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CURSO: Fisiologia
TRUJILLO-PERU
2018
DETERIORO Y TOXINAS MICROBIANAS
MICROFLORA INICIAL
La carga microbiana de los peces vivos es un reflejo de la microflora de su entorno en el momento de su
pesca o captura pero se modifica de acuerdo con la capacidad de los distintos microorganismos de
multiplicarse en los sub ambientes que constituyen las superficies de la piel, las agallas y el tracto
digestivo.
El tejido muscular y los órganos internos de los peces y mariscos sanos recién capturados son
normalmente estériles, pero suelen encontrarse bacterias en la piel, caparazón quitinoso y agallas, así
como en el tracto intestinal. El sistema circulatorio de algunos crustáceos no es cerrado, como la
hemolinfa de los cangrejos, y puede albergar concentraciones elevadas de bacterias, especialmente del
género Vibrio.
El marisco procedente de las aguas próximas a poblaciones humanas suele tener cargas microbianas muy
grandes y formadas por especies microbianas más diversas que el originario de zonas alejadas.
La microflora de los pescados y mariscos específica de cada especie, se trata en las secciones
correspondientes, como así también las alteraciones durante el procesamiento y el almacenamiento, los
patógenos relacionados con cada uno, y los controles que deben aplicarse para cada caso.
Una vez pasada la fase de latencia las bacterias se desarrollan en forma exponencial y alcanzan
poblaciones del orden de 108 a 109 UFC/g de músculo, aproximadamente a los 8-10 días de
almacenamiento a 0ºC. El deterioro de los productos de mar es dinámico e implica reacciones de deterioro
entre diferentes grupos microbianos dependiendo de la composición del producto, o de las especies de
pescado, así como de su origen y condiciones de almacenamiento.
El crecimiento bacteriano es el principal factor que limita el tiempo de vida comercial del pescado
produciendo su alteración y la aparición de olores desagradables. La estimación del recuento total de
bacterias viables, o mejor aún, la determinación de las bacterias que están implicadas realmente en el
proceso de alteración, así como el análisis de los indicadores químicos de sustancias derivadas de su
desarrollo, se han utilizado como medidas de aceptabilidad de la calidad del pescado.
Las bacterias comúnmente implicadas en la alteración son especies de Shewanellay Pseudomonas, siendo
Shewanella putrefaciens la que predomina a bajas temperaturas. Las bacterias Gram negativas que
predominan en el pescado descompuesto a temperaturas altas (10-37ºC) son Aeromonas, Vibrio, y
posiblemente bacterias coliformes.
Los pescados capturados con red, anzuelo y líneas mueren rápidamente en la atmósfera. Las bacterias
pueden penetrar en los tejidos por heridas punzantes e incluso por zonas erosionadas (rozaduras)
producidas durante las convulsiones premortales, multiplicándose rápidamente en estos lugares.
Durante las operaciones de captura, el pescado está en contacto con las redes, cuerdas, puente del barco,
manos y ropa de los pescadores. Este contacto continúa durante las operaciones de estiba en las bodegas.
Por esto no es raro que el pescado fresco, excesivamente manipulado, presente un número elevado de
bacterias Gram positivas, entre las que se incluyen corineformes, Micrococcus, Bacillus, y Staphylococcus.
También suelen presentar niveles bajos de Enterobacteriaceae.
El pescado, tanto si está entero como eviscerado, desde el momento de su captura hasta su manipulación
posterior se almacena a bordo generalmente en hielo o en agua de mar refrigerada. El hielo limpio y el
agua de mar refrigerada llevan cantidades despreciables de bacterias, pero cuando son reutilizados
pueden estar muy contaminados con microorganismos psicrótrofos alterantes.
La contaminación microbiana también tiene lugar durante las operaciones de descarga de los barcos.
Ganchos y horquillas se utilizan para facilitar el llenado de cajas y cintas transportadoras con pescados de
gran tamaño. Si estos instrumentos penetran la musculatura, el área puncionada constituye un lugar
excelente para la multiplicación de las bacterias que invaden los tejidos vecinos.
En la planta de procesado frecuentemente hay una fase de selección y lavado antes del almacenamiento
temporal en hielo o en refrigeración, o antes del verdadero procesamiento. Acá la calidad del agua es muy
importante. El lavado con agua limpia clorada elimina la suciedad y limosidad y reduce la contaminación
superficial.
PATOGENOS
Un buen control de la temperatura también es crítico para prevenir o controlar el crecimiento de una gran
variedad de microorganismos patógenos marinos y terrestres que podrían encontrarse en el pescado
después de su procesado inicial, entre ellos Vibrio spp., Salmonella spp., Staphylococcus aureus, Bacillus
cereus, E. coli, Cl. perfringens, L.monocytogenes y Shigella spp. Todas estas bacterias crecen bien en la
carne de pescados se mantiene a temperaturas mayores a 10°C.
Los patógenos varían con la especie del pescado y la condición del agua. Se ha visto que Cl. botulinum se
encuentra en truchas y salmones criados en balsas, de los cuales también se aislaron Salmonella, Listeria,
Shigella y otros patógenos potenciales. Campylobacter jejuni se aisló de la superficie del pescado de agua
dulce.
En la alteración del pescado de agua dulce refrigerado predominan las bacterias Gram negativas como
Pseudomonas spp. y Shew. Putrefaciens. Aeromonas spp. Prevalece en la flora alterante a temperaturas
mayores de 5°C y también juega un papel importante a temperaturas menores
PESCADO EN LA DIETA
Una dieta equilibrada debe contener todos aquellos nutrientes que el cuerpo necesita para desarrollarse.
Es por ello que, la composición de la dieta no puede ser fija a lo largo de la vida, sino que debe variar
según: el momento de la vida en el que se esté, el tipo de actividad que se realiza, las condiciones
ambientales externas, etc.
El pescado debe ser parte integrante de la dieta (deben
tomarse de dos a cuatro raciones de pescado por
semana, alternando los pescados azules o grasos con los
blancos o magros) dado que son de fácil digestión (se
digiere con mayor facilidad que la carne) y cuentan con
un alto valor nutricional al ser:
– Fuente de minerales, necesarios para el buen funcionamiento del cerebro y sistema nervioso.
– Fuente de vitaminas liposolubles (A, D, E) e hidrosolubles (B6, B12), necesarias para el crecimiento y
desarrollo de nuestro organismo.
– Aporte calórico bajo por su bajo contenido en grasas (2-5%).
TOXINAS NATURALES
Estos tóxicos no se eliminan, se van acumulando en nuestro organismo, y aunque a corto plazo no
representen ningún peligro, a la larga pueden provocar muchas enfermedades graves: cáncer,
alteraciones del sistema hormonal, reproductor o inmunológico. Deben tener especial cuidado con la
ingesta de pescado que pueda contener un alto nivel de mercurio las mujeres embarazadas y los niños,
especialmente durante el período de lactancia.
Según un estudio realizado por la Universidad de Granada en pescado consumido en España, la pintarroja,
el pez espada, los mejillones y los berberechos son las especies de pescado y marisco que acumulan una
mayor cantidad de metales tóxicos, como mercurio y plomo.
Otros pescado con alto grado de toxicidad es el panga, que es criado de forma masificada en cautividad
en piscifactorías a lo largo del río Mekong entre Vietnam y en China. Según un análisis realizado por el
laboratorio Anfaco-Cecopesca, el 75% de las muestras de panga contiene listeria monocytogenes, bacilo
causante de la listeriosis. A su vez, en una de ellas se encontraron, además, restos de la bacteria portadora
del cólera.