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UNIDAD I

La Diplomacia. Concepto y Función en las Relaciones Internacionales: La


Diplomacia es una consecuencia de la naturaleza social del hombre que tiene su
primera manifestación entre personas aisladas, luego entre grupos humanos. El
funcionalismo de la diplomacia es solucionar los problemas que surgen entre los
distintos grupos humanos. Podemos caracterizar el funcionalismo diplomático por los
rasgos siguientes: representación, información y negociación.

La diplomacia es uno de los medios de la política exterior del Estado independiente de


la organización política adoptada. El término diplomacia tiene actualmente una
aplicación que ha ampliado en la medida que su concepto ha extendido. Puede
significar gestión diplomática, las personas que pertenecen a ella; como asimismo la
política exterior.

Ernest Satow define la diplomacia como la aplicación de la inteligencia y del tacto a la


dirección de las relaciones oficiales entre los Estados.

Según Rivier: La diplomacia es la ciencia y el arte de la representación de los Estados


y de las negociaciones.

Con la afirmación cada vez más precisa del Estado de Derecho en el espíritu de las
naciones, la diplomacia cobra un cariz jurídico creciente. La diplomacia tiene en el
Derecho Internacional una fuerza para que la misma sea considerada como una
institución pública capaz de dirigir las acciones y negaciones internacionales.

Bajo la denominación genérica de relaciones internacionales se estudian aquellos


testimonios históricos que en forma directa o indirecta permiten caracterizar el proceso
evolutivo de la diplomacia. El proceso de las relaciones internacionales entre las
naciones nos ayuda a conocer como la diplomacia ha evolucionado y perfeccionado.

La historia como fuente para el estudio de la diplomacia: La historia de la


diplomacia requiere un exhaustivo estudio especializado de las costumbres, ideas,
religiones de los pueblos, imposible de abarcar en toda su extensión. El análisis de
tales acontecimientos nos permite formular las características de la diplomacia como
institución. De ahí la importancia de la historia de la diplomacia por su proyección
sobre el presente y el futuro de las relaciones internacionales.

Para estudiar la diplomacia, como arte y como ciencia, el método adecuado es la


historia. El hombre y la historia actúan al impulso del pasado histórico, entrando de
esta forma la historia con su faz dinámica dentro del presente.

Teoría diplomática: Considerando la extensión conceptual que la diplomacia puede


abarcar a través del espacio y el tiempo, es difícil formular una teoría diplomática, en el
sentido de concepción organizada y sistemática que en forma abstracta se ofrezcan
principios y métodos generales para conducir las relaciones de los pueblos o grupos
humanos. Es difícil formular una teoría diplomática que contenga reglas generales de
aplicación genérica y universal para todos los pueblos. El análisis de los hechos
históricos nos hace ser cautos, pero sin embargo, a pesar de las contradicciones y
retrocesos que se observan en el campo de las relaciones internacionales se advierte
una constante progresión hacia la formación de una conciencia internacional. En toda
teoría diplomática existen elementos dinámicos y estáticos donde el idealismo es
compartido con el realismo práctico.
Diferencia entre diplomacia antigua y moderna: No es válido establecer una
oposición de métodos ni de procedicimientos entre la diplomacia moderna y la antigua,
pues, como toda institución humana, tiene en élla, un sentido dinámico que no se
agota con la permanente evolución de la institución.

Cambon, brillante diplomático francés, refiriéndose a la supuesta diferencia entre


nueva y antigua diplomacia ha afirmado que: “Hablar de diplomacia nueva y
diplomacia vieja equivale establecer una distinción sin que exista una diferencia. Es la
apariencia externa lo que cambia gradualmente. La sustancia subsistirá, en primer
lugar porque la naturaleza humana no cambia jamás, en segundo término porque solo
hay un modo de arreglar las diferencias internacionales y, finalmente, porque el
método persuasivo de que dispone un gobierno es la palabra de un hombre honrado”.

Tipología diplomática: La diplomacia es un arte y una ciencia, por lo tanto, posee


ciertos caracteres que son considerados como generales y universales. Se reconoce
así, tipos de diplomacia que deben ser estudiados permitiendo obtener conclusiones
generales para individualizar las diversas corrientes de la diplomacia mundial.

Sin embargo, no se debe confundir la táctica diplomática que en un determinado


momento puede poner en movimiento a una nación con lo que constituyen las ideas
directrices que la diplomacia traza para orientar lo que son los intereses permanentes
de la nación y de su política.

Entre los distintos tipos de diplomacia resalta con perfiles propios la del Vaticano. Pio
XI decía: la Santa sede está dispuesta a negociar con el demonio, si con ello puede
lograr salvar una sola alma.

Con respecto al tipo de diplomacia norteamericana existe profunda discrepancia. Sólo


cabe afirmar que existe en su política internacional elementos fundamentales para
caracterizar la diplomacia norteamericana.

Se hace necesario destacar las distintas políticas diplomáticas de las naciones como
medio para caracterizar lo que debe constituir la política diplomática con su esencia
dinámica permitiendo de este modo descubrir las causas inmediatas y mediatas de los
acontecimientos más salientes de la diplomacia mundial y poder así ofrecer una
imagen nítida de la institución.

Metodología de la historia de la diplomacia: El problema del método que debe


aplicarse para la investigación y estudio de la historia de la diplomacia, tiene facetas
singulares derivadas de la propia índole de la materia. Es a partir del siglo XVIII que
comienzan a elaborarse las bases científicas de la investigación histórica
desprendiéndose en su lento proceso de ropaje de la leyenda. De este se llega a la
historia crítica y científica, en que el mero relato cronológico de los hechos históricos
es sometido a riguroso examen valorativo.

Los historiadores coinciden que el proceder de la historia o sea su método consiste


esencialmente en interpretación de testimonios. Modernamente los historiadores
vienen experimentando con un nuevo método para la enseñanza de la historia. Es el
método retrospectivo. El sistema propuesto se basa en el estudio de los hechos
siguiendo un orden cronológico de regreso, desde el presente, no un presente
absoluto, yendo hacia el pasado. Este nuevo enfoque didáctico ofrece una mayor
vivencia del fenómeno histórico.

Periodos principales: Se divide el estudio de la diplomacia en dos periodos:


Diplomacia clásica o antigua y Diplomacia democrática o moderna. Abarcando la
primera época desde sus orígenes hasta la iniciada por el Presidente Woodrow Wilson
con la proclamación de sus catorce puntos a principios del año 1918. A partir de esta
última fecha se distinguía la diplomacia como nueva, caracterizada por el principio de
comunidad internacional que buscan desarrollar las naciones.

Si intentamos hacer una exposición de la historia de la diplomacia desde el punto de


vista de los modos de acción de la misma como de los métodos aplicados puede
establecerse cinco periodos:

Primer Periodo: Diplomacia Antigua: Es el periodo más largo, y menos interesante


desde el punto de vista de la diplomacia como actividad pública. Sus orígenes
comienzan con los primeros contactos entre civilizaciones ya desaparecidas como la
de los hititas y egipcios hasta llegar al año 476 de nuestra era, que marca la caída de
Roma en poder de los bárbaros.

La guerra durante este periodo era, puede decirse, el modo casi normal de contacto
entre los pueblos. Los contactos diplomáticos se producían más por razón de la guerra
que de mantener relaciones pacíficas en periodos de paz.

El modo de conducir las relaciones entre los pueblos se hacia en forma totalmente
unilateral, los acuerdos eran más bien declaraciones unilaterales que vaían hasta el
momento que el monarca que los emitía consideraba prudente respetar. Los
encargados de mantener contacto o relación con los representantes de otras naciones
tenían más el carácter de mensajeros o heraldos, cuya misión era transmitir fielmente
lo que el soberano absoluto le ordenaba hacer. Estos emisarios que tenían la
designación de “extraordinarios” eran enviados para cada caso especial y en forma
discontinua.

Segundo Periodo: Diplomacia Bizantina: Cabe esta denominación desde el punto de


vista del auge diplomático que le cupo al Imperio de Oriente en este periodo, tanto por
el ceremonial puesto en práctica como por los resultados positivos que Bizancio
obtuvo para preservar sus fronteras de las invasiones bárbaras. Este periodo se
extiende hasta después de la terminación de la guerra de los cien años.

Tercer Periodo: Diplomacia Permanente: El intercambio entre los pueblos creó la


comunidad de intereses que se hizo necesario preservar y alentar. El descubrimiento
de América ofrece al mundo una amplitud hasta entonces desconocida. Surgen las
grandes potencias marítimas e imperiales. España con sus vastas y ricas colonias,
Inglaterra con su comercio, Francia continental y sus recursos naturales propios. Se
produce el choque de intereses, las razones de Estado, que impone la necesidad de
una relación más permanente entre los gobiernos.
Todas estas circunstancias determinan una actividad diplomática que se torna
permanente. Los gobiernos buscan acreditar en las otras cortes sus representantes.
Los funcionarios diplomáticos serán en delante de la nacionalidad del país que
representan y, civiles aunque de la nobleza.

La paz o Congreso de Westfalia de 1648, el primer acuerdo internacional de carácter


multilateral, cierra un cilo histórico y marca el inicio de otro en el orden de las
relaciones internacionales que en adelante se tratará de regularlas en base al derecho
internacional.

Cuarto Periodo: Desde los Tratados de Westfalia (24 de octubre de 1648) hasta la
iniciación de la Revolución Francesa (1789): Los tratados de Westfalia señalan el
punto de partida del derecho público internacional. Las obras clásicas sobre la materia
ejercen saludable influencia para que las relaciones internacionales sean llevadas de
conformidad a ciertos principios que son tácitamente respetados por las naciones. El
refinamiento y el ceremonial diplomático de las cortes europeas es cada vez mayor.
Rusia trata de abrirse paso hacia la cultura europea, imitando sus prácticas y usos
diplomáticos.

Quinto Periodo: La Diplomacia Moderna a partir de la Revolución Francesa hasta la


Guerra Mundial de 1914: El auge de las ideas liberales y del principio de las
nacionalidades, el desarrollo económico del siglo XIX, la independencia de los Estados
americanos particularmente Estados Unidos; influyeron en gran medida para que la
diplomacia se haga cada vez más activa y sea reconocida y respetada por su
creciente necesidad. En una palabra, se hace de ella una profesión, una ciencia y un
arte.

El acortamiento de las distancias por medio del perfeccionamiento de las


comunicaciones ejerce benéfica influencia para el mantenimiento de las buenas
relaciones entre los pueblos, que en adelante deberán ser el objetivo básico del
diplomático. La Civilización será un nuevo concepto que invocarán las naciones para
buscar la paz permanente de las naciones.

Las nuevas ideas democráticas hacen necesario que las funciones del diplomático se
extiendan considerablemente. Aparte de su misión representativa oficial debe
ocuparse de los intereses de sus compatriotas.

La guerra mundial de 1914 cierra un periodo histórico no sólo desde el punto de vista
de la diplomacia sino un cambio en la mentalidad de los estadistas y de los lgobiernos.

Diplomacia nueva: La nueva concepción del mundo y la integración de las naciones


hacia una comunidad internacional cada vez más estrecha, a pesar de los conflictos
ideológicos y religiosos, posibilitan la modificación del concepto clásico de la soberanía
nacional.

Las guerras producen una innata repulsa en todos los pueblos; evitar y suprimirla
parecería ser el consenso mundial de las naciones. La lealtad es más necesaaria que
nunca en las relaciones internacionales para acercarse a los nuevos objetivos. La
moral internacional reinará, a su vez, luego de dolorosos alumbramientos. Los
gobiernos promueven sistemas educativos para la comprensión internacional. El
conocimiento de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la organización
de las Naciones Unidas constituyen los presupuestos favorables, para alcanzar los
objetivos de la paz permanente. La diplomacia nueva debe responder a estos
imperativos con plena conciencia de su misión.

Relaciones con el Derecho Internacional y el Derecho Diplomático: Por derecho


Internacional se entiende el conjunto de normas jurídicas y consuetudinarias que
determinan los derechos y deberes recíprocos de los Estados entre ellos, tanto en
tiempo de paz como de guerra.

Si bien es cierto que la diplomacia como actividad pública internacional fue anterior al
derecho internacional, no sería correcto considerar a la gestión diplomática como
antecedente o fuente exclusiva del derecho internacional público.

La diplomacia ha contribuido en gran medida a que el derecho internacional público


tanto convencional como consuetudinario, fuera formándose hasta llegar a constituir
una rama del derecho perfectamente autónoma.
Las relaciones del Derecho Diplomático con el Derecho Internacional Público y con la
Historia de la Diplomacia pueden definirse como una complementación recíproca, en
el sentido que la esfera de acción de estas ramas del conocimiento se confunden
constantemente.

UNIDAD II

La diplomacia en la Antigüedad: El periodo denominado de la Antigüedad, para el


estudio de la historia de la diplomacia, abarca desde el alba de las primeras
civilizaciones conocidas hasta la disolución del Imperio Romano de Occidente, 476 de
nuestra era, cuando Odoacro, depone al último de los emperadores romanos de
Occidente Rómulo Augústulo.

Según Loom “la historia del hombre es el relato de la vida de una criatura hambrienta
en busca de sus alimentos”. Esta razón suprema que en los primeros tiempos dedbió
imponer carácter de las relaciones entre los pueblos, no ha dejado de tener vigencia
actualmente. Hoy como ayer, a pesar del avance tecnológico, la búsqueda de
alimentos sigue inquietando a la humanidad.

Al comprender el homo sapiens que el aislamiento no solucionaría el más vital de sus


problemas se produjeron por lógica consecuencia los primeros contactos bélicos. El
estado de beligerancia fue un poderoso medio de aproximación. En la guerra, el
vencedor invadía el territorio enemigo, se apoderaba de sus bienes y esclavizaba a
sus hombres y mujeres para servirse de ellos. Hecho este primer contacto seguían
migraciones pacíficas en la búsqueda de tierras fértiles; fundando colonias.

El espíritu de aislamiento y hostilidad recíprocos de las naciones determinaron el


permanente estado de beligerancia. Las sociedades humanas primitivas se
desenvolvieron dentro de un sistema político autocrático con diferentes matices
basados en una economía esclavista.

Se descubrió la existencia del reino de Ebla en el territorio de Siria, se encontró lo que


puede llamarse el primer tratado internacional entre el rey Eblium de Ebla y el rey Du-
Ud-Ja de Asur, se cree que Ebla ya existía desde el 3500 A.C.

Hititas y egipcios: El reino Hitita, al igual que el antiguo Egipto, fue un pueblo
legendario que hasta hoy constituye un enigma histórico que atrae a los
investigadores. Las permanentes migraciones y fusiones de pueblos y razas de aquel
periodo histórico no permite siempre individualizar las civilizaciones en cuanto a su
ubicación geográfica. La capital de este reino se llamó Hattusa.

Testimonios Diplomáticos: Las relaciones entre el reino egipcio e hitita fueron


importantes y sus vestigios históricos y arquelógicos reflejan las costumbres
internacionales de la época. El reino hitita a partir de la 19º dinastía disputó a los
egipcios su papel hegemónico en el Asia Menor. La ciudad fue fundada por el faraón
de XVIII dinastía alrededor de 1360 antes de n.e.

Amenofis IV (akenaton) crea el culto monoteísta de Aton. En aquel momento Egipto


estaba en todo su esplendor y mantenía relaciones con los Mitanis e Hititas, naciones
que ocupaban la zona de influencia de los rios Eufrates y Tigris. Los monarcas de
estos tiempos vivían temerosos del más allá.

La secular lucha entre los egipcios e hititas termina en pie de igualdad después que
los primeros recuperan el dominio sobre Siria. Tras prolongadas negociaciones,
Ramsen II (19º dinastía) y Hattusil III acuerdan celebrar un tratado, cuya importancia
proviene del hecho de que constituye el testimonio más antiguo que se conoce de las
relaciones entre los pueblos de la antigüedad (1296 a.n.e) antes del descubrimiento
del Ebla. Su aspecto formal y su estilo guardan similitud con los documentos de la
época presente. El tratado reconocía a Ramsen II como señor y dueño de los
territorios de Siria y Palestina actuales, reconquistados por los egipcios después de la
batalla de Kadesh (1299 a.n.e). El tratado constituía una alianza destinada a
neutralizar la creciente hegemonía que el reino asirio iba adquiriendo en el limitado
contorno del mundo antinuo.

Civilizaciones y sociedades en el Oriente Antiguo:

Entre los pueblos de la antigüedad, la India presenta rasgos típicos que caracterizaban
los estados teocráticos. El orden social y político de la India se basaba en el sistema
de castas que respondía a la estructura religiosa del Brahmanismo. Los Brahmanes
recopilaron dentro del Código de Manú toda una serie de disposiciones de carácter
social, religioso, diplomático y político que regulaba de un modo bastante detallado la
vida derelación de los pueblos indios. Según la tradición hindú, las leyes de Manú son
de origen divino, siendo Manú considerado el progenitor de la raza aria. La filosofía
hindú tiene por objeto buscar la perfección del hombre. Al referirse al diplomático, el
código de Manú, expresa que el arte del buen diplomático debe ser conjurar la guerra
y consolidar la paz. A pesar de contener este código tan sabios consejos para sus
embajadores, por otro lado, las leyes de Manú prohibían las relaciones con los
extranjeros.

Diplomacia Griega: Las cualidades excepcionales de los pueblos griegos permitieron


desarrollar doctrinas e instituciones que tuvieron influencia en el desenvolvimiento de
la diplomacia como institución.

Eran los griegos; un pueblo espléndidamente dotado para la observación y la


especulación mental, habiendo sentado las bases para la creación de la ciencia
política que fue cultivada con brillo por sus filósofos. El alto poder especulativo de los
griegos no se aplicó sin embargo, a la consideración especial de los problemas
jurídicos. Las costas del mar Egeo vieron nacer las ciudades estado, primer esbozo de
constitución política de trascendencia, de características diferentes a la organización
teocrática de los pueblos del Oriente. Con ella la polis griega, provocó el sentimiento
de las relaciones internacionales. La política exterior venía determinada por la lucha en
pro del ensanchamiento de sus territorios, por la adquisición de esclavos y la conquista
de mercados. El sentimiento nacional se fundaba y se relacionaba exclusivamente con
la ciudad a la cual pertenecía, de ahí que resulta no haber existido un Imperio Griego.

Los pensadores griegos adoptan el principio de la solidaridad de los pueblos, respeto a


la persona humana.

Grecia no conocía la división del pueblo en castas, los derechos del hombre se
derivaban de su condición de ciudadanos y no de su naturaleza humana. La esclavitud
fue elevada a la condición de institución política dentro de su economía monetario
mercantil.

La actividad diplomática de la polis griega tomaba expresión en animadas


negociaciones, intercambio de embajadas, y formación de alianzas defensivas
impuestas por las circunstancias frente al invasor común. La base de las relaciones
sociales y políticas en la antigüedad era la fuerza la cual hallaba también su aplicación
en las relaciones comerciales. La necesidad de establecer y fomentar las relaciones
internacionales entre los pueblos de la antigua Grecia se manifiesta como un
imperativo de su propia geografía.

La Grecia antigua o Hélade en su desenvolvimiento histórico diplomático puede


dividirse en tres grandes periodos: 1º Época Homérica (siglo XII y VIII A.C); 2º Periodo
Clásico (siglo VIII al IV); 3º Periodo Heleno-Macedónico (siglo IV al II A.C)

Características de las relaciones diplomáticas de los pueblos helenos: los griegos


desconocieron la concordia en el interior de sus ciudades o repúblicas, las alianzas y
acuerdos se hacían en base a las simpatías entre los dos partidos políticos
predominantes en Grecia: demócratas y aristócratas. La lucha de las clases sociales
determinaba de este modo el curso de las relaciones internacionales. Las relaciones
internacionales de los griegos toman vuelo con el avance de la cultura y la expansión
de las colonias y comprenden que a pesar del fraccionamiento político, formaban una
sola nación. La influencia de la religión por medio de las anfictionías también fue factor
determinante para el establecimiento de las relaciones pacíficas dentro de la
comunidad helénica. En cuanto a sus relaciones con los Estados bárbaros, el
comercio marítimo, jugó un papel importante en los contactos entre los pueblos. El
derecho de asilo al extranjero fue necesariamente admitido. También la colonización
contribuyó a la extensión de las relaciones pacíficas en la antigua Grecia.

Principales Instituciones: Entre sus instituciones, la más antigua desde el punto de


vista de las relaciones internacionales fue el Proxeno; un funcionario similar a lo que
serían los cónsules en la actualidad. El proxeno era elegido originalmente por los
interesados y más tarde por la ciudad. A cargo de él estaba la protección de los
extranjeros, en sus vidas e intereses en la base de la hospitalidad. Era su deber tratar
de armonizar los intereses y buenas relaciones entre la ciudad donde ejercía sus
funciones y la ciudad a quien representaba. Eran los encargados de mantener los
contactos con los extranjeros. En un nivel más elevado estaban los Presbys (ancianos)
quienes eran elegidos entre las personas mayores.

Las anfictonias:Los anfictiones (vecinos) administraban los santuarios de Delfos y las


Termópilas y organizaban los juegos piticos relacionados con ellos. Anfictionías eran
las ligas de carácter religioso nacidas alrededor de un templo consagrado al culto de
una divinidad particularmente venerada. El objetivo de estas asociaciones eran las
celebraciones de las solemnidades en honor de la divinidad. Las más conocidas
fueron: Anfictionía de Delfos: junto al santuario de Apolo; Anfictionía de Argos: junto al
santuario de Juno; Anfictionía de las Termópilas: junto al templo de Ceres.

Simaquías y epimaquías: otra de las formas de alianzas conocidas en la antigüedad


griega eran las simaquías ( alianzas ofensivas) y las epimaquías (alianzas defensivas).
Estos pactos eran de carácter político militar. Las dos más importantes fueron la
Lacedemonia, cuya ciudad hegemónica era Esparta y la de Delos, cuya ciudad
hegemónica fue Atenas.

Roma: el carácter de los griegos los impulsaba a la descentralización del poder


político. Los romanos por el contrario estaban penetrados de la idea de la política
centralista. Estos criterios imponen las características en el modo de llevar sus
respectivas relaciones internacionales. Ese ideal político de Roma caracteriza toda su
historia, desde su nacimiento, hasta su declinación como potencia mundial, con la
división del mundo romano en dos imperios: el de Occidente y Oriente.

Periodos Principales: Durante el periodo de la república romana, la lucha entre


patricios y plebeyos ejerció notable influencia en la política del Senado, cuyos efectos
se hicieron sentir en las relaciones internacionales con los demás pueblos. Pero a
medida que la lucha interna disminuía por las mutuas concesiones que se hacían
ambos grupos, Roma crecía en poder transformándose en potencia cosmopolita.

La política del senado con relación a los pueblos latinos que rodeaban a Roma, fue de
absorción pacífica. Después de la conquista de la península itálica, los romanos
dirigieron sus objetivos hacia los países del Oriente, cuyas riquezas ejercieron
particular atracción en los conquistadores.

Durante la época de la República, el trato internacional de Roma esstaba a cargo del


Senado, suprema expresión de la voluntad del pueblo romano. Las embajadas se
denominaban legaciones, y los embajadores legados o legatis.
Época del Imperio: el periodo de la aristocracia imperial se distingue de la República,
en lo que se refiere a la política internacional, como en lo concerniente a su
organización interna. Cuando el imperio sucede a la República el pueblo romano había
cumplido su misión histórica, ya que todo el mundo conocido estaba bajo su dominio y
los pueblos que conservaban su independencia estaban sujetos a la fuerte presión del
poder romano.

Durante la época Imperial, el Senado continuó existiendo pero su función fue más bien
la de un Consejo de Estado. En este periodo todo lo relacionado con la política exterior
era de la competencia exclusiva del Emperador. Durante el Imperio los embajadores
(legatis) eran nombrados directamente por él.

Durante la época del Imperio se organizó todo un aparato administrativo destinado a


manejar las relaciones internacionales a cargo directo del Emperador.

Jus Civile: el profundo sentido jurídico del pueblo romano pone una nota característica
en su desenvolvimiento histórico.

En el derecho de la ciudad de Roma cífrase el jus civile que solo rige para los
ciudadanos. Era este un derecho rígido y formal. El derecho de familia era tan estricto
como el derecho que se aplicaba a otro orden de relaciones. Durante la vigencia del
jus civile, el extranjero encontrábase totalmente excluido de la comunidad del derecho
de la ciudad. Las necesidades del comercio y la creciente expansión de Roma,
exigieron, por la ley natural, dar sanción legal a las relaciones entre ciudadanos y
extranjeros, abriendo nuevos cauces a las relaciones internacionales.

Jus Gentium: considerado como un derecho universal destinado a regular las


relaciones privadas entre extranjeros y romanos. Constituyó parte del derecho privado
positivo romano plasmado por las necesidades del comercio internacional y por las
fuentes jurídicas, particularmente por el Edicto Pretorio.

Diplomacia Romana en Grecia: Para vencer a los macedonios, antiguos aliados de


Cártago, los romanos organizaron una coalición de las principales ciudades griegas,
de las que formaban parte Esparta y la Liga Etolia. Como consecuencia de esta
situación Macedonia se ve obligada a firmar la Paz de Fenice (Epiro) en el 205 a. de la
e.c. y Filipo V debe hacer concesiones territoriales a Roma y renunciar a la alianza
cartaginesa. Idéntica actitud toma el Senado romano a fin de debilitar a Cártago
restándole aliados africanos, para ello, promueve una serie de conflictos entre los
reyes Numidas, Sifax y Macinisa, todos aliados de Cártago. Roma, al fomentar la
división y suspicacia entre los amigos y protegidos de Cártago, podía fácilmente ir
venciendo a cada uno por separado. Divide e impera, era el lema de la política
internacional de los romanos.
La Era de Augusto Octavio: Con la batalla naval de Accio (año 30 a. de la e. c) resultó
vencedor Octavio contra la coalición de Antonio y Cleopatra. Este hecho señala el
sometimiento definitivo de Egipto al poder de Roma y el comienzo de la supremacía
Imperial del siglo de Augusto. Con el acuerdo de Brindisi de año 40 a. de la e.c. se
produce el reparto de las zonas de influencia de lo que abarcaba entonces el Imperio
Romano, entre los triunviros; Octavio Augusto, Marco Antonio Y Lépido. En esta
ocasión, el acuerdo mencionado anticipaba en tres siglos la división del mundo
romano; en Imperio de Occidente y de Oriente, que se concretó en la época del
Emperador Dioclesiano.

Por el acuerdo de Brindisi se estipuló las zonas de influencia de los triunviros. El


oriente, que abarcaba: Macedonia, Grecia, Bitina, Asia Menor, Siria, Cirenaica
correspondía a Antonio. Octavio recibió las provincias de Europa, incluso Dalmacia,
Iliria, Galia Narbonesa, Cipalpina y Transalpina. A Lépido se le adjudicó la parte del
norte de Africa: la Mauretania.

Octavio Augusto que solo llevaba el título de Princeps, puede ser considerado el
primer emperador romano, durante los 27 años a. de la e.c. Augusto que significa
sagrado. Su reinado fue largo, gobernó en forma absoluta e indiscutida por más de
cuatro décadas, murió a los setenta y seis años, consolidó la paz en el vasto imperio,
por medio de una política de apaciguamiento y organización de todas las provincias y
territorios que integraban el Imperio Romano. También en el año 753 de la era romana,
nacía en siria, en un establo de Belén, un varón. El hecho en sí carecía de importancia
en la era de Augusto. En esta época, los herederos del recién nacido reinarían en el
mundo desde las colinas de Roma. Donde en ese siglo ya imperaba en todo su
esplendor Cayo Julio César Augusto. Había comenzado lo que se llama era cristiana.

La Iglesia Cristiana y las Invasiones Bárbaras: El ciclo imperial romano termina en el


año 476, con la caída del Imperio Romano de Occidente. Con Constantino se inicia el
comienzo de la tolerancia oficial del cristianismo dentro del Imperio Romano (Edicto de
Milán en el año 313) . la Iglesia en el momento que los bárbaros golpeaban las puertas
de Roma, prestaron invalorable servicio a la ciudad. Al fracasar los romanos en su
intento de detener a los godos, hunos o visigodos y otras huestes de raza germana por
medio de las armas, los misioneros cristianos salieron a predicar el evangelio. Las
naciones bárbaras que incursionaban las fronteras del Imperio fueron detenidas
durante mucho tiempo, merced a la acción diplomática desplegada por Roma para
contener las pretensiones de los invasores fascinados por las riquezas que Roma
había acumulado durante siglos. En el año 326, Constantino renuncia al paganismo,
preparando el ingreso a la Iglesia de Cristo, que se produce en el año 337. En el año
391 Teodosio el Grande, convierte al cristianismo en religión oficial del Imperio.

La invasión de los Godos al mando de Alarico, señala el comienzo de la declinación de


Roma como cabeza del antiguo Imperio Romano. Honorio debe trasladar su corte a
Ravena y la destrucción de Roma hubiera sido definitiva de no mediar la circunstancia
de ser la residencia oficial del Vicario de Cristo, cuyo dominio espiritual se acrecentaba
día a día.

UNIDAD III

El Cristianismo y su Influencia en la Alta Edad Media: La caída de Roma y el


derrocamiento de Romulo Augustulo en el 476 es una de las fechas favoritas de los
historiadores, para establecer la transición del mundo romano al medioeval.

El cristianismo que en apariencia comenzó siendo una secta del judaísmo que se
aparta de la ortodoxia, se convierte rápidamente en fuerza económica, no muy
coherente en sus dogmas como en los poderes de sus patriarcas y obispos de la
primera época. El cristianismo se extiende por toda Europa con vital empuje que
determina la evolución acelerada de una sociedad que se va transformando y
diferenciando de su paterna greco romana.

La iglesia cristiana desde el momento que su Jefe espiritual el Papa fija su residencia
en Roma, su influencia comienza a cobrar prestigio y poder en la formación social y
política de las naciones europeas a partir del siglo V de nuestra era, merced a su
autoridad y organización. El papado no era solamente una fuerza religiosa, sino que su
poder se apoyaba en los enormes recursos materiales que disponía. Aparte de esto,
sus ministros procedían como verdaderos agentes diplomáticos; primero como
misioneros y después como legados papales en virtud del poder temporal y espiritual
que la curia romana se adjudicó de hecho y de derecho sobre reyes, príncipes,
emperadores y señores feudales.

Con la caída de Romulo Augustulo, Roma se convierte de capital de un Imperio, en la


capital espiritual de los seguidores de cristo. Los títulos que daban a los funcionarios
del Imperio son usados por la Iglesia; Pontífice, legado, curia diócesis, etc. La iglesia
fue la base de la sustentación de las monarquías que surgieron durante la Edad
Media; Carlos Magno creó su Imperio merced a la ayuda papal y como concecuencia
de reciprocas concesiones.

Roma Sede Apostólica: La iglesia en sus comienzos era una sociedad comanditaria en
donde el papel de las autoridades encargadas de la dirección religiosa y espiritual
bastante simple, Obispos y Presbíteros eran las dos jerarquías reconocidas. En Roma
existían cuatro principales diócesis o Patriarcados; la de Roma, Alenjandría, Antioquía
y Jerusalén. Todos ellos estaban en igualdad de jerarquía y cuando había necesidad
de tratar aspectos del dogma cristiano los Obispos se reunían en los concilios. Los
concilios que periódicamente se realizaban eran vínculos que unían a los cristianos en
la nueva fe. El emperador Teodosio convertido al cristianismo convoca en el 381 a un
concilio en Constantinopla restando fuerza al patriarcado de Roma. Pero la jerarquía
romana tenía ya cimentada una política que no abandonaría. Ambrosio, Obispo de
Milán, la mayor iglesia italiana después de Roma acudió con toda su autoridad en
apoyo del Obispo de Roma Damacio I. Este último dio a su sede obispal el título de
Sede Apostólica.

Los Estados Pontificios: Con el nombre de Estados de la Santa Sede se reconocía el


conjunto de dominios temporales, principalmente en Italia, que poseían en propiedad
el Papado y que a través de sucesivas y accidentales transformaciones y supresiones
ha quedado limitado a lo que hoy es el Estado Vaticano, de acuerdo al tratado de
Letrán celebrado con el gobierno del reino de Italia en 1929.

Diplomacia Bizantina: Por razones expositivas, más que por el orden cronológico debe
estudiarse en forma independiente la diplomacia bizantina en el lapso comprendido
entre el año 395 y el 1564. Este periodo abarca hechos históricos importantes; la
división del Imperio Romano por Teodosio el Grande, en oriente y Occidente, las
cruzadas y la caída definitiva en poder de los turcos de Constantinopla en el año 1564.
el análisis de lo que se conoce como diplomacia bizantina y que abarca un periodo de
1000 años ofrece al estudioso elementos interesantes por el hecho que durante esa
época que corresponde a la Edad Media puede considerarse a la diplomacia bizantina
como un modelo de eficiencia. Una de sus características fundamentales fue su gran
versatilidad, para afrontar y encarar situaciones internacionales de naturaleza y
características opuestas y contradictorias.
Constantino el Grande trasladó la capital del Imperio de Roma a Constantinopla, en el
año 330 en el lugar ocupado por la antigua Bizancio entre el Ponto Euxino y el Mar
Egeo. Los antiguos megarenses en el siglo V a.e.c fundaron Bizancio en ese punto,
cuyo jefe Bizas le dio su nombre. El imperio Bizantino en su mejor periodo, entre los
años 641 al 1204, ocupaba territorios en los tres continentes; Asia, Africa y Europa.

Sus elementos formativos: el imperio Bizantino fue modelado y creció en base a una
estructura fundamentalmente romana, como sucesora de la parte oriental del imperio
romano. Los helenos que habitaban los territorios bañados por el Mar Egeo, sus islas y
las costas del Asia Menor constituían una civilización que aunque originada en Grecia
clásica estaban compuesta por razas diversas; iranianos, sirios, fenicios cretenses y
otros. Estos pueblos influidos por la civilización y lengua griegas se llamaron asimismo
helenos plasmando una cultura diferenciada que fue la base del estado griego-
bizantino y la lengua griega sustituyó al latín romano como lengua oficial. Los Ilirios y
tracios situados sobre la frontera danubiana fueron pueblos guerreros que
contribuyeron a dar seguridad militar a las fronteras del Imperio Bizantino.

Los desmembramientos de Egipto, Libia, Palestina que caen en poder de los Arabes
dan mayor cohesión y homogeneidad a Bizancio desde el punto de vista nacional y
religioso adquiriendo de este modo un perfil definitivamente griego, basado en la
religión cristiana. La iglesia de Oriente es otro de los factores que en forma decisiva
contribuyó a formar la personalidad del Estado Bizantino. Las relaciones del poder
religioso con el poder civil en todas las épocas y religiones fueron importantes en la
política internacional de las naciones.

Bizancio creó un sistema de diplomacia que pudo tener éxito merced a los recursos
económicos que disponía. La estratégica posición que Constantinopla tenia en el
mundo del Oriente fue favorable para desarrollar un comercio próspero. Las bases de
su organización fueron el derecho romano a través de las ompilaciones dispuestas por
Jusatiniano apoyados en bases culturales griegas y con creencias y costumbres
cristianas.

Bizancio y los pueblos Bárbaros: Fruto de la hábil actitud de Bizancio ayudado por los
misioneros de la Iglesia de Oriente fue la cristianización de las naciones eslavas
allendes a las fronteras del Imperio. Con los rusos de Kiev, Focio de Constantinopla,
conocedor de la idiosincrasia eslava, lejos de enfrentarlos con la fuerza, procuraba
atraerlos con la alianza en base a los principios de la religión cristiana, de modo tal
que su misión era facilitada y apoyada por el basileus ya que la penetración política
acompañaba diplomáticamente a la prédiga religiosa. Focio actuó con flexibilidad al
autorizar el uso de las lñenguas nacionales en la liturgia sagrada.

Los hunos ejercieron mayor presión sobre Bizancio por la extensión de las fronteras de
este último, expuesta a las correrías de las migraciones que procedían del Asia. Entre
ambos bandos se intercambiaron embajadas, una de ellas, es la enviada por Teodocio
Ii, emperador de Oriente, al rey de los Hunos. El resultado fue concertar un acuerdo
humillante para el Imperio, obligándose este último a devolver los desertores y a la vez
pagar un tributo a los hunos a cambio de la paz en las fronteras del Imperio.

Expansión Espiritual de Roma y Constantinopla:

Su influencia en la diplomacia de la época: En el siglo IX el papado no solamente se


consideraba la sede de la Iglesia católica y cristiana, sino que al propio tiempo ejercía
su poder temporal como soberano sobre los que formaban los estados pontificios en
Italia y fuera de Italia. En Bizancio el basileus como era conocido el emperador, tenia
un poder temporal indiscutible y absoluto, donde el Patriarca y la Iglesia Oriental
representaban un papel importante en la organización imperial con una influencia
derivada del ascendiente que mantenía la jerarquía eclesiástica, intelectualmente
superior y a cuyo cargo estaban las misiones diplomáticas delicadas que el propio
emperador les encomendaba como embajadores suyos. La diplomacia bizantina fruto
de la conjunción armónica de factores religiosos y temporales adquiere particular
significado en sus relaciones con el mundo eslavo.

UNIDAD IV

El papado y el reino Franco: El Imperio Bizantino de Oriente se formó y evolucionó a


partir de la ruptura de la unidad romana. Las causas para que su estructura política
administrativa se mantuvieran organizadas fue el fruto de su acción diplomática. En el
occidente, a pesar de reconocer en cuanto al origen cultural y religioso, la misma
vertiente que el Imperio Bizantino, los factores del poder civil como religioso acusan
otro comportamiento y consecuentemente son otros los perfiles de las nuevas
sociedades que surgen con el aporte étnico y cultural de las tribus germanas y la
religión cristiana.

Las Galias fueron las más romanizadas de las provincias del antiguo Imperio Romano
y su papel fue decisivo como mediadora entre las tribus germanas que avanzaban
desde el Rin y Danubio. El avance de este conglomerado lingüístico y étnico de los
pueblos germanos, son los nuevos núcleos de los francos, sajones, alemanes y
bávaros que se asientan en el centro de Europa.

Los francos consiguen unificarse bajo la política de Clodoveo (482-511). La victoria


sobre los galoromanops establecidos entre Sena y el Loira y la conversión al
cristianismo del monarca favorece la formación de una estructura política más
coherente que pronto llegaría hasta los Pirineos.

El reino franco se asienta con la dinastía merovingia de donde derivan otros núcleos
políticos menores. Los monarcas consideraban que los territorios sujetos a su dominio
eran bienes particulares, regidos por el derecho privado y por lo tanto pasaban a
manos de sus herederos como bienes privados.

Durante el imperio de Clotario I (558-561) se vuelve a unificar el reino. La muerte de


Clotario provoca la formación de nuevos reinos, Austracia en el este con fuerte
influencia germana, y Reims como capital; al oeste Neustria con mayoría galoromana
y París como capital, al sudoeste Borgoña.

Clotario Ii consigue durante su reinado 613-629 promulgar el Edicto que lleva su


nombre, por el cual obtiene como soberano el derecho de elegir funcionarios reales.
Encargado en nombre del rey de coordinar éstas funciones es el mayordomo del
palacio que dirige la administración palatina.

