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Ángel y los trajeron paseando varias que me presenté ante el escritorio de mal”, me dijo. patria de una conjura comunista”.
horas y los soltaron en una barran- José Vasconcelos, que presumían los Al salir de la SEP pasé por el Zó- Hoy el verdadero genocida, Luis
ca. Una noche fui a la casa de Tlalpan secretarios de Educación. Mi maes- calo y vi, realmente alarmado, que Echeverría, ha sido juzgado y tiene
a buscar algunos libros y ropa. Esta- tro en Filosofía y Letras de Teoría li- había tanquetas todo alrededor de por cárcel su domicilio en San Jeró-
ba muy oscuro. Al meter la llave en teraria y en el seminario de Creación Palacio Nacional!!! Vientos de Fron- nimo. Pero me dicen que nuestra glo-
la cerradura, unos brazos me ate- literaria, amigo en Guadalajara cuan- da soplaban ya sobre nuestra capi- riosa Suprema Corte de Justicia ha
nazaron de los tobillos, pero yo pateé do fue gobernador de Jalisco, quien tal… Estábamos a un paso del 2 de echado abajo el castigo y que LEA ha
a mi agresor en la cara y me zafé; lo- me abrió las puertas de la UNAM con octubre, día de la ignominia, de la volado libre para figurar como un
gré, no sé cómo, trepar la alta barda una carta a Nabor Carrillo, de Alfon- vergüenza más grande de nuestra héroe en la historia oficial de este
de piedra y saltar dentro de la casa. so Reyes en El Colegio de México, historia. La sangre no se lavaría nun- maravilloso país. En la portada del
Nunca supe si iban por mí o era Pan- del Centro Mexicano de Escritores, ca, como dijo Octavio Paz en su poe- último Proceso leemos: “Tlatelolco
cho, un teporocho que se refugiaba ahí me preguntó a bocajarro: “¿En qué ma publicado en el suplemento de 69: la historia no lo absolverá”. Y en
de la lluvia y del frío; Hernán Lavín andas metido en el movimiento es- Fernando Benítez La Cultura en seguida, Echeverría provoca: “No
Cerda hizo un poema al Fafafan, tudiantil?” Y me mostró un memo- México, días antes de su renuncia a pido perdón”.♦
como le decían mis hijos pequeños. rando de la Secretaría de la Presiden- la embajada de la India. Volví a las
Si fue el Fafafan el que me agarró, cia firmado por Emilio Martínez oficinas del Comité Olímpico, y me
di cuenta de que estábamos ya cus-
♦Mirilla
menudo susto me pegó. Manautou, en el que se le pregunta-
De pronto me llamó el director ba al secretario de Educación “¿por- todiados por el ejército con metra-
de Bellas Artes, mi maestro aquí de qué hacía la Revista de Bellas Artes Estacionamiento de la Facultad. lletas. Incluso, una noche arrojaron
Crítica literaria, José Luis Martínez, un enemigo personal del presidente un petardo a la casa de Ramírez Querida Cristina:
y hablando de cosas intrascendentes Gustavo Díaz Ordaz?”. Ante mi azo- dá y Suiza, que estaban disponibles. Vázquez. Se acusaba al movimiento
escribió en un papel: “Te quiere ver ro, Yánez, me propuso que saliera del Le dije que no quería irme a ningu- estudiantil de querer boicotear los 40 años después creo que po-
Agustín Yánez en la SEP. Escribo por- país como agregado cultural, nom- na parte, que si le estorbaba renun- Juegos Olímpicos, la coartada más
demos recordar y llorar, pero
que hay micrófonos por todas par- bramiento que estaba en sus manos. ciaba al INBA. Me dijo que él incluso absurda para la brutal represión que
también soñar y construir.
tes”. Yo dirigía la revista del INBA, así Me dio a escoger entre Chile, Cana- había tratado de renunciarle a Díaz vendría y que terminaría en matan-