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CORTE SUPREMA DE JUSTICIA CORTE

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SINOE
SEDE PALACIO DE JUSTICIA,
Secretario De Sala - Suprema:SALAS CAMPOS Pilar
Roxana FAU 20159981216 soft
Fecha: 15/03/2019 17:14:21,Razón: RESOLUCIÓN
JUDICIAL,D.Judicial: CORTE SUPREMA /
LIMA,FIRMA DIGITAL - CERTIFICACIÓN DEL
CONTENIDO
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA PENAL PERMANENTE

RECURSO CASACIÓN N.° 1373-2018/APURIMAC


PONENTE: CESAR SAN MARTIN CASTRO

Casación inadmisible
Sumilla. La sentencia de vista no solo ha precisado los agravios en
apelación, sino se ha referido ampliamente a los hechos de la causa y
definido el rol o competencia de cada imputado y examinado las
pruebas indiciarias en orden a lo que cada imputado realizó. La
motivación no presenta defectos constitucionales. La motivación es
suficiente y lógica. Por consiguiente, así expuestos los temas en
examen, no constan argumentos válidos para asumir competencia
casacional excepcional, siempre discrecional. Nada nuevo debe
decirse al respecto.

Lima, veintidós de febrero de dos mil diecinueve

AUTOS y VISTOS: los recursos de casación


interpuestos por los encausados DEIVIZ DOMÍNGUEZ DEL POZO, OSCAR DAVID
ROJAS PALOMINO, CARLOS MANUEL MARTÍNEZ HUAMÁN, ROBERT ALEXANDER
VALER MIRANDA y ALEXANDER RAFAEL EUSTAQUIO QUISPE contra la sentencia
de vista de fojas ochocientos veinte, de seis de agosto de dos mil dieciocho, que
confirmando la sentencia de primera instancia de fojas trescientos cuarenta y dos,
de treinta de enero de dos mil dieciocho, condenó a Deiviz Domínguez del Pozo,
Oscar David Rojas Palomino, Carlos Manuel Martínez Huamán y Robert
Alexander Valer Miranda como autores y a Alexander Rafael Eustaquio Quispe
como cómplice del delito de colusión agravada en agravio de la Municipalidad de
Andahuaylas a siete años de pena privativa de libertad y cinco años de
inhabilitación, así como al pago solidario de cinco millones de soles por concepto
de reparación civil; con lo demás que al respecto contiene.
Ha sido ponente el señor SAN MARTÍN CASTRO.

FUNDAMENTOS

PRIMERO. Que, conforme al artículo 430, numeral 6, del Código Procesal


Penal, corresponde a este Supremo Tribunal decidir si el auto concesorio del
recurso de casación está arreglado a derecho; y, por tanto, si procede conocer el
fondo del asunto.

SEGUNDO. Que, en el presente caso, si bien se trata de una sentencia definitiva


condenatoria que ocasiona un gravamen a los imputados, por lo que se cumple el
presupuesto objetivo fijado en el artículo 427, numeral 1, del Código Procesal
Penal; es de acotar que el delito objeto de acusación fiscal es el de colusión
agravada, previsto y sancionado por el último párrafo del artículo 384 del Código
Penal, según la Ley 29758, de veintiuno de julio de dos mil once, cuya pena
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mínima es no menor de seis años de privación de libertad, es decir, no supera el


mínimo de seis y un día de dicha pena estatuido por el artículo 427, apartado
2, literal b), del citado Código Procesal Penal.
Siendo así, es de rigor examinar si se cumplió con invocar el acceso excepcional
al recurso de casación, si éste se justificó adecuadamente con una argumentación
específica, y si, en efecto, la materia excepcional que plantea tiene especial
trascendencia o interés casacional.

TERCERO. Que la pretensión impugnativa de los encausados es la siguiente:


