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UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN SIMÓN

DIRECCIÓN DE POSGRADO
FACULTAD DE CIENCIAS Y TECNOLOGÍA

PETROQUÍMICA Y
BIOCOMBUSTIBLE

ESTRATEGIAS DE CONTRATO DE LA PLANTA DE


UREA Y AMONIACO

Postulante: Ing. Juan Carlos Garcia Salguero

Docente: Mgr. Ing. Marco Calle Martinez

Fecha: 8 de Mayo 2019

Cochabamba – Bolivia
CONTRATO DE LA PLANTA DE UREA Y AMONIACO

La Nacionalización de los Hidrocarburos, promovida por el Presidente del Estado


Plurinacional de Bolivia, Evo Morales, permite al país marcar una inflexión cualitativa
en su historia debido a que se inicia la industrialización del gas natural a través de la
suscripción del contrato entre los presidentes de YPFB Corporación, Carlos Villegas y de
Samsung Engineering Co. Ltd., Jae Youl Kim, para la construcción de la Planta de
Amoniaco y Urea.

La Nacionalización de los Hidrocarburos, promovida por el Presidente del Estado


Plurinacional de Bolivia, Evo Morales, permite al país marcar una inflexión cualitativa
en su historia debido a que se inicia la industrialización del gas natural a través de la
suscripción del contrato entre los presidentes de YPFB Corporación, Carlos Villegas y de
Samsung Engineering Co. Ltd., Jae Youl Kim, para la construcción de la Planta de
Amoniaco y Urea.
“Es un momento histórico y es una gran alegría para el pueblo cochabambino y para el
pueblo boliviano. De los 3.000 trabajadores, de acuerdo al contrato, el 85% de los
trabajadores van a ser bolivianos, por tanto habrá mucho movimiento económico destacó
el presidente Morales.

Esta tarea busca transformar al país de su condición de exportador de materias primas


por la de productor de derivados del gas natural con valor agregado.

“La suscripción de este contrato representa un homenaje a la efemérides de Cochabamba


porque, además, este complejo será construido en la región de Bulo Bulo, provincia
Carrasco de este departamento”, destacó Villegas.

En el acto realizado este jueves en la ciudad de Cochabamba también participaron el


Vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Álvaro García Linera, ministros de
Estado, el gobernador de Cochabamba, Edmundo Novillo, el alcalde del Cercado, Edwin
Castellanos, entre otras.

Con 42 años de servicio en el rubro, la compañía coreana se adjudicó por $us


843.911.998,85 la construcción de esta planta industrial que beneficiará al agricultor
boliviano.

La compañía coreana ofertó este monto para realizar el PDP (Paquete de Diseño de
Proceso), FEED (Front end Engineering Design), Ingeniería de Detalle, Procura,
Construcción, Puesta en Marcha, Operación y Mantenimiento Asistido de la planta que
entrará en operación el último cuatrimestre de 2015.

“Me llena de gran orgullo y satisfacción el tener la oportunidad de ser parte de este
proyecto histórico y trascendental para Bolivia. Tengan por seguro que Samsung
Engineering hará uso de su experiencia en la construcción de plantas fertilizantes para
contribuir al desarrollo económico y sostenible del país”, ponderó Jae Youl Kim.

CONSUMO DE GAS y PRODUCCIÓN

El complejo petroquímico tendrá un consumo de gas natural de 1,4 millones de metros


cúbicos por día (MMmcd) aproximadamente.

La planta tendrá una capacidad de producción anual de 420.000 toneladas métricas año
(TMA) de amoniaco y 650.000 TMA de urea con 360 días de operación por año.
PROCESO PARA PRODUCIR UREA

Entre los productos petroquímicos obtenidos a partir del gas natural, se encuentra el
amoniaco como producto intermedio, el mismo que finalmente se transformará en urea
para ser utilizada como fertilizante en el agro.

“La materia prima es el gas natural que a través de un proceso químico en un reactor se
va a convertir en amoniaco en una primera fase. Luego a través de otro proceso, este
amoniaco se transformará en urea siendo ésta el producto final”, explicó Villegas.

