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Cahiers Caribéens d'Egyptologie nos 13-14 2010

El rey como buen pastor.


La reconstrucción de la imagen
del faraón en el Reino Medio1

Pablo Martín ROSELL


(UNLP-CONICET)
pablomartinrosell@yahoo.com.ar

En este trabajo se analizará la reconstrucción de la imagen de


la autoridad monárquica egipcia luego del Primer Período
Intermedio (2190 – 2040 a.C.).2 A nuestro entender, la figura
del rey como buen pastor es una elaboración ideológica que
buscaba legitimar y acercar al faraón a la sociedad egipcia,
inspirada en las relaciones y funciones políticas y sociales de
los nomarcas del Primer Período Intermedio para con su
población local.3 Es así como se buscará comprender no sólo
el origen de este concepto, sino también su especificidad.

1
Trabajo presentado en las Terceras Jornadas Nacionales de Historia
Antigua. Segundas Jornadas Internacionales de Historia Antigua.
Escuela de Historia, Facultad de Filosofía y Humanidades, Universidad
Nacional de Córdoba, 27 al 29 de mayo de 2009.
2
La cronología usada en todo este trabajo es tomada de J.M. Serrano
Delgado, Textos para la historia antigua de Egipto, Ediciones Cátedra,
Madrid, 1993, 23-34
3
J.Assmann, Egipto. Historia de un sentido, Abada editores, Madrid, 2005, 119.

161
Para ello, analizaremos una serie de textos que hacen
referencia a la imagen de la realeza a fines del Primer Período
Intermedio y durante el Reino Medio (2040-1660 a.C.) en
donde se plasman, desde diversas lógicas y contextos, la
ideología del faraón como pastor de su rebaño. Estos serán:
las Instrucciones para Merikare, 4 una Inscripción de
Sesostris I,5 y las Admoniciones de Ipuwer.6
1. El contexto
A fines de la dinastía V nos encontramos con la existencia de
ciertos “magnates locales” (campesinos ricos, jefes de aldeas,
funcionarios) que favorecidos por la administración estatal,
entablaron una serie de relaciones de “clientelismo” y
“patronazgo” con la población campesina empobrecida.7 Esta
situación social en las provincias egipcias, en donde un grupo
local comienza a acumular ciertos poderes, desembocará en
una crisis política por el control y la administración de los
recursos del Estado y sus tierras.
La unidad del Estado faraónico deviene en una atomización
del poder político en manos de los nomarcas, los gobernantes
locales de los territorios en los que estaba dividido el antiguo
Egipto. El país se divide y lo nomarcas y jefes locales se
apropian del poder del faraón junto con sus atribuciones,
4
Se encuentran preservadas en los siguientes papiros: Papiro Hermitage
1116A reverso; Papiro Moscú 4658; Papiro Carlsberg 6. Véase S.Quirke,
Egyptian Literature 1800 BC. Questions and Readings, Golden House
Publications, Londres, 2004, 112.
5
Papiro Berlín 3029 (Rollo de cuero de Berlín). Véase M.Lichtheim,
Ancient Egyptian Literature: A Book of Readings, I: The Old and Middle
Kingdom, University of California Press, Berkeley, 1973, 115.
6
Papiro Leiden I 344. Véase A.Gardiner, The Admonitions of an
Egyptian Sage from a Hieratic Papyrus in Leiden (Pap. Leiden 344
recto), J.C.Hinrichs, Leipzig, 1909; R. Enmarch, The Dialogue of Ipuwer
and The Lord of All, Griffith Institute, Oxford, 2005.
7
J.C.Moreno García, Egipto en el imperio antiguo (2650-2150 a.C.),
Bellaterra arqueología, Barcelona, 2004, 278-279.

