LA PRISIÓN PREVENTIVA

Claus Roxin en su obra Derecho Penal Parte General, vol. II; dice que: “la prisión preventiva en el
proceso penal es la privación de la libertad del imputado con el fin de asegurar el proceso de
conocimiento o la ejecución de la pena…”; por su parte Zavala Baquerizo en su obra el Debido Proceso,
dice que: “La prisión preventiva tiene por objeto privar de la libertad a una persona, de manera
provisional hasta tanto subsistan los presupuestos que lo hicieron procedente o se cumplan con
determinadas exigencias legales tendientes a suspender los efectos de esta institución jurídica”.

La prisión preventiva tiene características propias es: a) Instrumental es decir es un medio para evitar
una posible fuga del procesado, asegurando con esto su comparecencia a juicio y el cumplimiento de
la pena; b) Provisional la prisión preventiva no es definitiva es temporal, ya que tiene límites de
vigencia; c) Jurisdiccional porque es ordenada por un Juez; d) Excepcional porque no es una regla
general el que el juez dicte Prisión Preventiva, ya que es deber del fiscal justificar porque las demás
medidas cautelares son insuficientes; e) Revocable se la puede revocar cuando cumple con los
requisitos establecidos en la ley.

La prisión preventiva en nuestro ordenamiento penal es una medida cautelar de carácter personal de
aplicación excepcional (Art.77.1 CRE) que tiene como fin garantizar la comparecencia de la persona
encausada al proceso y al cumplimiento de la pena; es solicitada por el Fiscal de manera
fundamentada al Juez de Garantías Penales, cuando se cumpla con los siguientes requisitos:

1. Que los elementos de convicción sean suficientes sobre la existencia de un delito de ejercicio
público de la acción,
2. Los elementos de convicción deben ser claros y precisos de que el procesado participo en el
cometimiento de la infracción
3. Cuando se ha justificado que las demás medidas cautelares no privativas de libertad son
insuficientes para asegurar la presencia a juicio y el cumplimiento de la pena.
4. La infracción este impuesta con una pena superior a 1 año, y
5. Cuando el procesado ha incumplido una medida cautelar alternativa a la prisión preventiva
anteriormente.

La prisión preventiva no se podrá ordenar cuando se trata de delitos de ejercicio privados de la acción
(estupro, calumnia, usurpación y lesiones que generan incapacidad de hasta 30 días);
contravenciones, delitos que no excedan un año de pena privativa de libertad.

La prisión preventiva caduca a los seis meses en los delitos con una pena privativa de libertad menor
a cinco años, y al año en los delitos con una pena privativa de libertad mayor a cinco, la caducidad se
contabilizara desde el momento que se hizo efectiva la orden de prisión preventiva; si se excede estos
plazos (todos los días) la prisión preventiva quedara sin efecto y el juez ordenara la inmediata libertad
de la persona procesada y comunicara al consejo de la judicatura, el juez podrá ordenar las otras
medidas cautelares de considerarlo necesario, ya que la persona no queda liberada del proceso ni de
la pena por haberse hecho efectiva la caducidad de prisión preventiva, continuándose con la
sustanciación.

Por lo expuesto se debe recalcar que una de las características propias de la prisión preventiva es
evitar el peligro de fuga, con esto garantizando la comparecencia del procesado en el juicio y de ser
culpable que cumpla la pena que impone la normativa penal, entendiendo como peligro de fuga lo
que desde su punto de vista Rocco como el “periculum in mora” el cal se configura desde una óptica
diferente siendo completamente ajeno a la idea de peligro de retardo antes aludida. En materia penal no
puede imponerse pena alguna sin una sentencia definitiva previa. De allí que este presupuesto se
conforma por la amenaza de que durante el transcurso del proceso el imputado intente su fuga o intente
destruir algún material que pueda usarse como prueba de cargo en el juicio oral. Son situaciones que de
una u otra forma pueden impedir o dificultar la efectividad de la sentencia que en su momento se dicte.
Por esta razón es necesario que el análisis que realiza el juez al momento de otorgar o no la prisión
preventiva debe hacerse de acuerdo el caso, ya que se debe considerar aspectos como el daño al bien
jurídico protegido y las características del supuesto agresor del bien, por ejemplo en casos de Peculado
o enriquecimiento ilícito si bien es cierto que el procesado tiene arraigos económicos estos mismos
pueden ayudar a que este se pueda o fugar o casos como los que violentan el derecho a la vida pese a
tener arraigos se debe observar características del infractor como la edad del infractor, ya que si estamos
hablando de delitos que de hallarse culpable al procesado sobre pasan los veinticinco años, este por
impulsos psicológicos se sentiría motivado a darse a la fuga pese a que la justicia aun no a determinado
su responsabilidad.
Por lo mencionado la prisión preventiva es una medida cautelar que no da responsabilidad alguna al
sospechoso y que como nos dice la ley y la doctrina debe ser impuesta como última opción, pero también
llama al juzgador que al momento de deliberar observe características propias que tiene cada proceso.