Mi opinión Hay una realidad abrumadora en materia de salud mental de niños,
adolescentes y adultos en Chile. Si bien 75% de los niños sufre algún tipo de violencia en el hogar, nada menos que el 26% sufre violencia física o sexual de carácter grave. Por su parte, la prevalencia de trastornos psiquiátricos y/o discapacidad psicosocial en niños y adolescentes es de 22,5%, lo cual es una curiosa coincidencia con las tasas de abuso severo. Entre los problemas que veo como países es que los gobiernos que han pasados evitan enfrentar, las complicaciones de la salud mental que destaca por lo doloroso que es para muchas familias y por su impacto económico actual y futuro hay un grito de alerta, como alguna vez se hizo con la educación. Entre que destaco es el masivo analfabetismo de las personas adultas de los chilenos, según mis averiguaciones son más o menos el 50% de la población adultas. También se ve la falta de especialista en Salud Mental. La mayoría de los especialistas están en lo privado. Lo más sorprendente el dolor y la desesperación que con lleva el aislamiento que sufre, las personas ya sea interno y externo a lo que está que lleva a mencionar su deseo de terminar con su vida y sufrimientos. Desde el punto vista mío esto comienza desde muy temprana edad donde tenemos una cobertura y calidad muy deficiente al inicio, (parvulario) la etapa crucial desde un punto vista de la formación neuronal. La clase más baja llega a la mitad de vocabulario que los hijos que cuenta con una solvencia económica más alta. Al no tener la población general acceso a educadoras profesionales es difícil detectar los niños con de angustia y depresión. Una vez en la etapa escolar, y los métodos pedagógicos, estos niños son mecanizados no hay dinámica participativa como si fueran robot en una fábrica. Profesores enseñando “industrializada” y automáticamente a sus alumnos, sin importar demasiado si estos entienden o no. Debido a este sistema: la mayoría de los egresados de educación media no entienden lo que leen. Hay excesivo bullying, desmotivación, niños sobre diagnosticados con “déficit atencional”, sobre medicados y con una gran frustración. Si en el mundo andan mal en materia de salud mental, el problema para Chile por nuestra elevada inequidad social y educativa, por nuestros malos métodos pedagógicos y, salvo al Programa Chile Crece Contigo, y a la atención de calidad y cobertura de educación inicial a los niños entre los 0 y 3 años con 11 meses… y con un sistema de “protección” a la infancia que nos da vergüenza internacional. El presente articulos veo la necesidad visualizar respecto a la temática de la salud mental en Chile, principalmente a partir de las altas tasas de trastornos mentales que se han conocido en los últimos años, como también a partir de la realidad nacional respecto al suicidio, en consecuencia con los trastornos mentales muchas veces es utilizado como un indicador de la salud mental en los países desarrollados. A la necesidad imaginada respecto a la temática de la salud mental en Chile. Es un hecho en mi opinión, es decir el país ha llegado a niveles donde los problemas de salud mental son la principal causa de años perdidos de vida saludables, de generar altos costos tanto directos como indirectos, a los pacientes, familias y sociedad en su totalidad. Hay que destacar que hay planes y en conjunto con el trabajo de muchos profesionales de distintas áreas han traído avances en la materia, pero estos avances no han sido suficientes y han sido desarrollados principalmente respecto al área de tratamiento y rehabilitación de la salud mental y no respecto a la promoción y prevención de esta, llegando de esta forma en los últimos años a presentar altas tasas de prevalencias y problemas relacionados a la salud mental en las personas en nuestro país, aunque estos planes nacionales estén en marcha pero faltan profesional en la diferentes areas de la Salud Mental en Chile. Corrigo que es a factores vinculados con: Falta de inversión económica a la salud mental en Chile. Falta de una ley única de salud mental en el país. Que a expertos en la materia, no se posee una legislación única sobre salud mental, provocando de esta forma que se genere una dispersión jurídica al respecto de la temática, además de la vulneración de ciertos derechos de las personas con deficiencias de salud mental. Falta de un tratamiento transversal de la salud mental como temática. Esto hace referencia a que las acciones que se han desarrollado a partir de los planes nacionales y los organismos competentes, se han centrado en tratamiento y en algunos casos rehabilitación de trastornos mentales, dejando de lado la promoción y la prevención, que son pilares igualmente importantes dentro del trabajo en la materia. Mi principal conclusión al leer este articulo, es que la salud mental en Chile debe verse desde una mirada transversal, es decir a partir de la promoción, prevención, tratamiento y rehabilitación respecto a los problemas y deficiencias en salud mental y no centrarse solamente en el tratamiento o la rehabilitación, ya que así se generará una mejora efectiva en la salud mental en el mediano y largo plazo en la población. Además de lo antes descrito, se encuentra la limitante de desarrollar este estudio desde el campo de la ingeniería y sin un enfoque multidisciplinario, que simplificaría y también entregaría nuevas herramientas a ciertas aristas de estudio.