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¿QUÉ ES INTERNET?

Cuando hablamos de internet, pensamos instantáneamente en la palabra conexión; y es


que sería difícil encontrar una característica más adecuada para relacionar a la internet.

El origen de la palabra viene del término en inglés Interconnected Networks, que en


español significa redes interconectadas. En su significado más fiel, podemos describirla
como una gran red de computadoras que están conectadas a nivel mundial.

Pero ¿Conoces la historia de la Internet? Estar conectados es una realidad que hoy es
posible gracias a J.C.R. Licklider en 1962; quien la concibió como una “Red Galáctica”
que conectaría un grupo de computadoras para compartir datos sin importar la ubicación
física.

Demoró 3 años para lograr la conexión exitosa de dos computadoras entre California y
Massachusetts a través de una línea telefónica. Y después de algunos años más, fue
creado el proyecto militar ARPANET, que tenía como objetivo, conectar cada vez más
redes de conexión.

Mientras la internet (o la conexión de redes) crecía, también debía crecer la infraestructura


para soportar y garantizar el funcionamiento de esta. Por esta razón se hizo necesaria la
creación del Sistema de Nombres de Dominio (DNS).

Ya para los años 90 internet se masificó; pasó de ser una herramienta exclusiva de
investigación y llegó a los hogares para cambiar nuestras costumbres. ¿Recuerdas
cuando tenías que usar la línea telefónica para conectarte a internet?

A partir de ese momento el mundo comenzó rápidamente una revolución tecnológica; en


la que la conectividad y el acceso a la información han marcado la historia de la
humanidad para siempre. Dispositivos inteligentes, nuevas formas de socializar y de
aprender, nanotecnología, impresoras 3D, inteligencia artificial y muchos otros avances
que seguirán marcando las generaciones futuras.

EVOLUCIÓN DE LA INTERNET Y CÓMO HACE PARTE DE NUESTRA


VIDA.

Hoy en día internet dejó de ser un medio de comunicación para convertirse en un ítem
indispensable para nuestras vidas. Para dar un ejemplo, podemos pensar en el mundo
laboral; necesitamos de internet para trabajar, para intercambio de emails,
videoconferencias, transacciones bancarias y hasta para imprimir documentos. En
nuestra rutina diaria, ya no basta con tener wifi en casa; hay redes de conexión en las
calles, museos y restaurantes. Áreas como la salud y la educación se han desarrollado
gracias a la utilización de la internet.

Sin embargo, es importante recordar que no todas las personas tienen acceso a esta
herramienta. Según el informe de We Are Social para el 2018, cerca del 53% de la
población mundial tiene acceso a internet. Aunque la tendencia de esta cifra es crecer
año tras año, todavía existe una gran brecha de desarrollo entre los países que tienen
menos acceso internet. En México, por ejemplo, el 65% de la población cuenta con
acceso a internet, un número arriba de la media, bastante bueno si comparamos con
Nigeria o Eritrea que tienen entre 1 y 5%.

Teniendo en cuenta el panorama del acceso a internet en el mundo, grandes líderes de


la tecnología como Elon Musk y Marck Zuckerberg se están esforzando para que todos
podamos conectarnos a internet. Con iniciativas como Starlink, una red de más de 4 mil
satélites que, se espera, proporcionará internet banda ancha para todo el mundo.

Internet se ha vuelto tan indispensable en nuestras vidas que a veces resulta difícil
entender cómo funcionaba el mundo antes de su existencia. Y no es para tanto; la internet
fue un lujo que rápidamente democratizó el acceso a la información. Pasó de ser una
comodidad para una necesidad.

Todos los avances tecnológicos desarrollados en los últimos años han sido posibles
gracias a la invención de la internet. Objetos inteligentes conectados o Internet de las
Cosas es la última tendencia, de la cual hablaremos a continuación.

¿QUÉ ES Y CÓMO FUNCIONA EL INTERNET DE LAS COSAS?

El Internet de las Cosas es un concepto que cada vez toma más relevancia, pero
aún no termina de cuajar en los hogares.
Es un término del que escuchamos hablar constantemente. Internet de las
cosas, Internet of Things o IoT por sus siglas en inglés, es un concepto un poco
abstracto pero que ha estado ganando bastante popularidad en los últimos meses.
La idea que intenta representar queda bastante bien ilustrada por su nombre, cosas
cotidianas que se conectan al Internet, pero en realidad se trata de mucho más que
eso.
Para entender de qué va el Internet de las cosas debemos también comprender que
sus fundamentos no son en lo absoluto nuevos. Desde hace unos 30 años que se
viene trabajando con la idea de hacer un poco más interactivos todos los objetos de
uso cotidiano. Ideas como el hogar inteligente, también conocido como la casa del
mañana, han evolucionado antes de que nos demos cuenta en el hogar conectado
para entrar al Internet de las cosas.
El Internet de las cosas potencia objetos que antiguamente se conectaban mediante
circuito cerrado, como comunicadores, cámaras, sensores, y demás, y les permite
comunicarse globalmente mediante el uso de la red de redes.
Si tuviéramos que dar una definición del Internet de las cosas probablemente lo
mejor sería decir que se trata de una red que interconecta objetos físicos valiéndose
del Internet. Los mentados objetos se valen de sistemas embebidos, o lo que es lo
mismo, hardware especializado que le permite no solo la conectividad a Internet,
sino que además programa eventos específicos en función de las tareas que le sean
dictadas remotamente.

