You are on page 1of 11

Verdadera Realidad del Contrato de Prestación de Servicios.

«Supongo que el único momento en que la mayoría de la


gente piensa en la injusticia es cuando le sucede a ellos».
Charles Bukowski

Ante todo son contratos de prestación de servicios los que celebran las entidades para
desarrollar actividades relacionadas con la administración o funcionamiento de la entidad.
Estos contratos solo podrán celebrarse con personas naturales cuando dichas actividades no
pueden realizarse con personal de planta o requieran conocimiento especializado.

Por lo tanto, si se dispone de personal capacitado y suficiente dentro de la planta de la entidad,


no está permitido celebrar esta clase de contrato, pues es obvio este contrato se utiliza solo
cuando la entidad no cuenta con el personal calificado y no quiere o no puede vincularlo a su
planta.( contracción administrativa)

En otras palabras, si el contrato de prestación de servicios se celebra, con el fin de obtener y


aprovechar los conocimientos y aptitudes especiales de carácter técnico o científico que tenga
una persona. En efecto, si se trata de contratar a una persona que va a cumplir labores
administrativas, no es posible hacerlo.

Por el contrario, la realidad que vemos en la planta de personal de la entidades del estado,
en donde se refleja el aumento de los contrato por prestación de servicios, solo con el fin de
evadir los sistemas de selección exigidos para la contratación estatal lo mismo que para su
ingreso y permanencia.

Pero según la ley 80 de 1993 en su artículo 32 concibió al contrato de prestación de servicios


como un acuerdo de voluntades cuyo objeto es el desarrollo de actividades relacionadas con
la administración o funcionamiento de la respectiva entidad contratante. La misma
normatividad advierte que esta clase de contratos solo puede celebrarse con personas
naturales, como consecuencia no se puede generar relación laboral ni prestaciones sociales y
su duración debe concretarse al termino estrictamente indispensable para el cumplimiento de
su objeto. En efecto, el contrato de prestación de servicio es previsto en la ley como un
mecanismo idóneo para la vinculación de personas que desempeñen labores específicas y
temporales, de un tiempo a la presente época, ha sufrido cambios, ya que a menudo se puede
ver que las personas contratadas por esta modalidad terminan cumpliendo con los elementos
esenciales de las laborales de funciones administrativas tomando lugar y tiempo como
cualquier empleado de planta, sabiendo que la ley 80 de 1993 establece que estos contratos
no podrán celebrarse por un término indefinido y como la ley lo ordena solo se celebraran
por el termino estrictamente indispensable, ya que en ningún caso estos contratos generan
relación laboral ni prestaciones sociales, pues por regla general la función pública se presta
por parte del personal de planta pertinente a una entidad estatal.

En el mismo orden reviste establecer las condiciones específicas que subyacen a la modalidad
del contrato de prestación de servicios, utilizando en la mayoría de las veces para suplir las
carencias de que adolecen las plantas a causa de los llamados procesos de restructuración.
Un examen a la jurisprudencia del Consejo de estado en esta materia, puede ser reveladora
de cómo algunos de estos aparentes procesos de reestructuración encubren el desviado interés
particular de suprimir cargos de carrera administrativa para disponer discrecionalmente el
ingreso de personas extrañas a la función pública, con el encargo de cumplir funciones
similares bajo el ropaje de la contratación de servicios.

No obstante, la dinámica de la contratación en la actualidad va más lejos, al admitir la


contratación de actividades inherentes a la esencia de las entidades públicas, ya que la
tendencia es expansiva hacia el cumplimiento de funciones administrativas

Por otro lado, si el contrato de prestación de servicios , por su naturaleza, generalmente no


obliga al cumplimiento de jornadas de trabajo; no permite que se pacten en la remuneración,
pago de prestaciones sociales; no hay sobre el contratista manera de ejercer mando, pues por
regla general el contratista tiene autonomía técnica y científica para ejecutar su labor. (La
contratación administrativa).

