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492 Teología y Vida, Vol. XLVI (2005), pp.

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RECENSIONES

RECENSIONES

JOSÉ ANTONIO PACHECO, Salviano de Marse- tulación de la justicia de Dios, Salviano procede,
lla en el “De gubernatione Dei”: un cristiano que en segundo lugar, a invalidar los presupuestos y
justifica romanamente a Dios, San Salvador 2000, operando con el esquema de interpretación de
Ed. UCA, 244 pp. sus interlocutores, a saber que son cristianos de
verdad y que son moralmente mejores que los
Se trata de la tesis doctoral del autor, realiza- bárbaros. Invalidando estos presupuestos y ope-
da en Sankt Georgen, Frankfurt, en 1999, bajo la rando con el esquema de interpretación de sus
dirección de G. Podskalsky. El libro está precedi- interlocutores Salviano logra mostrar la derrota
do de 15 pp. de bibliografía. Después introduce al romana como un merecido castigo y a Dios como
marco histórico, social y eclesial de Galia del 395 un justo juez. Salviano justifica, pues, a Dios ro-
al 455, siguiendo especialmente a Demandt, como manamente, esto es desde el esquema de inter-
él afirma. Expone vida y obras de Salviano. Ahí pretación de sus interlocutores y como el Dios
resume el De gubernatione y el Ad ecclesiam. que se desprende de dicho esquema: un juez jus-
Desde la p. 87 a 206 presenta, por orden histórico, to que premia y castiga según sean los actos hu-
los contradictorios juicios sobre Salviano respecto manos. Es la argumentación estructural”.
a De gubernatione, sintetizándolos al final. Por La experiencia personal de Salviano respecto
último, en pp. 207 a 244 hace su propio análisis al Dios que es amor, se refleja en GB IV, 46-51.
de la obra, respondiendo a las inquietudes plan- En la visión de Salviano, el imperio está muerto o
teadas antes. Aunque a primera vista sorprende la expirando por la avidez de los poderosos que des-
desproporción entre el espacio dedicado directa- pojan a los débiles, la descomposición moral, y la
mente al análisis propio de la obra y la parte ante- devastación de los bárbaros. La Iglesia ha crecido
rior, sin embargo, el estudio parece bien estructu- mucho, pero hay pocos cristianos de verdad. Los
rado y tiende a ser convincente. Las malas católicos romanos son más culpables porque tie-
interpretaciones, según el autor, se deben a no sa- nen la fe ortodoxa y conocen la ley de Dios. Ade-
ber distinguir la argumentación paraestructural (lo más cometen malas acciones, que así no se en-
que Salviano como convertido piensa y siente) de cuentran entre los bárbaros: exacción de
lo estructural: una apología en la que prueba si- impuestos, espectáculos escandalosos y desenfre-
tuándose en la mentalidad de los interlocutores, no sexual. Pero los bárbaros no son puestos como
que no es la propia. modelo para los romanos ni dejan de ser enemi-
Se expresa así en la conclusión final (p. gos. Estima posible una futura conversión de los
243s): “En el GD Salviano se hace presente bárbaros, lo que también afectará a los romanos.
como un cristiano de verdad que ha experimenta- Las exageraciones que comete no son para encu-
do al Dios que ama a los hombres más que un brir la verdad, sino para descubrirla a quienes no
padre a su hijo. Desde esta experiencia llama a reconocen su pecado.
sus interlocutores a la conversión, esto es a reco- El libro, en fin, me parece una interesante
nocer su pecado y tener fe. También les anuncia presentación y defensa de Salviano. Se deslizan
que en medio de la derrota Dios les abre futuro. algunos errores tipográficos, como ser en p. 43,
Es la argumentación paraestructural. Salviano párrafo 2 línea 1; p. 105, antepenúltima línea; p.
también se hace presente en el GD como un apo- 184, línea 7; p. 209, párrafo 2, línea 4.
logeta apasionado por justificar a Dios frente a
la mala idea que de él tienen sus interlocutores. Sergio Zañartu, s.j.
Estos, romanos ricos de Galia todavía bajo sobe-
ranía romana, afirman que Dios es indiferente de
cara a los actos humanos, porque ellos, romanos
católicos están siendo vencidos por bárbaros pa- ALPHONSO, HERBERT, La vocación personal,
ganos o herejes. El camino por el que opta Sal- Tr. Ignacio Echániz, s.j. Editrice Pontificia Uni-
viano para justificar a Dios consiste en primer versita Gregoriana, Roma 2004,80 pp.
lugar en retomar el esquema de interpretación de
sus interlocutores. Estos postulan a Dios como Se trata de una breve pero contundente obra
garante de la correspondencia entre los actos hu- de espiritualidad, que su autor, Herbert Alphonso,
manos y sus consecuencias. A partir de este es- s.j., jesuita indio, publicó, en inglés, el año 1990.