USOS

Bolivia es el único país latinoamericano cuya agricultura no emplea de manera sustancial


los fertilizantes nitrogenados. El amoniaco es el insumo para la producción de urea, en
tanto que la urea producida se empleará en los cultivos para mejorar su rendimiento y
eficiencia, pues se podrán producir más cantidad en el mismo espacio, se habilitarán
terrenos no cultivables o se recuperarán terrenos agotados.

La producción de urea granulada se empleará como fertilizante que se aplicará al suelo y


proveerá nitrógeno a los cultivos. También facilitará la transferencia de tecnología en el
sector rural y el acceso a nuevos conocimientos en busca de un salto en el nivel de
desempeño de la agricultura, la agropecuaria y la industria nacional.

MERCADOS

De la producción de urea generada en planta, entre el 10 y el 20%, cubrirá la demanda


del mercado interno y contribuirá a elevar la productividad del sector agrícola en Bolivia.
En tanto que entre el 20 y el 80% de los volúmenes excedentarios serán destinados a la
exportación.

“Las negociaciones están avanzadas con Brasil y Argentina que demostraron interés por
adquirir urea debido a que tienen un plan agrícola de producción y de ampliación de
frontera agrícola”, ponderó.

IMPACTOS
Ampliación de la frontera agrícola. La producción de urea ayudará a mejorar la
productividad del sector agrícola en Bolivia, promoverá el desarrollo de las regiones y
contribuirá a la seguridad alimentaria. Además, el uso de fertilizantes permitirá ampliar
la frontera agrícola del país.

Generación de divisas. Una vez en operación, el complejo petroquímico permitirá generar


divisas para el país de aproximadamente $us 340 millones anuales como ingreso bruto
durante 20 años. “La exportación de urea generará divisas al año para el país como ingreso
bruto, monto significativo que beneficiará a la población”, destacó Villegas.

Polo de desarrollo petroquímico. El departamento de Cochabamba, y particularmente la


región de Bulo Bulo, se convierte en el primer polo de desarrollo de la industrialización
del gas natural porque en este complejo se empleará alta tecnología que requiere de
grandes inversiones para su implementación.

El Plan de Industrialización del Gas Natural de YPFB contempla el equilibrio regional de


los departamentos productores de hidrocarburos. “Cochabamba es un departamento
productor de gas natural y tiene la capacidad para alimentar con gas a la planta. En YPFB
estamos implementando toda una estrategia de industrialización y de conformación de
polos de desarrollo”, mencionó Villegas.

Empleos. Se generarán más de 3.000 fuentes de empleo directo e indirecto en las etapas
de construcción, producción, distribución y comercialización en el mercado nacional e
internacional.

“En todo el proceso de construcción habrá una captación significativa de mano de obra.
En el contrato que se suscribirá existe una cláusula de obligatoriedad por el cual Samsung
tiene que contratar el 85% de la mano de obra boliviana, subrayando que el departamento
de Cochabamba se beneficie de la captación de personal” dijo Villegas.

Además, se requerirá de mano de obra especializada tanto para la fase de inversión, puesta
en marcha, operación y mantenimiento para poder generar un avance en este tipo de
tecnologías y procesos.

“La Filosofía de Samsung Engineering para este proyecto en especial es la búsqueda de


valor compartido para garantizar y promover el desarrollo en Bolivia, depositando un
especial interés en la generación de nuevos puestos de trabajo, el fortalecimiento de las
calificaciones de nuestros colaboradores y proveedores locales, así como el fomento del
progreso a nivel comunitario”, manifestó la autoridad coreana.

BENEFICIOS DE LA IMPLEMENTACION DE LA PLANTA

 Agregar valor al gas natural para generar excedentes y


promover desarrollo.

 Satisfacer la demanda del mercado interno de fertilizantes,


sustituyendo las importaciones.

 Precautelar la seguridad alimenticia en Bolivia y lograr el Vivir


Bien.

