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Fallen Angels

Wedding
Fallen Angels

A Wedding Story
Dee Tenorio
2

Wedding
Fallen Angels

El presente documento tiene como finalidad impulsar la lectura hacia aquellas


regiones de habla hispana en las cuales son escasas o nulas las publicaciones,
cabe destacar que dicho documento fue elaborado sin fines de lucro, así que se
le agradece a todas las colaboradoras que aportaron su esfuerzo, dedicación y
admiración para con el libro original para sacar adelante este proyecto.

Wedding
Fallen Angels

Índice:
Sinopsis
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5 4

Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Epílogo
Sobre la Autora

Wedding
Fallen Angels

Sinopsis
Traducido por Edel

Corregido por Leluli

R
uth Anne Barbellis infelizmente apodada “Rhubarb” por su
enemigo de toda la vida, Bobby Wichowski, está en el infierno en
una boda. ¿POR QUE?

Su hermana se va a casar con el hermano de Bobby.

Está atrapada en un vestido de dama de honor, que debe haber sido


confeccionado originalmente como una cámara de tortura victoriana.

Para enseñarles una lección, ella y Bobby fueron sentados en la mesa de los
niños.
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Y eso es solo el comienzo…

Wedding
Fallen Angels

Capítulo Uno
Traducido por vecina

Corregido por francatemartu

—¡E
stás jugando conmigo!

—¿Cuál es el problema, Rhubarb, eres


demasiado buena para la mesa infantil?

Ella podía soportar a los niños. Hasta este grupo heterogéneo. Era a él que
Ruth Anne Barbellis no podía soportar. Cerró los ojos, los apretó mucho durante
6
diez segundos, rezándoles a todos los santos que había escuchado nombrar en su
vida, para que la sacaran de esa situación. Ella abrió los ojos.

Bobby Wichowski la saludó.

Ella decidió intentarlo nuevamente.

—San Judas no es un santo, pero bueno, su barco flota.

Ruth Anne decidió que ni los santos, ni Dios serían muy simpáticos con una
persona que usa ese tipo de lenguaje, así que giró sus tobillos, con plena intención
de retorcer el cuello de quien cambió su tarjeta de mesa.

—¡Esto es un error!

—Yo tengo miedo de que no sea un error —dijo la coordinadora de la boda,


Madelyn Wontor tres minutos y medio más tarde—. Jason y Bonnie dijeron
expresamente que querían que tú y su hermano se ubicaran en la mesa siete. Yo
pensé que era extraño.

Wedding
Fallen Angels
—¿Extraño? ¡Es la mesa infantil, Madelyn!

—Por favor, Ruth Anne, estás montando una escena.

Ruth Anne sopló un mechón que se había soltado de su complicado peinado


y caído sobre su ojo.

—Esto no es ni remotamente una escena. Cuando Bobby tiró de mis


pantalones durante un juego de beisbol en una reunión familiar, eso fue una escena.
Cuando él le dijo a mi madre que yo estaba embarazada de un hijo suyo, en la fiesta
de cumpleaños de mi hermana, eso fue una escena. Cuando él filmo quinientos
preservativos explotando en mi porche, eso fue una escena.

—Te has olvidado de la vez que dije en una reunión, en medio de un


restaurante lleno, que te di cangrejos1 —la profunda voz de Bobby tuvo el coraje de
sonar divertida.

Ruth Anne sintió que aumentaba su presión sanguínea. Ni se molestó en


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girar. El idiota probablemente estaría sonriendo.

—Fue sífilis. Si vas a mencionarlo, hazlo bien.

—Sr. Wichowski, Ruth Anne, deben entender…

—¿Por qué él es señor y yo soy Ruth Anne?

—Porque yo soy el hombre, Rhubarb —él gimió cuando la punta de su codo


encontró sus costillas.

Madelyn parecía a punto de llorar.

—¡Y allí está la feliz pareja! —A juzgar por la risa, la muerte prematura de
Madelyn fue retrasada por nada menos que la madre de Ruth Anne… y la de

1
Un chancro (del latín cancer, cangrejo) es una infección bacteriana causada por un organismo
llamado Haemophilus ducreyi. Es una lesión primaria de la sífilis, indolora, que aparece en el lugar
de entrada de la infección. Se presenta como una pápula pequeña o como una erosión, y se convierte
en una lesión redondeada u oval, endurecida y ligeramente elevada con una superficie erosionada
que exuda un líquido seroso y da lugar a una linfadenopatía regional firme no dolorosa y sin
fluctuación (bubo) que cura sin dejar señales.

Wedding
Fallen Angels
Bobby.

—¿No parecen apenas…?

—¿Apenas qué? —Ruth Anne giró para ver a Glynnis Barbellis y Evangeline
Wichowski tomadas del brazo, riendo como colegialas.

—Solo miserables, querida. Madelyn déjanos solos ahora, esto es


enteramente nuestro.

Glynnis, con su cabello plateado brillando y pareciendo perfecto, a pesar del


calor húmedo que tenía a Ruth Anne con las mejillas rojas, silenció a la
coordinadora a la distancia.

Evangeline, una morena de cabellos tan negros como su hijo, ya estaba


cacareando cerca de Bobby, arreglándole la corbata. Bobby sonreía para ella, con
sus hoyuelos y sus ojos azules parpadeando divertido.

Glynnis los alejó. 8

—Los estamos castigando a los dos. Ustedes quieren actuar como niños,
entonces van a ser tratados como tales. Francamente, estamos cansados de que
arruinen nuestros eventos familiares por sus constantes peleas y bromas.
Especialmente tú, Bobby.

Ruth Anne no podía dejar de mirarlo con aire de superioridad, ceja


levantada incluida.

—Torturas a la pobre Ruth Anne cuando sabes que ella no ha tenido un


hombre para protegerla en muchos años.

Bobby revoloteó sus pestañas de tamaño avestruz.

Ruth Anne consideró la combustión espontánea.

—¡Mamá!

—La verdad duele, querida. Ahora, los dos vuelvan para aquella mesa,

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coman su comida, hagan sus brindis y por amor a Pete, intenten controlarse. Este es
el casamiento de sus hermanos. Déjenlos tener su día en paz.

—¿No crees que castigarnos justamente hoy se aleja de que tengan su día en
paz? —ella preguntó cruzando los brazos sobre el vestido de dama de honor que
Bonnie eligió, con el escote casi al descubierto.

Glynnis sonrió, la eterna sonrisa de las madres en todo el mundo.

—No, es mi regalo de boda para ellos. Ahora vayan a comer. ¿Sí niños?

No, la mantequilla no podría derretirse en esa boca.

—¡Pórtense bien!

Wedding
Fallen Angels

Capítulo Dos
Traducido por vecina

Corregido por francatemartu

—T
e odio. Eres la razón por la que los hongos existen. Eres
el lodo que crece en los pantanos que ni el ácido puede
romper.

—¿Cuánto tiempo vas a continuar con esto, Rhubarb?

—¿POR QUÉ?

—Porque estaba yendo por una cerveza y noté que puedes tener sed de tanto
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abrir la boca.

—Conviértela en vino blanco y la mantendré cerrada.

—No, no lo harás, pero puede atrasarlo. Vuelvo enseguida. —Como logró


tener un cuerpo tan delgado como una silla, siempre será un misterio para ella. El
hombre era de una longitud tal… Y ese smoking debía ser ilegal. O por lo menos
debería tener algún aviso sobre eso. Cuidado: la exposición prolongada causa ceguera.

Que estupidez.

Ruth Anne miró los rostros de los que compartían la mesa. Tres niñas, tres
niños. Las niñas estaban intentando un contacto visual, de una forma o de otra. Los
niños estaban teniendo el alegre placer de detenerlas. Hasta que Bobby se marchó.
Ahora todos los ojos estaban sobre Ruth Anne.