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derechos y obligaciones. En esta época, el faraón ya no es
visto como el único encargado de mediar por la sociedad ante
los dioses y sus funciones y atributos divinos, 8 son
cuestionados ante la falta de respuestas.
Ahora bien, mientras que la imagen y el poder del faraón se
desmoronaban ante la sociedad egipcia, los nomarcas y jefes
locales se legitimaban ante sus poblaciones mediante una
nueva lógica, la del patrón salvador y protector de sus súbditos
leales. 9 Estos nuevos líderes construyeron la imagen del
patrón que salvará a sus tierras y a su población para restaurar
el orden perdido. Son ellos los encargados de mediar ante los
dioses por la salvación de sus tierras. 10 Se produce lo que
Jan Assmann denomina “el paso de funcionario a patrón”.11
Como señala Assmann, en relación a “la teocracia
representativa” que luego será adoptada por los reyes del
Reino Medio como mecanismo de legitimación, “el príncipe
del nomo ya no se ve como funcionario del rey y representante
del gobierno central, sino como agente del dios que, como dios
de la ciudad y del nomo, es el verdadero señor del país y
nombra al príncipe su procurador”.12 Esta ideología del patrón
como salvador, héroe bondadoso, humilde y protector, basada
en la lealtad, más humana que divina, brindará las bases para
una futura reconstrucción de la imagen del faraón por parte de
los reyes de fines del Primer Período Intermedio e inicios de

8
Son funciones y atributos divinos Hw, Sia y Maat (autoridad,
conocimiento y justicia). Véase A. Rosenvasser, “Reproches a Ra por la
injusticia de los hombres”, en Cuadernos del Sur n° 14, Departamento de
Humanidades, Universidad Nacional del Sur, Bahía Blanca, 1981, 225.
9
J. Assmann, Egipto. Historia de un sentido…, 120.
10
Sobre la imagen de los nomarcas que acuden a salvar sus territorios
ante las desatenciones de la monarquía, ayudando a las viudas y desposeídos
y alimentando a los hambrientos, un claro ejemplo se encuentra en la
Inscripción funeraria de Anjtifi de Mo´alla, en J. Assmann, Egipto. Historia
de un sentido…,119-130; J.M.Serrano Delgado, op. cit., 85-89.
11
Egipto. Historia de un sentido…, 69-71.
12
Ibíd., 235.

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la dinastía XII, período en que se reunificará nuevamente el
Estado egipcio. 13 En este sentido, entre fines del Primer
Período Intermedio e inicios del Reino Medio, surgirá una
reacción por parte de nuevos gobernantes con el objetivo de
restaurar el orden político y social en el país de las Dos
Tierras. Su misión primordial, será la de reconstruir la
imagen del monarca egipcio con la intención de restablecer
su autoridad, liderazgo y respeto.14
A su vez, la existencia de una nueva aristocracia, consolidada
en el Primer Período Intermedio, exigía a la realeza una
nueva forma de fundamentar su legitimación y justificar su
poder.15 De esta manera, comienza a imponerse entre la elite
política el discurso y la imagen del faraón como buen
gobernante, salvador, leal, justo y por sobre todo, más
cercano a los problemas humanos y sociales. 16 En este
sentido, como señala José Miguel Serrano Delgado, es en esta
época cuando aparece por primera vez la formulación del
concepto del rey como buen pastor que se preocupa por sus
súbditos, y “que tanta fortuna tendrá en el Imperio Medio”.17
2. El concepto
Son varios los escritos que mencionan el concepto del rey
como buen pastor asociado con las características de la
realeza egipcia del Reino Medio, pero que no intentan brindar
una interpretación desarrollada sobre dicha cuestión,
quedando su mención solo como anecdótica o figurativa.18

