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TIPOS DE SISTEMAS ECONOMICOS

Tipos de sistemas económicos

A lo largo del tiempo, han existido diversas clasificaciones de los sistemas económicos,
dependiendo de los criterios que se utilicen para dividirlos. Sin embargo, si nos atenemos
estrictamente a los aspectos que dan respuesta a los problemas de producción, distribución y
consumo de los bienes económicos, podemos afirmar que existen tres sistemas económicos: el
sistema tradicional, el sistema autoritario o planificado y la economía de mercado. Hoy en día,
la mayoría de sistemas económicos son mixtos, aunque tiene una mayor importancia la
economía de mercado. Veamos, a continuación, las principales características de cada uno de
ellos.

La economía tradicional

La economía tradicional es un sistema en el que los problemas concernientes a la producción,


distribución y consumo se solucionan con base en normas de la costumbre o la tradición.

La costumbre desempeñó un papel importante en las sociedades primitivas, donde el trigo y el


algodón se producían de una manera tradicional por unos métodos heredados de otras
generaciones y las cosechas se dividían entre los individuos por arreglos o acuerdos
tradicionales.

La economía autoritaria o planificada

La economía autoritaria o planificada es un sistema en el que los asuntos concernientes a la


producción, distribución y consumo de los bienes económicos dependen de la voluntad de una
persona o grupo de personas, razón por la que el mercado desempeña un papel sumamente
limitado en la asignación de recursos. En este tipo de sistema, la autoridad, que cuenta con el
suficiente poder para imponer su criterio al resto de los individuos de una colectividad, está
constituida por el Estado, y las empresas se dedican a ejecutar las acciones que este planifica.

Para llevar a cabo una planificación centralizada en todas las decisiones económicas de un país,
los funcionarios encargados deben conocer todas las posibilidades tecnológicas para la
producción y poseer todos los detalles acerca de las ofertas de los factores de producción. Esta
información permite a sus funcionarios elegir los productos y servicios que deben ser
producidos y distribuidos.

Además, el Estado debe planificar la distribución de los bienes, lo cual realiza mediante
decretos, es decir, por medio de racionamiento o fijación de los precios para la distribución,
permitiendo que los agentes económicos compren y vendan solo de acuerdo con los precios
establecidos por el Estado.

En la actualidad, no existe ninguna economía autoritaria total pero sí hay economías con un
elevado grado de planificación centralizada, como las de Cuba y Corea del Norte.

La economía de mercado

En la economía de mercado, que es actualmente el sistema con mayor fuerza, el mercado es el


mecanismo encargado de determinar la producción, distribución y consumo de los bienes
económicos.

En este sistema, existen dos grupos diferentes de personas:

Para cada producto y para cada servicio, se establece una relación entre los oferentes y los
demandantes. De esta relación surge el precio, que es el número de unidades monetarias de
dinero que deben pagarse por unidad física de un producto o un servicio. Por ello, mientras el
precio en la economía planificada es el resultado de las decisiones del Estado, en la economía
de mercado el precio no es otra cosa que la interacción entre la oferta y la demanda.

En general, cuando la demanda de un bien económico es mayor que la oferta, se dará una
escasez de este, lo que hace que su precio aumente. Esto generará que las personas dejen de
comprar dicho bien, obligando a que la demanda baje y a que el precio se estabilice. En
cambio, cuando la oferta es mayor que la demanda, se produce un excedente del bien, lo que
hace que su precio disminuya. Al suceder esto, la tendencia del mercado es que las personas
incrementen su compra, haciendo que el precio suba hasta nivelarse.
La fijación de los precios de los productos y servicios se puede simplificaren el siguiente
esquema:

En la economía de mercado, los productores determinan qué medios emplear y cómo


combinarlos para poder fabricar el bien solicitado por la demanda. Sin embargo, en este
sistema suele primar el principio de máximo beneficio, que implica que el método de
producción que se elija será el más barato, es decir, aquel que permita al empresario obtener
mayores beneficios económicos.

El objetivo de la economía planificada es el beneficio común y compartido de las personas,


mientras que el de la economía de mercado es el de obtener los mayores ingresos económicos
para la empresa productora. Por ello, los factores de producción utilizados en la economía de
mercado tenderán a ser los más eficientes, es decir, los que produzcan mayor cantidad de
bienes en menor cantidad de tiempo.

Los sistemas mixtos

Hasta ahora, hemos analizado tres tipos puros de sistemas económicos: el tradicional, el
autoritario o planificado y el de mercado. Sin embargo, en la práctica no existen sistemas
económicos puros. Es decir, el sistema planificado y el de mercado necesitan complementarse
para permitir un crecimiento óptimo de la economía. Por ello es que todos los sistemas eco-
nómicos reales son mixtos, en la medida en que utilizan con preferencia un modelo económico
puro pero incorporan elementos de otros.

Por ejemplo, los países que prohíben la propiedad privada, y en los que el Estado regula
fuertemente la economía, también utilizan el mecanismo de precios, especialmente para la
distribución de la producción nacional. La mayoría de estos países permite que los precios de
los productos y de los servicios estén influidos por las fuerzas del mercado, así estén
intervenidos por el Estado.

La información acerca de los precios que suben y bajan ayuda a los planificadores a decidir qué
artículos deben producirse. Incluso, el mecanismo de precios puede ser utilizado para tomar
decisiones acerca de cómo hay que producir. Por ejemplo, las fábricas estatales pueden fijar los
objetivos de beneficio y poseer libertad para tomar sus propias decisiones en lugar de que se
les indique directrices sobre qué hay que producir y cómo organizar la producción. Este es el
caso, por ejemplo, de la economía que regía en un país como Yugoslavia.

De la misma manera que no existe una economía totalmente autoritaria, tampoco existe un
sistema de mercado puro. En este sistema económico, los Gobiernos intervienen con un
conjunto de medidas políticas que van desde leyes y directrices hasta impuestos y
subvenciones, así como algunas actividades productivas son ejercidas por el Estado mismo.

En un sistema planificado, se utiliza el mecanismo de los precios para permitir la distribución


de la producción nacional, mientras que, en una economía de mercado, los precios
proporcionan información para decidir qué artículos deben producirse. De esta manera, en
muchos países se da la planificación parcial, que consiste en una toma de decisiones
centralizada para un número limitado de sectores de la economía que son considerados de
gran importancia. Por ejemplo, algunos Gobiernos desempeñan el papel de planificadores
centrales ya que organizan la producción en unas pocas industrias, como la del carbón, los
ferrocarriles y los servicios postales, y no necesariamente intervienen en todos los sectores
económicos.

La economía de cada país difiere en el grado de confianza que otorga a los mercados para
coordinar las decisiones descentralizadas y en la confianza que da a una toma de decisiones
centralizada. De este modo, la economía de países como Cuba no se distingue de la de otros
países por la ausencia total del mercado sino en el hecho de tener mucha mayor planificación
central y menor utilización de los mercados con respecto a otros como Estados Unidos.

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