Dinastía Carolingia: Esta segunda dinastía corresponde a los reyes de Francia.


Sucede a los reyes merovingios cuando esta empieza a declinar. Pipino II de Heristal
(679-714) mayordomo del reino de Austrasia, consigue dominar a los mayordomos de
Neustria y Borgoña manteniendo así la unidad del reino Franco. Le sucede en el cargo
su hijo Carlos Martel (174-741), que afirma su prestigio frente a sus pares. En la
batalla de Poitiers en 732 detiene Carlos Martel el avance del Islam en Occidente.

Con Pipino el Breve hay un cambio significativo en el campo de las relaciones


internacionales. Pipino es elegido rey de los francos en Soissons y ungido con el óleo
sagrado por el Legado Papal. Pipino el Breve provoca la caída definitiva de la dinastía
Merovingia (747). Los señores feudales reconocen la soberanía del nuevo monarca
quien inicia una nueva dinastía.

El prestigio de la corona franca aumenta cuando el Papa Esteban II recurre ante


Pipino en demanda de protección frente a las presiones y asechanzas de los
lombardos en Italia. En recompensa al apoyo que presta el monarca franco,
esconfirmada la legitimidad de su dinastía por el Papa, quien le otorga para sí y sus
descendientes el título de Patricio Romano. La confirmación papal implicaba de hecho
y de derecho el origen divino de la monarquía en un mundo profundamente cristiano y
temeroso de Dios adquiría gran significado.

Carlo Magno: Carlomagno (768-814) este monarca es quien da el nombre a la dinastía


carolingia y además elevó el reino de los Francos a su más encumbrado prestigio por
la vastedad de los territorios conquistado, como por las relaciones internacionales que
mantuvo como soberanos distantes, como de otros credos religiosos. Las mismas
tierras que iban intengrando el patrimonio eran al mismo tiempo campo propicio para
el avance del cristianismo. Merced a esta perfecta armonía entre el papado y el
monarca franco las relaciones siguieron un curso favorable para la Iglesia y la Corona.

La expansión carolingia se afirma hacia todas las direcciones, Sajonia en el norte. En


el sur, en Italia somete a los lombardos para ceñir la corona de Hierro. Se establece la
Marca Hispánica a lo largo de la frontera de los pirineos con el fin de detener el avance
árabe (795)

Con calculadora habilidad Carlomagno continuó la tradición protectora de sus


antecesores con la Iglesia, principalmente con su jefe visible el Papa. Asimismo el
papado entendió que en Carlomagno se había producido las circunstancias propicias
para moldear el nuevo Imperio Cristiano. Carlosmagno como rey franco y Patricio
Romano había llegado a consolidar el reino. Era el momento de erigir el Sanctum
Imperium Romanum. Tanto el Papa y el Rey consideraban que el Imperio Cristiano
que nacía, cumpliría importantes servicios a favor de los intereses de ambos. En
navidad del año 800 Carlomagno asistiendo a la misa de media noche en San Pedro,
el Papa León III se acercó al monarca y colocó en la cabeza de Carlos la corona
Imperial, símbolo del Imperio Cristiano que confirmaba el Jefe de la Cristianidad. Lo
sucede su hijo Luis el piadoso quien antes de su muerte debe presenciar el
enfrentamiento de sus tres hijos que se disputan la herencia de acuerdo con el sistema
franco de dividir los territorios heredados.

La partición queda consumada con los nuevos reinos que surgen. Lothario, el mayor
desea mantener la unidad imperial, por su parte Carlos el Calvo y Luis el Germánico
se unen para disputar sus partes en el reparto. Lotario es coronado emperador por el
papa Pascual I en Roma en el año 823 desoyendo el consejo que hizo Carlomagno a
su hijo Luis el Piadoso de abstenerse a pedir al papa la coronación Imperial en roma.

Disolución del Imperio Carolingio: Luis el Piadoso hijo de Carlomagno, apartándose del
consejo de su padre es coronado por el Papa Esteban IV (816-817) en Reims. Este
hecho tiene importancia por cuanto implica el reconocimiento de la primacia papal
sobre el poder secular a través de una serie sucesiva de acuerdos se va operando la
partición del patrimonio carolingio. Por la Ordinatio Imperi del año 817 se dispone que
la dignidad imperial corresponderá al primogénito de Luis Piadoso; Lothario.

En el año 842 se produce el llamado Juramento de Estamburgo entre Luis el


Germánico y Carlos Calvo. Este acuerdo formaliza la alianza de los dos hermanos
contra Lothario. El citado acuerdo tiene importancia por constituir el primero en su
genero redactado en alemán y franés antiguo.

Con el Tratado de Verdún del 843 queda dividido el Imperio franco en tres reinos:
central, occidental y oriental. La parte central corresponde a Lothario, a Luis el
Germánico le corresponde el Reino Oriental y Carlos Calvo el Occidental.

La muerte de Lothario II hijo del emperador promueva nuevas divisiones entre los
descendientes carolingios que es resuelto por el Tratado de Mersen en el 870. en el
año 880 Ribemot Luis III descendiente del Germánico obtiene parte de Lobean cedido
por el descendiente de Carlos Calvo. Todas estas particiones van desquiciando
lentamente la autoridad real y favoreciendo el feudalismo de los señores en cuyas
mayos está el centro del gobierno y el poder.

El Islam y sus relaciones con los reinos Cristianos: La doctrina del Islam es predicada
por Mahoma su profeta. La profesión de fe de los musulmanes, su fuente principal es
el Corán que contiene la palabra de Dios. Bagdad fue el centro principal de donde
irradió y se difundió la civilización islámica.

Debe destacarse que la relaciones que los árabes mantuvieron con los reinos
cristianos, pasados los primeros momentos de la conquista fueron perfectas, de una
relativa amistad y respeto, considerando las costumbres de la época. Mostraron
respeto por los santos lugares de Jerusalem y permitieron practicar el culto a los fieles
cristianos. Recién en el siglo XI cuando las tribus seljucidas se apoderan de la tierra
santa comienza las persecuciones que provocarían las cruzadas.

A pesar de los extensos territorios que llegaron a dominar los seguidores del Islam, se
debe destacar la carencia de Unidad política del mundo musulmán. El califa de
Bagdad y su dinastía más brillante la de los abásidas fue impotente para dominar a los
caudillos árabes y a las diferentes tribus que iban surgiendo al paso de las conquistas.

A pesar del fanatismo religioso de la época, tanto por parte de cristianos como de
musulmanes, no dejaron de mantener contacto entre si. Importante fue el papel
desempeñado por el comercio internacional para facilitar estos contactos y atemperar
la permanente hostilidad que guardaban entre sí las naciones de la turbulenta edad
media. En la organización burocrática de los árabes correspndía al divan-al-rachid
despacho de Comunicaciones todo lo referente a las relaciones exteriores.

Las Cruzadas. Influencia y proyecciones: Las cruzadas es un fenómeno religioso,


social y político de vital trascendencia en el mundo de las relaciones internacionales.
Para comprender este fenómeno es necesario profundizar en las relaciones entre
Oriente y Occidente. El espíritu religioso fue el impulso vital de la empresa en el
intento de una nueva conquista que partió de Occidente, lastimosamente el ambiente
político, social, económico fueron de mayor significación. Primaron más los intereses
particulares de los señores feudales.

Las invasiones persas durante las guerras médicas, es el comienzo o una de las fases
del largo proceso histórico que por muchos siglos daría lugar a corrientes migratorias
desde el oriente hacia el occidente y viceversa. La lucha entre Oriente y Occidente a
partir de la invasión árabe hacia el occidente tiene como común denominador el
sentimiento religioso que inflamaba a cristianos y musulmanes. Conviene señalar que
a pesar de ello existió un vuelco cada vez más violento y agresivo cuando las tribus
mahometanas seljucidas procedentes de Turquestán avanzaron agresivamente sobre
el decadente Imperio Bizantino y su objetivo principal, Constantinopla.
España hacía siglos que estaba en permanente tensión bélica a partir del siglo octavo.
En el siglo siguiente Sicilia fue arrebatada a los bizantinos hasta ocupar parte de la
península itálica. En el 846 llegaron hasta Roma para saquearla. Gregorio VII (1073-
1085) había alentado la cruzada a España, lo mismo que en dirección a Bizancio.
Corresponde al papa Urbano Ii la iniciativa de la primera cruzada. Esta iniciativa fue
lanzada en el concilio de Clermont el 27 de noviembre de 1095. el objetivo era liberar
los Santos Lugares como a los cristianos del Oriente del dominio musulmán. Este
sentimiento alentaría por más de dos siglos la mística de las cruzadas, que se
trasformaría en conquista y luego en colonización de las regiones ocupadas por los
cristianos. La verdad es que la idea mística de las cruzadas solo fue posbile por la
colonización emprendida y el interés económico de las repúblicas marítimas italianas.
En 1098 el legado pontificio, pudo conciliar el esfuerzo de varios grupos de señores
que emprendieron la expedición desde distintos lugares.

Aparentemente la cruzada parecía diluirse en la formación de feudos en las tierras


conquistadas, olvidando el objetivo principal que era la conquista de Jerusalem.
Corresponde a Godofredo de Bouillon recomenzar el camino hacia Jerusalem por toda
la costa de Siria. Dejan a los musulmanes Trípoli y se dirigen a Jerusalen que fue
tomada el 15 de julio de 1099. a Godobredo se le fue otorgado el gobierno del nuevo
reino de Jerusalem, aunque rechazó el título de rey. Murió en 1100 sucediéndole como
rey de Jerusalem su hermano Balduino.

Los francos apoyados por la escuadra genovesa conquistan Trípoli (fuerte marítimo en
poder de los musulmanes) el 12 de julio de 1109, creándose el condado de Trípoli.

El primer Estado cristiano en caer nuevamente en poder musulmán es Edesa. Este


hecho provoca la segunda cruzada que fue encabezada por soberanos, Luis VII rey de
Francia y el emperador ConradoIII. En 1187 el sultán Saladino toma nuevamente
Jerusalem. La tercera cruzada es organizada por Federico Barba Roja (1189-95) por
considerar que como soberano más encumbrado de la cristianidad le correspondía
dirigir la empresa, muere al cruzar el río salef en 1190. Ricardo Corazón de León y el
rey de Francia Felipe Augusto continúan con la cruzada y a pesar de la superioridad
militar que tenían no consiguen tomar Jerusalem. Termina con el acuerdo “modus
vivendi” entre cristianos y musulmanes que permite un mínimo de tolerancia religiosa
entre ellos.

Cuarta Cruzada: es exhortada por el Papa Inocencio III a cuyo llamado acude la
nobleza francesa. En esta cruzada se observa la primacía de los intereses comerciales
venecianos antes que los religiosos. El dux de Venecia Enrico Dándolo dirige la
expedición y conquista Constantinopla, apartándose del objetivo fundamental de la
cruzada que era Egipto.

Quinta Cruzada: 1128-29 Es organizada por el emperador Federico II quien busca un


entendimiento pacífico con el Sultán de Egipto Malic-Al Kamil. Por este acuerdo
concluido en Jafa el 11 de febrero de 1229 se pone término a la llamada guerra santa
entre cristianos y mahometanos lo que permitiría la práctica del culto por ambas
confesiones en santuarios comunes como era el Jerusalem. Jerusalem, Belén y
Nazareth fueron devueltas a los cristianos, pero reconocidas como ciudad santa para
ambos cultos. Los cristianos en adelante tendrán a su cargo el Santo Sepulcro y los
mahometanos la mezquita de Omar.

Sexta y séptima cruzadas dirigidas por Luis IX el rey santo (1248-1270). La expedición
se dirige hacia Egipto, llave de la tierra santa. Al comienzo la suerte le fue favorable
hasta llegar a la posibilidad de ofrecerle Jerusalem a cambio de Damieta que se
encontraba en su poder. Consideró el monarca, indigna tal transacción, intentando
continuar avanzando hacia el Cairo. No fue feliz en su intento y cayó prisionero él y su
ejercito, que solo fue liberado después de pagar un fuerte rescate. La séptima cruzada
la dirigió contra Túnez, la tierra de San Agustín. La peste diezmó a su ejército
pereciendo también él con la epidemia.

Ordenes de Caballería: Las cruzadas dieron motivos a que se crearan las ordenes de
caballería, una suerte de legiones de caballeros que obedecían a sus propias reglas y
principios y se consideraban independientes de toda autoridad real. Aunque aceptaban
el magisterio del soberano pontífice consideraban estar al servicio del credo cristiano
pero dirigidos y gobernados por sus propios jefes a quienes ellos elegían. Unían el
ideal religioso con el sentimiento romántico de la defensa del débil, hacían votos de
castidad, pobreza y obediencia. Durante las cruzadas prestaron ayuda invalorable a
los cruzados y peregrinos que se dirigían a la Tierra Santa.

Entre las principales órdenes merece destacar la Orden de los Caballeros de San Juan
de Jerusalem o de Malta. Esta orden tuvo su origen antes de las cruzadas cuando en
1048 obtuvieron de los mahometanos la concesión de fundar un hospital en Jerusalem
para socorro de los peregrinos, de ahí viene el nombre de Orden de Hospital con que
antiguamente se los conocía.

Otra orden de caballería de renombre es la de los Templarios que también tuvo


actuación destacada durante las cruzadas. La indumentaria de la orden era capa
blanca con la cruz roja. Fue fundada por Hugo Paganis en el 1120 y disuelta por el
papa Clemente en 1312 en el concilio de Viena.

UNIDAD V

El Sacro Imperio Romano Germánico. Su evolución histórica durante un milenio:


El Sacro Imperio Romano-Germánico, cuya existencia comienza en el año 800 y
termina definitivamente en el año 1806, no constituyó realmente una entidad jurídica
definitiva ni territorial ni políticamente. No obstante duró más de un milenio.

Su origen y formación se debe a los factores derivados de la disgregación del Imperio


Romano y el anhelote crear un imperio universal cristiano en Occidente, como
heredero del Imperio de Occidente Romano que había sucumbido en el 476, con la
deposición del último emperador romano de Occidente Rómulo Augústulo por los
visigodos, subsistiendo el Imperio de Oriente o Bizancio con su capital Constantinopla.
Los orígenes de la formación del Sacro Imperio Romano Germánico tienen su
comienzo en el primitivo reino franco (Regnun Francorun desde finales del siglo XI
también Regnum Teutonicum).

El papa Zacarías siguiendo la tradición de la época, busca el apoyo de aquellos


señores feudales que pueden dar protección a Roma y defenderla de la depredación.
Para esto, aprueba el destronamiento de la dinastía merovingia confirmando la
elección de Pipino el Breve (751/62) como rey de los francos y fundador de la dinastía
carolingia. Pipino recibe el óleo santo de manos del legado papal en Soissons.

El permanente asedio de los lombardos sobre Roma, obliga al Papa Esteban II a


solicitar la protección de Pipino a quien vuelve a ungirlo a él y sus descendientes con
el título de Patricius Romanorun (Protector de los romanos).

A Pipino le sucede su hijo Carlo Magno que en sucesivas campañas extiende


considerablemente la base territorial de su reino al norte principalmente, dominado por
los sajones, y al sud de Lombardía. Vence en Pavia a los Lombardos (774), se
proclama rey de los Francos y Lombardos, ciñiendop la corona de hierro.
En el año 800 el Papa León III unge a Carlo Magno con el título y la corona Imperial
Romana. El Emperador bizantino Miguel I reconoce a Carlo Magno como Emperador
de Occidente. Carlo Magno aconseja a su hijo Ludovico Pío, que en adelante no se
deje coronar por el Papa, y que siguiendo la tradición bizantina, se ciña la corona por
el mismo. Ludovico Pío (Luis el Piadoso) contrariando el consejo de su padre, acepta
que el Papa Esteban IV (816/17) lo corone en Reims, reconociendo de este modo que
solo el Romano Pontífice puede otorgar la dignidad Imperial. Con la muerte de Luis el
Piadoso, sus hijos a pesar de las medidas tomadas en vida por su padre, se ven
envueltos en una tremenda anarquía, sucesivas alianzas y traiciones recíprocas que
da por resultado la decadencia de la dinastía carolingia, pasando y sucediendo la
corona Imperial de mano en mano, con la Intervención de los Papas. Al extinguirse la
rama Franco Oriental de la dinastía carolingia, Luis el Niño (911) se debilita el poder
Imperial y facilita la formación de ducados feudales; Sajonia, Turingia, Baviera, Suabia,
Lorena, Franconia. La ciudad de Reims, es donde por tradición los Reyes Capetos
eran coronados.

Dinastías reinantes en el Imperio:


Dinastía Sajona: en el año 919 Enrique I es elegido rey de los Francos y de los
Sajones. Le sucede su hijo Oton I el grande. Su prestigio y poderío crecen lo que
facilita su camino para la coronación Imperial (962). Con este emperador se inicial el
Sacro Imperio Romano Germánico. Le sucede su hijo Oton II (973-983), Oton III (983-
1003). Este emperador muere sin dejar descendencia directa, le sucede Enrique II
(1003) el último de esta dinastía (germanos).

Es un hecho importante este nuevo intento de continuar el extinguido Imperio de


Occidente. El punto de arranque de esta nueva dinastía es tratar de reunificar los lazos
de la extinguida rama Franco-Oriental de la dinastía carolingia.

Sin duda el primero de los Otones, es quien con mejor suerte realiza una política de
expansión y consolidación de los dominios Imperiales sometidos en feudos. Consigue
intervenir en Baviera, Bohemia, Austria, hasta llegar hacia el este y dominar el reino de
Polonia. Toda esta penetración se realiza merced al empuje bélico y a la profunda
corriente evangelizadora que acompaña la política expansionista de formación, de un
Imperio cristiano universal.

Dinastía Franco Sálica: En el año 1024-39, Conrado II, bisnieto del duque Conrado el
Rojo de Lorena, es elegido en Manguncia, iniciando la dinastía de los Emperadores
Francos-Sálicos (1024-1125). Tras la primera campaña italiana ciñe la corona de hierro
de los Lombardos y es coronado Emperador en Roma. En 1047 Enrique III es
coronado Emperador y termina con la influencia de la aristocracia Romana en la
elección de los papas.

Enrique IV (1056-1106) y su largo reinado, constituye uno de los periodos de más


intensa lucha entre el poder Papal y el Emperador, denominado como Lucha de las
Investiduras. La minoridad del nuevo Emperador Enrique IV (1056-1106) y la
despreocupación de sus regentes de las relaciones con el papado, permite a Nicolás
II, implantar un sistema de elección Papal que lo independiza del poder Imperial. En
adelante el Pontífice sería elegido por el colegio de los Cardenales, excluyendo toda
intervención Imperial.

Dinastía Hohenstaufen: La dinastía que ciñe la corona del Sacro Imperio Romano-
Germánico a continuación de la Franco-Sálica, proviene del corazón de Alemania. Los
miembros de esta dinastía ocuparon el trono Imperial del 1138 al 1250. la política que
siguen los Hohenstaufen es similar a los anteriores. El enfrentamiento tiene otras
característicasn en el sentido de formarse en Itralia y Alemania dos facciones
antagónicas; Guelfos(partidarios del Papa) y los Gibelinos (partidarios del Emperador).

Federico I Barbaroja (1152-1190) es elegido Emperador, y consigue a través de


concesiones territoriales a los partidarios Guelfos, restablecer la autoridad Imperial
bastante maltrecha. El emperador emprende juntamente con el monarca de Francia
Felipe Augusto la tercera cruzada (1188). A la muerte de Federico Barbaroja en plena
Cruzada, le sucede su hijo Enrique VI que consigue unir la corona Imperial al del
Reino de Sicilia. El anhelo de los Hohenstaufen era unir Italia y Alemania bajo el centro
Imperial para establecer una dinastía hereditaria. Se ve frustrado nuevamente con la
muerte prematura de Enrique VI en 1197. Su heredero es Federico II, menor de edad
en ese momento bajo la tutela de su madre Constanza con el asentimiento del Papa
Inocencio III. La cuestión de la elección Imperial vuelved a plantearse, siendo
oponentes en este caso Felipe de Suabia y Oton IV. Gracias al apoyo del monarca
francés Felipe Augusto logra imponerse la candidatura de Federico II, después de la
batalla de Bouvines (1214) en el año 1220 es coronado emperador Federico II. Le
sucede su hijo Enrique VII. El último de esta dinastía, Conradín, hijo de Conrado IV
muere decapitado públicamente en Nápoles después de la batalla Tagliacozzo. La
dinastía queda extinguida y con ella la pretensión de dominar Italia.

Gregorio VII y Enrique IV en la entrevista de Canosa: El papa Gregorio VII, conocido


como el monje Hildebrando, promueve dentro de la Iglesia un movimiento reformista
basado en una concepción monárquica centralista y vertical. En el Dictatus Papal de
1075, expresa: únicamente el Papa como dirigente supremo de la Iglesia Universal,
puede nombrar y deponer no solo a los obispos, sino incluso a los reyes, puesto que
éstos por recibir el poder como dignatarios de Dios, son asimismo dignatarios de la
Iglesia”. La entrevista de Canosa en 1077 con el Emperador Enrique IV, no es sino un
episodio en la lucha por la tentativa del Sumo Pontífice de unir la Iglesia y el Imperio,
bajo la autoridad absoluta del Papa.

En pleno invierno de 1076-77, Enrique IV acompañado de un limitado séquito, se


dirige a Italia a través de los Alpes en busca de la ansiada entrevista con Gregorio VII.
El monarca alcanza su objetivo al llegar al castillo de Canossa, donde se encuentra
alojado el Papa. A partir de entonces se inicia un intercambio intenso de mensajeros
de ambos soberanos, Enrique IV estaba decidido a obtener el perdón por haber
destituído al Papa en el sínodo de Letrán, razón por la cual el Papa Gregorio lo
excomulga. Por fin el Papa cedió ante las súplicas del Emperador, pero a cambio de
severas amonestaciones y concesiones a favor de la Iglesia. En el año 1122se llega a
un acuerdo entre el sucedor de Enrique IV, su hijo Enrique V y el Papa Pascual II
sobre el tema de las investiduras. Por medio del Concordato de Worms, se hace la
distinción entre investidura temporal (bienes seculares cedidos en feudos) y canónica
(espiritualista, dignidades canónicas). El acuerdo significaba la renuncia del
Emperador en la elección e investidura de los Obispos. Definitivamente quedaba
resuelta la controversia de las investiduras con la separación de los dos poderes.
Papal e Imperial.

El Imperio Electivo Germánico: el deseo de los Príncipes alemanes de implantar un


sistema electivo, como originalmente era, parece entrar en una fase de consolidación.
Los príncipes y Señores Alemanes estaban cada vez menos dispuestos a rendir
vasallaje a una dinastía Imperial Hereditaria.

El derecho de elección, queda limitado a los Príncipes Alemanes más importantes; tres
electores eclesiásticos y cuatro laicos. Estando vacante el trono Imperial se produce
un primer intento de elección (1273) entre Rodolfo de Habsburgo frente al rey de
Bohemia Otokar II. Este hecho señala la aparición en escena de la dinastía de los
Habsburgos. Rodolfo de Habsburgo era un hombre enérgico y estaba convencido que
sólo el fortalecimiento patrimonial de la dinastía favorecería el poder político del mismo
y aseguraría su continuidad. Muere en 1291. en 1308 fue elegido rey de Alemania el
Conde Enrique de Luxemburgo. Con el nombre de Enrique VII accede al trono de
Alemania. Siguió la trayectoria de su antecesor con respecto a la política italiana para
ceñir la corona Imperial, que la obtiene en el año 1312. a la muerte de este le sucede
Carlos IV también de la rama de Luxemburgo. Cada vez más el Imperio toma un perfil
marcadamente Germánico para constituir el Sacro Imperio Romano de la Nación
Alemana.
Bula Aurea (1356): en julio de 1338 se reúnen los príncipes electores en Rhense
próximo al Rin, juntamente con otros Príncipes seglares y eclesiásticos para
proclamar: que el rey elegido en Alemania no necesitaba en modo alguno,
nombramiento, confirmación o aprobación ni autoridad de la curia y que solo la
coronación Imperial estaba reservada al Papa. Al asumir Carlos IV, logra la afirmación
de su autoridad dentro del Imperio, conforme a lo resuelto por los príncipes en
Rhense, se dirige sin mayor ostentación de fuerza a Roma para obtener el Cetro
Imperial (1354) el hecho más significativo de su reinado constituye la promulgación de
la Bula Aurea (1356). Este es un documento de trascendencia en la nueva estructura
Imperial Alemana, por constituir el intento más serio de establecer un ordenaciento
legal a la sucesión imperial en cuanto a la forma y contenido. El rey debía ser elegido
en Frankfort por mayoría simple, y coronado en Aquisgrán, para ser Emperador
Romano por elección. En la Bula Aurea no se mencionaba al Papa, ni la necesidad de
su participación en la elección regia, como a la designación Imperial. La nación
alemana había conseguido independizarse políticamente del Soberano Pontífice.

Los Habsburgos del Imperio: a la muerte del emperador Seguismundo cuya hija Isabel
estaba unida en matrimonio con Alberto II de Habsburgo, permite a esta casa volver a
reinar en Alemania y ceñir la corona Imperial. La elección se había convertido en mera
formula que cubría vergonzosos arreglos. Lentamente el derecho hereditario iría
imponiéndose. El gobierno de Alberto duró un año, le sucede su primo Federico III de
Estiria, cuyo reinado sería largo (1140-1490). Siguiendo la política familiar procura
ensanchar sus dominios patrimoniales buscando alianzas matrimoniales favorables. La
ocasión se le presenta al casar a su heredero Maximiliano con la hija del duque de
Borgoña carlos el Temerario, cuyos bienes y poder le permitían enfrentar al rey de
Francia.

El matrimonio de Maximiliano y María de Borgoña tuvo concesuencia extraordinarias y


favorables para el engrandecimiento de la estirpe de los Habsburgos. El hijo de
Maximiliano Felipe el Hermoso se casó con Juana la Loca hija de los reyes católicos.
Esta regia unión llevaría al trono Imperial a Carlos I de España y V de Alemania. La
casa de los Habsburgos había reunido bajo el más famoso de sus miembros inmensos
territorios que se extendían en todos los continentes. El reinado de Maximiliano duró
de 1493 a 1519. A la muerte de Maximiliano le sucede su hijo Carlos de Habsburgo V
de Alemania y I de España por la muerte de Felipe el hermoso por la muerte de Felipe
el hermoso, casado con Juana la Loca de España. El Emperador Carlos V vence en la
batalla de Muhlber a los protestantes, y en la Dieta de Augsburgo en 1555 proclama la
libertad religiosa de los príncipes alemanes. Carlos abdica (1556) a favor de su hijo
Felipe II, el trono de España y sus poseciones americanas, juntamente con la casa de
Borgoña. El hermano de Carlos V, Fernando, accede al Imperio y las posesiones
austríacas. De este modo la casa de Habsburgos se divide en dos ramas, la española
y la austríaca. En la Dietga de Presaburgo (1687) los Húngaros entregan la corona a la
casa de Habsburgo, y se crea la monarquía austro-húngara. La política internacional
de los dos reinos que integran el Imperio, Prusia por un lado y Austria-Hungría por el
otro traerán permanentes fricciones, guerras y alianzas, en menoscabo de los
intereses del decadente Imperio.

Técnicas de las Relaciones Internacionales durante la Edad Media: El periodo de la


Edad media, debe tenerse presente, que es el periodo más diversificado e incoherente
desde el punto de vista político. No obstante, siguiendo el orden histórico, se puede
caracterizar acontecimientos más salientes de la historia de la diplomacia durante este
lapso, tomando como base dos hechos trascendentales; las Cruzadas y la Guerra de
los Cien Años.

Tres núcleos históricos tienen principal significación y relevancia durante el primer


período-Alta Edad Media-hasta la terminación de las cruzadas. El Sacro Imperio
Romano Germánico; el Islam que tampoco puede considerarse una organización
política fija, pero su influencia y relaciones con los estados no puede dejar de tomar
consideración. En tercer lugar el Imperio de Bizancio, tal vez el núcleo más importante
por su homogeneidad. Como categoría especial estaba la Iglesia cristiana cuya
cabeza visible era el Soberano Papal. Asentada físicamente en Roma los Estados
pontificios su importancia diplomática era resaltante.

Durante este período las relaciones entre el Imperio y la Santa Sede constituyen el
centro neurálgico de la actividad diplomática. La mayor parte de los problemas era, por
un lado la designación del Emperador, cuya coronación por el Papa le daba un sello de
legitimidad. Por otra parte, la Santa sede, celosa de sus prerrogativas espirituales y
privilegios materiales trataba de imponerse ante el Emperador cada vez que surgía
controversia.

Las negociaciones eran llevadas y concluidas personalmente por los monarcas y


Príncipes, aunque los encuentros eran preparados y dirigidos en sus aspectos
formales por enviados especiales. En este caso el cargo principal lo ejercía un
Príncipe de sangre, allegado al monarca, asistido por un cuerpo de Consejeros. La
elección del lugar del encuentro era también de especial cuidado, los recelos eran
mutuos temiendo siempre una emboscada o enfrentamientos difícil de prever sus
consecuencias en una sociedad cuyas normas de convivencia no eran siempre muy
efectivas.

En el siglo XV comienzan los estados cristianos a interesarse en el establecimiento de


una diplomacia permanente en base a un sistema organizado de funcionarios
especializados en la materia, dirigidos desde la cancillería del reino.

La Diplomacia durante el sistema Feudal: El derecho reconocido a los señores


feudales de hacer la guerra entre sí, introdujo la anarquía en Europa Occidental
haciendo las costumbres más groseras y violentas. En este ambiente el poder real era
solo aparente por su debilidad y poco propicio para las relaciones internacionales
consecuentemente para una diplomacia orgánica.

En lo externo como en lo interno, era la guerra el estado natural de las relaciones entre
las entidades políticas del medioevo. Esta situación mueve a las comunidades, tanto
urbanas como rurales, a agruparse por comunes intereses, estableciéndose entre el
señor y sus vasallos una relación mutua de interdependencia.Los señores feudales no
eran solamente guerreros, sus funciones de gobierno los obligaba a actuar como
jueces de la comarca y sostenedores del orden interno, velando por la seguridad de
las represas y canales de riego necesarios para el cultivo. De este modo, lentamente a
partir del siglo XI, se va creando un orden feudal que más adelante serviría para
fortalecer el poder real y en consecuencia provocaría el advenimiento de las
nacionalidades y a la vuelta de las relaciones internacionales por el cauce de la
diplomacia.

La monarquía Feudal francesa. Los Capetos: La dinastía Carolingia duró, puede


afirmarse, apenas una generación. Con la desaparición del hijo de Carlomagno;
Ludovico Pío, el reino Occidental base territorial originaria de Francia cae en la división
natural impuesta por el régimen feudal. Los señores luchan uno contra los otros por
defender su territorio, despreocupándose en absoluto del poder real. Con la
decadencia de la autoridad carolingia, las calamidades recomenzaron. El poder real se
volvió ficticio. En este ambiente caótico surge un grupo familiar que logra imponerse
en el año 987 con Hugo Capeto, fundador de la dinastía. Este hecho es muy
significativo por el
carácter nacional que tiene la designación del nuevo monarca. Hugo trató de asegurar
los derechos al trono para sus descendientes por medio de la herencia de varón a
varón. Otra circunstancia favorable que aseguró a los Capetos el trono de Francia fue
el hecho que en el régimen feudal esta familia estaba fuertemente establecida en el
corazón de Francia.

UNIDAD VI

Guerra de los Cien Años (1337-1453): En los siglos XIV- XV, entre los años 1338-
1453, se produce la Guerra de los Cien Años entre Francia e Inglaterra.

Este conflicto bélico tiene importancia por ser la última de las contiendas de tipo
feudal. Después de tan largo conflicto, quedan establecidas las respectivas políticas
internacionales de ambas potencias, que continuarían firmemente orientadas en esas
direcciones. El mayor desgaste bélico sufrió Francia, desde el momento que la guerra
se desarrolló en su territorio, pero a cambio de ello liberó definitivamente los feudos
ingleses enclavados en el reino; Guyena y Gazcuña. En adelante, Inglaterra evitará
participar en el continente europeo y se orientaría a una política marítima de largo
alcance, que llevaría a su diplomacia del futuro, al espléndido aislamiento. Francia,
libre su territorio de un enemigo como Inglaterra, formularía su diplomacia para
obtener las fronteras naturales como límites de su territorio continental.

Eduardo III de Inglaterra, sube al trono a la edad de 19 años (1327-1377). Era nieto se
Felipe IV el Hermoso de Francia por su madre Isabel, hermana de Carlos IV de
Francia, último rey sin descendencia directa. Por aplicación de la Ley Sálica (derecho
al trono por la línea masculina) es exluida Isabel y accede al trono Felipe de Valois, de
la rama colateral de los Capetos, que ocupa el trono de Francia con el nombre de
Felipe VI. La confrontación bélica entre ambas naciones era inevitable. Francia no
podía admitir que un inglés ciñera la corona de los Capetos y por su parte Inglaterra se
veía seriamente amenazada en sus feudos territoriales de Francia.

La victoria de los franceses en Castillon en 1453 determinó, prácticamente, el fin de la


guerra de los cien años.

Los concilios del siglo XV: Concilio, del latín concilium, es toda asamblea o congreso
de obispos y teólogos reunidos para decidir sobre asuntos de la fe y la doctrina
católica, como asimismo sobre la disciplina de sus miembros. El primer concilio
general tiene lugar en Nicea, Asia Menor, en el año 325. A partir del primer concilio de
Letrán en 1123, el Obispo de Roma comienza a ejercer su poder ecuménico. Estas
asambleas adquieren un carácter cada vez más universal, y su influencia en el mundo
cristiano fue cada vez mayor. En la Bula Ucnam Sanctam se formula la más rígida
afirmación de la supremacía ecuménica del Papa: “manifiesto teocrático en el que
quedaba establecido el programa máximo del Papado”
Concilios de Constanza En 1409 se reúne en Pisa el Concilio. Los cardenales en
esta ocasión y a fin de obviar la existencia de los dos Papas eligen un tercero con el
nombre de Alejandro V. También en este concilio se estableció la necesidad de llamar
a una nueva asamblea universal para decidir en definitiva las graves cuestiones que
aquejaban a la Iglesia y que amenazaban con un parcelamiento en las Iglesias
nacionales.

El concilio de Constanza quedó inaugurado el 5 de noviembre de 1414 y fue


convocado por el nuevo papa elegido por los cardenales en 1410. Baldassare Cossa
subió al trono con el nombre de Juan XXIII. La celebración del Concilio contó con la
influencia y el apoyo del emperador del Sacro Imperio Segismundo. Su intervención
fue realmente benéfica para evitar el cisma no sólo religioso, sino por la oportunidad
de dar a las nuevas naciones en formación la ocasión de cambiar ideas y acordar
soluciones sobre intereses temporales ligados en muchos casos a los intereses
financieros de la santa sede.

La asamblea convocada en Constanza tenía verdaderamente carácter internacional y


ecuménico. Uno de los hechos de mayor significación que se acordó fue el voto por
naciones, es decir, por representación de países en lugar de los votos individuales. El
concilio asume como entidad la representación legítima de la Iglesia de Dios, de tal
modo, que con esta nueva concepción revolucionaria del poder divino se restablece de
un solo golpe la unidad de la iglesia. Por tanto la autoridad papal pasaban a segundo
término, al punto de que la autoridad Papal como la legitimidad de su autoridad
estaban supeditadas a la Asamblea Ecuménica. El movimiento conciliar había
triunfado ampliamente en beneficio de la universalidad de la Iglesia y en contra del
absolutismo Papal.

Concilio de Basilea: El concilio se inauguró en la ciudad del mismo nombre el 23 de


junio de 1431 y se considera por su importancia y duración como continuación del
concilio de Constanza. En el concilio volvieron a manifestarse la enérgica actitud del
pontificado, de recobrar el principio de autoridad suprema. Por su parte los conciliares
persistían en la posición ganada en el Concilio anterior proclamando la superioridad de
los concilios sobre el Papa. El concilio de Basilea se prolongó por espacio de 18 años,
al quedar terminadas sus deliberaciones el 25 de abril de 1449. Gracias a la
preparación y sabiduría de los asistentes se pudo decidir sobre la diversidad de
problemas que se planteaban, esto es, los problemas de la fe, de la reforma, de la paz
y de los asuntos generales. También se promovieron cuestiones de significativa
trascendencia como era
la unión de la Iglesia de Occidente y la de Oriente, separadas oficialmente desde
1054. dicha posibilidad queda totalmente disuelta con la caía de Constantinopla en
1453.

Influencia del Movimiento Conciliar en las Relaciones Internacionales: El espíritu


conciliar tuvo benéfica influencia en cuanto facilitó y abrió la posibilidad para la
celebración de congresos y conferencias internacionales entre las potencias que iban
perfilándose en Europa. Estos intentos de negociaciones diplomáticas por medio de
congresos tenían su antecedente auspicioso en los concilios de Constanza y Basilea,
que crearon el ambiente propicio para este tipo de encuentros a nivel internacional.

Luis XI y su diplomacia: Nació el 3 de julio de 1423, y llegaría a ser más tarde


conocido como Rey de Francia Luis XI; pertenecía a la familia de los Valois. Las
derivaciones y alternativas de la guerra de los cien años colocaban a la monarquía de
Francia en sus momentos más dramáticos. Es consaiderado el propulsor de la
diplomacia permanente que marca uno de los períodos en la historia de la diplomacia.
Aunque este monarca no mostraba afecto por tener representantes diplomáticos cerca
de su corte con carácter permanente, se esforzó sin embargo, a enviar
representaciones permanentes cerca de las cortes por considerar necesario tener una
información continua y actualizada. Esta modalidad obligó a las naciones interesadas
a perfeccionar el servicio diplomático jerarquizándolo y dándole carácter cada vez más
mayor continuidad.

En 1447 al Delñfín, en su carácter de heredero de la corona, le fue adjudicado el


gobierno de la región del Delfinado al sur de Francia. Pronto demostró dentro de los
límites de su territorio sus condiciones de gobernante al reorganizar las finanzas de la
provincia e imponer su autoridad tanto frente al poder civil como de la Iglesia. Es
interesante destacar la habilidad de negociador que demostró siempre Luis XI.