Por primera vez, ella no podía esperar a que él regresara.

—¿Qué estás haciendo aquí? —una niña rubia preguntó en un susurro no

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tan conspiratorio.

—Sí. ¿Aquel es tu marido? — preguntó un niño de buen tamaño en voz alta.

—¿Te estás divorciando? Mis padres se están divorciando. Ellos tampoco se


hablan —la rubiecita de ojos grandes preguntó, una imagen de piedad. Bobby
debería darse prisa—. Ellos son más agradables que ustedes, a pesar de todo. No se
insultan delante de los niños.

¿Esto es lo que se parece a la culpa?

—Él era muy bueno antes de que llegaras —comentó la rubia colocando la
servilleta sobre su vestido floral.

—Nos dio monedas, contó chistes. ¿Tú tienes monedas?

—No, yo gano dinero real.

—¿Entonces tienes dólares? 11


La pequeña cosa ambiciosa.

—Solo para niños tranquilos.

—Soy tranquila —dijo la última niña, ojos castaños enormes y suplicantes.


¿Dónde diablos estaba Bobby?

—Disculpa, Ruhbarb, solo tenían Zinfandel2 blanco. Supuse que serías capaz
de lidiar con rosa… — Bobby se detuvo abruptamente cuando ella saltó de su
asiento y fue directamente a encontrarlo. Sus ojos se agrandaron cuando tomó la
copa y bebió el contenido, colocando luego la copa sobre la mesa de forma brusca.

—¿Estás bien, Rhubarb?

—Realmente no, pero si te quedas en esta mesa, prometo no llamarte de


ninguna manera, quiero decir por tres minutos enteros. —Entonces, ella estaba
desesperada. Podría vivir con eso.
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Es una variedad de uva cultivada en algunos viñedos californianos.

Wedding
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El DJ estaba terminando de ubicarse, entonces tomó la mano de Bobby y lo
llevó con ella.

—Espero que tengas dinero, Wichowski, porque lo vamos a necesitar.

—¿Cuándo mi billetera participa en tu histeria?

—Cuando me dejaste atrapada en una mesa con seis versiones de las veinte
preguntas. —Llegaron al DJ, un hombre casi sonriendo con una calvicie intentando
difícilmente ser moderno—. ¿Puedes poner la música ahora?

—Espera un poco. —El hombre miró a Bobby para verificar.

Bobby suspiró, metió la mano en el bolsillo y sacó un billete.

—Está claro, ¿quieres música lenta?

—Cualquier cosa. —Aliviada, Ruth Anne se dirigió hacia la pista pero se


detuvo luego de dos pasos. Notó que el dobladillo de su vestido no la seguía—. 12
¿Puedes retirar el pie de mi vestido, por favor?

Bobby esperó hasta que ella se giró para levantar las brillantes zapatos
negros del vestido. —Me debes cincuenta dólares.

Ella levantó los brazos, toda una hazaña en el súper apretado corsé que se
transformó de vestido de dama a vestido del infierno. —¿Será que esta cosa parece
tener bolsillos?

Él se tomó demasiado tiempo en la inspección.

—¿Estamos bailando o qué?

Él parpadeó para ella como si lo hubiera despertado de un sueño. —¿Quién


dijo alguna cosa sobre el baile?

—¿Prefieres ir a jugar al juego de Harry Potter?

Él miró hacia la mesa y levantó los hombros. —Estoy sin dinero, no importa

Wedding
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lo que hagan. Podría muy bien tener el menor de los dos males.

Ella estaba preparada para llamarlo de siete nombres diferentes, pero su


madre la desheredaría, cuando él tomó su brazo y la llevó para la pista de baile
vacía. Lo miró, temporalmente, perdida.

—No te preocupes, Rhu. Si te dejo bailar sola, tu madre nunca me lo


perdonaría.

Al segundo que la tomó en sus brazos, le causo una sensación que ella no
conseguía describir como algo diferente de mmmm, la música comenzó. Bien, por lo
menos el DJ era bueno. Todo lo de Bryan Adams era bueno, pero el ritmo flamenco
de guitarra que comenzó: ¿Have you ever really, really ever loved a woman? hizo algo
raro a su ritmo cardíaco.

No fue hasta que Bobby Wichowski de todas las personas, se hundió en el


medio de la canción, que Ruth Anne notó que podría haber estado más segura con
los niños. 13
Los niños no la tocarían. Los niños no cerrarían los ojos para ella.

Más importante, los niños no sabrían cómo hacer que su cuerpo se moviera
y encajara al de él como un guante.

Bobby volvió de su inmersión lentamente, de alguna forma u otra, dejando


caer la cabeza, de modo que su rostro estaba a menos de cinco centímetros de sus
senos.

Ah, sí, ésta fue definitivamente una mala, mala, mala idea.

Wedding
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Capítulo Tres
Traducido por vecina

Corregido por Vickyra

—¿E
stás segura que todo está bien, Ruhbarb?

No era la voz que quería escuchar,


especialmente proyectando sombra del lado de
afuera del baño, pero Ruth Anne finalmente se resignó a pasar todo el casamiento
pegada al hombre más irritante que había conocido. Intentó escapar de la intimidad
del baile con él, pero los ojos de Bobby adaptaron aquel brillo que ella conocía tan
bien. Lo que él dijo fue algo preparado. Entonces, ella se había quedado, girando y
girando para todos sus caprichos, mientras el brillo se hacía más intenso y su 14
sonrisa más depredadora.

Ella decidió descontar lo que le hizo a sus caderas.

Durante dos horas, ellos continuaron, ella con miedo de darle un tiempo
solo para tomar todas las disposiciones que podrían torturarla y él parecía cada vez
más feliz con eso. Si, las manos sobre sus caderas eran algo, ella saltó en respuesta,
y fue por una cuestión de autopreservación. Si, durante aquella canción cuando él
la giró y la colocó de espaldas sobre su pecho, su corazón se detuvo, porque su
mano se deslizó de su hombro, para abajo entre sus senos, en el corsé y sobre la
cadera opuesta… bien, ella estaba horrorizada.

Decidió ignorar ese sentimiento caliente en su estómago.

Pero, finalmente, el impasse terminó. Él ganó… No pudo derribar su


voluntad, sin embargo. No, las únicas cosas que sobrevivieron a él fueron su vejiga
y sus pies. Una estaba llena y los otros con ampollas. Maldita Bonnie y su
insistencia en usar tacones de agujas que podrían ser elegidos como un dispositivo

Wedding
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de S & M3. Los lazos atravesados cerca de veinte veces por arriba de su pie y hasta
el tobillo. Todos y cada uno la habían lastimado.

Desgraciadamente, ella solo tenía la culpa por las copas de champagne que
ambos bebieron y que fueron dejándola tonta y… bien, pero llena. Culpó a los
niños por la falta de un refrigerio. Entonces, aquí estaba, sola de nuevo en el baño,
intentando por centésima, millonésima vez alcanzar los ganchos de la parte trasera
de su vestido, para poder sentir algo de alivio.

—No. —Ella finalmente gruñó—. No puedo, no puedo salir de esta cosa.

—¿Qué cosa? —Bobby preguntó a través de la puerta.

—Este vestido.

Él permaneció en silencio durante todo un minuto.

—¿Bobby?
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—¿Si?

—¿Me puedes ayudar?

Más silencio.

—¿Bobby?

—Yo solo quiero dejar esto claro, para que luego no me rompas los dientes
cuando abra la puerta.

—Bobby. —Ella gruñó. Dios mío, él era razonablemente inteligente, cosa


que ella no admitiría, si él no fuera ya un graduado universitario.

