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Dominicana
El problema de la actitud va más bien ligado a otros varios factores que tienen
que ver con cuestiones menos objetivas que sugieren distorsiones emocionales
aprendidas y desarrolladas desde consignas que trascienden el estadio de este
problema, moviéndose más bien a un panorama histórico y vinculado también
a una cultura generalizada que defiende el buen vivir con el menor esfuerzo.
Hemos visto como una gran cantidad de zonas francas ha cerrado sus puertas
en todo el país, dejando sin empleo a cientos de miles de dominicanos. Esta
situación, criticable en cuanto a las medidas estatales para contrarrestar estos
cierres masivos han definido la situación laboral de los últimos años en
nuestro país, obviamente también afectando los fondos públicos por la poca
recaudación y peor aún por la carga económica que representa una masa tan
importante de nuestra población sin empleo.
El grave problema del desempleo ha obligado al estado a crear programas de
subsidio que no resuelven la situación ni pretenden hacerlo. Más bien
centraliza el poder de manutención del estado sobre el pueblo y esto es
bastante grave por todas las consecuencias y distorsiones sociales y políticas
que se devengan de ello: clientelismo político, tráfico de influencias,
enriquecimiento ilícito y un problema casi criminal del cual se habla poco: la
extorsión que representa manejar los fondos de un pueblo hambriento para su
propio beneficio político. Tan grande es el caso que el pueblo persigue aquel
político que “camina” y esto ya es una institución en el pueblo dominicano lo
cual se ha instituido alrededor de la frase Lo Mío Primero LMP. Aquí cabría
la pregunta de si el perro mueve la cola o si la cola mueve al perro, pues es un
problema de disposición vinculado a un status quo que llora ante la presencia
de Dios y particularmente que tiende a perpetuarse por la comodidad que
representa estar en la posición de los políticos.
Por otro lado hay otros factores que inciden sobre el desempleo directamente y
es el exceso de mano de obra entregado al ciudadano haitiano. Situación que
obedece a reducción de costos de producción y donde se repite la misma
historia migratoria del mundo entero, los hombres y mujeres de sociedades
pobres se mueven a otras menos pobres en busca de oportunidades en su
generalidad teniendo un tratamiento mucho menos ventajoso que el ciudadano
local, en cuanto a seguridad social, laboral y salarial per se.
Una entre muchas formas de vida asumidas por las sociedades de alto
desempleo es la delincuencia: el atraco, el robo, el tráfico de drogas, el crimen
organizado entre otros representan un problema latente y creciente en nuestra
sociedad que tiene que ver directamente con el desempleo y la evidente
desatención del estado para con el problema, sin olvidar la grave problemática
de la cultura del buen vivir sin agacharse, mencionada anteriormente en este
trabajo. La misma trabaja de forma silente en la mente del dominicano que
percibe que es propiciada por el mismo estado al no enfrentar la corrupción y
que muy por el contrario, la propicia.