En 1460 Luis XI comienza una campaña de aproximación diplomática con su vecino


Sforza nuevo duque de Milán. Se inicia así un intercambio casi permanente entre
ambos. En 1461 muere Carlos VII y accede al trono de Francia su hijo Luis XI.. desde
ese momento Luis XI demostraría una infatigable dedicación al gobierno de su reino.
Desde la época del Delfinado Luis XI demostró particular interés por conocer a fondo
la compleja evolución de la diplomacia de las ciudades Italianas. Los primeros intentos
de contactos directos con sus vecinos los milaneses los pone en ejecución el delfín
durante el verano de 1451 al enviar una embajada ante Francisco Sforza, duque de
Milán, para concertar un tratado entre el delfín y el duque. Estos antecedentes de la
diplomacia permanente no eran desconocidos por Luis XI. En 1464, ante el
ofrecimiento de Francisco Sforza de acreditar ante la corte de Francia un
representante permanente, Luis XI expresaría al enviado, Alverico Maletta: que
escribiera a su señor para explicarle que la costumbre de Francia no es como Italia,
que mantener un embajador residente no es signo de afecto pero sí de suspicacia. De
esto se desprende que en un comienzo el uso de las embajadas permanentes no eran
bien vistas aún por los mismo que la habían propiciado, pero poco a poco, se irían
rompiendo los recelos y la diplomacia se orientaría hacia su objetivo más sano:
mantenerse estable a fin de conocerse mejor. Giovanni Pietro Panigarola, puede
considerarse como uno de los primeros representantes del duque de Milán ante la
corte de Francia con carácter permanente, había llegado a Francia en 1464.

Luis XI puede ser caracterizado como el monarca-diplomático, pero no en el carácter


de un hombre absoluto y voluntarioso. A pesar del poder absoluto que demostraba
tener, sus decisiones como la atención que prestaba a las informaciones que recibía
de toda las fuentes, eran propios de un hombre moderno, frío y calculador que
estimaba la importancia de mantener contactos diplomáticos con todos los gobiernos,
sin tener en cuenta la mayor fuerza de unos y otros.

La Diplomacia de las Ciudades Italianas a partir del Siglo XV: A finales del siglo
XV las principales potencias se inclinarían a una diplomacia permanente, buscando
darle un sentido más funcional, en el sentido de estar permanentemente informado de
lo que ocurría en las principales cortes de Europa. La dinámica diplomática había
entrado en una nueva faz, gracias a los nuevos métodos elaborados por las ciudades
italianas y que con sagacidad había adoptado Luis XI.
La fisonomía política y cultural de Italia ofrecía la imagen de tres regiones
diferenciadas. Las ciudades del Norte que eran las más ricas y constituían centros
comerciales y de banqueron importantes. Venecia y Génova monopolizaron el
comercio y el tráfico marítimo entre el Oriente y el occidente. En el centro de Italia se
encontraban los llamados estados pontificios cuya soberanía la ejercía el Papa. La
Italia Meridional abarcando Sicilia fue el cruce obligado de las corrientes migratorias de
aventureros y conquistadores.
Son las ciudades del Norte las que se convierten bien pronto en verdaderos centros de
una intensa actividad política que las llevarían a su vez a crear las bases de una nueva
forma de la actividad diplomática aplicada como arte para mantener el equilibrio de
poderes, de tal manera que ninguna de ellas pudiera tener suficiente hegemonía como
para dominar a las demás.

La crisis de autoridad que se produce en las ciudades italianas como consecuencia del
debilitamiento del poder del emperador y del pontífice hace necesario encomendar el
gobierno y dirección de la ciudad a los señores que ostentaban algún título importante
como el de podestá o gonfaloniero (encargado de llevar la bandera de la ciudad).
Estos funcionarios fueron el origen de las señorías urbanas, institución política que
dominarían las ciudades principales de Italia durante los siglos XIV y XV. El poder les
permitió adquirir fortuna, de este modo la institución se hizo hereditaria, surgiendo el
nombre de importantes familias ligadas al destino político de las ciudades-estados.

Diplomacia Veneciana: La situación geográfica de Venecia favoreció sus relaciones


más directas con Bizancio, permitiéndole adquirir conocimiento de los métodos y
procedimientos diplomáticos que en su época de mayor esplendor y riqueza aplicó
Bizancio con sabiduría frente a sus vecinos bárbaros. El modo habitual de celebrar
acuerdos internacionales durante la Baja Edad Media era la forma verbal. Rara vez se
hacía uso de la comunicación escrita por el peligro que representaba que la misma
cayera en manos del enemigo. Bizancio fue la que comenzó a usar la forma escrita
para sus comunicaciones diplomáticas, pero es Venecia la que perfecciona dándole la
importancia y el significado que posteriormente tendrían los informes de sus
embajadores o representantes. La necesidad de mantener una corriente informativa
intensa como variada obligó a los venecianos a perfeccionar la criptografía por medio
de claves.

Durante las cruzadas, para protección de las colonias venecianas es designado el


“bailio”, una suete de cónsul moderno con atribuciones similares a estos funcionarios,
a cuyo cargo estaba la protección de los intereses de los comerciantes venecianos.
Cuando se produce la caída de Constantinopla en 1453, son los venecianos los
primeros cristianos que establecen relaciones diplomáticas con el Sultán. El “bailio
constantinopoliano” adquiere desde ese momento rango de embajador.

Era un importante para los venecianos las informaciones de sus enviados,


preocupándose de la conservación ordenada de estos documentos. A fines del siglo
XIII se dispuso la apertura de el libro de los tratados (Patti), en el que se tomaba nota
de los documentos públicos importantes, y el libro Memorial de Acontecimientos,
donde se recogían los asuntos ordinarios que podían servir de precedentes
diplomáticos.

Florencia y los Médicis: Lo peculiar de los estados italianos frente a los europeos
consistía en haber surgido exclusivamente de la ciudad y de la economía urbana,
estando, pues en sus ingresos atenidos al sistema de impuestos. Por tal razón gran
efecto tuvo en el seno de la burguesía cuando se estableció en base al catastro de la
propiedad inmueble, pues esto representaba un alivio al antiguo estimo que gravaba
en gran parte la propiedad mobiliaria. En el proyecto trabajaron los principales de la
ciudad y lentre ellos Giovanni de Bici Médici, quien era la persona que el público
reconocía que con mayor entusiasmo había actuado. A su muerte en el año 1429, la
familia de los Médicis estará ligada íntimamente con la política de la ciudad. El sucesor
de Giovanni fue su hijo Cósimo, que en 1433 debió extrañarse de la ciudad por
motivos políticos; él y sus familiares quedaron excluidos del derecho de ocupar cargos
públicos. En menos de un año los Médicis fueron llamados nuevamente por los
ciudadanos. Los Médicis, aparte de políticos fueron amigos de los artistas y
protectores del arte. Fue la ciudad en la que mayor brillo tuvo el Renacimiento.

Lorenzo el Magnífico siguió las tradiciones de su padre. Con la conjura que en 1478
planearon los Pazzi para suprimir a la familia Médicis por el asesinato. Lorenzo se
salvó del ataque, pero cayó su hermano Juliano. La reacción de Lorenzo fue violenta,
y olvidando el sabio consejo del primer Médicis, intentó imponer la tiranía a los
ciudadanos de Florencia.

Nicolás Maquiavelo: (1469-1527) es considerado como uno de los pensadores


políticos más encumbrados de su tiempo, sentó las bases de una política realista
separada de la moral. Toda su obra estaba dirigida a obtener la ansiada unidad italiana
elevando la razón de estado a un medio y un fin en sí mismo. Maquiavelo antes que
nada deseaba unir a Italia como nación moderna sugiriendo los moldes en que iban
formándose las nuevas nacionalidades. Los estados italianos eran brillantes, ricos,
pletóricos de arte, pero políticamente feudalizados, divididos por intereses y
cuestiones que no coincidían con la anhelada unificación italiana.

Más de 23 misiones al exterior cumplió Maquiavelo, todas ellas de importancia, tanto


por sus objetivos como por la calidad de las personas con quienes alternó.

La Diplomacia permanente. Sus comienzos: La diplomacia como actividad puesta al


servicio de las relaciones internacionales ha existido en todas las épocas y pueblos.
Originalmente la función diplomática se limitaba a la representación, donde el enviado
realizaba una actividad puramente protocolar, como saludar al monarca, intercambiar
presentes, etc.

Cuando al funcionario de la diplomacia se agrega la función de negociación la


institución entra en su faz dinámica que obliga a una nueva concepción de la actividad
diplomática.

En la Santa Sede, el sumo pontífice debía mantener con los soberanos contactos más
seguidos y sobre todo de bases más estables, como eran los referentes a la
coronación del rey o del emperador por el Papa con el objeto de legitimar el
nombramiento. Es decir, un conjunto de problemas de carácter permanente obligaban
al papa a mantener casi en forma ininterrumpida un legado ante las cortes de los
monarcas cristianos. Por su parte por idénticas razones, los monarcas enviaban a la
sede papal sus procuradores, en la mayoría de los casos cléricos con el fin de obtener
el otorgamiento de alguna dispensa o plantear la anulación de algún matrimonio regido
por razones políticas. Así surge en forma peculiar relaciones más estables y
permanentes entre la santa sede y los reinos cristianos, por las razones señaladas.

A partir de fines del siglo XIV el sistema feudal se va debilitando cada vez más a favor
de la formación de los nuevos reinos nacionales en base a un régimen monárquico
absoluto, pero de carácter nacional. Por otra parte, el auge de la actividad comercial
en el orden internacional obliga a las naciones y ciudades a estrechar vínculos
derivados del intercambio de personas y bienes. La guerra ya no sería la única forma
de contacto entre las naciones.

Presionados por las circunstancias, los monarcas, duques como el de Borgoña o el de


Molán, envían representantes personales con carácter permanente cerca de las
cortes. A fines del siglo XV los reyes católicos Fernando e Isabel empezaron a aplicar
el sistema de la diplomacia permanente. En 4794 Lorenzo Suárez de Figuerola es
enviado como representante de los reyes católicos ante la República de Venecia,
permaneciendo en función diplomática hasta 1498. con igual carácter es acreditado en
1500 ante la corte de Inglaterra Rodrigo Gondensalvi de Puebla.

Si en un comienzo se ha señalado como antecedente de la diplomacia permanente las


misiones que la santa sede enviaba ante los monarcas cristianos, debe advertirse que
dichas representaciones estaban siempre limitadas a objetivos específicos, de cuya
obtención dependía el tiempo de permanencia de los legados ante los monarcas que
estaban acreditados.

El objetivo moderno de las misiones permanentes es la paz y la concordia entre las


naciones, a medida que los puestos permanentes se extienden sobre la tierra, los
lazos entre los estados se refuerzan y la organización del munco, como asimismo las
garantías internacionales, se amplía y desarrollan.

UNIDAD VII

La Época de los descubrimientos: Los descubrimientos marítimos abren nuevas


perspectivas para las relaciones internacionales. El centro de gravedad de las
relaciones internacionales fue hasta entonces, la cuenca del Mediterráneo. Un clima
benigno y apacible vio florecer brillantes civilizaciones, pero fue imposible que la
dinámica de la civilización en expansión se limitara a los contornos de un mar cerrado.
Es así como los pueblos de Europa se lanzan a la gran aventura atlántica a fines del
siglo XV y comienzos del siglo XVI. Primero Portugal y más tarde España, lo cierto es
que estas nuevas rutas marítimas producen profundas transformaciones políticas, que
hace necesario crear un derecho público.

El juego de la política internacional hace necesario organizar un poder político


centralizado y coherente, con instituciones estables, ejército permanente, y una
diplomacia profesional. La razón del Estado es la base de la política interna como
internacional de las nuevas naciones y esta circunstancia es la que determina la
creación de formas nuevas de la diplomacia, propias de las monarquías absolutas, en
que los factores dinásticos tendrán un papel hegemónico a partir del siglo XVI.

Los cónsules en esta época tenían funciones más bien comerciales y los que ejercían
el cargo eran comerciantes delegados por sus colegas, desempeñando al mismo
tiempo funciones diplomáticas en representación de sus soberanos.

Con el nacimiento de las monarquías absolutas y el creciente debilitamiento del


feudalismo existe una tendencia al crecimiento y evolución de los estados nacionales,
fundados en la comunidad de origen, de lengua y religión. Las tres naciones que en el
mundo occidental muestran estos perfiles nacionales son, España, Francia e Inglaterra
que ejercerán en los siglos sucesivos funciones rectoras en la política internacional.

Importancia Internacional de la Península Ibérica en el Siglo XVI:

Fernando de Aragón: Fernande V de Aragón nació en el año 1452. descendiente por


parte de su madre del almirante de Castilla, Fadriquez Enriquez. Se lo considera uno
de los diplomáticos más habiles de su época. Las condiciones de político y diplomático
de Fernando tuvieron su prueba en el desempeño de sus regias funciones con relación
a los complejos asuntos de Castilla con Felipe I el Hermoso, esposo de Juana la loca,
hija de los reyes católicos. Fernando utiliza el recurso de la unión matrimonial para
neutralizar la manifiesta hostilidad del monarca francés con respecto a España,
Fernando de Aragón contrajo segundas nupcias con Germana de Foix, sobrina de Luis
XII. Evitó a España una situación difícil para la unidad española, desbaratando la
ambición de muchos señores que apoyadas en Francia querían volver a las épocas de
la monarquía feudal.

Portugal y su política del Secreto: Este país se encontraba geográficamente en


inmejorable posición para constituir al finalizar el siglo XV como la nación exploradora
del Atlántico desconocido. Portugal era por sus costas el punto de escala forzada de
todos los que navegaban entre el Mediterráneo y las regiones del norte europeo. Su
limitado territorio hacía que sus gobernantes tuvieran un latente instinto de defensa y
con mayor motivo por tener de vecino a la poderosa España. Los portugueses
pusieron en práctica desde un comienzo la política del secreto y la simulación en su
programa de expansión ultramarina. Pero la política expansionista de Portugal
chocaría inevitablemente con Castilla, más aun después del descubrimiento de
América.

Los portugueses tenían conocimientos profundos y avanzados de los nuevos métodos


de navegación astronómica ñy poseían cartas náuticas bastante precisas de las
expediciones que realizaban que eran guardadas celosamente y dentro del mayor
secreto. Así fue posible a este pequeño reino convertirse muy pronto en una potencia
colonial, sobre la base de la política del secreto de los descubrimientos, mediante el
ocultamiento de los documentos y cartas náuticas, la mutilñación de documentos,
mapas y el sigilo jurado de los navegantes. Severas sanciones imponían las leyes
portuguesas de la época para todos aquellos que divulgaran los conocimientos sobre
la navegación atlántica que eran guardados como secreto de Estado. Esta metódica
política del sigilo trasladaría con igual eficiencia al campo diplomático en sus
permanentes cuestiones con España. Heredera de esa diplomacia sería Brasil.

Los Habsburgos en España: La estirpe de los Habsburgos fue en un comienzo, una


de las tantas familias ennoblecidas dentro de los límites imprecisos de esa pura ficción
que era el Imperio Romano Germánico y que llegaría por medio de hábiles acuerdos
matrimoniales a coincidir en uno de los descendientes; Carlos V de Alemania y I de
España, un vastísimo patrimonio territorial. La orientación política impresa por Rodolfo
de Habsburgo a los fines de fortalecer el prestigio y poder de la casa, haría que los
intereses dinásticos primaran sobre los intereses nacionales que por herencia iban
acumulando esta importante dinastía europea.

Maximiliano I de Habsburgo siguiendo la tradicional política de su familia se une en


matreimonio con María de Borgoña, pasando de esta suerte a ingresar al patrimonio
de los Habsburgos el sólido ducado de Borgoña. A la muerte de su esposa en 1482, su
único heredero varón Felipe el hermoso se une con la princesa Juana, segunda hija de
los reyes católicos en el momento que España surge con proyecciones mundiales en
la política internacional. De este matrimonio nace el futuro emperador de las Españas;
Carlos I en la ciudad de Gantes en el año 1500. el emperador Maximiliano tomó a su
cargo la educación del príncipe Carlos, quien fue educado en Flandes.

Toda esta serie de acontecimientos tendría consecuencias funestas para España. La


diplomacia estaría al servicio de intereses dinásticos y familiares ante que los más
importantes del reino español. Fernando el Católico sería puesto de lado en el
gobierno ante el problema de una hija loca y un nieto incapacitado por su edad para
dirigir y reinar. Muy pronto comenzaron los reclamos de Maximiliano I a favor de su
nieto Carlos, para que entrara en posesión de sus derechos a la corona de España. La
muerte de Fernando el Católico (1516) deja libre el campo político español a favor de
la influencia de los Habsburgos. A España llegaría un rey educado a la usanza
flamenca dentro de la ceremoniosa corte de Borgoña, hablando apenas el idioma
castellano. A la muerte de su abuelo Maximiliano I en 1519, es elegido emperador con
el nombre de Carlos V.
Las monarquías Absolutas: la historia de las principales naciones, España, Francia e
Inglaterra, a partir del siglo XVI hasta la revolución francesa, es, puede decirse, la de
integración de las monarquías absolutas, en que factores dinásticos fueron de carácter
decisivo. La idea que de sus deberes tenían los monarcas fue que las naciones por
ellos regidas las personificaban ellos mismos y sus súbditos tenían deberes de
acatamiento y obediencia aún en el orden religioso, en el sentido de que la religión del
monarca era también la religión de sus súbditosl. Así mismo los reyes, imbuidos de
este sentimiento absolutista se consideraban obligados hacia sus vasallos. Todo por el
pueblo, pero sin el pueblo, constituía la divisa que mejor sintetizaba el gobierno de la
época. Fue la guerra exterior un factor esencial en el desarrollo de la monarquía
absoluta.

El problema de las potestades y las Bulas de Alejandro VI: El descubrimiento del


Nuevo Mundo y la formación de las grandes potencias motivaran la necesidad de
legitimar el derecho de ocupación de los reinos de las Indias. Cuando se produce el
conflicto entre España y Portugal con motivo del pleito sobre la legitimidad del dominio
español en las indias, se encontraba aún en vigencia la vieja y discutida concepción
medieval sobre el origen y naturaleza del poder. Se afirmaba que toda autoridad
proviene de Dios y que su Augusto representante; el Pontífice, era el depositario de
esa potestad, de tal manera que la autoridad de los reyes en sus respectivos reinos,
era delegada por conducto del soberano pontífice vicario de Dios en la tierra.

Después del descubrimiento del Nuevo Mundo, por Colón, el Papa Alejandro VI expide
el 4 de mayo de 1493 la Bula Inter Cetera, confirmatoria de la potestad pontificia de su
poder universal. La declaración papal establecía una línea de demarcación, que se
debía considerar tirada de polo a polo y que pasase hacia el occidente a la distancia
de cien leguas de las islas del Cabo Verde. Dicha donación pontificia no satisfacía las
pretenciones de los portugueses y los mismos españoles, quienes pusieron en tela de
juicio la legitimidad de la potestad papal.

Consecuencia de toda esta pugna, los reyes católicos y el rey de Portugal Juan IV
convinieron y acordaron una nueva línea de demarcación que debía fijarse 370 leguas
desde las islas del Cabo Verde al Occidente. El pacto se firmó el 7 de junio de 4794 en
Tordesilla, obteniendo la sanción del papa Julio II, quién expidió al efecto la Bula de 24
de enero de 1506.

Bulas de Alejandro VI. En un momento importante de las relaciones internacionales,


especialmente entre España y Portugal, el Papa Alejandro VI dictó una serie de
documentos que posteriormente tendrían efecto en la fijación de los límites territoriales
entre España y Portugal.

Cinco en total fueron los documentos emanados de la Sede Apostólica conocidas


como bulas; la Inter Cetera (breve secretarial del 3 de mayo), PII Fidelium, bula del 25
dejunio; Inter Cetera, bula extraordinaria y segundo documento de este titulo del 4 de
mayo; Eximie Devotionis breve extraordinario del 3 de mayo y por último
Dudumsiquidem, bula del 25 de septiembre. La potestad papal en materia de donación
o adjudicación de tierras desconocidas o conocidas en poder de los infieles no era una
novedad en los reinos cristianos.

La Bula Inter Cetera, que en realidad son dos, hace relación con la adjudicación de
las nuevas tierras atribuidas a Portugal y España. La segunda de las bulas Inter
Cetera, de carácter extraordinario, fue dada a los efectos de aclarar y concretar los
términos de la primera.
Las Nuevas Ideas en el Orden Internacional. Francisco Vitoria: En España durante
el siglo XVI se destacan dos figuras extraordinarias, cuyas ideas pueden considerarse
como básicas para la futura estructuración del derecho internacional como disciplina
destinada a regular las relaciones de naciones y personas, por el cauce del derecho y
que entonces sería la meta de la diplomacia moderna. En su obra de Indii y de dejure
Belli del año 1539, se estructura con acierto su concepción sobre el problema de las
potestades. Respecto a las potestades separó en forma definitiva la eclesiástica de la
temporal. Del mismo modo que Vitoria o inspirado en la misma doctrina se manifestó
Domingo de Soto, catedrático de Salamanca y contemporáneo a Vitoria.

Con respecto a la potestad del sumo pontífice, teólogos y juristas españoles basados
en la doctrina tomista, fijaron los límites del vicario de Cristo para intervenir en la
sociedad civil siempre que sea necesario a los fines sobrenaturales que le son propios
y exclusivos. De los dos poderes, el temporal había pasado a ser exclusivo en forma
irrevocable de los príncipes, favoreciendo en la política el absolutismo nacionalista. En
cuanto a lo religioso una gran parte de Europa se desprendió del trono romano,
arrebatando al Papa su potestad espiritual, formándose las iglesias nacionales.

No cabe duda del mérito de los teólogos y juristas del siglo XVI y XVII como Francisco
Vitoria, en la búsqueda de soluciones jurídicas y aceptables para resolver los
problemas que se planteaban entre los pueblos con motivo del descubrimiento de
América, dando de este modo nacimiento a una nueva rama de las ciencias jurídicas,
llamada derecho internacional.

Con respecto a la institución de la diplomacia, el nacimiento del derecho internacional


será de vital importancia, pues, en adelante, si bien no sería aun fácil hacer valer las
normas del derecho como medio más práctico para mantener la paz y la prosperidad
de las naciones, la diplomacia tendría en adelante un punto de apoyo que facilitaría su
funcionalismo de promover las relaciones entre los pueblos sobre bases más estables
y permanentes.

Corresponde a Hugo Grocio, el mérito histórico de tratar de sistematizar, dentro del


marco jurídico, las obligaciones y derechos de los pueblos en tiempo de guerra.

La diplomacia en Inglaterra, Francia y en Europa Oriental: Francia se erige en


principal rival de España y la política del monarca francés Francisco I, está dirigida, a
socavar el prestigio y el poderío de los Habsburgos. Las querellas dyd búsquedas de
prestigios determina el curso de las relaciones internacionales entre estas dos
naciones. Las causas que provocan este largo conflicto son las cuestiones italianas
principalmente y los problemas en el norte con la frontera de los Países Bajos. Ambos
monarcas tratan de vencerse mutuamente buscando alianzas, ya sea con Inglaterra o
la amistad de los turcos de Oriente, que utiliza Francisco I, para presionar sobre el
español. La superioridad española se logra con la ayuda de los príncipes alemanes ys
los luteranos.

Inglaterra será en adelante fiel a la política trazada después de la guerra de los cien
años. No participar en guerras continentales, buscando o aceptando alianzas que
convengan a sus intereses económicos y marítimos que se perfilan y se acrecientan.
La técnica de la diplomacia absolutista de la época eran que los acuerdos lo
negociaban personalmente los monarcas.

Corresponde al Zar Iván IV el que dará impulso a la política de engrandecer sus


territorios, objetivo básico de la orientación internacional de la época.La diplomacia
rusa estará orientada hacia dos direcciones; la salida al Báltico, en el norte y el Mar
Negro, en el sur. En ambas direcciones tendrá que afrontar guerras para buscar sus
objetivos históricos que aún perduran.

UNIDAD VIII

Las Relaciones Internacionales al comenzar el siglo XVII: Durante el siglo XVII, el


papel hegemónico en la política internacional se inclinaría a favor de Francia para
llegar a culminar durante el largo reinado de Luis XIV. En 1646 durante las
conversaciones preliminares en Munster –Congreso de Westfalia- el cardenal
Mazarino se quejará de la parcialidad demostrada por los venecianos al escribir a su
plenipotenciario. El caso era que en ese momento la política del equilibrio de fuerzas
iba dirigida contra Francia por su creciente preponderancia.

Guerra de los Treinta Años: Este conflicto que por su duración se denomina guerra
de los treinta años (1618-1648) obedeció a causas diversas, entre otras, a cuestiones
confesionales de ahí que también se la conozca como guerra de religiones. Si
debemos fijar una fecha y un lugar para el comienzo de este conflicto, cabe citar el 23
de mayo de 1618 y la ciudad de Praga. El incidente que lo provoca es la llamada
defenestración de Praga, de los consejeros del Emperador Fernando. Fue la señal de
la conmoción armada que comienza en Bohemia. La guerra en su análisis inmediato
fue un conflicto civil, dinástico y territorial encubierto con el pretexto religioso.

El pueblo checo (Bohemia-en Praga) es el que inicia la sublevación de tal manera que
el alzamiento contra el emperador Fernando II (Habsburgo) que ceñía al mismo
tiempo, la corona de San Wenceslao, como rey de Bohemia y la de San Esteban de
Hungría provocará a su vez que los príncipes alemanes, no católicos, acudan en
apoyo de los sublevados y se extienda la guerra. Las grandes potencias; Inglaterra y
Francia aprovecharon esta coyuntura para combatir a los Habsburgos en todos sus
frentes.

Por otro lado, la causa del Emperador Fernando es rápidamente apoyada por la Liga
católica y por Felipe III de España (Habsburgo). El rey de Polonia apoya de igual modo
la causa de los católicos. El 8 de noviembre de 1620, en la meseta de la Montaña
Blanca, las fuerzas de Von Thur son vencidas y Praga reconquistada por los
imperiales,. Los Habsburgos habían triunfado en esta primera etapa de la guerra. Los
imperiales dejaron de residir en Praga y se trasladan definitivamente a Viena como
Capital.

Congreso y tratados de Westfalia: el congeso de Westfalia es la primera conferencia


internacional importante, donde participaron la mayor parte de las naciones de Europa.
Su significado deriva por señalar el comienzo de una época en las relaciones
internacionales, antes que el hecho de haber dado término a la guerra de los treinta
años.

En este foro internacional cuya realización se lleva simultáneamente en las ciudades


de Munster y Osnabruck se discuten una serie de problemas de carácter institucional
económicos, políticos, relacionados principalmente con el Sacro Imperio Romano
Germánico. El resultado político de la Conferencia de Westfalia se hizo sentir en una
mejor distribución del equilibrio de fuerzas dentro del concierto europeo, como
consecuencia del debilitamiento de la dinastía de los Habsburgo como fuerza política y
la mayor potencia que resultó ser Francia, al menos en el continente. Por otro lado, los
acuerdos de Westfalia afirmaron el principio de la soberanía territorial y dieron cierta
estabilidad a las fronteras nacionales.
Las negociaciones de paz fueron llevadas por Suecia en Osnabruck, donde tenía
prioridad sobre Francia para dirigir las deliberaciones con el Imperio. Por su parte las
tratativas que se llevaban a cabo en Munster con los imperiales eran dirigidas por
Francia que gozaba de prioridad sobre los representantes suecos.

Por el tratado de Munster se convino asimismo, establecer la libre navegación del


Rhin, como el libre tráfico de personas entre las provincias de ambas márgenes.
Francia había obtenido en parte su objetivo de romper el poderío de los Habsburgos.
El papado dejaría de intervenir o influir en lñas cuestiones de política interna de las
naciones.

La diplomacia de Francia durante los Borbones, Richelieu y Mazarino: Con la


muerte de Enrique III de Francia (1584) , sin descendencia directa, termina la dinastía
de los Valois como reyes de Francia. Le sucede la casa de Borbón con Enrique IV de
Borbón-Navarra. Este monarca nacido en 1153 estructura las bases de una política
firme y decidida para dar a Francia la posición rectora que ocuparía a partir del siglo
XVII.

Enrique estaba casado con Margarita de Valois y pertenecía a la religión protestante,


lo que le crea una seria resistencia por parte de los católicos para ocupar el trono de
Francia. Consigue su objetivo renunciando a sus convicciones religiosas. Enrique fue
un notable administrador y supo encausar el esfuerzo de un pueblo laborioso y
conducirlo a la unidad política y económica. Las cuestiones religiosas supo sortearlas
con objetividad, tomando colaboradores en ambos bandos. La diplomacia de Enrique
IV estaba orientada hacia lo que era ya tradicional en la diplomacia francesa: el
equilibrio de fuerzas y la idea de las fronteras naturales. La inesperada muerte de
Enrique IV en manos del asesino Ravaillac (1610) privó a Francia de un monarca
capaz y lúcido.

Richellieu: Jean Armand Du Plessis, duque de Richelieu (1585-1642), fue el más hábil
diplomático de la Francia absolutista del siglo XVII. La minoría de Luis XIII provoca
varios años de intranquilidad en Francia hasta que el cardenal Richelieu toma el poder
con mano firme, primero como consejero y más tarde como primer ministro. Sus dotes
de diplomático y político se ponen de resalto al solucionar las diferencias entre la reina
madre María de Médicis y el joven rey Luis XIII. Cuando el monarca le confía el cargo
de primer ministro, tendrá todo el apoyo del rey para consolidar el poder real,
condición indispensable para llevar adelante su política internacional de colocar a
Francia como primera potencia en Europa continental. Su política, ateniendo a la razón
de Estado, no tuvo reparos en aliarse con los protestantes o apoyarlos durante la
guerra de los treinta años, como perseguirlos dentro de Francia cuando atentavar a la
autoridad de la corona. Para Richelieu, el poder de la corona no constituía un fin en sí,
el monarca era en realidad el primer servidor del Estado.

Este principio sirvió de base a la concepción moderna del Estado, considerado como
un ser vivo e independiente de cualquier interés dinástico. Al intervenir Francia en
forma abierta en la guerra de los treinta años, resultó que todas las potencias grandes
y pequeñas de Europa, salvo Inglaterra, se vieron envueltas en el conflicto y todas las
oposiciones políticas se pusieron de manifiesto en forma clara contra las dos ramas de
la dinastía de los Habsburgos: la austriaca y la española.

En 1643 había muerto Luis XIII y le sucede Luis XIV. Muerto Richelieu meses antes,
fue reemplazado por el cardenal Mazarino. La actividad de Mazarino como Nuncio le
había puesto en contacto con Richelieu y pronto entró al servicio de Francia. El
sucesor de Richelieu no tenía las condiciones de su antecesor, pero le igualaba en
prudencia y en habilidad diplomática. A Mazarino le correspondió intervenir en los
arreglos de la Paz de Westfalia en una época de anarquía interna para Francia.

La diplomacia de Luis XIV: Por variados motivos el reinado de este monarca fue de
relevancia, aunque su política exterior y consecuentemente su diplomacia careció del
brillo que tuvieron otros monarcas de su estirpe. Eso sí, su personalidad fue gravitante
en los destinos de Francia debido a su largo reinado (1643-1715). Heredero de una
gran tradición iniciada por Enrique IV y continuada con inteligencia por dos ministros
como fueron Richelieu y Mazarino.

Francia exhibe en este periodo la culminación de un tipo de diplomacia caracterizada


por factores típicos que le dan individualidad, expansión hacia sus fronteras naturales,
dentro del sistema continental europeo afirmación del absolutismo regio por una
dinastía esencialmente nacional, la de los Capetos. Por otra parte, sufriría por causa
de su creciente poderío después de los acuerdos de Westfalia coaliciones contra ella.

Después de la muerte de su ministro Mazarino (1661), Luis XIV asume la dirección


directa de la política exterior de Francia disponiendo para esto libertad de acción y de
decisión. Los “Intendentes” de provincia eran los verdaderos gobernantes regionales
en el interior y su autoridad emanaba directamente del rey. Conservó los cargos
existentes como el de Canciller, a cuyo cargo estaba la guarda del sello real. El
canciller conservaba todas sus prerrogativas protocolares y de dignidad cortesana,
pero en la realidad carecía del poder que le hubiera correspondido. Luego estaban los
secretarios de Estado, en manos de estos estaban los engranajes y el mecanismo
estatal; los negocios extranjeros, los de la milicia, las finanzas y el clero.

Guerra de la sucesión española: Carlos II de España es el último representante de


la estirpe de los Habsburgos españoles que hereda la corona de España en 1665-
1700. Sin descendencia directa de ninguno de sus dos matrimonios y con inmensos
territorios en ultramar, el problema de la cuestión española preocupaba vivamente a
las cancillerías europeas. En este caso actúa activamente Francia pretendiendo el
trono por la vía de la herencia de sangre, pues Luis XIV estaba casado con María
Teresa, infanta española, por otra parte, la madre del monarca también había sido una
infanta de España. Pero todo esto no quitaba que participara en forma secreta en
posibles acuerdos de futuros repartos entre Inglaterra, el Imperio, las Provincias
Unidas y los príncipes alemanes. Ante esta situación el monarca español decide
nombrar como heredero a Felipe de Anjou, hijo segundo del delfín de Francia y nieto
de Luis XIV y de Maria Teresa, hermana mayor esta última del rey carlos II de España.
Este hecho contradictorio e inesperado de sucesión, entre dos casas reinantes
secularmente enemigas como eran los Habsburgos y los Borbones, coloca a Luis XIV
en una posición incómoda y difícil.

El 18 de noviembre muere el rey Carlos II “el hechizado” y el 18 de febrero de 1701 se


instala en Madrid, en el palacio de buen Retiro, el heredero de la corona que toma el
nombre de Felipe V de Borbón. El advenimiento de la casa de Borbón al trono de
España es considerado como una provocación al equilibrio europeo. La trama de las
alianzas se va gestando lentamente. La gran Alianza (2-11-1701) la forman Inglaterra,
Austria, Holanda, Dinamarca, varios principados alemanes, Portugay y Saboya. La
guerra de sucesión constituyó un verdadero conflicto mundial, duró doce años
aproximadamente y tuvo su escenario bélico en el mar como en el continente y se
extendió a las colonias de América.

Paz de Utrech: En 1710 el conflicto bélico había llegado a un punto muerto y era el
deseo de los beligerantes entrar en negociaciones de paz. El año siguiente se
presenta particularmente activa la diplomacia, produciéndose encuentros secretos en
París y Londres, entre representantes ingleses y franceses. Fruto de las negociaciones
entre Mateo Prior, inglés y Mesnager. Fruto de estas negociaciones resultó el 1 de
enero de 1712 en la inauguración de la conferencia en Utrecht entre Francia y los
aliados, este hecho no significó la terminación de las hostilidades y las operaciones
continuaron su curso, lo mismo que las negociaciones para la paz definitiva.

La Paz de Utgrecht, como se la conoce comúnmente está compuesta de varios


acuerdos bilaterales. La mayor parte de ellos fueron suscritos el 11 de abril de 1713, a
los que siguieron otros complementarios. Los acuerdos de Utrecht tienen gran
significado, algunos inmediatos y otros de más lejano alcance.

En primer lugar, ofreció una paz estable a Europa por un largo periodo, hasta
1746(sucesión austríaca). La aplicación del acuerdo y sus derivaciones marcan el
comienzo del Imperio colonial inglés y su creciente dominio marítimo. Las provincias
unidas consiguiron establecer la llamada barrera de contención frente a un posible
ataque de Francia en sus fronteras terrestres. Austria obtuvo los Países bajos
españoles en el noreste de Francia. Las ventajas comerciales mayores fueron para
Inglaterra, quedando Holanda (Provincias Unidas) en segundo término frente a su
tradicional rival marítimo. Actuaron como negociadores diplomáticos por parte de
Inglaterra el Obispo de Bristol, por parte de Francia actuaron como plenipotenciarios el
Marical de Huxelles, el abate de Polignac y Nicolás Mesnager.

El primero de los tratados concluidos es el que firman Inglaterra y Francia (11 de abril
de 1713). La parte política principal del acuerdo lo forma lo referente a las sucesiones
de las coronas de Inglaterra y Francia, en cuanto al reconocimiento y legitimación de lo
establecido por el acta de sucesión inglesa de 1702. en lo que se refiere a España; el
acta de renuncia de Felipe V a la corona de Francia. En la misma fehca se firmó entre
Francia e Inglaterra un tratado de navegación y comercio en el se incluía la cláusula
de la nación mas favorecida.

El acuerdo firmado entre Inglaterra y España (13 de julio de 1713) e integrando los
tratados de Utrecht fueron concluidos con posterioridad a los acuerdos con Francia e
Inglaterra. Queda tanto expresamente convenido la renuncia del pretendiente Felipe
de Anjou-rey Felipe V de España- a los derechos que pudieran corresponderle en la
sucesión al trono de Luis XIV. Particular relevancia reviste para España, la cesión que
hace por el tratado, de la ciudadela y puerto de Gibraltar. Esta renuncia por parte de
España afectaría profundamente el sentimiento de los españoles constituyendo hasta
el presente motivo de permanente tensión diplomática entre ambas naciones.

La política de los últimos Habsburgos en España: Después de desaparecer Felipe


II de España comienza a decaer el poderío de los Habsburgos españoles y la política
exterior como interior es ejercida de hecho por los válidos y privados de los dos
Felipes que se suceden. Felipe III (1598-1621) yt Felipe IV (1621-1665).

Durante el reinado de Felipe IV, llamado El Grande, empieza la declinación del Imperio
Español. Este dejó el gobierno en manos de Don Gaspar de Guzmán Conde de
Olivares y Duque de San Lúcar, el gran error del conde fue no prorrogar la tregua de
los 12 años con los holandeses. Muerto sin sucesión el archiduque Alberto (1621),
Flandes, como estaba dispuesto por el testamento de Felipe II, volvió a la corona
española. La guerra en Flandes motivaría que su enemiga Francia presionara
nuevamente sobre los dominios españoles en Italia, perdiendo la Valentina que servía
de lazo de unión entre el Imperio y las posesiones italianas. No es menos desacertada
la conducción diplomática con Inglaterra, en una época que todavía los lazos
dinásticos tenían influencia. El príncipe de Gales Carlos llega a Madrid como
pretendiente en matrimonio de la Infanta María hermana de Felipe IV. El príncipe es
desairado y regresa a su Patria herido.

Tratado de los pirineos: Felipe IV en 1642 decide relevar de su consejo al Conde –


Duque para reemplazarlo por Luis de Haro. La paz de Westfalia en 1648 no significó la
paz entre España y Francia. Después de la guerra de los 30 años Francia tuvo mayor
preponderancia a nivel internacional. España perdería cada vez más la situación
hegemónica del siglo pasado. Mazarino consideró que una paz y hasta una unión con
España sería altamente beneficiosa para Francia. En 1658 y como paso preliminar
queda concertado el compromiso matrimonial entre Luis XIV y la Infanta María Teresa,
hija de Felipe IV. Mazarino y Luis de Mare acuerdan llevar las conversaciones de paz
en una pequeña isla del Bidasoa llamada la isla de los Faisanes, considerada como
soberanía compartida. En ella se firmaría el tratado de los Pirineos, el 7 de noviembre
de 1659. El efecto inmediato más importante del acuerdo fue la unión matrimonial del
Rey de Francia Luis XIV con la Infanta española María Teresa. Francia salió
beneficiada con la adquisición de territorios. El tratado de Pirineos señalaría la
afirmación creciente del potencial francés y de la unión matrimonial con una Infanta
española derivaría más tarde la ascensión a la corona española de un nieto de Luis
XIV con el nombre de Felipe V.