¿CÓMO FUNCIONA EL INTERNET DE LAS COSAS?

Como ya hemos dicho, el truco en todo esto está en los sistemas embebidos. Se
trata de de chips y circuitos que comparados con, por ejemplo, un smartphone,
podrían parecernos muy rudimentarios, pero que cuentan con todas las
herramientas necesarias para cumplir labores especializadas muy específicas.
No hay un tipo específico de objetos conectados a Internet de las cosas. En lugar
de eso se les puede clasificar como objetos que funcionan como sensores y objetos
que realizan acciones activas. Claro, los hay que cumplen ambas funciones de
manera simultánea.
En cualquier caso, el principio es el mismo y la clave es la operación remota. Cada
uno de los objetos conectados a Internet tiene una IP específica y mediante esa IP
puede ser accedido pare recibir instrucciones. Así mismo, puede contactar con un
servidor externo y enviar los datos que recoja.

¿CUÁNDO ESTARÁ ENTRE NOSOTROS?

Una de las preguntas más comunes con el Internet de las cosas es cuándo estará
finalmente dentro de nuestras vidas. La respuesta es que ya lo está desde hace
algunos meses.
A diferencia de algunas tecnologías mucho más populares entre las masas, el
Internet de las cosas no ha encontrado su foco de explosión en el mercado del
consumo. Quizás la tecnología está aún demasiado verde, o quizás los grandes del
sector no han visto la oportunidad correcta para abalanzarse encima. Aun así hemos
visto como Apple y Google han dado algunos pasos discretos con tecnologías
como Home Kit y Android @Home.
Como sea, es el sector privado donde el Internet de las Cosas se está haciendo
cada vez más popular.
 La industria de producción en masa: la maquinaria que se encarga de
controlar los procesos de fabricación, robots ensambladores, sensores de
temperatura, control de producción, todo está conectado al Internet en cada
vez más empresas lo que permite centralizar el control de la infraestructura.
 Control de infraestructura urbana: control de semáforos, puentes, vías de
tren, cámaras urbanas. Cada vez más ciudades implementan este tipo de
infraestructuras basadas en el Internet de las Cosas que permiten monitorear
el correcto funcionamiento de sus estructuras además de adaptar más
flexiblemente su funcionamiento ante nuevos eventos.
 Control ambiental: una de las áreas en las que está teniendo más éxito el
Internet de las cosas, pues permite acceder desde prácticamente cualquier
parte a información de sensores atmosféricos, meteorológicos, y sísmicos.
 Sector salud: cada vez más clínicas y hospitales alrededor del mundo
confían en sistemas que le permiten al personal de salud monitorear
activamente a los pacientes de manera ambulatoria y no invasiva.
También hay aplicaciones del Internet de las Cosas para el transporte, la industria
energética, y prácticamente todos los sectores comerciales. Como hemos dicho, el
gran pendiente es el mercado de consumo, o lo que es lo mismo, los hogares, un
lugar al que probablemente es cuestión de tiempo para que veamos la gran
explosión del IoT.

APLICACIONES DE INTERNET DE LAS COSAS

Una iniciativa mayor que esta surgiendo por estos días son las Ciudades
Inteligentes. Estas últimas son ciudades equipadas con redes integradas para
garantizar el funcionamiento de una ciudad en general. Como ejemplo de estas
ciudades podemos hablar de Tokio y Londres; donde, el concepto de interconexión
se aplica a semáforos, cámaras de vigilancia, sistema de transporte público, etc.
Los proyectos de casas inteligentes son apenas algunas de las aplicaciones que la
Internet de las Cosas puede tener. Puedes aplicarlas donde quieras, pues todo esto
es posible a través de dispositivos que se comunican entre sí a través de Internet.
Puede parecer que este concepto de Internet de las Cosas esté ligado únicamente
a grandes empresas y hasta organismos públicos. Sin embargo, también lo puedes
ver y aprovechar como una tendencia para negocios. Aquí te daremos algunos
ejemplos:
Pequeños negocios:
Internet de las cosas puede ser aplicado a una tienda o almacén, donde se te
comunique instantáneamente el momento en que un ítem sea vendido, y mediante
un sensor, se actualice el stock de tu mercancía. O un estacionamiento de carros,
donde se sepa exactamente la ubicación del automóvil, y el tiempo que lleva
estacionado.
Salud:
En el campo de salud se están desarrollando diferentes sistemas para gestionar la
administración de medicamentos; con el fin de acompañar el estado de actividad
física, pulsaciones cardiacas, etc.
Agropecuario:
También en el sector agropecuario podemos utilizar Internet de las Cosas.
Actualmente existen sistemas con sensores que envían notificaciones sobre el
estado de los cultivos, condiciones de clima y control sobre plagas.
Internet de las Cosas no es una realidad lejana a nuestros días; no necesitamos ver
series de televisión para saber que ya hace parte de nuestra rutina y nuestro estilo
de vida. Son muchos los usos y los recursos que podemos optimizar con esta
tendencia. ¿Y tú? ¿Tienes dispositivos inteligentes conectados? ¿Aplicas Internet
de las Cosas en tu negocio? Cuéntanos en los comentarios.

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