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Problematización:
Entre 1865 y 1960 comenzaron a llegar inmigrantes árabes y asiáticos, que a diferencia de los
europeos de la época colonial, no contaban con concesiones ni ofertas concretas para asentarse
en el país. Pese a todo, el espíritu emprendedor que los caracterizaba les permitió finalmente
asentarse. No obstante, en su proceso de integración, debieron enfrentar fuertes prejuicios y
discriminaciones por parte de la sociedad chilena. (Cano y Soffia, 2009). Respecto a la
inmigración de nuestros países vecinos (Argentina, Bolivia y Perú) se hace sentir con fuerza a
partir de fines de la década de 1990.
Según Cano y Soffia (2009) a comienzos del 2000 se observa la aparición de estudios de
diagnóstico y percepción sobre la inmigración limítrofe. En éstos se abordan problemáticas de
integración, de exclusión social en el mercado laboral chileno, y de segregación residencial
dentro de las zonas urbanas del país, las cuales hasta el día de hoy se mantienen.
Ahora bien, respecto a la situación laboral de los inmigrantes en Chile, no siempre cumple con
todas las expectativas que ellos tenían al migrar de su país. Algunas de las situaciones con las
que deben lidiar al momento de llegar son los obstáculos que se les presentan al buscar un
trabajo, conseguir un lugar donde vivir e integrarse a la comunidad chilena. El objeto de análisis
de este trabajo se centra en la situación laboral de los inmigrantes. La finalidad es averiguar
cuáles son las principales dificultades a las que se enfrentan al momento de buscar trabajo y
luego de mantenerse en él. Para los inmigrantes que hablan español, esto no resulta ser una
dificultad para integrarse al país, pero para extranjeros como chinos, haitianos o sirios esto suele
ser una de las principales dificultades al momento de incorporarse a la población chilena. Por
otro lado, otro fenómeno al cual se deben enfrentar es a la xenofobia o discriminación por parte
de algunos chilenos, quienes excluyen de la sociedad a extranjeros solo por el hecho de haber
nacido en otro país. Además de excluirlos, en algunas ocasiones también los maltratan, ya sea
con ofensas o insultos. También los señalan como los principales responsables del supuesto de
que ya no hay oferta de trabajo en Chile. Otra dificultad a la cual deben hacer frente es el hecho
de que algunos trabajos no contratan extranjeros, por prejuicios en algunos casos o porque no
tienen papeles, en otros. Además, las condiciones laborales de quienes consiguen un empleo no
son las más favorables o adecuadas.
El propósito de la presente investigación es analizar toda la problemática de la situación laboral
de inmigrantes, descubrir si presentan dificultades en el ámbito laboral, y de ser así, cuales, y
demostrar si los casos discriminatorios son habituales, muy escasos o son simplemente un mito.
También, comprobar si las expectativas sociales y económicas que tenían antes de llegar a Chile
fueron satisfechas luego de llevar algún tiempo viviendo acá.
Marco teórico:
En primer lugar, el concepto fundamental para la comprensión de este trabajo es el fenómeno de
migración. Esto corresponde al proceso de desplazamiento de una persona o población en el cual
dejan su lugar de nacimiento y donde han vivido toda su vida para trasladarse a otro lugar. Esto
puede ser originado por distintas causas, tales como políticas, económicas o sociales. “Desde la
perspectiva de las teorías de modernización, la migración es concebida como un proceso de
mejora y progreso, en el cual individuos se trasladan de un país pobre a una región más rica,
movidos por factores como de expulsión o atracción” (Giménez y Malgesini, 2000, p. 37). Esto
se refiere, en el ámbito político, a expulsiones producto de exilios. En el ámbito económico, se
refiere a atracciones que prometen mejores condiciones de vida, principalmente por una mejora
en los ingresos obtenidos laboralmente. “La partida se ve motivada generalmente por la idea de
buscar oportunidades que se encontrarían en el país de destino, mejorando así la calidad de vida
y condiciones precarias de existencia. Por esto, los extranjeros están dispuestos a apartarse de la
familia, los seres queridos y la patria misma” (Fonseca & Fronseca, 2004, p.01).
El fenómeno de la migración se caracteriza por dos principales procesos. Uno es el de
inmigración y otro el de emigración. El primer término, inmigración, corresponde a cuando
entran en un país personas que pertenecen y nacieron en otro lugar. Por otro lado, el concepto de
emigración se refiere a cuando las personas salen de su país de origen para irse a otro sitio,
principalmente por causas sociales y económicas. En este trabajo utilizaremos el término
inmigración, ya que si lo vemos desde nuestro punto de vista, estas personas “entran” a nuestro
país, convirtiéndose de este modo en inmigrantes.
El proceso migratorio se asocia como causa y consecuencia del concepto que muchos estudios
señalan como globalización, esto tomando distintos aspectos de las dimensiones económicas,
sociales, políticas y culturales asociadas, que afectan y generan los movimientos migratorios.
Los vínculos entre la globalización y la migración quedan en evidencia cuando las dimensiones
involucradas se examinan a la luz de los procesos de desarrollo a escala mundial. La primera
dimensión es la económica, en este sentido se refiere explícitamente a que existe una creciente
demanda por mano de obra, lo que fomenta la competitividad y esto impulsa a un crecimiento de
la economía. Cabe destacar que en este caso (Chile) la demanda aumenta cada vez más, pero por
parte de los inmigrantes. Sin embargo, las crecientes restricciones que existen al ingreso de estos,
tales como la discriminación que sufren al interior de las sociedades de llegada y las dificultades
-culturales, sociales, burocráticas, entre otras- que enfrentan para ejercer sus derechos, dan
cuenta de los elementos que traban el desarrollo de esta relación en condiciones de mayor fluidez
(DESA, 2004).
Por otro lado, en la dimensión política, uno de los temas de mayor debate es el relativo a los
derechos humanos y ciudadanos de los inmigrantes, que son reconocidos o negados por los
Estados a los que migran. La condición de inmigrante como extranjero genera una indiscutible
exposición a una mayor vulnerabilidad, y tiene una expresión crítica en la ausencia de derechos
que afecta a inmigrantes irregulares en general y, con mayor fuerza, a las mujeres y los menores.
En la dimensión social, se encuentran las formas de organización entre los migrantes, destacando
el uso de las redes sociales a la hora de desplazarse y en la búsqueda de apoyo una vez llegado al
destino. También existe en las sociedades de llegada y de salida, organizaciones que articulan
una respuesta colectiva respecto de la condición de migrante, ya sea del punto de vista cultural
(como los clubes sociales, deportivos y diversas organizaciones culturales), o político (como
organizaciones de defensa de los derechos de los migrantes).
En términos culturales, uno de los aspectos que genera mayor preocupación e interés académico,
político y social, son los que respectan a actitudes y conductas xenófobas y discriminatorias
contra la población inmigrante, especialmente aquella que ha logrado convertirse en una
comunidad al interior de las sociedades receptoras. (Fonseca & Fronseca, 2004, p.17-19)
Estas son algunas dimensiones que afectan y producen la migración a nivel mundial. Ahora
bien, centrándonos en el caso de Latinoamérica, últimamente la región ha sido testigo de grandes
olas migratorias, con diversos fines. “Los factores que impulsan los movimientos migratorios son
variados y poco conocidos, aunque se afirma, con fundamento, que en términos generales
responden principalmente a factores económicos” (Elizaga, 1970, p.14).