quema, ante la patente derrota romana y la pos- Se comprende el interés por traducirla y acercarla,
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así, a los lectores de habla hispana, porque, en lo la unidad e integración personal, por cuanto la
esencial, esta obra ayuda a entender que somos “vocación” tiene un significado único: el que
amados por Dios con un “nombre único”, y con Dios ha querido darle, para nadie más que para
una misión única. Y no es que sea algo nuevo, ese “yo” con el cual se encuentra.
pues esto lo sabemos desde siempre. Pero la ri- En tercer lugar, el autor nos introduce a la
queza de este texto es que uno encuentra, en él, dimensión cristológica de esta “vocación perso-
una luz que nos lleva a sistematizar esta realidad nal”, pues no hay respuesta posible al llamado
en cuanto experiencia espiritual. personal que Dios nos hace, sino en, y por, la
Con una idea de fondo, expresada en el subtí- persona de Cristo. El encuentro entre el hombre
tulo (Transformación en profundidad por medio y Dios está mediado por Jesucristo. De aquí que
de los Ejercicios Espirituales), el autor nos va la “vocación personal” no se reduzca a un pro-
presentando el terna de la “vocación personal”, yecto intelectual, abstracto, ideal, que cada uno
como fruto de la experiencia de los Ejercicios Es- se fabrica, racional o afectivamente, para sí mis-
pirituales de San Ignacio. Estos aparecen como mo, sino que tiene su origen y fundamento en el
una experiencia transformadora de la persona, que concreto de la persona de Jesús. Solo desde Je-
posibilita el descubrimiento, y seguimiento, de la sús adquiere significado la propia vocación, que
propia vocación. En este sentido, la obra puede se mueve, pues, a nivel del “ser” y no del ‘ha-
ser leída desde, al menos, tres perspectivas distin- cer”, como muchas veces suelen confundir las
tas: desde la perspectiva del director de los ejerci- personas.
cios, como un complemento a los directorios que Un cuarto aspecto, se trata de ver los Ejerci-
los mismos ejercicios ofrecen; desde la perspecti- cios como una ocasión privilegiada para “discer-
va del ejercitante, como una guía de conocimiento nir” la “vocación personal”. Sin embargo, para el
y preparación del espíritu, antes de realizar la ex- que ha hecho la experiencia, el discernimiento es
periencia; y desde la perspectiva del discípulo de el instrumento para descubrir la voluntad de Dios
Cristo, como un manual de discernimiento espiri- y la clave para “permanecer” en ella. De esta ma-
tual de la vida cotidiana. nera, por medio del discernimiento podemos vivir
Las posibilidades de lectura de este libro se conforme al “principio y fundamento” ignaciano.
deben a que en él podemos encontrar los aspectos Lo significativo del aporte de Alphonso, s.j., es
fundamentales de la “conversión personal”. Es que relaciona este “discernimiento” de la “voca-
cierto que el autor habla de aquella transforma- ción personal”, y su confirmación, con ese “algo”,
ción que se produce en quien realiza la experien- que está presente en toda la historia personal de
cia de los Ejercicios (siempre y cuando se hagan, cada uno, y que se manifiesta como una constante
o deseen hacer, honestamente, con verdadero áni- en la vida a pesar de los cambios de “colores”,
mo y liberalidad y con el deseo profundo de que- “dimensiones”, “intensidades” con los que apare-
rer ordenar la vida según la voluntad de Dios), ce según avanza la vida temporal.
pero yo pienso que las claves que se nos ofrecen Otro aspecto fundamental que aborda el autor,
en esta obra pueden ayudar a comprender cual- en esta obra, es la dimensión de “cotidianeidad”
quier experiencia de conversión profunda. que tiene la “vocación personal”. En efecto, si la
De su lectura, cualquiera sea la perspectiva vocación personal es ese “llamado desde el vien-
con la que entremos, podemos destacar, en primer tre de tu madre”, está presente no solo durante
lugar, el significado de la “elección” en los Ejer- toda la vida, sino también en todos los aspectos
cicios ignacianos. El autor, muy sintéticamente, de la vida. Y no se trata de discernir cada día la
nos ayuda a comprender, en mayor profundidad, “vocación personal”, sino que, una vez descubier-
el objetivo final de la experiencia de los Ejerci- ta, esta “vocación personal” se convierte en “el”
cios, señalando, con claridad, que la “elección” criterio de discernimiento de toda decisión, por
está más allá de los “propósitos” personales para mínima que sea. Del mismo modo, puesto que la
enmendar la vida y reorientarla a Dios. La “elec- “vocación personal” es ese “modo personalísimo
ción”, según este autor tiene que ver, más bien, y único de ser cristiano”, se convierte en “el” lu-
con aquella “llamada”, íntima y radical, única e gar de encuentro con Cristo, a partir del cual nos
irrepetible, que Dios hace al “yo”, profundo y relacionamos con las demás personas, y con las
verdadero, de cada uno: la “llamada por mi nom- cosas, alcanzando, progresivamente, la libertad
bre”. De aquí que se trate de la “vocación perso- interior que nos permite “amar a Dios en todas las
nal”. cosas” y “amar a todas las cosas en Dios”.