—¿Tú me estás pidiendo que entre ahí y te ayude a quitarte el vestido?

—Sí. —Ella susurró.

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Sadomasoquismo.

Wedding
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—Okaaaaaaay.

—Maldito seas, Bobby. —Ella se giró cuando él abrió la puerta—. Date


prisa, no quiero que nadie sepa que estamos aquí juntos.

—Sí, ellos pueden tener malas ideas sobre que voy a sacarte el vestido o algo
así.

—Ten en cuenta que estoy a punto de explotar aquí y no tengo miedo de


llevarte conmigo.

Él hizo una mueca, luego colocó las manos en sus hombros. Manos
calientes, dedos ásperos. Probablemente por toda la práctica de la guitarra. Y violín.
Y violonchelo. Él puede tocar cualquier cosa con cuerdas, incluyendo pianos. Ella
aun pensaba en eso, cuando él se alejó.

—¿Por qué necesitas hacer esto de todos modos? ¿No basta con subir la
falda?
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—Podrías pensarlo así. —Ella realmente le imploró. Bonnie había sido
insistente—. No hay nada debajo… de esta cosa.

Los minúsculos ganchos en la parte de atrás podrían muy bien haber sido
grapas en vez de cierres. Su madre había conseguido algunas muescas para
restringir a las damas de honor y Bobby parecía tener la misma suerte.

—Sangra sobre este vestido y te mato.

—Tenía la fuerte impresión que odiabas este vestido.

—Lo odio, y quiero destrozar cada punto, sin que tú consigas ser el primer
en causar los daños.

—Alguien debería hacer algo con tus problemas de rabia, Ruhbarb.

Ella se giró, notando demasiado tarde que él no se había alejado de ella para
evitarla y que el sonido de algo rasgándose no era él atropellándola.

Wedding
Fallen Angels
—¿Qué sucedió? —ella preguntó con cautela.

—Bueno, esa cosa de sangrar es un punto discutible, ahora.

—¿Qué?

—Tu vestido como que se trabó en mi brazo. ¿Dónde conseguiste esta


armadilla a la final?

—Bonnie la consiguió.

—Nunca pensé que te odiara tanto. —Él murmuró.

—Tú eres el único sangrando, sabiondo — Ella se quedó quieta esperando


que él los desenganchara. Sintió el tirón algunas veces pero no parecía que algo
cambiara.

—¿Bobby?
17
—¿Si?

—¿Puedes darte prisa?

—Estoy tratando. —Respondió él, sonando un poco más tenso de lo que ya


lo había oído hablar. Y ella había trabajado desesperadamente para irritarlo a lo
largo de los años.

—¿Cuál es el problema?

—Creo que le gusto a tu vestido.

Ella intentó girar para verlo, pero solamente consiguió empujarlo de nuevo
alrededor de ella y haciendo que él tuviera un poco de dolor.

—Para de perseguir el rabo, Rhubarb. Estoy sangrando, ¿recuerdas?

—Marica. Suéltanos.

—Hummmm.

Wedding
Fallen Angels
Esto no está sucediendo. Esto no está sucediendo.

—Creo que no voy a poder. Los ganchos se trabaron en direcciones


diferentes en mi puño y la piel de mi muñeca está atrapada en medio. Necesitamos
una tijera.

Ambos miraron la puerta cerrada que llevaba el pasillo de la cocina y esperar


a Madelyn Wontor. Sus miradas se encontraron considerando caminar de nuevo
hacia la recepción con la mano presa en su espalda. Entonces, como si ambos
recordasen lo que estaban haciendo allí en primer lugar, miraron el blanco inodoro
al costado.

Esto, oficialmente, se había vuelto el casamiento del infierno.

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Wedding
Fallen Angels

Capítulo Cuatro
Traducido por IzarGrim

Corregido por Vickyra

—¿C
rees que podrías aguantar hasta que encontremos a
alguien que nos libere?

Ruth Anne quería decir que sí. Ella quería


decir que podría mantenerlo hasta el día en que muriera, pero por desgracia, ese día
estaba empezando a verse como el día que moriría. Ella negó con la cabeza. —Usé
toda la fuerza de voluntad que tenía aguantando mientras bailábamos.

Él asintió con la cabeza. —Pensé que la maniobra estaba empezando a 19


parecer desesperada.

Ella lo miró, pero no dijo nada. ¿Por qué siempre tenía que sacarle la
verdad?

—No es que no te haya visto orinar antes. ¡Adelante!

—Ew, ¡no lo hiciste!

—Sí, tenías seis años de edad y tuviste que ir y no había nadie para llevarte.

Oh Dios... ella había estado tan humillada que debería haberlo borrado de
su memoria. En la fiesta de cumpleaños de Bonnie... las puertas de los baños en el
parque eran tiendas de campaña y lodo en el suelo. Hasta hoy odiaba las
instalaciones públicas, por lo que insistió en volver al baño de la habitación de la
novia. Ese había sido el comienzo de la incesante tortura de Bobby, diciéndoles
divertido a todos en la fiesta que ella orinaba gracioso.

—Las cosas han cambiado mucho desde que tenía seis años. —Ella gruñó.

Wedding
Fallen Angels
Aunque sin duda le diría a todo el mundo que la vio orinar en esta fiesta también.

—Cuéntame sobre eso. —Dijo en voz baja. No es que hubiera mucha razón,
no podría estar a más de un metro de distancia de ella. Probablemente podría oír
sus pensamientos sin mucho esfuerzo.

—Tenemos otro problema en primer lugar. —Ella suspiró.

—Por supuesto que lo tenemos. —Ella ni siquiera lo culpó por el sarcasmo.

—Bonnie me hizo usar esta cosa enrejada para mantener las líneas del
vestido suaves.

—¿Por qué me asusta?

—Como te puedes imaginar lo que ocurre cuando los testículos son


empujados hasta donde los ovarios deberían estar —espetó. Era una cosa urgente y
él estaba preocupado y con miedo.
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—Bueno, así estoy ahora.

—Es como un traje de baño sin tirantes por debajo. —Tal vez sólo debería
aguantar y rezar por sobrevivir a una ruptura orinaría. No... Entonces no sería
capaz de amarrar a su hermana por esos zapatos detallistas. Venganza... Una chica
puede sobrevivir a la humillación si tiene la venganza en su mente.

—¿Puedes bailar con eso? —Más vale que eso no fuera esperanza en su voz.

—Tengo que chuparme el intestino para entrar o salir del. Vas a tener que...
—Bonnie, que Dios se apiade de su alma. —... jalar.

Los ojos de Bobby se abrieron. Enseguida, tragó como si tuviera un yunque


en la garganta. —Quieres que yo...

Ella esperó que continuara, pero no parecía ser capaz. Entonces, el dolor
pasó y la llevo de regreso a donde la mirada vidriosa la había dejado.

—¿Quieres que te jale las bragas?

Wedding
Fallen Angels
Dada la necesidad de apretar los muslos, no le importaba lo que él dijera.
Ella asintió con la cabeza.

—Creo que he muerto he ido al cielo. —Murmuró.

—Vas a ir, si no tienes cuidado, Wichowski. Solo... Ven...

Se inclinó, manteniendo cuidadosamente el brazo extendido y comenzó a


tocar las capas de la falda. Lo siguiente que recordó es que sintió su mano buscando
su camino hasta sus muslos. Ruth Anne miró al techo, mordiendo los labios. De
alguna manera, esto no era cómo se imaginaba su primera inmersión bajo el
vestido.

No es que ella se lo hubiese imaginado. A propósito.

Su mano encontró el fondo de la parte trasera y se deslizó por debajo del


borde de la tela. Dios mío, Bobby Wichowski finalmente cumplió con sus insultos
de entrar en sus bragas. Su vida había terminado.
21
Tiró.