13
Ibíd., 119.
14
J.Sanmartín y J.M.Serrano Delgado, Historia Antigua del Próximo
Oriente. Mesopotamia y Egipto, Akal, Madrid, 2006, 274.
15
J.Assmann, Egipto a la luz de una teoría pluralista de la cultura, Akal,
Madrid, 1995, 28-29.
16
J.Sanmartín y J.M.Serrano Delgado, op. cit., 274.
17
Ibíd.
18
Entre los trabajos que sólo mencionan el concepto encontramos: J.Van
Seters, “A date for the Admonitions in the Second Intermediate Period”, JEA
50,1964,19; B.Bell, “The Dark Ages in Ancient History. I. The First Dark

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Ahora bien, uno de los primeros estudiosos que ha
mencionado e interpretado el concepto ha sido James Breasted,
para quien dicho término aludía a ciertos “buenos” faraones
que impartían justicia y traían consigo la felicidad del pueblo
egipcio luego de los avatares políticos del Primer Período
Intermedio.19 De mayor significancia fue el aporte que brindó
John Wilson a la cuestión del buen pastor, haciendo referencia
más que nada a los sucesos de las dinastías XI y XII que
brindaron el marco –a su criterio –para la elaboración de este
modelo de faraón y a las características en las que se basó
dicha imagen de soberano como buen gobernante.20
Quienes –si bien de manera sintética –se han acercado más
hacia una interpretación del término, han sido Assmann,
Richard Parkinson y José Carlos Castañeda Reyes. Assmann
ha planteado el concepto en relación con la formación del
sentido de la realeza del Reino Medio. 21 Por su parte,
Parkinson ha interpretado la figura del buen pastor como una
“metáfora” en la cual se asocia tanto al dios creador, como al
rey, para gobernar a la sociedad. 22 Finalmente, Castañeda
Reyes ha desarrollado el concepto en relación a la imagen de
Sesostris III y Amenemhat III, faraones de la dinastía XII a
quienes describe con las cualidades básicas de un “astuto

Age in Egypt”, AJA Vol.75,1,1971,23; A.Rosenvasser,op cit.,230; J.R.


Williams, “The Sages of Ancient Egypt in the Light of Recent Scholarship”,
JAOS 101,1981,11; J.M.Serrano Delgado,op.cit.,84 y J.Sanmartín y J.M.
Serrano Delgado,op. cit.,274.
19
Ancient Times, a History of the Early World, Ginn and Co,Boston,1916, 76.
20
La cultura egipcia, Fondo de Cultura Económica,México,1953, 190-228 y
“La función del Estado”, en H. y H.A.Frankfort, J.Wilson y T.Jacobsen, El
pensamiento prefilosófico. Egipto y Mesopotamia, México,1967,88-126.
21
Egipto. Historia de un sentido…, 194.
22
The Tale of Sinuhe and Other Ancient Egyptian Poems,1940-1640 BC.,
Oxford,1998,196-197,233 y Poetry and Culture in Middle Kingdom
Egypt: a dark side to perfection, Continuum, London, 2002,208-210,256.

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político” y buen pastor. 23 Con todo, lo cierto es que la
utilización del término “buen pastor” es una expresión
moderna construida sobre ciertos aspectos sociales de la
realeza 24 egipcia del Reino Medio, dado que en ninguna
fuente hemos encontrado textualmente la frase de “rey como
buen pastor”. 25 Dicha interpretación se basó en alusiones y
metáforas en las cuales se asociaba a la monarquía y al dios
creador con las tareas realizadas por un pastor con su rebaño.
En este punto, debemos preguntarnos qué es un buen pastor.
¿Por qué se asocia a la realeza egipcia en el Reino Medio con
él? ¿Cuál es su función en la sociedad? Claramente, en
sociedades campesinas como lo eran las comunidades antiguas
del Cercano Oriente, la figura del pastor estaba asociada a la
protección, la vigilancia y la dedicación para con su rebaño.
De allí que se construyera un discurso y una imagen tal para
con la realeza. Como señala Assmann, la ideología del buen
pastor surgió a partir de la combinación de la imagen del
soberano divino del Reino Antiguo (2695-2190 a.C.) con la
lógica y las funciones de los patrones y nomarcas del Primer
Período Intermedio.26 Fue la necesidad de legitimación de la
monarquía de inicios del Reino Medio, la que llevó a redefinir
el lugar de la realeza en la sociedad. Dicha unión apeló a la
representación del soberano como un humano preocupado por
los problemas de su mundo y se lo relacionó con la tarea y la
función del buen pastor, que es la de proteger a su rebaño.