En segundo lugar, señalamos lo que el autor Termina el texto con dos breves y prácticos
afirma sobre la unidad e integración personal que apéndices. El primero sobre el “examen de con-
posibilita la “llamada por el nombre”. En efecto, a ciencia”, esta antigua práctica cristiana, en el cual
partir de este llamado al “yo”, la vocación perso- propone algunos pasos para realizarlo y que pue-
nal se vincula, necesariamente, a la experiencia den renovar la acostumbrada forma de hacerlo, o
del encuentro íntimo con Dios. Esta experiencia, de introducir a la práctica de este sano ejercicio a
que se hace única y, muchas veces, incomunica- quien no lo conoce. El segundo apéndice, también
ble, es la que posibilita para cada uno de nosotros práctico, nos ayuda a mirar de nuevo el “examen
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particular”, vinculándolo con la “vocación perso- En el trasfondo del poema anchietano, subyace
nal” y transformándolo en, como dice el autor, “la el espíritu de los Ejercicios Espirituales: dejar que
manera exclusiva y personal de hallar a Dios en Dios se sirva de uno para así servirlo y amarlo, es
todas las cosas” decir, abandonarse entero a la voluntad del Padre.
El diálogo cotidiano que el P. Anchieta mantenía
José Miguel Avilés Radic con María, de la que recibía la fuerza para soportar
su cautiverio, lo ayudó a profundizar en la amistad
con la Madre del Señor y, al modo de los coloquios
ignacianos, fue acrecentando su conocimiento in-
ANCHIETA, JOSÉ DE PRIMER MARIÓLOGO terno del Hijo de Dios, lo que le permitió compren-
JESUITA. Texto Latino de sus poemas mariológi- der mejor los misterios de nuestra fe.
cos. Traducción, introducción y notas de José Ma- En el estudio de Farell podemos encontrar,
ría Fornell, Granada-Facultad de Teología 1997. además, un profundo análisis del poema anchieta-
no incluyendo estructura, materias, acentos e imá-
Apenas terminando su noviciado en Coimbra, genes y una división del mismo en cinco libros,
y con solo 19 años de edad, el P. José de Anchie- de marcado acento cristológico, en el cual se pue-
ta, s.j. (1534-1597) fue destinado por sus superio- de observar el trasfondo de los Ejercicios y los
res a la misión del Brasil para colaborar en la temas de sus distintas semanas.
evangelización y educación de los indios. Allí, en De esta manera, DE BEATA VIRGINE DEI
medio del trabajo apostólico y en cautiverio, es- MATRE MARIA, nos llega como regalo, no solo
cribió este poema a la Virgen María, titulado DE para volver a reflexionar el misterio mariano des-
BEATA VIRGINE DEI MATRE MARIA, cuya de una perspectiva distinta, sino también para re-
edición bilingüe nos ofrece José María Fornell, en descubrir y valorar la belleza de María como mu-
la presente edición. jer y madre, al tiempo que nos ayuda a pensar en
Fornell, traductor y estudioso de la obra de el modo de transmitir y enseñar el misterio de la
José de Anchieta, en una ágil y amena introduc- Madre de Dios.
ción, nos interioriza en la vida de este santo jesui- El P. Anchieta, fue beatificado por Juan Pablo
ta. No teme afirmar que el Apóstol del Brasil es el II, el 22 de junio de 1980. Las páginas de este
“primer mariólogo jesuita”, pues aborda, en la be- poema nos muestran que el santo continúa evan-
lleza de la poesía y desde la inspiración mística, gelizando y llevando los corazones de los hom-
el dogma mariano, mucho antes que lo hicieran bres hacia el Padre, A.M.D.G.
otros.
El Poema del P. Anchieta data de 1563 y, se- J. A. Avilés
gún la historia, fue pensado y retenido en su me-
moria durante su cautiverio, en medio de una tri-
bu indígena a la que había venido para
evangelizar. Después de esta experiencia, de la JOSEPH RATZINGER, Caminos de Jesucristo,
que salió vivo “con la ayuda de la Virgen”, cum- Ediciones Cristiandad, Madrid 2004, 163 pp.