No ocurrió nada.

Estaba difícil. Otro tirón.

Todavía nada.

—Hey, Ruhbarb, podemos repensar nuestro enfoque.

—No, no podemos.

—Sólo tengo una mano aquí, muchacha. Tal vez si la jalo por el medio...

—¡Si lo jalas por el medio, va a ser la última cosa que tu mano haga!

Reflexionó sobre esto, como si explicara algo. —Entonces, supongo que no


tienes un montón de compañía aquí abajo.

Wedding
Fallen Angels
—Bobby, ayúdame, voy a arrancarte el brazo y golpearte con él, ¿me oyes?

—Está bien, Dios. Déjame echar un vistazo... —Él agarró la falda y se la


puso sobre su cabeza.

—¡Bobby! —Ella estaba muy mortificada, hasta para gritar, por lo que salió
como un chillido de un ratón moribundo.

—Maldita sea, no hay luz aquí abajo, no puedo ver nada.

Gracias a Dios por las pequeñas bendiciones. —¡Sal de ahí!

—Qué te parece, si usamos tu mano libre y yo uso la mía en ambos lados de


tus caderas y jalamos juntos.

—Claro. Bien. Vamos a eso. Saca este infierno de aquí.

La falda susurró y él se asomó, con el rostro un poco rojo, con el pelo


desordenado, los rizos oscuros en todas direcciones y una sonrisa de pura malicia 22
en su rostro. —A la de tres. Uno, dos, tres.

Ellos tiraron y por suerte la red quedó libre. Acompañado por un ruido de
rasgadura y una mirada de asombro en el rostro de Bobby.

—¿Qué acaba de pasar? —preguntó, tratando de ignorar lo que podía sentir.

—Hmm, tal vez debes hacer tu negocio.

Aunque eso sería lo más inteligente, miró hacia abajo. Podía sentir el peso en
los tobillos. Y casi la mitad de la falda junto a él.

—Yo no podía ver. —Dijo, en lo que debería haber sido una explicación.
Pero nada podría explicar esto. La costura de la cintura había desaparecido, hasta
que todo el lado izquierdo estaba colgando de su cadera desnuda.

Ruth Anne volvió a cerrar los ojos. Ella no tenía planes de abrirlos de nuevo.
Nunca.

Wedding
Fallen Angels

Capítulo Cinco
Traducido por blanca20011893

Corregido por Maniarbl

L
a única cosa peor de que Bobby Wichowski la viese medio desnuda,
fue que Bobby Wichowski la estaba viendo orinar. No es que Ruth
Anne estuviese segura de que la había visto. Tenía el rostro entre las
manos.

—¿Necesitas papel? —él preguntó en voz baja, tratando de mirar a través de


los dedos. No, no estaba mirando. Cortésmente se volvió tan a la izquierda como la
cabeza se lo permitía.
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Ruth Anne se llevó las manos hacia abajo y suspiró. Eso de tirar agua de la
rodilla4 tenía un nuevo significado para ella. Tomó el papel, ¿cuánto usaban los
hombres? ¡Dios, no se extraña que los bosques estuviesen desapareciendo! Y lo
reorganizo en un doblez utilizable.

No hizo lo suficiente para reemplazar el enjambre de Bonnie. Pero el


pensamiento era lo que contaba. Después de ruborizarse, recogió la falda y el
enagua, de manera que pudiera volver a donde él debía estar. Ahora, todo lo que
quedaba era ir a buscar ayuda. Pero, ¿cómo iban a explicarse?

—Yo estaba pensando. ¿La habitación de la novia tiene alfileres o algo así?
—todavía no estaba mirando.

—Sí, probablemente. Probablemente no lo suficiente para repararlo, a pesar


de todo.

4
Acción de orinar en los hombres, dicen que si ves de lado a un hombre orinando parece que le sale
de la rodilla.

Wedding
Fallen Angels
—Bueno, la oficina del Padre Larkin está al otro lado del pasillo. Tal vez él
tiene una grapadora.

—¿Me quieres grapar? —no era una mala idea, la verdad—. ¿Puedes hacerlo
sin que perfore mi piel?

Finalmente la miró con una sonrisa, comenzando a producir la emoción


entre ellos. —Podrían tener tijeras allí, también.

—Entonces, ¿qué estamos esperando? —trabajar en conjunto con la mente


más malvada que ya había encontrado, era extraordinariamente emocionante.
Después que se lavó las manos, Bobby coloco su cabeza fuera de la habitación de la
novia y mirando alrededor antes de sacarla con él. La tela susurraba alto en sus
oídos mientras guiaba el camino hacia una pequeña puerta del otro lado del pasillo.
Felizmente, la puerta se abrió fácilmente y ambos se metieron dentro, respirando
con alivio cuando la puerta se cerró tras ellos.

La oficina del Padre Larkin era buena, pensó Ruth Anne. Oscura, sin 24
embargo. Tonos profundos con paneles de madera de cerezos, mesas, escritorios y
una gran chimenea de piedra. O era la Edad Media o un pabellón de caza, no podía
decidirse.

Bobby empezó en el mostrador mientras trataba de ayudarlo abriendo otro


cajón. Pero como ella se inclinó, no podía alcanzar nada. Finalmente, insistió para
que lo mirara.

—Esto no va a funcionar, Rhubarb. Voy a hacer algo aquí y me vas a dejar o


nos vamos a quedar así por mucho tiempo.

La lógica puede ser aburrida, pero la idea de ellos siendo atrapados, no sólo
a medio vestir y pegados entre sí, sino recorriendo el área personal del sacerdote no
era atractiva. Ella asintió con la cabeza.

La mano libre de Bobby la atrajo hacia sí para que se colocase en su pecho.


Incluso puso la cabeza bajo su barbilla y, si no se equivocaba, su mano la agarró, la
abrazó más cerca, como si la protegiese. —Ok, ahora cállate y déjame hacer el

Wedding
Fallen Angels
trabajo, ¿de acuerdo?

Fue un mal momento para desplegar su mente sucia, pero Ruth Anne no
podía evitarlo. La sostenía tan cerca, su calor penetraba la armadura de ella a pesar
de su vestido, mientras susurraba, enviando escalofríos a su espalda por donde se
encontraba su mano. A esto se añade la idea de Bobby haciendo el trabajo... De
repente, sentada junto a una gran superficie plana como la mesa era más tentadora
de lo que nunca imaginó.

—¡Encontré un par de tijeras! —él dijo, rompiendo su atención en los


muebles. Ella quería golpearse. ¡Estaba en la casa parroquial de un sacerdote! Su
madre la habría excomulgado por sus pensamientos. Ella no quería ni pensar en lo
que podía hacer Bobby.

Conociéndolo, él actuaría como ellos.

—¡Grapadora! ¡Estamos buscando bien Rhubarb!


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Sí, bueno. El olía bien, tan bien, incluso después de todo el baile. Ella no se
había dado cuenta mucho antes, pero, con su cara pegada a la camisa, era difícil
pasarlo por alto. Olía a bosque, limpio.

Es Bobby, se recordó a sí misma, tratando de deshacerse del que hecho que


lo veía sabroso. Bobby, que siempre había encontrado las maneras más
irrespetuosas para verle los senos. Bobby, aquel que se acostaba sobre ella cuando
era pequeña, hasta que no podía respirar... Bobby, que había pasado demasiado
tiempo espantando a sus potenciales citas, o peor aún, sus novios. Bobby, que
estaba acunando su barbilla contra su pelo y frotando ligeramente su espalda.

Se congelo. ¿Qué estaba pasando aquí? Ellos estaban prácticamente


abrazados. Llevándose bien. Trabajando juntos.