En cuanto a la migración en América Latina se ha destacado por poseer tres patrones
característicos, primero el de ultramar (fines del siglo XIX y principios del XX), que se
caracteriza por los movimientos hacia el continente americano de personas en su mayoría de
Europa. El segundo patrón identificado por la CEPAL, es la migración intrarregional que ha
estado presente a lo largo de la historia del continente. La orientación de los flujos estará
determinada en gran medida por los vaivenes económicos y políticos de los países. Este aspecto
ha afectado en los últimos años a Chile y Costa Rica, que han incrementado proporcionalmente
el número de inmigrantes. Por último, el tercer patrón ha sido que en las últimas décadas se ha
experimentado un fuerte incremento en la migración a Estados Unidos, con cerca de 15 millones
de latinos viviendo en este país. (Stefoni, 2005).
Respecto a la migración en Chile, “actualmente existe una amplia disponibilidad de empleo y
puestos de trabajo que están siendo ocupados por inmigrantes. Un caso emblemático es el sector
salud, donde según estimaciones la mitad de los funcionarios del sector de atención primaria son
extranjeros” (Stefoni, 2005, p.4).
Respecto a la caracterización de la población inmigrante en Chile, nuestro país ha experimentado
en los últimos años una nueva inmigración que es muy reciente y procedente de Sudamérica.
“Sus principales características son su espontaneidad, su finalidad eminentemente laboral, con un
tipo de migrante cuya principal característica es que su procedencia, costumbres sociales y
laborales son de tipo urbana’’ (DEM, s.f.). Primeramente existe una concentración en la región
metropolitana, al ser esta históricamente el centro de las actividades en relación al trabajo y del
mercado laboral. “Información del DEM (2010) señala que el 64,8% de la población inmigrante
vive en la Región Metropolitana, seguido de un 6,14% que reside en la región de Valparaíso
(ciudad costera cercana a Santiago) ’’ (OIM, 2011). En segundo lugar, hay una creciente
diversificación de los países de origen. En este caso, según la encuesta de hogares y el registro de
visas del DEM, la migración peruana constituiría la primera mayoría (37,1% para la inmigración
peruana y 17,2% para la argentina). Luego, la inmigración boliviana, ecuatoriana y colombiana
experimentaría un leve incremento respecto de los datos censales de 2002 (6,8%; 5,4% y 3,7%
respectivamente). La encuesta de hogares 2009, por su parte, identifica la presencia de otros
colectivos como dominicanos y haitianos y otorga un mayor peso a la migración colombiana
(7%). (OIM, 2011). En tercer lugar, se puede evidenciar una feminización de este proceso
migratorio. Según el DEM, en 2010 el porcentaje de mujeres peruanas es de 56,8%, de
colombianas es de 58,5%; ecuatorianas de 55% y bolivianas de 53%. (OIM, 2011). En cuarto
lugar, respecto a las edades de los inmigrantes, se concentran en los grupos etarios entre 15 y 44
años. Finalmente, debemos mencionar que existe una alta concentración de inmigrantes en
trabajos de tipo precario. “Mientras los migrantes peruanos y bolivianos se incorporan
mayoritariamente en sectores de baja calificación y en empleos de mayor precariedad, como
trabajo doméstico, comercio informal y construcción, la migración argentina y ecuatoriana
presenta una inserción más heterogénea, en puestos de trabajo de alta, media y baja calificación,
como profesionales, servicios, comercio y trabajos de cuidado y doméstico.’’ (OIM, 2011)
Luego de llegar a Chile, los inmigrantes tienen que considerar la forma en que se van a integrar o
incorporar a la comunidad chilena. Principalmente al hablar de integración, es netamente en
términos culturales, y esto se considera como un proceso de adaptación de los inmigrantes de la
sociedad, y de la cultura de recepción, sin por ello perder su distintividad cultural. La mayoría de
los inmigrantes deben adaptarse a la cultura chilena lo más rápido posible para poder habitar de
la mejor manera el tiempo que vivirán en el territorio. Principalmente el poder hablar la misma
lengua facilita la integración, ya que si no se manejan con el idioma dominante del territorio, les
tomará un mayor tiempo el poder integrarse a nuestra comunidad. Por ejemplo, hoy en día la
gran cantidad de haitianos que ha llegado no habla español, o bien si lo habla, no es de manera
fluida, dificultando así el poder comunicarse, ya sea con cualquier persona, en especial con
chilenos, ya que es principalmente con estos que deben hablar para conseguir algún tipo de
trabajo, y en consecuencia esta barrera dificulta la posibilidad de poder estar empleado. Una
persona está empleada si se encuentra regularmente ocupada en una actividad económica
(Gasparini y Marchionni, 2015, p.6). En el mismo texto -“La participación laboral femenina en
América Latina: avances, retrocesos y desafíos”- se menciona que:
“La Organización Internacional del Trabajo (OIT) utiliza una definición concreta: los
empleados son “aquellos que durante un periodo específico tal como una semana o un
día, (a) realizan trabajos por una retribución o salario, ya sea en dinero o en especie, (b)
poseen una relación formal con su empleador pero temporalmente no estaban trabajando
en el período de referencia, (c) realizan trabajos para beneficio o ganancia de la familia
durante el período de 7 referencia, o (d) son dueños ya sea de un negocio, una granja o un
servicio pero temporalmente no estaban trabajando en el período de referencia por alguna
razón” (Gasparini y Marchionni, 2015, p.6)
Al momento de estar empleados, y también en su vida cotidiana, los inmigrantes viven en
algunas circunstancias situaciones de xenofobia, tal como lo explican Hopenhayn y Bello (2001)
“en América Latina y el Caribe la xenofobia hunde sus raíces históricas en la discriminación
étnico-racial. El imaginario cultural de negación del otro se transfiere más tarde al otro-
extranjero, sobre todo si no es blanco y migra desde países caracterizados por una mayor
densidad de población indígena, afro latina o afro caribeña”, por lo tanto a medida que la
migración laboral enfrenta en el país receptor (en este caso Chile), situaciones recesivas o de
restricción del empleo, recrudecen las reacciones xenofóbicas, ya que los inmigrantes sienten en
parte el rechazo que reciben por parte del empleador, o por los mismos ciudadanos, ya sea por
ser extranjeros u otros motivos, pero principalmente por ser “diferentes”. Entonces en modo de
síntesis, la xenofobia es un rechazo a los extranjeros, y esto se reproduce en una forma de
discriminación, la cual se manifiesta en un trato diferente que se le da a una persona por motivos
de raza, sexo, ideas políticas, religión, entre otras, y a la vez incluye al racismo.
Ahora bien, la persona “racista es aquella que considera que determinadas etnias, razas, color,
religión o costumbres son inferiores a la suya” (Martínez, 2001, p.79). También consideramos
que ‘’el concepto de racismo hace alusión a un planteamiento (de carácter doctrinario o de
sentido común) que promueve la desigualdad entre “razas” humanas, insistiendo en establecer
una diferenciación de los Derechos Civiles, de acuerdo a factores de carácter biológicos. Se
justifica, generalmente, a través del racismo, el sometimiento de grupos sociales a formas de
explotación económicas, segregación racial e incluso, en casos extremos, a la eliminación física.”
(Amar. M, 2009, p.2). Es importante destacar que el racismo es un tema latente en Chile, que ha
quedado evidenciado con la multitudinaria llegada de inmigrantes a nuestro país. Es importante
analizar esta conducta, ya que no es una situación ajena a la realidad, ni tampoco nueva. Este
fenómeno se remonta al nacimiento de Chile, a la llegada de los colonizadores españoles y la
cultura europea que quisieron imponer, la que finalmente se mezcló formando nuestro mundo
cultural y cotidianeidad actual. ‘’En Chile como en América Latina, la cultura ‘blanca’ arraigada
en el interés desarrollista de lo europeo, se ha definido contra un ‘otro/a’ no blanco, que proyecta
una alteridad que actúa sobre la base de un imaginario civilizatorio y racializado, determinando
comportamientos prácticos y discursivos que van desde las propuestas de asimilación como un
modo de integrar y olvidar completamente los orígenes, hasta la inclusión que funciona en la
exclusión’’ (Tijoux, M. y Córdova, M., 2015).