pliendo la promesa que le hiciera a su Señora, lo
escribió con su propia mano. En su introducción, Este pequeño libro, tal como se indica en el
Fornell nos ofrece una carta del propio Anchieta, prólogo, es una recopilación de artículos escritos
fechada el 8 de enero de 1565, en la que, en un por el Cardenal Ratzinger entre el año 1997 y
detallado informe al General de la Compañía, P. 2003. En él se aprecia un serio y honesto esfuerzo
Diego Laínez, s.j., podemos conocer la situación por recuperar aspectos esenciales de una cristolo-
histórica inmediata de la composición de su obra. gía fundamental que busca dialogar con el hombre
Fornell, además, nos presenta una documentada de hoy. La variedad de temas que desarrolla se
introducción a la vida misionera del Apóstol del articula por un interés cristológico que unifica y
Brasil y de sus virtudes, las que nos hablan de su da coherencia a la obra en general.
profunda vida espiritual, consiguiendo con ello, Su lectura, simple y directa, es recomendable
adentrarnos en el espíritu del autor y de su obra. para quien, por los más diversos motivos, preten-
A juicio de Fornell, el P. Anchieta reúne to- da acercarse reflexivamente a importantes temas
das las condiciones de un hombre santo, a las que teológicos (antropológicos, eclesiológicos, cristo-
se agrega una profunda devoción a María. Esto le lógicos y sacramentales) que en la actualidad in-
permitió escribir un riguroso tratado de mariolo- ciden, positiva o negativamente, en el desarrollo y
gía que no termina de enriquecer, por medio de su madurez del seguimiento de Jesucristo, a través
belleza poética, espiritual y teológica, a quien lo del discernimiento responsable, y en el necesario
lee. El texto, transcrito de su original latino, y urgente diálogo con los cristianos de otras igle-
muestra el excelente dominio de lenguaje, de la sias, otros credos religiosos y con los hombres de
métrica y del ritmo poético que tiene su autor, que buena voluntad.
compagina magistralmente con el desarrollo siste- La obra se estructura básicamente en dos gran-
mático del misterio mariano. des secciones; en la primera, constituida por tres
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artículos, trabaja el tema del “camino hacia Jesús”, personal de lo que ha sido el desarrollo de la
profundizando prioritariamente la idea del “en- teología moral en los últimos años, especialmen-
cuentro” del hombre con Dios. En un segundo mo- te a partir del Concilio Vaticano II y, desde que
mento, mediante la recopilación de cuatro artícu- apareció la Encíclica Veritatis Splendor. En la
los, aborda el tema de la “figura redentora primera parte del libro Melina da cuenta del de-
universal de Jesucristo”, enfatizando el aspecto eu- sarrollo de algunas interpretaciones de la moral
carístico sacramental de su encuentro con el hom- cristiana que, a su juicio, no son compatibles con
bre. Ambas secciones están antecedidas por un la “sana doctrina” y, a medida que las expone,
prólogo, en donde da cuenta de la actual problemá- las va confrontando con Veritatis Splendor, mos-
tica cristológica motivada por la fuerte presencia y trando los aportes que la encíclica ofrece frente a
valor de la persona de Jesús para el hombre de hoy, cada afirmación, pretendiendo iluminar, de este
especialmente de la imagen que nos presentan las modo, el desarrollo de la teología moral en el
Bienaventuranzas. El autor reconoce el valor de futuro. En esta línea, el aporte más significativo
esta presencia que atraviesa la cultura cristiana oc- del autor es la comprensión de la moral cristiana
cidental pero, junto con ello, nos alerta sobre la como “seguimiento amoroso de Jesucristo”, más
permanente posibilidad de distorsión y manipula- que como un conjunto de normas y preceptos
ción de una auténtica experiencia cristiana que se que deben ser cumplidos por obligación al mar-
aleje de su núcleo fundamental. La obra concluye gen de la relación personal entre el creyente y
con un epílogo, en que aborda dos temas de carác- Jesús.
ter eclesial destacando su esencial comprensión Abriendo la primera parte, Melina explica, en
cristológica. el primer capítulo, la crisis de la moralidad, expo-
Con este libro, el Cardenal Ratzinger, nos in- niendo sus aspectos centrales y desarrollando las
vita a recordar y recobrar permanentemente la claves interpretativas de Veritatis Splendor. Ante
centralidad de la vida cristiana, reactualizando el lo que él llama “impermeabilidad” de la concien-
encuentro con la persona de Jesús, en cuanto ver- cia moral cristiana y ante el subjetivismo moder-
dadero y auténtico rostro salvífico de Dios hecho no, Melina sostiene la necesidad de “reconstruir
hombre, y a reflexionar sobre la praxis cristiana el sujeto moral cristiano” y para ello recurre a la
que se desprende como desafío fundamental para Veritatis Splendor porque esta, a su juicio, intenta
sus discípulos en sus relaciones intra y extra ecle- volver a colocar la moral en un contexto cristoló-
siales. gico y en el horizonte de la evangelización, para
construir al hombre nuevo del Evangelio. Para
Francisco Correa Schnake ello el autor propone tres directrices: redescubrir
los nexos entre libertad-verdad y fe-moral, acen-
tuando la relación entre la felicidad del hombre y
la persona de Jesús.
