observar un creciente interés por incorporar aspectos

emocionales y socioafectivos en la escuela, para construir una verdadera educación integral.

En ese contexto, la educación emocional es un proceso educativo cuyo fin es potenciar el

desarrollo afectivo como complemento del desarrollo cognitivo, entregando conocimientos y
habilidades que ayuden al ser humano a enfrentar mejor los desafíos de su vida, favoreciendo su
bienestar personal y social.

La escuela es un espacio privilegiado para el desarrollo de competencias emocionales, en

su rol formador y como espacio de socialización. En particular, la educación primaria se distingue
como una etapa en donde los niños están construyendo su personalidad y manifestando mayor
interés en sus iguales, desarrollando recursos y habilidades para la interacción e integración
social.

El propósito de este proyecto ha sido diseñar un programa de educación emocional para el

alumnado de educación primaria, específicamente, para 4º de primaria.

Se espera que este programa al ser implementado a futuro permita la adquisición de

competencias emocionales en los y las estudiantes, fomentando su desarrollo socioafectivo y
mejorando el clima de aula.

Palabras clave: Educación emocional, competencias emocionales, inteligencia emocional,

educación primaria.

2. Introducción y justificación

A lo largo de la historia, la educación formal había tendido a focalizarse en el razonamiento

y la transmisión de conocimientos, minimizando la importancia del desarrollo emocional del
alumnado, y por consiguiente, dejando fuera del sistema educativo a las emociones, sentimientos
y relaciones. No obstante, a partir del siglo XIX comienza a percibirse un creciente interés por

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Programa de educación emocional para 4º de Primaria

considerar al ámbito emocional dentro de la escuela, incluyendo aspectos afectivos y vinculares

como parte del currículum, con el propósito de ofrecer a niños y jóvenes una educación integral
(Fernández-Berrocal y Extremera, 2002).

Sumado a esto, la evidencia empírica da cuenta de que ser cognitivamente inteligente no

es garantía de la obtención de éxito académico, profesional o en el ámbito personal (Goleman,
1996).

En ese contexto, surge la propuesta de la educación emocional como una iniciativa cuyo
objetivo es responder a una serie de necesidades sociales que no se encuentran atendidas en la
educación formal, bajo la premisa de que existen un conjunto de capacidades relacionadas con
la esfera emocional que son cruciales para que los individuos puedan desenvolverse
adecuadamente en el plano social, y conseguir un alto grado de bienestar y satisfacción personal
(Catalá, Boque, Carnana y Tercero, 2011). Se entiende a la educación emocional como un
proceso educativo permanente cuyo fin es potenciar el desarrollo emocional a través del
desarrollo de conocimientos y el entrenamiento de habilidades sobre las emociones y
sentimientos, entregando a los seres humanos herramientas que le permitan enfrentar de mejor
manera los desafíos cotidianos (Bisquerra, 2000).

La sociedad actual con el influjo de las nuevas tecnologías y el uso de redes sociales, la
disminución del número de hijos por familia, la incorporación de las mujeres al mundo laboral, y
un cambio notorio en la estructuras familiares, ha propiciado que la infancia y adolescencia como
etapas del ciclo vital estén sometidas a condiciones, exigencias y riesgos diferentes a antaño
(Catalá, et.al, 2011).

La Organización Mundial de la Salud (2018) muestra cifras alarmantes respecto a la salud

mental de niños y jóvenes del mundo: La mitad de las enfermedades mentales comienzan antes
de los 14 años, pero la mayoría de estos casos no son pesquisados a tiempo, ni acceden a un
tratamiento. Por su parte, la depresión ocupa el tercer lugar en cuanto a carga de morbilidad y el
suicidio es la segunda causa de muerte entre los 15 y los 29 años. Por otra parte, el uso nocivo
de alcohol y drogas en los adolescentes se sitúa como una problemática de gran impacto que
puede incitar a comportamientos peligrosos.