La presente investigación tiene como propósito analizar la situación de los inmigrantes en Chile
con respecto a su situación laboral, por lo que resulta muy importante explicar cómo funciona el
mercado laboral en nuestro país. En primer lugar, el trabajo en Chile está regulado mediante un
“Código del trabajo”, el cual tiene como finalidad regular el mercado laboral, estableciendo las
reglas que este debe acatar.
Algunas de las normas que este Código establece son las del contrato individual, algunos
aspectos generales sobre el trabajo, también de la capacidad para contratar, al trabajo de
menores, a la jornada del trabajo, de las remuneraciones, de los feriados y vacaciones, entre
otras. Hay un capítulo de este documento que se encarga de establecer las reglas sobre la
nacionalidad de los trabajadores pertenecientes a una empresa. Por ejemplo, una de las reglas
establecidas corresponde a que el 85% de los trabajadores que sirvan a un mismo empleador
deben ser de nacionalidad chilena. Exceptuando a aquellos empleadores que no contraten más de
25 trabajadores. Todo esto contemplando solo el número total de trabajadores que un empleador
ocupe dentro del territorio nacional, sin considerar sucursales en otros lugares. Además, se
excluirá al personal técnico especialista y se considerará como chileno a todo extranjero cuyo
cónyuge o hijos sean chilenos y a aquellos que lleven más de 5 años como residentes en el país
(Dirección del Trabajo, 2016, p. 29-30). Esto refleja que la legislación chilena establece como
preferencia al momento de contratar trabajadores a personas de nacionalidad chilena por sobre
inmigrantes.
El mercado laboral chileno se ha visto afectado por una serie de profundos cambios en las
políticas chilenas, producto de que la sociedad se ha ido transformando en una dominada por la
ideología del capitalismo. Esta se basa en que, en la economía y la sociedad los medios de
producción son principalmente de propiedad privada. Además, otorga una gran importancia al
capital y a generar riquezas, la cual tiene fines de lucro. La economía capitalista transforma los
objetos en mercancías, lo cual se denomina como comodificación. Esto es un “proceso
característico y a la vez fundamental de la economía capitalista que transforma los objetos,
bienes, o incluso ideas y objetos usualmente no considerados bienes transables, en mercancías”
(Cuevas, H. 2015, p. 3) Por ende, cuando se produjo este cambio en nuestra sociedad donde el
capitalismo pasó a ser la base de nuestra economía, fue inevitable que se produjeran grandes
reformas de carácter muy radical, algunas de estas corresponden a disminuir el rol del Estado en
materias sociales, traspasando una gran cantidad de empresas públicas reguladas por el Estado a
manos de privados, perjudicando a la sociedad, pero favoreciendo a la economía nacional.
En el ámbito laboral, estas reformas se orientaron a desregularizar una gran parte de lo que
estaba establecido, debido a que se consideraba que el mercado era muy rígido y estricto, por lo
que no permitía que las empresas y sus empleados se fueran adaptando a las nuevas situaciones
económicas, sociales, culturales y tecnológicas, es decir, a cada contexto. Por otro lado, también
existía una alta tasa de desempleo producto de que había muchas condiciones y reglas para
emplear personas. “El término recomodificación describe los más recientes procesos de
reducción de los beneficios sociales otorgados por las empresas y las políticas sociales de
bienestar, el repliegue del Estado y sus servicios, la limitación de la negociación colectiva y la
sindicalización y el incremento de la desregulación y flexibilización del mercado laboral. El
efecto de este conjunto de procesos ha sido una renovada mercantilización del trabajo” (Cuevas,
H. 2015 p. 5)
La desregulación del trabajo implicó importantes reformas. Algunas de estas corresponden al
ámbito salarial, ya que se legalizó la opción de las empresas para hacer modificaciones en el
precio de la mano de obra, también en la capacidad que tienen para contratar fácilmente
empleados y para despedir, y por último la facultad de las empresas para reorganizar el trabajo
constantemente, cambiando la estructura de la empresa y las funciones de los trabajadores.
Todos estos factores se caracterizaron por una carencia de políticas de pleno empleo, lo que
produjo mucha inseguridad, una alta fragilidad en los sindicatos y el derecho a huelga,
inseguridad por ausencia o debilidad de protección contra accidentes laborales y falta de
regulaciones, protecciones y garantías estatales referidas a los derechos socioeconómicos de las
personas. Estas causas produjeron una consecuencia en el trabajo, lo que se denomina como
precarización. “El término precariado alude a un estado o segmento social particular que ha
aparecido en sociedades capitalistas de regímenes laborales crecientemente desregulados y de
trabajo flexible, resultado de la globalización y el neoliberalismo” (Cuevas, H. 2015 p. 4)
Los efectos que producen la precarización del trabajo son la compresión y aceleración del tiempo
de trabajo, la fragmentación de la estructura de clases y la constitución de semi-ciudadanos. Esta
categoría del trabajo es una de las que afecta en mayor proporción a los inmigrantes, debido a
que como llegan buscando empleo urgentemente, se ven forzados a aceptar cualquiera que se les
proponga, y mayoritariamente, serán trabajos pecarios y flexibles. “El precariado es internamente
muy variado y heterogéneo, incluye a inmigrantes, mujeres, jóvenes, discapacitados, etc.” (...)
“El precariado estaría conformado en parte importante por semi-ciudadanos, es decir, sujetos que
no gozan de todas las garantías que provee el status de ciudadano. Tal es el caso de los asilados,
trabajadores indocumentados, trabajadores extranjeros (inmigrantes) con permiso temporal” La
lucha de los trabajadores precarios en América Latina, por ejemplo de los inmigrantes o
indocumentados, se inserta en una historia de persecución y racismo naturalizado. (Cuevas, H.
2015, p. 8)
En nuestro contexto de globalización y apertura de los mercados, surge un tema relevante que
implica la búsqueda de trabajos por parte de los inmigrantes: trabajos que sean rápidos de
conseguir, es decir que no hayan complicaciones para integrarse rápidamente al mundo laboral,
tal como fue mencionado anteriormente. En este sentido, es importante definir el concepto de
flexibilización. La flexibilización nace como solución a los problemas que se generaron en la
década de los 80’s, que contemplaban un estancamiento en la producción, y una alta tasa de
desempleo e inflación como las más importantes consecuencias. (Sandoval, B., 2015, p. 9). Se
trata de una solución, ya que en este contexto “Se generó una recombinación de los factores
productivos, economías de escala y una relocalización de las actividades productivas, las cuales
requirieron el acceso a grandes mercados y a una reserva de mano de obra más flexible y
adaptable’’(Sandoval, B., 2015, p.10). Tiene variados aspectos negativos, ya que se la asocia a la
precariedad (la cual definimos más arriba). La flexibilidad laboral se sustenta a sí misma, ya que
existe una “reserva’’ de personas que están dispuestas a aceptar empleos precarios. “En este
sentido, podemos decir que los progresos de la flexibilidad laboral se han visto facilitados por la
existencia de un “ejército de parados”, dispuestos a aceptar ofertas de empleos flexibles, en
ausencia de otra posibilidad de acceder a un empleo más acorde con el modelo de relación de
trabajo tradicional’’(Sandoval, B.,2015, p.13). Es por esto que quienes se ven más afectados son
parte de la población más vulnerable, incluyendo a los inmigrantes, quienes son la nueva fuerza
de trabajo, dispuestos a buscar empleos con estas condiciones.