1. El encausado Eustaquio Quispe en su recurso de casación de fojas ochocientos
noventa y siete, de veintiocho de agosto de dos mil dieciocho, no mencionó el
acceso excepcional al recurso de casación ni citó, al efecto, el artículo
427, numeral 4, del Código Procesal Penal. Invocó como causales de casación:
inobservancia de precepto constitucional: presunción de inocencia y violación de
la garantía de motivación (artículo 429, incisos 1 y 4, del Código acotado).
2. El imputado Martínez Huamán en su recurso de casación de fojas novecientos
nueve, de veintidós de agosto de dos mil dieciocho, mencionó el acceso
excepcional al citado recurso y citó, al efecto el artículo 427, numeral 4, del
Código Procesal Penal. Invocó como causales de casación: inobservancia de
precepto constitucional, infracción de precepto material y violación de la garantía
de motivación (artículo 429, incisos 1, 3 y 4, del Código Procesal Penal). Desde
el acceso excepcional al recurso de casación pidió se precise cuál es de los
intereses o valores de la contratación pública se afecta o pone en peligro con los
comportamientos atribuidos a los funcionarios públicos; se estipule la relación
entre irregularidades administrativas y delito de colusión; se fije las
características del dolo de colusión; se indique los alcances del delito de
infracción de deber.
3. El acusado Valer Miranda en su recurso de casación de fojas novecientos
veintidós, de veinticuatro de agosto de dos mil dieciocho, mencionó el acceso
excepcional al citado recurso y citó, al efecto el artículo 427, numeral 4, del
Código Procesal Penal. Invocó como causales de casación: inobservancia de
precepto constitucional, infracción de precepto material y violación de la garantía
de motivación (artículo 429, incisos 1, 3 y 4, del Código Procesal Penal). Desde
el acceso excepcional al recurso de casación pidió establecer el estándar de
prueba requerido para destruir la presunción de inocencia; interpretar el elemento
típico: concertación con los interesados y su relación con los artículos 38 y 188
de la legislación sobre contrataciones del Estado.
4. El encausado Domínguez del Pozo en su recurso de casación de fojas
novecientos cincuenta, de veinte de agosto de dos mil dieciocho, mencionó el
acceso excepcional al citado recurso y citó, al efecto el artículo 427, numeral
4, del Código Procesal Penal. Invocó como causales de casación: inobservancia
de precepto constitucional, infracción de precepto material y violación de la
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garantía de motivación (artículo 429, incisos 1, 3 y 4, del Código Procesal Penal).


Desde el acceso excepcional al recurso de casación pidió se precise el interés
jurídico protegido en el delito de colusión en función a la naturaleza del bien
jurídico objeto de tutela; se fije pautas sobre el delito de infracción de deber para
configurar la relevancia penal de los delitos funcionariales; se afirme que si no
existen aportes convergentes del funcionario público e interesado, los
incumplimientos y omisiones en su actuación no determina la comisión del delito
de colusión.
5. El imputado Rojas Palomino en su recurso de casación de fojas novecientos
sesenta y siete, de veintidós de agosto de dos mil dieciocho, no mencionó el
acceso excepcional al recurso de casación ni citó, al efecto, el artículo
427, numeral 4, del Código Procesal Penal. Invocó como causales de casación:
inobservancia de precepto constitucional: debido proceso y violación de la
garantía de motivación (artículo 429, inciso 1 del Código acotado).
Este último imputado (Rojas Palomino) amplió el recurso de casación mediante
su escrito de fojas seiscientos veinticinco del cuaderno de casación, de doce de
febrero de dos mil diecinueve –vencidos los diez días para plantear el recurso
respectivo–, planteó el acceso excepcional al recurso de casación, a cuyo efecto
hizo mención a la imputación objetiva y a la imputación necesaria, así como al
principio de confianza, a la mención específica a los aportes del funcionario
público en el acuerdo colusorio, a la aplicación del principio de prohibición de
regreso y la condena y su validez cuando no se valoró la pericia de parte.

CUARTO. Que el artículo 430, numeral 3, del Código Procesal Penal exige, como
presupuesto procesal formal, que se precisen las razones específicas necesarias
para sostener el acceso excepcional del recurso de casación, las cuales, por lo
demás, deben estar dirigidas a un ámbito de carácter general vinculado a una
infracción normativa –que trascienda el caso concreto y se proyecte a la
generalidad (ius constitutionis)–, y asimismo éstas deben guardar coherencia con
los motivos de casación planteados.
En el presente caso los impugnantes Eustaquio Quispe y Rojas Palomino no
plantearon el acceso excepcional al recurso de casación. Por tanto, siendo la
excepcionalidad o especial interés casacional lo que es relevante, tales recursos
deben rechazarse liminarmente. El encausado Rojas Palomino presentó un
recurso ampliatorio, pero lo hizo fuera del tiempo legalmente habilitado para
interponer recurso de casación. Si bien es posible ampliar el recurso, tal
ampliación solo se refiere a los argumentos casacionales, pero no a la causa de
pedir y a la petición –que integran la pretensión impugnativa–.