Pero nada de lo expuesto en la ley, significa que en realidad esto se cumpla a cabalidad, ya
que a menudo se puede ver que las personas contratadas por esta modalidad terminan
cumpliendo con los elementos esenciales de un contrato de trabajo, acaban cumpliendo un
horario, teniendo una subordinación además recibiendo un honorario como retribución pero
no tienen sus prestaciones legales ni los beneficios que la ley otorga al empleado. Por esta
razón cabe aclarar que lo que diferencia el contrato de prestación de servicios y el vínculo
laboral es la presentación personal del servicio, la remuneración como contraprestación del
mismo y la subordinación del trabajador al empleador, recalcando esta última como la
diferencia esencial entre los dos tipos de relación, lo cual si cumple con estas tres
característica no seria un contrato de prestación de servicio sino un contrato realidad,
situación que se vive con frecuencia en los contratista de Colombia.

Sin embargo para el empleador o corporación contratante es beneficioso este tipo de contrato,
ya que no está obligado a pagar prestaciones sociales y solo estará obligado a pagar honorario
por los servicios prestado, generando así una inconformidad para el contratista, debido a que
es despojado de una remuneración adecuada así como de prestaciones sociales y de
estabilidad laboral. En respuesta se han generado muchas demandas de parte de los
contratistas en donde exigen sus derechos debidos a sus verdaderas labores, pero los
tribunales y jueces rechazan la modalidad de vinculación laboral.

Pero además, el debate alrededor del tema promete mostrar cómo durante algunos lustros la
jurisprudencia en todas las instancias se inclinó a favor de los contratistas para reconocer sus
derechos, cuando lograra establecer la relación laboral subyacente al aparente nexo
contractual. Estas decisiones judiciales afectan el presupuesto de las entidades públicas y
colocaba en riesgo el patrimonio de su personal directivo responsable de las condenas.

Por tanto muchas de las empresas atropellan este tipo de contrato, debido a que terminan
subordinando al contratista como un empleado común haciéndole cumplir horario y horas
extras, evadiendo así obligaciones parafiscales y prestaciones sociales, es decir que empresas
tanto públicas como privadas utilizan este tipo de contrato para evadir las cargas
prestacionales.

Así mismo, muchos de los contratistas se ven en la necesidad de someterse a estos atropellos
por simple razón de las pocas oportunidades de empleo, sabiendo que en situaciones en donde
una vez vencido su contrato en muchas ocasiones trabajan de manera gratuita, con la
esperanza de que le renueve el contrato.
Según un informe del tiempo explica Marcel Silvia Romero que muchas personas desarrollan
funciones permanentes, cumplen horarios, realizan actividades subordinadas, tienen
exclusividad contractual y están sujetas a las órdenes del empleador. Esos elementos
configuran una relación laboral que, en ocasiones, los empleadores cubre la modalidad de
OPS para ahorrarse los costos de una vinculación reglamentaria.

Luego esa operación fraudulenta ha propiciado la precarización de la vida de muchos


contratista que no han tenido vacaciones pagas, ni han estado afiliados a una caja de
compensación ni han recibido primas o cesantías, esto se refleja mucho más en las entidades
públicas, una figura que ha sido ampliamente tergiversada y utilizadas para disfrazar
actividades laborales como servicios temporales.

Sin embargo, datos de la revista tiempo en el 2016 el ministerio de salud tuvo 633 personas
vinculadas por OPS y 626 por planta; el ministerio de educación habían 924 contratistas y
623 empleados de nómina y que el 16 % de personas vinculadas al ministerio de trabajo (
que tiene alrededor de 1.600 trabajadores) no tenían una contratación reglamentaria, es decir
como no hay normatividad laboral que los cobije, quienes están vinculados bajo esa figura
son susceptibles de explotación y otras arbitrariedades.