MELINA, LIVIO, Participar en las virtudes de En el segundo capítulo, el autor propone las
Cristo, Ediciones Cristiandad, Madrid, 2004, 279 bases para fundar una teología moral científica y
pp. teológica, en el marco de la encíclica mencionada,
desarrollando los factores que juzga necesarios
Este libro es la edición en español de la obra para tal fundación: la Sagrada Escritura; la razón,
del mismo autor titulada Sharing in Christus vir- iluminada por la revelación; y la ética de la prime-
tues, publicado por The Catholic University of ra persona, visión que ofrece Veritatis Splendor y
American Press, Washington, 2001. La traducción que consiste en ponerse en el lugar de la persona
es de Silvia Kot. que actúa y, desde allí, hacer una renovación de la
El libro está dividido en dos partes. La prime- teología moral, considerando al sujeto en su doble
ra está constituida por la recopilación de una serie dimensión, inmanente y trascendental. Según el au-
de conferencias dictadas por el autor durante fe- tor, esta última mirada es la que más luces arroja
brero de 1997, sobre el tema de la moralidad cris- sobre la moral cristiana y la vincula con las virtu-
tiana; la segunda, son diversos artículos publica- des, las que entiende como un “camino” hacia el
dos en la revista Comunnio. Se trata, pues, de la centro de la persona de Jesucristo, fuente de la feli-
reedición organizada de diversos escritos relati- cidad. Esta idea da pie para el desarrollo de su
vos al tema de la refundamentación de la teología tercer capítulo en el que hace una reflexión en tor-
moral a la luz de la Encíclica Veritatis Splendor, no a la relación: Ética-Verdad-Bien. Melina sostie-
de Juan Pablo II y, como lo señala el mismo au- ne que el deseo de felicidad del hombre lo abre
tor, no son conclusiones sino reflexiones que pre- hacia el encuentro con la verdad y, en este mismo
tenden ayudar al desarrollo de la investigación acto, al encuentro del otro, como posibilidad de la
moral y que deben ser verificadas. Sin embargo, propia plenitud. De aquí que el aspecto normativo
ofrecen un panorama sintético del status questio- de la moral sea secundario, porque surge como una
nis del tema moral en la teología. consecuencia de la virtud personal. La virtud se
Con una muy clara introducción, el autor convierte en criterio de discernimiento moral, aun-
ofrece a lo largo de sus 8 capítulos una visión que no suprime el fin de la ley que es, precisamen-
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te, hacer al hombre virtuoso. En el acto libre de la El autor analiza históricamente las raíces de
virtud, movido por el deseo de felicidad, el hombre esta crisis, acentuando el origen de la separación
gana su libertad y se abre a la verdad, al encuentro entre fe y razón, posterior a la Edad Media. Valo-
con Jesucristo. Para los cristianos, Jesucristo es ra los aportes de autores como F. Tillman o B.
modelo de persona. Es Camino, Verdad y Vida y la Haring, quienes impulsaron el desarrollo de la di-
configuración del hombre a Cristo, mediante la vir- mensión eclesial como factor organizativo del
tud, le asegura la verdadera libertad para el accio- discurso moral.
nar moral. Presenta a la Iglesia como “morada” para la
En el capítulo IV el autor sostiene, a partir de ética. Comprende la “libertad” no en el plano de
Veritatis Splendor, que existe un nexo intrínseco la electividad, sino en su relación con el “no-ser
e indisoluble entre moral y fe. Contra los que de- esclavo”. Es decir, propone la Iglesia como el lu-
fienden la reivindicación de la autonomía moral gar en el que el hombre se pueda sentir “en casa”.
de toda referencia religiosa, Melina hace un reco- La Iglesia, pues, morada de la ética y la libertad,
rrido por los distintos momentos de la reflexión no puede estar separada de su concepción de cuer-
moral. Pasando por el conflicto luterano, hacien- po místico de Cristo, expresado fundamentalmen-
do una crítica a los defensores del proporcionalis- te en la Eucaristía, que es centro del compromiso
mo y discutiendo sobre el tema de la “opción fun- personal del creyente con Jesús. A la luz de estos
damental”, va señalando los errores cometidos. conceptos, Melina afirma que la moral cristiana
Termina el capítulo señalando la relación entre no es la mera búsqueda de la perfección, sino el
“verdad moral” y “verdad de salvación”, vincu- “más” que implica el seguimiento, por amor, de
lando este nexo a la acción del cristiano en el Cristo.
