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C A R T A A L A E S C U L T U R A C O S T A R R I C E N S E

querida
escultura,
Te vas a ir al carajo.

En el 2019, Costa Rica volvió sus ojos a la escultura, mientras


desconocen que los futuros escultores reciben clases en espacios
inundados y poco seguros, arriesgando su vida y su profesión; se
les da la espalda. La Universidad de Costa Rica, como
¨promotora¨ de la cultura y el arte, NO ofrece espacios dignos, ni
seguros para la producción artística. ¿Cómo pretenden formar
artistas? A los cuales se les recortan las horas de trabajo y
tiempos docentes, se desvaloriza su trabajo y su educación.
Nuestra educación y la de muchos otros se ve acribillada por
años de negligencia. Necesitamos espacio para producir, para
presentar, para exponer y para no morir en el intento.

Costa Rica no va a conocer el trabajo de nuevos escultores,


porque no van a existir. La UCR va a formar profesionales a
medias, artistas a medias, mediocres que se jactan de promover
arte y cultura. Mientras tanto, el país va a seguir conociendo el
arte a medias, elitista y pretencioso. Pensamos que ser
estudiantes de la UCR nos daría algún tipo de credibilidad, de
sentimiento de orgullo, pero ahora nos sentimos tan
decepcionados de la universidad, de todos los frenos impuestos a
nosotros y a nuestros profesores.
C A R T A A L A E S C U L T U R A C O S T A R R I C E N S E

Nos estamos ahogando, desde hace 6 años o más, y no vemos que


la situación vaya a cesar pronto. Podemos alardear de tener las
peores condiciones de esta universidad. Nos podemos morir, pero
solo cambiarian las canoas. Nos están matando. No van a conocer
nuevas propuestas, aunque sean esferas resemantizadas. Queremos
un nuevo edificio y lo queremos pronto. Así como vemos que
construyen un edificio para música, queremos ver edificios nuevos y
dignos, con condiciones óptimas para artes plásticas y artes
dramáticas.

Hay desinterés, desde los profesores, desde el cuerpo


administrativo, desde el rector e incluso desde los estudiantes.
 Pero nos enseñaron a conformarnos, nos dicen que esto lleva años
y no va a cambiar; y que el final va a ser el mismo de siempre:
inseguridad, desinformación, compromisos no cumplidos y seguir en
la esquina; presentes solo para ornamentar fachadas.  Nuestra
lucha es por espacio. Espacio apto para trabajar. Con condiciones
dignas. No con cataratas que salen del techo de los talleres. La
lucha es porque no tenemos profesores, ni espacio, ni tiempo, ni
presupuesto.

¿Cuál es el futuro de la escultura?  ¿Vamos a terminar siendo parte


de alguna colección privada de algún museo, que almacena y muestra
nuestro pasado? NO, si seguimos este camino, no va a existir un
legado escultórico, vamos a ser parte del olvido.  Por eso, el
movimiento es ahora, el futuro de nosotros y los que vienen están en
nuestras manos. Si decidimos no hacer nada, van a pasar otros 10
años de habladuría. Estamos cansados de que nos pasen por encima.

Estamos molestos.

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