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“AÑO DE LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCION E IMPUNIDAD”

UNIVERSIDAD NACIONAL DE CAJAMARCA

UNIDAD DE PSGRADO FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLITICAS

PROGRAMA MAESTRIA EN DERECHO

MENCION DERECHO PENAL Y CRIMINOLOGIA

MONOGRAFIA

PRISION PREVENTIVA EN EL NUEVO CODIGO PROCESAL PENAL.

AUTORES:

 VICTOR HOMERO DUAREEZ GONZALES.


 CARLOS DAVID …………………………….

DOCENTE DEL CURSO DERECHO PROCESALPENAL:

Dr. Victor Joel M. Enrique Sumerine

CAJAMARCA – JAEN.

2019.

PRESENTACION.

1
A nuestro maestro Dr. Victor Joel M. Enrique Sumerine:

Producto de un arduo trabajo investigativo, con mucha vocación,


presentamos èsta monografía titulada “LA PRISION PREVENTIVA EN EN NUEVO
CÒDIGO PROCESAL PENAL”, en la cual se evidencian aspectos relevantes en
sus preceptos generales vigentes.

La prisión preventiva en la actualidad despierta expectativas y controversias


en el ámbito del derecho penal para los letrados en nuestro pais, asi como
también reduce riegos de entorpecimiento en la invetsigaciòn por parte del
imputado, y permite al fiscal investigar con objetividad e imparcialidad dentro de un
camnino procesal a recorrer conforme a ley.

Desde esa perspectiva en nuestro país se ha venido restringiendo los


derechos humanos del inculpado, cuando el caso lo ameritaba legalmente y con
las garantías en ella.

Las fuentes en las que hemos realizado la presente investigación son de


diversos autores en materia penal haciendo uso también de páginas electrónicas.

Ademas expresamos que èsta monografía es trascendente, porque permite


comprender a los letrados la aplicación efectiva de la prisión preventiva como
medidad de coersion procesal en nuestra sociedad.

Concluimos mencionando que la prisión preventiva en nuestro contexto, se


resuelve conforme a los presupuestos materiales establecidos en el artículo 268
del Codigo Procesal penal.

LOS AUTORES.

DEDICATORIA

2
A nuestro maestro que siempre nos brinda,

su conocimiento en materia penal y nos incentiva seguir

adelante fortaleciendo nuestro profesionalismo.

ÍNDICE

3
PRESENTACION

DEDICATORIA

ÍNDICE

INTRODUCCIÓN

CAPÍTULO I: HISTORIA DE LA PRISION PREVENTIVA EN


NUESTRO PAIS

1.1.Historia de la prisión preventiva……………………………………………………7

CAPÍTULO II: PRECEPTOS DE LA PRISION PREVENTIVA

2.1. Principios y finalidad………………………………………….. ………….............8

2.2. Requisitos y tramite…..………………………………………………………...…..9


2.3. Legitimación y variabilidad….……….………………………………………….....11
2.4. Sustitución o acumulación………………………………………………………..,.11
2.5. Impugnación………………………………………………………………………...11
2.6. Intervención de los sujetos procesales…………………………………………..11

CAPÍTULO III: PRESUPUESTOS DE LA PRISIÓN PREVENTIVA

3.1. Presupuestos materiales ………………………………………………...……..…12

3.2. Peligro de fuga……………………………………………………………………...12


3.3. Peligro de obstaculizacion…………………………………………………………12
3.4. Audiencia y resolucion……………………………………………………….…….13

CAPÍTULO IV: DURACION DE LA PRISION PREVENTIVA

4.1. Duracion……………………………………………………………………….....,...13
4.2. Libertad del imputado……………………………………………………………...13
4.3. Prolongacion de la prisión preventiva……………….……………………………14
4.4. Computo del plazo de la prisoon preventiva…………………………………….14
4.5. Revocatoria de la libertad……………………….…………………………………14
4.6. Conocimiento de la sala…………………………………………………………...14

4
CAPÌTULO V: IMPUGNACION DE LA PRISION PREVENTIVA

5.1. Apelacion……………………………………………………………………..….….15

CAPITULO VI: REVOCATORIA DE LA COMPARESENCIA POR


PRISION PREVENTIVA

6.1. Cambio de comparasencia por prisión preventiva………………..…..……......15

CAPITULO VII: LA INCOMUNICACION

7.1. Incomunicacion…………………………………………………………………….15
7.2. Derechos……….………………………………………………………………..…..16
7.3. Cese…..…………………...…………………………………………………….......16