Ella inclinó la cabeza hacia atrás, teniendo cuidado al mirarlo y pensó que
no había una sola cosa tan buena como lo que sentía exactamente dónde estaba.
Pero entonces se encontró con su mirada azul, cuando cuidadosamente enderezo
la cabeza.

Wedding
Fallen Angels
—¿Sabes por qué siempre me ha gustado tu boca, Rhubarb? —preguntó con
esa voz susurrante de nuevo, pero fue dos veces más íntima que antes. Soltó las
cosas y alzó su mano libre para pasar un dedo por el borde del labio inferior. Esos
temblores comenzaron de nuevo—. Incluso cuando me insultas, tu boca tiene la
forma ideal para un beso.

—No hay solo una manera de besar —no estaba segura de cómo salieron las
palabras. Su cerebro estaba completamente apago y es por eso que la boca tenía
que estar en piloto automático. Lo que explicaba por qué él no hizo nada cuando
sus ojos se cerraron y sus labios bajaron a los de ella.

Bueno, eso no era cierto.

Ella gimió.

Entonces, sus manos la traicionaron también, lo agarró más fuerte. Lo que


quedaba de su conciencia, decidió hacer exactamente lo que él le dijo que hiciera
antes, estar en silencio y dejar que hiciera su trabajo. Nunca se dio cuenta de la 26
ética que el hombre tenía. No había ni un milímetro de su boca que él no probó,
provocó y cautivó. Pero él se las arregló para cambiar la gravedad de alguna
manera, porque el mundo parecía estar cayendo. Abajo, abajo, hacia la mesa plana.

Muy bien.

Finalmente dejo su boca, besando su cuello, mordisqueando y diciendo


cosas maravillosas como, "Oh, Dios, Rhubarb... Se olvidó de agarrar su vestido,
mientras que su cuerpo estaba demasiado caliente como para preocuparse por
arreglarlo, y sobre todo cuando él se movio entre las capas tratando de jalar una de
sus pierna sobre su cadera. ¿Quién sabía que los pantalones de esmoquin eran tan
agradables a la piel? Estaba al límite de un paro cardíaco, cuando oyó un ruido que
no podía ser ignorado.

De una puerta.

Seguido por el ruido sordo de un anciano sacerdote de sesenta y siete años,


cayendo al suelo en estado de shock.

Wedding
Fallen Angels

Capítulo Seis
Traducido por IzarGrim

Corregido por lsgab38

—¡M
ierda, matamos al padre! —dijo Bobby desde su
posición en el escote de Ruth Anne. Ella estaba
demasiado ocupada cerrando los ojos y haciendo
un acelerado acto de confesión, como para
agregar algo más a la conversación—. ¡Vamos, Rhubard, levántate! Tenemos que
ayudarlo.

Sí, comprobar si estaba realmente muerto o no, podía ser la mejor manera de
actuar. Bobby, se lanzó más rápido de lo que era posible, ella no iba a pensar sobre 27
eso, recordo a Dios y le pidió que los ayudara, repitiendo la oración y arrastrándose
lo más rápido que podía por medio de la sala. Ella se agachó cuando los párpados
del Padre Larkin estaban empezando a abrirse.

—Está vivo —gritó de alivio por no haber ido directamente al infierno y eso
casi la llevó hasta las lágrimas. Ella tomó el cinturón de hebilla de Bobby. ¿Cómo se
saca? Y tiró de él hacia abajo por lo que los dos estaban arrodillados junto al
anciano—. Padre, ¿me oye?

—Está inconsciente, no es sordo, Rhubarb.

Ella no le hizo caso. Era la única cosa que podía hacer. De lo contrario, lo
miraría, entonces tendría que admitir que todavía estaba inestable por lo que había
sucedido. Bueno, no, primero tendría que admitir que algo había sucedido, morir de
la vergüenza, entonces, admitiría que todavía estaba temblando. Bobby parecía
entenderlo por qué la abrazó más estrechamente con la mano y le dio una
palmadita.

Wedding
Fallen Angels
Los ojos del padre Larkin finalmente se abrieron, fuera de foco, y suspiró. —
¡Oh... Oh Dios mío!

—Solo un minuto, Padre, hay que llamar a alguien para que le ayude —dijo
Bobby, con un suave toque en la mano del hombre mayor.

—Yo pensé que... ustedes dos estaban en mi escritorio...

—Por supuesto que no, padre. Nosotros no estábamos haciendo nada sobre
su escritorio. Estábamos en busca de suministros de oficina. ¿Sera que ya tomó la
medicina? —Bobby se escuchaba tan bien, que si Ruth Anne no estuviera debajo de
él, le habría creído.

—Yo... no, yo venía de... ¿estás seguro? —La claridad regresaba a los ojos
del padre Larkin rápidamente. Su mirada pasó de uno a otro y Ruth Anne no
estaba teniendo suerte en controlar su rubor.

—Yo sé lo que vi, joven —dijo con firmeza, levantándose, a pesar de sus
28
protestas—. No he llegado a esta edad sin caer un par de veces, quiero que lo sepas.
Usted no va a poner arena en los ojos de nadie aquí, Sr. Wichowski.

—Míreme, padre. ¿Le mentiría a usted?

Ruth Anne se mordió los labios lo más fuerte que podía, tratando de no
reírse de los enormes ojos de perrito y los labios gruesos que sin duda salvaron a
Bobby de cualquier destino que su madre soñara. El padre Larkin, por otra parte,
no parecía cambiar de idea. —Sin duda

Finalmente le dio a Ruth Anne una mirada más larga, probablemente


registrando las condiciones del barro en el vestido. —Dios mío, niña, ¿qué te hizo?

—¿Yo? —lloró Bobby.

—Bueno, técnicamente, es culpa tuya —Ruth Anne tenía que admitirlo.

—Pensé que estábamos de acuerdo en que la culpa era de tu hermana —


respondió Bobby. Perdiendo un segundo y dándole la oportunidad al padre de

Wedding
Fallen Angels
empujarlo fuera del camino, para que pudiera ponerme de pie. Entonces sus ojos se
desorbitaron y Ruth Anne se sacudió mientras instintivamente trataba de alinear su
espalda con la de él.

—¿Qué está pasando con ustedes dos? —El padre Larkin exigió, ahora
sentado y más parecido a la persona severa y llena de disciplina que ambos
crecieron temiendo.

—Es mejor dejar que Bobby le cuente —admitió Ruth Anne. Nadie se
alejaba más suavemente de los problemas que Bobby.

Solo que esta vez decidió romper la tradición y decir la verdad. Ruth Anne
se cubrió los ojos con las manos, tratando de ignorar la caricia en su espalda.

—Por lo tanto, lo que necesitamos es a alguien que nos libere —dijo Bobby,
terminando su historia trágica y ridícula.

—Y engraparme —añadió ella, quedándose quieta sobre sus manos.


29
—Más que eso. —El padre Larkin dijo, levantándose y sacudiéndose el
polvo de sus rodillas, distraído.

Ruth Anne abrió los dedos y miró. Algo en su voz sonaba un poco...
poderoso. Cuando eran niños, todo el mundo vivía con terror del padre Larkin y su
palabra era la Ley. Habían madurado a lo largo de los años, viendo jóvenes
aterrorizados convertirse en adultos que temian a Dios, al matrimonio y a bautizar
a los bebés.

Al menos, ella pensó que él había madurado.

Levantó la vista de su asiento aún de rodillas, sintiéndose un poco como si


tuviera ocho años de edad, Ruth Anne, quien se arrodilló en la confesión, porque
soñó que había besado a Bobby Wichowski y estaba segura de que estaba poseída.
Él parecía tan alto, tan justo y tan dispuesto a infligir un castigo que ella odiaría.