mundo, como expresión de su fe y de su libertad. Bajo el mismo prisma analiza la relación es-
La fe es respuesta libre al Dios que se revela y píritu-ley en la Iglesia e introduce, a partir de
debe entenderse como un acto de adhesión a la esto, el tema de la virtud que, como ha señalado,
persona de Jesucristo. El acto de fe es gracia, pero configura al hombre a Cristo. La llamada a la san-
es, simul, acto libre del hombre. A juicio de Meli- tidad del Catecismo de la Iglesia Católica, son
na, Veritatis Splendor señala la naturaleza funda- relacionados con los conceptos formulados por
mental de este acto para la vida moral, de donde Veritatis Splendor. La moral se concibe como
se sigue que fe y obras han de ser expresión de “vocación” y, por lo mismo, como diálogo entre
esta decisión. En esta dinámica, las virtudes son el hombre y Dios. La moral, pues, es una cuestión
una mediación necesaria. Son el instrumento de la de sentido de la vida, pero esta se llena de signifi-
caridad y toda moral debe contener este elemento cación solo vivida como respuesta personal, libre,
fundamental del amor para no elaborar una moral al llamado a seguir a Cristo, camino posibilitado
negativa (prohibiciones) sino una moral que llene por las virtudes. El autor relaciona claramente los
de sentido el accionar humano. conceptos de Gracia-Vocación-Persona-Comuni-
Cierra esta parte un capítulo ofreciendo las dad-Felicidad.
claves para una ética cristocéntrica de las virtu- Finalmente, Melina termina con una reflexión
des, señalando que Veritatis Splendor refleja la en torno a la relación intrínseca entre fe y moral,
dimensión de “encuentro” entre el hombre y Cris- entre la conciencia moral cristiana y la comunión
to, a partir del cual el deseo de felicidad del hom- eclesial. A su juicio, no es posible separar el testi-
bre se abre hacia la plenitud al ser llamado “hijo monio de la fe de la observancia de determinados
de Dios” y expresado en el amor a los demás, preceptos, sin contradecir la dinámica de la En-
imitando a Jesucristo. Son las virtudes las que nos carnación. La Encarnación trae la salvación no
introducen a la imitación de Cristo y, de este solo a todos los hombres, sino a todo el hombre,
modo, el hombre participa en las virtudes de Cris- es decir a su espíritu y a sus actos. No se puede
to, siendo configurado a Él y reconstruyendo, así, confesar a Cristo con palabras y negarlo con ac-
su imagen original. ciones. Tomando en cuenta que la conciencia de
La segunda parte de este libro ofrece algunas cada persona es el lugar donde el hombre se en-
aplicaciones de las ideas desarrolladas anterior- cuentra a solas con Dios, es allí donde el hombre
mente y constituye el aporte más significativo del decide, en definitiva, seguir o no seguir el llama-
autor. do de Dios, expresado en el Evangelio. Con la
Comienza señalando que el mayor conflicto gracia, pues, el hombre puede, y debe, cumplir los
entre teología y magisterio se da en la teología preceptos del Evangelio. De aquí que exista una
moral. El autor hace una seria crítica a los alcan- unidad entre la conciencia personal y la concien-
ces de la teología moral e insiste en la necesidad cia eclesial, pues estamos hechos para la comu-
de una refundación teológica de la moral para sa- nión y no para el individualismo. La conciencia
lir de lo que el autor llama “punto muerto” de la cristiana está llamada a asumir una forma eclesial
discusión moral. Muestra un severo desacuerdo interior, en conformidad con una disponibilidad
con los planteamientos morales actuales, los cua- abierta a la acción del Espíritu.
les, según Melina, separan la dimensión eclesial
de la conducta moral cristiana. José Miguel Avilés Radic
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ISABEL AZCÁRATE RISTORI, Los jesuitas en proyecto educativo. El capítulo noveno fija la ruta,
la política educativa del Ayuntamiento de Cádiz que se cierra con el capítulo decimoctavo, “ Una
(1564-1767). Granada, Facultad de Teología, hermosa historia truncada, 1767”, con la expulsión
1996, 392. pp. de los jesuitas desde Cádiz.
El Epílogo permite realizar una reflexión so-
La obra que analizamos se cimenta en la es- bre los resultados de la investigación. Presenta en
trecha colaboración que se dio entre el cabildo síntesis las notas más destacadas y que mejor de-
municipal de Cádiz y el Padre Rector del Colegio finen el proyecto educativo puesto en práctica por
gaditano de Santiago de la Compañía de Jesús. La los jesuitas en la ciudad de Cádiz.
investigación quedó centrada en el desarrollo de Luego, la obra finaliza con los apéndices de
la actividad docente llevada a cabo por los jesui- fuentes documentales y de inventarios de docu-
tas en Cádiz desde 1564 hasta 1767. La primera mentación. Se trata de una investigación de inten-
fecha corresponde a los orígenes del Colegio de sa búsqueda y esfuerzo, pero también de pleno
Santiago y el año 1767, con la expulsión de los logro. En especial, el método de análisis histórico
jesuitas, fijó el término a la exclusiva responsabi- propuesto alcanza sus objetivos y hace un aporte
lidad jesuítica de la educación de los niños gadi- importante y necesario al perfil de la Compañía
tanos; además significó para Cádiz la total desor- de Jesús como orden dedicada a la educación.
ganización de su sistema educativo.
