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Utiliza como fuente energética la más abundante existente sobre la tierra, la energía solar.
La entrada neta de energía solar en la Tierra es más de 10000 veces la tasa de uso
mundial de energía fósil y nuclear.
Las células fotovoltaicas en su forma más común, están compuestas casi de forma
principal de silicio, el elemento más abundante existente en la naturaleza. Al carecer de
elementos mecánicos en movimiento puede, al menos en teoría, aunque no en la práctica,
funcionar indefinidamente sin desgaste y su salida directa es la electricidad,
probablemente la forma más útil de energía conocida hasta la fecha.
Célula fotovoltaica
•Este tipo de energía se usa para alimentar innumerables aparatos autónomos, para
abastecer refugios o casas aisladas y para producir electricidad a gran escala para redes
de distribución. Debido a la creciente demanda de energías renovables, la fabricación de
células solares e instalaciones fotovoltaicas ha avanzado considerablemente en los
últimos años.
•En entornos aislados, donde se requiere poca potencia eléctrica y el acceso a la red es
difícil, como señalización de vías públicas, estaciones meteorológicas o repetidores de
comunicaciones, se emplean las placas fotovoltaicas como alternativa económicamente
viable. Para comprender la importancia de esta posibilidad, conviene tener en cuenta que
aproximadamente una cuarta parte de la población mundial todavía no tiene acceso a la
energía eléctrica.
La célula fotovoltaica es un semiconductor formado por una fina capa de un material
semiconductor, generalmente silicio, con un tratamiento especial. La célula fotoeléctrica
es un verdadero generador eléctrico, muy pequeño, que proporciona una tensión
alrededor de 0,5 V y una pequeña corriente eléctrica.
Historia
El término fotovoltaico procede el griego foto (luz), y voltio (Alejandro Volta), unidad de la
fuerza electromotriz causante del movimiento de los electrones. Alejandro Volta de cuyo
nombre viene la palabra voltio fue el inventor de la batería. La energía fotovoltaica trata,
por tanto, de la transformación de la energía luminosa en energía eléctrica de modo
directo.
Funcionamiento
Que el sol es una de las principales fuentes de obtención de energía limpia y renovable ya
no es un misterio para nadie. Pero cómo se consigue que esos rayos de sol que lucen
durante el día se transformen en la electricidad que enciende nuestras bombillas y pone
en funcionamiento nuestros electrodomésticos y aparatos eléctricos.
Cuando pensamos en este tipo de energía una de las primeras imágenes que nos llega es
la de una placa solar. Estas placas están formadas por módulos y éstos a su vez por
células fotovoltaicas. Sus células están formadas por una o varias láminas de material
semiconductor y recubiertas de un vidrio transparente que deja pasar la radiación solar y
minimiza las pérdidas de calor.
Las células solares fotovoltaicas convencionales se fabrican de silicio. Las fabricadas con
este material son bastante eficientes, con unos rendimientos medios de 14-17%, aunque
también más caras de producir por la alta dependencia en la disponibilidad del silicio. Se
han empezado a utilizar otros materiales más baratos, denominándose estas células "de
segunda generación", aunque sus rendimientos son menores (10-12%).
Para los sistemas de concentración se usan materiales que forman "multiuniones",
aumentando en gran medida el rendimiento y llegando a valores de 25-30%. Se sigue
investigando para reducir los costos de producción y aumentar aún más la versatilidad de
los módulos, así como la posibilidad de utilizar materiales más abundantes en el planeta.
De esta forma se puede elegir entre los diferentes tipos de células fotovoltaicas para las
características específicas de cada instalación.
La luz del sol (que está compuesta por fotones) incide en las células fotovoltaicas de la
placa, creándose de esta forma un campo de electricidad entre las capas. Así se genera
un circuito eléctrico. Cuanto más intensa sea la luz, mayor será el flujo de electricidad.
Además, no es necesario que haya luz directa, ya que en días nublados también funciona.
Esta corriente alterna generada finalmente pasa por un contador (que la cuantifica) y de
allí es inyectada a la Red general.
Una única célula FV produce tan solo 1,5 W, de forma que para obtener más potencia
tendremos que agrupar células en forma de paneles rectangulares, por lo tanto, las
uniremos una junto a otra en forma de un módulo.
• Una instalación aislada, sin acceso a la red eléctrica. Esta es muy útil en poblaciones
donde es difícil realizar este tipo de conexiones. La electricidad generada se destina al
autoconsumo.
En este caso será necesario instalar baterías al sistema para poder acumular esta energía
generada y así poder consumirla durante la noche.
• Una instalación conectada a la red. En este caso la corriente eléctrica generada por una
instalación fotovoltaica puede ser vertida a la red eléctrica como si fuera una central de
producción de energía eléctrica. El productor sigue comprando la energía eléctrica
consumida y por separado venderá lo producido.
Con el nuevo Real Decreto para instalaciones de pequeña potencia se agilizarán los
trámites para conectarse a la red eléctrica y en un futuro se podrá llegar al autoconsumo
cuando las condiciones económicas sean favorables.
De este modo, la luz del sol se transforma en electricidad de una manera limpia y segura.
