Minorías nacionales: son aquellos grupos que gozaban anteriormente
de un gobierno y habitaban un territorio determinado, pero que ahora pertenecen a un estado mayor y sus demandas se basan en reivindicar, en diferentes grados, su autonomía de gobierno.
Grupos étnicos: Surgen de la inmigración individual y familiar. A
diferencia de las minorías nacionales, no pretenden formar un segundo estado u obtener más autonomía, sino que pretenden integrarse de lleno a la sociedad como miembros de pleno derecho. Esto, mediante la modificación de leyes e institución para facilitar su integración.
Una fuente de pluralismo cultural es que, dentro de un estado, puede
existir más de una nación (entendiendo Kymlicka nación como una comunidad histórica, con cierto grado de institucionalización con un territorio natal común, junto con una cultura y lengua diferenciadas), convirtiéndose así en un estado multicultural. La incorporación de naciones a un estado puede ser voluntaria (como cuando se forman federaciones de estados) o involuntarias (el caso mapuche). La experiencia de Estados Unidos muestra que las minorías nacionales (portorriqueños, hawaianos, etc.) no pretenden la emancipación, sino que obtener una mayor autonomía dentro del mismo estado, adquiriendo la mayoría de estos grupos un estatus político especial a medida que iban siendo incorporados, se les reservaban determinadas zonas territoriales para su exclusivo goce y adquiriendo especiales competencias de autogobierno. Un ejemplo más patente de esto es el caso de Canadá, ya que sus 3 grupos nacionales, ingleses, franceses y aborígenes han negociado, durante toda su historia, los términos de su federación, siendo éstos recogidos por su constitución. Pese a todo lo anterior, que un estado tenga diferentes pueblos no quiere decir que para algunos efectos sus ciudadanos no se consideren un único pueblo, como es el caso de Suiza, que, a pesar de sus diferencias culturales y lingüísticas, tienen un fuerte sentimiento de lealtad común. Otra fuente de pluralismo cultural es la inmigración, la cuál será más patente si un determinado estado recibe un gran número de inmigrantes y les permite manifestar sus particularidades étnicas. Australia, Canadá y Estados unidos son los países que más inmigrantes tienen per cápita en el mundo. Antes, la política en estos países pretendía que los inmigrantes abandonaran sus prácticas étnicas y se asimilaran con la nueva sociedad, modelo conocido como el de angloconformidad, sin embargo, con los inicios de los años setenta se abandonó este modelo y se adaptaron políticas más tolerantes y que permiten y estimulan que los inmigrantes mantengan sus costumbres. La diferencia patente entre las minorías nacionales y los grupos de inmigrantes es que estos últimos no pretenden formar un gobierno paralelo, sino que quieren integrarse a la institucionalidad a la cual se incorporan, mediante, por ejemplo, el aprendizaje del idioma presente en su nueva sociedad. Lo que no quiere decir que no mantengan sus particularidades étnicas, pero no existe una intención de liberación nacional, como lo puede haber en las minorías nacionales. El término grupo nacional no es usado por Kymlicka en función de la raza o los ascendientes de los miembros, ya que los estadounidenses anglófonos con ancestros exclusivamente anglosajones son una minoría, por ejemplo. El termino grupo nacional Kymlicka lo entiende como un grupo con una cultura común. Un enfoque de pertenencia nacional basado en la ascendencia tiene resultados racistas y claramente injustos. De hecho, en el libro se señala que una de las pruebas de estar en presencia de una concepción liberal de los derechos de las minorías es que la pertenencia nacional esté en función de términos de integración a la sociedad y no en función de algo racial.