Respecto a regulaciones en esta temática de tipo pública, existe una preocupación de parte del
Estado reflejado en el Departamento de Extranjería y Migración (DEM), del Ministerio del
interior y Seguridad Pública. Este organismo público tiene como misión “garantizar el
cumplimiento de la legislación de extranjería vigente en el país, relativa al ingreso y egreso,
residencia definitiva o temporal, expulsión y regulación de los ciudadanos extranjeros que
permanecen en el territorio nacional, en el marco de la Política Nacional Migratoria del Gobierno
de Chile” (DEM). Además, busca impulsar el establecimiento de políticas públicas enfocadas a
los inmigrantes. Entre las acciones en busca de integración hacia estas personas, el Departamento
ha establecido convenios intersectoriales en el ámbito de la maternidad, el acceso a la educación,
apoyo a víctimas de violencia intrafamiliar y acceso a la red protectora de la infancia, además de
garantizar un sistema de Protección Social, contenida en una guía sustentada en el pacto
internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de 1966 (DEM).
Debido a la gran llegada de extranjeros a Chile y la necesidad que estos tienen de trabajar, para
así poder enviar dinero a sus familias o para mantenerse en este país, es que han surgido distintos
programas de apoyo, tanto del gobierno como de agrupaciones que fomentan el acceso al empleo
de la población migrante. Uno de estos proyectos es el “Programa de Apoyo Sociolaboral para
Inmigrantes” impulsado por la Subsecretaría del Trabajo perteneciente al Ministerio de Trabajo y
Previsión Social. Las bases de este programa radica “en la alta precariedad en la situación
sociolaboral de los inmigrantes en Chile, en virtud de las dificultades y escasas oportunidades en
su proceso de regularización e inclusión laboral” (Programa de Apoyo Sociolaboral para
Inmigrantes, 2015-2016, p.01). Esto se busca revertir mediante el fomento al acceso a empleo de
las personas inmigrantes, a través de capacitaciones en habilidades blandas y en oficio,
incrementando sus opciones de ingreso a un empleo formal y su permanencia en éste, y
favoreciendo la regularización de su situación (Programa de Apoyo Sociolaboral para
Inmigrantes, 2015-2016). Para lograr estas capacitaciones que ayuden a la obtención de un
ingreso y trabajo formal, es que el gobierno propuso un gasto estimado que se enfoca en cubrir
contratación transitoria, capacitaciones, intermediación e inserción laboral y gastos
administrativos. Estos componentes generaron un gasto total de $994.400 y un porcentaje
de gasto administrativo de un 11,77%.
Este programa se encuentra enfocado y dirigido a “todos los inmigrantes que se encuentran en
una situación sociolaboral precaria, mayores de 18 años, que necesiten conseguir un empleo y
regularizar su estadía en Chile” (Programa de Apoyo Sociolaboral para Inmigrantes, 2015-2016,
p.02).
Otro proyecto que se ha impulsado en pro de la situación laboral de los inmigrantes en Chile, es
el “Apoyando la empleabilidad de migrantes”, llevado a cabo por América Solidaria. Cabe
destacar que América Solidaria ha trabajado desde el 2010 en asesorías para inmigrantes en
situación de vulnerabilidad social.
La creación de este programa se enfoca en la problemática de “La situación de vulnerabilidad
laboral y social en la que se encuentran un gran número de migrantes en Santiago de Chile. Tiene
su origen en su condición legal y en la desinformación respecto de la normativa laboral vigente.
Tanto los inmigrantes en busca de trabajo, como los ya insertos en el mundo laboral, están
expuestos diariamente a situaciones que vulneran sus derechos básicos y dañan su integridad.
Otro de los factores que los afecta es la falta de vinculación entre los inmigrantes que buscan
empleo y las empresas que desean contratarlos, sobre todo a los que se encuentran en mayor
vulnerabilidad” (América Solidaria, 2014). A través de este proyecto, y el trabajo de la
profesional voluntaria en conjunto con el socio territorial -Servicio Jesuita Migrantes (SJM)-, se
les entrega herramientas que fortalecen las capacidades socio-laborales, asesoría legal sobre sus
derechos laborales, preparación para la inserción laboral y se facilita la vinculación con empresas
que tienen vocación social y comprenden la situación de los migrantes. Por otro lado, se trabaja
con estas últimas a través de talleres de multiculturalidad para empresas y se les apoya en su
proceso de vinculación e inserción de los nuevos trabajadores. Los beneficiarios de este proyecto
son directamente cerca de 330 migrantes vinculados a Servicio Jesuita Migrantes (SJM), junto a
8 empresas participantes del proyecto. A su vez, se beneficia indirectamente a cerca de 990
personas que integran las familias de los migrantes beneficiarios de este proyecto (América
Solidaria, 2014).
Presentación de la información:
Análisis de información:
Según lo que hemos recolectado a partir de las entrevistas, las cuales tuvieron la característica de
ser variadas en distintos términos, tales como dirigidas a inmigrantes que han llegado hace unos
años hasta algunos que llevan más tiempo. Esto lo hicimos con la intención de encontrar algunas
diferencias que puedan haber. Además, tratamos de que las entrevistas fueran dirigidas a la
misma cantidad de hombres y mujeres, desempleados y empleados, para saber las versiones
desde todos los puntos de vista posibles. Según esta información, podemos hacer el siguiente
análisis.
En primer lugar, encontramos que la mayoría de nuestros entrevistados dijo que no es tan difícil
encontrar trabajo en Chile. Sin embargo, ellos recalcan que son trabajos flexibles los más fáciles
para encontrar, es decir, aquellos en los que no se piden muchos requisitos, y reciben
rápidamente a quienes quieran acceder a las condiciones impuestas. Por otro lado, los
entrevistados señalan que estos son trabajos de sueldos mínimos y con horario completo.
Agregan que existe una enorme dificultad para obtener mejores trabajos, ya que uno de los
principales requisitos es presentar el carnet chileno, lo que les dificulta mucho ser contratados
cuando aún no han podido obtener la cédula, es decir, principalmente requieren de mayor
estabilidad en Chile para lograr conseguir un trabajo calificado como bueno. Una persona indicó
que encontrar trabajo en su profesión acá ha sido imposible, esto porque nos mencionó que en
nuestro país buscan personas egresadas de instituciones de educación que sean chilenos.
También un desempleado declaró que aún sigue sin trabajo porque sigue buscando algo de
mejores ingresos, lo que ha sido bastante difícil dadas las condiciones laborales de los
inmigrantes en Chile. Cabe destacar, que en la actualidad los chilenos también se hallan
sumergidos en el problema de conseguir trabajos con mejores sueldos, por lo tanto, para los
inmigrantes será aún más difícil esta búsqueda. Por otro lado, para los inmigrantes en general no
es complicado conseguir un empleo, pero esto se refiere a trabajos flexibles, donde no se
solicitan muchos requisitos, y los sueldos son relativamente bajos. Es por esto que concuerdan
que lo más difícil es conseguir que los contraten en un trabajo donde paguen mucho más que el
sueldo mínimo, es decir, una mejor remuneración; y en estos empleos se solicitan distintos
papeles o se piden mayores requisitos, por lo tanto se les pide una estabilidad. En esta situación,
las posibilidades se les reducen enormemente.