23
Sociedad Antigua y respuesta popular: Movimientos sociales en Egipto
Antiguo, Plaza y Valdés, Universidad Autónoma, Iztapalapa, 2003,271.
24
El término “buen pastor” también suele estar asociado a la figura del
dios creador. Véase R.B.Parkinson, Poetry and Culture…, 208-210 y 256.
y M.Gilula, “Does God Exist?” , en D.Young (ed.), Studies presented to
Hans Jakob Polotsky, Pirtle and Polson, Massachusetts, 1981, 390-400.
25
Conocemos la existencia del término “reyes pastores” que hace alusión
a los soberanos hicsos. D.B.Redford, Egypt, Canaan, and Israel in
Ancient Times, Cairo, 1993, 107. Sin embargo, esta cuestión significativa
excede la circunscripción histórica del presente trabajo.
26
Egipto. Historia de un sentido…, 194.

166
Como buen pastor, el soberano debía velar por el mantenimiento
del orden político y social, el cuidado y la protección de su
población. Las virtudes humanas como la bondad, la humildad,
la solidaridad y la generosidad, se convierten en denominador
común de las descripciones de las tareas reales. Al igual que
como sucedía en las biografías de los patrones del Primer
Período Intermedio, los faraones ahora se jactaban de haber
realizado diversas tareas sociales tales como alimentar a los
hambrientos o dar protección a las viudas y a los huérfanos. Es
así como comienza a formarse la imagen del soberano como
“reformador social”.27 A su vez, el concepto de buen pastor
implicaba la responsabilidad de la realeza ante sus acciones. Es
así como se construye en esta época “la retórica de la decisión”,
en la que se asocia el destino de los hombres a sus acciones.28
Ahora bien, hemos observado, como la realeza egipcia
reconstruye ciertos aspectos de la imagen del faraón, a la cual se
asocia con la figura del buen pastor, responsable, reformador y
protector. Claramente, esta reelaboración de la imagen del
faraón, está en consonancia con la legitimación de la monarquía.
3. La manifestación del concepto
Llegados a este punto, nos proponemos analizar las referencias
que encontramos en tres textos egipcios procedentes del Primer
Período Intermedio y del Reino Medio, en donde se manifiesta,
de diferentes formas, el concepto del rey como buen pastor.
31. Instrucciones para Merikare: el modelo para armar.
En este manuscrito aparecerá formulada por vez primera la
nueva ideología del buen pastor. 29 Merikare fue uno de los
últimos soberanos de la dinastía X, y en dicha obra se puede
observar como su padre difunto lo instruye en los quehaceres
de la realeza. A través de sus lecciones, se puede vislumbrar la
imagen de un faraón más humano que educa a su hijo y le