Los Borbones en España: Esta estirpe de origen francés ha tenido diversas ramas
que se habían extendido por toda Francia, de una de llas, la rama de Vendome,
provienen los soberanos de Francia a partir de Enrique IV, hijo de Antonio de Borbón y
Juanda de Albrecht reina de Navarra. Constituye un hecho paradójico que tengan que
haber sido los Borbones quienes enviaran a suceder en el trono de España a los
Habsburgos, sus tradicionales enemigos.

Felipe V de Borbón por su educación y origen necesariamente traía toda la influencia


de la corte de Fracia modelada por su regio abuelo Luis XIV. Impuesto por los tratados
de Utrecht, los Borbones españoles debieron aparentar un alejamiento de la tutela de
la casa reinante de Francia. De ahí que el afrancesamiento de la corte española y de
su elite intelectual no pudiera evitarse, más aún, teniendo en cuenta el prestigio que la
cultura francesa iba adquiriendo en toda Europa. El idioma francés sería en adelante la
lengua diplomática.

España pese a los desmembramientos sufridos continuaba siendo una potencia


colonial que despertaba la codicia de otras naciones europeas, por tal razón, le era de
extrema necesidad buscar la alianza de sus hermanos Borbones de Francia para
defender los vastos dominios de ultramar. Es así como desde un comienzo se gestan
los llamados “pactos de familia” entre ambas casas reinantes.

Los Borbones en España comienzan por imponer nuevas organizaciones políticas y


administrativas calcadas del modelo francés, afirmada en una monarquía del más puro
absolutismo. Consecuencia de ello son la abolición de los fueron tradicionales y las
autonomías municipales. En el orden de la sucesión en el trono Felipe V impone la
vigencia de la Ley Sálica que excluía de la línea sucesora a las mujeres.

Durante el reinado de Carlos III de España (1769-1788) hijo de Felipe VI se firma el


tercer pacto de familia (1761), Carlos III se apartó de la orientación de su regio
antecesor y volvía el espíritu de los dos primeros pactos. El propósito de neutralidad
estaba dirigido a evitar cualquier compromiso bélico, pero si la guerra era un
imperativo necesario y provocado, era conveniente no encontrarse aislado e
indefenso.
Los pactos de familia: por la apretada relación de los hechos ocurridos en donde
Inglaterra mantenía constantes fricciones con Francia y España, puede deducirse que
la gestación de un nuevo Pacto de Familia no tendría las características y metices de
los anteriores pactos de 1333 y 1743. Francia estaba ansiosa y necesitaba del apoyo
español para poder enfrentar con cierta seguridad en el mar a su tradicional enemiga
Inglaterra, de modo tal que las futuras negociaciones se harían por intereses propios
de cada uno, más que por simpatías de familia. Las tratativas del acuerdo fueron
encomendadas a Grimaldi, embajador de Carlos III, y Esteban Choiseul, secretario de
negocios extranjeros de Francia. El principio general del acuerdo, era, aunque no se lo
expresaba textualmente, que la alianza estaba dirigida a preservar los intereses
territoriales de ambas naciones frente a cualquier agresión. Esta agresión se entendía
que solo podía venir de Inglaterra.

Debe convenirque que el Tercer Pacto de familia a pesar de sus proyecciones no tuvo
la aplicación ni la duración deseada. En 1779 volvieron España y Francia a invocar el
Pacto de Familia, por una nueva alianza que suscribieron. El pacto quedó
definitivamente caduco de hecho y de derecho al derrocarse la monarquía francesa en
1793.

UNIDAD IX

Formación de Rusia. Sus orígenes próximos y remotos: Al observar las fronteras


acutuales que abarcan las que se conocían como la antigua Unión de las Repúblicas
Socialistas se comprende la vastedad de sus territorios y la diversidad de razas que la
ocupan o la han invadido en siglos anteriores, como asimismo la variedad climática
que posee. Así es como en sus orígenes remotos las estepas rusas fueron recorridas
por tribus invasoras procedentes de distintas direcciones y recién a partir del siglo X
comienza a manifestar signos de asentamientos de los grupos humanos que luego
irían extendiendo su dominación hasta formar el poderoso estado ruso. De todas las
razas, fueron los eslavos los que predominaron y dieron fisonomía al complejo
nacional ruso. Este gentilicio ruso proviene de “rus” nombre con el que fueron
conocidos los vikingos que llegaron del norte y fueron mezclándose con los eslavos.
La muerte del príncipe Yaroslav (1054) señala un proceso de desmembración en
pequeños estados feudales, lo que obliga caracterizar los siglos XII y XIII como de
declinación política y económica. La fundación de Moscú (siglo XII) señala un nuevo
momento del resurgimiento nacional. Un centro de integración política, social y
económica. Los rusos, invadidos por los tártaros (mongoles) en 1223 produce el
sometimiento a servidumbre y vasallaje de los distintos principados feudales.

Moscú, estratégicamente situada, le permite aglutinar lentamente a su alrededor un


nuevo Estado que sería la base del Estado Ruso. En un comienzo los príncipes de
Moscú debieron pagar fuertes tributos a los tártaros que continuaban dominando las
estepas rusas. En el siglo XIV el príncipe Dimitri vence a otros príncipes menores y
obtiene su primera victoria sobre los tártaros cerca del río Don. Por otra parte, se
proclama defensor del cristianismo y declara la independencia de la iglesia rusa tanto
de Constantinopla como de Roma. Pero a pesar de este proceso de unificación
territorial, Rusia no tenía accesos directos a los grandes océanos. El eje central de su
cuenca hidrográfica extendida de norte a sur y de este a oeste será un factor decisivo
para que el principado aglutine todos los territorios adyacentes y obtenga la formación
de un estado centralizado. Estos dos hechos determinaran en forma fatal las pautas
de su diplomacia hasta la época contemporánea.

Corresponde al gran Duque Iván III (1462-1505) el comienzo del verdadero papel
hegemónico que corresponderá a su ducado en la formación del Estado ruso. La
influencia cultural bizantina era evidente en el contorno ruso ya que este príncipe se
casó con la princesa de Bizancio Sofía Paleólogo. Construye el Kremlim y se hace
llamar con el tíotulo de “Zar” de todas las Rusias. Le sucede su nieto Iván IV, el
Terrible. Por primera vez en 1550 se convoca a un Zemskibor, asamblea popular, con
el objeto de introducir reformas en la legislación.

En la política exterior había llegado el momento de afirmar los derechos del Estado
sobre la salida al mar Báltico. Iván IV establece las bases finales del Estado moscovita
y a su vez traza las líneas generales de la futura política exterior rusa, que con
posterioridad continuaran Pedro el Grande y Catalina hasta nuestros días. Con la
muerte de Iván IV se produce un largo interregno de luchas por el poder. El hijo de
este, que le sucede, Teodoro, es sustituido por Boris Godunow. Apoyado por Polonia
aparece el falso Dimitrio como pretendiente al trono de Iván y como sucesor.
Cansados de esta situación la asamblea popular (Zembski sabor) elige al boyardo
Miguel Romanoff como Zar de Rusia (1613-1645). Con este monarca se inicia la
dinastía del mismo nombre que con alternativas sangrientas gobernará en forma
absoluta al Imperio Ruso.

Pedro I y su política internacional: Cuando accede al trono imperial como Zar de


todas las Rusias Pedro I (1689-1725) estaban dadas las condiciones para iniciar el
despegue ruso hacia la historia moderna y su participación activa en los negocios
europeos.

La imagen que se tiene de él es la de un monarca progresista que por todos los


medios trata de introducir en su Patria los adelantos de la cultura y de la civilización
europeas. El mismo realiza viajes a Alemania, Holanda e Inglaterra para interesarse de
las ventajas de los conocimientos científicos de Europa. No era un liberalismo
filosófico ni un mor al pueblo lo que impulsó a este autócrata a modernizar la nación.
Consideraba que era necesario mantener la cohesión formal de su imperio en que su
poder llegara a las fronteras más alejadas del país. Se hacía necesria pues, comenzar
por las bases, cambiando todas las estructuras sociales y económicas de un
feudalismo arcaico. Tan profundamente ejerció su plan de reformas y europeización de
la nación, que obligó, por la fuerza, que los moscovitas se cortaran la barba y vistieran
la usanza europea. Nada detuvo su enérgica decisión de abrir las puertas del océano
a su Patria.

La falta de aliados para continuar el avance de Rusia hacia el Mar Negro, obligó al Zar
a dirigir su política hacia el frente Norte: apuntando al Báltico, que era tnato como
tener que enfrentar a Suecia. Consideró oportuno este cambio de táctica por estimar la
salida al Báltico más próxima hacia las naciones del occidente europeo. Era evidente
que no podía mantener los dos frentes abiertos por tal razón se imponía asegurar la
paz con Turquía, como así lo hizo el 8 de agosto de 1700, firmando el tratado de paz,
obteniendo Rusia el distrito de Azof y las tierras que se extendían hasta el Kuban. El
primer paso hacia el sur la “Sublime Puerta” había quedado firma.

La gran guerra del Norte: La iniciación de la guerra del Norte no era una decisión
impensada ni tomada con ligereza. Pedro sabía los riesgos que comportaba enfrentar
una potencia militar como Suecia. Rusia para llevar adelante una política internacional
necesitaba de contactos y relaciones como alianzas con las naciones del occidente
europeo, esto no sería posible si no tenía una comunicación directa por mares libres
de hielo. Esa ruta era por el momento el mar Báltico y contra los que se oponían a su
designio debía hacerles la guerra.

El conflicto bélico denominado “la gran guerra del Norte” y cuyos principales actores
fueron Suecia y Rusia, puede afirmarse, que tuvo un carácter decisivo en cuanto los
propósitos de la política internacional hacia el báltico propuesta por Pedro I. Carlos XII
de Suecia después de la batalla de Poltava se encontró vencido y tuvo que buscar
refugio con el Sultán, donde encontró en la diplomacia el medio de salir de la situación
difícil en la que se encontraba tratando de ganar tiempo para luchae.

Pedro I encontró la oportunidad de dirigir sus fuerzas hacia el Báltico cuando vio que
Suecia atravesaba una situación crítica internacional. Polonia y Livonia, este último
estado vasallo de Suecia, serían los causantes de esta coyuntura que aprovecharía el
zar Pedro I. la primera victoria bélica la obtuvo con facilidad Suecia en Narva el 20 de
noviembre de 1702. en 1704 Narva volvió a caer en poder de los moscovitas. Era esta
una oportunidad para hacer las paces con Suecia y de buen grado lo hubiera hecho el
zar si le permitían retener San Petersburgo sobre Neva. El 26 de junio de 1709 se
inicia la batalla de Poltawa que representará el último esfuerzo de Carlos XII para
vencer al ejército ruso. La consecuencia de la batalla fue la renovación de la coalición
contra Suecia. Polonia, Livonia, Dinamarca, Sajonia, se aprestaron a recoger los
despojos del vencido. El monarca sueco retenido en Turquía emprende una
desesperada lucha diplomática a fin de recuperar terreno. Pedro alentado por sus
triunfos se erige en líder de los movimientos de la independencia de los pueblos
cristianos sojuzgados bajo el dominio turco. La Paz de Pruth entre rusos y otomanos
desvanece una vez más los propósitos de revancha del monarca sueco Carlos XII
(1711).

El zar Pedro I muere prematuramente el 27 de enero de 1725. comenzaría una época


de anrquía entre los diversos grupos que aspiraban a sustituir al monarca
desaparecido. La cuestión de sucesión era un problema difícil, pues, el monarca había
instituido como su sucesor en el trono a su esposa Catalina. El 22 de febrero fue
solemnemente proclamada autócrata de todas las Rusias Catalina I. Su reinado fue
corto pues murió en 1727. Le sucede Pedro I, hijo del desgraciado Alexis. Su reinado
tampoco es largo, atacado de viruela muere en 1730.

Paz de Nystad: En adelante, la guerra seguiría diversas alternativas, pero rusia se


había afirmado definitivamente en su posición en el Báltico que sería un hacho
irreversible. Las negfociaciones comenzaron en Lofo, una de las islas Aland (23 de
mayo de 1718), representaba a suecia el barón de Gotz, y a Rusia Osterman.
Abandonada a su suerte después de la muerte de Carlos XII se advino a firmar la Paz
de Nystad el 30 de agosto de 1721. Por este tratado Suecia cedió a Rusia; Nystad,
Livonia, Estonia, Ingria y la fortaleza de Biborg y el derecho al libre tráfico sobre el
Báltico. Después de veinte años de dura lucha había conseguido la ansiada meta por
donde transitarían los sucesores en el trono.

Catalina II y su reinado: (1762-1796) Con Catalina II se afirma definitivamente la


importancia de Rusia en el concierto de las potencias mundiales. Su política continuó
la ruta de su ilustre antecesor, dando a su corte el brillo y la pompa de las grandes
cortes europeas que hacían gala de un refinamiento en la mayoría de los casos
artificioso.

Catalina mantenía correspondencia con la mayoría de los pensadores y filósofos de


Francia. Quería que su corte yd toda la organización de su Estado estuviera modelada
por las costumbres europeas, como así efectivamente lo hizo en el plano de las altas
esferas. Mientras que la inmensa Rusia constituía un coto cerrado, los problemas
internacionales de la misma fueron simples reducidos a obtener vías marítimas de
acceso a los grandes centros europeos en el Atlántico y en el Mediteráneo.

El problema Polaco y el reparto de su territorio: Polonia, después de la derrota de


Suecia, que mantenía el equilibrio en el norte, debió ingresar bajo la influencia rusa. El
rey Augusto pudo ejercer su mandato regio con el apoyo de Rusia y la buena voluntad
austríaca. Por su parte, el nuevo reino de Prusia veía con ojos codiciosos los territorios
polacos que deseaba apoderarse y en este punto aparecía su más serio rival que era
el imperio Austro-Húngaro. El conflicto ruso-turco estaba latente, en cualquier
momento podía ocurrir un incidente que precipitaba la guerra. Un incidente ocurrido en
la frontera de Crimea después de un ataque cosaco (1768) desató la chispa del
conflicto. Prusia encontró la oportunidad de sacar partido del conflicto en que se había
embarcado Rusia. La ocasión era perfecta para que la diplomacia prusiana exigiera la
satisfacción de sus pretensiones polacas. La guerra ruso-turca (1768-1774) fue un
conflicto más de la serie de enfrentamientos que irían sucediéndose entre estas dos
potencias a lo largo de los años siguientes, en el renovado intento, por parte de Rusia,
de establecer sus bases en el Mediterráneo. En el primer contacto que tuvieron la flota
rusa y turca, cerca de Chesmé (4 de julio de 1770) esta debió aceptar el reto siendo
vencida ostentosamente.

En este estado de cosas es que vuelve a plantearse en el norte la cuestión polaca,


bajo la presión principal de Prusia, la más interesada en el reparto. Para ello era
inevitable que de producirse el reparto debía hacerse en beneficio de las tres potencia
vecinas: Prusia, Austria y Rusia. El 25 de julio de 1772 se firma el tratado entre rusos y
austríacos por el que queda consumado el primer reparto de Polonia.

Por la Paz de Kutschuk-Kainardschi (1774) entre Rusia y Turquía se anexionala la


primera; Azov y se erige en protectora de los cristianos en las regiones sometidas a los
musulmanes. Una guerra estallará entrre ambas potencias nuevamente (1778-1791)
esta vez Austria actuará aliada de los rusoa. Por la paz de Jasy (1792) Rusia vuelve a
anexionarse territorios en las márgenes de Dniester y el Bug. En 1793 y 1795 se
producen dos nuevos repartos de Polonia.

Análisis de la diplomacia Rusa durante el siglo XVIII. Métodos y procedimientos:


La política internacional de Rusia fue impuesta por su situación geográfica y a pesar
de la amplitud de sus fronteras y extensos territorios adolecía de salidas directas al
océano lo que le dificultaba no sólo la afirmación de una total independencia política,
sino gravitaba muy especialmente en aspectos culturales como económicos, aparte de
no permitirle estar próximo al centro de gravedad del poderío que se centraba hacia el
océano Atlántico y al tráfico colonial que era cada vez mayor.

Luchar contra todas estas limitaciones para poder colocar a Rusia a la par de las
demás potencias sería la principal preocupación de los gobernantes rusos quienes
buscarían obtener la ansiada salida al océano y afirmarse en esa posición. Pedro I es
el iniciador de esta política. Catalina consolidó esa política. El crecimiento del prestigio
internacional de Rusia resulta más evidente durante la época de Catalina II, ya que
durante la época de Pedro I, Rusia debío actuar librada a sus propios medios, sin
apoyo ni aliados frente a sus dos adversarios que se oponían a su política de salida al
océano: Suecia y Turquía. Dos razones básicas hacían que Rusia no pudiera
formalizar alianzas de conveniencia para avanzar en su plan internacional: 1º El
escaso prestigio que aún tenía y la desconfianza de su verdadera importancia. 2º sus
dos objetivos interesaban exclusivamente a Rusia, las demás potencias carecían de
intereses, ni existían siquiera coincidencia de fines. A esto cabe agregar que por su
parte en esta época Rusia no manifestaba ningún interés de intervenir en los
problemas dinásticos europeos por lo que Catalina II pareció entender este último
punto, por cuanto se rectificó la política rusa, mostrando más interés en las cuestiones
que ocupaban la atención de las demas potencias.

La batalla de Poltawa fue el comienzo de la atención de las potencias europeas en


Rusia y su política internacional. La paz de Nystad de 1721 fue el premio largamente
esperado por Rusia, y la consagración de toda una política. Con suma astucia, Pedro I
hacía jugar papel importante en su política exterior con la Sublime Puerta el factor
religioso, erigiéndose en paladín de los creyentes cristianos y defensor de los
derechos al culto.

A fin de modernizar la organización diplomática rusa en 1720 se creó el Colegio de


Asuntos Exteriores. El colegio se hallaba bajo el control directo del zar, que a menudo
tomaba parte en sus trabajos. Otra característica de la orientación diplomática que se
impuso el zar fue no actuar al mismo tiempo en dos o más frentes. Trataba de resolver
uno en forma definitiva, para luego ocuparse de otro asunto.

Análisis de la diplomacia durante el reinado de Catalina II: A pesar del corto lapso
que separa el reinado de Pedro I del de Catalina II, la nueva zarina aunque sigue las
líneas fundamentales de Pedro el Grande, impone sin embargo a su reinado otra
metodología y sobre todo pretende adoptar más profundamente las ideas dominantes
en ese momento en Europa y particularmente en Francia.

Sea por vanidad o simple propósito de dar a la corte de Rusia un aspecto más
refinado, buscó rodearse y mantener una activa correspondencia con los escritores y
pensadores más liberales de la época, así como con monarcas. Aparentemente, el
propósito de estos contactos fue ofrecer una imagen de un Imperio que había
alcanzado la cumbre de la civilización y cuya corte podía rivalizar con las más
tradicionales y opulentas de Europa. Rüsia a pesar de las guerras sostenidas acusaba
una prosperidad crecientes, factores de principalísima importancia para el
emprendimiento de una política internacional agresiva. Catalina II al mismo tiempo
contaba con ministros y consejeros hábiles como Nikita Panin, Potemkin, Ivan
Osterman, el baròn de Korf y otros más.

Con mucha cautela, Rusia eligió convenientemente a sus aliados. Entre todos, el que
menos riesgos comportaba era la alianza con Prusia. En el acuerdo secreto llevado a
cabo con Prusia en 1764 fueron contempladas todas las situaciones posibles de
ocurrir en cualquiera de los problemas que a Rusia se le presentara en sus relaciones
con sus vecinos desde el norte al sur. Con Dinamarca, enemiga de Suecia, buscó una
alianza similar. En resumen, la posición diplomática rusa era aliarse con potencias
menores de cuya sinceridad, por conveniencia no ofrecía mayores riesgos y no
comportaban compromisos excesivos.

La incorporación de procedimientos modernos en la diplomacia rusa en la época de


Catalina era cada vez más profunda y en cuanto al ceremonial diplomático de la corte
imperial estaba al igual que sus pares. Catalina II no descartó ninguna ocasión
propicia para acrecentar sus lazos e influencias dentro del concierto europeo, para ello
realizó entrevistas con los monarcas o por medio de la correspondencia a la que era
tan afecta.

La declaración de neutralidad de 1780: El prestigio internacional adquirido por Rusia


a fines del siglo XVIII era evidente y testimonio de ello fue la declaración de
neutralidad efectuada por el gobierno de la zarina el 28 de febrero de 1780, dirigida a
las cortes de Inglaterra, Francia y España con relación al tráfico marítimo en
momentos que se producía la guerra entre los estados confederados de Norteamérica
contra Inglaterra. La mencionada declaración creaba toda una doctrina de derecho
internacionl marítimo destinada a proteger el tráfico comercial de los barcos con
pabellón neutral, entre los puertos de las naciones en conflicto, siempre que no fuera
contrabando de guerra. La declaración rusa de 1780 contó con la adhesión de todas
las potencias afectadas, con excepción de Inglaterra que entonces ejercía
indiscriminadamente el control de los mares.
UNIDAD X

Las Potencias Marítimas. Formación y Desarrollo: Al finalizar el siglo XV se


producen hechos fundamentales en el avance de los pueblos hacia otras metas. La
expansión Atlántica inicia la era de los descubrimientos. Francia es la nación que se
destaca, desde un comienzo por su gravitación en el continente europeo. Su influencia
continental es manifiesta y ofrece una coherencia política para asegurar su hegemonía
territorial en base a sus fronteras naturales y extender su influencia hacia los territorios
lindantes. El mar será un medio, antes que un fin en si mismo, para asegurar su
prestigio.

Rusia con su vastedad territorial era a pesar de todo, una nación encerrada sin
accesos directos al mar-océano. Este hecho determinará las líneas rectoras de su
política internacional y diplomática.

España y Portugal comparten, especialmente la primera, una política internacional


continental, marítima y colonialista. Prusia y Asutria desprendidas del trono imperial
romano germánico, ensayan una política de captación de territorios, invocando
derechos dinásticos o culturales. Italia deberá luchar contra el ecumenismo romano de
los papas para poder unificarse como nación dentro del limitado contorno
mediterráneo.

Suecia, Dinamarca, Polonia y otras naciones debieron ensayar la alternativa de ser


países exclusivamente marítimos o continentales para poder afirmarse como naciones.
El apartamiento de Suecia y Dinamarca, del grupo de las grandes potencias, facilitó la
neutralidad de las mismas en la época moderna.

Inglaterra y Holanda: Son las que surgen en la época moderna como potencias
marítimas. Decididamente sus políticas están en el mar. Ambas naciones se
enfrentarán en un comienzo por la supremaciá que sólo podía corresponderle a
Inglaterra por tener a su favor un conjunto de factores importantes y fundamentales
que le daban la primacía para ser considerada como potencia marítima de primer
orden hasta integrar un verdadero Imperio gobernado desde las Islas Británicas.
Holanda deberá ir a la saga, pero no por eso dejará de tener, basado en su potencial
marítimo y comercial la fuerza gravitante de una nación económicamente poderosa.

Gran Bretaña abarca el país de Gales e Inglaterra, Escocia e Irlanda del Norte
juntamente con una serie de islas adyacentes constituyen el archipiélago más
importante de Europa, separada del continente en su parte más estrecha – 33 km.- en
el canal de la Mancha. Los ingleses formaban parte de Europa pero estaban
geográficamente reservados de sus conflictos, circunstancia altamente favorable para
tener una línea internacional propia e independiente. Por espacio de once siglos las
islas bitánicas fueron invadidas y pobladas por etnias diversas; Anglos, Sajones,
romanos, daneses. La mayoría pueblos de mar, hasta que invaden los normandos
venidos de las Galias con Guillermo el Conquistador (1066-1087). Aunque para
muchos la iniciación de la nación inglesa comienza con el sajón Alfredo el Grande
(849-901), debe convenirse que son los normandos los que al final realizan la
integración de Inglatrerra y el País de Gales. Con la batalla de Hasting queda
definitivamente asentado el dominio normando y coronado como rey en la abadía de
Wesminster, Guillermo de Normandía. Después de los normandos ningún pueblo
extranjero volvió a invador las islas.

Guillermo creó en Inglaterra una monarquía absoluta de carácter feudal similar a la


existente en el continente, pero pronto adquirió modalidades propias, consecuencia de
su posición insultar. La soberanía que ejercia Guillermo sobre territorios del continente,
en Francia, y en las islas, tendrían desde su origen consecuencias que obligarían a
modelar su política exterior. Enrique Plantagenet, duque de Normandía se convierte en
rey de Inglaterra con el nombre de Enrique II y es a su vez vasallo del rey de Francia
por sus posesiones en el continente. Esta dualidad de ser rey de Inglaterra y vasallo
del de Francia, produciría a esta nación y a la corona inglesa una serie de transtornos
hasta desembocar en la guerra de los cien años. A partir de la tgerminación de la
guerra se produce en la política internacional inglesa un cambio sustancial, que con
ligeras variantes será la que mantendrá en los siglos siguientes. La corona inglesa
abandona sus feudos franceses y se afirma en su dominio insular. Durante el reinado
de Enrique II se sanciona la constitución de Clarendon, (1164) que expresa el
propósito de independencia de la corona inglesa de toda tutela foránea, inclusive de
Roma en el aspecto religioso.

Después de la guerra de los cien años Inglaterra se ve envuelta en una guerra civil por
motivos dinásticos. La guerra de “las dos rosas”, entre la casa de Lancaster (roja) y la
casa de York (blanca). Constituye el último enfrentamiento feudal entre la monarquía y
los barones. Al término de la contienda sube al trono enrique VII, heredero de las dos
casas y funda la dinastía Tudor. Le sucede su hijo Enrique VIII (1509-1547) quien se
casó con Catalina de Aragón hija de los reyes católicos. En 1528 se divorcia de su
legítima esposa Catalina, mostrandose el Papa Clemente VII inflexible ante tal
situación. Enrique VIII había dispuesto para el caso de su muerte la suceción al trono
en el siguiente orden; primero su hijo Eduardo, después Maria Tudor y luego Isabel,
como así ocurrió.

Reinado de Isabel I (1558-1603): Hija de Enrique VIII y de Ana Bolena segunda


esposa del monarca. No se puede afirmar que Isabel fue la iniciadora de la política
colonial de Inglaterra. La política inglesa de este periodo fue reconocer ante los
airados embajadores del Rey Felipe II de España los desafueros que cometían sus
súbditos en el mar, pero por otro lado, alentaban esta nueva forma de adquirir fortuna,
con lo que se llamaba Patente de corso, era lo que podía denominarse la piratería
legalizada. De esta manera el poderío naval de Inglaterra iba gestándose. Cuando
todas estas riquezas comenzaron a llegar a puertos ingleses consideró Isabel que era
necesario que Inglaterra poseyera una flota de guerra para proteger, llegado el caso, a
los corsarios ingleses.

La diplomacia Inglesa a partir del siglo XVII. Los Estuardos: Con la desaparición
de Isabel I (1603), sin dejar descendencia directa, una nueva dinastía, la de los
Estuardos, accede al trono de Inglaterra. El nuevo monarca es Jacovo I de Escocia.
Con el advenimiento del nuevo monarca quedó consumada la unión de Inglaterra,
Escocia y el País de Gales. A partir de 1707 sería conocida esta unión bajo el nombre
de Gran Bretaña.

Para el nuevo monarca ingles Jacobo I le era difícil comprender la actitud del
Parlamente que le negaba subsidios cuando pedía, como tampoco quería permitir el
monarca intromisión de los comunes en lo referente a la política exterior y materia
religiosa. El parlamento se consideraba el depositario de las libertades inglesas y
podía oponerse a los arbitrios del rey. Este fue, el ambiente de inseguridad que se
desenvolvió la política inglesa durante los dos primeros reyes estuardos. El sucesor de
Jacobo I fue su hijo Carlos I. No obstante la situación inestable de Inglaterra en el
orden interno, su política del mar seguía avanzando y tomando conciencia cada vez
más.

La república de Oliverio Cronwell y el acta de Navegación: la afirmación creciente


de una conciencia nacional y marítima de Inglaterra tendría su expresión más evidente
en el triunfo del Parlamento sobre el poder real y la proclamación del acta de la
Navegación en 1651. artífice de esta revolución es Oliverio Cromwell que por un golpe
militar trata de imponer un sistema de gobierno republicano, por considerar que el
oficio del rey era innecesario. Cromwell no tuvo reparos en tener contactos amistosos
con España de los Habsburgos si así convenía a los intereses de la rica burguesía
inglesa y a la nobleza. El juego diplomático de Inglaterra se orienta de esta forma a
alentar las rivalidades entre Francia y España, porque con ello mantenía ocupados a
estas dos potencia en los problemas continentales, mientras Inglaterra actuaba
libremente en el mar.

El Acta de Navegación, presentado al Parlamento Ingles para su aprobación el 5 de


agosto de 1651, tenía como propósito la protección de los barcos mercante ingleses
en materia de fletes, porque a pesar de la potencialidad inglesa en el siglo XVII lo
holandeses continuaban haciendo competencia digna de consideración que
acaparaban casi totalmente el tráfico comercial de las islas con el continente como con
las colonias de ultramar. El acta de navegación disponía que en adelante no podía
llevarse mercancías a Inglaterra a no ser en buques ingleses o del país del origen de
la mercadería. La medida estaba dirigida contra Holanda a cuyo cargo estaba gran
parte del transporte marítimo mundial.

Los países bajos (Holanda). Su origen y evolución: A pesar de su limitado espacio


territorial el actual reino de los Países Bajos ha demostrado desde sus orígenes una
pujanza creciente que le ha permitido resistir victoriosamente las vicisitudes derivadas
de su limitado espacio territorial y enfrentar adversarios poderosos como España,
Inglaterra y francia. Su éxito deriva de la posición que adoptó desde un comienzo
buscando afianzar su poderío en su política marítima y colonial que le permitió crearse
una posición financiera y económica sólida.

Originariamente los Países Bajos formaban dos regiones distintas denominadas


Provincias del Norte y del Sud respectivamente, que constituían los territorios actuales
de Holanda, Bélgica y Luxemburgo, que formaban parte de los dominios del ducado de
Borgoña y posteriormente pasaron a los Habsburgos. En 1477 recibe estos territorios,
Maximiliano I dentro de la herencia borgoña. Al heredar dichos dominios el rey Felipe II
de España, designa regente de los Países Bajos a Margarita de Parma (1559),
hermana ilegítima. La lucha por su independencia política de los Habsburgos de
España fue sangrienta. Guillermo Nassau-Orange encabeza la rebelión contra el
régimen hispánico que es drásticamente reprimida. En 1579 se suscribe la Unión de
Utrecht base de la confederación de las Provincias del Norte. Las luchas por la
independencia continúan hasta 1609 en que se firma una tregua por doce años. La
guerra de los 30 años es aprovechada por los Países Bajos para buscar su
independencia definitiva que la consigue en 1648, con el reconocimiento por parte de
España de la nueva república.

A pesar de la lucha por la independencia por el largo lapso de 80 años, los Países
Bajos del Norte consiguen aumentar su poderío naval y económico que los colocan
como una importante potencia marítima y colonial. A mediados del siglo XVII las dos
naciones que surgen como potencias marítimas son Inglaterra y Holanda. En
enfrentamiento que se haría inevitable.

Rivalidades Anglo-Holandesa por el comercio marítimo: Al terminar la guerra de


los treinta años y después del tratado de Westfalia, Holanda debe enfrentar un
momento difícil pues un conflicto armado en el mar era inevitable con su rival
Inglaterra. Estas dos potencias tenías roces permanentes en todas partes debido al
choque de intereses comerciales, como a las cuestiones derivadas de la pesca, los
problemas de la prioridad en el saludo al pabellón en alta mar que los ingleses exigían
a su favor. Otro de los problemas de parecida naturaleza constituía la oposición de
teorías sustentadas por ambas naciones sobre el concepto de mar libre y mar cerrado.
Todas estas eran cuestiones de relativa importancia, pero en esa época constituían
motivos de conflictos permanentes.

Intensa fue la actividad diplomática por ambas naciones que con verdadero sentido
buscaron allanar sus enfrentamientos, antes por medios pacíficos que por medio de
las armas. A comienzos de 1651 los ingleses toman la iniciativa de enviar a la Haya
una importante embajada con el objeto de allanar las dificultades que separaban a
estas dos naciones. Como jefes de misión fueron acreditados Oliver St. John y
Gualterio Strickland, con el objeto de obtener una alianza que sería dirigida por un
Consejo Superior con asiento en Londres. La propuesta no fue del agrado de los
holandeses que veían en la misma un sometimiento a la influencia inglesa. Sin
embargo, el ofrecimiento inglés tenía un significado profundo, por que la alianza
mostraba un cambio de orientación en su línea diplomática e internacional.

La proposición de los ingleses encubría un ultimátum que los holandeses debieron


rechazar, por otra parte en el mar los choques se sucedían. La reacción inglesa se
hizo sentir al aprobar el parlamento el año 1651 el acta de navegación. Por medio de
esta ley del parlamento el comercio marítimo con Inglaterra solo podía efectuarse con
barcos ingleses, solamente la mercadería originaría de un país se admitía que sea
transportada en barcos de la misma nación.

Preocupados los holandeses con el ritmo de los acontecimientos, enviaron en el año


1652 una embajada especial compuesta por Cats, Shaep y Van Der. Perre. El objetivo
de esa embajada era tratar de persuadir al parlamento inglés para modificar las
cláusulas del Acta de navegación y abrir las negociaciones sobre las bases de un
antiguo tratado de comercio del año 1595. La propuesta holandesa fue desestimada.
La guerra era inevitable y la chispa que desató el conflicto fue al no haberse arriado el
pabellón holandés frente a los barcos ingleses en un encuentro que tuvieron en aguas
supuestamente territoriales de Inglaterra (29 de mayo de 1652). Las fuerzas
holandesas estaban al mando del almirante Tromp y las inglesas al mando del
almirante Blake. La superioridad de los ingleses era evidente y ante tal evidencia, los
holandeses debieron buscar la paz por cualquier medio.

Las condiciones impuestas por Inglaterra fueron las mismas que antes del conflicto,
pero se añadieron la humillación para los holandeses, cuando el parlamento publicó el
texto del pedido hecho por Holanda para suscribir el acuerdo. La reacción del pueblo
holandés fue de indignación y sólo el prestigio de un hombre como Jan de Witt pudo
persuadir a los Estados Generales para que aceptaran la oferta inglesa. “El Acta de
Exclusión” fue ratificada por los Estados Generales por medio del cual privaban a la
familia de Orange de la posibilidad de obtener ninguna de las dignidades civiles y
militares que habían gozado sus antepasados.

En mayo de 1660 se produce la restauración de lña monarquía inglesa con Carlos II


Estuardo, colocando a Witt y a los Estados Generales en una posición difícil, por la
hostilidad manifestada a los Estuardos durante el gobierno de Lord Protector
Cromwell. A pedido del propio Carlos II, de recomendación y protección de los
miembros de su familia, el acta de exclusión quedó sin efecto. Una nueva guerra con
Inglaterra volvería a afectar los intereses comerciales de los holandeses. La guerra en
el mar debía terminar con la supremacía de una sola de ellas. No obstante la buena
preparación de la flota holandesa y la capacidad de sus mandos la guerra 1165-1667
fue un escalón más para el creciente poderío marítimo inglés. Quedaba bien claro que
el papel hegemónico en el mar le correspondería a los ingleses.
Conflictos entre Holanda y Francia. El problema de “Las Barreras”:
Consecuentemente con la posición de la diplomacia de Francia de consolidar la nación
dentro de sus fronteras naturales, Luis XIV consideró llegada la oportunidad de
reclamar bienes patrimoniales de los Habsburgos que por herencia creía debían
corresponder a su esposa María Teresa. El objetivo fue apoderarse de los Países
Bajos Españoles (Bélgica). De ocurrir este hecho, Holanda tendría fronteras con
Francia que era lo que no querían los holandeses. Holanda que había tenido siempre
relaciones amistosas con Francia consideraba de vital necesidad tener a un Estado
que sirviera de Barrera de separación entre ambas naciones, pero la ambición de Luis
XIV iba a modificar esta posición yt obligar a Holanda entrar en un conflicto con una
nación, que por no ser potencia marítima no podía perjudicar a los intereses
comerciales holandeses.

Holanda y España estaban aliadas en razón de que ambas por igual, afectaban la
guerra de devolución emprendida por Francia. Por su parte Francia por circunstancias
de vínculos dinásticos debía tener el apoyo de Inglaterra, aunque como siempre
ocurría la alianza no era muy sincera. Después de las primeras etapas de la guerra
entre Francia, Holanda; Inglaterra se alió en 1670 a Francia. Pero a pesar de todas
estas vicisitudes, Holanda consiguió neutralizar el avance de su poderoso agresor
continental.

Al término de la guerra de la sucesión española, la última de las que se vio envuelta


Luis XIV se suscriben los tratados de Utrech en abril de 1713, a los que siguieron una
serie de acuerdos suplementarios que integran todos un mismo cuerpo. Por uno de
esos acuerdos Holanda gana una barrera en territorio aliado a fin de contener el
avance y vecindad de Francia.

Las relaciones internacionales y la diplomacia durante el siglo XVIII:


Históricamente hablando se encuentra comprendido entre la terminación de los
acuerdos de paz de Utrech 1715 y el comienzo de la revolución francesa en 1792. En
este lapso suceden hechos significativos como ser: la guerra de los siete años y la
independencia de los estados confederados americanos que marcan, el comienzo de
los problemas internacionales en el nuevo mundo. Todos estos hechos que ocurren en
el siglo citado tendrán como resultado la afirmación de Inglaterra como potencia
marítima y colonial, donde su diplomacia y política internacional mantendrán una línea
de conducta invariable. Por otra parte, a causa de la expansión colonial del mundo
europeo hacia los demás continentes, las potencias del mar tendrán mayor
importancia que las de tipo continental en los siglos siguientes, hasta la segunda
guerra mundial (1939-1945).

El comercio marítimo va adquiriendo mayor importancia buscando la seguridad en el


tráfico marítimo. Esto haría necesario introducir en las relaciones internacionales la
vigencia de normas jurídicas, tratando de abolir la piratería y el corso, basado en el
respeto a la propiedad de los países neutrales. El concepto de mar territorial se
impondría pero dentro del limitado contorno de la franja de las naciones marítimas que
no sobrepasen el alcance de un tiro de cañón. Continuó siendo la guerra el
instrumento privilegiado de la política exterior.

La política de Francia fue mas prudente. Con un tono moderado tratará siempre de
sostener los principios de las fronteras naturales aunque ya no con la agresividad de
Luis XIV. La política inglesa se entregó preferentemente a la defensa de los intereses
marítimos y comerciales. Esta política esta dirigida a la formación de un vasto imperio
colonial basada en su poderío naval lo que le permitía mantener el control de las vías
de comunicación con sus alejados dominios de ultramar. La política de Austria se
orienta hacia la integración territorial en base a la dinastía de una de las ramas de los
Habsburgos. Austria adquirirá territorios que antes pertenecía a los Habsburgos
españoles. La política rusa será consecuente con la doble orientación de su política de
mantener abiertas las puestas hacia el mar. Prusia mostrará muy pronto las
características de una potencia militar. Desprendido a igual que Austria del amplio
cuatro del Imperio, buscará expandirse territorialmente hacia el norte y este, lo que le
llevará a un permanente estado de tensión con sus vecinos. En España el cambio de
dinastía puede considerarse como un hecho favorable, sobre todo teniendo en cuenta
la importancia creciente que tendría su imperio colonial ultramarino.