 Promover el desarrollo endógeno de la agroindustria y la


pecuaria en Bolivia.
 Crear los polos de desarrollo petroquímico.
 Generar fuentes de trabajo directas e indirectas.
 Incremento de la capacidad de producción agrícola
 Generar ingreso de divisas al Tesoro General del Estado.

 Diversificar la cartera de negocios del gas natural y reducir la


dependencia del negocio de la exportación de gas.
 Promover y estimular la transferencia de tecnología.

El 13 de septiembre de 2012 la estatal petrolera boliviana YPFB Corporación firmó con


la coreana Samsung Engineering un contrato por US$ 843.9 millones para la construcción
y puesta en marcha de una Planta de Amoniaco y Urea (PAU) en la localidad de Bulo
Bulo, en pleno trópico cochabambino.

Oficialmente sabemos que con tecnología norteamericana (KBR) y japonesa (Toyo), a


partir del año 2015 se producirán en el país 432,000 toneladas métricas año (TMA) de
amoniaco y 756,000 TMA de urea. Parte de esa producción (20 por ciento) permitiría al
sector agropecuario y agroindustrial boliviano ampliar el área de cultivo de 2.9 a 105
millones de hectáreas incrementando la rentabilidad de los cultivos hasta en un 40 por
ciento por hectárea.
Sobre el destino de los productos obtenidos, oficialmente se ha informado que lo que no
se consuma internamente, es decir el 80 por ciento de lo producido, será exportado a los
mercados de Brasil y Argentina. Entonces, en base a los datos señalados, Bolivia
exportaría 604,800 TMA de urea y 345,600 TMA de amoniaco generando, según
declaraciones del presidente de YPFB Corporación, un ingreso bruto de US$ 340
millones anuales durante los 20 años de vida útil que se estima tendrá este proyecto.

Para alcanzar la producción antes mencionada, la planta de Bulo Bulo demandará


aproximadamente 1.5 millones de metros cúbicos de gas por día, ese dato nos permite
calcular que durante 20 años de operación la demanda total de gas será de
aproximadamente 0.36 TCF (trillones de pies cúbicos por sus siglas en inglés). Dicho
volumen llegará a destino mediante un gasoducto de 1.5 kilómetros de longitud.

Por último, se ha dado a conocer que a partir de 2015, una vez iniciadas la operaciones
del proyecto, y hasta inicios de 2018, Samsung se hará cargo de la operación y el
mantenimiento de la PAU mientras se califica y adiestra al personal boliviano para que
de forma independiente se haga cargo de la operación y el mantenimiento de las
operaciones a partir de 2018.

Sin embargo, como se pudo apreciar líneas arriba, la información oficial, relevante y
específica sobre este proyecto es inexistente, solamente se han hecho públicos un
conjunto de datos generales que brindan un panorama muy alentador pero poco
justificado sobre los beneficios y la rentabilidad que los bolivianos podemos esperar de
este importante emprendimiento.

Esa falta de información deja sabor a poco cuando se intenta tener la certeza de que la
PAU es a todas luces un proyecto concebido de manera responsable para beneficiar a
Bolivia no solamente en el aspecto social sino también en lo técnico, económico y
financiero.

Exportar urea y/o amoniaco no es comparable desde ningún punto de vista con
exportar gas natural, en ese sentido preocupa que los responsables de ejecutar este
emprendimiento hayan cometido el error de comerse el postre sin haber tomado la sopa.
Existen una serie de aspectos que mientras no sean aclarados de manera oficial y
contundente por parte de YPFB Corporación dejan una sensación de improvisación que
puede, de pronto, hacer naufragar el proyecto en cuestión.
Sería de mucho beneficio para todos los bolivianos que YPFB Corporación dejará
claramente establecido, entre otros aspectos, el origen y la disponibilidad del gas natural
que demandará la PAU así como el precio del mismo. Cabe hacer notar que con relación
al precio, hasta ahora YPFB simplemente mencionó que este tendrá un valor preferencial
pero aún no se ha establecido el mismo y con relación a la disponibilidad y el origen del
gas las autoridades consultadas se han limitado a garantizar que ese no será un problema.