Es por eso, que para nadie es un secreto que debido a la situación de empleo, mucho se ven
a la tarea de aceptar este tipo de contrato que ofrecen las empresas aunque no puedan tener
las mejores condiciones para los empleados. Esto sin mencionar que el trabajador no tendrá
derecho a disfrutar vacaciones pagas y si usted requiere un permiso por algunos días, le
empresa podría suspender su contrato, así mismo tendrá que hacer cuentas de cuánto será
realmente lo que va a recibir como sueldo neto, ya que tendrá que descontar todo lo referente
a sus prestaciones sociales.

Además, hay que tener en cuenta que por lo general la mayoría de las empresas exigen a sus
contratistas pagar su seguridad social antes de realizarle el pago por sus honorarios, lo cual
impone al contratista ahorrar para pagar los pagos en los tiempos oportunos para que no se
le genere incurrir en multas por retraso de su seguridad social. Y adicionalmente a eso cada
vez que su contrato es probable que lo manden a vacaciones, pero que el contratistas deberá
costearse y esperar si le renuevan el contrato.
Asimismo, según fuentes de la revista el espectador en el 2017, radica que por parte de la
cámara por la representante Angélica Lozano se buscó mejorar las condiciones del
contratista y acabar con el uso indiscriminado, con fines políticos y clientelistas de esta
modalidad laboral.

Que en mi opinión, ha sido una de la causales reales de explotación y falsa motivación del
contrato de prestación de servicio, en donde los políticos de turno pueden pagar a sus favores
políticos porque en realidad buena parte de esos de los contratos no se necesitan porque son
politiquería.

Por otra parte, se evidencia que la utilización de las OPS puede ser una forma de evadir el
ingreso al servicio público mediante el concurso de méritos, favoreciendo así al clientelismo
y desmejorando la democracia, la transparencia y la eficiencia de la administración pública.

Ahora se sabe que si las partes firmaron un contrato de prestación de servicios, pero sobre la
marcha de este y por la misma relación se identifica que el contratitas cumple las
características de un trabajador, puede demandarse ante un juez laboral e intentar probar la
existencia de un contrato realidad, pero para mala suerte del contratista son muy pocas las
normas que lo cobijan y más cuando el cargo que realiza no existe en planta.

Claro está que son muy pocos los que se atreven a realizar este tipo de demandas cuando
están todavía en vigencia del contrato, por temor a ser despedidos y solo pocos lo hacen pero
muchas ocasiones cuando ya se ven afectos o pronto a ser despedidos.

Ahora bien si para que un juez declare la existencia de un contrato de trabajo realidad, se
requiere que en el desarrollo de la relación contractual que las partes denominaron como de
servicios se den los tres elementos propios de una relación laboral, y contrario a lo que se
esperaría, la carga de la prueba le corresponde al empleador, es decir, que el trabajador que
demande no debe probar nada, sino que es el empleador quien debe demostrar que en la
relación civil no se configuran los elementos del contrato de trabajo.

Del mismo modo, si llegase a declararse judicialmente el contrato de prestación a ser de


trabajo, lo consecuente es que el empleador, debe pagar todo lo concerniente a las
prestaciones sociales, y también reconocer vacaciones, aportes parafiscales y seguridad
social y si el contrato de servicios hubiera sido terminado, es probable que el juez reconozca
un despido injustificado con la correspondiente obligación de pagar la respectiva
indemnización, pero cabe aclarar que no garantiza la vinculación de nuevo al cargo.

Por otro lado, muchos trabajadores valoran la independencia que su profesión les permite
manejar en el ámbito laboral, ya que "es autónomo en cuanto al manejo del tiempo por parte
del trabajador, quien dispone de él y de sus recursos de la forma que prefiera. Todo esto
supeditado a la entrega, en el momento pactado, del resultado de su trabajo”. Claro está si se
cumple lo pactado.