Algunos nos han dicho que a pesar de que no han experimentado discriminación reconocen que
es muy común escuchar de otros conocidos que esto es una realidad en Chile. Las formas de
discriminación que conocen son variadas entre nuestros entrevistados. Las entrevistadas número
tres y cinco recalcan que el hecho de ser mujer ya es una mayor razón para sufrir discriminación,
ya que menciona que muchas veces el ser mujer, aumenta la cantidad de prejuicios negativos. La
entrevistada cinco nos mencionó “además por ser mujer y colombiana muchos piensan que
viene uno a prostituirse y no es así”. También existe el prejuicio de que los vinculan con temas
de drogas, dificultando la obtención de trabajos con mejores condiciones, remuneraciones y
oportunidades, ya que por parte de los empleadores, este tema es relevante a la hora de dar
trabajo. Otro entrevistado señaló que en Chile aún existe racismo por color de piel y raza, pero
también agrega que esta no es una situación mayoritaria, sino que se da en menor proporción.
Uno de los puntos en los que todos nuestros entrevistados coincidieron, es que en Chile se
discrimina a los inmigrantes en los empleos de mejor calidad y remuneración, puesto que las
trabas que perciben para ser aceptados son enormes y la mayoría de las veces no son contratados.
Junto a esto, también los empleadores evalúan el tiempo que los inmigrantes llevan viviendo en
Chile. Algunos, para empleos más fáciles de conseguir, prefieren inmigrantes que lleven poco
tiempo en el país. Esto porque no están más informados de la situación en Chile, por lo que
muchos consideran buenos los sueldos que se les ofrecen, comparando con su situación en sus
países de origen, la cual es más complicada económicamente. Nuestra tercera entrevistada así lo
afirmó, diciendo que es una situación común que prefieran inmigrantes recién llegados, más
vulnerables a la hora de buscar un empleo. Señaló, además, que en algunos trabajos cuando se
enteran de que un inmigrante lleva mucho tiempo viviendo en Chile, no lo contratan porque
creen que ya saben más sobre la situación laboral y exigirá sus derechos. En cambio, prefieren
inmigrantes recién llegados, que están desesperados por conseguir empleo y aceptan trabajar en
cualquier tipo de condiciones. Esto también se traduce en discriminación al momento de buscar
trabajo, además de una clara situación de aprovechamiento de esta fuerza de trabajo mucho más
expuesta a sufrir vulneraciones de derechos.
Con respecto a los motivos por los cuales nuestros entrevistados decidieron emigrar a Chile, la
gran mayoría coincide en que este país tiene mucha reputación y fama en el ámbito económico a
lo largo de todo el continente, debido a que se considera como uno de los mejores países en el
nivel económico, con una alta tasa de empleabilidad y con uno de los sueldos mínimos mayores,
comparados con los demás países de América Latina. Por esta razón, algunos inmigrantes que
contaron su experiencia personal, señalaron que muchos conocidos y amigos les contaron que la
situación en Chile era más favorable que en su país, que acá les podía ir mejor y que podían
surgir; Lo cual fue una motivación para emigrar de sus países y venir a Chile, para así poder
comprobar si esta situación era realmente así. Los principales motivos de nuestros entrevistados
para emigrar fueron por razones políticas, por razones económicas y laborales, por razones de
viaje, por razones de estudios. Estos motivos pueden estar relacionados en algunos casos. Por
ejemplo, la entrevistada a la que le gustaba viajar, también buscaba algún lugar donde
establecerse, por lo tanto, estos factores estaban conectados. También por problemas políticos,
este factor afecta en la búsqueda de empleo en el país de origen.
Con respecto a las expectativas que tenían al llegar a Chile, todos los entrevistados esperaban, en
el ámbito laboral, conseguir rápidamente un buen trabajo, acorde a sus necesidades y
capacidades y con un ingreso adecuado. Esto debido a todos los comentarios de conocidos que
les decían que acá la situación era más sencilla. En este sentido, las expectativas en la totalidad
de las personas entrevistadas no fueron cumplidas. Si bien todos declaran encontrar trabajo fácil,
como se mencionó anteriormente, solo son trabajos flexibles, es decir, de carácter precario. Esto,
aunque les permite recibir un ingreso para subsistir en este país y mantenerse, no cumple con las
expectativas laborales y económicas que las personas tenían, ya que la categoría de los trabajos
donde se emplean son de tipo doméstico, físicamente forzosos, o sin mayores requisitos en el
ámbito curricular. Esto se traduce en ingresos mínimos, lo que no era lo que ellos esperaban
antes de venir. Además, uno de los entrevistados afirma que “si yo estuviera trabajando acá en lo
que estudié, incluso como técnico, ganaría mucho más dinero que lo que gano en mi trabajo
actual”. Por lo tanto, podemos evidenciar que a pesar de que Chile tenga una mejor situación
económica que otros países, al momento de buscar buenos trabajos, esta situación queda
reducida a malos empleos, con características precarias, vulnerando los derechos de los
trabajadores inmigrantes.
En el ámbito social, las expectativas que tenían algunos entrevistados eran negativas, debido a
que se esperaban sufrir algún tipo de discriminación por parte de los chilenos. Otros
entrevistados, difieren de esto, ya que tenían expectativas positivas de ser bien recibidos y
acogidos por la población en Chile. Al momento de establecerse y de llevar viviendo algún
tiempo aquí, la mayoría de los entrevistados señaló que ha sido bien recibido, que los habitantes
en general los tratan de buena manera, que comparten con ellos y que los respetan. Sin embargo,
también agregan que hay una parte de la gente que es racista y discriminadora, que no quiere a
los inmigrantes en su país y que los trata mal, pero nos afirman que no son la mayoría de las
personas las que no quieren a los inmigrantes, ya que muchos de nuestros entrevistados no se han
visto en situaciones de discriminación. Respecto a esto, un entrevistado señaló que la gente trata
mal a las personas cuando son ignorantes o mal educadas, pero que si ven que el inmigrante es
inteligente, educado y que tiene estudios, lo van a respetar de la misma forma que a un
compatriota. Otra entrevistada también afirmó que “hay mucho chileno que no quiere al
extranjero, que lo trata mal, pero eso no es todo el mundo, hay de todo”.
Acerca de la integración a la comunidad chilena, las respuestas de los entrevistados han sido
todas muy diferentes. Por ejemplo, los entrevistados 1 y 2 afirmaron que se llevan muy bien con
los chilenos, que no han tenido dificultades para integrarse. El entrevistado 1 contó que para
integrarse adecuadamente y sin problemas es necesario adaptarse a la cultura local del país,
adoptar sus costumbres y hábitos. Por otro lado, la entrevistada número 3 señala que le ha
costado mucho integrarse, debido a que siempre fue cuestionada por su manera de vestir.
Además, sufría de los prejuicios de las personas por su nacionalidad colombiana. Por ende, tuvo
que adaptarse, y agrega que ahora se viste y actúa de otra forma frente a los chilenos, para así
poder ser aceptada. También otra entrevistada cuenta que se ha integrado muy favorablemente,
que incluso le gusta mucho el país, llegando a casarse con una persona de su misma
nacionalidad, pero ambos decidieron quedarse en este país. La última entrevistada indicó que le
ha costado integrarse porque hay chilenos que son muy pesados con los extranjeros, pero que
esto no es una situación generalizada, por lo que tampoco evalúa negativamente su integración.
