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Conse, RA (994) Lo empess , A maycodo y (aley Hoodie. Aion. Eumowe Capitulo 2 LA NATURALEZA DE LA EMPRESA* La teorfa econémica ha fracasado en el pasado a la hora de establecer clara- mente sus supuestos. Los economistas, al elaborar la teorfa, han omitido con frecuencia examinar los cimientos sobre los que ella se erigfa, Este examen es, sin embargo, esencial no s6lo para evitar malos entendidos y controversias in- necesarias que surgen de la falta de conocimiento de los supuestos, sino tam- bign debido a la gran importancia que tiene en econom(a el buen juicio a la hora de seleccionar entre conjuntos rivales de supuestos. Por ejemplo, se sugiere que cl uso de la palabra «empresa» en economia puede ser distinto del que puede hhacer de este término «el hombre comin» '. En la teor‘a econémica hay, apa- rentemente, una tendencia a comenzar el andlisis con la empresa individual y no con Ia industria®, Por ello se hace imprescindible no sélo dar una definicién precisa de la palabra «empresa», sino también aclarar la diferencia, existe, con una empresa en el mundo real. Joan Robinson ha dos las preguntas que deben hacerse sobre un conjunto de supuestos en econo- ‘ia; ,Son operativos? ;Se corresponden con el mundo real’. Sin embargo, tal como apunta Robinson, «con frecuencia un conjunto es operativo y el otro realista», aunque puede haber ramas de Ia teoria donde existan supuestos que posean ambos atributos. En el presente articulo se espera demostrar que puede ‘obtenerse una definicién de la empresa no s6lo realista, en la medida en que se corresponde con lo que se entiende por empresa en el mundo real, sino ademas + Reimpresién de Economica, n.,4 (noviembre de 1937), " Joan Robinson, Economics iso Serious Subjet (Cambridge, Inglaterra: W. Heffer & Sons, 1930), 12. 2 Vease Nicholas Kaldor, «The Equilibrium ofthe Firms, Economic Journal #4 (marzo de 1944), 60-76, » Robinson, Serious Subject 6 3 M RH. Come ‘operativa por dos de los instrumentos més poderosos del andlisis econémico de- sarrollados por Marshall: las ideas de margen y sustitucién, que conjuntamente ddan la idea de sustitucidn en el margen, Nuestra definicién debe, por lo tanto, «estar vinculada con relaciones formales que sean capaces de ser concebidas de forma exacta>’, I Es convenient al intentar encontrar una definiién de a empress, conside- rarel sistema econdmico tal como es tatado por los economists, Analcemos tn prime iar Ia descripcin el sistema econdmica dada por sir Arthur Sale ter. El sistema cconémico normal funciona solo. En st funcionamiento coi Giano no est bajo ningn control central No necesita ninguna vgilanca. En el espectro complet de actividades y necesdades humana, la oferta se asta aa demanda y la produceién al consumo por un proceso que es automdlico,elés- ticoy sensible» El economista piensa que el sistema econémico est coord nado por el mecanismo de precio, y que la sociedad se converte no en na of sanizeci, sino en un organism’. El sistema econmico «funciona solo. Ello 10 significa que no existaplanificacién por parte dels individuos. Estos real Zan previsiones y eligen ene alteativas, lo coal es neccsario para que haya onden en el sista, Pero esta teria supone que la drecisn de los recursos de- pende directamente del mecanismo de precios. Por otra pare, sucle conside- farse como una objecion a Ia planificacion econdmica el que Ta misma solt- iment trate de realizar lo que ya se alcanza con el mecanismo de previos™. La Gescrpcin desir Arthur Salter offece un esquema muy incomplto de nuestro Sistema econdmico, Dentro de la empresa esa definicén nose ajusta en lo més Ininimo. Por ejemplo, en f eoria econémica hallamos que Ia asignacion de fos factores de producciGn ene distintos usos estddeterminada por el mecanismo de precios. El precio del factor A es més elevado en X que en Y. Como resu- tado, A se mieve de Y a X hasta qu la diferencia de precios entre X e Y desa- parece, excepto cuando compensa otras desvenajs diferencias. Aun as, en el mundo real encontramos que hay muchas ares en ls que esa sitacion ose produce. Sin mabajado se mueve del departamene Y al X, n0 Io hace debido 2 un cambio en los precios relatives, sno porque le crdenaron ue To haga, Hay Guienesobjtan la panficacion econémica sobre la base de que el problema se <1. M Keynes, Esa in Biography (Londees: Macmillan & Co, 1933), 223-24 LL Robbins, Namre and Signficance of Bonomi eince (Laces, Macmillan Co, 19%2), 6 ‘Esta desripcin se ha tomado on Ta autorizacion de D. H. Roberson, The Como! of I= tury, ein revisads (Londres: Nisbet & Co, 1928) 85, de Arold Plant, «Trends in Business ‘Administrations, Economia 12, 0° 35 febrero de 192), 387. Agarece en. A Salter, Aled