No obstante, en el tema de la autonomía y manejo de horario del contratista se puede pactar,


pero se debe tener mucho cuidado porque por lo general se incumple y el contratista termina
cumpliendo una jornada laboral como cualquier otro empleado de planta, lo cual juega a
favor de él, ya que al ser sometido bajo un horario y cumplimento de subordinación está
perdiendo su autonomía y se estará dando en realidad una relación laboral.

En consecuencia, esto ha generado que un contratista tenga que trabajar más de las horas
legales de trabajo, adquiriendo así más de un contrato para así poder tener mayor y mejor
capacidad de ingresos, lo cual genera también el que se suprima oportunidades de trabajo a
otros.

Por consiguiente, esto es generar más miseria. Es prueba de que un trabajador para tener un
ingreso digno debe tener varios contratos de trabajo, mientras lo ideal es que se tenga lo que
la ley determina: ocho horas de trabajo, ocho horas de estudio y ocho horas de descanso. Es
un engaño pensar que como el empleado puede estar comprometido en varias empresas esta
contratación sea más complaciente. No creo que un trabajador lo haga por voluntad o
vocación, lo hace por exigencia de sus propias necesidades.

En otras palabras, el contrato de prestación de servicios convierte la fuerza de trabajo en una


mercancía. Se han montado negocios con cooperativas de trabajo asociado, las bolsas de
empleo, las sociedades accionarias simplificadas. El decreto 583, que establece que incluso
para labores misionales se pueda contratar temporalmente con estos contratos. Para eso se
necesita una intermediación, y esas intermediadoras se volvieron negociantes del derecho al
trabajo.
Así mismo los sindicatos ven con otros ojos el hecho de que un trabajador pueda tener varios
contratos simultáneamente y percibir mayores ingresos, pues según ellos esto se da más por
necesidad que por otra cosa.

En efecto, todas estas irregularidades han hecho que el contrato individual de trabajo pase
ser en la realidad una formalidad de un negocio por parte del empleador y el empleado por
medio de la firma de un contrato de prestación de servicios que no contiene las mismas
garantías que un contrato de trabajo.

Es decir, que en la actualidad por la necesidad de alcanzar el mínimo vital en la sociedad que
sufre de altos índices de pobreza y desempleo, se acepta la contratación por medio de la figura
de prestación de servicios siendo subordinados, trabajando con un horario de más de ocho
horas diarias, realizando a actividades que no están determinadas por medio del contrato y
ganado un salario de un mínimo, teniendo que soportar la carga de afiliarse a un sistema de
salud y pensiones por su propio costo para tener algún sustento en la vida diaria, sin que se
reconozca el derecho a un trabajo digno.

Por esta razón, vemos que en la actualidad la contratación de servicios por parte de las
entidades del Estado es cada vez más frecuente y aunque está prevista en la legislación
colombiana con un criterio temporal, no permanente, permitiendo la vinculación contractual
a través de la modalidad de contratación directa, lo cual ha servido para que se utilice la
vinculación de personas naturales a través de un contrato de prestación de servicios; es por
eso que se debe tenerse en cuenta que la autonomía e independencia constituye la
característica fundamental de esta clase de contrato, es decir, que el contratista dispone de un
alto margen de discrecionalidad en lo que tiene que ver con la ejecución del objeto contractual
con respecto al plazo y a la realización de la labor, por eso quienes han sido empleados por
medio de esta figura de contratación aseguran que existen muchas dificultades y demoras a
la hora de recibir sus salarios.

Por ejemplo es muy común escuchar por parte de los contratistas decir que puede demorarse
hasta un mes y medio el pago de sus honorarios por parte de las entidades públicas. Además,
afirman que muchas veces los contratistas no cuentan con herramientas de trabajo como
computadores y escritorios.
Además, la mayor dificultad es que dadas a las pocas herramientas que tiene el Estado
colombiano para vigilar estos temas, es muy normal que se utilice, no para contratar
trabajadores independientes sino para reducir los costos.

A lo anterior agregó: al final son trabajadores que cumplen las mismas o más funciones que
las que cumplen los trabajadores normales, pero el empleador no tiene la mitad de las
responsabilidades.

