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Desafortunadamente, debido a
preferencias personales fuertes y a confusión en cuanto a lo que es la adoración, las reuniones congregacionales de
adoración han sido segregadas en diferentes “tipos” de servicios (contemporáneo, tradicional, mezclado, de jóvenes,
universitarios, e incluso niños).
En vez de segregar el cuerpo de Cristo en diferentes grupos generacionales, en la iglesia High Pointe nos hemos
comprometido a reflejar la sabiduría y gloria de Dios al reunirnos como una sola iglesia (Efesios 3:10). Y en vez de
animar las preferencias personales, hemos aprendido a enfatizar ciertos principios bíblicos para guiarnos en nuestra
planeación de adoración congregacional.
Con el fin de aclarar la confusión en cuanto al significado de la adoración, permítanme proveer una breve definición: La
adoración es la respuesta apropiada de nuestra persona entera a todo lo que Dios ha revelado sobre sí mismo (su
carácter, sus propósitos, sus caminos, y su voluntad) en su Hijo, Jesucristo.
Por supuesto, esta pudiera ser una definición simplista, pero al menos nos da un punto inicial de discusión. Con esa
definición en mente, aquí están siete principios básicos en los cuales basamos y planeamos la práctica de la adoración
congregacional en High Pointe Baptist Church.
5. La adoración verdadera requiere que adoremos a Dios con toda nuestra persona
Como ya definimos arriba, la adoración es una respuesta, y nuestra adoración a Dios es nuestra respuesta a Dios: a
quién es Él, a sus caminos, sus propósitos, y su voluntad. La adoración verdadera requiere que busquemos a Dios con
nuestras mentes al estudiar su Palabra y buscar crecer en el conocimiento de Jesucristo. Esta es la parte de “verdad”
de la adoración en “espíritu y en verdad” (Juan 4:24).
Al mismo tiempo, la verdadera adoración requiere que busquemos a Dios con nuestros corazones al llenarnos el
Espíritu Santo y causar que alabemos a Dios con completo deleite. Esta es la parte de “espíritu” de la adoración en
“espíritu y en verdad”. Nuestra adoración, entonces, debe ser apasionada y llena del Espíritu porque es nuestra
respuesta holística (en espíritu) a la verdad de quién es Dios para nosotros en Cristo.
Debido a la confusión, este punto requiere ser aclarado. La respuesta holística de cada cristiano a la verdad de quién
es Jesús inevitablemente será diferente. Una persona puede ser movida a derramar lágrimas de gozo y agradecimiento
al reflexionar sobre el perdón del pecado que recibió a través de la fe en Cristo. Otra persona puede ser movida a
levantar sus manos al cielo en reconocimiento de quién es Jesús. Alguien más pudiera ser movido a reflexionar en
silencio al considerar la gloria de Cristo y su evangelio. Tal vez otra persona será movida estar de rodillas en reverencia
y humildad delante un rey santo. Pudiéramos seguir la lista.
No existe una respuesta holística correcta o equivocada a la verdad de quién es Jesús, considerando que todas las
cosas sean hechas en orden (1 Corintios 12, 14) y que no quitemos el enfoque de nuestra adoración congregacional
de Jesús. Esto es lo que significa adorar a Dios en espíritu y verdad (Juan 4:24).