Shipe ‘ing Control (Oxford, Carecon Press, 1921), 1617 “VeaseF, A, Hayok, «The Trend of Boononie Thinking, Eeoomica (a * bid de 1933. ‘La naturateza de fa empresa 38 resuelve a través de movimientos de precios. A éstos se les puede responder que hay una planificacién dentro de nuestro sistema econémico que es por completo diferente de la planificacién individual antes mencionada y que es si- milar a lo que se denomina planificacién econémica, El ejemplo recién citado ¢s tipico de un vasto campo de nuestro moderno sistema econdmico. Obvi ‘mente, 10s economistas no se han olvidado de este factor, Marshall introduce 1a organizacién como un cuarto factor de la produccidn, J. B. Clark asigna al empresario la funcién coordinadora. Knight incluye gerentes que coordinan. Tal como comenta D. H. Robertson, encontramos «islas de poder consciente en este océano de cooperacién inconsciente, como trozos de mantequilla coagu- Tada en un caz0 con leche cortada»’, Pero dado que generalmente se argumenta que la coordinacién se realiza a través del mecanismo de precios, ;por qué di- cha organizacién es necesaria? {Por qué existen estas «islas de poder cons- ciente»? Fuera de la empresa, los movimientos de precios determinan la pro- dduccidn, que es organizada por una serie de transacciones de intercambio en el mercado. Dentro de la empresa estas transacciones mercantiles son eliminadas y, en lugar de la complicada estructura del mercado, aparece el empresario coordinador, quien dirige la produccidn ®, Esté claro que éstos son métodos al- ternativos para coordinar la producciGn. Sin embargo, teniendo en cuenta que si la produceién es regulada por los movimientos de precios, la misma podria le- ‘varse a cabo sin ningsn tipo de organizacién, bien podemos preguntarnos: por qué existe la organizacién? Naturalment, varia muchisim el grado en gue el mecanismo de precios es sesplazado, En un cena comercial la asignacion de los dstits locales en ediicio puede ser reaiza po la autoridad contoladorao también pede a canzare como resultado de a subastacompetiva pore] capaci. Ent ins tia dl alga de Lancashire, un tejedor puede lqular energie y espacio pas Su negocio yabtene lar chlo a eet" Esta coorinacion de vaio ac "es de prodiccgn se coneteta casi sempre sin el concurs dl mean de precios. Come es evident a cantidad de interacénsvercalsy el rad de Suprsi dl mecanisno de precios, dere mucho de una indus ea de Yotreo sue pede sparse que a sal dstincva deta cmpros xo ds buen Uliesnisv de reco. Cano inde Robbin ct cla nada con una red exterior de costes y precios eaivos» "pero es importante descubrir la natualeza exact de esa tlaion La dstincin ene la aigncion de rcuros en una empresa y ls asignacion de recursos en el nites coon © Roberson, Control of dur, 8S "En el resto de este afculouilizré el téemino sempresaro» para referime a la persona Personas que en un sistema competitive, oman el lugar del mecanismo de precios en la deci de recursos, e "eno rid, Palament, Comité sobre Instn y Comer, Sure of Tele Indies 26 (1928). ne * Robins, Naar and Sgifcace 7 36 RH. Coase nico ha sido descrita con énfasis por Maurice Dobb al disci la concepién del capitalist extenida por Adam Sith: «Comenz6 a comprendese gue habia algo mis valioso qe as elaciones dentro de cada fic ounidad capitaneada or un empresa estaban ss felaciones con el resto del mundo econémico mn ala desu esera ined. empresaro se ooipa dela division dl ta bajo dent de cada empresa pancay organiza con gran hinicosidad>, peo “lest vnc con I amplaenpcializacioneconémica de Ia quel mismo Gs una unidad especialzada, Aqui el eg e papel de cia n on organiamo tmayor,prdticamenteinconsiente dela fueion ms intepradra gue le com ‘on a Los economistas tratan el mecanismo de precios como un instrumento coor- sinador también admiten Ja func coordinadora de cempresai. Es exton ces Tundamentlinvestigar or que la cordinaci ela labor del mecaismo de precios en un caso) del empresario en oto El prepsito de ext arcu es fl de crear un puente sobre lo que parece ser un punto dil de a toraeco- hime ene el supuesto (hecho con ciertos propos) de gue Tos recurs se asignan a través del mecanismo de precios J spuesto (echo con tos objets) de que dich aignacion depende del emprsario-coordinador. Debe- tos explicar los fundamenton sobre fos cuales, en I précca, se efecta esta cleecion ene alternativas n Nuestra misién es intentar descubrir por qué surge la empresa en una eco- rnomia especializada de intercambio. El mecanismo de precios (considerado s6lo desde el punto de vista de la direcciGn de recursos) puede ser desplazado si la relaciGn que lo reemplaza es deseada por si misma. Este seria cl caso, por ejemplo, de un grupo de individuos que prefirera trabajar