Holanda y Portugal dos naciones marítimas, debieron buscar el acuerdo protector de


Inglaterra para continuar subsistiendo como naciones coloniales. La sublime puerta
encerrada en un hermetismo arcaico comenzaba a mostrar signos de creciente
debilidad. Rusia y Austria serían dos potencia que buscarán acabar con el imperio
Otomano. A ello se opondrían, aunque por motivos diversos, Francia e Inglaterra.

El reino de Prusia y la Monarquía Austro-Húngara: El congreso de Westfalia


representa la liquidación del Sacro Imperio Romano Germánico. La autoridad imperial
fuera de sus dominios territoriales austríacos no existía realmente. En 1687 en la Dieta
Imperial de Presburgo los húngaros entregan la corona de San Esteban a la casa de
Habsburgo; creándose la doble monarquía Austro-Húngara. El príncipe Eugenio de
Saboya obtiene el mando de las tropas imperiales y emprende la conquista de
territorios hacia el este, dominados por los turcos. Con la paz de Carlo Witz (1699).
Austria adquiere la categoría de gran potencia y obtiene nuevos territorios esta vez
hacia los Balcanes y el norte de Italia. Toda esta situación favorable para afirmarse la
nueva monarquía austro-húngara de los Habsburgos se vio contrarrestada por la
cuestión dinástica y de suceción que se le planteó al emperador Carlos VI. El
encumbramiento de Prusia y Rusia había alterado el equilibrio de fuerzas. Preocupado
el emperador Carlos VI de lo que pudiera ocurrir en los estados patrimoniales de los
Habsburgos, cuya capital estaba en Viena, cuando ocurriera su muerte, se decidió
promulgar la llamada “Pragmática Sanción” por la cual establecía la sucesión del trono
como en que la legitimidad hereditaria estaba supeditada en gran medida al
reconocimiento que hicieran los demás estados soberanos. Por medio de dicha
pragmática se aseguraba la sucesión a los bienes patrimoniales de los Habsburgos
por medio de la línea femenina, a favor de su hija María Teresa.

La otra potencia que iba surgiendo al oeste del Sacro Imperio y como desprendimiento
de este último era el reino de Prusia que tiene su origen territorial en la marca de
Brandeburgo que juntamente con la dinastía de los Hohenzollen constituiría las bases
sobre las cuales se asentaría el creciente progreso del reino prusiano, hasta llegar a la
integración total, con el moderno imperio alemán.

Federico Guillermo a quién sus contemporáneos lo llamaron el gran Elector, nacido en


1620, daría un impulso mayor a una unión más compleja entre Branderburgo y Prusia,
pero corresponde a su descendiente el Elector Federico III ser el primer Hohenzollern
que tomara el título de rey de Prusia con el nombre de Federico I (1657-1713). El gran
designio de Federico I fue obtener el título real y adquirir progresivamente más
territorios a expensas de sus vecinos. Por el tratado denominado de la corona se
estableció el reconocimiento imperial del titulo de rey de Prusia. En Koenigsberg el 18
de enero de 1701 Federico I de Prusia colocó el mismo sobre su cabeza la corona real
y luego puso otra sobre su esposa. A su muerte le sucede Federico Guillermo I que
ocupará el trono de Prusia hasta 1740. durante ese lapso el estado prusiano se afirma,
dando un impulso creciente al régimen militar. Le sucede Federico II llamado el
Grande (1740-1786). Impulsa la industria de la seda, el papel y la cristalería e
implanta una reforma sustancial dentro de la estructura jurídica del estado.
El dualismo Alemán y las rivalidades Austro- Prusiana: Coincidentemente en el
año 1740 se produce la accesión al trono de dos nuevos soberanos en Prusia y
Austria. Estas dos entidades políticas forman parte del Sacro Imperio Romano-
Germánico que continua a pasos acelerados a su disolución. Por su parte Prusia y
Austria avanzan paulatinamente hacia formas políticas cada vez más importantes que
conduciría a un enfrentamiento futuro que tendría su origen en cuestiones internas del
Imperio.

Al morir el emperador Carlos VI, en virtud de la Pragmática Sanción, le sucede su hija


María Teresa a cuyo cargo quedan los bienes de la dinastía de los Habsburgos. Por su
parte Federico el Grande seguirá los pasos elegidos por sus antecesores en procura
de nuevos territorios necesarios para su expansión política. En este caso será Silesia
su objetivo inmediato.

Los príncipes de Baviera y Sajonia ejercieron enérgica oposición a los derechos de


María Teresa. La circunstancia era propicia para Prusia que invade la provincia de
Silesia que desde largo tiempo venía manifestando tener derechos sobre la misma. En
base a esta pretensión, Federico II ofreció a Maria Teresa el reconocimiento de sus
derechos al trono de Austria a cambio de la entrega de la importante providencia
industrial.

La situación se presentaba sombría para Austria en el sentido que el único apoyo era
con Inglaterra y se conocía la tibieza de esta alianza. Por su parte Prusia contaba con
los príncipes alemanes y lo que es más con el apoyo de Francia, tradicional adversaria
de los Habsburgos.
La guerra entre Prusia y Austria (1740-1748) es conocida como la guerra de suceción
de Austria” o las tres guerras de Silesia, por causa de las tres etapas que abarcan. Lo
cierto es que desde un comienzo la situación evolucionó favorablemente para Prusia
cuyo poderío militar y el apoyo de sus aliados facilitó la empresa de expansión
territorial objetivo fundamental de la nueva política prusiana. Pero a pesar de esto
Prusia adoptó una actitud prudente en el sentido de buscar arreglos directos con
Austria siempre que fueran reconocidos sus derechos sobre Silecia.

La paz de Aquisgran en 1748 puso fin a este conflicto, y fue en realidad una tregua,
pues, los problemas quedaron pendientes y con otras derivaciones llevarían a la
guerra de los siete años.

Inversión de las alianzas y guerra de los Siete Años (1756-1763): Un


acontecimiento de singular significado para la diplomacia, por su complicado proceso,
es el conocido por la “inversión de las Alianzas” en que participan las principales
potencias de Europa y que tendría posteriormente su derivación en la guerra de los
siete años.

Hemos señalado que al concluir la paz de Aquistaran (1748) se puso en evidencia las
contradicciones que existían en las alianzas existentes. El conde Kaunitz que activaba
en representación de la emperatriz María teresa fue el que más pronto se percató de
la nueva situación de intereses que se estaba gestando. Por tal razón debe atribuirse a
Kaunitz el ser promotor de la iniciativa y que se iría desarrollando luego en cadena
hacia otras direcciones. Esta inversión de alianzas debe ser vista desde dos enfoques
distintos: París y Londres.

Siguiendo el consejo de Kaunitz de promover un acercamiento de Austria con Francia,


Maria Teresa lo nombra embajador ante la Corte de Luis XV. Cuando en 1752 Kaunitz
es llamado a Viena para ocupar el cargo de Canciller del Imperio, no era mucho lo que
se había avanzado en París.
Como siempre la política continental inglesa era la de no comprometer sus intereses
como potencia marítima y colonial. Aunque ahora existía un factor: garantizar las
posesiones que correspondían a la casa reinante inglesa, de origen alemán, en el
principado de Hannover dentro del Sacro Imperio. En busca de estas seguridades
Inglaterra promueve un acercamiento con Rusia, que a su vez exige un apoyo en
subsidio. Alarmada Prusia por el giro que las alianzas iban tomando busca neutralizar
la política inglesa ofreciéndole una formal garantía con respecto a sus posesiones en
Hannover. Inglaterra consideró que la alianza prusiana le sería más efectiva, sobre
estas bases concluyó el tratado de Wesminster en enero de 1756.

Inglaterra vuelve a un compromiso con una nación continental y por razones dinásticas
que nunca influyeron en su política exterior. Por su parte Francia olvida la razón
dinástica que la separaba de Austria y se muestra inclinada a realizar un acuerdo con
su tradicional adversaria. La actitud inglesa de aliarse a Prusia produjo en Austria
como Rusia no disimulado enojo, por lo que consideraba una traición de parte de
Inglaterra.

Para Austria llegó la oportunidad de reiniciar sus ataques en el campo diplomático y


tratar de convencer a Francia de buscar en élla la alianza que le convenía en la lucha
que había comenzado entre Francia e Inglaterra. El 1 de mayo de 1756 el primer
tratado de Versalles entre Austria y Francia.

El círculo de alianzas continentales en torno a Prusia no quedaba completo si en él no


intervenía Rusia. Las conversaciones diplomáticas entre Rusia y Francia comenzaron
a instancia de esta última, encomendado Eom a la corte de Catalina II. Eom regresó a
Francia con un acuerdo defensivo y ofensivo entre las dos potencias suscrito el 21 de
noviembre de 1756.

El 1 de mayo de 1757 se firma un segundo tratado de Versalles entre Austria y


Francia. Por este convenio Francia se comprometa a ayudar financieramente a
Austria.

La guerra llamada de los siete años había comenzado de hecho antes de 1756 cuando
los barcos ingleses atacaron a barcos franceses. Frante a las fuerzas asociadas de
Francia, Austria, y Rusia, Federico II de Prusia se encontraba casi solo ya que no
podía esperar gran ayuda de los ingleses.

En un comienzo la guerra de los siete años fue desfavorable para Prusia y todo hacía
esperar un colapso. Un hecho inesperado vino a salvar a Federico II de un desastre.
En enero de 1762 muere la zarina Isabel sin heredero directo, dejando la corona a
favor de su sobrino Pedro de Holstein, príncipe aleman casado con la futura Catalina II
de Rusia. Para nadie era desconocida la profunda admiración del nuevo zar Pedro III
por Federico II de Prusia. Bien pronto se apresuró el zar a transmitir su simpatía al rey
prusiano y el deseo de firmar la paz como así ocurrió el 5 de mayo de 1762. la guerra
había llegado a un punto muerto y al parecer la ausencia de Rusia fue decisiva para
que Austria y Prusia firmaran la Paz de Hubertsburgo el 15 de febrero de 1763. el 10
de febrero de 1763 se firmó la paz entre Francia e Inglaterra por la que se daba por
concluida la guerra marítima y colonial. Canadá y las posesiones vecinas pasaron a
manos de Inglaterra. El resultado de esta guerra fue favorable a Inglaterra que sin
arriesgar mayormente obtiene importantes territorios de Ultramar. Prusia consigue
afirmarse en sus territorios conquistados, que los Habsburgos de Viena deben
reconocer.

CAPÍTULO XI
Las colonias inglesas en América. Su formación e Independencia: El origen de los
Estados Unidos de américa proviene de las primitivas colonias inglesas de América del
Norte. Las colonias inglesas de América fueron establecidas obedeciendo a la fuerza
expansiva de una potencia marítima como era la nación inglesa. La corona inglesa
alentó el establecimiento privado de factorías en la costa este de América como una
consecuencia de su situación insular y la necesidad de mantener abiertas las vías
marítimas de comunicación. Inglaterra en la primera etapa de la colonización que se
inicia a partir de principios del siglo XVII rara vez se inmiscuye en el gobierno interno
de las nuevas colonias, cuya características particulares pronto se ponen de resalto.
Las que serían más tarde las trece colonias inglesas se sitúan a lo largo de la costa
este del continente desde la desembocadura del río San Lorenzo hasta la florida
sirviéndole de límite natural en el oeste los montes Apalaches.

La organización política que la corona dio a estas colonias fue la de un gobernador


como representante para el gobierno de las mismas, un Consejo y una Asamblea
compuesta de representantes nombrados por la comunidad. La política de Inglaterra
respecto a sus colonias era bien simple, impulsaron la producción de materias primas
para abastecer las industrias de Inglaterra y el tráfico marítimo, a cambio de ello
Inglaterra les daba la protección de su flota de mar.

El primer hecho conflictivo que afecta a las colonias, es consecuencia del


enfrentamiento entre Francia e Inglaterra en el viejo mundo. Los roces comenzaron
con el avance de los franceses establecidos en el Canadá hacia los montes
Apalaches. Esta coyuntura de intereses parecía fortalecer la unión de la metrópoli con
sus colonias, cuando ocurre inesperadamente un cambio de actitud por éstas a causa
de una serie de impuestos que son creados a fin de hacer frente a gastos ocasionados
por mantener un cuerpo militar para su defensa. En 1764 Lord Grenville dicta una
disposición sobre el azúcar, a esta suceden otras de igual carácter que no hacen sino
exacerbar los sentimientos.

Samuel Adams, en julio de 1774, proclamó la necesidad de reunirse los


representantes de todas las colonias en Filadelfia. El 25 de setiembre quedó
inaugurado el congreso que se reunía por primera vez en la ciudad, con la presencia
de representantes de doce colonias, exceptuada Georgia. La idea del congreso no era
proclamar la independencia de la metrópoli, sinop, la renuncia de ésta a imponer
cualquier tributo que no sea libremente aceptado por las colonias. El segundo
congreso inauguró sus sesiones el 10 de Mayo de 1775 en el cual se llevaría a la
proclamación de la Declaración de Independencia de las colonias americanas. Tomas
Jefferson fue autor del texto. El documento definitivo quedó aprobado el 4 de julio de
1776 y fue enviado a todos los estados para su ratificación. La constitución definitiva
tuvo su sanción el 4 de marzo de 1789.

Relaciones del Congreso Americano con Francia: el curso de los acontecimientos


despertaron el interés tanto en la clase dirigente, como los intelectuales de Francia.

Efectuada la declaracion de la Independencia, el Congreso continental asumió la


responsabilidad de las relaciones internacionales por medio de su Comité de
correspondencia secreta. Desde 1789, según la nueva constitución, el órgano
encargado de la política exterior norteamericana se denomina Departamento de
Estado. Ñel Secretario de Estado mantiene la correspondencia del Presidente con los
gobernadores de los Estados.
Los congresistas consideraban que era de toda urgencia adelantarse a cualquier
tentativa por parte de la corona inglesa de aislar a la república, por eso estuvo bien
enfocado el objetivo al dirigirse a Francia en busca del apoyo necesario.

En este momento comenzaba su reinado Luis XVI (1774) estando la cartera de


relaciones exteriores confiada a Charles de Vergennes en el año 1776, el congreso
continental encarga la primera misión confidencial a Francia a Silas Deane. Con cartas
de presentación de Benjamín Franklin. Aunque las ideas democráticas en que se
inspiraban los congresistas no eran bien miradas por los franceses, la revolución era
una magnífica oportunidad para crear a Inglaterra problemas que pudieran favorecer
ulteriormente a Francia. Mantener una situación ambigua y sin restar apoyo a los
americanos fue la posición adoptada por Vergennes.

El 22 de diciembre de 1776 Franklin se dirigió formalmente al gobierno de Francia por


intermedio de su ministro de Relaciones Exteriores Conde Vergennes, solicitando el
reconocimiento oficial de la nueva nación, asimismo pedía ayuda para continuar la
guerra en el continente americano yt liberarla de la tutela inglesa. Vergennes recibió
las propuestas de Franklin con complacencia, pero evitando tomar compromisos que
pudieran tener derivaciones comprometedoras con respecto a Inglaterra.

Situación crítica de los “Estados Confederados” americanos.Presión


diplomática para provocar el conflicto entre Francia e Inglaterra.Conclusión de la
Alianza entre Francia y los Estados Unidos: Dos años habían transcurrido desde el
comienzo de las hostilidades en el continente americano. Francia no mostraba signos
de una decidida intervención, su política se limitaba a dar apoyo a los revolucionarios a
fin de mantener una guerra de desgaste con la metrópoli. Cuando la situación parecía
que llevaría a un entendimiento, Francia mostró viva preocupación para el caso de
llegar a concertarse una paz. En 1777 en Londres se creía despue´s de la derrota de
Washington en Brandywine, que la guerra colonial llegaría pronto a su término. Ante
esta situación Vergennes comunicó a Franklin que el gobierno de Francia estaba
dispuesto a entrar en tratativas formales con los Estados Unidos. Puesto en
conocimiento Lord North primer ministro ingles, del cambiop ocurrido quiso
adelantarse proponiendo un arreglo de paz a los Estados Unidos. La propuesta llegó
tarde, pues el 6 de febrero de 1778 se concluyeron los acuerdos entre Francia y los
Estados Unidos. Por el tratado de alianza se reconocía la independencia de los
Estados Unidos y Francia se comprometía a prestar toda la ayuda necesaria. Era la
guerra entre Francia e Inglaterra. La guerra colonial se había convertido en guerra
internacional.

La positiva gestión diplomática de Benjamin Franklin obtuvo el reconocimiento oficial


del monarca Luis XVI de Francia cuando fue recibido en la Corte el 20 de marzo de
1778. A Franklin le sucede Thomas Jefferson como ministro plenipotenciario ante la
Corte de Versalles de Luis XVI (1784)

Dificultades diplomáticas de Inglaterra. Liga de Neutralidad armada de 1780: el


28 de febrero de 1780 fue dirigida a las cortes de Inglaterra, Francia y España una
declaración de Catalina II sobre los principios del comercio marítimo. Los barcos
neutrales (es decir, los que navegan bajo pabellón neutral) pueden circular libremente
de un puerto a otro y a lo largo de los países que se hallan en guerra. Los barcos
neutrales pueden transportar mercancías pertenecientes a súbditos de países
beligerantes, a excepción del contrabando de guerra: armas, municiones, etc.

La declaración de neutralidad armada se convirtió en Liga de neutralidad armada


cuando otras potencias marítimas menores se adhirieron a la declaración unilateral
rusa. Holanda, Dinamarca, Suecia, Prusia, Portugal y otras naciones del mediterráneo
al unirse a la declaración rusa perseguirán un objetivo, el de frenar la creciente
agresividad de Inglaterra en los mares.
Reconocimiento de la independencia de los Estados Unidos por Inglaterra: El
tratado de paz suscrito entre Inglaterra y los Estados Unidos el 3 de setiembre de 1783
aparte de acordar la paz entre ambos beligerantes, Inglaterra reconoce la
independencia de sus colonias.-

Perfiles de la Nueva Diplomacia de los Estados Unidos: El 17 de setiembre de


1787 quedó aprobada por la Asamblea General Cosntituyente la Cosntitución de los
Estados Unidos, quedando ratificada por los estados miembros y en consecuencia se
convirtió en carta fundamental el 4 de marzo de 1789. El 30 de abril del mismo año
asume la presidecia Jorge Washington, con este presidente se inicia la era
constitucional americana, se impone una política internacional firme y particular que le
ayudará a fortalecerla y prepararla. El 17 de setiembre de 1796 Washington al
pronunciar su discurso de despedida hizo una serie de apreciaciones sobre política
internacional que han influido poderosamente en la historia de los Estados Unidos.
Alrededor de esta política denominada aislacionista se produjeron las más enconadas
controversias entre los estadistas americanos. Dos hechos debieron guiar la toma de
posición supuestamente aislacionista de los Estados Unidos. En primer término no
estar en condiciones de entrar en competencia marítima con Inglaterra. En segundo
término se encuentra su política de penetración territorial.

Resultados de la política enunciada son la declaración de neutralidad en la guerra


Franco-Inglesa de 1793. el segundo paso importate se produce en 1794 con la firma
del tratado de comercio con Inglaterra en condiciones poco favorables para los
Estados Unidos.

La adquisición de Luisiana por los Estados Unidos: Consecuentemente con la


política exterior de los Estados Unidos se hacia necesario satisfacer la actitud
expansionista de la vigorosa clase comerciante americana. España creyó9
conveniente establecer una barrera con los estados Unidos en esa región por lo que
vuelve a ceder a Francia la Luisiana por el tratado de San Ildefonso del 1 de octubre
de 1800 a cambio de ventajas territoriales en Italia. Estados Unidos no vieron con
agrado este cambio de dueño. Sobre todo a favor de Francia en un territorio que era
vital para su expansión.

El 8 de marzo de 1803 salía Monroe de los Estados Unidos, y el 11 de abril durante


una conversación con Tayllerand, Livingstone embajador norteamericano en París
escucho un ofrecimiento que en un principio se resistía a creer. Tayllerand proponía la
venta a los Estados Unidos no solo de Nueva Orleans, sino de todo el inmenso
territorio de Luisiana. El 30 de abril de 1803., Livingstone y Monroe, compraban a
Francia toda la Louisiana por sesenta millones de libras. New Orleans, sobre la
desembocadura del Missisipi al mar era una salida clave. La negociación fue concluida
rápidamente por medio de dos convenios suscritos en París el 30 de Abril de 1803. El
primero fijaba la cesión territorial carente de límites precisos, los aspectos relativos a la
población y el uso del río. El segundo tratado establecía las condiciones financieras
del acuerdo principal.

Doctrina expansionista de los Estados Unidos: México, Texas: Manifest Destiny


representa el hondo convencimiento popular que era verdaderamente el
destinomanifiesto de la República, extenderse por medios pacíficos de acuerdo con los
principios republicanos del gobierno, sobre todo el continente norte americano. Sin
embargo, la doctrina no tuvo simpre esa aplicación pacífica sobre todo en el área de
las ex –colonias españolas del hemisferio norte, como Texas, México, Panamá, Cuba y
otras regiones.
Texas: Era una extensa zona deshabitada y fuera del control del gobierno mexicano
que pertenecía por herencia a España. Pronto fue ocupada por aventureros y gente
fuera de toda ley, constituyéndose en una prolongación de los estados del sur
americano que defendían la esclavitud como sistema. En un primer momento el
gobierno mexicano con el propósito de poblar la extensa región de Texas, promovió
una política inmigratoria que provenía en su totalidad de los Estados Unidos. El 2 de
marzo de 1836 fue declarada la independencia de la República de Texas, con el no
disimulado apoyo americano, lo que motivó la reacción del gobierno mexicano. El
interés americano había adquirido un perfil de continuar su política exterior de
manifiesta oportunidad. En 1845 el Congreso de la Unicón, admitió formalmente a
texas como uno de los estados de la misma. La anexión provocó en México un
sentimiento de rechazo que determinó la guerra. A pesar de la superioridad numérica
del ejército de Santa Ana, fue derrotado y dispersado, huyendo el presidente de
México, lo que permitió al ejército americano ocupar la capital de México (1847). El
país humillado no tenía otro remedio que someterse a las condiciones del vencedor.
Las bases de paz fueron establecidas en el tratado concluido el 2 de febrero de 1848
en la ciudad de Guadalupe-Hidalgo por el plenipotenciario de Estados Unidos, Mr.
Nicholas Trist, y los de México don Luis Cuevas, don Bernardo Couto y don Miguel
Atristán. Los límites entre ambas naciones fueron fijados de acuerdo a los intereses de
los Estados Unidos desde río Bravo que desembocaba en el golfo de México hasta el
Océano Pacífico en Alta California.

Así por la anexión de Texas, las conquistas de Nueva México y de la Alta California y
la adquisición del vase Masilla, los Estados Unidos añadió a su territorio una extención
de novecientas mil millas cuadradas casi igual a la de Louisiana.

Los países del río de la Plata (Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay): La doctrina
americana de expansión territorial, “Manifest Destiny”, al igual que la doctrina Monroe
fueron aplicadas al Nuevo Mundo hispánico por los gobiernos de los Estados Unidos.

Respecto a las naciones del sur-cuenca del río de la Plata la actitud americana fue
menos agresiva en razón de la distancia. Producida la independencia de estos países,
inclusive el Imperio del Brasil, las relaciones internacionales en el comienzo fueron
conflictivas y de mutuo recelo en la determinación de sus límites como el problema
creado por la libre navegación de sus ríos, Estados unidos no estaba dispuesto a
admitir la intervención de países extracontinentales en el continente americano.

El caso Hopkins: La república del Paraguay despertaba curiosidad por ser un país
silencioso, por el ferreo autoritarismo de sus gobernantes. El origen de las primeras
cuestiones de carácter internacional en que se establecen relaciones, aún no oficiales,
entre Estados Unidos y el Paraguay, tiene su comienzo con la llegada de Edward
Augustus Hopkins el año 1845. obtuvo del presidente James Polk el nombramiento de
“agente especial” sin carácter diplomático. Hopkins se mostró entusiasmado ante las
perspectivas de hacer negocios en el Paraguay y obtener privilegios especiales para la
navegación, celosamente preservada por López. Después de una estadía prolongada
en Asunción regresó a su patria con grandes proyectos de inversión en el Paraguay,
apoyado por López. En 1852 se constituyó en el estado Rodhee Islands una
compañía comercial con un capital de 100.000 dólares bajo el nombre de The United
State and Paraguay Navigation Company. Desde la capital uruguaya Hopkins anunció
al presidente López en carta del 6 de agosto de 1853 en la que impusiera cierta
exigencia al cañonero Water Witch de la marina de los Estados Unidos, que estaba en
víspera de subir hasta el Paraguay en una exploración científica a cargo del Tte. de
Marina Thomas Page. A raíz del comportamiento agresivo y prepotente de Hopkins
empezaron las dificultades con el gobierno paraguayo hasta producirse la expulsión
del aventurero norteamericano. Por otra parte la misión científica del barco americano
Water Wich tuvo serias consecuencias por la permanente suspicacia del presidente
con respecto a la navegación de los ríos. La expedición tuvo un desenlace imprevisto
cuando las baterías Itapirú del lado paraguayo hicieron fuego contra el barco
americano ocasionando perjuicios y la muerte del marinero del barco

El 4 de marzo de 1857 accede a la presidencia de los Estados Unidos James


Buchanam, quién conocía a Hopkins y lo había apoyado en su expedición al Paraguay.
Sin muchos rodeos determinó despachar contra López una fuerza expedicionaria de
intimación y cobranza. La expedición naval americana constituía una demostración de
fuerza evidente, pero tanto el Jefe Naval Willam Brafor Shubric como el comisionado
civil James Butler Bowlin, no eran garantía suficiente para una misión de esta índole.
El diferendo quedó solucionado y concretado en los acuerdos que fueron suscritos el 4
de febrero de 1859: Tratado de Amistad y Comercio y Navegación entre los Estados
Unidos y la República del Paraguay y la convención Especial Relativa a las
Reclamaciones de la compañía de Navegación de Edward Hopkins.

La misión Berges en Washington: Por la Convención Especial se constituyó una


comisión compuesta de un representante de cada uno de los dos países, que deberían
negociar un acuerdo de reparación si hubiera lugar.

Las negociaciones deberían tener lugar en Washington. El comisionado paraguayo fue


José Berges. Su gestión fue un éxito diplomático en todo sentido. El gobierno del
presidente Buchanam lo recibió con amistosa cordialidad. El comisionado designado
por parte de los Estados Unidos fue el juez Cave Johnson. El resultado final realizado
por los comisionados con el apoyo de sus respectivos abogados, fue el pleno
reconocimiento a favor del Paraguay, rechazando la pretensión de los representantes
de Edward Hopkins.

UNIDAD XII

La Revolución Francesa y sus consecuencias en las Relaciones Internacionales:


Francia se desgastó y perdió colonias durante los reinados de Luis XIV y Luis XV. La
mala administración que sufría la nación, tenía por causa la ambición e incapacidad de
la nobleza que no comprendía la necesidad de introducir reformas esenciales y
modificar las viejas estructuras del antiguo régimen.

La Revolución Francesa, donde la toma de la Bastilla es un mero simbolismo, produce


una honda transformación no por el impulso exclusivo de estos pensadores y filósofos.
Es más bien una explosión popular que al iniciarse el 14 de julio de 1789, se desborda
en forma incontenible por toda Francia y en todas las clases sociales. La revolución
trae consigo la implantación de nuevos moldes económicos y políticos, sociales y
religiosos dentro de Francia que consecuentemente debían reflejarse en el campo de
las relaciones internacionales.

Los disturbios de Francia frente a las monarquías de Europa: La Asamblea


Nacional reunida no puede contener el desborde que se produce en toda Francia
después de la toma de la Bastilla. El 4 de gosto de 1789 la Asamblea resuelve abolir
todos los vestigios del antiguo régimen feudal, suprimiendo los diezmos, privilegios
fiscales y señoriales. El 26 de agosto de 1789 se produce la “Declaración de los
derechos del Hombre y del Ciudadano” basada en la Declaración de los derechos de
Virgina del 12 de junio de 1776 cuyo inspirador fue el americano George Mason.

El 3 de septiembre de 1791 se proclama la nueva constitución en base a una


monarquía parlamentaria constitucional. La más preocupada por los acontecimientos
en Francia era Austria, la antigua aliada de Francia, que ante los disturbios que
ocurrían volvió sus miradas hacia un acercamiento con Prusia.

En agosto de 1791 se produce en el castillod e Pillnitz, invitados por el Elector de


Sajonia, una entrevista entre Federico Guillermo II y el emperador Leopoldo II. Los
monarcas hacen una declaración el 27 de agosto a fin de proponer a las demás
potencias una enérgica actitud frente a los sucesos de Francia en busca de
restablecer en su plena autoridad a Luis XVI. La declaración no implicaba un posible
estado de guerra, pues, la propuesta intervención estaba condicionada a la acción
conjunta de las demás potencias. Esta actitud adoptada es el reflejo de la opinión de
los círculos conservadores de Europ. La aceptación por parte de Luis XVI de los
términos de la Constitución de 1791 evitó que la posición de las potencias avanzara en
sus propósitos de intervención.

La actitud asumida por Asutria y por Prusia de alentar a las fuerzas realistas francesas
en el exilio tuvo un efecto contrario en los círculos revolucionarios de Francia. El 7 de
febrero de 1792 se suscribió en Berlín el Tratado Prusiano-Austríaco de alianza
defensiva. Esta alianza estaba destinada a responder a cualquier reclamación fuera de
lugar que hiciera Francia con motivo de los preparativos bélicos que hacían los
franceses exiliados en la frontera al amparo de aquellas potencias.

El 20 de abril Luis XVI leyó en la Asamblea el proyecto de declaración de guerra al


emperador de Austria y Hungría. A partir de esta fecha se inica el período de los
conflictos bélicos que envolvería a Europa por espacio de más de dos décadas.

Después de la declaración de guerra a Austria, Prusia aceptó participar en el conflicto


del lado de su aliada en virtud del tratado del 7 de febrero de 1792. Los
acontecimientos internos en Francia conducían inexorablemente a la abolición de la
monarquía, que ocurre el 21 de septiembre de 1792 al proclamar la convención
nacional la abolición de la monarquía y la proclamación de la República. El 21 de 1793
se produce la ejecución de Luis XVI. Este hecho produce la entrega de pasaporte al
diplomático de Francia ante la Corte de Saint James: M. Chauvelin. En su respuesta
Francia declara la guerra a Inglaterra que se hace extensiva a Holanda, aliada de los
ingleses.

Napoleón frente a las coaliciones: El Ministro Pitt con suma habilidad fue urdiendo la
trama de la primera coalición de naciones contra Francia. Primero España, luego
Rusia, Cerdeña, Nápoles y Portugal firmaron tratados de alianza con Inglaterra.

Aparece en escena Napoleón Bonaparte a cuyo mando están las operaciones en Italia
cuya estrella comienza a brillar. En septiembre de 1795 se aprueba la nueva
constitución formada por un ejecutivo a cargo de un Directorio compuesto de 5
miembros.
La acción bélica como la progresiva ascensión de la dirección política de Bonaparte
desbordan el tenso clima de Europa.

El 17 de octubre de 1797 se firma el Acuerdo de Paz en campo Formio entre los


beligerantes; por una parte Francia obtiene de Austria la margen izquierda del rio Rin,
Bélgica y el Milanesado y en compensación Austria recibe Venecia. La paz de Campo
Formio representa el primer paso dirigido a la creación de un nuevo mapa político para
Europa bajo la dirección de Francia. Se pensaba que con la nueva situación de Europa
después de la Paz de Campo Formio podría mantenerse un equilibrio de fuerzas en el
continente, pero esto sólo era aparente, mientras Inglaterra empezaba a retomar los
hilos de una nueva coalición.
Segunda Coalición (1798): Napoleón inicia su campaña de Egipto con el objeto de
interferir las comunicaciones de Inglaterra con el Oriente. En mayo de 1798 zarpó la
expedición francesa del puerto de Telón rumbo a Alejandría. Bonaparte consiguió
desembarcar en Egipto, pero la flota francesa fue sorprendida por la escuadra inglesa
frente a Abhukir. Por otra parte Inglaterra consigue la alianza con la Sublime Puerta
provocando la declaración de guerra de ésta a Francia. Catalina II había muerto
(1796), le sucede su hijo Pablo II, el embajador ruso en Constantinopla Kotchubef
maniobra hábilmente frente a su tradicional enemigo, aliándose con la Sublime Puerta
contra Francia. En este momento Francia atraviesa un momento difícil frente a la
coalición, lo que obliga a Napoleón a regresar secretamente a París desde Egipto. Su
aparición en París determina un cambio de gobierno. El Directorio es sustituido por un
consulado. Es el golpe del 18 Brumario (1799) donde queda cerrado prácticamente el
ciblo revolucionario en Francia y señala el comienzo de la toma de poder de Napoleón
Bonaparte que es elegido Primer Cónsul bajo la nueva Cosntitución redctada por
Sieyes.

La victoria del ejército francés sobre los austríacos en Marengo obliga a estos a firmar
el Armisticio de Paradorf (1800). El 9 de enero de 1801 se firma en Lunneville la paz
con Austria. Como fuera dispuesto por el Congreso de Rastatt, el Rinh, en su margen
izquierda quedó reconocida como la frontera natural de Francia. La paz de Lunneville
representó un grave golpe para el prestigio del Emperador dentro de Alemania y el
principio de la disolución definitiva del Sacro Imperio.

Con la paz de Ammiens en marzo de 1802 Francia devuelve Egipto al Sultán,


Inglaterra renuncia a sus conquistas coloniales y Napoleón continúa su creciente
influencia sobre la península itálica.

Tercera Coalición (1805): Ante la actitud de Napoleón de seguir avanzando en sus


pretensiones y destruir el poderío de Inglaterra, Rusia cree conveniente buscar un
acercamiento con Inglaterra. El zar Alejandro I pretendía que una alianza con
Inglaterra podría mantener el equilibrio continental, obligando a Francia a limitarse
dentro de sus fronteras naturales. El tratado de alianza se firmó en San Petesburgo el
11 de abril de 1805. El propósito de la formación de esta coalición estaba inspirada por
el deseo de las monarquías absolutas de restablecer el principio legitimista
monárquico y hacer retroceder a Francia de los límites de sus fronteras originarias de
1792.

Mientras tanto Napoleón, que se hizo coronar como Emperador de los franceses en
mayo de 1804 y Rey de Italia en 1805, se apresta para resistir la coalición tomando la
iniciativa en el ataque. A la alianza de Inglaterra y Rusia se adhiere Austria en agtosto
de 1805. La adhesión más significativa fue la del Imperio otomano por medio del
acuerdo celebrado con Rusia, permitiendo a esta última el paso de los buques de
guerra a través de Bósforo y los Dardanelos. Napoleón obtiene sobre los ejércitos dos
importantes victoria: Ulm y Austerlitz y se apodera de Viena. En 1806 solamente Rusia
continuaba enfrentando a Napoleón en el continente, aunque sus fuerzas habían
quedado seriamente afectadas.

Cuarta coalición: La alianza ruso-británica estaba en vigencia pero carecía de


significado práctico par Rusia, pues sabía que Inglaterra no se arriesgaría con sus
tropas en el continente. El ultimátum presentado por Prusia a Francia, a fin de que
ésta se retirara de la margen derecha del Rhin, significó nuevamente la iniciación de
las hostilidades. En la batalla de Jena fueron derrotadas las tropas prusianas, entrando
pocos días después Napoleón en Berlín. Comprendiendo Napoleón que no habría
posibilidad de victoria total hasta derrocar a Inglaterra, dicto el bloqueo continental
(1806) prohibiendo prácticamente a toda Europa tener contactos comerciales y de
ninguna especie con Inglaterra, pensando, de este modo, aislar a Inglaterra del
continente.

Quinta Coalición. La gran Alianza: Las consecuencias del bloqueo continental eran
cada vez más resistidas por Rusia y Prusia, por estar necesitados ambos del comercio
con Inglaterra. Rusia cada vez se mostraba menos dispuesta a aceptar el bloqueo
impuesto. El sistema de Tilsit (por el que se estableció una alianza entre Francia y
Rusia) no tenía más objeto, por lo que Napoleón no encontró otra salida que preparar
el Gran Ejército para invadir Rusia. A medida que la penetración se hacía más
profunda la dureza del clima iba quebrando la moral del ejército. El zar Alejandro I
aconsejado por el Barón Stein se mostró inflexible con Napoleón. Napoleón inica su
retirada de Moscú lo que significaría la derrota más completa de su brillante ejército.
En el cruce del Beresina tuvo lugar el golpe de gracia que aniquiló definitivamente el
gran Ejército.

Metternich vislumbró una oportunidad par acomenzar a armar lentamente una nueva
coalición sacando partido de la situación crítica por la que atravesaba Francia.

La gran Alianza y el comienzo del fin del Emperador Napoleón Bonaparte: El Zar
Alenjandro I de Rusia, se erigió en el porta-estandarte de una nueva coalición, la
sexta, a fin de hacer converger los esfuerzos para derrotar a Napoleón.

El 287 de febrero de 1813, por el acuerdo de Kalich, quedó concertado el pacto ruso-
prusiano con el propósito de liberar a alemania de la dominación napoleónica. Suecia
se adhirió inmediatamente a la alianza. Solo Austria se mantuvo alejada, pero alerta,
con relación a la nueva coalición armada. Esta posición obedecía a la influencia de
Metternich, el canciller austríaco, que esperaba sacar provecho del enfrentamiento
ruso-francés.

Frente a la nueva coalición Napoleón volvió al ataque venciendo a los ejércitos ruso-
prusianos en la batalla de Bautzen (1813). Austria suscribe un acuerdo secreto con
Rusia y Prusia (Reichenbach junio de 1813) en la que se acrodó la entrada de Austria
en la alianza en el caso que las propuestas que se iban a efectuar a Napoleón
fracasaran. Metternich y Napoleón se reunirían en Dresde en junio de 1813 donde el
Emperador mostró toda su intransigencia al escuchar las tratativas de mediación de
Metternich, Austria entra en la coalición integrada por rusos, prusianos, ingleses y
suecos.

El tratado de Chaumont de 1814: el objetivo fundamental de los aliados era destruir


el poder napoleónico y su sistema que en vano había tratado de imponer en Europa.
Castlereagh, ministro de asuntos exteriores de Inglaterra, propuso considerar los
límites de Francia dentro de las antiguas fronteras de 1792 en sustitución a la vieja
aspiración francesa de las denominadas fronteras naturales. La campaña bélica debía
continuar y penetrar directamente en el territorio de Francia. La indecisión de los
aliados en el campo de batalla hacia temer por la suerte de la alianza, hasta que
Catlereagh consigue fijar por el Tratado de Chaumont las bases de un acuerdo
definitivo.