En relación a la discriminación en cualquier ámbito de la vida en Chile, los entrevistados
concuerdan en que esta existe, pero que no es mayoritaria y que depende en gran parte de la
nacionalidad de cada inmigrante cómo sea el trato recibido. Esta situación de todas formas se
considera como discriminación, debido a que no es posible tratar bien o mal a una persona solo
por haber nacido en algún país específico. Esto se explica principalmente por los prejuicios que
se han ido formando en la población, en base a actos de algunos extranjeros que han sido muy
mediáticos. Sin embargo, no es adecuado generalizar, ya que es claro que no se pueden
responsabilizar de los malos actos que hayan cometido otras personas de su misma nacionalidad.
En este sentido, un entrevistado cuenta que a los haitianos no se les discrimina mucho, quizás
puede ser por su color de piel o por su educación. Otra persona entrevistada afirma que a los
colombianos se les discrimina mucho porque son considerados por los chilenos como
delincuentes, con el narcotráfico o a las mujeres como prostitutas. Esta situación es totalmente
reprochable. Por otro lado, también hay algunos entrevistados que nunca han sufrido
discriminación, sino que solo buenos tratos. Cabe destacar que podemos comprobar que la
situación difiere entre los inmigrantes que llevan más tiempo, y quienes no. La entrevistada
número tres, si bien, en un principio se sintió cómoda, con el pasar de los años comprobó que la
situación es distinta, es decir, es común la discriminación. Sobre todo, porque el factor de ser
mujer, es relevante a la hora de tratar a las inmigrantes, quienes llevan encima muchos otros
prejuicios. Dos entrevistados señalaron que nunca han evidenciado la discriminación, pero,
llevan muy poco tiempo en el país. Por lo que esta situación, la discriminación en la
cotidianeidad de los entrevistados, difiere dependiendo del tiempo en que lleven viviendo en el
país.
En cuanto a las redes de apoyo otorgadas por el Estado o por instituciones, la respuesta de todos
los entrevistados es que no saben si existen estas redes, o que no las conocen. Dos entrevistados
afirman que no las han buscado porque siempre han salido adelante por su cuenta y por sus
propios esfuerzos. Otro aseguró que si estas redes de apoyo existieran, las conocería, por lo que
asegura que no existen. Otra persona también afirmó que hasta el momento no se ha visto en la
situación de solicitar ayuda, por lo que tampoco ha averiguado.
En base a nuestra visión, creemos que la principal dificultad que viven los inmigrantes para
encontrar trabajo son las trabas que ponen los empleadores, partiendo por exigir el carnet y luego
discriminándolos en buenos trabajos por su nacionalidad. La mayoría de la población inmigrante
llega a Chile con expectativas muy altas, buscando surgir y obtener buenos ingresos monetarios,
pero no saben que aquí no es como se plantea en sus países de origen, ya que con el sueldo
mínimo no se puede vivir dignamente sin tener que pasar algunas dificultades. Por lo tanto,
muchos viven en situación de hacinación, en piezas o cités, y los arriendos que les cobran son
altos. Es por esto que son pocos los inmigrantes que vienen con la disposición de quedarse, ya
que prefieren vivir en esas condiciones solo por un tiempo y así poder juntar la mayor cantidad
de dinero para sus familias.
En cuanto a la discriminación, es un tema latente en este país, ya que no solo es hacia los
inmigrantes o extranjeros, sino que entre las mismas personas de la comunidad chilena ocurren
graves casos de discriminación. Sin embargo, la discriminación que ocurre entre los propios
chilenos es más bien de clasismo. La entrevistada número 4, nos dijo que en nuestro país ocurre
la menor cantidad de casos de algún tipo de discriminación. Es por esto que Chile es un país más
atractivo para los inmigrantes. Cabe destacar que si entre los chilenos ocurren casos
discriminatorios, aunque sea de tipo clasista, los inmigrantes no estarán exentos de esto. Se suele
asociar a los inmigrantes latinoamericanos con una situación de vulnerabilidad y pobreza, y esto
es una situación latente en Chile, a pesar de que muchos de nuestros entrevistados nos dijeron
nunca haber presenciado una situación de discriminación. Aun así, algo destacable y positivo es
que varios de los entrevistados nos dijeron no haber sentido nunca algún tipo de discriminación o
incluso situaciones de xenofobia. De todas formas, es una tarea pendiente tanto para el país en
general como para las personas que conviven o trabajan con inmigrantes, ya que si bien son
pocos los casos de discriminación, es algo que ocurre en muchos lugares, y esto de alguna u otra
forma empeora el ambiente laboral y principalmente lo cambia para mal, incluso llegando a
afectar las ganas y ritmo de trabajo del empleado. Por otro lado, podemos destacar que dos
entrevistadas mujeres han experimentado discriminación. Esto es un factor importante, ya que las
mujeres son quienes tienen mayores probabilidades de ser más vulneradas, por todos los
prejuicios que vienen con ellas.
Conclusión:
Luego de la recolección de información de distintas fuentes y el análisis de estos resultados,
podemos afirmar las siguientes conclusiones.
En primer lugar, la alta cantidad de inmigrantes en Chile se debe al difícil momento económico,
político y en algunas ocasiones social por el que están pasando sus países de origen, lo que los
lleva a partir en busca de mejores condiciones, siendo una de las principales la búsqueda de
empleo que les permita juntar dinero. Es importante destacar que en los primeros años de este
“boom migratorio”, la obtención de un empleo por parte de los inmigrantes no era tan dificultosa
como en la actualidad, ya que actualmente si quieren optar a un mejor trabajo y con contrato fijo,
es requisito el tener sus papeles de inmigración al día. Además de que estos mismos papeles
influyen a la hora de buscar un arriendo para poder asentarse en un lugar para vivir durante el
tiempo en que estén en Chile.
En cuanto a la calidad de los trabajos, se puede observar que existe una tendencia por parte de
los inmigrantes a entrar a trabajos que para el chileno serían de baja remuneración. Esto se
explica porque más que elegir dónde trabajar, los inmigrantes tienen opciones muy reducidas en
temas de oferta de trabajo, por lo que deben aceptar lo que sea que se les ofrezca. El hecho de
que los inmigrantes sean quienes más trabajan en empleos donde pagan el sueldo mínimo, se
debe a que estos son los empleos donde más rápido los contratan, sin ponerles demasiadas trabas
ni requisitos, y como la mayoría al llegar necesita de dinero rápido para arrendar un hogar y para
mantenerse, entonces aceptan cualquier trabajo, sin considerar que el sueldo pagado no es
equivalente al trabajo realizado y a las horas trabajadas. Además, en muchas ocasiones estos
empleos no cuentan con un contrato fijo para los empleados, lo que los lleva a quedar
desamparados en caso de sufrir algún accidente laboral, la opción de un finiquito en caso de
quedar desempleado, entre otros beneficios que cualquier trabajador debería tener según el
código del trabajo.
Por otro lado, en cuanto a los ingresos, los inmigrantes generalmente se conforman con un
empleo donde reciben sueldos mínimos más bonos, debido a que al enviar este dinero a sus
países de origen, en casos como los haitianos o peruanos, este dinero significa una gran cantidad
para ellos, o al menos un monto aceptable. Sin embargo, esta situación no es positiva, debido a
que vivir en Chile es caro, por ende, el dinero que logran juntar o enviar termina muy reducido.
Otro de los aspectos importantes sería la poca opción que tienen los inmigrantes de ejercer -si es
que tienen- su profesión u oficio en Chile. Esto ya que deben revalidar sus estudios y en muchas
ocasiones se les dificulta si su casa de estudios no tiene convenios con universidades chilenas.