Además, la vida de los sistemas fotovoltaicos garantiza un periodo de funcionamiento
largo. Se estima que la vida de un módulo es de unos 30 años, y su rendimiento después
de 25 años de uso está por encima del 80%. ¡Incluso se pueden reciclar ya que los
materiales utilizados (silicio, cristal, aluminio, etc.) pueden ser reutilizados!
Sistemas aislados.
Conexión a Red.
Los módulos FV carecen de partes móviles, por lo que son muy seguros desde el punto
de vista mecánico, no emitiendo ruido alguno. Sin embargo, al igual que otros equipos
eléctricos tienen el riesgos de producir descargas eléctricas, especialmente los grandes
sistemas que operan a voltajes sensiblemente elevado, superiores a los típicos de 12 –
48 V empleados en la mayor parte de las pequeñas instalaciones. Pero el peligro
eléctrico de un sistema FV bien concebido, nunca es más elevado que el de cualquier
otra instalación eléctrica similar.
Los paneles FV, por supuesto tienen un impacto visual. Los paneles que van en los
tejados la mayor parte de las veces son visibles por los vecinos y pueden no resultar
estéticos con algunas de las modas actualmente existentes. Existen algunas empresas
que han producido módulos FV especiales, que tiene el aspecto de tejas con lo que su
integración en el entorno es aún más completa que en el caso de los módulos
convencionales.
Como en cualquier proceso químico, debe prestarse una cuidadosa atención al diseño y
funcionamiento de la planta para asegurar una contención segura de las mismas, incluso
en el caso de accidentes o fallo de funcionamiento.
Aunque las células FV son dispositivos de vida relativamente larga, podría llegar un
momento en que alcanzará finalmente su vida útil, momento en el cual deberían ser
reciclados o bien almacenados de modo seguro. Existen en la actualidad algunos
fabricantes que ya reciclan módulos de FV y está en preparación en los Estados Unidos
normas que cubran tal extremo.
Esto implica que, en determinadas épocas del año, es necesario completar la producción
de energía con otros combustibles.
Los paneles solares tienen un gran impacto visual en el paisaje cuando se emplean para
producir electricidad a gran escala, ya que ocupan grandes extensiones. Este impacto
también es visible en las cubiertas de los edificios con paneles instalados, aunque en
menor medida. De hecho, en algunos casos, no se permite su instalación en edificios
protegidos, como los Bienes de Interés Cultural (BIC).
Por otro lado, los paneles se fabrican con materiales que deben tratarse como residuos
peligrosos al final de su vida útil (silicio, plomo…).
Otras desventajas
Por último, en muchos casos, las zonas de mayor radiación solar son lugares desérticos,
alejados de las áreas de consumo. (TWENERGY, 2012)
VENTAJAS Y DESVENTAJAS
Pero, aun cuando la capacidad de las fuentes energéticas de salida variable como, por
ejemplo, la FV es pequeña con respecto a la capacidad total de la red, (la mayor parte
de los estudios indican que si está entre el 10 y el 20 %), no existe mayor problema
eliminar estas fluctuaciones en la salida, la red después de todo está diseñada para
cortar fluctuaciones masivas en la demanda y análogamente una fluctuación en el
suministro que en el caso de las FV puede considerarse simplemente como una carga
negativa.
Ventajas medioambientales
Ventajas económicas
En cada vez un mayor número de países (Brasil, Italia, México…) se está imponiendo una
legislación que permite el autoconsumo, generando notables ahorros económicos para
propietarios e inversores de plantas solares fotovoltaicas.
Ventajas de imagen
- Los costos de instalación son altos, requiere de una gran inversión inicial.
- Los lugares donde hay mayor radiación solar, son lugares desérticos y alejados de las
ciudades.
- Es una fuente de energía difusa, la luz solar es una energía relativamente de baja
densidad.
- Posee ciertas limitaciones con respecto al consumo ya que no puede utilizarse más
energía de la acumulada en períodos en donde no haya sol.
Cuando pensamos en las desventajas de este tipo de energía renovable, suele costarnos
mucho más pensar en algo en concreto salvo que estéticamente, no queda especialmente
bonito cuando se decide instalarlo en los campos.
Pero además, el nivel de radiación de esta energía fluctúa de una zona a otra, y lo
mismo ocurre entre una estación del año y otra, lo que puede no ser tan atractivo para
el consumidor.
Cuando se decide utilizar la energía solar para una parte importante de la población,
se necesitan grandes extensiones de terreno, lo que dificulta que se escoja este tipo
de energía.
Además, otra de las desventajas, es que inicialmente requiere una fuerte inversión
económica a la que muchos consumidores no están dispuestos a arriesgarse
Muchas veces se debe complementar este método de convertir energía con otros,
como por ejemplo las instalaciones de agua caliente y calefacción, requieren una
bomba que haga circular el fluido.
Los lugares donde hay mayor radiación, son lugares desérticos y alejados, (energía
que no se aprovecha para desarrollar actividad agrícola o industrial.
Bibliografía
Energías del Siglo XXI, De las energías fósiles a las alternativas; Gregorio Gil
García
http://energiafotovoltaica1.blogspot.com/p/calculos-basicos-instalacion.html
http://image.slidesharecdn.com/calculossolarfotovoltaica-120830105956-
phpapp01/95/slide-4-728.jpg?1346342441
http://www.electricidad-gratuita.com/Curso_Solar_Fotovoltaica.html