Frente a ese escenario resulta fundamental promover desde edades tempranas la

educación emocional, para fomentar competencias emocionales que permitan a niños y
adolescentes hacer frente a los retos que plantea el mundo actual y, de esa manera, prevenir la

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Programa de educación emocional para 4º de Primaria

aparición de problemas de convivencia y desarrollo humano como la violencia, el consumo de

drogas y alcohol, la depresión, ansiedad y el estrés, entre otros (Álvarez, 2001; Bisquerra, 2003).

La educación emocional en la escuela, y en particular en la Educación Primaria juega un

papel esencial en la vida del niño, ya que constituye una base necesaria para su progreso en las
diferentes dimensiones de su desarrollo (De Andrés, 2005).

Desde lo planteado por Goleman (1996), los niños y adolescentes presentarían un

analfabetismo emocional, es decir, carecen de la capacidad para reconocer, aceptar, gestionar,
expresar y crear sus emociones, lo que podría desembocar en estos comportamientos
desadaptativos.

Por otra parte, diversos autores proponen que el papel de las emociones en los procesos
de enseñanza aprendizaje es vital (Mayer y Salovey, 1997; Goleman, 1996; Céspedes, 2013),
donde la inteligencia emocional y el bienestar son centrales para la obtención de un buen
rendimiento escolar y en la capacidad de aprender y concentrarse de los niños. De esta manera,
la frustración, el sufrimiento, la soledad, la desmotivación y la desesperanza pueden inhibir la
capacidad de adquirir nuevos conocimientos.

Por lo expuesto anteriormente, se considera relevante elaborar un programa de educación

emocional que responda a las necesidades detectadas en los estudiantes para favorecer su
desarrollo socioafectivo.

Se espera que este programa al ser implementado a futuro permita la adquisición de

competencias emocionales en el alumnado - reconocimiento, regulación y expresión de sus
emociones, empatía y habilidades de resolución de conflictos- favoreciendo su desarrollo
socioafectivo y por consiguiente, mejorando el clima del aula.

En el presente trabajo se emplean nombres genéricos como “niños”, ”alumnos”,

“participantes”, “hijos”, “padres”, “profesores” y “docentes” que de no indicarse específicamente
lo contrario, siempre se referirán a hombres y mujeres. Se seguirá este criterio a lo largo de todo
el texto, con el objetivo de dinamizar la lectura.

3. Marco Teórico

3.1. Definiciones de educación emocional

En este apartado se comenzará exponiendo las definiciones del término educación

emocional desde la perspectiva de diversos autores.

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Programa de educación emocional para 4º de Primaria

Bisquerra (2003), quien tiene numerosas publicaciones al respecto, señala que la

educación emocional consiste en una innovación educativa cuya finalidad es desarrollar
competencias emocionales que favorezcan el bienestar personal y social de los individuos.
Corresponde a un proceso educativo continuo, pues debe estar presente durante todo el
currículum académico, y tiene como objetivo capacitar a las personas para la vida, procurando
su desarrollo integral.

Bisquerra (2000) propone que la educación emocional debe basarse en el desarrollo de

conocimientos y habilidades sobre las emociones, entregando a niños y adolescentes,
herramientas que los ayuden a enfrentar los desafíos de la vida cotidiana. La adquisición de
competencias emocionales mejora las relaciones interpersonales, facilita la resolución de
conflictos contribuye positivamente a la salud física y mental, y tiende a incrementar el
rendimiento académico.

En esta misma línea, Marina (2005) plantea que la educación emocional surge como una
solución a una gran cantidad de problemas personales y sociales que son fundamentales para la
convivencia. Favorece la comprensión de los propios sentimientos y de las respuestas
emocionales de los demás; la resolución de conflictos ayuda a regular nuestro comportamiento,
a manejar el estrés y gestionar nuestros recursos personales.

La educación emocional puede ser entendida como una forma de prevención primaria
inespecífica, ya que las habilidades que entrega pueden utilizarse en diversas situaciones,
disminuyendo el riesgo de padecer algunas disfunciones como son el consumo de drogas, estrés,
ansiedad, depresión, violencia, etc. (Bisquerra, 2010).

Por su parte, Pérez-González y Peña (2011) señalan que la educación emocional, además
de basarse en las competencias emocionales, se funda en el concepto de inteligencia emocional.