27
Ibíd.
28
J. Assmann, Egipto. Historia de un sentido…, 132.
29
J. Sanmartín y J. M. Serrano Delgado, op. cit., 274.

167
fomenta el desarrollo de valores sociales, la bondad, la
humildad, la lealtad, la justicia social y el compromiso con su
población: “Has lo que es justo para perdurar sobre la tierra.
Tranquiliza al que llora; no oprimas a la viuda; no expulses a
un hombre de las posesiones de su padre”.30 Hacia el final de
las lecciones, aparecerá una clara mención a la figura del buen
pastor: 31 “Bien cuidadas están las personas, el ganado del
dios”.32 Según Miriam Lichtheim, en este pasaje claramente
se hace referencia al dios creador como pastor de la
humanidad. 33 Por su parte, Parkinson señalará una clara
alusión a la metáfora del dios como pastor de todos los
hombres que el faraón debe imitar en sus funciones. 34 Con
todo, lo cierto es que en este texto, se plasma el ideal de los
valores que un buen gobernante debe poseer para poder
gobernar correctamente a su sociedad, a imagen de como el
dios creador rige a la humanidad. Sin lugar a dudas, el
contexto político de elaboración de este relato (dinastía X)35
ayudó a brindar la imagen del rey como buen pastor que sería
el encargado, mediante sus obras, de conducir por el buen
sendero a la humanidad, a su rebaño, con el fin de evitar que
se suceda nuevamente un período de descentralización
política. Es así, como la legitimación de la realeza egipcia
sería expresada, a partir de ahora, mediante sus acciones
sociales. De este modo, las Instrucciones para Merikare, son
a nuestro entender, un modelo para armar de esta nueva
ideología faraónica. Este será el modelo ideal de faraón que la
dinastía XII desea para su mundo.

30
Papiro Hermitage 1116A, reverso, línea 46. Traducción propia del
inglés. S.Quirke, op. cit., 114.
31
M.Lichtheim, “Didactic Literature”, en A. Loprieno, Ancient Egyptian
Literature. History and Forms, E.J. Brill, Leiden, 1996, 247.
32
Pap. Hermitage 1116A, línea 131. Traducción propia. S.Quirke, op. cit., 119.
33
“Didactic Literature”…, 247.
34
The Tale of Sinuhe…, nota 50, 233.
35
J.M.Serrano Delgado, op. cit., 95.

168
32. Inscripción de Sesostris I: el modelo en acción.
Sesostris I, fue el segundo faraón de la dinastía XII, y uno
de los más destacados por su accionar en pos de la
centralización del Estado egipcio. Ahora bien, en un texto
copiado de una inscripción de la pared del templo de Atum
en Heliópolis, 36 se puede vislumbrar el modelo del rey
como buen pastor ya implementado, en acción: “En el
futuro, construiré un monumento, promulgaré decretos firmes
en nombre de Harakhte. Él me creó para que hiciera su
voluntad, para que llevara a cabo lo que él me ordenaba. Me
nombró pastor de esta tierra, porque sabía que la mantendría
en orden para él”.37 Está claro que la función de pastor es
otorgada a Sesostris I por el dios para proteger un territorio.
Por tanto, es el dios creador quien le confiere el cuidado de
su rebaño. A su vez, el soberano debe imitar las acciones del
creador para poder gobernar correctamente a su población.
Es así como, claramente en este pasaje aparecerá la
denominada “metáfora del buen pastor” 38 en su máxima
expresión. De esta manera, en este documento se visualiza
la imagen del faraón preconizada en Merikare. Es la prueba
de su funcionamiento y representación, y la manifestación
visible del rey como buen pastor.
33. Las Admoniciones de Ipuwer: el modelo recordado.
En este manuscrito de la dinastía XIII39 se relatan una serie
de sucesos caóticos que alteran el orden político y social
egipcio que hacen referencia al Primer Período Intermedio.
Un sabio, Ipuwer, se presentará ante un faraón, del cual se
desconoce el nombre, y le relatará el estado en que se
encuentra el país, reclamando cierto accionar para revertir tal

36
M. Lichtheim, Ancient Egyptian Literature..., 115.
37
Rollo de cuero de Berlín 3029, línea 1,5. Traducción propia del inglés. Ibíd., 116.
38
R.B. Parkinson, The Tale of Sinuhe…, nota 94, 196.
39
P.M. Rosell, “Las Admoniciones de Ipuwer. Literatura política y
revolución”, A. Zingarelli (Ed.), El Egipto antiguo: pensamiento y
sociedad en los textos literarios, En prensa.