CAPITULO VIII: CESACION DE LA PRISION PREVENTIVA

8.1. Cesasion de la prisión preventiva…….…………………………………………..16


8.2. Impugnacion……………………………….………………………………………..16
8.3. Revocatoria…………………….……………………………………….…………...16
BIBLIOGRAFIA 18
ANEXOS 19

INTRODUCCIÓN

En nuestra sociedad es importante entender las medidas de coerción procesal


partiendo de sus preceptos generales en el Codigo Procesal Penal. En realidad el
proceso penal referido a la prisión preventiva importa una dialéctica, entre el
pretensor de la persecusion penal y la defensa del imputado, donde al primero le
corresponde acreditar con pruebas y a la defensa le corresponde refutar la
hipótesis de la incriminación.

En ese engranaje se atraviesa un drama de choque por el cual los sujetos


procesales emiten sus perspectivas en diferente óptica, en tal sentido el Tribunal
Constitucional ha desidido en sentencia que si se puede restringir el derecho a la

5
libertad mediante la imposición de una pena privativa de la libertad, mientras
existan elementos de convicción y peligro procesal.

En tal sentido para que pueda ejecutarse limitaciones y restricciones a


derechos fundamentales en el ámbito de la investigación criminal, debemos
remitirnos a la normatividad que regula su actuación - Código Proceal Penal
concatenado con las legislaciones supranacionales.

Es por ello que esta monografía titulada “PRISION PREVENTIVA EN EL


NUEVO CODIGO PROCESAL PENAL” resulta de utilidad para los operarios de
justicia por el aporte didáctico, sintético y pràctico.

En efecto la presente monografia en su capítulo I, menciona la historia de la


prisión preventiva. En su capítulo II preceptos de la prisión preventiva. En el
capítulo III: presupuestos de la prisión preventiva. En el capítulo IV duración de la
prisión preventiva; en el capitulo V viene la impugnación. Capitulo VI revocatoria
de la comparasencia por la prisión preventiva; capitulo VII la incomunicación y por
último viene la cesación de la prisión preventiva.

I. PRISION PREVENTIVA.

1.1. Historia de la prisión preventiva

A. Código de Enjuiciamiento en Materia Penal 1863

Es el primer código en materia procesal penal, que rigió desde el 1 de mayo


de 1863; en el Titulo VI, denominado DE LA CAPTURA, DETENCIÓN Y
PRISIÓN DE LOS REOS, comprendiendo del art. 70º al 76º; siendo el
artículo 73º el que regulaba la Prisión de Formas, por el cual se tenía
efectuada la captura y puesto a disposición del Juez, si éste, en las
primeras diligencias lo consideraba inocente lo ponia en libertad, y si por el

6
contrario del sumario resulta probada la existencia del delito y la
culpabilidad del enjuiciado se dictaba prisión.

B. Código de enjuiciamiento en materia criminal 1920

Esta normatividad se promulgó por Ley 4919 el 2 de enero de 1920, y entrò


en vigencia el 18 de marzo de 1920 hasta el 17 de marzo de 1940; en el
cual se regulaba en el Título V del Libro Primero, denominado principio de
la instrucción y detención del acusado.

C. Código de procedimientos penales 1940

Mediante Ley Nº 9024 se promulga el 23 de noviembre de 1939 y entró en


vigencia el 18 de marzo de 1940, el cual establecía la detención provisional
del imputado, en el Art. 81 de la citada Norma.

D. Código Procesal de 1991

En 1991 se aprueba el Codigo Procesal mediante Decreto Legislativo Nº


638, el cual en su artículo 135 prescribe el mandato de detención, en base
a determinados parámetros que se tenían que cumplir, para declarar
fundada una prisión preventiva.

El Art. 135 fue modificada por la Ley 27226 del 17 de diciembre de 1999 y
la Ley 27753 del 09 de junio del 2002. Sin embargo mediante Ley
29499 (19 de enero de 2010) se modificó el artículo 135 del Código
Procesal Penal de 1991 (vigente en los distritos judiciales donde no se
aplicaba el NCPP) y se estableció como requisito de la detención
preventiva, que la sanción a imponerse sea superior a los 4 años de pena
privativa de libertad.