Desde Bar-On (2000), la inteligencia emocional puede ser entendida como un conjunto de
capacidades no cognitivas que influencian la habilidad propia de tener éxito, al afrontar
dificultades del contexto.

Por su parte Goleman (1996), describe la inteligencia emocional como la capacidad para
identificar nuestros sentimientos y los de los demás y para gestionar las emociones en nosotros
mismos y en la interacción con otros.

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Programa de educación emocional para 4º de Primaria

Al mismo tiempo, Martineaud y Elgehart (1996) se refieren a la inteligencia emocional como

la capacidad para leer nuestros sentimientos, regular nuestros impulsos, razonar, escuchar a los
demás y mantener una actitud serena cuando nos vemos enfrentamos con dificultades.

3.2. Importancia de la educación emocional

De acuerdo con Bisquerra (2003), el propósito de la educación es el desarrollo integral de

los individuos, que comprende dos ámbitos fundamentales: el desarrollo cognitivo y el desarrollo
emocional. Si bien tradicionalmente se ha concebido al rol del profesor centrado en la transmisión
de conocimientos, con el influjo de las nuevas tecnologías esta visión ha ido cambiando, siendo
central la dimensión del apoyo emocional de los docentes en el proceso de aprendizaje.

Delors (1996) en “La Educación encierra un tesoro”, informe sobre educación creado por la
Comisión Europea mediante la UNESCO, menciona que para afrontar los nuevos desafíos del
siglo XXI se hace imperioso asignar nuevos objetivos a la educación. Estos debieran organizarse
en torno a cuatro pilares:

1.- Aprender a conocer: Comprender el mundo que nos rodea.

2.-Aprender a hacer: Poner en práctica los conocimientos

3.- Aprender a vivir juntos: Participar y colaborar con los demás.

4.-Aprender a ser: Desarrollo de la propia personalidad (Autoestima, autonomía y

responsabilidad).

Propone que la enseñanza escolar se ha centrado en mayor medida en desarrollar el primer

objetivo y en menor medida en el segundo. Mientras que dos últimos pilares han estado
prácticamente ausentes, los cuales tienen relación con la educación emocional.

Se plantea que los cuatro pilares debieran ser trabajados de manera equivalente para
procurar una educación orientada al ser humano en su calidad de persona.

Delors (1996) hace énfasis en el aprender a ser, que implica desarrollar las capacidades de
las personas para lograr un crecimiento integral que favorezca la autonomía, la toma de
decisiones responsable, el equilibrio personal y la adquisición de valores.

Reforzando esta idea, Fernández-Berrocal y Extremera (2002) mencionan que en el siglo

XXI la escuela ha asumido este debate y se ha empeñado en cumplir con la doble misión de
educar tanto la cabeza como el corazón, abordando el ámbito académico y el emocional. Esto

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Programa de educación emocional para 4º de Primaria

con la convicción de que ambos tipos de aprendizajes están necesariamente conectados, no

existiendo tal dicotomía que obligue a elegir entre un aspecto y otro.

De esta manera, la educación emocional nace como una respuesta educativa a una serie
de padecimientos de la sociedad actual: depresión, ansiedad, violencia, drogadicción, bullying,
trastornos de la alimentación, problemas de disciplina, etc. (Álvarez, 2001). Al mismo tiempo, se
considera que el factor emocional es un elemento fundamental para la prevención de algunas
enfermedades, ya que se ha demostrado que las emociones negativas como la ira, el miedo, el
estrés o la depresión pueden tener un impacto directo sobre la salud de las personas (Perea,
2002).

Diversas investigaciones indican que tanto la inteligencia emocional como las competencias
socioemocionales son una herramienta significativa para lograr una mayor adaptación en su
dimensión personal, familiar, social y profesional en un mundo cambiante y de desafíos
constantes (Lopes y Salovey, 2004; Mayer y Cobb, 2000; Pérez-González y Peña, 2011; Parker
et.al, 2000).