Además, en muchas ocasiones los conocimientos que los inmigrantes tienen son aplicables a su
país de origen y en ocasiones no son los que se requieren en Chile, esto se puede ver
ejemplificado según Valdivieso & Montero (2010) en que en la atención primaria, los médicos
certificados en Medicina Familiar son escasos, por lo que se debe optar por médicos que son
formados en el extranjero, y que muchas veces no cuentan con los conocimientos necesarios para
atender patologías prevalentes en el Chile de hoy. Debido a esta situación, el mercado laboral
chileno en cuanto a la oferta de trabajo de alto rango, se tiende a dar preferencia a personas con
estudios chilenos que a inmigrantes que estudiaron en sus países. Esto también dificulta y reduce
sus opciones para encontrar trabajo.
En el ámbito cultural, se han producido varias consecuencias con la llegada masiva de
inmigrantes en Chile. Esto principalmente porque un elemento importante a tomar en cuenta es
la cultura de los países de origen de estas personas y la cultura local, que en este caso sería la
chilena. Nuestros entrevistados nos dieron a entender, en su mayoría, que no han sufrido
discriminación en su día a día. Sin embargo, las dos entrevistadas colombianas, han notado que
existe una discriminación hacia ellas por asociarlas a la prostitución, o incluso las asocian con el
tema de drogas. Por lo que nosotras creemos que ser mujer implica llevar una carga cultural más
grande. A ellas les ha costado un poco más que a los demás entrevistados integrarse a la
comunidad chilena. Por lo tanto, podemos ver que es más difícil para las mujeres, quienes
sumado a ser inmigrantes, son un blanco de vulneración mayor. Nosotras creemos que deberían
tomarse medidas con respecto a la integración plena de los inmigrantes en nuestro país, ya que
vienen con sus conductas arraigadas y para algunos puede ser más difícil entenderse con los
chilenos. Proponemos que se analice este problema en políticas públicas, y que pueda haber
medidas para que se integren de manera intercultural, es decir, medidas que tomen en cuenta
tanto a los chilenos como a los inmigrantes. Por lo que debiera existir en nuestro país una cultura
de acogida, fomentada a partir de la educación.
Por otro lado, en base a los testimonios obtenidos en las entrevistas, podemos concluir que hay
una cierta cantidad de la población chilena que no se siente a gusto con la presencia de los
inmigrantes, que no los trata bien, los discrimina y genera una transgresión en la vida del
inmigrante en Chile. Las razones se pueden explicar, en parte, por xenofobia o racismo, y
también porque algunos chilenos creen que los inmigrantes les quitan las oportunidades
laborales. Como grupo, consideramos que esto es más una desinformación del tema que una
realidad, ya que en este país sigue habiendo mucha oferta laboral. Además, hay que recalcar que
el porcentaje de inmigrantes que vive en Chile sigue siendo muy mínimo para afirmar tales
hechos. También, no es posible que los inmigrantes estén copando la oferta laboral, ya que como
vimos en los resultados de las entrevistas, cada día se les presentan más dificultades a los
inmigrantes para poder conseguir trabajos. Además, la mayoría ocupa puestos de trabajo
precarios, como trabajos domésticos, de construcción, de call-center, en general mal
remunerados y de tiempo completo. Sin embargo, esta no es una situación mayoritaria o
generalizada, y lo positivo de este asunto es que los inmigrantes saben que no toda la población
chilena es discriminadora. Tienen claro que es solo una pequeña parte y que el resto los respeta e
incluso los ayuda cuando lo necesitan.
Ahora enfocándonos en la pregunta que guió toda esta investigación, con respecto a qué
dificultades se les presentan a los inmigrantes al momento de buscar trabajo, cabe destacar que
las dificultades son escasas, pero muy importantes.
La primera dificultad a la que se enfrentan los inmigrantes cuando buscan empleos es que en casi
la totalidad les piden tener el carnet chileno. Esta situación es muy compleja, debido a que para
que les otorguen el carnet les exigen como documento presentar un contrato indefinido. Esta
condición resulta ser absolutamente paradójica, y termina desencadenando que los inmigrantes
acepten los trabajos más precarios para así poder obtener su documento. En este sentido, es
importante que se cuestione el método que se está empleando para otorgar trabajo y carnet a los
inmigrantes, debido a que esto fomenta que ellos se concentren en empleos de pésimas
condiciones y bajas remuneraciones, lo que termina dificultando toda su estadía en Chile y les
impide surgir económicamente, volviendo, en algunos casos, a la misma situación en la que se
encontraban en sus países de origen antes de viajar a este país.
Otra dificultad muy relevante que viven los inmigrantes, es que no pueden conseguir ser
contratados en trabajos de mejor calidad, con altos ingresos y con mejores condiciones laborales.
Esto se debe a que las condiciones que ponen los empleadores son muchas, y siempre se
privilegia al chileno. Incluso, aunque el inmigrante tenga estudios, le es sumamente difícil
trabajar en su profesión. Esta situación también es profundamente negativa para ellos, ya que el
mercado laboral los segrega y los excluye, dejándolos sin más opciones que trabajar en el sector
más precario. Consideramos que esta situación debería revertirse, ya que de no ser así, los
inmigrantes seguirán siendo vulnerados, trabajando en empleos informales e insuficientes en el
ámbito monetario. Resulta urgente que las autoridades chilenas se preocupen de crear programas
y políticas que amparen a los inmigrantes y que les colaboren a conseguir buenos trabajos. Esto
porque como está la situación actual, se vulneran sus derechos que deberían estar asegurados por
ser personas, aún más si nuestro país tiene los recursos para hacerlo, y no han habido
herramientas para ayudar a esta parte de la población que es muy importante para el desarrollo
del país. Es injusto para ellos que por ser de distinta nacionalidad sean automáticamente puestos
en segundo plano a la hora de escoger a quién contratar. De esta forma solo se sigue fomentando
socialmente que el inmigrante sea aquella persona que viene a trabajar en aquellos puestos
laborales deficitarios donde nadie más desea trabajar, excepto si es mucha la necesidad.
Como fue mencionado anteriormente, encontrar empleo para los inmigrantes es una tarea muy
fácil y sencilla, incluso rápida, pero el problema radica en la calidad de estos empleos. Esto
debido a que son informales, algunos incluso sin contrato, sin los beneficios básicos que requiere
la ley y cancelando los ingresos mínimos. Se centra el inmigrante en empleos de condición
precaria.
Concluyendo, como grupo consideramos que Chile debería enfocarse en entregar las mismas
oportunidades laborales a todas las personas que se encuentren residiendo en el país, sin hacer
distinciones de nacionalidades, razas, etnias, etc. Es fundamental que se generen redes de apoyo
al inmigrante, que les ayuden a surgir en este país, tanto laboral como socialmente. La principal
tarea pendiente es que aparte de crear redes (que incluso algunas ya existen, como fue
mencionado en el marco teórico), hacer que estas sean de conocimiento público y general, ya que
la mayoría de los inmigrantes no sabe de la existencia de estas. Aumentar la entrega y la calidad
de la información, para que ellos puedan hacer uso de estos programas. Además, también es muy
necesario concientizar a la población, ya que una parte aún discrimina a los inmigrantes, y no
existen verdaderos motivos de peso para que se realicen estas prácticas.
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Anexos:
-Transcripción de entrevistas:
Entrevista número 1: Hombre haitiano y empleado.
1- En la actualidad, ¿Se encuentra en algún trabajo estable?
Sí, estoy trabajando como atendedor de gas en una Copec, pero yo soy licenciado en Ingeniería
en Informática y aún no he podido encontrar trabajo en eso.
2- ¿Cuáles han sido las principales dificultades al momento de conseguir trabajo?
