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Lucas 9:1… “Habiendo reunido a sus doce discípulos, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios,
y para sanar enfermedades”.
Marcos 16: 17-18, 17Y estas señales seguirán a los que creen: en mi nombre echaran fuera demonios;
hablaran nuevas lenguas; 18tomaran en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará
daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.
Es vital que, en medio de un mundo convulsionado como en el que vivimos, se establezca el orden divino y
rompa con todo espíritu anárquico. Los demonios toman el control de los seres humanos, los ambientes,
los territorios, creando caos y desorden. La anarquía implica rebelión a la autoridad; el hombre quiere
hacer lo que bien le parezca sin someterse a ninguna ley ni autoridad, incluyendo la autoridad de Dios.
Desde el principio, Dios le ha dado autoridad al hombre que le obedece y cree en él; esa manifestación de
autoridad que tenemos se ve representada en atar y desatar. La palabra griega “atar” significa poner límite,
el sentido puede ser restringir o limitar mediante la autoridad de Dios la actividad del enemigo. La palabra
griega “desatar” significa deshacer, destruir, disolver o desactivar, el sentido puede ser deshacer la obra del
enemigo, destruir sus fortalezas o el poder establecido.
1. La falta de Fe (Anarquía). Esto es opuesto a Dios. Dice hebreos 11:6a que sin fe es imposible agradar a
Dios. La fe es autoridad legal (espiritual) para tomar dominio sobre lo malo, sobre el pecado, las
enfermedades, la muerte. Pero el espíritu anárquico niega esta autoridad y por lo tanto la deja inoperante;
anula la fe y su poder sobre el mal.
2. Una sociedad incrédula (anárquica). Hebreos 11:6b. “El que se acerca a Dios crea que le hay y que es
galardonador de los que le buscan”. Si no crees en la existencia de Dios, no habrá galardones, recompensas,
beneficios; puedes ser religioso (dices acercarte a Dios, pero en realidad no al Dios verdadero, sino al que tú
concebiste en tu mente, por tus creencias erróneas y esto anula los beneficios de la fe).
3. La práctica del pecado (Anarquía, desobediencia a la ley, a la autoridad)- Leemos en Hebreos 10:
26-27, lo siguiente: 26 “Porque, si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de
la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, 27 sino una horrenda expectación de juicio, y de
hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios”. No podemos ser esclavos del pecado, ya conocemos
de Dios, él nos aceptó por medio de Jesucristo, por tanto, el pecado no debe prevalecer en nuestra mente
ni en nuestro corazón, por el espíritu (autoridad) que mora en nosotros
Dios nos dio autoridad sobre todas las cosas. Tal como el apóstol Pablo confesara: Todo lo puedo en Cristo
que me fortalece. Anarquía es rebelión, es querer hacer las cosas a tu manera, es no sujetarte a los
principios establecidos; y todo esto lo haces por no creer; en cambio creer te da orden y autoridad.
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“EL PODER DE LOS DISEÑOS DIVINOS” Marzo: “Autoridad
espiritual vs Anarquía Humana”
Recordemos lo que dice MATEO 28:18: Y Jesús se acercó y les habló diciendo:
Toda potestad (autoridad) me es dada en el cielo y en la tierra.
Hay dos maneras de ejercer la autoridad: Delegada o Directa, la delegada es una persona que
recibe y representa la autoridad de Dios. Por eso se dice que toda autoridad es puesta por Dios; la
autoridad directa, significa que Dios nos dice directamente a través de Su Palabra o a través del
Espíritu Santo lo que Él desea que hagamos.
La autoridad es la facultad o potestad que se tiene para dominar, gobernar o ejercer el mando.
La palabra, como tal, proviene del latín auctorĭtas, auctoritātis, que a su vez deriva del verbo
augure, que significa, aumentar, promover.
Anarquía es la ausencia de poder público. Esta palabra también significa desconcierto,
confusión, caos o barullo, debido a la falta o debilidad de una autoridad.
Romano 13:1 Sométase toda persona a las autoridades que gobiernan; porque no hay autoridad
sino de Dios, y las que existen, por Dios son constituidas.
Teniendo ya las dos definiciones podemos decir que la autoridad es puesta por Dios para el
hombre y por el hombre, debemos entender que la autoridad no es machista o discriminatoria en
ningún de los sentido, más, es paternal, en este tiempo que estamos viviendo como nación vemos
una autoridad espiritual vaga, sin sentido, debido a su constante cambio autoritario, o su falta de
paternidad; nosotros como familia debemos entender que la autoridad nos fue concedida para
cumplir el propósito de Dios, a través del orden divino que se desarrolla de la siguiente manera:
Dios Padre cabeza de Jesucristo, Jesucristo Cabeza del Hombre, el Hombre cabeza de la Mujer,
Mujer junto con el hombre, cabeza de los hijos, 1 Corintio 11: 3, Pero quiero que sepas que
Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios cabeza de Cristo.
La anarquía en un hogar cristiano no tiene lugar debido al orden divino espiritual, pero
debemos, como padres, enseñar a nuestros hijos a someterse a las autoridades puestas por Dios para
así cuidar y proteger el propósito divino, en caso contrario estaríamos yendo en contra del mismo
Dios.