You are on page 1of 3

La Enseñanza de los Adventistas y los TJ Sobre la Vida Después de la Muerte 5

Anotaciones

LA ENSEÑANZA DE LOS
ADVENTISTAS DEL SEPTIMO DIA
Y LOS TESTIGOS DE JEHOVA
SOBRE LA VIDA DESPUES DE LA MUERTE
La Naturaleza Constitucional Del Hombre
La Naturaleza Constitucional del Hombre. Acorde a Génesis 2:7 el hombre
es una combinación de dos cosas: “el polvo de la tierra” y el “aliento de vida”.
“La combinación de estas dos cosas (o elementos) produjo un alma viviente o
criatura viviente llamada hombre” [Sea Dios Veraz, Pág. 59]. Dicen también en
el mismo libro, página 60 que un estudio de la forma en que la palabra Hebrea
nephesh y la palabra Griega psuchee (las palabras Bíblicas usualmente traducidas
alma) son usadas en la Escritura revela que estos términos en ninguna parte están
conectados con palabras tales como “inmortal, sempiterna, eterna o imperedecera”;
es concluido por tanto que la Biblia en ninguna parte enseña que el alma humana
es inmortal. Que más bien al contrario la Biblia enseña que el alma humana es
mortal, usan tales pasajes como Ezequiel 18:4, “El alma que pecare, esa morirá”,
e Isaías 53:12, donde Cristo, quien es el profetizado, es dicho que “... derramó
su alma hasta la muerte ...” [Versión Moderna, Biblia de las Américas] - (Sea
Dios Veraz, Págs. 61-62).

Haciendo cita de su libro Usted Puede Vivir Para Siempre en el Paraíso en la


Tierra, leemos en las páginas 72-73:
“... note que la Biblia no dice que Dios haya dado un alma al hombre, Más
bien, dice que después que Dios había hecho que el hombre empezara a respirar `el
hombre vino a ser alma viviente’. De modo que el hombre fue un alma, tal como
el hombre que se hace médico es médico...
Puesto que el alma humana es el hombre mismo, entonces no puede ser ninguna
cosa parecida una sombra que viva dentro del cuerpo o que pueda salir del cuerpo.
Puesto sencillamente, la Biblia enseña que el alma suya es usted...”

Leemos también en las páginas 77-79 y 80:


“Algunas personas han dicho que lo que hace que el hombre difiera de los animales
es que el hombre tiene un alma, pero los animales no, Sin embargo, Génesis 1:20
y 30 dice que Dios creó `almas vivientes’ para que vivieran en las aguas, y que los
animales tiene `vida como alma’. En estos versículos algunas Biblias usan palabras
como `seres vivientes’ y `vida’ en vez de `alma’, pero otras, como la Versión Mo-
derna, muestran que la palabra `alma’ es lo que aparece en el lenguaje original....
Puesto que los animales son almas, cuando ellos mueren sus almas mueren.
Como dice la Biblia: ‘Toda alma viviente murió, sí, las cosas que había en el mar’
(Revelación 16:3) ¿Qué hay de las almas humanas? Como aprendimos en el capí-
tulo anterior, Dios no creó al hombre con un alma. El hombre es un alma. Por eso,
como esperaríamos, cuando el hombre muere, su alma muere, Vez tras vez la Biblia
dice que esto es verdad. Jamás dice la Biblia que el alma sea imperecedera o que
no pueda morir. ‘Todos los que van bajando al polvo se encorvarán, y nadie jamás
conservará viva su propia alma’, dice Salmo 22:29. ‘El alma que esté pecando ...
ella misma morirá’, explica Ezequiel 18:4 y 20. Y si usted busca Josué 10:28-39,
hallará siete lugares en los cuales se dice que al alma se le da muerte o se le destruye.
En una profecía acerca de Jesucristo, la Biblia dice: ‘Derramó su alma hasta la
mismísima muerte ... y él mismo llevo el mismísimo pecado de muchas personas’
(Isaías 53:12) La enseñanza del rescate prueba que fue un alma (Adán) quien pecó,
y que para rescatar a los humanos tenía que sacrificarse un alma (un hombre) co-
rrespondiente. Cristo, al ‘derramar su alma hasta la muerte’, suministró el precio
de rescate. Jesús, alma humana, murió.
6 La Enseñanza de los Adventistas y los TJ Sobre la Vida Después de la Muerte
Cuando alguien se ha sumido en un sueño muy profundo, no recuerda nada,
Anotaciones Algo similar sucede en el caso de los muertos. No sienten nada. Ya no existen ...”