—Yo diría que ambos necesitan, antes de nada, casarse.

Wedding
Fallen Angels

Capítulo Siete
Traducido por Lizels

Corregido por Deyanira

E
l Padre Larkin engrapo el vestido de Ruth Anne al sonido de dos
personas recitando un rosario. Cortó un gran rectángulo para tras de
su vestido al sonido de algunos desesperados: Padre Nuestro. Sacó el
gancho de la muñeca de Bobby al mismo tiempo en que este recibía una palmada
en la parte posterior de la cabeza.

―Tenía los ganchos incrustados, chico. ―Era la única simpatía que


mostraba.
30
―Por lo menos no fue una arteria, Padre ―suspiró Bobby, encogiendo los
hombros de su chaqueta y distraídamente cubriendo los hombros de Ruth Anne.
Los apretó, también, una vez que la pesada tela estaba en su sitio.

Ella miró el suelo, perturbada por lo natural que era tenerlo tan cerca, tan
favorable. Ella agarró los bordes de las solapas de la chaqueta y las tiró cerca de
ella.

―La verdad es, me encantaría casarme con Rhubarb. Ella es una


encantadora chica y estuve enamorado de ella, desde que tenía tres años de edad,
pero ella tiene esperanzas y sueños. Objetivos. Yo la habría atrasado.

¿Él estaba qué? ¿Desde cuándo?

―No parecía que la estabas atrasando cuando entré, chico.

―Estaba entusiasmado. ―La voz de Bobby chilló. La miró, un poco


preocupado, un poco verde, pero sus ojos estaban tan cálidos y profundos que ella
no sabía que pensar. ¿Él estaba mintiendo, como tanta veces lo hizo?

Wedding
Fallen Angels
¿O sería posible que él estuviera diciendo la verdad?

Su estómago comenzó a dar vueltas. Bobby no podía estar enamorado de


ella. La odiaba. Era una locura. La había molestado toda su vida y hacia aumentar
su presión arterial. Le gustaba hacerla gritar.

Y a ella le gustaba hacerle lo mismo…

Inclinó la cabeza, frunciendo el ceño haciendo que las cejas se arrugaran,


mientras intentaba descubrir lo que estaba pensando. Pero ella no sabía que decirle
a él, o que explicar. No estaba segura de lo que estaba pensando, sintiendo,
tampoco. Sintió el pulgar en la mejilla, una caricia suave a través de su pómulo.

¿Cómo muchos de los recuerdos que tenía de él? ¿Qué tan bueno era
cualquier recuerdo sin él?

Ella envolvió la palma de su mano en su muñeca, apretándola para salvar su


vida. En un momento, todo estaba cambiando.
31
Entonces, nuevamente, tal vez no en el mejor momento. Tal vez durante los
últimos veinticinco años, ella había sido conducida a este momento. Segundo, se
dio cuenta de que Robert Wichowski era la razón por la cual vivía y respiraba.
Siempre fue… siempre sería.

―¿Estás bien, Rhubarb?

A ella le encantaba su preocupación. Emocionada por su toque. Sufría por


su beso.

―Uh, uh.

Su ceño se profundizó, entonces él debió haber sumado dos y dos, porque


sus ojos se ensancharon y su expresión se iluminó hasta que su sonrisa podria
cegarle.

―Oh, Rhubarb… ―Él bajó la cabeza y, probablemente, la habría besado…

Wedding
Fallen Angels
Si el Padre Larkin no lo hubiese golpeado en la cabeza de nuevo.

―Espere hasta el matrimonio.

Ambos suspiraron y se giraron hacia el Padre, pero este ya estaba rodeando


la mesa.

―¡Voy a llamar a sus madres y dejare la puerta abierta, de forma que


ninguna cosa rara pase!

Ellos lo observaron irse, entonces ambos miraron la puerta abierta, y más


allá, a la libertad. ¿Será que correr por sus vidas contaría como cosas raras?

―¿Qué dices, Rhubarb?

Ella no lo sabía. Solo no lo sabía.

32

Wedding
Fallen Angels

Capítulo Ocho
Traducido por Lizels

Corregido por Deyanira

―V
ámonos, Rhubarb ―dijo Bobby, tomándole la mano y
empujándola en dirección a la puerta.

¿Qué diablos estaban haciendo? Desaceleró lo


suficiente para hacerlo girar, una expresión interrogativa en mi rostro. En seguida,
le lanzó una sonrisa reconfortante.

―Cuando me case contigo, va a ser en el vestido que te guste, con todas las
cosas que las niñas supuestamente quieren, sobre todo, sin un Padre sabiendo que
33
no estas usando bragas.

Él tenía un talento especial para decir la última cosa que ella podría esperar
oír. Sus pies desistieron de luchar y luego corrieron fuera de la casa parroquial, por
el pasillo de la iglesia y estaban a pocos metros de la puerta principal cuando la
última persona que esperaban que jugara al ángel vengador salía detrás de un pilar
y se quedó frente a ellos.

Madelyn Wontor, su moño una vez perfecto ahora estaba comenzando a


mostrar algún desgaste serio en el lado izquierdo, con algunos mechones afuera del
peinado, se lanzó sobre ellos y agarró sus manos unidas.

―Oh, no, ustedes no ―ella gruñó, ignorando los sonidos de Bobby, cuando
apretó su muñeca―. ¡Los he estado buscando a los dos por más de una hora!

Finalmente vio el cabello embarrado de Ruth Anne, el maquillaje y el


vestido. Ruth Anne consideró una demostración de verdadero coraje que Madelyn
no sólo no se desmayó, si no que realmente llegó con su pequeña bolsa, un mini

Wedding
Fallen Angels
peine y lápiz labial nuevo.

―No voy a preguntar. Sus madres lo harán, pero en lo que este matrimonio
se refiere, van a aparecer tan bien como sea posible. Necesitamos dos brindis en la
boda, del padrino y la dama de honor. Una vez que ustedes comenzaron el baile,
antes de que la comida fuera servida, este matrimonio se desordeno
completamente. Conseguiremos hacer esos brindis, sus hermanos pueden conducir
hasta el atardecer y yo puedo ir a cometer suicidio, antes que su primo Louie me
pida salir de nuevo.

―Ese sería mi primo Louie ―murmuró Bobby, compartiendo una mirada


divertida sobre el hombro de Madelyn a Ruth Anne.

―No me importa con quien esté relacionado, él es repugnante. ―Madelyn


gruñó, creando una nube de pulverización exuberante. Ruth Anne siempre pensó
que Louie era bonito, en un impotente tipo de nunca va a conseguir un trabajo más
fabuloso que en la cama. Tenía la oscura buena apariencia Wichowski. Hasta tenía el
mismo talento musical que Bobby. Sólo no tenía ambición. O encanto. 34

―Entonces, una vez que los brindis estén fuera del camino, ¿nos podemos
ir? ―preguntó Ruth Anne, todavía intentando decidir que quería hacer. Todo
parecía una gran confusión con muchas emociones y demasiadas bebidas, para
tomar cualquier decisión. Ella sólo quería ir a su casa, zambullirse en su bañera y
fingir que toda la cosa nunca había sucedió. Eso sería lo correcto, ¿no es así?

Bobby sacudió la cabeza hacia ella, mostrando esa habilidad irritante de


saber lo que estaba pensando exactamente cuando menos lo quería.

Él tomó su mano y la haló, no tan gentilmente, de las atenciones de


Madelyn.

―Comienza a arreglar nuestro matrimonio ―le lanzó por encima del


hombro, jalando a Ruth Anne a su lado―. No comiences a tener ideas, Rhubarb.
Nosotros estamos sólo comenzando, tu y yo.