169
situación. Lo interesante de este texto es que Ipuwer en sus
lamentaciones, acude al modelo de soberano ideal, el del
buen pastor, clamando por su retorno. Es así como se
recordará ese modelo ideal de monarca en aras de hacer
accionar al faraón ante la anarquía social que reinaba en el
país. Ipuwer clama por un buen pastor que imparta justicia
social y proteja a la sociedad como el pastor a sus rebaños.
En este sentido, en una serie de reproches, Ipuwer
manifestará: “Las personas dirán: Este es el pastor de
todos, no hay maldad en su corazón, su rebaño es reducido,
pero ha pasado el día cuidándolo”. 40 Sin duda alguna,
estamos ante una de las más claras manifestaciones del
concepto de buen pastor. En relación con esta frase,
Parkinson,41 ha señalado la importancia de observar en ella
la “metáfora del buen pastor” que también aparece en
Merikare. Esta metáfora, que puede ser aplicada tanto al
dios creador como al rey, se asocia a la protección de las
personas. 42 Es así como en esta oración se recuerda al
soberano su función de pastor y protector de toda la
humanidad que es necesario restablecer. Se apela entonces
al recuerdo de una imagen ideal de soberano.
Finalmente, Ipuwer señala: “¿Hay algún pastor que ame la
muerte?”. 43 Sin duda alguna en este pasaje, Ipuwer
enfatizará su reproche al soberano, señalándole como un buen
pastor no desea la muerte y sin embargo, él con su mal
gobierno ha permitido que el caos se adueñase de Egipto.
Nuevamente, se está apelando al recuerdo del modelo de
buen soberano como buen pastor.

40
Papiro Leiden I 344, 12, 1.Traducción propia del inglés. S. Quirke, op.
cit., 147.
41
Poetry and Culture…, 209.
42
R.B. Parkinson, The Tale of Sinuhe…, nota 94, 196.
43
Papiro Leiden I 344, 12, 14. Traducción propia del inglés. S., Quirke,
op. cit., 148.

170
Por su parte, Mordechai Gilula,44 ha analizado dicha frase,
con la intención de resolver el dilema de a quien se está
haciendo mención –si al faraón o al dios creador –en ese
pasaje del poema. En este sentido, dicha frase ha generado un
arduo debate dentro de los estudiosos, en torno al destinatario
del reproche y a quien hace referencia el concepto de
pastor.45 Gilula argumentará que a quien se hace referencia
no es al soberano, sino por el contrario al dios creador.46
Con todo, lo cierto es que tenemos en este poema, una clara
alusión al modelo del buen pastor como recuerdo de un ideal
de soberano típico del Reino Medio y su sociedad.
4. Consideraciones finales
Hemos visto de esta manera como los sucesos del Primer
Período Intermedio afectaron la imagen de la realeza egipcia.
Es así como inspirada en las relaciones de patronazgo de los
nomarcas y jefes locales, la clase política de fines del Primer
Período Intermedio e inicios del Reino Medio construyó y
plasmó la imagen del soberano ideal como buen pastor,
reformador social y protector de su población con el objetivo
claro de restaurar las relaciones entre el Estado y la sociedad.
De este modo hemos encontrado en varias fuentes, alusiones
a la figura del faraón como un pastor encargado de proteger
su rebaño como el dios creador hace con los seres humanos.
Con todo, si bien el concepto se encontraba presente en la
imagen de la realeza del Reino Medio, el término “buen
pastor” será acuñado por los modernos egiptólogos ya que en
ninguna fuente aparecerá explícitamente dicho término.
De este modo, en una serie de textos pertenecientes a diferentes
contextos de un mismo período, se expresan las diversas
manifestaciones del concepto del rey como buen pastor.

44
Op. cit., 390-400.
45
Al respecto véase el trabajo de A. Rosenvasser, op. cit., 221-230.
46
Ibid. 395. Su argumento se basa en el análisis y estudio gramatical del
papiro.

171
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