El 1 de marzo de 1847 fue suscrito el tratado entre las cuatro potencias principales:
Inglaterra, Rusia, Prusia y Austria. Este tratado tenía especial significado por
establecer las bases generales del nuevo orden europeo que debía concretarse más
tarde en el congreso de Viena. Por el artículo 2º del tratado las altas partes
contratantes se obligaban recíprocamente a no negociar en forma separada con el
enemigo común, a no firmar la paz, ni tregua ni convención sino de común acuerdo. El
presente t4ratado de alianza defensiva tiene por objetivo mantener el equilibrio de
Europa por lo que las altas partes contratantes convienen en fijar en 25 años de
duración del presente tratado. El tratado de Chaumont contenía estipulaciones
secretas referidas a la formación futura de una fuerza de ocupación destinada a
garantizar los acuerdos de paz.

El 31 de marzo de 1814 entraron las fuerzas aliadas a París, a la cabeza iban el zar
Alejandro I y el rey de Prusia Guillermo Federico III. Napoleón debió abdicar desde
Fontainebleau al trono de Francia. Su abdicación fue firmada el 6 de abril de 1814 en
el castillo de Fontainebleau.

El 3 de mayo hace su entrada en París el nuevo monarca Luis XVIII otorgando a


Francia la carta constitucional el 4 de junio. El 30 de mayo de 1814 Talleyrand suscribe
en nombre de Francia el tratado de paz con las potencias aliadas.

UNIDAD XIII

Congreso de Viena. Sus Antecedentes: Los firmantes del Tratado de París, del 30
de mayo de 1814, estipularon la necesidad de reunirse en Viena, los plenipotenciarios
de las naciones que habían participado en la contienda bélica que había concluido
recientemente. En la época que se inician los preparativos para el congreso existían
dos tendencias opuestas; por un lado la corriente liberal burguesa, iniciada con la
revolución francesa. Por otro lado la tendencia legitimista que pugnaba por volver al
antiguo régimen de las monarquías absolutas.
La eleccion de Viena como sede del Congreso era acertada. La ciudad imperial como
gustaba llamarse, tenía todo el encanto en que con natural distinción, atraía a las
gentes de distintas latitudes.

Principales figuras y tendencias: La mayor atracción de Viena convergía hacia los


tres principales monarcas que habían contribuido a la victoria. Francisco José, como
anfitrión secundado por su canciller Metternich. El monarca austríaco era el mayor de
los tres, junto a Alejandro I y Federico Guillermo III de Prusia.

No menos importante fueron las figuras de los jefes de la diplomacia como Metternich
(Austria), Talleyrand (Francia), Humbolt (Prusia) y Catlereagh (Inglaterra). Metternich,
como anfitrión llevó el mayor peso en la dirección de las tratativas y discusiones
diplomáticas. La falta de práctica en este tipo de reuniones internacionales debió hacer
dificultoso el desenvolvimiento de las tratativas. Cualesquiera hayan sido sus
deficiencias el Congreso tuvo sus méritos como índice de un esfuerzo por suprimir la
guerra y substituirla por la paz. En su esencia el sentido buscado por los congresistas
de Viena era dar estructura a una sociedad de naciones a fin de preservar la paz, se
planteó la simiente de un futuro derecho internacional y diplomático. Metternich trajo
nuevas ideas para la conducción de la diplomacia. Sus ideas eran más modernas
aunque el sistema en que se apoyaba era arcaico. Fue considerado como una de las
figuras de mayor relevancia de la diplomacia europea.

La posición que Austria parecía deseaba tomar en el Congreso fue la de moderador


dentro de las tensiones que se manifestaban en el centro de Europa en que Austria y
Prusia podrían actuar como fuerza de equilibrio.

Otra figura destacada ue el canciller francés Talleyrand, príncipe de Benevent. Nadie


como Talleyrand estaba mejor dotado para representar a Francia vencida en el gran
cónclave de Viena, se impuso la tarea de colocar a Francia en la posición que le
correspondía como potencia y hacer desaparecer los vestigios de una nación
derrotada. Con calculada habilidad se apoyo en el principio de “legitimismo” para
restaurar a los Borbones en el trono de Francia, único medio para que Francia no
entrara en la anarquía y perjudicara su posición en el Congreso de Viena. Aprovechó
con frialdad las rivalidades y contradicciones entre las potencias vencedoras para
sacar el mejor provecho para su patria.

Las cuatro potencias victoriosas cuyos representantes se volvieron a reunir en Viena,


reanudaron la amistad para derrocar a Napoleón. De este modo quedó constituido el
“grupo de los cuatro” con exclusión de Francia. Esta actitud asumida por Austria,
Inglaterra, Rusia y Prusia iba en menoscabo directo de Francia lo que obligaba a
Talleyrand a tomar posición al lado de las potencias menores que habían sido puestas
de lado como España, Suecia y Portugal. Como resultado de esta pugna se llega a la
transacción de formar un Consejo de ocho, integrado por los países citados. Al quedar
constituido este consejo la participación de Francia se consolida de pleno derecho.

El 3 de enero de 1815 se fima un tratado de alianza secreta entre Austria, Inglaterra y


Francia. La formación de esta alianza constituyo un triunfo de Talleyrand al abrir una
brecha profunda en el bloque de los antiguos aliados.

Finalmente parece ser que el buen juicio volvió a primar en los tratos del gabinete
político. Rusia renunciaba a gran parte de sus pretensiones territoriales en Polonia.
Prusia recibió parte del territorio de Sajonia, Austria adquirió Baviera, Salzburgo y el
Tirol.

Constitución Federativa de Alemania: El nuevo ordenamiento de Alemania


constituía una de las cuestiones de más difícil solución. Bajo la influencia del barón
von Stein, Joseph Gorres, Ernest Arndt se afirma la conciencia nacional alemana y la
necesidad de dar forma política a esta corriente nacionalista. Las ideas que agitaban a
lo largo de lo que geográficamente podría individualizarse como parte del antiguo
Sacro Imperio Germánico tenían un sentido nacionalista y revolucionario que no
podían caber dentro de los principios de la restauración del antiguo régimen. Las
contradicciones y oposición de intereses que existían entre Austria y Prusia hacía
imposible volver a las antiguas estructuras, como asimismo, el sentimiento de
independencia de los príncipes alemanes impedía la formación de una unidad política
germana.

Metternich propuso un plan transaccional que buscaba resolver en forma práctica las
dos posiciones irreconciliables creando un estatuto bajo el nombre de Confederación
Alemana. El acta constitutiva de la Confederación se firmó el 8 de junio de 1815 y
paso a integrar uno de los Anexos del Acta final del Congreso.

La confederación estaba integrada por 38 miembros soberanos, en ellos; un Imperio


(Austria) y cinco reinos: Prusia, Baviera, Wuttemberg, Sajonia y Hannover. La
Confederación disponía de una Dieta que ejercía las funciones de un Congreso
permanente con sede en francfort. Tres reyes no alemanes pertenecían a la
Confederación en razón de sus posesiones territoriales alemanas; el rey de Inglaterra
por Hannover, el rey de Dinamarca por Holstein, y el rey de los Países Bajos por el
gran Ducado de Luxemburgo.

En otros dos sitios confirmó el Congreso de Viena la unión de pueblos, Bélgica unida a
Holanda y Suecia a Noruega.

Resultados del Congreso de Viena: El congreso de Viena ocupa un lugar destacado


dentro de la diplomacia del siglo XIX. Debe admitirse el brillo y el ingenio de us
principales autores que contribuyeron para llegar a la solución, si bien no definitiva, de
los problemas que Europa venía arrastrando con motivo de casi 20 años de guerras.
El congreso sentó las bases de ciertos principios que más adelante tendrían su
vigencia dentro del derecho de gentes como ser el principio de la libre navegación de
los ríos internacionales; el principio de la igualdad jurídica entre los estados bases de
la reglamentación sobre el orden de precedencia de los agentes diplomáticos; la
abolición de la trata de negros. Merece citarse así mismo el Protocolo del Congreso de
Viena sobre las cesiones hechas por el Rey de Cerdeña a favor de Cantón de
Ginebra. Protocolo del 29 de marzo de 1815, por el que se cedían territorios con
población exclusivamente católica a favor de un estado dominado en forma exclusiva
por el credo reformado. Se establecía en forma precisa el respeto a la minoria, debido
en este caso, a cuestiones confesionales.

También debe resaltarse el propósito de los participantes de seguir manteniendo un


permanente contacto entre ellos, con el fin de preservar la paz. Conforme al tratado de
París del 20 de noviembre de 1815 se resuelve crear el llamado “Directorio Europeo” a
cuyo cargo estaría la duración del orden establecido en Europa. En el congreso de
Viena primó más la restauración de las viejas estructuras que la afirmación de las
nuevas ideas que comenzaban a tener vigencia en los círculos intelectuales de
Europa.

Reglamento sobre el rango entre los agentes diplomáticos: Fue firmado en Viena
el 19 de marzo de 1815. Anexo número 17 del Acta final del 9 de junio de 1815.

Las cuestiones de rango y precedencia han tenido siempre influencia en la política


exterior de los estados en general, y la diplomacia en particular, provocando en
muchos casos situaciones desagradables entre los agentes diplomáticos por querer
hacer aparecer como cuestiones de Estado todo lo relacionado con este tema.

El 19 de marzo de 1815 fue suscrito un protocolo entre las principales potencias con el
objeto de establecer el rango y la precedencia de los agentes diplomáticos. Según el
artículo primero los agentes diplomáticos son divididos en tres clases: el de los
embajadores, Legados y Nuncios; el de los Enviados, ministros u otros; el de los
encargados de Negocios, acreditados ante el ministerio encargado de los negocios
extranjeros. Se estableció el criterio equitativo de la igualdad jurídica de los Estados.
También se respetó la costumbre de considerar al nuncio como decano nato del
cuerpo diplomático.

Los cien días de Napoleón: Después de la abdicación de Napoleón en Fontaineblau,


los aliados convinieron por el acuerdo del mismo nombre el 11 de abril de 1814,
establecer ciertos privilegios a favor del Emperador destronado y su familia. Entre
estos, darle la soberanía sobre la isla de Elba. La decisión de los vencedores
implicaba un serio riesgo considerando la proximidad del ex emperador de Francia.
Los hechos posteriores confirmaron este temor. El 26 de febrero de 1815 se evade
Napoleón de su cautiverio. El 1 de marzo desembarca en Francia y el 20 entraba en
Tullerías. El 7 de marzo anunciaba Metternich al Congreso la noticia, el 13 de marzo
de 1815 la guerra estaba decidida. El 25 de marzo las 4 potencias renovaron el
acuerdo de Chaumont. La suerte de esta aventura napoleónica quedó definitivamente
sellada en Waterloo, el 21 de julio de 1815. El tratado de Paz fue firmado en París el
20 de noviembre de 1815. En el cual se establecía que francía debía pagar 700
millones de francos como indemnización de guerra. Las fronteras de Francia serán
aquellas que estaban establecidas en 1790. en la misma fecha por documentos
separados se firmaban los tratados de alianzas entre las grandes potencias con el
objetivo de garantizar la tranquilidad en Europa.
La Santa Alianza. Sus Objetivos: El documento fue suscrito en París del 14/26 de
septiembre de 1815, por el Zar de Rusia, el Emperador de Austria y el Rey de Prusia,
en forma personal y sin la firma de sus respectivos ministros de Estado de Relaciones
Exteriores. Inglaterra se apartó de firmar alegando que era necesario para valor
jurídico, la firma de un ministro responsable. Con posterioridad el Regente de
Inglaterra por nota de fecha 6 de Octubre de 1816 reconoció los principios
proclamados en la referida declaración.

El objeto del acta era el de manifestar a la faz del universo la determinación de no


tomar otra regla de conducta sea en la administración de sus estados respectivos, sea
en sus relaciones políticas con todos los otros gobiernos, que los preceptos de la
santa religión, preceptos de justicia, de caridad y de paz. El propósito buscado fue la
ratificación de los principios sostenidos en el Congreso de Viena y aprobados por
medio de su Acta Final, así como también el de prevenir los intentos revolucionarios
que pudieran sucederse.

Congresos internacionales derivados de la Santa Alianza: En el Tratado de Alianza


del 20 de noviembre de 1815 por medio del cual se renovaban los objetivos
enunciados, también se estableció que las partes firmantes debían reunirse en
determinadas épocas, de manera a tratar los grandes intereses comunes y examinar
medidas que sean juzgadas como las más saludables para la tranquilidad y la
prosperidad de los pueblos, y para mantener la paz en Europa.
El propósito de estos congresos era el de prevenir e impedir los movimientos
revolucionarios que pudieran modificar las estructuras políticas internas de las
naciones de Europa.

Congreso de Aix-la Chapelle: Entre el 1 de octubre y el 21 de noviembre de 1818 se


reunieron en la antigua capital de Carlomagno los representantes de las 4 potencias
aliadas juntamente con Francia con el objeto de decidir la cesación de la ocupación
militar de Francia, como el pago de la indemnización de guerra. El 15 de noviembre
fue firmado el Protocolo de los acuerdos de las potencias aliadas con Francia. Por el
citado protocolo se acordó que Francia se asociaba a las potencias aliadas para la
restauración del poder monárquico, legítimo y constitucional, se compromete en
adelante a mantener y consolidar un sistema que ha dado la paz a Europa y puede
asegurar su duración.

En la Conferencia de Aix la Chapele actuaroin en su carácter de Ministro de Negocios


Extranjeros, las siguientes personalidades: Metternich (Austria-Hungría), Catlereagh y
Wellington, por Inglaterra; Richelieu ( Francia); Bernstorff y Hardenberg, Prusia;
Nesselrode y Capo D’Istria, por Rusia.

El propósito de la alianza no era solamente la garantía territorial sino también garantía


de estabilidad del sistema monárquico para proteger los tronos.

Congresos de Troppau (noviembre de 1820) y Laybach (Enero de 1821): El estado


de rebelión existente en el Reino de las Dos Sicilias en el sur de Italia tipificaba la
condición prevista para proceder a una intervención armada en la forma que venía
reclamando Rusia. El congreso se reunió en la ciudad de Troppau en la Silesia
austríaca a pedido del Zar Alejandro I. Posteriormente el congreso pasaría a sesionar
en Laybach en la Carniola, por estar más próxima al reino de las Dos Sicilias.

Metternich mostró toda su capacidad y genio diplomático para que el Congreso


autorizara la intervención en el reino de Nápoles y de este modo el prestigio y los
intereses austríacos en Italia no sufrieran menoscabo alguno. Ambos congresos
acordaron la intervención múltiple, aunque el mandato de realizarlo fue encomendado
a Austria. Francia e Inglaterra protestaron por el acuerdo absteniéndose de firmar el
protocolo determinando el derecho de intervención de las grandes potencias firmado
en Troppau el 19 de Noviembre de 1819. En el referido documento suscrito por los
representantes de Austria, Rusia y Prusia se establecían los principios en que se
fundaban dicha intervención y la forma de su ejecución.

Los resultados de los Acuerdos de Troppau y Laybach deben ser considerados como
triunfo del Príncipe de Metternich. La intervención en Nápoles y el Piamonte se llevó a
cabo, resultando el restablecimiento del poder absoluto a favor de Fernando I en el
Reino de las Dos Sicilias.

Congreso de Verona: Es el más importante de los congresos realizados bajo la


inspiración de la Santa Alianza y los principios del absolutismo reaccionario europeo.
Se organiza en Octubre de 1822, en Verona ciudad situada en territorio italiano, bajo la
dominación austríaca. A su brillo e importancia contribuyó la presencia de los 3
monarcas miembros originarios de la Santa Alianza, Austria, Rusia y Prusia. Por parte
de Inglaterra estuvo Wellington, Francia fue representada por el Conde de
Montmorency y por Chataubrian.

El 19 de noviembre de 1822 las 4 potencias continentales acordaron la intervención a


España de manera a parar las revoluciones que se sucedieron y restituir al Fernando
VII en el trono de España. La intervención armada estaría a cargo de Francia. Este
mandato produjo en Francia profunda conmoción; por una parte los absolutistas veían
en esta intervención una afirmación de los principios de la monarquía absoluta y
prestigio e influencia para la casa de Borbón a cargo de Luis XVIII. El resultado fue la
restauración del absolutismo con los excesos que ocurrieron posteriormente en la
Península.

UNIDAD XIV

La emancipación de América Luso-Española. Sus antecedentes y proyecciones


internacionales: Las hazañas de Napoleón en Europa tarde o temprano tendría su
repercusión en el nuevo mundo. Por otra parte, Estados Unidos adquiría su
independencia, comenzaba su política expansionista territorial hacia el sudoeste. Esta
política también tendría su repercusión posterior en el destino de las colonias de
España situadas al sur y al oeste de aquella nación.

La civilización americana ha nacido y se ha desarrollado en condiciones muy diversas


de la del antiguo continente. Su historia comprende, además de una época
prehistórica, tres periodos fundamentales: la dominación colonial, la emancipación y la
República.

En el mundo hispanoamericano el movimiento emancipador tuvo sus causas propias.


En primer lugar, el ámbito geográfico era tan extenso y diferenciado, que
necesariamente debía influir en la organización social y política de cada una de las
unidades que integraban el vasto imperio español de América. Los virreinatos de
México y Perú, por sus riquezas en metales preciosos atrajeron desde un comienzo la
atención de los conquistadores. El amplio territorio que abarcaba el virreinato del Río
de la Plata siguió otra alternativa en su evolución debido a su carencia de metales
preciosos, pero con una riqueza en la tierra que favoreció grandemente su progreso en
la época moderna. Todos estos territorios estaban gobernados por una legislación
minuciosa creada especialmente para esos dominios, sujetos en forma directa a la
metrópoli. Cuando se produce la independencia, los criollos sienten la necesidad de
romper todo vínculo institucional con la madre patria como una reacción a tres siglos
de dominación.
Cuando se produce el movimiento emancipador en Hispanoamérica ocurre que tanto
Inglaterra como Estados Unidos mantienen una actitud neutral con respecto a las
nuevas repúblicas.

Gestiones Diplomáticas oficiosas anteriores a la emancipación Hispano-


Americana. Francisco de Miranda: Sebastián Francisco de Miranda se destaca por
ser precursor de la independencia en América Hispánica. Francisco de Miranda
comienza su agitada vida bajo la bandera de la Madre Patria donde alcanza el grado
de coronel. Apartado del ejército español, seguramente debido a sus sentimientos
libertarios, comienza un extenso peregrinaje por los Estados Unidos y por Europa en
pro de la independencia de los pueblos americanos. A pesar de que Miranda trató de
encontrar apoyo en casi todos los países de Eurpa y en los Estados Unidos, el
resultado de sus gestiones no puede considerarse como un éxito. Solamente
Inglaterra, sin mostrar mucho entusiasmo fue la que prestó una ayuda más efectiva y
real a favor de la causa del venezolano Miranda.
Las invasiones inglesas al río de la Plata: La expedición fue organizada y dirigida
por Sir Home Popham quien después de ocupar la ciudad del Cabo el 10 de abril de
1805, creyó prudente dirigirse hacia el Río de la Plata para apoderarse de los puertos
de Buenos Aires y Montevideo. Tal era su plan militar que lo emprendió sin la debida
autorización del Almirantazgo inglés. Las fuerzas de tierra desembarcaron a la altura
actual de la ciudad de Quilmes entre el 26 y 27 de junio de 1806 comandadas por el
general Bereford. La resistencia del río de la Planta no se hizo esperar y demostrado
con ello que el simple cambio de amo no era la aspiración de los nativos americanos.

En forma general y mirando todo de conjunto y con la perspectiva del tiempo, las
invasiones inglesas al Rio de la Plata constituyen un episodio más del estado de
inquietud reinante en las colonias españolas de América que iban preparando los
espíritus para la gesta de la Independencia.

Los sucesos del Río de la Plata a partir de 1810: La abdicación de los Borbones
españoles y la ascensión al trono en su reemplazo de José Bonaparte conmovió
profundamente toda la colosal estructura colonial del Nuevo mundo. Los sucesos en
España y la situación anárquica que dominaba la península por falta de un gobierno
estable y único eran altamente favorables para que los criollos americanos se
pronunciaran libremente por un gobierno propio.

La falta de autoridad suprema del rey debió ser el factor ideal para que los españoles
americanos se unieran y deliberaran en un Congreso Continental igual al de Filadelfia
y que este Congreso asumiera la autoridad suprema hasta tanto las colonias se dieran
el gobierno que mejor creyeran conveniente. Lastimosamente lo que hubiera debido
ser el punto de partida para construir un gobierno libre y democrático fue el comienzo
de rivalidades entre caudillos sin luces y con apetitos que no supieron estar a la altura
de los acontecimientos.

El 25 de mayo de 1810 el Cabildo Abierto de Buenos Aires nombra una Junta


Gubernativa en sustitución del Virrey Hidalgo de Cisneros, el 14 de mayo de 1811
ocurre igul pronunciamiento en Asunción, el 5 de julio de 1811 declara Venezuela su
independencia bsoluta de España. En México el grito de Dolores de 1810 fue ahogado
en sangre. Solamente en Buenos Aires, Asunción y Caracas parecían consolidarse las
nuevas autoridades nombradas por la voluntad popular de los criollos americanos. En
realidad, todos estos movimientos eran alentados por un sentimiento común, pero
carecían de organización coherente, lo que perjudicaba la imagen de la rebelión en el
mundo exterior.
A partir de 1814, Francia modificó su conducta internacional con respecto a las
naciones del nuevo mundo y se inclinó a apoyar a España e su intento de recuperar
sus colonias de América. La política seguida por Francia era asimismo consecuencia
de las ideas que las potencias absolutistas y monárquicas de Europa sostenían contra
todo intento revolucionario de modificar el régimen antiguo.

Diplomacia Anglo-Americana durante la primera etapa de la independencia:


Inglaterra, consecuentemente con su política de potencia marítima en procura de
expansión comercial, intenta por todos los modos penetgrar en el comercio de las
prometedoras colonias de Hispanoamérica. En base a este objetivo trazó su política
agresiva de penetración en Hispanoamérica. Durante las guerras napoleónicas
considerando que España estaba sometida a Francia, fue este su pretexto para
incursionar en el nuevo mundo y tratar de apoderarse de las colonias del Río de la
Plata o de cualquier otro lugar del continente que la oportunidad le presentara.
Londres se había convertido en el centro de la actividad conspirativa de los rebeldes
americanos. Superada la crisis napoleónica, Inglaterra estaba dispuesta a apoyar a
España en el sostenimiento de la soberanía española en el nuevo mundo, pero a
cambio de una amplia libertad de comercio sin las restricciones que durante los siglos
había impuesto España a sus colonias. Como se consideraba que un cambio radical
por parte de la metrópoli sería siempre difícil era más práctico alentar los intentos de
independencia de los pueblos hispanoamericanos. En esta pugna política, Inglaterra
debió enfrentar a los Estados Unidos, que aunque la primera ocupaba un papel
hegemónico con respecto a la segunda, no dejaba de preocuparle el posible conflicto
de intereses entre ambas naciones. En 1819 el Presidente Monroe envió al capitán
Oliver Perry con una misión ante el gobierno de Simón Bolívar. Estaba facultado para
explicar la demora de los Estados Unidos en otorgar el reconocimiento de los nuevos
gobiernos de la América Hispana y para hacer negociaciones en forma extraoficial, con
respecto a demandas, piraterías y otras cuestiones El 6 de abril de 1822, el Secretario
de Estado americano informó al gobierno español que los Estados Unidos reconocían
la existencia de los nuevos estados y que establecerían relaciones diplomáticas con
ellos.

La posición diplomática y relaciones entre las nuevas Repúblicas al producirse


la Emancipación: Mientras se producían importantes acontecimientos en Europa,
derivados de la guerra desatada por Napoleón, en América hispana sucedían hechos
trascendentales y que determinarían la formación de las nuevas naciones
independientes. La conmoción que ocasionó la invasión napoleónica en España y el
derrocamiento del rey Fernando VII en 1808, provocó en América Hispana la iniciación
de las guerras de independencia. Las colonias de América por conducto de sus
voceros revolucionarios reclamaban el derecho a la formación de Juntas locales, en
razón de que el vínculo con las autoridades de la metrópoli era imposible de sostener.
Como consecuencia de los sucesos de la metrópoli española comenzaron a formarse
en el nuevo mundo gobiernos revolucionarios; en México, Nueva Granada, Buenos
Aires y Asunción, entre 1810 y 1811. Sólo en Buenos Aires y Asunción las juntas de
gobierno formadas consiguieron consolidarse. De este modo comienza la larga lucha
por la independencia de América Española. No cabe duda que debió existir el
propósito previsto o impuesto por las circunstancias de aplicar una diplomacia ante el
nuevo estado de cosas que se había producido. De que en el momento de ocurrir los
hechos que provocan una acción diplomática no se aplique el método diplomático que
corresponde a la situación, es otro aspecto de la cuestión, que es posiblemente lo que
le ocurrió a los nuevos gobiernos constituidos en 1810 con motivo de los sucesos de la
madre patria.

El planeamiento hecho por los hombres de mayo en Buenos Aires y Asunción, no


implicaba necesariamente una ruptura total y definitiva con España, tenían el carácter
de Junta conservadora de los derechos de Fernando VII. Los movimientos
revolucionarios que se producen en las principales ciudades del nuevo mundo no
actúan bajo una acción unificada ni en el interior como en el exterior; segundo, no
existió un plan de acción diplomática para tratar de afirmar un sistema político
determinado que pudiera válidamente suplantar a las autoridades coloniales. La falta
inicial de un sentido claro de independencia contribuyó a debilitar la posición de las
nuevas naciones que debieron luchar con ahínco para ser reconocidas como
independientes. Es oportuno aquí mencionar el famoso “Plan” atribuido a Mariano
Moreno (1810). Su contenido es interesante, pues demuestra el pensamiento del
momento histórico en que se vía y la necesidad de adoptar definitivamente un plan de
acción política, también se enumeran las normas a seguir en materia de propaganda,
la actitud con los amigos, enemigos y neutrales, la supresión de la esclavitud, los
pasos diplomáticos a darse con respecto a España, Inglaterra y Portugal.

También debe agregarse las luchas internas que se produjeron entre las distintas
entidades políticas en que estaban divididas las colonias de América. Así el caso de
Buenos Aires y Asunción, en que esta última debió luchar no para defenderse del
gobierno central de España, sino de las asechanzas de Buenos Aires y Brasil. Y como
denominador común los intentos de penetración de las grandes potencias europeas,
en un comienzo, y más tarde los Estados Unidos de América.

Las relaciones de la Junta de Buenos Aires y el Paraguay. La Misión de Manuel


Belgrano. Fracaso de una Diplomacia: las relaciones entre Buenos Aires y el
Paraguay tenían singular importancia. El Paraguay se salvó de la anrquía por la férrea
dictadura impuesta por el Doctor Gaspar Rodríguez de Francia, pero ese aislamiento
fue un precio demasiado alto que tuvo que pagar para conservarse independiente,
tanto de España como de Buenos Aires.

Surge así desde un comienzo entre Buenos Aires y Asunción dos fuerzas
antgagónicas, por un lado la acción centralista y absorbente del puerto de Buenos
Aires, por otra parte, Asunción que pretende conservar su independencia y evitar el
ahogo que le impornían por medio de impuestos y gabelas los productos que
forzosamente debían dirigirse al puerto de Buenos Aires.

Frente a los acontecimientos ocurridos en Buenos Aires el 25 de mayo de 1810 y la


situación en que se encontraba la madre patria, es convocado el 24 de julio de 1810
un congreso que se reúne en el real Colegio Seminario San Carlos. El consejo aprobo
que momentáneamente y sin disolver la Junta, se proceda al reconocimiento solemne
del Supremo Congreso de Regencia; que se guarde rmoniosa correspondencia y
fraternal amistad con la Junta Provisional de Buenos Aires, suspendiendo todo
reconocimiento de superioridad en ella hasta tanto que su Majestad resuelva lo que
sea de su soberano agrado; comunicar lo resuelto al consejo de Regencia y a la junta
Provisional de Buenos Aires. La posición asumida por Asunción no podí ser más clara,
en el sentido de no reconocer otra autoridad legítima que la de l metrópoli.

Con premura, Buenos Aires envía una primera misión a la Asunción a fin de tomar
contacto con los principales de la provincia. La misión es encomendada al capitán
Juan Francisco Arias. Este no llega a tomar contacto personal con ninguna figura
principal del Paraguay lo que determina el fracaso de la misión. Una nueva misión es
encomendda al abogado paraguayo Juan francisco Agüero, que corre igual suerte que
su antecesor. Ante esta situación de franca resistencia por parte del Paraguay la Junta
de Buenos Aires dipone enviar una expedición militar al mando de uno de los
miembros más distinguidos del gobierno de Buenos Aires, el doctor Manuel Belgrano.
A nadie escapaba que la pretendida ayuda que encubría la expedición de Belgrano
tenía por objeto someter al Paraguay al control de la Junta de Buenos aires. Belgrano
conocedor de su debilidad militar, optó por la habilidad diplomática para triunfar y apeló
a la propaganda para convencer a las principales figuras paraguayas de que venía en
su ayuda. Manuel Belgrano tenía las dotes diplomáticas necesarias para una misión
de entendimiento con los patriotas de Asunción, pero la radical posición de la Junta de
Buenos Aires le hacía totalmente inoperante la misión del prócer argentino, más aún,
cuando ella venía acompañada de una expedición militar. Ante el resultado totalmente
negativo de la expedición militar, Belgrano optó por retirarse con sus tropas del
Paraguay.

Producido en Asunción el golpe del 14 de mayo de 1811 por el cual es derrocado el


régimen español y sustituido por una Junta de Gobierno, es convocado un Congreso
General el 17 de junio de 1811. las resoluciones del congreso son comunicadas a
Buenos Aires por Medio de la nota del 20 de julio, en la que se deja bien claro cuál
será la futura posición de la provincia con relación a España como asimismo, a sus
hermanas de América.

Al tener noticia Buenos Aires del golpe de Asunción, y antes de conocer el texto de la
nota del 20 de julio, se apresuró a enviar una nueva misión al Paraguay. Esta vez fue
desechado el tono bélico y se dio a la misión un carácter pacífico baado en el
reconocimiento de los derechos del Paraguay. Para esta misión fueron nombrados
Manuel Belgrano y Anastacio Echeverría. Las intrucciones que llevaban los enviados
era no obstante persistir en la búsqueda del sometimiento de Asunción a Bs As.
Considerando que los vínculos de una confederación no eran suficientes para
proceder con la energía necesaria frente a la decisión de la madre patria de doblegar a
las provincias rebeldes. Para el caso que tal subordinación no fuese aceptada por los
paraguayos se trataría de obtener un acuerdo de alianza defensiva y ofensiva contra
todo enemigo que tratase de atacar sus respectivos territorios. Los negociadores
argentinos debieron tratar con el Dr. Francia, la firmeza del carácter del prócer y la
energía de sus argumentos posibilitaron la obtención del tratado suscrito entre los
representantes de Bs As y Asunción, el primero, entre gobiernos independientes. El
tratado representaba el reconocimiento pleno de la independencia del Paraguay que
quedaba segregado definitivamente de Buenos Aires.

A poco de producirse los movimientos emancipadores de Buenos Aires y Asunción


quedan esbozados dos tipos de diplomacia con resultados más negativos que
positivos para los intereses de ambas naciones. El gobierno de Buenos Aires a través
de los gobiernos que van sucediéndose no cejarían en el empeño de hostilizar al
Paraguay para obligarla a someterse al gobierno de Buenos Aires, tratando de restarle
territorios que legítimamente se encontraban en jurisdicción paraguaya. Por otra parte,
el Paraguay se embarcaría en una política aislacionista y de no intervención en los
asuntos del Plata.

La política Lusitana en el río de la Plata: Si en alguna región la acción agresiva


demostrada por Portugal para penetrar y apoderarse de los dominios hispánicos fue
más evidente no cabe duda que ello ocurrió en el Río de la Plata, donde los accesos y
vías de comunicaciones eran más fáciles sea por tierra, por las rutas fluviales o por el
mar.

El Brasil como heredera de la política lusitana invocó con mucha elasticidad las
doctrinas y criterios que más convenían a sus intereses de afirmación territorial.
Cuando ocupaba un territorio hacía valer el principio romano de “Uti posidetis” de
facto. Si se hacía necesario reclamar algún territorio ocupado por España y por algún
tratado se le había concedido, entonces aparecían sus fabulosos mapas que con
suma paciencia fueron realizando sus exploradores y navegantes, llegando al extremo
de adulterar las cartas geográficas donde el curso de los ríos era modificado, o
atribuido a un río el nombre de otro, según fuera la conveniencia. Los tratados de 1750
y 1777 entre España y Portugal no tuvieron ejecución porque nunca llegó a hacerse la
demarcación en lo que concierne al Paraguay y al Río de la Plata.

Juan Andrés Gelly tuvo el honor de ser el primer agente del Paraguay en Río de
Janeiro. Con él se inició nuestra representación diplomática ante el gobierno brasileño.

UNIDAD XV

La diplomacia Hispanoamericana después de la Independencia: Factores


negativos en la formación de las nacionalidades de hispano América como el
caudillismo, las dictaduras, guerras que sostuvieron los países después de la
independencia son circunstancias que no permitieron crear un tipo de diplomacia
coherente y orgánica que pudiera llevar a afirmar la personalidad y las fronteras de las
nacientes repúblicas.

El periodo histórico tomado como base para la diplomacia hispanoamericana es el


comprendido entre 1822 y 1860, en donde se demuestra un comportamiento particular
de la diplomacia de las naciones hispanoamericana después de su independencia.

La entrevista de Guayaquil: el 25 de julio de 1822 ocurre un acontecimiento


importante en la Ciudad de Guayaquil, como fue la entrevista que se realizó entre el
Libertador Simón Bolívar y el Protector del Perú General José de San Martín. A pesar
de la importancia del acontecimiento en ese momento histórico, pocas son las noticias
que se tienen de fuente directa.

L oportunidad de la reunión fue única. No obstante sus resultados no trajeron ninguna


consecuencia transcendental. Primer gran efecto desde el punto de vista diplomático;
perder las buenas oportunidades que no se presentan muy seguidas..

Desde luego el encuentro no duró lo suficiente para discutir algo trascendental. San
Martín llegó el 25 de julio y desembarcó el día 26. Aproximadamente pueden
reconstruirse los temas tratados de acuerdo con las distintas fuentes recogidas de
parte de los allegados d San Martín como Bolívar. Según la versión bolivariana, fue
una simple visita, no tuvo objetivo militar o político alguno. De acuerdo con estos
testimonios de segunda fuente, pueden indicarse algunos de los puntos discutidos en
la entrevista; situación interna de guayaquil, que se encontraba convulsionada por falta
de entendimiento entre los patriotas, quejas de San Martín por la falta de colaboración
en el Perú y posible retiro del mismo renunciando al título de Protector; la monarquía
como sistema político a implantarse en América a propuesta de San Martín y
rechazada por Bolívar, quien sostenía la idea de una federación de las naciones
americanas, a pesar de las dificultades existentes por la extensión de los territorios.

La ausencia de una declaración conjunta de San Marín y Bolívar hizo que la


conferencia de Guayaquil careciera de trascendencia política.

Las Relaciones con los Estados Unidos de América: Desde antes de la


Independencia Francisco Miranda realizó esfuerzos a favor de un apoyo para la
independencia de hispano América. Sus gestiones comenzaron en Estados Unidos y
después de un año se dirigieron a Europa. Los resultados no fueron los esperados por
Miranda cuya prédica a favor de la independencia no tuvo eco.

Hasta producirse la declaración de la independencia de las trece colonias inglesas, las


relaciones de cualquier naturaleza entre dichas colonias y las de hispano América no
existían. A partir de dicho acontecimiento comienzan ciertos contactos debido a
razones especiales por causa de la postura adoptada por España a favor de la causa
de la independencia de las colonias inglesas. Pero aún así no podría haber razón que
producida la independencia de hispano América y pasado el periodo más grave de
1810 a 1820 no comenzaran a establecerse relaciones más estrechas y significativas
entre las nuevas naciones tanto del norte como del Sur del nuevo mundo.

Los Estados Unidos estaban empeñados a comienzos del siglo XIX en su gran marcha
hacia el oeste. La compra de Luisiana debida a la iniciativa y gran visión americana
abrió las puertas de la progresiva marcha de integración territorial de los Estados
Unidos hasta llegar al Océano Pacífico. Reflejo de esta actitud de los Estados Unidos,
de discreta expectativa se comprueba en las gestiones realizadas ante el gobierno
americno para que se reconozca a las nuevas naciones de hispano América. Los
Estados Unidos fiel a su tradición diplomática no deseaba que cerca de sus fronteras
hubiera ninguna potencia europea que pudiera amenazar la integridad de la nación del
norte.

Al comenzar la década de 1820 la confrontación entre estas dos naciones (Gran


Bretaña y estados Unidos) había entrado en su fase más crítica. Al frente del Foreing
Office se encontraba George Canning que se mostró inclinado a favor de la causa de
la independencia de las naciones de Hispano América. Paralelamente el gobierno
inglés había advertido al gobierno de Francia haciéndole saber que no toleraría
ninguna intervención armada en América hispánica. Con la declaración inglesa, los
Estados Unidos de América se consideraron suficientemente protegidos para asumir
unilateralmente una posición en igual sentido.

Doctrina Monroe: La declaración del quinto presidente de los Estados Americanos,


James Monroe el 2 de diciembre de 1823 tuvo singular trascendencia. Se ha querido
sintetizar el documento con l expresión “América para los americanos”. Sin embargo la
aplicación que tuvo dicha doctrina en la práctica no permite dar a la declaración el
sentido altruista con que quería hacerla conocer.

Resumiendo la proposiciones contenidas en el referido mensaje se condensan tres


proposiciones fundamentales: 1º no colonización de Europa en el continente
americano; 2º No extensión del sistema político europeo. 3º no intervención en los
problemas europeos. Los enunciados proclamados constituyen una exposición
defensiva contra las potencias europeas.

Donde se pone de resalto la doctrina Monroe, en su aplicación o en su no aplicación


por parte del gobierno de los Estados Unidos, son en los siguientes casos:

Ocupación de las Malvinas en 1833: Por Gran Bretaña, el gobierno argentino poseedor
legítimo de las islas mencionadas hizo llegar su denuncia formal a los Estados Unidos,
como violatorio del proclamado por el Presidente Monroe. Sin embargo el gobierno
americano no admitió tal criterio.

Situación Franco-inglesa en el Rio de la Plata 1838-1845: cuando el Río de la Plata


fue bloqueada por fuerzas navales franco-inglesas tampoco consideraron los Estados
Unidos como violatorios de los principios de la Doctrina Monroe.

Guerra de los Estados Unidos con México. Con motivo del ofrecimiento de anexión del
territorio segregado de Texas, se produjo el conflicto bélico en 1846, apropiándose del
referido territorio, además del de California.