En conclusión, la contratación de servicios mediante vínculo distinto y opuesto al contrato


laboral se ha convertido en una estrategia adecuada para ahorrar las erogaciones
correspondientes al pago de sueldos y prestaciones sociales, causando así un
desmejoramiento de las condiciones de los trabajadores de prestación de servicios.

Por otra parte, la aparente reducción de las plantas de personal de las entidades corresponde
al aumento de la celebración de contratos de prestación de servicios para continuar las
actividades asignadas por la carta al aparato estatal, impulsando más al clientelismo y de esta
forma poder cumplir todos los favores políticos a través de este medio de contratación.

Este mecanismo de contratación de servicios se ha utilizado para suplir la falta de servicios


públicos a quienes le correspondería, conforme a la ley, desempeñar las funciones asignadas
a los entes públicos ocasionando así, la posibilidad de oportunidad de empleos de carrera.

Es por esto que para las empresas privadas como públicas, este medio de contratación permite
eludir el reconocimiento y pago de prestaciones sociales, lo cual se traduce en
desmejoramiento de las condiciones económicas de los contratistas. Dado a que sus ingresos
no reflejan con verdad el real valor de sus ingresos debido a que son mermados por la
cancelación de sus aportes sociales.

Este tipo de contratación no solo ha violado los derechos de los contratistas, sino que con el
paso del tiempo ha suprimido el verdadero objetivo de la función pública, ya que como quedo
vistos, coloca en calidad de marginales a los contratitas, porque su acceso a la función pública
no corresponden a un concurso de mérito ni a una selección objetiva, como lo prescribe la
carta política, tanto para ingresar como servidores públicos o para la contratación estatal.

Y por último cabe mencionar que debido a que el empleador evade las responsabilidades
aportes parafiscales, esto genera perjuicio para sus receptores como el Instituto Colombiano
De Bienestar Familiar, Servicio Nacional De Aprendizaje, Cajas De Compensación,
organismos que por la bondad de los servicios a su cargo son ampliamente conocidos y de
enorme utilidad para clases menos pudientes, lo cual crea y aumenta más la desigualdad y
pobreza en la sociedad.
BIBLIOGRAFÍA

http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=87601706

http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=87601902

http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=337630235003

https://es.scribd.com/document/308441312/ENSAYO-CONTRATO-DE-PRESTACION-
DE-SERVICIOS-docx

http://www.portafolio.co/economia/empleo/contrato-laboral-versus-contrato-por-
prestacion-de-servicios-508527

http://repository.unilibre.edu.co/bitstream/handle/10901/7715/MenjuraDiana2014.pdf?sequ
ence=1

http://www.finanzaspersonales.co/trabajo-y-educacion/articulo/abusos-del-contrato-de-
prestacion-de-servicios/65077

www.google.com.co/amp/www.eltiempo.com/amp/economia/sectores/como-se-pueden-
regular-los-contratos-por-prestacion-de-servicios-en-colombia-133910

https://www.google.com.co/amp/www.finanzaspersonales.co/amp/que-tener-en-cuenta-
con-contrato-por-prestacion-de-servicios/58630

https://www.google.com.co/amp/amp.elespectador.com/noticias/politica/contratados-por-
prestacion-de-servicios-empleados-de-segunda-articulo-708069

actualicese.com/actualidad/2017/10/27/contrato-por-prestacion-de-servicios-aspectos-a-
considerar/

www.google.com.co/amp/s/www.gerencie.com/contrato-de-servicios.html/amp
Verdadera realidad del Contrato de Prestación de Servicios

Ensayo

Presentado por:

Greisys Aide Saumet Roa

C.c. 1.093.885.853

Presentado a:

Dr. Rafael Eduardo Celis

Carrera administrativa

Decimo semestre

Escuela Superior De Administración Pública

Norte de Santander, San José de Cúcuta

Año 2018

You might also like