Había una vez en un lugar no muy lejano una niña que vivía con sus padres.

A ella le gustaba cocinar y quería ser cocinera porque le gustaba probar sabores y sazones
diferentes.
Pero un día sucedió algo muy triste en la vida de esa niña y era que su tío se había muerto
ahogado. Su tío se iba a graduar de médico y fue allí que le empezó a gustar la medicina.
La niña soñaba con ser neurocirujana pediatra.
Esa niña quería ser la mejor para poder graduarse en los mejores colegios y graduarse de
la mejor universidad.
Cuando ella estaba en el liceo, cayó en cuenta que mientras estaba estudiando el
bachillerato en su tiempo libre podía estudiar cocina para que después cuando estuviera
en la universidad pudiera pagar sus estudios vendiendo comida.
Cuando estaba en el liceo estaba escuchando fijamente lo que decía una profesora de
biología y fue ahí donde ella se terminó de enamorar de la medicina. Cuando se graduó
del liceo, muchos de sus conocidos le decían que la medicina era muchos años. Que era
muy difícil, que esto, que lo otro, pero ella no les prestaba atención y siguió adelante con
su sueño de ser doctora.
Cuando había entrado a la universidad iba muy bien, pero se dio cuenta que sus conocidos
le habían dicho la verdad que la medicina era muy difícil y ella un día se cansó y tuvo una
charla con su padre, el cual le dijo:
-Hija mi consejo como padre es que sigas estudiando porque es tu sueño y si es tu sueño
tienes que seguir adelante y no dejarlo tirado, así como así, por difícil que sea.
Ella tomó en cuenta lo que su padre le dijo y siguió estudiando.
A ella le estaba yendo muy bien en su trabajo de cocinera estaba ganando lo que
necesitaba para pagar su universidad y para las cosas que necesitaba.
Ya cuando iba en el quinto semestre conoció a un muchacho. Se volvieron mejores amigos.
Él quería estudiar casi lo mismo que ella. Iba a estudiar neurocirugía y ella quería
especializarse como neurocirujana pediatra.
Después de 2 años de una bonita amistad se volvieron novios. Cuando terminaron de
estudiar medicina, recordaron que tenían que sacar los postgrados, ambos el de
neurocirugía y ella además el de pediatría.
Cuando ya habían obtenido sus postgrados tuvieron un hijo y una hija.
Cuando los bebes estaban recién nacidos, ellos tenían el proyecto de montar una clínica,
como tenían mucha fama de que eran los mejores doctores.
Ella después pudo montar su cadena de restaurantes de comida saludable para poder
ayudar a las personas con diabetes o con enfermedades parecidas.
Ya cuando los niños tenían 1 año fueron a Italia y se quedaron viviendo allí por 2 años fue
ahí que los niños cumplieron 3 años y se devolvieron a chile a vivir y los niños entraron a
prescolar.
Un día ella estaba en la clínica sacando cuentas y le llego un paciente de 13 años el cual
estaba grave, porque tenía una parálisis cerebral. Fue un poco difícil porque tenía que
hacer una operación muy delicada, pero pudo salvarle la vida a ese niño.
Cuando ya sus hijos se habían graduado de prescolar y habían entrado a primer grado la
escuela había planeado un viaje a España y ellos fuero unos de los niños que tuvieron la
suerte de ir a ese viaje. Y conocieron muchos lugares de España como Madrid, Sevilla
entre otros lugares.
Después volvieron a Chile otra vez y siguieron con su vida cotidiana cuando ella y el ya
tenían la plata necesaria se compraron una casa hermosa y les regalaron una casa a los
padres de ella. Ellos eran una familia feliz, muy grande y muy amorosa.

FIN