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Retiro de Iglesia Aleluyah 2017

“Después de dos días nos dará vida; al tercer día nos levantará,” Oseas 6:2

Tres días
No es desconocido para ningún cristiano lo que la iglesia vivió en el primer milenio. La mayoría
hemos leído como se forjo esa gloriosa comunidad de hnos. en medio de la persecución y todo lo
que experimentó pero también vimos en el los siglos finales de ese milenio como esta se fue
alejando del corazón de Dios.

En el segundo milenio la iglesia mundial experimentó el punto más bajo y oscuro de su historia.
Además de la pérdida de la espiritualidad, se produjo el gran cisma en la iglesia. La iglesia nominal
se hundía en la ambición, el poder, las riquezas materiales y la opulencia. La santidad brillaba por
su ausencia, aunque Dios siempre tuvo un remanente fiel. El intento de los reformadores de querer
renovar la iglesia derivó en la excomunión de Lutero y de otros. Esto desencadenó una división tras
otra hasta llegar al complejo cuadro actual de la fragmentación de la iglesia en un sinnúmero de
denominaciones.

Hoy, en el comienzo de este tercer milenio ha existido el anhelo de querer recuperar la


espiritualidad de la iglesia del primer siglo, especialmente a lo que está narrado el libro de los
Hechos. La palabra ‘restauración’ es una palabra clave entre nosotros pues nos ayuda a ver que la
iglesia necesita recuperar importantes verdades que a lo largo de los siglos la iglesia fue perdiendo.
Sin embargo el concepto de ‘restauración’ sin darnos cuenta también nos condiciona o limita. Por
extensión comenzamos a hablar de ‘la restauración de la iglesia’. Pero estamos comprendiendo que
Jesús nunca dijo “Yo restauraré mi iglesia”, sino “edificaré mi iglesia” (Mateo 16.18), restaurar no
debería ser un fin en sí misma sino Edificar y esto cambia totalmente la forma de ver la Iglesia el
día hoy

Nuestra referencia absoluta para la edificación de la iglesia de nuestros días o de este “tercer día” no
es la iglesia del “primer día”, sino la iglesia que estaba y está en la mente y corazón de Dios desde
antes de la fundación del mundo y la iglesia que está profetizada que llegará a ser en el final de los
tiempos, antes de la segunda venida de Cristo.

Estamos recordando en estos días los 500 años de la reforma, pero la reforma es solo un “punto
seguido” dentro del gran libro de Dios que es la Iglesia. Hoy decimos que no podemos sentirnos
cómodos celebrando esta fecha sabiendo que hay un propósito mayor y más relevante para la
iglesia.

Las palabras del profeta resuenan con sentido hoy: ¡Vengan, volvámonos al SEÑOR! Él nos ha
despedazado, pero nos sanará; nos ha herido, pero nos vendará. Después de dos días nos dará
vida; al tercer día nos levantará, y así viviremos en su presencia. Conozcamos al SEÑOR; vayamos
tras su conocimiento. Tan cierto como que sale el sol, él habrá de manifestarse… (Oseas 6.1-3
NVI)

La iglesia del pasado remoto y la iglesia del futuro coinciden plenamente. Pues la realización del
proyecto de Dios al final de los tiempos será exactamente lo que él se propuso y proyectó antes de
todos los siglos. Este proyecto eterno es la Iglesia y esta tiene un propósito.
Mis-Sentir basado en:
 Visita Cristian Romo a Osorno. 2017
 Predicación “La Apostasía” 20.11.2016 Carlos Cancino
 AFI International Apostolic Pastors Fellowship
 Acontecimientos 2017 en Chile en relación a la Iglesia

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