bajo la direccién de tuna persona determinada. Dichos individuos aceptarén una menor remunera cién con tal de trabajar bajo sus Ordenes, y las empresas, Igicamente, se orga nizarin a partir de ello, Pero parece que ésta no es una razén muy importante, " Maurie Dobb, Capitalist Enterprise and Socal Progress Londres: G. Routledge & Sons, 1925), 20. Cf también H, D, Henderson, Supply and Demand (Londres: Nisbet & Co, 1932), 3. Es fail comprobar que evando el Estado asume Ia drecidn de una industrial placa st setvidad ests haciendo algo queer antes realizado por el mecanisno de precios. No siempre leg atadvertrse qu cualquier hombre de negocios —al defini ls relaiones entre sus departamentos— también esta haciendo algo que pacde ser organizado a través del mecanismo de precios. Exist, or fo tanto, una justifiacign en la respuesta de Dabia a quienes nacen hinapiéen los problemas {ue debensoluconsrse mediante la planificsci6necondmica de que los mismcs problemas deben ‘esolveros los hombres de negocios en el sistems compedtiv.(Véase E.F. M. Durbin, «Economic Calculus in ¢ Planned Economy, Economic Journal 46 (diciembre de 1936), 676.90) La impo tune diferencia entre estos dos casos esque Ia panifiacineconimica es impuesta ala industia, ‘mientras que las empresas surgen vluntriament, pes represen un todo mis ficient deo aniar la produce. En un sistema competitive existe Una canidad pima» de planiiacin, ‘La maturaleza de la empresa a pues da la. impresién de que, en realidad, esté operando una tendencia opuesta, si se juzga por el valor que se otorga a la ventaja de «ser uno mismo su propio jefe». Naturalmente, si el propésito fuera el de controlar y no ser controlado, es decir, ejercer poder sobre otro, entonces las personas estarfan dispuestas @ re- ‘unciar a algunas cosas con tal de dirigir a otros, En definitiva, estarian dis- ‘Puestas a pagar a los otros mas de lo que pueden obtener a partir del mecanismo de precios con tal de tener dicho poder. Pero esto implicaria que los que diri- ‘gen, pagan para poder hacerlo, y que a ellos no se les paga por dirigir, y esto no es verdad en la mayoria de los casos, Las empresas existirian aunque los com- pradores prefirieran los productos elaborados por ellas antes que Ios producidos Ge otra manera, pues aun en campos donde dicha preferencia (si es que se da) ignificante, las empresas contindan existiendo en el mundo real”. Por lo tanto tienen que existir otros elementos implicados en el tema. La principal razén por la que es provechoso establecer una empresa es, apa- tentemente, Ia existencia de un coste necesario por utilizar el mecanismo dé precios. El coste més obvio por «organizar» la produccidn a través de este me- Ccanismo es el de descubrir cules son los precios relevantes ". Este coste puede ser reducido, pero no eliminado, por ls aparicién de especialistas que vendan esta informacién. Los costes por negociar y cerrar un contrato individual para cada transaccién de intercambio que tiene lugar en el mercado también han de ser tenidos en cuenta”. Por otra parte, en algunos mercados, por ejemplo, en las lonjas, se desarrolla una técnica para minimizar los costes de contratacién, ero no se los elimina. Es verdad que no desaparecen los contratos cuando existe una empresa, pero se reduce much{simo su cantidad. Un factor de pro- duccién (0 su propietario) no necesita formalizar una serie de contratos con los. factores con los que esta cooperando dentro de la empresa, como seria el caso si ddicha cooperacién fuera et resultado directo del funcionamiento del mecanismo de precios, pues esta serie de contratos se sustituye por uno solo. A esta altura © Gf Harry Dawes, «Labour Mobility i the Stel Indy, Econom Journal 44 (mar de 1938, 86, in cia emo empl lado hacia fos comes ants agente segue de ls hombres mer pga ene los expecta, ein al dese (normale pci ohs jean a vida dun tbaador de sr ndependienesn, “Ho no svete fantasies. De signer popietrisde pegs npocios se dice ue tanan menos gu ss empleaios " G.. Shove en «The Imperfection of he Make: Further Notes, Economie Journal 43 (mao de 193), 16,1, destaca qu ichispreferencls pueden esta a empl dhs prdcament econo al ad eneliestos ee ‘De aceido con Nicolas Kaldor, «A Casficsory No on the Detemintees of Ea tems, even of Economie Sir ibe de 195), 12, uo des puss wa a {eae questodos los precios elevates. ton conocdos por Ios indvidaoe. Pao wa evdete. ‘ent no ce prcl mind ea "i insenca foe puma or Abbot ster a cue esol el capitan, User die: Lassies compesy vena de prosstor prime tomas erat tn dene de nrg. (An rotons History of Enland Beso, Hoan ifn Ca 1920.13) Pero no desarlla a es cosis por qué dhs operons compe vet devia existe,

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