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Foster
Resumen de Julio César Ortega López
Es indudable que una gran variedad de culturas, como la cultura hispana y la americana,
ubicadas en distintos grados de la estratificación social contemporánea, han mantenido
relaciones históricas de conquista, dominación, dependencia e influjo indirecto a través del
contacto que les ha destinado el inexorable relato del capitalismo desde hace cinco siglos.
El primer proceso consiste en una selección inicial de elementos más asequibles de una
cultura dominante para la cultura receptora. En esta etapa, se presupone que los elementos
escogidos en la cultura donadora son icónicos, representativos, simbólicos, pero de ninguna
manera son sustitutos de una complejidad total, ni de la totalidad de los valores, las creencias
o las conductas de ella.
En el segundo proceso de tamización la cultura receptora hace una selección consciente de
la totalidad de expresiones culturales, políticas, ideológicas, sociales, dadas por los
dominadores. Desde luego, la aceptación, si bien depende de la voluntad de los individuos,
también edifica sobre las circunstancias históricas del pueblo conquistado. Explica Foster
(1962):
Es de notar que los procesos de tamización cultural existen, formales e informales, a expensas
de las relaciones sociales y las cualidades de los nexos que establecen entre los individuos de
clases diferentes, o de estratos, o de castas. Sin relaciones de trato personal, de contacto entre
grupos humanos, y de dominación entre grandes sectores de la población, es probable que
los procesos de influencia formales no lograsen los resultados esperados de la conquista.
Las relaciones de contacto generan bienes y artefactos híbridos, sobre todo los que provienen
de una selección dominante, a los cuales se les añaden usos, características y funciones de la
parte dominada, a modo de que el proceso derive en “una nueva ‘cultura’, con un perfil
distinto que deviene en la fuerza aculturativa que se ejerce sobre el pueblo receptor” (Foster,
1962, p. 35).
A aquel modelo de transmisión cultural lo define Foster como cultura de conquista. La cultura
de conquista, por descontado, no es idéntica a la cultura total del país dominante, pero suma
a ella sus propias hibridaciones obtenidas en el laboratorio del territorio conquistado. Foster
explica que:
La cultura de conquista -o cultura de contacto- puede, quizá, considerarse
mejor como la totalidad de influencias donadoras, cualquiera que sea su
origen, que se ejercen sobre una cultura receptora, canal por el cual las
normas dominantes, los valores y las actitudes del grupo más fuerte se
transmiten al más débil.
REFERENCIA
Veracruzana.