El Consejo Directivo de la Asociación Psiquiátrica Peruana (APP), en relación a las
conductas suicidas, se pronuncia en los siguientes términos: 1. El suicidio no es un acto de cobardía ni de honor ni de valentía; es como bien lo reconoce la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde 1970, un problema de salud pública. En el 2013, la OMS realizó un estudio epidemiológico en cuyos hallazgos encontró que en el mundo cada año se cometen alrededor de un millón de suicidios; lo que significa una muerte cada 40 segundos, ubicando al suicidio entre las tres primeras causas de muerte en personas de 15 a 44 años. Los trastornos mentales son un importante factor de riesgo de conducta suicida, ya que cerca del 90% de personas que cometen suicidio presentan un diagnóstico psiquiátrico (Phillips, 2010; Windfuhr y Kapur, 2011); y dentro de estos, los trastornos afectivos constituyen el grupo con mayor representatividad entre los sujetos suicidas (Tanney, 1992). Esta situación exige que la conducta suicida deba ser tratada a nivel de los medios de comunicación y de la sociedad con suma responsabilidad, ponderando sus contenidos y evitando el sensacionalismo, el estigma y la discriminación. 2. Como profesionales de la medicina, los psiquiatras debemos ser conscientes de las implicancias éticas que se derivan del ejercicio de nuestra profesión. El comportamiento ético se basa en el sentido de la responsabilidad individual de cada psiquiatra para determinar cuál es la conducta correcta y más apropiada; y dado que los medios de comunicación tienen un papel clave en formar actitudes en la población, en nuestras intervenciones públicas debemos tener en cuenta la Declaración de Madrid de la Asociación Mundial de Psiquiatría, que literalmente reseñamos en lo más significativo: “… en todos sus contactos con los medios de comunicación, el psiquiatra debe asegurarse que las personas que sufren una enfermedad mental sean presentadas sin merma de su dignidad y su orgullo personales, y procurando que se reduzca el estigma y la discriminación que pudieren padecer (…). En todas sus intervenciones ante los medios de comunicación, el psiquiatra debe representar con dignidad a toda la profesión, puesto que el modo como el público en general percibe a los psiquiatras y a la psiquiatría, se refleja en los pacientes. El psiquiatra no debe manifestar en los medios de comunicación su opinión sobre presuntas alteraciones psicopatológicas de persona alguna”. En función de estas consideraciones el Consejo Directivo de la Asociación Psiquiátrica Peruana (APP) acuerda: a) Exhortar a las autoridades gubernamentales que se ponga en marcha una Política Nacional de Salud Mental que priorice lo preventivo promocional, a través de acciones multisectoriales, bajo la rectoría del Ministerio de Salud. b) Recomendar a los Médicos Psiquiatras y otros Profesionales de la Salud Mental tener en cuenta en sus intervenciones públicas las normas éticas nacionales e internacionales, y en particular la Declaración de Madrid. c) Exhortar a los medios de comunicación manejar con ponderación y responsabilidad las noticias relacionadas con suicidios e instarlos a que apliquen las recomendaciones del documento de la OPS “Prevención del Suicidio, Un instrumento para Profesionales de los Medios de Comunicación”.