Colegio Franciscano del Virrey Solís

Andrés David Gómez Marín

Undécimo B

La Estulticia de la juventud actual

La juventud es comprendida como el periodo de la vida humana que precede

inmediatamente a la madurez. Según las Naciones Unidas, dicho periodo se establece entre

los 15 y 24 años, sumado a esto, la UNESCO entiende la realidad de los jóvenes puesto que

constituyen un grupo heterogéneo en constante evolución y reconoce que la experiencia de

“ser joven” tiende a ser diferente dependiendo su ubicación geográfica, así como su

nacionalidad.

Es pertinente citar al humanista, filósofo y también teólogo Erasmo de Róterdam,

debido a que en su ensayo titulado “Elogio de la locura”, hace énfasis en la juventud como

un periodo de eternidad, así mismo manifiesta lo siguiente “Si los mortales se contuviesen

de toda relación con la sabiduría y orientasen la vida de acuerdo conmigo, no envejecerían

y gozarían dichosos de perpetua juventud”. De acuerdo con el razonamiento anterior,

Róterdam asocia la juventud con la inmadurez, puesto que, al no asumir ningún tipo de

responsabilidad, jamás envejecerá y gozarán de una vida placentera y despreocupada,

causando que su periodo de mocedad se extienda exponencialmente.

La generación z, comúnmente nombrada como “postmillennial” “centennial”

generación K o “posbieber" es posible relacionarla con la eterna juventud planteada por

Erasmo de Róterdam dado que abunda la inmadurez. Aquí es el renacimiento del don de la

Estulticia, la cual concibe la constante adolescencia, a través de la felicidad y la risa

conservando el colágeno y la integridad humana. Por otra parte, el exceso de Estulticia

crea un hábito de estolidez, logrando así, que nunca se introduzca el mundo “adulto”, a
causa de la ausencia de responsabilidades y deberes que toda existencia debe adquirir a

medida que va superando las etapas de la vida del ser humano.

Los jóvenes del tiempo actual se enceparon con el mundo digital, dejando a un lado

las tradiciones precedentes, por consiguiente, los adolescentes postmillennial no logran

concebir un mundo sin conexión a internet y las redes sociales que habitualmente

frecuentan; sin embargo, no es posible generalizar la población centennial pues también se

distinguen personalidades cuyo intelecto es avanzado, de tal modo que crean una usanza

autosuficiente y autodidacta.

Los progenitores de dicha generación mencionada anteriormente también son

factores vitales en la pingüe inmadurez y la Estulticia de la juventud actual, porque

encierran a los infantes en una burbuja perfecta, donde todos los cargos, problemas y

situaciones que se le presenten al joven los padres pretenden solventarlo todo, fabricando

así un pensamiento poco racional y mediocre constituyendo también una actitud prepotente

y tapada, mediante la hipocresía y la conveniencia personal a consta de cualquier cosa.

En síntesis, la generación Z está arraigada con la ignorancia por su vivencia en la

era digital y la facilidad de adquirir los bienes materiales por medio de otras personas que

están inmersas en el mundo adulto, entiéndase por los padres o acudientes de familia que

los mantienen en la absoluta inmadurez y necedad, por la falta de delegación de

responsabilidades y obligaciones hacia sus descendientes; olvidando así, una etapa

fundamental en cada ser humano, donde le exigirá razonar acerca de la existencia a través

de la vida intelectual, la sabiduría y las preocupaciones que probablemente agotaran su

espíritu y la savia vital de su juventud, pero que los hará crecer como personas y saldrán de

su minoría de edad como lo menciona el gran filósofo Immanuel Kant.