E. Código Procesal Penal 2004

7
El NCPP en su Art. 268, refiriéndose a los presupuestos materiales de la
prisión preventiva, se evidencian que se exige la presencia de "fundados y
graves elementos de convicción” para estimar razonablemente la comisión
de un delito que vincule al imputado como autor o participe del mismo,
introduce en los Arts.269 y 270, pasos para determinar claramente en cada
caso la existencia del peligro procesal de fuga o de perturbación.

II. PRECEPTOS DE LA PRISION PREVENTIVA

2.1. Principios y finalidad

1. Los derechos fundamentales reconocidos por la Constitución y los Tratados


relativos a Derechos Humanos ratificados por el Perú, sólo podrán ser
restringidos, en el Marco del proceso penal, si la Ley lo permite y con las garantías
previstas en ella.

2. La restricción de un derecho fundamental requiere expresa autorización legal, y


se impondrá con respeto al principio de proporcionalidad y siempre que, en la
medida y exigencia necesaria, existan suficientes elementos de convicción.

3. La restricción de un derecho fundamental sólo tendrá lugar cuando fuere


indispensable, en la medida y por el tiempo estrictamente necesario, para prevenir,
según los casos, los riesgos de fuga, de ocultamiento de bienes o de insolvencia
sobrevenida, así como para impedir la obstaculización de la averiguación de la
verdad y evitar el peligro de reiteración delictiva.

2.2. Requisitos y trámite para la prisión preventiva

FIGURA JURÍDICA DEFINICIÓN REQUISITOS

Prisión preventiva Artículo 268 del NCPP, para dictar


mandato de prisión preventiva tiene

8
Es una medida de coerción que ser posible determinar la
procesal dictada por el Juez de concurrencia de los siguientes
Investigación Preparatoria, que presupuestos:
tiene por finalidad limitar
a) Que existan fundados y graves
temporalmente la libertad del
elementos de convicción.
imputado, a efectos de obtener la
b) Prognosis de pena superior a 4 años.
efectiva aplicación de la ley penal.
c) Peligro procesal.

Es la imposición ineludible de reglas Art. 57 CP, requisitos:


de conducta al imputado, para
1) La condena se refiera a pena
evitar la aplicación de las penas
privativa de libertad no mayor de 4
privativas de libertad de corta años.
Suspensión de la duración, a fin de salvaguardar los
2) La naturaleza, modalidad del hecho
ejecución de la fines de resocialización.
punible, comportamiento procesal y la
pena
personalidad del agente, permitan
inferir al juez que aquel no volverá a
cometer un nuevo delito.

3) El agente no tenga la condición de


reincidente o habitual.
Reserva de fallo Según el artículo 62 del CP se aplica
condenatorio al momento de la expedición de la
Es una medida alternativa a la
sentencia, el juez pueda colegir que
pena privativa de libertad, de uso
el agente no cometerá nuevo delito; y
facultativo para el Juez, que se
en los siguientes casos:
caracteriza por reservar la
imposición de la condena y el 1) El delito está sancionado con pena
señalamiento de la pena concreta privativa de libertad no mayor de tres
para el sentenciado culpable. años o con multa.

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2) La pena a imponerse no supere
las noventa jornadas de prestación
de servicios a la comunidad o de
limitación de días libres; y 3) Cuando
la pena a imponerse no supere los
dos años de inhabilitación.

El artículo 68 del CP establece dos


requisitos para su procedencia:
Esta medida alternativa se
relaciona con los criterios 1) Cualitativo, es decir, que la medida
es procedente si la pena prevista
generales del llamado perdón
Exención de la para el delito cometido es privativa
judicial. de libertad no mayor de dos años o
pena
se trata de pena de multa o de pena
limitativa de derechos.

2) Valorativo, toma en cuenta el grado


de culpabilidad del autor o participe,
aludiendo a que la culpabilidad del
agente sea mínima.

2.3. Legitimación y variabilidad de las medidas de coerción procesal.

Las medidas de coersion procesal sólo se impondrán por el juez a solicitud del
fiscal, salvo en el embargo y la admnistracion provisional de posesión que también
podrá solicitar el actor civil. La solicitud indica las razones en que se fundamenta
el pedido con elementos de convicción.
Los autos que se pronuncien sobre estas medidas de coersion procesal son
reformales de oficio.
Sólo en el embargo y en la mnistracion provisional de posesión corresponden al
fiscal y al imputado solicitar al juez la revocatoria de las medidas de caracter
personal.quien resolverá en elmplazo de 3 dias, previa audiencia con citación a las
partes.

