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1º Desierto, s convierte en una gran oportunidad para dejarnos enamorar por Dios.
2oLa nube, significa la presencia de Dios en nuestra vida, la nube va presidiendo al pueblo en el
desierto para mitigar la fuerza del sol
3oLa columna de fuego en la noche, para librar al pueblo de las fauces de las fieras nocturnas del
desierto
5º el agua que brota de la roca, y el Señor no lo ha recordado por Isaías, que abrió camino en el
mar y sendas en las aguas impetuosas.
El agua en la vida del pueblo de Israel tiene varios significados; el pueblo le tenía mucho miedo al
agua, por las inundaciones, por las sequias, pero el agua, limpia, purifica, somos pasados por agua
gracias al misterio del bautismo.
Así como el pueblo fue pasado por el mar rojo y salió de la esclavitud, luego es pasado por el rio
Jordán y sale del desierto y nosotros somos pasados por el agua cuando somos bautizados y
entramos en la Iglesia y a la vida de Dios
Con odio, dureza, crueldad; por eso aquellos hombres que también eran pecadores, querían
apedrear a aquella mujer que era pecadora
Esto desbarata completamente, toda la estructura vieja de la religión, para contarles que lo que
Jesús hace es desbaratar la estructura vieja de la legalidad y de la religiosidad para fijar la atención
en la condición, en la realidad del ser humano. (Revolucionario)
Quisieras apedrearlo, quisieras apedrearlo pero no puedes…..o eres riguroso como es la ley y lo
juzgas, lo señalas, lo descalificas, lo condenas…o lo amas?
Jesús no oculta el pecado, porque ocultar el pecado del ser humano, sería algo engañoso.
Jesús no es cómplice de nuestro pecado, Jesús no nos acolita el pecado, Jesús no dora nuestra
fragilidad en el pecado. El maestro nos trata con la verdad, y la verdad nuestra es que somos
frágiles, que pecamos, que fallamos.
1º Jesús ni es cómplice, ni acolita el pecado nuestro, sino que nos pone en la Verdad, no es ajeno y
no ignora nuestra realidad pecadora.
2º ¿cómo trata Jesús a la mujer adúltera? Desde la verdad, no está desmintiendo el error que
cometió, sino que la trata con indulgencia “nadie te condena, yo tampoco” (Mateo; Misericordia
quiero y no sacrificio, porque no he llamado al justo, sino al pecador. Porque medico no necesita a
los sanos, sino a los enfermos)