Cuestión de Panamá 1850-1902: Desde largo tiempo, Estados Unidos como gran
Bretaña abrigaban el propósito de construir un canal ínter oceánico que uniría el
Pacífico con el Atlántico. El tratado Clynton-Bulwer firmado en 1850 estaba en abierta
discordancia con la doctrina Monroiana, al prever una garantía conjunta de estas
potencias respecto de la neutralidad y control del futuro canal. En 1900 los Estados
Unidos consiguieron el deseado control sobre el canal, para cuyo efecto se suscribió el
tratado Hay-Herran, entre Colombia y los Estados Unidos. Bajo la soberanía de
Colombia se encontraba el canal. El tratado fue rechazado por el congreso
Colombiano, produciéndose entonces la revolución, cuyo resultado fue la formación de
la República de Panamá y la firma de un nuevo tratado entre la nueva república y los
Estados Unidos, adquiriendo estos en compra el canal y la obligación de terminarlo,
con el consiguiente control de su administración.

Intervención Francesa en México 1861-1865: Como consecuencia de la intervención


de varias potencias europeas en México en 1860, el gobierno de Napoleón III, juzgó
oportuno establecer una monarquía en este país, ofreciéndole la corona y el apoyo del
ejército francés al archiduque Maximiliano de Austria. A pesar de la evidente oposición
de los principios sostenidos por la declaración Monroe de 1823, los Estados Unidos se
mostraron renuentes a intervenir. Solo en 1865, cuando estaba tambaleante el trono
de Maximiliano por el empuje de los republicanos mexicanos, el gobierno
estadounidense dirigió una declaración al gobierno francés, en el sentido de no estar
de acuerdo con la formación de un gobierno monárquico en América.

Cuestiones de Venezuela 1902-1903: En 1902 con motivo de diversas reclamaciones


de sus súbditos, intervinieron conjuntamente en Venezuela, Gran Bretaña, Alemania e
Italia. La intervención armada de estos países tenía por objeto proteger el cobro de la
deuda pública de Venezuela, en ese momento en estado de evidente insolvencia. El
ministro argentino de Relaciones Exteriores Luis Drago dirigió al representante
diplomático argentino en Washington una nota en la que instruía comunicara a la
Secretaria de Estado americana la opinión argentina de que la deuda pública no puede
dar lugar a la intervención armada, ni menos a la ocupación material del suelo de las
naciones americanas por una potencia europea. Los Estados Unidos contestaron el 17
de febrero de 1903 a la nota argentina, alegando que la doctrina Monroe no era
aplicable al caso venezolano.

De todos los casos precedentemente citados, se desprende que la aplicación de la


doctrina Monroe se ha efectuado por los Estados Unidos con un criterio unilateral y
acomodado a las circunstancias de la política americana.

Relaciones de la Argentina y la República del Paraguay: Para obtener el


reconocimiento por parte de la Confederación Argentina de la Independencia Nacional
pronunciada en el Congreso de 1842 fue designado Juan Andrés Gill, que llevaba
instrucciones precisas, sin embargo, no fue aceptado por el dictador Juan Manuel de
Rosas, que no admitía la autonomía del Paraguay.

Otra de las importantes innovaciones introducidas por el Gobierno del Consulado de


Carlos Antonio López fue la promulgación de un Estatuto de Justicia. Esta medida
constituye un adelanto por cuanto consagra el principio de la independencia del Poder
Judicial.

Congreso de 1844. Presidencia de Carlos Antonio López: Al inaugurarse el


Congreso el 13 de marzo de 1844 el ascendiente de Carlos A. López era importante.
El mismo día de la inauguración se trató un proyecto de constitución que fue
aprobado. En su estructura general se establecía la división de los tres poderes del
Estado, a saber, Poder Legislativo, Judicial y Ejecutivo. La división era meramente
nominal desde el momento que la suma de los poderes estaba concentrado en el
Poder Ejecutivo.
De acuerdo con la nueva constitución fue designado Primer Presidente de la república
Don Carlos Antonio López. El primer periodo debía durar diez años 1844 a 1854. La
principal preocupación del Presidente López era el reconocimiento de la
Independencia del Paraguay por la Confederación Argentina cuyo gobierno de Buenos
Aires a cargo de Rosas se negaba rotundamente.

Caída de Rosas y Reconocimiento de la Independencia del Paraguay: La situación


de Rosas se hacía cada vez más difícil dentro de la Confedración y los gobernadores
de Entre Ríos y Corrientes. Urquiza y Virasoro acordaron llevar la guerra contra Rosas
hasta derrocarlo.

La intervención posterior del Brasil en el conflicto interno de la Confederación y el


apoyo del Uruguay permitió un nuevo entendimiento entre los representantes de la
Confederación Argentina y el Presidente López. La caída de Rosas se produce
después de la batalla de Caseros el 3 de febrero de 1852. El 17 de julio de 1852 el
enviado especial del General Justo José Urquiza, doctor Santiago Derqui cumple en la
Asunción el reconocimiento formal e la independencia del Paraguay por parte de la
Confederación Argentina. Coincidentemente con el reconocimiento de la
independencia del Paraguay y libertad de los ríos, como asimismo diversas cuestiones
pendientes entre ambas partes relacionadas con los límites existentes.

Relaciones Diplomáticas de la Gran Colombia con los Estados Unidos: La


posición diplomática americana era de extrema cautela y poco inclinada a
reconocimientos de los gobiernos del sur del continente, al menos en forma
indiscriminada. Tal posición obedecía a varias razones entre ellas debe mencionarse la
política de integración territorial hacia el oeste que el gobierno de Washington estaba
empeñado después de la compra de Luisiana. Por otra parte, la situación inestable de
los gobiernos de las nuevas repúblicas, sus luchas internas. La poca firmeza en la
conducción internacional no era circunstancia favorable para llevar a cabo contactos
diplomáticos firmes y duraderos.

El 20 de febrero de 1821 el gobierno de la gran Colombia nombró como Encargado de


Negocios ante el gobierno de Washington al Señor Manuel Torres. Su larga
permanencia en el país del norte le permitió ocupar el cargo diplomático en
representación de la gran Colombia y llevar a cabo la difícil misión de obtener por
parte del gobierno de Washington el reconocimiento oficial del gobierno de la gran
Colombia. John Adams apoyó las gestiones de Torres y se mostró favorable al
reconocimiento del gobierno de la Gran Colombia.

Tras insistentes gestiones el Ministro Manuel Torres fue recibido oficialmente en la


Casa Blanca el 19 de junio de 1822 por el Presidente James Monroe quien se expresó
en forma particular sobre el interés de los estados Unidos por las nuevas naciones
independientes de hispano América. Con este acto culmina triunfalmente la conducta
persistente de Manuel Torres. Un mes después de presentar sus credenciales ocurrió
el fallecimiento del primer diplomático de un gobierno hispano americano reconocido
por el Gobierno de los Estados Unidos.

Congreso del Istmo de Panamá de 1826: Fue este el primero y el más importante
intento por parte de varias de las nuevas naciones de hispano América de consolidar
la independencia obtenida tras tan largo como cruento esfuerzo. Corresponde al
libertador Simón Bolívar la iniciativa de la realización de este importante
acontecimiento internacional en hispano América, es Bolívar quien en forma concreta
lleva a cabo la anhelada confederación americana. La consagración más evidente de
lo que se afirma fue la resolución tomada por la V Conferencia Panamericana de
Santiago de Chile en 1923, al aprobar por unanimidad la ponencia presentada en la
misma de erigir al Libertador Bolívar una estatua de Panamá en recordación del
histórico acontecimiento de 1826.

No obstante al valor y significado que en su hora se atribuyó al congreso de Panamá,


sus resultados no fueron los esperados, más aún, pronto cayó en el olbido hasta que a
fines del mismo siglo con el renacimiento del panamericanismo vuelve a tener vigencia
el pensamiento lanzado en la histórica ocasión del Congreso de Panamá.

Misión de Alvear ante el libertador Bolívar: Paso importante fue dado por el
gobierno de Buenos Aires ante el Libertador Bolívar. El general Carlos María Alvear y
el doctor José María Diaz fueron nombrados como plenipotenciarios el primero en
representación del gobierno de Bs. AS y el segundo en su calidad de miembro del
congreso constituyente de las Provincias Unidas.

La misión Alvear y Díaz Veles puso de nuevo de manifiesto las contradicciones y la


falta de unidad de pareceres y recelos que parecía surgir entre los nuevos gobiernos
hispano americanos olvidando los reales intereses que debían mantenerlos unidos. Al
parecer el objetivo perseguido por la misión era obtener el apoyo de la gran Colombia,
para hacer la guerra al Imperio del Brasil y recuperar la Banda Oriental. Tales
designios no eran compartidos por Bolívar que al parecer seguía solo lo que era su
iniciativa y trataba de concentrar su mayor esfuerzo en el Congreso Anfictiónico, su
posición de Libertador y árbitro general de la situación americana.

CAPÍTULO XVI

Panorama europeo después del Congreso de Viena: Los autores de los acuerdos
de Viena de 1815 trataron de dejar sentadas las bases para obtener un relativo
equilibrio de fuerzas entre las potencias como el medio conducente para mantener la
paz en Europa después de 25 años de guerras. Para este objeto se buscaron dos
soluciones; primero asegurar la continuidad de los regímenes dinásticos anteriores
basados en un supuesto legitimismo y en segundo término crear un mapa político
europeo con un criterio arbitrario como el primero. Una Comisión de Estadística dividió
el mapa de Europa aritméticamente distribuyendo territorios y habitantes en forma
indiscriminada sin tener en consideración, diferencias linguísticas, de raza, tradición o
religión.

En 1830 comienzan los movimientos revolucionarios en Francia al ser destronado


Carlos X hermano y sucesor de Luis XVII de Borbón. Accede al trono de Francia Luis
Felipe, duque de Orleans, con el título de rey de los franceses, quien trata de dar un
sentido liberal y progresista al gobierno. En el orden internacional busca un
entendimiento con Inglaterra por medio de la entente cordiale cuyos artífices
principales son Tayllerand y Palmerston. Con igual sentido favorece la independencia
de Bélgica y los movimientos liberales de España y Portugal. En 1831 en la
Conferencia de Londres queda garantizada la independencia de Bélgica de los Países
bajos.

Sin arriesgar mayores compromisos Inglaterra trata de mantener el status quo europeo
hasta donde fuera posible frente al creciente empuje de las ideas liberales. Busca un
acuerdo de caballeros con Francia con el propósito de contrarrestar las pretensiones
absolutistas de las tres grandes monarquías que aun seguían las líneas de la Santa
Alianza; Prusia, el Imperio Austro-Húngaro y Rusia.

La Cuestión del Medio Oriente: De las tres grandes monarquías absolutas, Rusia
ocupaba una posición relevante en el sentido de poseer un caudal territorial y humano
poderosos que le permitía sostener con ventaja cualquier conflicto, a pesar de
evidente atraso en otros órdenes. Al Zar Alejandro I le sucede Nicolás I (1825), quien
se oponía a todo intento de liberalización no solo dentro de sus derechos como
soberano ungido por la voluntad de Dios, sino en las demás naciones. Se propuso
abrir definitivamente el camino de los Dardanelos y asegurar el acceso al Mediterráneo
para Rusia, aunque para este propósito tuviera que destruir el Imperio Otomano.

El Zar Nicolás I creyó llegada la oportunidad de conseguir su objetivo de apertura


hacia el Mar Negro. Para ello contaba con la neutralidad de Inglaterra que no veía por
el momento que sus intereses en el Medio Oriente estuvieran en peligro. Francia se
encontraba comprometida por su situación interna. Prusia alejada geográficamente del
conflicto. El único factor desfavorable para que Rusia pudiera emprender el ataque al
Imperio Otomano eral El Imperio Austro Húngaro, que como Rusia tenía intereses
comprometidos en la zona de los Balcanes y no aceptaría de buen grado el avance
ruso.

En 1828 se inicia el conflicto armado entre Rusia y el Imperio Otomano. Cuando el


ejército ruso logra apoderarse de Adrianópolis en los Balcanes la situación diplomática
vuelve a favorecer los objetivos de Rusia de aproximación al Mediterráneo. El 14 de
Setiembre de 1829 se firma el tratado de Paz entre Rusia y el Imperio Otomano. Por
este acuerdo Rusia obtiene importantes concesiones territoriales en la costa del mar
Negro y en la desembocadura del Danubio. Lo que más importante quedaba
asegurado el paso de los buques mercantes rusos por los Dardanelos y el Bósforo. La
paz de Adrianópolis constituye el primer jalón del avance ruso hacia el mediterráneo y
la inicación del movimiento de liberación de los pueblos cristianos sometidos al yugo
musulmán.

En 1862, a raíz de un conflicto armado entre Egipto y el Impeiro Otomano, este último
se ve seriamente amenazado por la ineptitud de su ejército y la mayor eficacia del
ejército del poderoso vasallo del Sultán, el Pachá de Egipto Mohamed-Alí. Ante esta
situación el Sultán recurre a las potencias en demanda de auxilio. Solo Rusia y a quien
no recurre por cierto el Sultán, ofrece espontáneamente el apoyo necesario. Acto
seguido Rusia sitúa en las proximidades del estrecho una escuadra de guerra y una
fuerza expedicionaria de tierra lo que pudo evitar el avance de las tropas del Pachá de
Egipto que habían infligido una derrota a los otomanos en la batalla de Kenia (1832).

Francia e Inglaterra ante el cambio de situación tan favorable para Rusia pusieron sus
reparos por el estacionamiento de las fuerzas rusas en un lugar tan vital como eran los
estrechos de los Dardanelos.

En esta ocasión el conde Orlov, obtuvo la promesa del gobierno otomano de la firma
de un nuevo acuerdo que consolidaría aun más la posición de los rusos en los
estrechos que virtualmente se había convertido en árbitro de la situación en ese punto
vital del medio oriente.

Por el tratado de Unkian-Iskelesi firmado el 8 de junio de 1833 entre los rusos y


otomanos, Nicolás I obtiene el mayor de sus triunfos sin haber recurrido a las armas.
Por el mencionado tratado se comprometen ambas potencias a consultarse
recíprocamente en todo asunto relativo a los estrechos y la navegación del Mar Negro
y prestarse mutua ayuda en caso de agresión por parte de cualquier potencia extraña.
Al persistir en su avance tropezaría con los intereses de Francia e Inglaterra. Esta
circunstancia haría que el medio oriente se convirtiera juntamente con toda la cuenca
del Mediterráneo en el centro de la política internacional europea y que en los medios
diplomáticos se conocería como la cuestión de Oriente.
Tensión Diplomática entre las grandes Potencias con motivo de la cuestión del
Medio Oriente: Rusia había avanzado en su apertura hacia el Mediterráneo como
para despertar el recelo de Francia e Inglaterra, principalmente. La fuerza
expansionista del capitalismo europeo presionaba cada vez más ante sus gobiernos
para buscar mercados para sus productos y para inversiones de capitales. La situación
era más favorable con el avance de la navegación marítima. En este empeño dos
potencias mostraron mayor capacidad y empeño; Gran Bretaña y Francia, pero con
buen juicio tratarían de repartirse el campo enorme que les ofrecía el nuevo mundo y
el milenario extremo oriente.

Asegurada Rusia en cuanto a sus intereses en los Dardanelos volvió su mirada ante la
convulsionada Europa agitada por los movimientos revolucionarios, en donde se hacía
necesario intentar una suerte de acuerdo parecido entre los tres monarcas absolutos
del este Europeo; Rusia, el Imperio Austro-Húngaro y Prusia. El 6 de setiembre de
1833 se realizo el encuentro entre los tres monarcas y sus ministros en Muchengraetz.
El objetivo fundamental era la represión de los movimientos revolucionarios dentro de
la Confederación Alemana y en el norte de Italia que amenazaba a la monarquía
danubia de los Habsburgos.
Por su parte el Zar Nicolás I pretendía el apoyo de su política de influencia dentro del
imperio Otomano en el caso eventual de una desmembración del mismo, ambas
potencias, el Imperio del Danubio y Rusia actuarían de común acuerdo.

La diplomacia europea entraba a partir de 1848 en una intensa actividad. Las


posiciones de las grandes potencias eran cada vez más clara ante la evidencia que
todos convergían hacia el medio oriente en donte los intereses de Francia, Inglaterra,
Rusia y en cierta medida el Imperio Danubiano entrarían en conflicto. En 1846 Lord
Palmertos asume como encargado de la oficina de Asuntos Exteriores. Desde un
principio adoptó una firma oposición a los propósitos del Zar Nicolás I, de apoderarse
de Constantinopla, veía en ello una amenaza a los intereses ingleses en el Oriente y
una ruptura del equilibrio europeo. Ante estos hechos no podía haber alternativa ni
posibles acuerdos entre Rusia y Inglaterra.

El zar Nicolás I al comprobar que su plan de expansión hacia la Sublime Puerta no


tenía mayor resistencia por parte del Imperio Otomano persistió en sus propósitos de
acabar con el Imperio Otomano y apoderarse de los estrechos. Cuando Rusia en 1853
decide llevar a sus últimas consecuencias la cuestión turca, Gran Bretaña comienza a
elaborar su política de contención, para cuyo efecto procura sostener y apoyar al
imperio otomano por los medios que la diplomacia en ese momento permitia.

Prolegómenos de la Guerra de Crimea: Nicolás I persistía en su política de agresión


partiendo siempre del supuesto de que las potencias del oeste no intervendrían. Para
ello dispuso constituir una misión especial nombrando como jefe de la misión al
ministro de marina Príncipe Menshikof. La designación de Menshikov como jefe de
misión y no de un diplomático daba a entrever los proósitos agresivos del gobierno
ruso que más tarde serían confirmados.

El motivo aparente de la misión era buscar una satisfacción completa con relación a la
protección de los santos lugares bajo el dominio musulmán, como asimismo, garantías
para los grupos cristianos existentes bajo la jurisdicción otomana.

Gran Bretaña consideró llegado el momento de actuar a fin de neutralizar las


demandas rusas. Para ello fue nombrado embajador inglés en Constantinopla
Stratford Canning, un decidido oponente a la política rusa en el oriente. Las
instrucciones que llevaba Canning eran precisas en el sentido de aconsejar y apoyar
en todo momento al Sultán haciendo caso omiso de las provocaciones de Menshikov,
tratando de poner en evidencia las reales intenciones de su gobierno.

A comienzos del año 1853 el Emperador de Francia ordenó que una escuadra
francesa se dirigiera hacia el medio oriente con instrucciones de actuar ante cualquier
ataque ruso. La escuadra inglesa también estaba alerta para intervenir. Los gobiernos
de Austria y Prusia asumieron una posición neutral. En noviembre de 1853 sin mediar
declaración previa de guerra la escuadra rusa atacó a la flota turca en la Bahía de
Sinope destruyéndola lo mismo que a las fortificaciones costeras. De hecho la guerra
había comenzado. Inglaterra y Francia no tenían otra alternativa que apoyar al Imperio
Otomano en el conflicto armado, cuyo escenario futuro sería la península de Crimea.

Las gestiones Diplomáticas durante el Conflicto Armado: La guerra de Crimea fue


sangrienta y dio lugar a hechos de singular heroísmo por ambos bandos, la actividad
diplomática desplegada por las cancillerías europeas fue doblemente intensa y
particularmente significativa, pues lejos de procurar aliviar la presión que sufría la
Sublime Puerta las grandes potencias trataron de sacar ventajas para consolidar
posiciones en el medio oriente.

Las cuestiones económicas gravitaban profundamente en el candente problema del


medio oriente. El Imperio Otomano se había convertido a partir del tratado de comercio
de 18387 en un buen comprador de productos manufacturados ingleses y en un buen
proveedor de cereales.

La declaración oficial de guerra de Francia e Inglaterra a Rusia fue en marzo de 1854,


cuando las hostilidades ya habían comenzado anteriormente. La resolución definitiva
de Gran Bretaña fue atacar la base naval de Sebastopol en Crimea. Esta elección era
consecuente con el propósito fundamental de apoyo al ImperioOtomano en sus
fronteras con Rusia en el Mar Negro.

Esta situación bélica determinó la necesidad de una actividad diplomática intensa por
parte de los aliados a fin de captar la alianza de otras naciones que tenían interés en
una posible derrota rusa. Los países que podrían favorecer el proyecto ingles eran
Suecia, Austria y Prusia.

El Zar Nicolás I envió a Viena al conde Orlov con instrucciones de llegar a un acuerdo
con el fin de neutralizar la intervención austríaca en la cuenca danubiana. Asimismo, el
enviado ruso prometió al Emperador Francisco José que influiría a favor de Austria en
el marco de la Confederación Germánica frente a su miembro más poderoso, el reino
de Prusia. Los resultados obtenidos por Orlov fueron totalmente negativos ante la
posible victoria Rusa. Viena asumió un papel de moderador y posible mediador en el
conflicto bélico. Prusia por su parte mostró idéntica posición frente al conflicto.
La caída de Sebastopol el 27 de agosto de 1855 pareció alentar a que las gestiones
de paz volvieran a tomar vuelo, pero nada aparente hacia presumir un cese de
hostilidades en una guerra de tremendo desgaste. Había llegado el momento que
Rusia se mostraba en una posición difícil y no podría ya constituir una amenaza
directa para Austria. Esta se inclinaba a la línea de los aliados Francia e Inglaterra y su
decisión podía volver definitivamente la balanza que obligaría a Rusia a aceptar los
cuatro puntos propuestos por Napoleón III en nombre de Francia. Como así ocurrió
con el cese de las hostilidades en 1855. empezarían luego las tratativas diplomáticas
para la liquidación del conflicto.

Congreso de París de 1856: el congreso se inauguró el 25 de febrero y quedó


concluido el 30 de marzo. La diplomacia europea se mostró activa pues debió
encontrar las soluciones que reclamaban los intereses encontrados tanto de las
potencias intervinientes en el conflicto como aquellas que habían permanecido al
margen.

Inglaterra necesitaba mantener a Turquía dentro de la esfera de su influencia, Persia,


Afganistán y la India formaban parte del sistema de expansión colonial ingles que
formaban parte de la región del Cáucaso. Por tal razón era vital detener el avance ruso
hacia el Mar Negro.

Napoleón III buscaba colocar a Francia como mediadora y árbitro de las cuestiones a
resolver. La búsqueda de prestigio internacional motivaba la acción del Emperador .
propuso 4 puntos básicos para un acuerdo entre las potencias. A) Francia, Inglaterra,
Austria, Prusia y Rusia toman bajo su protección los principados danubianos. B) esta
protección se hace extensiva principalmente a favor de los súbditos cristianos a cargo
del gobierno austríaco. C) las cinco potencias se encargan en común de la vigilancia
de la desembocadura del Danubio. D) el tratado que regulaba el uso de los estrechos
de los Dardanelos debía ser objeto de revisión y modificado sustancialmente.

El punto vital de las tratativas era la neutralización del Mar Negro. Era evidente que los
anteriores acuerdos firmados entre Rusia y la Sublime Puerta sobre la navegación del
mar Negro y los estrechos de los Dardanelos debían ser revisados convenientemente.
Los tratados de Adrianópolis de 1829 y el de Unkiar Iskelessi de 1833 eran favorables
a Rusia y pusieron en evidencia la política de apertura hacia el mediterráneo de los
rusos. Por el artículo 11 del Acta General del Congreso de París quedó establecido la
neutralización total del Mar Negro y como consecuencia se prohibió mantener arsenal
y flotas en sus aguas a Rusia y Turquía.

Con respecto a los cristianos bajo la dominación turca, se creó un protectorado


europeo que garantizaba el libre ejercicio del culto. El Congreso de París de 1856 dio
un paso importante al proponer la Declaración sobre derecho Internacional marítimo
(16 abril de 1856). También posibilitó la modificación del mapa político europeo que el
congreso de Viena de 1815 había creado.

El canal de Suez y su proyección Internacional: La apertura de Suez transformó el


mediterráneo en la gran vía marítima hacia el lejano oriente. Las necesidades del
comercio internacional durante el siglo XIX hacían que la ruta al lejano oriente por el
cabo de Buena Esperanza resultase poco práctica. La apertura del Istmo de Suez
volvió a tener actualidad debido a la idea de Fernando de Lesseps, quien durante su
permanencia en Egipto hizo amistad con el Jedive Mehemet Said y tras largas
tratativas logró convencerlo para que accediera a la construcción del canal.
Aprobada la obra por el Jedive de Egipto se constituyó la Compañía del Canal
marítimo de Suez en 1858 con una concesión para su explotación por 99 años. Este
hecho derivaría el asunto del canal en una cuestión internacional en que Francia e
Inglaterra tendrían que enfrentarse.

El gobierno inglés, por medio de Lord Palmerston se opuso a la obra. Por su parte el
Emperador Napoleón III se mostró reservado, aprobando el proyecto discretamente.

En 1858 la Compañía del canal lanzó al mercado financiero 400.000 acciones por un
valor de 200 millones de francos. La reacción del mercado financiero europeo no fue
favorable en razón de que la City de Londres se mostraba reticente siguiendo la
actitud política del gobierno. Francia asumió la mayor responsabilidad al absorber una
parte sustancial de la emisión de acciones. Al Jedive de Egipto se le asignó un limitado
capital accionario a título gratuito. En el año 1859 comienza la construcción de la obra.
Al comprobar el gobierno ingles que la obra seguía, en 1862 modificó su conducta y
empezó a interesarse en la obra buscando contacto con Francia.
La inauguración de la obra del canal tuvo lugar el 16 de noviembre de 1869 en un
marco de verdadera suntuosidad oriental. El canal tenía una extensión de 164 km. Y
un ancho de sesenta metros. El gobierno de Gran Bretaña, como primer ministro
Disraeli, adquirió la mitad de las acciones del Canal con la colaboración financiera de
la Banca de Rotschild. En adelante la empresa franco-inglesa marcharía sin mayores
tropiezos gracias al apoyo de sus respectivos gobiernos.

La creciente importancia estratégica del canal determinó el acuerdo del 29 de octubre


de 1888, con la participación de Alemania, Austria-Hungría, Italia, Rusia, Holanda,
España y Turquía. El acuerdo estableció que el canal de Suez estará siempre libre y
abierto, ya sea en tiempo de guerra como de paz, a cualquier navío sea de comercio o
de guerra, sin distinción de bandera. El canal nunca estaría sujeto al derecho de
bloqueo.

Las cosas comenzaron a cambiar con el gobierno de Gamal Abdel Nasser que el 26
de Julio de 1956 nacionalizó el canal antes de expirar la concesión. El intento de
intervención por parte de Francia e Inglaterra terminó desastrosamente al no contar
con el apoyo de otras potencias. Mientras tanto el canal había comenzado a cobrar
extraordinaria importancia par ael transporte del petróleo que comenzaba a fluir desde
el golfo Pérsico.

La guerra árabe-israelí motivó la clausura del canal cuando las tropas israelíes
cruzaron el Sinaí durante la guerra de los Seis Días quince barcos quedaron atrapados
en el canal al ser sorprendidos por el conflicto bélico. Como consecuencia el tráfico
marítimo por esa zona sufrió transformaciones importantes. Egipto representó
pérdidas millonarías en concepto de regalías por el paso del canal. El aumento de los
fletes y seguros, determinó el alza de los costos de todos los productos que
originariamente usaban la vía del canal.

La reapertura del canal se produjo en 1975 después del acuerdo entre Israel y Egipto.
Esta circunstancia determinó nuevas posibilidades de expansión estratégica para
Rusia.

Apertura Internacional hacia el Oriente: Gran Bretaña es la que con mayor fuerza
inicia la apertura hacia el extremo oriente en donde debe chocar inevitablemente con
civilizaciones más antiguas que la occidental. El pueblo chino que a partir de la
segunda mitad del siglo XVIII trataron de mantener el país aislado del resto del mundo.
En 1757 por orden imperial, fueron cerrados al comercio exterior todos los puertos,
con la excepción única de Cantón. El comercio con los extranjeros se hallaba bajo la
supervisión de un superintendente chino. Esta actitud del imperio Chino de encerrarse
dentro de su propio sistema feudal, iba a ser necesariamente fatal para su
independencia como nación libre frente al avance arrollador del Occidente.

Los embajadores que llegaban hasta la corte imperial china, si es que les permitían
presentarse al Emperador, eran sometidos a un ceremonial humillante. Los
embajadores al ser presentado ante el emperador debían realizar el “Ken Tou”
(hincarse nueve veces de hinojos ante el emperador”

La Guerra del Opio: la creciente expansión comercial e industrial de Gran Bretaña


impulsaban, cada vez más, a la búsqueda de nuevos mercados. Fue esta una de las
razones fundamentales para forzar la apertura del gran mercado chino al comercio
inglés.
En la primera mitad del siglo XIX Gran Bretaña tenia firmemente consolidada su
posición política y económica en la India. La compañía de las Indias Orientales tenía el
monopolio del comercio con China. El rubro principal de este comercio que se
efectuaba por el puerto de Cantón era el opio. La venta de este producto
aparentemente controlado por las autoridades chinas, empezó a adquirir un volumen
extraordinario con el contrabando. En 1839 las autoridades de Cantón confiscaron
toda la existencia de opio que estaba en poder de comerciantes ingleses, sin entrar a
discriminar entre lo que había entrado legalmente o por contrabando. Esta acción dio
la oportunidad al gobierno británico de proceder con violencia, para proteger lo que
llamaba los “intereses británicos”, lo que la diplomacia de la persuasión no había
conseguido iba a entrar en acción otro tipo de procedimientos

El gobierno inglés a cuyo frente estaba como primer Ministro Palmerston proclamó la
necesidad de intervenir con la fuerza en defensa de los principios de la civilización
contra la barbarie. En 1844 una importante escuadra británica estaba estacionada
frente al principal puerto chino de Cantón dispuesta a bombardear las costas chinas si
el gobierno de Pekín no accedía a la demanda británica de autorizar la libre entrada
del opio y otras mercaderías en territorio chino.

Las tratativas de arreglo entre el representante británico Charles Elliot y el


comisionado Imperial Chino en 1841 no llegaban a las soluciones que satisficieran
ambas partes, pero indudablemente que la coerción ejercida por la flota británica no
tardaría en surtir efecto, como así ocurrió.

El acuerdo de Nankin (1842): Firmado el 29 de agosto de 1942 entre el


representante inglés Pottinger y los representantes chinos. Por el citado documento
China cedía a Inglaterra la isla de Hong Kong, se obligaba asimismo, a satisfacer una
fuerte indemnización y lo que era principal se permitió establecer concesiones
territoriales extranjeras, donde las autoridades extranjeras tendrían plena jurisdicción
sobre sus nacionales. El tratado de Nankin abrió las posibilidades para que otras
naciones europeas y los Estados Unidos buscaran obtener ventaja territoriales y
comerciales en el Oriente.

UNIDAD XVII

El Imperio Alemán o II Reich. Sus Orígenes y Proyecciones Históricas: La dinastía


Hohenzollern, a partir del Congreso de Viena de 1815 fue adquiriendo mayor poder
político como una de las monarquías absolutas más importantes. Su base territorial
constituía el reino de Prusia. Después de los acuerdos de Viena al quedar disuelto el
Sacro Imperio Romano Germánico se constituye una Confederación germánica a fin
de mantener la seguridad exterior e interior de Alemania. Esta situación conllevó muy
pronto a un enfrentamiento entre las dos fuerzas de mayor gravitación y poder en el
seno de la misma, como eran Prusia y Austria.

En esta confrontación Prusia era dirigida en su política exterior por Otto Bismarck
como Primer ministro cuyo propósito será obtener la unificación política de Alemania
bajo el cetro de los Hohenzollern. Para unir Alemania en la forma que Bismarck lo
concebía era necesario previamente anular la intervención austríaca dentro de la
confederación. Bismarck consideró que la cuestión debía ser resuelta por medio de
una reforma dentro del seno de la propia confederación. La reforma planteada no fue
aceptada por Austria, produciéndose la ruptura entre ambas potencias en junio de
1866.

El 3 de julio de 1866 se produce la batalla de Sadowa a favor de Prusia que demuestra


una superioridad militar en sus mantos. Aparte de la superioridad militar, Prusia había
conseguido despertar el sentimiento nacional alemán creando un espíritu de cohesión
a través de Zollverein o sea la unificación económica alemana por medio de la
supresión de las barreras aduaneras.

Las condiciones eran favorables para la política Bismarckiana en su intento de unificar


a toda Alemania a través de la dinastía Hohenzollern. Suprimida de hecho la influencia
austríaca dentro de la Confederación Germánica, Bismarck dio un paso decisivo para
crear el II Reich sucesor del Sacro Imperio Romano Germánico. Bismarck estimaba
que sólo por medio de la unificación total de los dispersos estados de nacionalidad
germánica, el pueblo alemán podría convertirse en una potencia que gravitaría
fundamentalmente en Europa.

Así como el conflicto austro-prusiano consolidó los territorios del norte de Alemania, el
conflicto entre Prusia y Francia de 1870 representó para Alemania el último paso para
unificar políticamente a la nación alemana y cerrar a Francia su intento de llegar a lo
que llamaba sus fronteras naturales.

El triunfo prusiano en Sedán y la posterior abdicación de Napoleón III habían creado


las condiciones favorables para la proclamación del Imperio Bismarck. Esperaba que
la idea surgiera de uno de los soberanos alemanes, miembros de la confederación
germánica. El indicado era Luis de Baviera. Luis II envió una circular a los miembros
de la confederación del norte instándoles a proclamar al rey Guillermo I de Prusia
como emperador de Alemania. Bismarck había propuesto que la fórmula de la
proclamación fuera como “Emperador de los alemanes” para evitar sutilmente
cualquier suspicacia por parte de los demás soberanos alemanes, por su parte
Guillermo I pretendía ser proclamado como Emperador de Alemania.

El acto de la proclamación se efectuó en el Palacio de Versalles en la Galería de los


Espejos 18 de enero de 1870. El gran duque de Baden, alzando su casco gritó Viva
S.M Imperial el Emperador Guillermo I. de este modo, se eludió elegantemente la
cuestión del título de Alemania o Alemanes. Había nacido el II Reich. El primer acto del
emperador fue nombrar a Otto Bismarck Canciller del imperio y ennoblecerlo con el
título de príncipe. El segundo paso para consolidar el naciente imperio alemán fue el
tratado de paz con Francia.

Tratado de Francfort: el tratado de paz entre Francia y Alemania se realizó en dos


etapas. Las conversaciones preliminares entre ambas naciones se llevó a cabo en
Versalles en febrero de 1871, para continuar más tarde las tratativas en Francfort del
Main entre el representante francés Jules Favre y Bismarck.

Prusia arrebataba a Francia las antiguas conquistas de Luis XIV y los Estados
Alemanes tomaban desquite de la Paz de Westfalia 1648 en donde Francia había
ocupado el papel de vencedor. Asimismo le fue impuesto a Francia una dura
indemnización de Guerra de 5.000 millones de francos oro. Para garantizar la
efectividad del pago, Alemania ocuparía parte del Territorio de Francia con fuerzas
militares.

Las duras cláusulas del Tratado de Francfort serían la simiente para que Francia
buscara un desquite en la primera oportunidad. El canciller del imperio no se hacía
ninguna ilusión acerca de una paz duradera, razón por la cual, toda la estrategia de su
diplomacia estuvo orientada hacia la neutralización y aislamiento de Francia formando
a su alrededor un verdadero sistema de defensa diplomática que dio llamarse el
“sistema bismarckiano” que funcionó mientras permaneció al frente de la dirección
política del Imperio. Alemania a través de sucesivas guerras victoriosas demostró un
poder bélico importante y lo que es más, un Estado Mayor que hacía su propia política
y consideraba que las batallas para ganarlas, aparte del buen armamento, era
necesario implantar una diplomacia paralela a la diplomacia clásica. Los crecientes
éxitos alemanes y el sentimiento patriótico que había despertado la unidad alemana
creaban las condiciones favorables para impulsar al imperio alemán a guerras de
conquistas que envolverían a media humanidad.

La Diplomacia Bismarckiana: Otto Bismarck nació en 1815. su carrera política se


inicia en 1846 como miembro de la dieta de Prusia y pronto toma una posición
antiliberal, más tarde es nombrado ministro de Prusia y miembro representante de la
Dieta de Franckfort. Su carrera diplomática comienza con el nombramiento de
embajador en San Petersburgo y más luego en París en 1862.

El nombramiento de presidente del Consejo de ministro y ministro de relaciones


exteriores del reino de Prusia en 1862, señala el momento preciso en que Bismarck
toma a su cargo la dirección de la política internacional, no solo dentro de Prusia sino
en el seno de la Confederación germánica donde impone a sus pares los criterios de
su propia política que no era otra, sino la reunión de todos los estados germánicos que
integraban la Confederación en la Gran Alemania bajo la dinastía prusiana de los
Hohenzoller. Su habilidad diplomática se puso en evidencia al saber captar la
confianza tanto de Francia como de Rusia para obtener sus primeros triunfos dentro
de la Confederación Alemana frente a Dinamarca y Austria. La guerra franco-prusiana
fue en el fondo una provocación para incitar el orgullo de Napoleón III y hacer que este
declarara la guerra a Prusia.

Los hilos de la diplomacia europea confluían en Berlín, desde donde, Bismarck dirigía
su política para afirmar cada vez más el poder del nuevo imperio y alentar las
contradicciones y debilidades de las demás potencias. Todo este complejo creado
pacientemente y con perseverancia germana se lo conoce como el “Sistema
Bismarckiano” basado en un conjunto de alianzas y acuerdos inteligentemente unidos
entre sí que favorecían ampliamente el desplazamiento diplomático de Alemania.

La Entente de los Tres Emperadores: En 1873 se establece por medio de este


acuerdo uno de los pivotes de su sistema en plena formación. Aunque la alianza no
tenía el carácter formal de un tratado, pues era resultado de dos acuerdos separados,
tenía un valor muy significativo en el contexto general de la diplomacia bismarckiana.

Las bases del acuerdo comenzaron a gestarse con motivo de la visita que el
Emperador Francisco José de Austria hace a Guillermo I en Berlín en 1872. aunque en
un comienzo parecía que la presencia del Zar Alejandro II de Rusia no era oportuna,
ante la insistencia de este último, se acordó invitarlo a que participara en la reunión de
los emperadores. De esta primera reunión no salió nada definitivo, sirvió para limar
asperezas y antiguos resentimientos entre las tres naciones.

El primer acuerdo formal se produce por medio del tratado germano-ruso firmado el 6
de mayo de 1873. el convenio constituye una declaración suscrita entre ambos
emperadores con el valor de una alianza defensiva en el caso que cualquiera de las
dos potencias fuera atacada.

El segundo acuerdo suscrito entre el Emperador Francisco José y el Zar Alejandro de


Rusia con motivo de la visita de este último a Viena. El canciller ruso Gorchacov, que
acompañó al monarca, trató de interesar al austríaco a fin de que se adhiriera al pacto
militar ruso-germano. Sin embargo, Viena consideraba demasiado riesgoso adherirse
a un pacto militar ruso germano que podía arrastrarla a una guerra no deseada. Por tal
motivo se convino en una declaración conjunta de los monarcas en el sentido de
establecer un sistema de consultas para el caso que la paz se viera amenazada por
una tercera potencia. Bismarck sabía que el camino estaba abierto y seria posible
mejorar la posición de su política, dirigida por el momento a aislar a Francia de
posibles aliados. Inglaterra permanecería aislada en su posición tradicional de no
participación de alianzas con potencias europeas.