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2.4. Sustitución o acumulación de una medida de coersion procesal.

La infración de una medida de coerción impuesta por el juez, determinará de oficio


o de parte que el imputado solicite la sustitución de la misma o en efecto el juez
acumule otra medida coersitiva más grave teniendo en cuenta la motivación y
circunstancia de la transgresión y el delito imputado.

2.5. Impugnación de una medida de coersion.

Los autos que impongan, desestimen, reformen, sustituyan o acumulen las


medidas de coersion son impugnables por el ministerio público y por el imputado.
El actor civil y tercero civil solo impugna respecto a las medidas patrimoniales

2.6. Intervención de los sujetos procesales.

Frente a una imposición de medida coercitiva los sujeos procesales pueden


intervenir ante el juez de investigación preparatoria presentando recursos. Esta
entervensión mediante tecorsos procederá sino peligra la finalidad de la medida.

III. PRESUPUESTOS DE LA PRISIÓN PREVENTIVA

3.1. Presupuestos materiales

El juez, a solicitud del Ministerio Público, podrá dictar mandato de prisión


preventiva, teniendo en cuenta la concurrencia de los siguientes presupuestos:

a) Que existen fundados y graves elementos de convicción sobre la comisión de


un delito que vincule al imptado como autor o partícipe del mismo.

b) Que la sanción a imponerse sea superior a cuatro años de Pena privativa de


libertad.

c) Que el imputado, en razón a sus antecedentes y otras circunstancias del caso


particular, nos permita inferir que exista evidencia de peligro de fuga y peligro de
obstaculizacion en las investigaciones.

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Para calificar el peligo de fuga, se toma en cuenta:

 Arraigo en el pais: domicilio, residencia habitual, asiento de su familia y


negocios o trabajo y las facilidades para abandonar el pais o permenever
oculto.

Para calificar el peligro de obstaculzacion:

Se toma en cuenta el riesgo razonable de que el imputado:

 Destruirá, ocultará, modificará, sustituirá, suprimirá o falsificará elementos


de pruebas en su contra.
 Influirá para que coimputados, testigos y peritos informen con la falsedad o
se comporten de manera desleal.

3.2. Audiencia y resolución de la prisión preventiva

1. El juez de investigación preparatoria dentro de 48 horas al requerimiento


del fiscal realizará la audiencia para determinar si procede la prisión
preventiva conjuntamente con los sujetos procesales. El abogado del
imputado sino se encuentra en audiencia será remplazado por el defensor
de oficio.
2. Rige en el trámite de audiencia lo dispuesto en el Art. 8 CPP – trámite de
medios de defensa.
3. La resolución se emite en la audiencia sin postergación, bajo
responsabilidad. Si se frusta la audiencia por causa del fiscal o de la
defensa, serán sancionados disciplinariamente.
4. Si el imputado no se presenta a la audidencia previa notificación dentro de
48 hrs, éste será representado por su defensor o por el abogado de oficio.
5. El auto de prisión preventiva será motivado y propocional, con fundamentos
de hecho y derecho.

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6. Si el juez de investgacion preparatoria no considera fundado el
requerimiento de la prisión preventiva optará por la medida de
comparecencia restrictiva simple según el caso.

IV. DURACION DE LA PRISION PREVENTIVA.

4.1. DURACION

En procesos simples: no durará más de 9 meses.


En procesos complejos: 18 meses plazo limite.
Crimen organizado: 36 meses.

4.2. LIBERTAD DEL IMPUTADO

Al vencerse el plazo de prisión preventiva, sin haberse dictado sentencia de


primera instancia, el juez de oficio o a solicitud de las partes decretará la libertad
del imputado.
Pudiendo éste dictar medidas de restricciones conforme al Art. 288 CPP numeral
del 2) al 4), para asegurar la permenencia del imputado en diligencias.

4.3. PROLONGACION DE LA PRISION PREVENTIVA

 La prolongación de la prisión preventiva se realiza cuando existe una


dificultad especial en el proceso de investigación por parte del imputado, el
plazo de la prolongacion de prisión preventiva será no mayor a 18 meses.