Sobre Mateo 10:28, no obstante, se lee: “Y no se hagan temerosos de los que


matan el cuerpo mas no pueden matar el alma; sino, más bien, teman al que puede
destruir tanto el alma como el cuerpo en el Gehena” (TNM), su comentario es:
“... la palabra `alma’ es usada evidentemente como el equivalente de todo derecho
a la vida ... a la vida futura como alma” (Sea Dios Veraz, Pág. 63). No obstante,
esta interpretación no es de ninguna manera consistente con la visión promovida
en las primeras páginas de que el alma es mortal y puede morir. La verdad es que
en Mat. 10:28 nos es dicho claramente que es posible matar el cuerpo (sooma)
sin matar el alma (psuchee); este pasaje por tanto se opone a la contención de los
Testigos de Jehová de que el alma en la Biblia es siempre mortal.

En Asegúrense de Todas las Cosas, Pág. 349, alma es definida como sigue:
Un alma, celestial o terrenal, es un viviente, persona o criatura consciente (o
poseyendo sentido, consciente, inteligente). Un alma, celestial o terrenal, consiste
de un cuerpo juntamente con el principio de la vida o la fuerza de la vida actuando
en ella.

En su libro La Verdad Que Lleva a la Vida Eterna, en las páginas 35-37 leemos:
“... Entonces, ¿qué es el alma? ... Por tanto el hombre era un alma... Puesto que
el alma humana es el hombre mismo, entonces no puede ser algo parecido a una
sombra que meramente habite el cuerpo o que pueda existir separado de la persona
.... Puesto que el alma es la persona misma ... En consistencia con esta verdad
fundamental, ni una sola vez en todos sus versículos dice la Biblia que las almas
humanas o las almas animales sean inmortales, imperecederas, que no puedan ser
destruidas ni morir ... Vemos, pues, que el alma humana es la persona misma, y
cuando la persona muere, es el alma humana lo que muere”.

Estas declaraciones declaran que no puede haber alma que exista separada y
aparte del cuerpo. Un hombre es dicho que es un alma; él no posee un alma. Dicen
los Testigos en Sea Dios Veraz, Pág. 66: “No hay cosa alguna que indique que
Dios quiso decir que el pecador Adán nada más moriría de una manera ilusoria
pero que su alma seguiría viviendo para siempre”.

Por tanto, los Testigos de Jehová se oponen a la visión de que el hombre consiste
de cuerpo y alma; enseñan que el hombre es un alma que consiste de un cuerpo
conjuntamente con un principio de vida que actúa dentro de este. Vigorosamente
repudian la doctrina de la inmortalidad inherente del alma humana como el fun-
damento de la religión falsa.

Nuevamente en la página 66 de Sea Dios Veraz, leemos: “El único texto en la


Biblia que declara que el hombre desobediente de seguro no moriría se encuentra
en el Génesis 3:4 - `Entonces dijo la serpiente a la mujer: De seguro no mori-
réis’. Por eso se ve que la serpiente (el Diablo) es quien originó la doctrina de la
inmortalidad inherente del alma. Esta es la doctrina principal que el Diablo ha
usado desde el principio para engañar a la gente y tenerla sujeta a la religión. De
hecho, es la doctrina fundamental de toda religión”. Sobre la base de Eclesiastés
3:19-20 es afirmado además que el hombre y las bestias mueren de igual manera
(Ibíd, Pág. 66-67).