El acuerdo de los emperadores no dio el resultado esperado como era de prever, en


las oportunidades que fue puesta a prueba, principalmente en la crisis balcánica de
1877-78. con motivo de la guerra ruso-turca y el Congreso de Berlín de 1878 se
examinaron importantes temas relacionados con la política internacional europea. Con
motivo de aquel conflicto Bismarck adoptó una actitud reñoda con el espíritu del
acuerdo de los Emperadores. Su actuación se limitó a mero pacificador entre ambos
advcersarios, lo que condujo a la desintegración del acuerdo.

Desilusionada Rusia de la actitud germana en el conflicto su ministro de relaciones


exteriores Gortchakoff creyó oportuno buscar un acercamiento con Francia. Este
cambio en la diplomacia rusa no estaba en los planes de Bismarck, cuya posición
invariable giraba en torno de un aislamiento permanente de Francia para evitar
cualquier propósito de desquite por esta última después de la guerra franco prusiana.

Bismarck hábilmente recomenzó a mover los hilos que lo llevarían a un nuevo acuerdo
con Rusia. El primer paso comenzó con un tratado secreto de alianza entre Alemania y
Austria-Hungría. La segunda parte consistía en que Rusia entrara en la órbita del
tratado firmado. Tanto Austria y Hungría como Rusia se vieron obligados a renovar el
acuerdo de los emperadores caso contrario estarían aislados y las consecuencias
serían difíciles de prever.

El acuerdo definitivo fue suscrito el 18 de junio de 1881 con el nombre de “Unión de


los tres emperadores”, más que una alianza militar era un tratado de neutralidad en el
caso de un nuevo conflicto ruso-turco. El tratado tenía un carácter de secreto. El
acuerdo de los tres emperadores era sólido únicamente en la medida en que la
situación del Cercano Oriente se mantuviese más o menos tranquila.

La Triple Alianza: Es evidente que Bismarck traducía en su actitud diplomática de


alianzas y acuerdos el temor de un desquite de Francia. Bismarck sabía que poco era
lo que podía sacar de Inglaterra ante una posible emergencia bélica, especialmente
con respecto a Francia. El espíritu inquieto de Bismarck y su constante obsesión de
rodear a Francia de un círculo de alianzas llevó al canciller prusiano a concebir un
nuevo sistema, que vendría a complementar el acuerdo de los emperadores. De este
modo. A la alianza con Austria y Hungría, al acuerdo con Rusia, añadió en 1882 la
alianza con Italia. El tratado de la triple alianza quedó concluido el 20 de mayo de
1882. En este acuerdo quedaron establecidas las relaciones entre Alemania, el
Imperio Austro Húngaro y el Reino de Italia. El plazo de duración quedó fijado en 5
años que fueron sucesivamente renovados hasta 1915 cuando Italia denuncia el pacto
como consecuencia de la 1ª Guerra mundial.

El tratado era secreto a pesar del carácter defensivo que tenía. De acuerdo al texto las
altas partes contratantes se obligaban a prestarse asistencia recíproca en caso de una
agresión no provocada por parte de Francia. Por su parte Italia obtenía un apoyo
diplomático por parte de Viena en caso que se produjera una crisis en la cuestión
romana, es decir en las relaciones entre el Papa y el gobierno Italiano.

La caída de Bismarck (canciller de Hierro) se produce el 18 de marzo de 1890.


Aparentemente la causa de la renuncia fue la oposición de criterio entre el viejo
canciller y el nuevo emperador de Alemania el joven Guillermo II.
Proyecciones de la Política Internacional de Otto Bismarck: al producirse la
dimisión de Bismarck en 1890 le sucede en la dirección política internacional del
Imperio el Conde George Caprivi de Caprera nacido en Berlín en 1831. Llenar el vacío
dejado por el canciller Bismarck y más aún, considerando las ideas que alentaba el
joven emperador Guillermo II, se hacía difícil hacer un cambio fundamental en la
orientación que Bismarck había impuesto a la política internacional de Alemania, más
aún, si se tiene en cuenta que el nuevo monarca persistía en hacer de Alemania una
gran potencia y con un papel hegemónico fundamental en Europa.

Es de este modo que Craprivi se propuso cambiar el sistema bismarckiano en especial


en sus relaciones con Rusia. No consideraban segura la alianza de Rusia para el caso
hipotético de un conflicto franco alemán. Es decir, existía coincidencia de criterios en lo
referente a que Francia continuaba siendo el peligro inmediato, pero había
discrepancia en el modo de neutralizarla.

El resultado de todas estas vacilaciones produjo lo inevitable y lo que siempre


Bismarck había temido, un acercamiento ruso-francés. El acercamiento y posterior
acuerdo se llevó a cabo en el plano militar. El acuerdo se firmó el 18 de agosto de
1893 y fue rápidamente aprobado por los respectivos gobiernos. El cerco trazado por
Bismarck alrededor de Francia comenzaba a romperse. Sin embargo la continuidad de
miras será una constante en la política alemana a partir de Bismarck que tendría su
culminación en los principios desarrollados por Hitler en Mein Kampf.

El espléndido Aislamiento Inglés y la Entente Cordiale Franco-Inglés: La alianza


franco-rusa de 1894 modificó el sistema bismarckiano de seguridad que Alemania
había forjado alrededor de Francia. Aparentemente la triple Alianza continuaba en
vigencia, pero de ella se había desprendido una pieza importante, Rusia que favorecía
a Francia. Inglaterra no fue ajena a esta circunstancia. Inglaterra al finalizar el siglo
XIX había alcanzado un grande e indiscutible predominio mundial en el orden
económico y financiero. Londres se había constituido en el centro del mundo
financiero. La flota de guerra inglesa surcaba todos los mares y ofrecía buen seguro a
su imponente flota mercante. Todo parecía presagiar que Gran Bretaña estaba en la
senda más conveniente para sus intereses preservándose en un “espléndido
aislamiento”.

Pero las responsabilidades de Gran Bretaña fuera de Europa habían crecido


desmesuradamente, debía proteger fronteras alejadas, contra la avidez de otras
potencias europeas. El imperio alemán se encontraba en pleno avance en todos los
órdenes, crecimiento demográfico, industria pesada óptima y a menor costo,
necesitados por mayores fuentes de materia prima y mercados se lanzó una política
marítima de franca competencia con Gran Bretaña. El gabinete británico tuvo que
ceder a la presión liberal del parlamento para modificar aunque sea en algunos
aspectos el sistema de espléndido aislamiento.

El continente africano se había convertido en el lugar donde convergían intereses


coloniales franceses, alemanes y británicos. Todo indicaba la necesidad de que
Inglaterra abriera los ojos al mundo y despertara de su espléndido aislamiento. Era
evidente que necesitaba de aliados para defenderse cuando fuera atacado en diversos
lugares. Dos eran sus posibles aliados, Alemania o Francia. Por iguales tenían sus
riesgos. Las gestiones comenzaron con Alemania que fracasaron lo que hizo más
factible un acercamiento con Francia teniendo en cuenta la inclinación y simpatía
personal del monarca británico. En 1903 Eduardo VII hizo un viaje a París, creándose
un ambiente favorable para un entendimiento. El acuerdo galo-inglés comenzó a
concretarse cuando el Presidente de la República de Francia, Loubet, devuelve la
visita al Rey de Inglaterra. El convenio fue suscrito el 8 de abril de 1904. el tratado de
la Entente se componía de dos partes, una destinada a la publicación y otra secreta
manifestaba que no tenía intención de modificar el status de Egipto. Por consiguiente
Francia renunciaba a toda acción contraria a Inglaterra en Egipto. Igual actitud asumía
Inglaterra ante la posibilidad francesa de apoderarse de Marruecos.

La importancia del acuerdo quedaba revelada no en los puntos que habían sido
solucionado en el orden a sus posesiones coloniales, cino demostraba que Inglaterra y
Francia habían llegado a un “Entente” entendimiento de carácter general en el sentido
que en adelante actuarían lógicamente por medio del sistema de consultas para casos
especiales y de manera a crear todo un sistema de alianza defensiva y ofensiva si
fuera necesario. Era este el valor de la “entente cordiale”.

El estado Mayor militar en la diplomacia: Cuando los grandes núcleos políticos


europeos basan su poder ofensivo y defensivo en las fuerzas militares y navales
organizadas profesionalmente, los gobiernos ven la necesidad de consultar
permanentemente con sus estados Mayores militares que se han constituido
institucionalmente en organismo donde se elabora la estrategia en su más variados
como complejos aspectos. El estado mayor debe valuar el potencial bélico y el apoyo
económico financiero necesario de su país en caso de un conflicto armado y para ello
se hace asimismo necesario saber el poder de sus posibles adversarios, también en
todos los órdenes. Las embajadas acreditadas permanentemente ante los distintos
gobiernos para realizar esta labor altamente técnica tuvieron que buscar el
asesoramiento de militares profesionales formados en los colegios de Estado Mayor.
El escalafón diplomático se va aumentando con un nuevo tipo de funcionario conocido
como el “Agregado Militar” o naval según su especialidad.

El agregado militar comienza a actuar a mediados del siglo XIX y son Prusia, Austria y
Rusia los que primeros incluyen dentro de sus embajadas reciprocas oficiales de
Estado Mayor con misiones específicas en el orden militar pero bajo la jurisdicción del
jefe de misión o embajador. Francia a partir de 1860 adopta también esta costumbre
que poco a poco se extiende como práctica en las demás naciones.

El tribunal civil del Sena (París) declaró en julio de 1878, que los agregados militares
extranjeros comisionados por los gobiernos de sus países participan de las
inmunidades diplomáticas y no pueden ser perseguidos ante los tribunales franceses.

UNIDAD XVIII

Las Relaciones Internacionales al comenzar el Siglo XX: Al comenzar el siglo XX


podía hablarse de la existencia de una política internacional mundial que abarcaba
prácticamente todos los sectores habitados de los cinco continentes. Si bien no
estaban totalmente poblados o colonizados, habían sido intensamente explorados
como avanzadas de los grandes emprendimientos de las naciones más civilizadas y
prósperas de Europa.

Los dos grandes problemas que preocupaban a los gobiernos en ese momento
histórico, tanto en el orden nacional como internacional eran la lucha interna de clases
y el problema de las nacionalidades. Problemas que se buscaban darles salidas y que
por su carácter explosivo podían ser causas de profundas transformaciones en las
estructuras políticas de las naciones como así ocurrió, a desatar la primera guerra
mundial con motivo del atentado de Sarajevo.

Conferencias y Convenciones de la Haya (1899-1907): El 18 de mayo de 1899 se


reunía en La Haya la primera conferencia de la paz destinada, principalmente a llegar
a un acuerdo político de limitación de los armamentos con el objeto de mantener una
paz general entre las naciones.

La conferencia se ocupó de tres aspectos esenciales, reglamentar la guerra, es decir,


establecer un derecho internacional para el tiempo de guerra, prevenir los conflictos
por el empleo de los buenos oficios la mediación y el arbitraje y por último llegar a un
acuerdo político a fin de que la paz armada no pesara en forma exagerada en los
presupuestos nacionales, como un medio de reducir los armamentos.

En la Haya se reunieron 26 naciones, de las cuales 20 eran europeas, dos americanas


y cuatro asiáticos. La conferencia quedó inaugurada el 18 de mayo de 1899 por el
Ministro de Relaciones Exteriores de Holanda M. de Beaugort.

La conferencia se dividió en tres comisiones de trabajo, la primera estudió el plan de


desarme, la segunda se dedicó a estudiar la codificación del derecho internacional
público y la tercera los buenos oficios, la mediación y el arbitraje como medios
pacíficos de solución de los conflictos. El acta final de la primera conferencia fue
firmada el 29 de julio de 1899.

La conferencia más que por sus resultados positivos tuvo significativo alcance por
demostrar el anhelo de los gobiernos de crear un derecho internacional público de
carácter convencional que sirviera de instrumento legal para regular las relaciones
entre las naciones.

En el mes de Setiembre de 1904 durante la conferencia interparlamentaria de la paz,


en la ciudad de San Luis, Estados Unidos, el presidente de dicho país Teodoro
Roosevelt accedió a realizar una invitación de carácter mundial a todas las naciones
para asistir a una segunda Conferencia de Paz. La conferencia quedó inaugurada el
15 de junio de 1907 en la Haya siendo elegido Presidente de la Conferencia M. de
Nelidow, delegado de Rusia.

La conferencia se dividió en cuatro comisiones, la Primera Comisión se ocupó de la


reglamentación para solucionar en forma pacífica los conflictos internacionales y la
organización de un tribunal internacional de Presas. La segunda comisión se ocupó
del derecho en tiempo de guerra y de las obligaciones de los neutrales, en base a los
acuerdos realizados en la conferencia de 1899. La tercera comisión se ocupó del uso
de las armas de guerra, especialmente en la guerra en el mar. La cuarta comisión se
ocupó principalmente del estudio de la guerra marítima y sus efectos con respecto al
bloqueo.

La Diplomacia Profesional y el Progreso de las Naciones: Los resultados de la


segunda conferencia de la Paz de la Haya exteriorizaron un deseo de progresar en el
campo del derecho internacional procurando crear un instrumento jurídico que pudiera
regular el complejo de las relaciones internacionales. Pero debe convenirse que al no
existir en el escenario internacional personalidades que trataban de imponer sus
propias concepciones o sistemas, las figuras a cuyo cargo estaba la conducción
diplomática en sus respectivos países buscaban desarrollar una diplomacia de base
profesional y permanente. Para este efecto se había creado un cuerpo de funcionarios
de carrera en la rama consular o diplomática, cuya preparación profesional,
perspicacia en la captación de informes eran excelentes y cuyas opiniones eran
escuchadas por considerarlas el fruto de una larga experiencia.

La crisis de julio de 1914: El 28 de julio de 1914, el Archiduque heredero de Austria y


Hungría, Fernando José fue asesinado en Sarajevo después de las maniobras
militares realizadas en Bosnia donde había asistido. El atentado fue una manifestación
de los eslavos del sur bajo la dominación Austro Húngaro. Tal hecho determinó un
proceso internacional en cadena que llevaría inevitablemente a una guerra mundial. La
explicación del conflicto se hace no obstante más fácil cuando se analiza en
profundidad la situación político-militar de las grandes potencias y el agrupamiento de
las alianzas o entendimientos existentes.

La situación Post-Bélica ( 1º Guerra Mundial): la situación política, social y


económica de Alemania y la disolución de la doble monarquía danubiana, el colapso
provocado en Rusia por la implantación del régimen comunista dejaba aparentemente
en manos de las potencias victoriosas el destino de Europa y del mundo. Entre estas
Francia e Inglaterra, eran las que mayor influencia podrían ejercer y cuyos intereses
en Europa y en otras áreas serían factores gravitantes para el dictado de una paz. Los
Estados Unidos no se mostraban muy partidarios de intervenir en los arreglos post
bélicos, toda vez que fueran respetados los catorce puntos proclamados por el
Presidente Wilson el 8 de enero de 1918. Los estados unidos se convirtió en poderosa
fuente de abastecimientos durante la guerra, de tal suerte que se había convertido en
el más importante acreedor de Europa.

De las cinco grandes potencias asociadas en la victoria Francia, Inglaterra, Italia,


Japón y Estados Unidos, cada una de ellas debían afrontar problemas distintops y de
un comienzo sus respectivas diplomacias se orientaron a alcanzar sus metas
respectivas. Pero no sólo era problema de ajuste de una paz con las potencias
vencidas. Las relaciones con Rusia y sus aliados habían sufrido un cambio importante
con el derrocamiento del zarismo y la implantación de un régimen social, político y
económico opuesto al sistema vigente en las grandes potencias.

La solución de los problemas extraeuropeos, como el reparto de las antiguas colonias


alemanas, se efectuó sin mayores tropiezos entre los países colonialistas, aunque se
tuvo más en cuenta los intereses de la metrópoli que el de los países sometidos al
régimen colonial.

Otro punto sensible fue la fijación de las nuevas fronteras europeas debida a la
formación de nuevos Estados y la recuperación de la independencia de las naciones
como Polonia y Hungría.

Los catorce puntos del presidente Woodrow Wilson: En la lucha europea había
jugado un papel decisivo la ayuda material de los Estados Unidos quien demostraba
interés en los ajustes de paz, defendiendo su posición de importante acreedor por la
ayuda financiera prestada a sus aliados. Por otra parte su participación en una guerra
eminentemente europea era contraria a su tradicional política internacional
aislacionista según la doctrina Monroe.

El presidente Woodrow Wilson en su discurso al Congreso americano enuncia las


bases fundamentales para llegar a una paz efectiva y duradera no sólo para Europa
sino para todo el mundo. El discurso fue pronunciado el 8 de enero de 1918 en donde
quedaron establecidos catorce puntos esenciales y que deberían ser las bases de un
tratado general de paz. Los catorce puntos fueron completados con otros cuatro
puntos más propuestos por el mismo presidente el 12 de febrero de 1918.

Los referidos catorce puntos eran los siguientes:

1º Tratados de Paz abiertos, discusiones abiertas, después de las cuales no habrá


ningún convenio internacional secreto de ninguna clase, y la diplomacia obrará
abiertamente, a la vista de todos.
2º Libertad absoluta de navegación comercial en tiempo de paz y de guerra.
3º Supresión de las barreras para el comercio internacional.
4º Garantías justas de que los armamentos nacionales sean reducidos hasta el
mínimo compatible con la seguridad del País.
5º Solución libre sincera y absolutamente imparcial de todas las diferencias coloniales,
basadas en la observancia estricta del principio de que en el arreglo de todas las
cuestiones relativas a la soberanía los intereses de la población deben tener el mismo
peso que las reivindicaciones justas del gobierno, los derechos del cual deben ser
definidos.
6º Evacuación de todos los territorios rusos y reglamentación de todas las cuestiones
concernientes a Rusia, de modo a asegurar la mejor y más completa cooperación de
las otras naciones del mundo para ofrecer a Rusia la oportunidad de fijar, sin trabas,
en plena independencia su desarrollo político y nacional.
7º El mundo entero estará de acuerdo que Bélgica debe ser evacuada y reconstruida
sin ninguna tentativa de limitar su soberanía que debe ser igual a las demás naciones
libres. Ningún acto mejor que este para restablecer la confianza de las naciones en las
leyes establecidas para regular sus relaciones entre ellas.
8º Todo territorio francés debe ser liberado y los lugares destruidos deben ser
reparados. El perjuicio hecho a Francia por Prusia en 1871, en lo que concierne a
Alsacia-Lorena y que ha turbado la paz del mundo durante 50 años debe ser reparado
con el objeto que la paz sea asegurada en interés de todos.
9º Un reajuste de fronteras italianas debe efectuarse siguiendo las divisiones de las
nacionalidades fácilmente reconocibles.
10º A los pueblos de Austria-Hungría debe asegurarse un lugar entre las naciones y
darles la posibilidad de un desenvolvimiento autónomo.
11º Rumania, Servia, Montenegro deberán ser evacuadas, restituyéndoles los
territorios que fueron ocupados. Servia debe tener acceso al mar y las relaciones entre
los estados balkanicos deben ser fijados radicalmente bajo la inspiración de las
potencias, siguiendo las línes establecidas históricamente.
12º A la parte turca del actual Imperio otomano le serán aseguradas plenamente la
soberanía y seguridad, pero a las demás nacionalidades que actualmente viven
sometidas al régimen de este Imperio deben gozar de una seguridad cierta de
existencia y poder desenvolverse sin obstáculos.
13º Un estado polaco independiente debe ser constituido abarcando los territorios
habitados por nacionales polacos, a quienes se le asegurará un libre acceso al mar; la
independencia política, económica y la integridad territorial de estos pueblos deben ser
garantizados por una convención internacional.
14º Una Sociedad General de Naciones deberá ser formada en virtud de convenciones
formales teniendo por objeto dar garantías recíprocas de independencia política y
territorial a las pequeñas como a las grandes naciones.

El 12 de febrero de 1918 se agregaron a la declaración otro cuatro puntos


complementarios:
1º Cada parte del reglamento final debe ser basado sobre la justicia esencial del caso
particular tratado y sobre acuerdos los más apropiados para mantener una paz
permanente.
2º Los pueblos y las provincias no deben ser más objetos de divisiones y pasar de una
soberanía a otra como si ellos fueran simples objetos.
3º Toda reglamentación territorial referente a esta guerra debe ejecutarse en benefició
de las poblaciones interesadas y no como parte de un arreglo o de un compromiso de
reivindicación entre Estados Rivales.
4º Todas las aspiraciones nacionales bien definidas deberán recibir la satisfacción más
completa que pueda ser acordada sin introducir de nuevo o permutar antiguos
elementos de discordante antagonismos susceptibles con el tiempo de romper la paz
de Europa y en consecuencia del mundo.
Debe convenirse que la declaración formulada por Wilson aspiraba además de buscar
una solución justa al conflicto bélico, encontrar fórmulas estables para la paz del
mundo.

Conferencia de la Paz: Los puntos enunciados en forma general en la declaración


fueron aceptados con ciertos reparos por los aliados de los Estados Unidos. Esto era
comprensible por la oposición, en ciertos casos, existentes entre los intereses
particulares de cada potencia y el más general de la estabilidad de la paz en el mundo.

La conferencia de paz quedó inaugurada formalmente el 18 de enero de 1919 en el


Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia. Fue elegido como Presidente de la
misma Clemanceau y como vicepresidentes Lasing (EE.UU), Lloyd George (gran
bretaña), Orlando (Italia) Sayondzi (Japón).

Desde un comienzo el Presidente Wilson puso en la mesa de Conferencia como


asunto de prioridad la organización de la Sociedad de las naciones. La insistencia de
Wilson para incluir a la Sociedad de Naciones como parte del tratado parecía frenar
todo progreso en las negociaciones. Al fin cedió Gran Bretaña procediéndose a
estudiar los estatutos de la Sociedad de Naciones en el seno de la comisión
respectiva.

Pacto de la Sociedad de las Naciones: El Presidente Wilson conforme a lo


enunciado en sus cataorce puntos señala la necesidad de establecer una sociedad de
naciones sobre la base de pactos específicos a fin de crear garantías mutuas de
independencia política y de integridad territorial de los Estados grandes y pequeños. El
presidente Wilson imprimió a la comisión de estudio una labor acelerada la que
permitió en diez sesioens consecutivas redactar un proyecto que fue presentado a la
sesión plenaria de la conferencia de paz el 14 de febrero de 1919.

Recién el 11 de abril de 1919 la comisión del Hotel Crillón presentó el proyecto


definitivo al plenario de la conferencia que fue aprobado en la sesión del 28 de abril de
1919.

Los artículos del Pacto de la Sociedad de las Naciones formaron la primera parte del
tratado de Paz de Versalles del 28 de junio de 1919; del tratado de Neully del 27 de
Setiembre de 1919; del tratado de Trianon del 4 de junio de 1920.

El Pacto de la Sociedad de las Naciones entró en vigor el 20 de enero de 1920,


después de ser ratificado conforme a lo previsto en el tratado de paz de Versalles.
Desde el punto de vista jurídico, la Sociedad de las Naciones era una asociación de
soberanos unidos entre ellos por convención, a la que podían ingresar por el
procedimiento de la admisión otros Estados. La asociación tiene una personería
propia. Ella posee elementos suficientes para que en el porvenir pudiera por medio de
una lenta elaboración tomar forma jurídica de una confederación de Estados.

Los Tratados de Paz: El 28 de junio de 1919 fue firmado en el Palacio de Versalles,


en la galería de los espejos donde Bismarck había proclamado en 1871 el Imperio
Alemán, el Tratado de Paz entre las potencias aliadas y Alemania, representada esta
última por los plenipotenciarios Herman Muller y Bell. Debe convenirse que el tratado
no dio la solución para una paz duradera y estable creando la simiente del espíritu de
revancha por parte de Alemania que conduciría a la segunda guerra mundial.
UNIDAD XIX

Relaciones Internacionales (1945-1985): La oposición del congreso americano para


ratificar el Pacto de la Sociedad de las Naciones, propuesto por el Presidente
Woodrow Wilson en l conferencia de Versalles, fue un acontecimiento gravitante para
el futuro de un organismo mundial para mantener la paz y dar solución pacífica a las
cuestiones internacionales derivadas del conflicto europeo (la guerra mundial)

La bipolaridad del poder entre las dos grandes potencias mundiales; Estados Unidos y
la Unión de las Repúblcias Socialeistas Soviéticas fijarían los rumbos de la política
internacional a nivel mundial. La no participación de los Estados Unidos en la
constitución de la Sociedad de las Naciones de Ginebra tendría consecuencias
importantes para evitar el segundo conflicto a nivel mundial.

Muy pocos países no participaron en el último conflicto bélico (1939-1945) pero puede
afirmarse que ninguno se sustrajo a los cambios que fueron provocados a partir del
periodo posterior a la terminación del conflicto hasta nuestros días.

Los Acuerdos de Yalta: En una pequeña población de la península de Crimea, Yalta


en el palacio de Litvadia se reúnen los jefes de estado de las tres grandes potencias
aliadas: Winston Churchill, por el Reino Unido; Franklin D. Roosevelt por los estados
Unidos; José Stalin por Rusia. La cumbre se inaugura el 4 de febrero de 1945. Las tres
grandes potencias acordaron acelerar el esfuerzo bélico para vencer en forma
incondicional a la Alemania nazi, determinaron asimismo las bases para las
reparaciones económicas de la guerra.

Con este propósito y en pleno acuerdo entre los tres grandes, se realizaron las
siguientes declaraciones: Declaración de Yalta sobre Alemania, expreesaba: Alemania
nazi está sentenciada, el pueblo alemán hará más pesado el costo de su derrota, si
trata de continuar una vana resistencia; Declaración de Yalta sobre el lejano oriente:
Los jefes de gobierno de las Tres Grandes Potencias han llegado al acuerdo de que
dos o tres meses después de la capitulación de Alemania y del término de la guerra en
Europa URSS se incorporará a la guerra contra el Japón junto a los países aliados;
Delcaración de Yalta sobre la Paz: la victoria en esta guerra y la creación planificada
de una Organización Internacional, constituirá la mayor oportunidad en la historia para
lograr en los años venideros condiciones básicas para esta paz.

En el plenario de Yalta del 6 de febrero el secretario de Estado Cordell Hull propuso las
líneas generales para el nuevo organismo. La conferencia constitutiva de las Naciones
Unidas se reuniría en San Francisco el 25 de abril de 1945 con la participación de
otras naciones aliadas y del continente sudamericano. El acuerdo suscrito en San
Francisco entró en vigencia en Octubre del mismo año con la ratificación de 50
gobiernos fundadores.

El final de la guerra con Alemania se produce el 3 de mayo de 1945 con la rendición


incondicional. Las declaraciones y expresiones de buena voluntad entre los grandes
mostraron pronto signos de deterioro y de apertura de frentes distintos.

Potsdam: El 15 de julio de 1945 en la ciudad imperial de Potsdam en Alemania se


inicia una nueva cumbre entre los vencedores en el palacio Cecillenhof antigua
residencia de los reyes de Prusia.

El 17 de julio se inauguró la primera sesión plenaria con los tres jefes de estado: Harry
Truman (EEUU), Winston Churchill (Reino Unido) y José Stalin por la URSS. El
acuerdo final fue suscrito por Truman, Stalin y el nuevo primer ministro del Reino
Unido Clement Attlee el 2 de Agosto de 1945.

Los acuerdos firmados fueron sobre el régimen económico y político de las cuatro
zonas en que quedó dividida Alemania, a cargo de Estados Unidos, el Reino Unido, La
unión de las Repúblicas Socialistas y Francia. Berlín había quedado en la zona
administrada por URSS, que también fue dividida en cuatro zonal al igual que el
territorio alemán.

El 6 de agosto de 1945 cae sobre Hiroshima la primera bomba atómica. Este hecho es
un acontecimiento que podía cambiar totalmente el curso de la historia y abrir el
camino a la destrucción de la humanidad. El 15 de agosto el Emperador Hiro-Hito
anuncia la capitulación sin condiciones. El 2 de setiembre a bordo del acorazado
americano Missouri, en la bahía de Tokio se realiza la ceremonia oficial que pone fin a
la segunda guerra mundial.

Guerra Fría: El origen de la expresión se atribuye al publicista americano Walter


Lippman en su libro Cold War. Como toda guerra fue gestándose lentamente a través
de declaraciones y discursos de los más altos exponentes de la política y de los jefes
de estado de las superpotencias. Sería este conflicto un estado de tensión entre las
dos fuerzas antagónicas que por su propia naturaleza duraría varias décadas.

En febrero de 1946 José Stalin ante el Soviet Supremo ataca, en un discurso pleno de
argumentaciones ideológicas, al sistema capitalista imperialista y burgués. Truman por
su parte expresa su desagrado por la actitud de su antigua aliada.

El 5 de mayo de 1946 en la Universidad de Fulton Missouri, Winston Churchill en


presencia del Presidente Truman anuncia “el telón de hierro que ha caído a través del
continente desde Sttetin en el Báltico a Triestre en el Atlántico”. El pensamiento y la
grave denuncia de Churchill sobre el telón de hierro tienen eco en el gobierno de los
Estados Unidos, que considera importante para la nueva política exterior americana no
permanecer indiferente ante la apertura de la guerra fría, no declarada pero existente y
plenamente vigente.

Contención debía constituir la actitud de la diplomacia americana para oponerse a


cualquier intento del bloque soviético de avanzar en el mundo bajo el mando
ideológico del comunismo internacional.

El Sistema de Riga y de Yalta: Después de la primera guerra mundia los estados


Unidos consecuente con la política internacional asumida de asilacionismo, no estuvo
de acuerdo con las ideas del comunismo internacional de Rusia soviética,
consecuentemente evitó tener relaciones diplomáticas con un país cuyas ideas eran
opuestas al estilo de vida americano.

A partir de la reunión de Yalta, Roosevelt inspirado en el idealismo wilsoniano, creyó


que podía abrirse una política más adecuada actuando en contacto con el potencial
enemigo, de ideología y sistema político opuesto. Desaparecido Roosevelt su intento
de entendimiento, no de apaciguamiento, el “espítiru de Yalta” fue sustituido por el de
“Riga”, en el cual habían comulgado los mejores diplomáticos americanos, estaba
fundado sobre un rechazo radical del Estado Soviétivo.

Valoración Internacional y Diplomática de la Guerra Fría: La denominada Guerra


Fría dura aproximadamente más de tres décadas 1945-1985, tiene perfiles propios de
acuerdo con los nuevos tiempos y adelantos técnicos en el campo bélico. Desde el
punto de vista comparativo con el pasado histórico, guarda cierta similitud con la
guerra de las religiones o de los 30 años (1616-1648)

Se producen en este periodo una sucesión de enfrentamientos bélicos pero limitados a


espacios reducidos, como igualmente tensiones y contenciones que no llegan al
enfrentamiento bélico, pero ponen en evidencia la situación de dos bloques en
permanente carrera armamentista. Son los EEUU y la URSS las que asumen un papel
hegemónico en estos planteamientos que indudablemente repercuten en las
relaciones internacionales con otros países.

El 6 de marzo de 1953 muere en Moscú, José Stalin que hasta esa fecha gobernó en
forma inflexible y absoluta la Unión de las Repúblicas Soviéticas Socialistas. Con el fin
de la era stalinista se inicia dentro de Rusia el periodo del deshielo una palabra usada
en aquel momento para expresar la apertura a una corriente más flexible, tanto en
política internacional como interna.

En el orden internacional la posición de la dirigencia comunista permaneció en cierto


modo sin modificación, pero la actitud belicista fue sustituida con una política más
distendida entre el este y oeste. Todo esto no significó que Rusia renunciaba a su
posición de gran potencia y que la ideología comunista continuaría avanzando en otras
latitudes con el apoyo necesario para ejercer su protección sobre sus aliados de la
órbita comunista.

Consecuencias de la Guerra Fría en América Latina: Los países de la región no


padecieron los efectos nefastos de destrucción y muerte de otros continentes por
causa del conflicto bélico mundial. La mayoría rompió relaciones diplomáticas con
Alemania y sus aliados para más adelante declararles la guerra, con un carácter más
bien simbólico de adhesión a la alianza del Atlántico.

Los países del nuevo mundo de raíz hispánica, sintieron los efectos de la propaganda
comunista que fue favorecida por la ideología nacionalista, populista y antiimperialista
de los países de menor desarrollo del nuevo mundo.

Una conferencia interamericana se reúne en México el 21 de febrero de 1945. De ella


resulta el Acta de Chapultepec, inmediatamente después de Yalta, con el objeto de
preservar la integridad territorial e independencia de los países miembros de la Unión
Panamericana.

En 1947 se realiza una nueva conferencia panamericana en Río de Janeiro con el


mismo objetivo de establecer el principio de defensa colectiva ante el ataque o
amenaza de una agresión que ponga en peligro la soberanía de un Estado Americano.

Conferencia de Bogota Mayo de 1948: La conferencia tenía por objeto esencial


constitucionalizar el sistema interamericano para hacerlo aparecer como una entente
regional en el seno de las Naciones Unidas. Adopto la Carta de Bogotá que creo la
Organización de los Estados Americanos (OEA). Este momento marca un hecho
histórico importante en las relaciones de los Estados Unidos con las naciones del
continente americano. El caso de Cuba dentro del relacionamiento con la OEA tiene un
largo cuestionamiento por la actitud de franca beligerancia por parte de los Estados
Unidos, quienes forzaron a la mayoría de los países del continente a expulsar a Cuba
de la Organización.

Las Guerras de Corea y Vietnam: La península de Corea en el Coninente asiático,


es un enclave estratégico que fue siempre motivos de ocupaciones y enfrentamiento
bélico en todas las épocas. Durante 35 años Corea estuvo bajo la dominación
japonesa. Terminada la guerra mundial en el Pacífico con la derrota del Japón la
decisión aliada fue la independencia de una Corea unificada, con un periodo de
transición de un lustro bajo la tutela internacional.

En 1945 la confrontación de intereses derivado de la guerra fría determinaría una


separación territorial Norte-Sur con una línea imaginaria identificada como el paralelo
38. Fue el primer enfrentamiento directo ligado con la guerra fría.

El 25 de Junio de 1952, las fuerzas militares comunistas de Corea del Norte atraviesan
el paralelo 38, ante una Corea del Sur desguarnecida y débil. Frente a esta situación,
el presidente Truman plantea la agresión de Corea del Norte como un conflicto que no
puede quedar impune dando lugar a que el Consejo de Seguridad de las Naciones
Unidas debe ordenar a Corea del Norte volver al paralelo 38. El ataque de Corea del
Norte no estaba en la estrategia de los Estados Unidos, por los que Corea del Sur y su
capital Seúl fueron ocupados rápidamente.

El presidente Truman consideró la apertura del frente coreano como un intento de


Moscú de trasladar el frente bélico de la guerra fría al Asia. Washington reaccionó
rápidamente confiado en la preparación y experiencia de un Comandante militar como
Douglas Mc. Arthur. El resultado fue el desembarco de una fuerza de marines en
Inchon el puerto de Seul, cortando el aprovisionamiento del ejercito de Corea del Norte
y su ocasional aliada la China Continental de Mao Tse Tung. El éxito militar de Mc.
Arthur le decidió a avanzar, sin fijar límites o fronteras. Esta actitud determinó que
China se manifestara más abiertamente, pues amenazaba su propio tgerritorio.

Lo que en su momento fue la intención de los Estados Unidos y los países de la OTAN
de rechazar la agresión se convierte en una estrategia contraria: seguir avanzando, lo
que significaba una guerra formal difícil de cuantificar.

En un intento de buscar un acuerdo entre el poder militar y el político, el 15 de octubre


de 1950 se reúne en la isla de Wake en el Pacífico el presidente Truman y el General
Mc Arthur. La posición del militar era firme y total, los Estados Unidos debían usar su
fuerza militar en todas las áreas sin descartar como última el poder atómico, esta
posición del general años más tarde volvería a ser invocada por el jefe de los Estados
Mayores; Collin Powell durante la cuestión de Irak en 1991.

Vietnam del Sur: Este conflicto bélico que duró casi una década para los Estados
Unidos en su política de contención del avance comunista en el sudeste de Asia fue
una derivación de la descolonización posterior a la segunda guerra mundial.

Al asumir Kennedy la presidencia, estaban presentes en Vietnam del Sur las fuerzas
norteamericanas con un apoyo más bien técnico de asesoramiento y ayuda al régimen
de Saigón. A partir de este momento los estados Unidos con su objetivo de evitar la
caída del Sudeste Asiático bajo el poder del Comunismo fue comprometiéndose más.

Lyndon Johnson al acceder a la presidencia después del asesinato de Kennedy en


Dallas, siguió con la política de su antecesor de continuar enviando fuerzas en una
lucha abierta contra el régimen comunista de Hanoi. En 1965 el cuerpo expedicionario
americano contaba alrededor de 600.000 soldados con un apoyo aéreo total.

Las fronteras físicas de la secular política exterior aislacionista de los Estados Unidos
habían desaparecido totalmente y participaban en una guerra fría de carácter
ideológico donde los americanos asumían la mayor responsabilidad bélica en hombres
y materiales de guerra.
Al llegar Richard Nixon a la presidencia y con el apoyo de su consejero y posterior
secretario de estado Henry Kissinger; se inició una intensa y complicada gestión
diplomática para iniciar paulatinamente una retirada de los Estados Unidos de Vietnam
y convertir el conflicto en una confrontación bélica entre Vietnam del norte y del sur, es
decir en una guerra civil.

Es justo convenir que la solución de vietnamización como se llamó a la solución del


conflicto con la retirada americana, abría posteriormente una senda favorable para un
entendimiento a nivel diplomático con China comunista y su posterior ingreso a las
Naciones Unidas.

El acuerdo de París de 27 de enero de 1972 permitió llevar adelante la salida de los


Estados Unidos del traumático conflicto vietnamita.

El fin de la Historia o el final de la Historia?


En el verano de 1989, Francis Fukuyama un analista político americano publicó en la
revista The National Interest un trabajo con el título: “El fin de la historia”

Para comprender el significado del título debe señalarse los cambios sucedidos en la
década del 80 en el mundo de las relaciones internacionales. El desplome de la Unión
de las Repúblicas Soviéticas no dejó de ser previsible, pero nadie imaginó que se
produciría tan rápidamente. Gorbachov presidió la desintegración de las repúblicas
socialistas de Rusia con la caída vertiginosa de su economía la primera víctima del
sistema comunista imperante. El IV Reich emergía poderoso con la caída del muro de
Berlín con la primera economía mundial después de los Estados Unidos y el Japón.

La ruptura de la URSS, provocaron en los gobernantes y pueblo norteamericano un


sentimiento de triunfalismo y victoria. Esta superestimación estaba lejos de la realidad,
aunque era cierto que las naciones del mundo entraban en una nueva época histórica,
no era un final de la historia como sostenía Fukuyama.

Los conflictos internacionales continuarían por el permanente cambio de intereses


encontrados que determinarían alianzas insospechadas.

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