En ese sentido, las regiones productoras seguramente están atentas al tema ya que la
diferencia entre el precio del gas de exportación y el gas para el mercado interno es
considerable y podría afectar a los ingresos que perciben por concepto del IDH en caso
de que se decida destinar gas de exportación para la PAU. Las petroleras seguramente
tienen la misma preocupación, el precio.

Con relación a la logística y el transporte, es poco frecuente ver que se firma un contrato
de estas características sin tener antes la certeza de cómo es que se va a exportar la
producción obtenida.

Se dice que se está trabajando en un proyecto para trasportar la producción por vía férrea
desde Bulo Bulo hasta Montero en el Departamento de Santa Cruz. ¿No hubiera sido
mejor ubicar la planta en un lugar estratégico que facilite, abarate y optimice el proceso
de exportación? Varios son los expertos en el tema que han coincidido en que el trópico
cochabambino no es el mejor lugar para un proyecto que exportará el 80 por ciento de su
producción.

No menos preocupante es el hecho de que YPFB aún no tiene saneadas las tierras sobre
las que se construirá la Planta. A casi un mes de la firma del contrato la cantidad de
hectáreas necesarias para el proyecto permanece como una incógnita.

A esas observaciones debemos añadir el hecho de que aún no existe un marco normativo
y regulatorio para la industria petroquímica en Bolivia. Recordemos nuevamente que las
exportaciones de productos petroquímicos no se pueden comparar con la exportación de
gas natural, para eso se debería trabajar en la creación de una Unidad Especializada en la
Comercialización de Productos Petroquímicos que garantice un grado aceptable de
competitividad en la producción boliviana con relación a los proveedores que abastecen
los mercados de Brasil y Argentina.
Hablando a nivel global, no se puede pasar por alto el efecto que está teniendo en la
industria petroquímica la cada vez mayor producción de gas no convencional en Estados
Unidos. Las nuevas tecnologías han hecho posible que en el país del norte se logre
producir gas de esquisto a precios muy competitivos con relación al gas convencional
motivando que los grandes protagonistas del negocio petroquímico decidan trasladar sus
plantas hacia el norte.

Tomemos como ejemplo a la canadiense Methanex que comenzó ya el desmontaje de una


de sus plantas ubicadas en Chile para reensamblarla en Estados Unidos a un costo
estimado en US$ 550 millones. Actualmente Braskem también está analizando las
oportunidades que brinda el gas de esquisto en Norteamérica. ¿Podrá YPFB garantizar
que la PAU de Bulo Bulo será competitiva con la producción de urea y amoniaco a partir
del gas no convencional en Estados Unidos?

Si la exportación es la razón de ser de la PAU, en un mercado globalizado tan dinámico


y exigente como el de la urea y el amoniaco, YPFB Corporación debería tener una
estrategia de mercado que le permita asegurar tanto a Brasil como a la Argentina las
condiciones más favorables no solamente con relación a los proveedores que actualmente
abastecen dichos mercados sino también con relación a las 60 nuevas plantas que se
estima iniciaran operaciones entre 2012 y 2016. De ahí la importancia de una Unidad
Especializada en la Comercialización de Productos Petroquímicos para garantizar la
competitividad boliviana frente a una oferta que ya supera la demanda global como se
puede apreciar en el cuadro 1.

El mercado brasileño merece un análisis separado, según datos oficiales de Petrobras,


US$ 5,900 millones serán destinados al proceso de conversión del gas natural en urea,
amoníaco, metanol y otros productos necesarios para la producción de fertilizantes. Esas
inversiones le permitirán a Brasil prescindir de las importaciones de amoniaco desde el
año 2015 (actualmente Brasil importa el 53 por ciento del amoníaco que consume) y para
el año 2020 tiene planeado reducir su dependencia de urea importada al 22 por ciento.

En resumen, según Petrobras, Brasil no necesitará importar amoniaco de Bolivia lo que


nos obligaría a exportar esas 432,000 TMA al mercado argentino, el reto estará entonces
en hacer que esa producción llegue a destino en condiciones más competitivas que las de
la competencia.

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