Un estudio desarrollado por Lopes, Salovey y Strauss (2003) expuso que los alumnos que
puntuaban más alto en inteligencia emocional demostraban mayor satisfacción en sus relaciones
con los demás, y tenían menos conflictos interpersonales que los que puntuaban bajo en
inteligencia emocional.

En este contexto, se sostiene que los programas de educación emocional bien

estructurados y con fundamento teórico son capaces de mejorar los niveles de inteligencia
emocional, siendo la educación emocional capaz de potenciar los recursos psicológicos de las
personas para que sean capaces de afrontar sus vidas (Pérez-González y Peña, 2011).

3.3. Modelos sobre inteligencia emocional

A partir de la literatura los modelos sobre inteligencia emocional se han clasificado

principalmente en dos tipos: modelo de habilidades y modelos mixtos.

 Modelos de habilidades

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Los modelos de habilidades consideran que el constructo de inteligencia emocional se basa en

la presencia de habilidades para el procesamiento de la información emocional, que no incluyen
componentes de la personalidad.

Sus principales exponentes son Mayer y Salovey (1997) quienes proponen que las
personas tendrían una serie de destrezas cognitivas, dirigidas por los lóbulos prefrontales del
neocórtex, capaces de percibir, evaluar, expresar, manejar y autorregular las emociones de una
manera inteligente, lo que les permitiría orientarse a su bienestar y adaptarse a las normas
sociales.

Según esto, la inteligencia emocional se constituye como un modelo de factores que se

relacionan entre sí:

a) Percepción emocional: Se refiere a la habilidad para identificar las emociones propias y

las de los demás, a través de su expresión facial y de otros elementos como la voz o la
expresión corporal.
b) Facilitación emocional del pensamiento: Alude a la capacidad para asociar las
emociones con otras sensaciones como el sabor y olor, o utilizar los sentimientos para
ayudar al pensamiento. Esto, entendiendo que las emociones pueden priorizar o dirigir al
pensamiento, captando la atención hacia la información más importante. Por otra parte, la
felicidad fortalece el razonamiento inductivo y la creatividad.
c) Comprensión emocional: Se refiere a la habilidad para interpretar y clasificar el amplio
repertorio de emociones, conocer las causas que las originan y anticipar estados
emocionales para poder resolver problemas.
d) Regulación emocional: Se entiende como la habilidad para regular las emociones en
uno mismo y en los demás, para apaciguar las emociones negativas y reforzar las
positivas.

 Modelos mixtos

Estos incluyen competencias emocionales y rasgos de personalidad como son el control de

impulsos, la motivación, la tolerancia a la frustración, el manejo del estrés, la ansiedad, la
asertividad, la confianza y la persistencia. Sus principales autores son Goleman (1996) y Bar-On
(2000).

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 Modelo de Goleman: Según Goleman (1996), la inteligencia emocional se conforma por

cinco habilidades que debieran ser desarrolladas de manera conjunta:
a) Conciencia de uno mismo: Se refiere a la conciencia que se tiene de los propios estados
internos, los recursos personales y las intuiciones.
b) Autorregulación: Consiste en el manejo de las emociones, impulsos y recursos internos.
La capacidad para atenuar las expresiones de ira o irritabilidad es muy relevante en las
relaciones sociales.
c) Motivación: Alude a orientar las emociones hacia el logro de objetivos, lo que es esencial
para prestar atención y ser efectivos y productivos en las actividades que se emprenden.
d) Empatía: Se entiende como la capacidad de reconocer las emociones de quienes nos
rodean.
e) Habilidades sociales: Se define como la capacidad de establecer buenas relaciones con
los demás y manejar las emociones que surgen en la interacción con otros.

• Modelo de Bar-On (2000): Este psicólogo estadounidense define la inteligencia

emocional como la capacidad de comprender y dirigir las emociones para que trabajen en favor
de las personas y no en contra, ayudando a los seres humanos a ser más eficaces y tener éxito
en diversos ámbitos de la vida. Su teoría se basa en cinco componentes principales que a su vez
contienen 3 factores, los cuales pueden ser medidos a través de un instrumento psicométrico que
él creó llamado EQ-i.