―¿Disculpa? ―dijo Madelyn detrás de ellos, jadeando― ¿Su matrimonio?

Wedding
Fallen Angels
Bobby se giró para mirarla, sosteniendo a Ruth Anne ágilmente. ¿Cómo
sabía que ella estaba pensando en correr con él?

―Puedes colocarnos juntos en una semana, ¿verdad? ―él sonrió cuando


Madelyn hizo un ruido sordo familiar en la alfombra de la catedral.

―Dios hace cosas malas a las personas que hacen cosas malas en la iglesia
―advirtió Ruth Anne, aunque su boca sonreía sin su consentimiento.

―Si eso es una invitación, querida, estoy segura que podemos trabajar en
eso.

Ella le dio un codazo en las costillas, pero no la solto. Todo lo que consiguio
fue empujarlo hacia atrás, lo que lo obligó abrir las puertas hacia la recepción.
Donde todo el mundo estaba esperando. Viendo. Y donde el Padre Larkin estaba en
el medio de una frase con su concurrida audiencia de madres con los ojos abiertos
como platos.
35
Todos los ojos se voltearon hacia ellos y la fiesta quedó en silencio. Había
sólo una cosa para decir, cuando Bobby tomó la mano de ella en apoyo silencioso.

―¿Ves?

Wedding
Fallen Angels

Capítulo Nueve
Traducido por Lizels

Corregido por Angeles Rangel

―¿V
es una salida para esto? ―preguntó Bobby entre
los labios que no se movieron.

―Uh, uh. ―La única cosa que se movía


entre ellos era el agarre de sus dedos.

Ruth Anne observó la boca del Padre Larkin en movimiento, pero no


conseguía oír nada. Sólo el sonido de Bobby respirando. Su propio corazón,
saltando en sus oídos, captando el ritmo como una locomotora cuesta abajo. Y
36
todavía… podía oírlo respirar. Incluso, firme, sin miedo.

―¿Sabes que si das un único paso a esa sala, tendrás que casarte conmigo?
―dijo ella, alejándose de cada rostro que estaba mirándolos, toda la confusión, los
susurros creciendo, hasta el mismo trueno inminente en el rostro del Padre Larkin.
Nada de eso importaba. Ni su madre santiguándose. Ni los ojos de la madre de
Bobby que estaban ampliándose y ampliándose. Ciertamente no su hermana sádica
que estaba comenzando a ponerse púrpura, mientras que el hermano de Bobby se
reía sin parar. Por primera vez en su vida, no prestó atención a cada persona que
conocía y lo que ellos pensaban. Ella oyó a solo una única persona que trabajó toda
su vida para nunca más oír.

Él se encontró con su mirada, sin vacilación, sin esconder nada.

―No soy el único con dudas, Rhubarb.

―No, solamente eres aquel que no dijo ni una palabra en todos los años que
nos conocemos. ―La verdad de todo lo que él le había dicho aquel día se había

Wedding
Fallen Angels
hundido directamente en el interior de ella.

Su boca se curvo para abajo, irónicamente.

―No es exactamente fácil para el ego que la chica que quieres más que
respirar te compara con las algas. ¿Qué habrías dicho si yo apareciera en tu ventana
una noche y te pidiera que me amaras por el resto de tu vida?

―¿Quieres decir, después de que mirar las cámaras? ―bromeo, con su suave
toque acaricio la curva de su boca para arriba, donde ella pertenecía―.
Probablemente me hubiera lanzado por la ventana y en tus brazos.

Él tomo la mano de ella, manteniéndola presionada hasta su rostro.

―Me odiabas.

Ella sacudió la cabeza.

―No, te quería. Sólo pensé que estabas fueras de mi alcance. Que te gustaba 37
mostrarme cuán lejos.

―Rhubarb, te lo hubiera propuesto cuando estabas en trenzas y calcetines


rayados.

Ella rió.

―Entonces creo que puedes dar la vuelta a esto, mientras estoy engrapada.

―¿Qué?

―Declárate, idiota. No hicimos absolutamente nada correcto hasta aquí. No


me voy a casar contigo, si no hacemos esto bien.

Sus ojos brillaron cuando cayó de rodillas. Todos a su alrededor en la


multitud jadeaban y reían.

―Ruth Anne Barbellis, ¿podrías hacerme el gran honor de ser mi esposa?

Wedding
Fallen Angels
―Ooooh, eso estuvo bien ―respondió ella, una pequeña sonrisa escapando
con deleite.

―Sí, bien, he estado practicando por veinte y algunos años.

―¿Sabes lo que he estado practicando por tanto tiempo?

Él sacudió la cabeza.

Ella se inclinó y susurro en su oído.

―Te amo, Robert Wichowski.

Sus ojos brillaron y antes que ella pudiera respirar él la estaba besando. El
público vibraba, Ruth Anne se preguntó si tal vez oyó a su hermana llorando, sabía
que oyó a sus madres llorando felices. Cuando Bobby la dejo ir, ella descubrió que
él ya había recorrido la mitad del camino hacia el Padre.

―Esto no va a ser bueno ―murmuró. 38


―Entonces creo que voy a tener que casarme contigo todos los días, hasta
que lo sea.

Pararon al frente de la mirada oscura, fría y amenazadora del Padre Larkin.

―¿Qué piensan que están haciendo? Les dije que esperaran en mi casa
parroquial.

―No podíamos esperar ―respondió Ruth Anne, alejándose del lado de


Bobby y susurrando a una tía cerca de él―. Quedé embarazada de él.

―Sucedió con el menor de nosotros, querida ―respondió la tía, un poco


arrastrada, pero feliz como un molusco.

―¡Ruth Anne! ―exclamó su madre.

―Es mejor hacerlo, Padre Larkin ―dijo la madre de Bobby con una sonrisa
pícara―. Ella está contaminada ahora. No habrá paz para nadie hasta que este

Wedding
Fallen Angels
hecho.

―Probablemente no, después tampoco ―estuvo de acuerdo el Padre Larkin.


Con un suspiro profundo, enrolló las mangas de su túnica y comenzó a trabajar.

39

Wedding
Fallen Angels

Epílogo
Traducido por Lizels

Corregido por Angeles Rangel

―E
ntonces fue así que me case con su tía Rhubarb ―Bobby
le decía a la multitud de niños en la mesa de otro
matrimonio.

Ruth Anne vino detrás de él, golpeó la parte de atrás de su cabeza y se


agachó cuidadosamente en la silla a su lado. Él, claro, se levantó para ayudarla a
sentarse, sonriéndole, antes de dejar caer un beso en sus labios. Ella sonrío,
sacudiendo la cabeza con tristeza. Incluso después de una vida con este hombre,
nunca dejaba de sorprenderla. Unas de sus mayores cualidades, realmente. 40

―¿Es verdad, mamá? ―Mary Beth, su precoz hija de siete años de edad,
exigió desde el otro lado de la mesa. Ruth Anne contuvo una sonrisa. Su
primogénita fue su propia venganza, en forma de niña, muy como ellos. Ella tenía
los ojos de su padre, azules y opacos, las partes desenfrenadas de su madre y la
capacidad de encontrar problemas con la precisión de un láser. Su hijo de cinco
años de edad, Robert James, era exactamente como ella. Nadie sabía muy bien qué
hacer con la pelirroja Emma Jean de dos años de edad, como calmarla, era como el
cielo después de una tempestad de verano. Muchos habían preguntado si había sido
adoptada. Bobby insistió que era sólo un caso antiguo de Bodynatchers5.

Como alguien tan impaciente por salir al mundo, él había dejado la vejiga de
Ruth Anne herida, más allá de usar maldiciones, ella imaginó que lo sabría pronto.