El nivel primario del Colegio de Santiago, en A. Rehbein Pesce
sus afamadas escuelas de primeras letras, eviden-
cia la importancia que alcanzó la educación bási-
ca del pueblo en la ciudad de Cádiz.
Además se destaca en primer lugar, la colabo- JUAN N. VARGAS, SJ, Jesuitas andaluces en
ración modélica entre la autoridad civil y una ins- Hispano-américa y Filipinas. Granada, Facultad
titución religiosa docente. Asimismo es una histo- de Teología, 2000, 304 páginas.
ria escolar singular, pues durante doscientos años
van a defender los mismos valores. Tampoco pue- El libro que presentamos reúne las biografías
de dejarse de lado que les hermanó un interés co- de 940 jesuitas andaluces. Estas son de diversa ex-
mún: lograr que la educación básica mejorase y tensión: largas, más largas o breves esquemas. La
fuese cada vez más generalizada. presentación de las mismas es como un catálogo
La obra trae un capítulo introductorio sobre el ordenado en forma alfabética. Los jesuitas andalu-
periodo anterior a la llegada de la Compañía de ces tratados fueron los que abandonaron su patria,
Jesús a Cádiz. Esta ambientación histórica, por una Andalucía, y pasaron a misionar a los pueblos indí-
parte, hace referencia a los condicionamientos que genas del continente americano y Filipinas.
ayudan a comprender y valorar la originalidad del De la lectura del catálogo biográfico se dedu-
proyecto educativo; por otra parte, muestra la línea ce con facilidad la talla de estos misioneros. Vo-
evolutiva del apostolado docente de los jesuitas al luntariamente quisieron viajar a América y Filipi-
momento de la fundación del Colegio de Santiago. nas; practicaron virtudes heroicas en servicio de
La ambientación histórica se reitera al inicio los más pobres, los indios, a quienes catequizaron
de cada siglo, pues ayuda a comprender las parti- Este libro no agota el catálogo de jesuitas an-
cularidades que se advierten en la política educati- daluces misioneros en América y Filipinas. La in-
va; asimismo permite recoger los datos consegui- vestigación se realizó a través de los libros que
dos sobre las costumbres y vicisitudes sufridas en aparecen en la bibliografía que ocupa las páginas 9
la sociedad gaditana, en la que tuvo una participa- y 10. Desde 1566 hasta 1767, desde que entran los
ción destacada el Colegio de Santiago. En la es- primeros jesuitas en La Florida hasta que fueron
tructuración de la historia del colegio jesuita se si- expulsados por el rey de España, Carlos III, pasa-
gue la línea marcada por el material archivístico; ron al Paraguay, 292 jesuitas andaluces, al Perú,
de esta manera se buscó dar coherencia y continui- 301, a México, 276, a Filipinas, 64 y mueren en el
dad a la documentación de por sí copiosa y clarifi- mar, 7 misioneros. En 1767, el rey Carlos III ex-
car los hechos con una interpretación objetiva. pulsó de América a 219 jesuitas andaluces.
La obra se inicia con el catálogo de las fuentes Al final del catálogo se añade una Antología
manuscritas y editadas, seguido por la bibliografía. de Textos, que lleva por título: Cartas, narracio-
El prólogo y la presentación dan paso a la situación nes y aventuras apostólicas de los jesuitas andalu-
histórica, fundacional y educacional durante el siglo ces en América hispana hasta 1767. Abarca de la
XVI que abarca del capítulo primero hasta el capítu- página 279 a la página 304. Esta Antología ayuda
lo quinto. A continuación, viene el desarrollo del para formar una idea de la idiosincrasia de los
siglo XVII a partir del capítulo sexto, con el título: indígenas, de la labor ingente de los misioneros
“El Año 1609. Un año clave”. Esta parte incluye los para evangelizarlos y de las dificultades para im-
capítulos séptimo y octavo. El desarrollo más exten- plantar el cristianismo en América.