Estos 5 constructos son:

a) Percepción de uno mismo: Está compuesto por:
 Autoconcepto: Respetarse a uno mismo aceptando fortalezas y debilidades.
 Autoconciencia emocional: Reconocer y comprender las propias emociones
identificando los efectos que generan en el pensamiento y las acciones.
 Autorealización: Disposición a superarse y perseguir sus objetivos.
b) Expresión de uno mismo: Se desglosa en:
 Asertividad: Capacidad de las personas de comunicar sentimientos y pensamientos y de
defender sus derechos, expresándose de una manera respetuosa hacia los demás.
 Expresión emocional: Dar a conocer las emociones personales de manera verbal y
gestual.
 Independencia: Adoptar una actitud libre y autónoma.

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c) Componente Interpersonal: Compuesto por los siguientes factores:

 Empatía: Reconocer y comprender las emociones de los demás y respetar sus
sentimientos.
 Relaciones interpersonales: Desarrollar relaciones positivas con los demás, basadas en
la confianza.
 Responsabilidad social: Disposición a colaborar en la sociedad, aportando al bienestar
de las personas.

d) Toma de decisiones: Que se organiza en:

 Resolución de problemas: Encontrar soluciones frente a problemas, comprendiendo
cómo las emociones influyen en la toma de decisiones.
 Contrastar la realidad: Mantener la objetividad y procurando que las emociones no
alteren la percepción de los hechos.
 Control del impulso: Resistir el impulso de actuar, evitando decisiones o
comportamientos apresurados.
e) Manejo del estrés: Se compone de:
 Flexibilidad: Adaptar las emociones, pensamientos y conductas ante circunstancias
cambiantes e impredecibles.
 Tolerancia al estrés: Enfrentarse a situaciones difíciles, creyendo que es posible
manejarlas.
 Optimismo: Adoptar una actitud esperanzada hacia la vida, a pesar de las
complejidades.

3.4. La educación emocional en la escuela

La escuela es uno de los principales espacios educativos para el desarrollo de la educación

emocional, siendo el período escolar fundamental para la conformación de la personalidad de los
seres humanos (Perea, 2002).

Todos los agentes de la comunidad escolar (Profesores, tutores, orientadores, psicólogos)

contribuyen a configurar la personalidad y autoconcepto del niño o adolescente quien participa
en su rol de estudiante (Dueñas, 2002).

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La escuela es a su vez un espacio privilegiado para favorecer las relaciones con el grupo
de iguales y la amistad, estimulando la convivencia entre los alumnos a través de sus actividades
(Dueñas, 2002). Por esta razón, la educación emocional debe procurar que los estudiantes se
conozcan a sí mismos y a los demás, que se respeten, valoren a los otros y cuiden el entorno en
el que viven, buscando su bienestar y desarrollo integral de su personalidad (García, 2012).

El esfuerzo de la educación emocional debe orientarse a que los niños y adolescentes

aprendan a aceptar sus emociones y sentimientos, a tomar decisiones de manera responsable,
favoreciendo el establecimiento de relaciones interpersonales satisfactorias y constructivas,
capaces de elevar su calidad de vida (García, 2012).

Por otra parte, es relevante reconocer el papel que juegan las emociones en el proceso de
aprendizaje. Como menciona García (2012), no es posible aprender, si no existen emociones
positivas que impulsen al alumno hacia esa dirección. Se debe considerar a las emociones como
parte del aprendizaje, y a la educación como un proceso integral, donde cognición y emoción
constituyen un todo dialéctico.

Esto implica que el profesor no es un agente neutral en su acto pedagógico de la

transmisión del currículo. El proceso de enseñanza-aprendizaje se ve influido por la forma en que
el profesor gestiona sus propias emociones respecto a sí mismo, al entorno educativo, y a sus
estudiantes a cargo, de manera tal que las actitudes que el docente asuma pueden potenciar o
dificultar el aprendizaje por parte de los educandos (García, 2012).