 El fiscal solicita al juez de investigación preparatoria el requerimiento de


prolongación de la prisión preventiva, antes del vencimiento de duración del
plazo establecido anteriormente.

 El juez se pronuncia mediante una audiencia dentro de 3 dias de


presentado la solicitud, decide en el mismo dia o dentro de 72 horas.

 La resolución que resuelve el requerimiento puede ser apelada conforme al


numeral 2 del Art. 278 CPP. Plazo apelación 3 dias. 24 horas elevar
autuados.

4.4. COMPUTO DEL PLAZO PRISION PREVENTIVA

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No se toma en cuenta para el cómputo en los plazos de prisión preventiva el
tiempo transcurrido, sino hasta la fecha de la emisión de la resolucion, aún por
nulidad y se declare una nueva prisión preventiva, esto también procede para el
fuero militar.

4.5. REVOCATORIA DE LA LIBERTAD Y CONOCIMIENTO A LA SALA

Se revoca la libertad si el imputado no cumple en asistir a la primera citación sin


motivo legitimo, en este caso el juez procede a aplicar el numeral 2 del Art. 279
CPP – Revocatoria de la comparecencia por prisión preventiva. El juez pone de
conocimiento de la Sala Penal la libertad, su revocatoria y la prolongación de la
prisión preventiva.

V. IMPUGNACION DE LA PRISION PREVENTIVA

 Contra el auto de prisión peventiva procede recurso de apelación, con plazo


de 3 dias.

 El juez eleva los actuados dentro de 24 horas.

 La Sala Penal se pronuncia vista la causa dentro de 72 horas de recibido el


expediente, con citación del fiscal superior y del abogado del imputado.

 La decisión motivada vista la causa, se expide dentro de 48 horas.

 Si la Sala declara la nulidad de auto de prisión preventiva, ordenará que el


mismo u otro juez dicte la resolución con arreglo a lo dispuesto en el Art.
271 CPP.

VI. REVOCATORIA DE LA COMPARECENCIA POR PRISION PREVENTIVA

6.1. Cambio de comparecencia por prisión preventiva

 La comparecencia se cambia por prisión preventiva cuando en el proceso


de investigación el imputado está incurso en los supuestos establecidos en
el Art. 268 CPP - juez a petición del fiscal dicta auto de prisión preventiva.

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 El juez de la investigación preparatoria cita a una audiencia para decidir el
requerimiento fiscal.

 El juez emite resolución dentro de 48 horas de la audiencia.

 Contra la resolucion judicial que se emite procede recurso de apelación.

VII. LA INCOMUNICACION Y CESE DE LA PRISION PREVENTIVA

 Procede la incominicacion si es indispensable para esclarecer un delito


grave, no excede de 10 dias.

 No impide las conferencias en privado entre el imputado su abogado, sin


previa autorización.

 La resolución que ordena la incomunicación será puesta de conocimiento a


la Sala Penal.

 Contra la resolución procede recurso de apelación dentro de un dia, la Sala


Penal seguirá el trámite previsto en el Art. 267 CPP.

 Vencido el término de incomunicación (10 dias) señalado en la resolución


cesará automáticamente.

DERECHOS. El incomunicado podrá leer libros, revistas, libros, diarios y esuchar


noticias de libre circulación y difusión.

VIII. CESACION DE LA PRISION PREVENTIVA

El imputado podrá solicitar al juez la cesación y sustitución de la prisión preventiva


por una medida de comparecencia, el juez decide basándose en el Art. 274 CPP –
prolongación prisión preventiva.

La cesación procede si hay nuevos elementos de convicción que demuestran que


no es necesario imponer prisión preventiva siendo necesario sustituirlo por la
medida de comparecencia.

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Para la medida de sustitución se considera las caratersticas personales del
imputado, tiempo trasncurrido y estado de la causa, el juez impondrá reglas de
conducta o meddas de comparecencia.

8.1. IMPUGNACION DE LA CESACION PRISION PREVENTIVA

El imputado y el fiscal podrán interponer recurso de apelación dentro de 3 dias de


notificado. Rige el numeral 1 y 2 del Art. 278 CPP – impugnacion de la prisión
preventiva.

8.2. REVOCATORIA DE LA CESACION PRISION PREVENTIVA

Se revoca si el imputado infringe las normas de conducta o no comparece a las


diligencias sin excusa suficiente, realice preparatoria de fuga o cuando nuevas
circunstancias exija dicte prisión preventiva, perdiendo la caución.

