Introducción: desde el momento que le decimos al Señor, “Señor: Tú eres el dueño de mi vida, y quien me guía y me sostiene” le hemos entregado nuestro ser, sometiendo lo que queremos y añoramos a su voluntad. Es difícil muchas veces entregarse de forma incondicional a Dios, porque hay que dejar de lado muchas cosas que hemos aprendido por nuestra cuenta y literalmente rendirnos completamente a Él. Dios a cada uno de nosotros nos ha entregado un ministerio, el ministerio de la reconciliación (Rom 5:11) y además ha depositado los otros ministerios que describe Efesios 4:11, y si Dios nos los entregó, es porque está seguro que somos capaces de ponerlos por obra. Cuando un joven (que reúne 3 características fundamentales: es fuerte, triunfador y posee esperanza) tiene un sueño, se esmera y hace lo posible por hacerlo, el problema es qué sucede cuando lo intenta y no lo logra a la primera???, es una pregunta que es frecuente en el día de hoy, donde la depresión ha tomado control de mucha juventud porque algo que emprendió no lo conquistó. Dios ha depositado en nosotros un sueño: que todo el mundo proceda al arrepentimiento, pero qué sucede cuando predicamos y las almas no se convierten?, cuando oramos y los enfermos no se sanan?, lo intentamos una vez más? La Biblia nos relata la historia de un muchacho del cual no se reúne mucha información debido a que cumple un rol secundario en la predicación del evangelio, pero que nos enseña una gran verdad, el intentarlo una vez más, su nombre es Timoteo (el que honra a Dios), una persona que hace lo imposible por ser, hacer y sentir lo perfecto, que ve en Jesucristo el ideal de ser humano, que vive y piensa en Dios y para Dios. Hoy en día necesitamos que se levanten Timoteo en la congregación, Gente que se apasione por hacer las cosas lo mejor posible para Dios. La Biblia nos cuenta que este Timoteo nació en una familia algo extraña, su papá era griego y su mamá era judía (Hch. 16:1)…, nótese que sus padres destinaron la vida de Timoteo para el servicio a Dios, qué importante fue la conversión de sus padres que entregaron su hijo para Dios, haciendo un pacto que a partir de este momento honrarían a Dios ellos y su descendencia…, similar a lo que hizo Josué (Jos 24:15), dice la palabra de Dios que su familia era muy buena, tenía un muy buen testimonio…, realmente que importante es el testimonio que podamos reflejar a los demás, eso significa glorificar, dar a conocer. 2º Timoteo 1:5 nos dice como fue el crecimiento de Timoteo, fíjese lo que dice “trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también”, o sea que Timoteo creció en una atmósfera de Fe, de adoración, de anhelo por su presencia, qué importante es el irradiar a los demás como estamos creciendo, porque eso incidirá en la vida de los hijos. Qué alegría para una madre ver a su hijo alistarse como 5 horas antes de ir al culto, un gozo tremendo, ver a un pequeñito tomar su ropita dedicada a Dios, un niño que empieza a ser un perfecto prototipo de un verdadero cristiano. Muchos de los sabios veían en Él alguien importante, pero ese pequeño tenía un sueño muy importante, honrarle a Él, El sueño que debe tener cada cristiano. La Biblia dice que la gente daba muy buen testimonio de Él, y fíjese la noticia que recibe en Hch 16:3, Pablo quería que fuera con Él en el 2º viaje misionero (en el primero fue con Juan Marcos, pero aunque probablemente la misma edad, Pablo vio en Timoteo algo que no vio en Juan Marcos, compromiso con la obra de Dios) Imagínese lo que pensaba Timoteo, “creo que Dios puede hacer algo especial conmigo y si no lo hace, no importa, de Él es la gloria”, Dios no quiere que haya gente que critique, que sueñe con cosas personales, sino que se esmere en hacer cosas para Él, gente que viva para Él, recuerde que en otro tiempo no merecíamos el hecho de ser sus hijos, fue por su amor, su misericordia, como no honrarle hoy y por siempre!!. Cuando nos proyectamos en Dios, siempre existe gente que mira nuestro carácter, ve lo que somos, nos mira en menos, y dicen: “Cómo va a aceptar a un muchacho!, no sabe nada!, no tiene nada!, acaso cree que se sirve a Dios con una simple disposición!, no se sirve así, para eso hay que tener experiencia y él no la tiene…”, siempre existen los bomberos que vienen a apagar el fuego en nuestros corazones, poniendo argumentos malévolos para no hacer nada, vea en el caso de Timoteo, me imagino a la gente diciendo: “como va a ser un verdadero cristiano, siendo que parte de su vida es judío y no se ha circuncidado”, Dios mío, que argumentos tan superficiales, por un simple rito querían hundir a un muchacho que honra a Dios, cuantas veces han querido hundirnos como personas con declaraciones tan superficiales, que no podemos, que no debemos!!. Ya terminó el tiempo donde los eruditos podían hablar, porque nunca lo hicieron, ahora empiezan a hablar los pequeños e insignificantes, escuche a Jesucristo decir: “te alabo Padre porque le has revelado estas cosas a los pequeñitos”. Cosas que los demás han estado tratando de averiguar, a nosotros con una simple oración Dios nos la revela, se da cuenta porqué Dios quiere gente que le honre?, porque si le honramos, Dios hará el resto. Se acuerda del primer mandamiento: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas, por Dios que amaba a Dios, dejó calladitos a los