Con respecto al Estado de los Hombres Después de la Muerte, hemos visto


en las citas anteriores que los Testigos de Jehová niegan la inmortalidad del alma,
definen alma como persona viviente, y dicen que el hombre no posee un alma,
sino que es un alma. Será obvio, por tanto, que ellos repudian cualquier existencia
consciente del alma después de la muerte.

Haciendo un pequeño paréntesis, en esta conexión deberíamos notar lo que los


La Enseñanza de los Adventistas y los TJ Sobre la Vida Después de la Muerte 7
Testigos de Jehová enseñan acerca de tales palabras Bíblicas como Seol y Hades. Anotaciones
Nuevamente en el libro Usted Puede Vivir Para Siempre en el Paraíso Tierra,
leemos:
Página 82 - “La pregunta es: ¿Qué clase de lugar es el Seol o Hades?”
Página 83 - “En todos los lugares donde se menciona al Seol en la Biblia, jamás
está asociado con vida, actividad ni tormento o tortura. Más bien, suele estar re-
lacionado con muerte e inactividad ... de modo que la respuesta queda muy clara.
Seol y Hades no se refieren a un lugar de tormento, sino al sepulcro o sepultura
común de la humanidad”.

Retornando a la página 82 de este mismo libro se nos dice que:


“Y si el infierno significa el sepulcro común de la humanidad, no podría a la
misma vez significar un lugar de tormento por fuego ...”

En la página 74 del libro Sea Dios Veraz encontramos la siguiente declaración:


“... El profeta Isaías, hablándole al infiel Lucero o Satanás el Diablo represen-
tado por el `rey de Babilonia’, le dice: `El infierno, allá abajo, se conmueve por tu
causa, para recibirte a tu venida: despierta por ti a los espectros gigantescos, todos
los grandes de la tierra; hacen que se levanten de sus tronos todos los reyes de las
naciones” (Isaías 14:9). Si el Diablo hubiera estado allí constantemente, ¿por qué
habría de conmoverse el infierno para recibirlo a su llegada? Otra vez, en el versí-
culo 15, se le dice a él proféticamente, `¡Pero ciertamente al infierno serás abatido,
a los lados del hoyo!’ Manifiestamente, entonces, Satanás va allí por primer vez al
tiempo de la batalla del Armagedón para encontrarse con los muertos, e infierno
corresponde al abismo donde él será atado por mil años — Apocalipsis 20:1-3,7".

En esta página 74 nos es dicho que el infierno descrito en Isaías 14:9, al cual el
rey de Babilonia — quien representa a Satanás — es dicho que desciende, es al
abismo al cual Satanás es arrojado al inicio del milenio (Apoc. 20:1-3). La palabra
aquí traducida infierno es, no obstante, Seol. [Compárese la Versión Moderna y
la Biblia de las Américas]. En este caso Seol obviamente no significa sepulcro,
en vista de que el diablo no tiene cuerpo que pueda ser arrojado a un sepulcro.

De esta manera su visión, también puede ser llamada la extinción del alma.
Aunque los Testigos afirman que no todas las personas serán resucitadas de los
muertos, pero que algunos permanecerán en la condición de no existencia en la
cual la muerte los ha sumergido, y aunque los Testigos también enseñan que los
miembros de los 144.000 que murieron ahora no se abaten en la inexistencia, sino
que son cambiados inmediatamente a espíritus inmortales, permanece cierto para
ellos, que todos los que no caen en la última categoría experimentarán la extinción
del alma cuando mueran.

¿Qué diremos acerca de esta visión? Debería ser observado primero que esta
visión del futuro del hombre entre la muerte y la resurrección nunca ha sido sos-
tenida por alguna rama reconocida de la Iglesia Cristiana. Aunque han habido
grupos que han abrazado visiones similares como por ejemplos los Anabaptistas
y los Socinianos del siglo 16, quienes sostenían que las almas de los hombres,
aunque aún en existencia después de la muerte, existen en un estado de completa
inconsciencia, y aunque han habido y hay teólogos ocasionales que están de esta
manera inclinados, la posición esbozada anteriormente nunca ha sido incorporada
en algunos de los credos históricos de la Cristiandad.

You might also like