QUINTO. Que, ahora bien, los demás impugnantes han fijado algunos puntos
como base del acceso excepcional al recurso de casación. Los planteamientos
excepcionales inciden en ámbitos dogmáticos referidos a la imputación
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objetiva, a la imputación subjetiva del delito de colusión; a las exigencias de la


especificidad de los cargos para cada imputado; y, al análisis de la prueba por
indicios.
No está en discusión que el delito de colusión es un delito de infracción de deber
con algunas singularidades; que la imputación objetiva exige la realización de la
conducta riesgosa penalmente prohibida y de los aportes en la concreción del
concierto y el perjuicio al órgano público –competencia por el hecho, por la
creación del riesgo penalmente prohibido– (imputación del comportamiento y
realización del resultado), sin perjuicio, de ser pertinente, de examinar los
principios de confianza y de prohibición de regreso; que la imputación subjetiva,
el dolo, tiene los alcances propios de esta institución y está referido al
conocimiento de los elementos objetivos del tipo penal (atribución a la persona
del autor, en atención a sus circunstancias personales, del conocimiento necesario
para evitar la infracción); que la prueba por indicios es legalmente aceptable para
enervar la presunción de inocencia –y como indicios es razonable incorporar las
irregularidades en el curso de toda la contratación pública (en fases de
preinversión y de inversión)–; que la sentencia debe precisar las conductas
probadas atribuidas al imputado y, sobre esa base, realizar la labor de subsunción
normativa (aplicación) bajo un correcto entendimiento de los alcances del tipo
penal (interpretación); que el estándar de prueba está en función a la regla de
juicio de la presunción de inocencia: convicción más allá de toda duda
razonable, y que como concepto indeterminado solo es posible afirmar la
necesidad de estimar la prueba como concluyente o suficiente para condenar,
determinando qué hipótesis es la más fundada a la luz de los elementos de prueba
y bajo criterios de racionalidad epistemológica–.

SEXTO. Que este Tribunal Supremo en varias Ejecutorias, que constituyen línea
jurisprudencial, y en Acuerdos Plenarios se ha pronunciado sobre los puntos
arriba indicados. Lineamientos abstractos, tal como la determinación del bien
jurídico u objeto jurídico del delito de colusión, o la definición del alcance global
del delito de infracción de deber, no son de recibo para la creación de una
doctrina jurisprudencial específica, necesaria en casos como el presente, al igual
que la búsqueda de una decisión sobre los intereses o valores de la contratación
pública.
La sentencia de vista no solo ha precisado los agravios en apelación, sino se ha
referido ampliamente a los hechos de la causa y definido el rol o competencia de
cada imputado y examinado las pruebas indiciarias en orden a lo que cada
imputado realizó. La motivación no presenta defectos constitucionales. La
motivación es suficiente y lógica.
Por consiguiente, así expuestos los temas en examen, no constan argumentos
válidos para asumir competencia casacional excepcional, siempre discrecional.
Nada nuevo debe decirse al respecto.

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QUINTO. Que, en función a la conclusión precedente, corresponde aplicar lo


dispuesto por los artículos 504, numeral 2 y 505, numeral 2 del Código Procesal
Penal, por lo que las costas deben abonarlas los imputados recurrentes en forma
proporcional y equitativa.

DECISIÓN

Por estas razones: I. Declararon NULO el auto de fojas novecientos ochenta y


nueve, de veintisiete de agosto de dos mil dieciocho; e INADMISIBLE los
recursos de casación interpuestos por los encausados DEIVIZ DOMÍNGUEZ DEL
POZO, OSCAR DAVID ROJAS PALOMINO, CARLOS MANUEL MARTÍNEZ HUAMÁN,
ROBERT ALEXANDER VALER MIRANDA y ALEXANDER RAFAEL EUSTAQUIO
QUISPE contra la sentencia de vista de fojas ochocientos veinte, de seis de agosto
de dos mil dieciocho, que confirmando la sentencia de primera instancia de fojas
trescientos cuarenta y dos, de treinta de enero de dos mil dieciocho, condenó a
Deiviz Domínguez del Pozo, Oscar David Rojas Palomino, Carlos Manuel
Martínez Huamán y Robert Alexander Valer Miranda como autores y a
Alexander Rafael Eustaquio Quispe como cómplice del delito de colusión
agravada en agravio de la Municipalidad de Andahuaylas a siete años de pena
privativa de libertad y cinco años de inhabilitación, así como al pago solidario de
cinco millones de soles por concepto de reparación civil; con lo demás que al
respecto contiene. II. CONDENARON a los imputados recurrentes al pago,
proporcional y equitativo de las costas del recurso desestimado de plano y
ORDENARON su liquidación al Secretario del Juzgado de Investigación
Preparatoria competente. III. DISPUSIERON se transcriba la presente
Ejecutoria al Tribunal Superior. HÁGASE saber a las partes procesales personadas
en esta sede suprema.
Ss.

SAN MARTÍN CASTRO

ARIAS LAZARTE

PRÍNCIPE TRUJILLO

SEQUEIROS VARGAS

CHÁVEZ MELLA
CSM/amon

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