Como menciona Céspedes (2008) el bienestar de los niños pasa por el bienestar de los
adultos que los acompañan, teniendo el profesor un rol protagónico en la conformación de un
clima de aula que impacte positivamente en el aprendizaje y el desarrollo socioemocional de sus
alumnos. Para esta neuropsiquiatra, el docente debe instalar en el aula una climatización
emocional, despertando en los alumnos una sensación de protección y seguridad y un lazo
afectivo que los ayude a dejar atrás sus miedos, rabias y frustraciones, generando una buena
disposición hacia el aprendizaje.

3.5. Marco conceptual de las emociones

La palabra emoción viene del latín movere, que significa mover hacia fuera o sacar fuera
de nosotros mismos (Bisquerra, 2003).
Una emoción es un estado complejo del organismo que se distingue por una perturbación,
un cambio, o una molestia que nos dispone a responder de manera organizada. En ese sentido,

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las emociones se generan habitualmente como respuesta a un estímulo externo o interno y lo

relevante es reconocer y tomar conciencia de las emociones para saber elaborar una reacción
que nos ayude a sentirnos bien (Bisquerra, 2000).
Ekman (1992), psicólogo estadounidense y autor clave en el estudio científico de las
emociones, propone que existen seis emociones básicas, las cuales pueden ser identificadas a
través de señales fisiológicas específicas y acontecimientos que anteceden a su aparición, siendo
compartidas por todas las culturas:

 Miedo: Es una emoción que aparece en las especies animales al percibir una amenaza.
Éste a diferencia de la ansiedad, se asocia a un peligro inminente (sea éste real o potencial),
mientras que la ansiedad tiene un carácter predictivo y con frecuencia más abstracto.

 Tristeza: Emerge frente a una pérdida o duelo, llevando con frecuencia a la disminución
de la actividad motora, al retraimiento y a la expresión del llanto. Esta emoción tendría la función
adaptativa de permitir que el ser humano se recupere emocionalmente para generar nuevas
estrategias, desarrollando su creatividad.

 Alegría: Es un estado emocional agradable que comprende un amplio rango de

sentimientos, desde la satisfacción hasta la euforia. La diferencia básica del concepto de alegría
con el de felicidad es su persistencia en el tiempo, donde esta última es considerada un estado
general y duradero de alegría.

 Ira: Es una emoción relacionada con la activación del sistema nervioso y la liberación de
adrenalina y noradrenalina, que provoca una reacción de lucha-huida.

 Sorpresa: A diferencia del resto de emociones básicas, la sorpresa no es considerada

positiva ni negativa, pudiendo incluir mecanismos fisiológicos tanto de la alegría como del miedo.

 Asco: Es una emoción que expresa rechazo frente a determinados estímulos que
resultan desagradables.

Al producirse una emoción suelen ocurrir tres reacciones:

1. Las personas suelen evaluar los acontecimientos como relevantes respecto a sus
objetivos personales.

2. Las emociones predisponen a actuar, por lo cual la emoción y la motivación están

relacionadas.

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Programa de educación emocional para 4º de Primaria

3. La vivencia de una emoción suele ir acompañada de reacciones involuntarias y

voluntarias.

Las emociones se expresan en el cuerpo, se sienten en el estómago (cuando se está

nervioso o cuando se tiene miedo) o en el corazón (cuando las personas se enamoran y aumenta
el ritmo de sus pulsaciones), no obstante, es el cerebro quien dirige estas reacciones (Mora,
2013).

Las emociones como el miedo, la ira, el asco, etc. se producen en una zona del cerebro
conocida como sistema límbico y más precisamente en la amígdala. Mientras que otras
emociones más positivas, como la alegría, el amor y la felicidad provienen del neocórtex, parte
del cerebro que se encarga del pensamiento lógico y formal (Mora, 2013).

Las emociones son el motor que llevamos dentro, una energía codificada en ciertos circuitos
neuronales ubicados en zonas profundas del cerebro y que impulsan a vivir en interacción con
otros y con nosotros mismos (Mora, 2012).

Mora (2012) plantea la existencia de siete funciones básicas de las emociones:

1.- Sirven para defenderse de estímulos perjudiciales o acercarse a estímulos placenteros,

para mantener la supervivencia.