so de la obra corresponde al siglo XVIII, donde se
aprecia la mayor complejidad que va adquiriendo el A. Rehbein Pesce
498 RECENSIONES

ALFONSO PÉREZ DE LABORDA (ed.), Dios teología fundamental sobre el concepto mismo de
para pensar. El Escorial 2002, Publicaciones de poder “pensar a Dios” (pp. 71-90). Dentro del
la Facultad de Teología San Dámaso, 2003. mismo enfoque teológico fundamental sigue la
ponencia del profesor invitado de Estados Unidos,
Todos los años, durante el mes de agosto del David L. Schindler, Decano del John Paul II Insti-
verano europeo, tiene lugar el Curso de verano de tute de Washington D.C., la cual se centra en las
la Universidad Complutense de Madrid, donde relaciones entre Religión y Secularidad en la que
participan decenas de personas interesadas en re- él denomina “cultura americana de la abstrac-
flexionar temas teológicos de actualidad, a partir ción”, con los tópicos de la tecnología y la inte-
de ponentes de primera línea procedentes de las gridad del espacio, el tiempo, la materia y el mo-
Facultades de teología españolas y de otras latitu- vimiento (pp. 91-116).
des. El Curso tiene una semana de duración y se Termina la primera parte del libro con tres
estructura en dos ponencias por las mañanas y una ponencias histórico-dogmáticas sobre “Historia y
mesa redondea por las tardes, abierto a todo pú- Revelación: acceso crítico a la figura de Jesucris-
blico interesado en la temática. to”, del Prof. Alfonso Carrasco, de la Facultad de
El libro que aquí presento corresponde a las San Dámaso; luego una del profesor de esa misma
ponencias elaboradas para el Curso de verano de Facultad, Gerardo del Pozo Abejón, con una po-
2002, cuya temática estuvo centrada en torno al nencia más propiamente dogmática sobre “la En-
enunciado “Dios para pensar”, título que corres- carnación del Hijo de Dios” (pp. 135-162), así
ponde también a la colección dirigida en Bélgica como la del Obispo de Ratisbona, y profesor de la
por el profesor Adolphe Gesché. Universidad de München, Mons. Gerhard-Ludwig
El texto distribuye las ponencias en dos par- Müller, sobre el “Monoteísmo trinitario” (pp.
tes, siendo la primera dedicada a una temática 163-176). Müller parte asumiendo la sospecha
teológico-dogmática con siete ponencias, mien- planteada por Fichte sobre la proyección humana
tras la segunda recoge tres ponencias en que se de la Trinidad:
plantea la relación entre la idea de Dios y la so- “Otorgáis a Dios personalidad y conciencia.
ciedad europea, americana o las identidades na- Pero ¿qué entendéis por personalidad y por con-
cionales. ciencia? Algo que encontráis en vosotros mis-
Los planteamientos comienzan con la ponen- mos... Covertís así, al añadir estos predicados,
cia de J. Prades, profesor en la misma Facultad de esta esencia en una esencia finita, parecida a la
San Dámaso, quien hace un seguimiento sobre la vuestra y no habláis pensando en Dios como pre-
idea de Dios y de su ausencia o presencia en la tendíais, sino que os habéis multiplicado a voso-
vida humana, desde el impacto de la modernidad tros mismos en el pensamiento” (p. 166). A partir
con la exaltación del sujeto a su crisis en la así de ahí intenta una fundamentación propiamente
llamada posmodernidad, para terminar confron- teológica creyente de la fe trinitaria, señalando de
tando ese proceso con el significado histórico del paso las dificultades al respecto por parte del Is-
monoteísmo y la irrupción concreta de Jesús de lam y del Judaísmo. Sin embargo, si bien es obvio
Nazaret, con el acento puesto en el absoluto de la que no puede pretender una respuesta “racionalis-
miserciordia (pp. 15-47). ta” a la cuestión, la reflexión teológica propia-
A continuación el Prof. Rodríguez Dupla, De- mente fundamental queda ahí corta, debido en
cano de la Facultad de Filosofía de la Pontificia buena parte a la brevedad del artículo.
Universidad de Salamanca, reflexiona sobre los Las tres ponencias de la segunda parte del li-
“fundamentos del ser social” en una elaboración bro, dedicadas a la idea de Dios en las sociedades
de “teodicea” en que llega a pretender poder pos- europea, americana y en los contextos nacionales,
tular, casi como racionalidad filosófica, el postu- tienen un interés más sociológico que propiamen-
lado cristiano de un Dios trinitario como único te teológico.
fundamento transcendente posible del valor abso- Termina el libro con un esbozo de la ponencia
luto de la persona humana y, por lo mismo, de su conclusiva del Curso y pronunciada por el Carde-
dimensión ética, hasta llegar a afirmar, como con- nal Rouco, arzobispo de Madrid.
clusión, que “la filosofía nos deja ante la alterna- En definitiva, un aporte interesante por lo que
tiva entre un Dios trinitario o ningún Dios, pero representa de esfuerzo anual de hacer presente la
no es capaz de resolverla por sí misma” (p. 69). teología, abierta a un público variado de asisten-
Luego sigue la breve, pero sustanciosa ponen- tes inscritos, en el caliente verano madrileño.
cia de Pérez de Laborda, de la misma Facultad de
San Dámaso, con una reflexión en perspectiva de Antonio Bentué
RECENSIONES 499

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