CONCLUSIONES:

1. La prisión preventiva se emite en nuestro país, sin afectar el principio de


inocencia dentro de la investigación preparatoria de manera proporcional y
motivada.

2. Se puede impugnar la prisión preventiva mediante apelacion, además se puede


revocar, sustituir y cesar conforme lo estipula el NCPP conforme los supuestos
para cada acción legal.

3. La duracion de la prisión preventiva varía según el grado de complejidad del


delito.

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4. No procede la prisión preventiva cuando el fiscal plantea con vicios su
requerimeinto, o discute un delito que es distinto al cometido por el imputado
calificándo de forma errónea, en efecto tendrá que replantear.

BIBLIOGRAFÍA.

ARANA MORALES, William (2014) Manual del Drecho Procesal Penal. Lima.

ASENCIO MELLADO (2013) Derechpo Procesal Penal.

CARNELUTTI, Francesco Derecho Procesal Civil y Penal.

CODIGO PENAL 2018.

CUBAS VILLANUEVA, Victor (2009) Instrucción e investoigacion preparatoria.

GACETA JURIDICA (2018)

GARCIA RADA, Domingo (1982) Manuel del Derecho Procesal Penal.

MENDOZA A. (2018) Prision Preventiva.

NEYRA FLORES, Jose Antonio (2010) Manual del Nuevo Proceso penal y litigación oral.

ORE GUARDIA, Arsenio (1999) Manuel del Derecho Procesal penal.

17
REVISTA DEL MIISTERIO PÙBLICO JURISPRUDENCIA

RIVES SEVA, Pablo (1996) Prueba en el Proceso Penal.

ROXIN, Claus (2000) Derecho ProcesPenal.

SAN MARTIN CASTRO, Cèsar (1999) Derecho Procesal Penal.

SANCHEZ P. (2018) CODIGO PROCESAL PENAL.

SANCHEZ VELARDE, Pablo (2009) El Nuevo Proceso Penal.

ANEXOS

JURISPRUDENCIA 7945
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
DE LA REPÚBLICA
III PLENO JURISDICCIONAL
EXTRAORDINARIO DE LAS SALAS PENALES
PERMANENTE Y TRANSITORIAS
ACUERDO PLENARIO EXTRAORDINARIO
N° 1-2017/CIJ-116
BASE LEGAL: Artículo 116 del TUO de la LOPJ
ASUNTO: Alcances del artículo 274.2 del Código Procesal Penal,
según el Decreto Legislativo 1307: Adecuación del plazo de
prolongación de la prisión preventiva.

Lima, trece de octubre de dos mil diecisiete.

Los Jueces Supremos en lo Penal, integrantes de las salas penales permanentes


y transitorias de la Corte Suprema de Justicia de la República, reunidos en Pleno
Jurisdiccional, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 116 del Texto Único
Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial, han pronunciado el siguiente:

18
ACUERDO PLENARIO
I. ANTECEDENTES

1.° Las salas penales Permanentes y Transitorias de la Corte Suprema de Justicia


de la República, en virtud de la Resolución Administrativa número 313- 2017-P-PJ,
de 10 de agosto de 2017, modificada por la Resolución Administrativa número
336-2017- P-PJ, de 25 del mismo mes y año, con el concurso del Centro de
Investigaciones Judiciales, bajo la coordinación del señor San Martín Castro,
realizaron el III Pleno Jurisdiccional Extraordinario de los Jueces Supremos de lo
Penal, que incluyó la participación en el tema objeto de análisis de la comunidad
jurídica a través del Link de la Página Web del Poder Judicial –abierto al efecto–,
al amparo de lo dispuesto en el artículo 116 del Texto Único Ordenado de la Ley
Orgánica del Poder Judicial (en adelante, LOPJ), a fin de dictar acuerdos plenarios
para concordar la jurisprudencia penal.
2.° El III Pleno Jurisdiccional Extraordinario se realizó en dos etapas.
La primera etapa estuvo conformada por dos fases. Primera, la emisión de la
disposición del señor Presidente de la Corte Suprema para que se aborde un tema
en específico: la adecuación de la prolongación de la medida de prisión
preventiva, a propósito de la incorporación del apartado 2) en el artículo 274 del
Código Procesal Penal, a propósito de haberse dictado resoluciones superiores
contradictorias en casos emblemáticos. Segunda, la ratificación para abordar esa
problemática por la Sesión Preparatoria de los señores Jueces Supremos de lo
Penal de esta Corte Suprema, con la consiguiente expedición de la Resolución
General de trece de septiembre último, que definió los dos temas que, al respecto,
debían abordarse.
3.° La segunda etapa consistió: a) en la presentación de las ponencias por la
comunidad jurídica, que culminó el día 29 de septiembre de 2017; b) en la
presentación de la ponencia escrita de los señores Jueces Supremos designados
como ponentes, que se concretó el día 9 de octubre; y, c) en la sesión reservada
de análisis, debate, deliberación y votación llevada al efecto en la fecha. Obtenido
el número conforme de votos necesarios, en la fecha se acordó proferir el