viejitos criticones sometiéndose incluso a una rutina superficial. Timoteo pensó: “si quiero honrarle debe ser como corresponde”, se negó a sí mismo, y se sometió a la autoridad humana. Una lección que todos debiéramos de aprender. Hechos 16:4 al 18:21 (“la mujer que fue liberada del espíritu de adivinación”, “la historia del carcelero”, “la multitudinaria conversión en Berea”, “la llegada a Corinto”) no aparece ninguna mención a Timoteo… ¿Se olvidaron de él?, mucha gente quiere servir a Dios de forma vista, pero no de forma invisible. Había un evangelista que predicaba la palabra de Dios en un país determinado, yendo ciudad por ciudad, evento por evento anunciando la misericordia de Dios para el necesitado, sin embargo, algo pasaba, en cada evento asistía una ancianita, que lo único que hacía era estar ahí, este varón se esforzaba en predicarle a esta anciana porque pensaba que era inconversa. Una noche este varón tuvo un sueño, y vio sentado al Todopoderoso, un ángel descendió y le mostró una corona.., “es mía”, decía el predicador, a lo que el ángel le respondió diciendo: “no te pertenece, le pertenece a ella”, y de repente vio a la ancianita que iba a sus eventos, el predicador decía: “Señor, yo era el que llevaba el mensaje, me usaste a mí para que muchos se convirtieran”, a lo que el ángel le dijo: “es cierto que predicaste y te esforzaste, pero la gente se convertía porque era ella quien oraba para que Dios te usara en esos días”. Hay gente que quiere lucirse sirviendo a Dios, pero no hacen el trabajo silencioso, orar, hacer el aseo, si hay ayuno no quieren hacerlo, si hay que predicar en la calle no quieren ir… ¿Dios usará nuestras vidas en grande, si no somos capaces de honrarle en lo secreto?, si se fija especialmente en la sección Hch 17:10-14, Dios usa a Pablo y Silas de una forma maravillosa permitiendo que mucha gente se convirtiera (ver 17:12), pero Timoteo se dio cuenta de un hecho que podría pasarle a Él en un tiempo más, ser perseguido, porque los de Tesalónica armaron una especie de revolución contra Pablo, sin embargo los que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien. Existen hechos en la vida de Timoteo que nos pasan a nosotros que quieren enseñarnos una gran verdad: 1º Hecho: Timoteo y su reto n°1: a cargo de Éfeso (1º Tim. 1:3) Timoteo estaba hecho para honrar a Dios, para servirle incondicionalmente, dice la palabra de Dios, Dios hablándole a Israel: Ex. 19:6 “vosotros me seréis un reino de sacerdotes y de gente Santa”, Dios nos dice a cada uno de nosotros, “hóname incondicionalmente, acepta lo que Yo tengo para ti”, constantemente Dios nos dice eso, ahora ud está dispuesto a honrarle a Él? Lea Ap. 2:2 y 3. Si no hubiera sido Timoteo el que hubiera quedado en Éfeso, las buenas referencias de Dios no existirían. ¿Que pasaría si uno de nosotros no estuviera en este lugar?, Dios no nos tendría en cuenta por uno que falte, es cierto que Dios nos ama a cada uno, y que no quiere multitud, pero la iglesia es un cuerpo, si alguien está mal, la iglesia no está sana. Cada uno de nosotros tiene virtudes y defectos, pero es tiempo que empecemos a decirnos lo bueno que tenemos…. (Que cada hno, tome a alguien, hombre con hombre, mujer con mujer y le diga cosas buenas que tenga) 2º Hecho: Timoteo y su reto n°2: fin de la comodidad (se une al 3º viaje misionero de Pablo (Hch 20:4)) Hay veces en que Dios quiere que nos demos cuenta que no estamos hecho para la rutina. Dígale a su hermano: Tú no estás hecho para la rutina (1° Ped. 4:10). ¿Qué apoyo puede dar una persona que no es polifuncional? Una persona polifuncional es una persona que constantemente asume nuevos retos para adquirir nuevo aprendizaje haciéndose experto en más de un área (Ex. 3:1 y Ex. 7:1). 3º Hecho: Timoteo y su reto n°3: encargado de la obra de Corinto: 1º Cor. 4:17 En Hch 18, los misioneros llegan a Corinto, una enorme ciudad, muy importante comercialmente, y se dan cuenta que la gente empezaba a recibir la palabra de Dios después de no entender muy bien, estuvieron 1,5 años ahí, necesitaban alguien de confianza que quedara allí. Pablo no podía, no era su labor, Silas tampoco era el indicado, debido a que Pablo necesitaba un aliado, a lo que Pablo habrá pensado: “Timoteo, te toca hacer algo bien”, a lo que Timoteo respondió con agrado, igual que la Iglesia de hoy, le dicen “Hno. Usted tiene que predicar” y es típico que dicen: “me falta conocimiento, la experiencia, madurez, etc”, el Señor Jesús dijo: “Cuando los coloquen frente a gente, no se preocupen, el Espíritu hablará por ustedes”, palabra a la que se aferró Timoteo, y asumió el reto. (leer 1º Tim 4: 6 – 16) Ahora, el asunto es que Timoteo conocía una realidad de Corinto, la que le “mostraban” a Pablo, pero Él se encontró con la verdadera realidad: CORINTO ERA LA IGLESIA MÁS DESORDENADA E INFANTIL QUE EXISTÍA. Muy similar a lo que le pasaba a Jeremías, un joven que amó al Todopoderoso, que anhelaba que el pueblo se volviera a Dios, pero el pueblo como le pagaba, encarcelándolo, insultándole, golpeándole, sin embargo, sabía que estaba haciendo lo correcto, su familia lo llegó a odiar, pero su verdadero padre estaba con él (leer Jer. 15:19). Conclusión: Una última lección que nos da Timoteo, es la siguiente (leer 2º Tim. 4: 9 – 13), Pablo le pide que le visite en la prisión, es decir apoyar al necesitado.