2.- Permiten que las conductas del organismo sean polivalentes y flexibles.

3.- Alertan al individuo, como un todo único, ante el estímulo específico.

4.- Mantienen la curiosidad y el interés por descubrir cosas nuevas.

5.- Sirven para comunicarse entre los seres humanos.

6.- Sirven para almacenar y evocar recuerdos de una forma más efectiva.

7.- Juegan un papel importante en el proceso de razonamiento y son pilares básicos sobre
los que descansan casi todas las funciones del cerebro.

Según Maturana y Bloch (1985) existe una distinción entre emoción y sentimiento. Una
emoción es capaz de transformarse en sentimiento en la medida en que el ser humano toma
consciencia de ella. De esta manera, un sentimiento además de la sensación corporal, tiene un
componente cognitivo y subjetivo. El sentimiento emerge cuando se realiza el ejercicio de
interpretar la emoción y se emite un juicio acerca de ella, haciendo uso del lenguaje.

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Programa de educación emocional para 4º de Primaria

En ese sentido, los sentimientos suelen durar más tiempo que las emociones, pues van
más allá de la reacción fisiológica.

3.6. Planes curriculares y normativa educativa en Chile

Considerando que este trabajo tiene como foco el diseño de un programa de educación
emocional a ser implementado en 4º de Primaria en un colegio de Santiago de Chile, es
importante presentar las normativas y planes curriculares en los cuales se inserta dicho programa.

El diseño que se propone se enmarca en la asignatura de Orientación que forma parte del
currículum de la Educación Escolar Básica (Primaria). El origen de esta materia data de la
promulgación del decreto Nº 4002 en el año 1980, donde se plantea el objetivo de organizar en
la escuela la aplicación sistemática de un programa de formación para reforzar valores, dirigido
al desarrollo de la personalidad, el compañerismo, la buena convivencia, el conocimiento de sí
mismo y la orientación vocacional (Ministerio de Educación, 2017).

La Orientación se integra como un componente del currículum para establecer y promover

objetivos formativos en ámbitos de desarrollo relevantes para la vida de los estudiantes y que
deben ser logrados durante su educación escolar. Desde las Bases Curriculares, la Orientación
presenta dos acepciones:

1. Se considera como un aspecto inherente al proceso educativo, presente en todas las

asignaturas y experiencias de aprendizaje de los alumnos, con el propósito de desarrollar los
recursos y potencialidades los estudiantes y su crecimiento como seres sociales.

2. Se entiende por Orientación una asignatura específica del currículum cuya función es
fortalecer el desarrollo de los objetivos formativos en el área, pero con la particularidad de
constituir un espacio privilegiado, y especialmente diseñado, para alcanzar estas metas de
manera sistemática y planificada (Ministerio de Educación, 2015).

Cabe destacar que el rol que asumen tanto el tutor como el colegio en la formación integral
de sus estudiantes debe ajustarse al enfoque de derecho en el marco legal internacional y
nacional, la Convención de los Derechos del Niño, la Política de Convivencia Escolar, la Ley de
Inclusión, entre otros. A su vez, la asignatura de Orientación debe considerar los intereses,
necesidades e inquietudes que surgen del proceso escolar de los estudiantes. De esta manera,
el diagnóstico de las necesidades e intereses del alumnado es un elemento esencial para un
trabajo eficaz en Orientación, así como las preocupaciones del equipo docentes y de las familias
(Ministerio de Educación, 2017).

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Programa de educación emocional para 4º de Primaria

Las Bases Curriculares para Orientación están organizadas en cuatro ejes temáticos:
1. Crecimiento personal
2. Relaciones interpersonales
3. Participación y pertenencia
4. Trabajo escolar

La asignatura de Orientación es la instancia dentro del currículum que posibilita un proceso

de acompañamiento al desarrollo de los estudiantes en términos personales e interpersonales
desde un marco ético representado por el respeto y promoción de los derechos humanos y de la
democracia, respectivamente; con el propósito principal de favorecer su bienestar y la
construcción de sus proyectos de vida (Ministerio de Educación, 2017).

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