La primera dificultad aquí en Chile es que si uno no tiene cédula o un carnet, es como si uno
fuera un perro. Nadie se preocupa de nosotros. Es como que sin la cédula no fuéramos nada. En
todos lados cuando buscas trabajo lo primero que te preguntan es por el carnet, después de
preguntar eso te preguntan si el carnet que tienes es definitivo o temporario. Si tienes temporario,
no te aceptan. Tienes que tener una definitiva, si tienes definitiva es otro el asunto. Así es la cosa
cuando para la empresa no es tan urgente contratar a alguien, pero cuando necesitan urgente
contratar una persona, ahí no importa si tienes carnet o no, ahí te aceptan igual. Yo tengo mi
carnet, para sacarlo te piden tener un papel que te pasan al viajar al día, que duran 90 días, luego
te piden un contrato indefinido en cualquier empresa, notariado. Por eso es complicado, porque
no piden presentar cualquier contrato, sino que te exigen un contrato indefinido, y para tener un
contrato indefinido también te piden el carnet, por eso es súper complicado. Además, con el
papel de estudio que uno presenta se puede obtener más rápido el carnet, porque el asunto de
sacar carnet dura como 4 meses, pero con los estudios dura menos, porque lo consideran como
un profesional que quiere ejercer acá en el país, entonces al tiro le otorgan carnet. Aunque me
dieron una vigencia temporaria del carnet, que dura un año. La definitiva dura como 5 años creo.
3- A la hora de buscar trabajo, ¿Ha sufrido algún tipo de discriminación?
No nada, por mi parte no. Aunque igual acá en Chile el racismo aún existe, pero el chileno al
hablar con la persona y al darse cuenta de que es una persona de calibre, inteligente o que tiene
conocimientos, entonces no te valoran por tu color o por tu raza, sino que te valoran por el
conocimiento que tú tienes. Igual tengo conocidos que sí han sido discriminados aquí, porque
solo han llegado a tener estudios básicos y no hicieron una carrera, entonces igual sufren acá de
discriminaciones en ese sentido. Pero igual, tengo otros conocidos que como han estudiado, no
importa aunque sean técnicos, a ellos no los han discriminado buscando trabajo porque se
demuestra lo que pueden hacer.
4- ¿Qué motivaciones tuvo para migrar de su país de origen?
Yo salí de mi país de origen porque, primero yo estaba estudiando, y luego de estudiar seguí
trabajando allá en la primera profesión que estudié que es “Video-Fotografía”. En esa yo me
ganaba mi plata y con el sueldo que recibía fui ahorrando para venirme para acá. Antes de venir
me habían dicho que supuestamente acá era mucho más fácil encontrar trabajo y podría hacer
una maestría. Mi objetivo era venir, trabajar en mi carrera y luego hacer una maestría aquí.
Además, también pretendo estudiar Relaciones Públicas en Chile.
5- ¿Cuáles eran las expectativas sociales y laborales antes de llegar a Chile?
Yo creo que Chile es el tercer país que tiene el sueldo mínimo más alto de esta región, entonces
yo creía que me podía ir mejor acá. Las principales expectativas que tenía eran encontrar un buen
trabajo como ingeniero informático y poder ganar dinero para más adelante hacer una maestría,
como ya lo comenté, pero hasta el momento ha sido muy complicado. No se han cumplido las
expectativas que tenía antes de llegar a Chile. Al menos no para mí, pero quizás para otro sí se
han cumplido sus expectativas, porque para otros solo es venir y trabajar. Pero la diferencia es
que yo tengo estudios y me gustaría trabajar en mi carrera. Por otro lado, en el tema de los
ingresos, acá uno gana el sueldo mínimo, pero con los bonos que uno va recibiendo y con las
propinas igual el sueldo aumenta harto más. Entonces dejando de lado todo lo que uno gasta en
arriendo, comida, locomoción y todo eso, aun así igual te va sobrando una plata que puedes
ahorrar, sobre todo si sabes distribuir bien tu plata; y eso se traduce en harta plata en tu país de
origen. Pero sin embargo, si yo estuviera trabajando en lo que estudié acá, podría estar
recibiendo un sueldo mucho mayor, incluso trabajando como técnico en mi profesión.
6- ¿Se le han presentado dificultades para integrarse en la comunidad chilena?
Podría ser para otro, pero para mí no. Esto porque yo ya he vivido afuera, en otros países.
Entonces vivir afuera significa que uno tiene que tratar de adaptarse a sus costumbres, sus
hábitos diarios, todo a su manera. Comparto con los chilenos y con mis compañeros de trabajo,
todo hasta cierto punto. Aunque igual he encontrado el país muy fome, no me gusta la forma que
tienen de carretear, tomando copete y fumando, ¿Eso es divertido? pero no queda de otra que
adaptarse nomás para integrarse. Tú nunca puedes cambiar la cultura de otra persona, solo tienes
que saber acostumbrarte. Así es en todos los países. Por eso que no me ha costado integrarme.
7- ¿Ha sido víctima o testigo de algún tipo de discriminación en su cotidianidad?
Mira, contra los haitianos no siento que sean muy discriminados. Puede ser porque sean negros
por parte de los racistas. Pero yo creo que existe una discriminación más notoria hacia los
colombianos, ya que hay mucho prejuicio porque la gente cree que son delincuentes. Por
ejemplo, cuando yo estoy atendiendo un cliente, lo saludo con mucha cortesía y cordialidad y lo
primero que buscan es mi acento. Se dan cuenta de que no soy colombiano, no soy brasileño, y
me preguntan de dónde soy. Cuando respondo que soy haitiano, se sorprenden porque la mayoría
de los haitianos acá solo trabaja en la construcción, más del 70% de los inmigrantes haitianos
viene del campo. Entonces cuando ven que los atiendo muy amablemente, recibo el mismo trato
de vuelta. Sin embargo, igual me ha tocado gente que te trata mal porque son muy pesados y se
enojan por todo. Pero esa sería la excepción no más, con personas puntuales. Yo creo que en los
chilenos hay más clasistas que racistas. Hay prejuicio contra los colombianos, ya que algunos
han venido a delinquir y lamentablemente después la gente los mete a todos en el mismo saco,
pero con los haitianos eso no se da.
8- ¿Ha sentido apoyo por parte de alguna institución chilena pública o privada?, ¿Y por
parte de la gente?, ¿Ha buscado algún tipo de apoyo?
¿Existe alguno?, la verdad es que no sé si existe alguna institución que nos apoye, y yo creo que
si existiera alguna al menos yo debería saberlo, así que yo creo que no hay. Por parte de los
chilenos sí he recibido harto apoyo, ya que tengo una polola que es chilena y eso ya es un gran
apoyo. Además, la dueña de la casa donde arriendo, me considera como si fuera su hijo, me trata
bien y me apoya, y eso que yo desde que nací nunca había vivido como arrendatario, acá
arriendo una pieza con todo compartido. Acá las cosas son muy complicadas en ese sentido,
cuesta mucho que alguien acepte arrendarte un lugar donde vivir, de hecho yo cuando llegué
conseguí una pieza gracias a un amigo que me dio el contacto. A cualquier extranjero, le cuesta
mucho arrendar casas, casi siempre son solo piezas. Para arrendar una casa lo primero que te
piden es demostrar renta, liquidaciones, o finiquito… y si uno viene recién llegando, ¿De dónde
va a sacar todo eso? si recién está buscando dónde vivir. Entonces por ese lado gracias a un
amigo que me dio el dato y a la dueña de la casa que me aceptó y apoyó pude conseguir un
arriendo.