5
"The Body Snatchers" ("La invasión de los ladrones de cuerpos" o "Los invasores de cuerpos") es
una novela de ciencia ficción escrita por Jack Finney y publicada en 1955. Serializada originalmente
en Colliers Magazine en 1954, narra cómo una ciudad del Condado de Marin (California) es
invadida por semillas llegadas desde el espacio. Las semillas sustituyen a la gente mientras duerme,
creando duplicados perfectos que se desarrollan en vainas, mientras que sus víctimas humanas se
convierten en polvo.

Wedding
Fallen Angels
―¿Qué es verdad? ―preguntó Ruth Anne, viendo a su marido ajustar su
larga figura en el asiento preparándose para huir de la mesa infantil. Diez años de
matrimonio y ella todavía tenía la emoción de verlo moverse. Él movió las cejas
hacia ella, dejándola saber que estaba consciente de lo que estaba pensando. ¿De
nuevo?

Bien, ellos habían acabado de ver, ¿no?

―¿Será que papá realmente te raptó de la casa del abuelo y te llevó para un
castillo en el cielo y te escribió una canción cada día, hasta que estuviste de acuerdo
en casarte con él?

Todas las veces que él contó esas historias para los niños que la escucharon
miles de veces o más, se volvía más fantástico, imaginativo y, definitivamente, más
heroico de su parte.

―Claro, cariño. ―¿Por qué arruinar el buen momento?


41
La verdad es que tardaron un año para tener un matrimonio real, pocos días
después, en el consultorio de un juez terminaron las legalidades, consiguiendo que
el escándalo muriera. Todo el mundo estaba seguro de que estaba embarazada y
mientras que el Padre Larkin nunca había dicho que los había encontrado sobre la
mesa, todo el mundo creía que ella estaba en estado en la recepción. Claro, Bobby
hizo un maldito buen esfuerzo, en el momento que la llevo lejos; la hacía sonrojarse
cuando pensaba en eso. Pero, a pesar de sus muchos esfuerzos, Mary Beth
Wichowski no vino justo hasta que ella estaba bien y lista… algo que ella hizo en
todos los aspectos hasta hoy.

―Vieron, les dije que papá era un héroe ―exclamó Mary Beth para los oohs
y ahhs de sus primos―. El abuelo dijo que te habría perdido, si papá no hubiera
aparecido.

Ruth Anne no tuvo que adivinar cuál abuelo había mencionado eso
servicialmente. Ella se habría defendido de muchos héroes que habían aparecido,
Bobby era solo realmente bueno para deshacerse de ellos, pero las puntadas en la
espalda y en el vientre habían pasado de perceptibles a perturbadoras en un

Wedding
Fallen Angels
segundo. Aparentemente, el bebé sabía la verdad.

―Hey, Rhubarb ―dijo Bobby, dándose cuenta casi tan rápidamente como
ella. Él extendió la mano sobre su vientre apretado antes de darle una mirada un
poco tensa cuando se liberó de la contracción—. ¿Hace cuánto tiempo está
sucediendo?

―Solamente a partir de hoy en la mañana. Estoy bien.

―Vámonos, vamos para el hospital.

―Es un Wichowski, Bobby, no tiene planes para salir, hasta que Dios lo
quiera. Tenemos tiempo.

―Entonces vamos a ir poco a poco.

Ella se quejó, pero dejó que la ayudara. Claro, al segundo, otra contracción
la golpeó.
42
―¿Ves lo que sucede cuando desafías a Dios? ―dijo él, levantándola en sus
brazos.

―Bobby, no, te aplastaría.

―Si puedes tener un bebe grande, yo puedo llevarte ―gruño él y la


reposicionó mejor mientras caminaba a través de la fiesta, un rastro de Wichowski
emocionados saltaban detrás de él―. Mamá… ―gritó él, moviéndose bruscamente
buscando la atención de quien pasaba.

―Voy a cuidar de los niños ―respondió Evangeline sin perder el tiempo.

―¿Estas comparándome con un bebé grande? ―exigió Ruth Anne, ok, no


era liviana, pero vamos. Eso era como llamarla una Orca.

―Vamos, bebé, ¿sabes que eso pianos me tienen caliente? ―La sonrisa
libertina realmente no debería haber sido su debilidad, Bobby no tenía cualquier
otro tipo―. Estar caliente es lo que nos tiene en esta situación.

Wedding
Fallen Angels
―En realidad, creo que fue la pequeña alfombra roja en esta situación
―respondió él, caminando con paso rápido.

―No la habría usado si no hubiesen llegado las cosas de la universidad


―recordó ella.

Él se detuvo, mirándola decepcionado.

―¿No la hubieras usado?

Ruth Anne rodó sus ojos.

―Ok, sí, la hubiera usado. Ya lo había comprado cuando llamaste.

Él le dio un beso.

―Bueno, sabía que estaba con suerte. ¿Qué dirías si lo usamos de nuevo tan
pronto el médico nos deje libres?
43
―Primero, vamos a tener el niño, Bobby. Luego podremos tratar a tu libido.

―Oh, sí. ―Comenzó a caminar nuevamente en dirección al auto―. ¿Será


que alguna vez estaremos de acuerdo en el nombre para este?

―¿Billy? ―ofreció ella, inclinándose ligeramente por la próxima


contracción.

―¿Qué hay sobre David? ―Liberó sus llaves, mientras ella se sostenía
apretadamente en su cuello y él apretó el botón de la mini-van para que la puerta
corredera se abriera. Gentilmente, él la coloco en el asiento.

―David es bueno ―respondió ella, jadeando un poco, porque logró ponerse


el cinturón de seguridad―. Si llegas al hospital antes de que nazca, voy a dejarte
escoger el segundo nombre también.

―Suena como un negocio. ―Él le dio un beso rápido, luego, aparentemente


pensando lo mejor, le dio otro beso sólido, antes de cerrar la puerta y correr para el
otro lado.

Wedding
Fallen Angels
Cuando el auto se alejaba, Ruth Anne sonrió, mientras su marido cantaba
una canción sin sentido sobre una alfombra roja para mantenerla ocupada, ninguno
de ellos se dio cuenta de la multitud saludándolos, o el circulo de niñas mirando y
sonriendo.

―Vieron ―les dijo Mary Beth Wichowski a sus primos, reiterando que,
obviamente, no necesitaba ser probado―. Les dije que mi padre era un héroe.

Fin

44

Wedding
Fallen Angels

Sobre la Autora
Dee Tenorio tiene algunos problemas con la
realidad. Después de mucha terapia si se puede llamar
asi despertarse en la noche con las visiones de
hombres calientes ha demostrado ser un problema
incurable. Resulta que ella disfruta de atormentarse
escribiendo romances tórridos de diversos géneros que
abarcan dramas de misterio paranormal,
contemporáneos y comedias románticas.
Preferiblemente protagonizada por héroes sexy, un
poco gruñones, inteligentes y que saben lo que hacen.

¡La mejor parte es que no hay más cuentas de terapia!

Bueno, no para Dee, de todos modos.


45
Su esposo y sus hijos, por otro lado son otra historia...

Si deseas saber más sobre Dee visita su blog en http://www.deetenorio.com/Blog/.

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Fallen Angels

STAFF:
Moderadora de Traducción:
Edel

Traductoras:
blanca20011983
IzarGrim
lizels
vecina

Moderadora de Corrección:
Leluli 46

Corrección:
Francatemartu
Vickyra
Maniarbl
lsgab38
Deyanira
Ángeles Rangel

Revisión Final:
Edel

Diseño:
Francatemartu

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Fallen Angels
Traducido, corregido y diseñado en...

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http://thefallenangels.activoforo.com/forum

¡Esperamos nos visites!

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