19
presente Acuerdo Plenario Extraordinario. El resultado de la votación fue por
unanimidad. No intervino en la sesión la señora Chávez Mella, por vacaciones.
4.° Este Acuerdo Plenario se emite conforme a lo dispuesto en el artículo 116 de la
LOPJ, que faculta a las salas especializadas de la Corte Suprema de Justicia de la
República a pronunciar resoluciones vinculantes, con la finalidad de concordar y
definir criterios jurisprudenciales del Orden Jurisdiccional que integran. Intervienen
como ponentes los señores SAN MARTÍN CASTRO, BARRIOS ALVARADO y
CEVALLOS VEGAS.

II. FUNDAMENTOS JURÍDICOS


1. EVOLUCIÓN LEGISLATIVA DE LA PROLONGACIÓN DE LA PRISIÓN
PREVENTIVA
5.° El artículo 274 del Código Procesal Penal de 2004 ha sido objeto de dos
reformas legales, a través de la Ley número 30076, de 19 de agosto de 2013, y,
recientemente, del Decreto Legislativo número 1307, de 30 de diciembre de 2016.
Esta evolución fue la que siguió, parcialmente, el artículo 272 del citado Código
Procesal Penal, relativo a la duración de la medida de prisión preventiva, que saltó
del texto originario (Decreto Legislativo número 957, de 29 de julio de 2004) al
establecido por el Decreto Legislativo número 1307.
6.° El texto originario del artículo 274 del Código Procesal Penal, en lo pertinente –
esto es, el apartado 1–, estipuló: “Cuando concurran circunstancias que importen
una especial dificultad o prolongación de la investigación, y que el imputado
pudiera sustraerse a la acción de la justicia, la prisión preventiva podrá
prolongarse por un plazo no mayor al fi jado en el numeral 2 del artículo 272. El
Fiscal debe solicitarla al Juez antes de su vencimiento”.
En esa misma fecha, según el originario artículo 272 del aludido Código, se
contaban con dos plazos distintos de duración de la prisión preventiva: a) el
común-simple, de nueve meses, y b) el comúncomplejo, de dieciocho meses. La

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complejidad de un procedimiento de investigación preparatoria estaba definida en
el artículo 342, apartado 3), del referido Código Procesal Penal.
7.° Con la Ley número 30076, de 19 de agosto de 2013, “Ley que modifica el
Código Penal, 7946 JURISPRUDENCIA Jueves 26 de octubre de 2017 / El
Peruano Código Procesal Penal, Código de Ejecución Penal y el Código de los
Niños y Adolescentes y Crea Registros y Protocolos con la finalidad de combatir la
Inseguridad Ciudadana”, artículo 3, solo se modificó el citado apartado 1 del
artículo 274 del Código Procesal Penal, en un único aspecto. En su virtud, “…las
circunstancias que importen una especial o prolongación…”, no solo se
circunscriben a la etapa de investigación preparatoria, sino que se extienden a
todo el proceso penal declarativo de condena en primera instancia –etapa
intermedia y etapa de enjuiciamiento–. La prisión preventiva no solo busca
proteger la etapa de investigación preparatoria, procura el desarrollo normal de
todas las etapas del procedimiento y puede solicitarse en cualquiera de ellas
[GONZALO DEL RÍO LABARTHE: Prisión preventiva y medidas alternativas,
Editorial Pacífico, Lima, 2016, p. 291]. No se comprendió la etapa de impugnación
porque se sometió a un plazo propio, en función a la pena impuesta en la
sentencia de primera instancia, conforme a lo dispuesto por el último apartado del
Artículo 274 del Código. 8.° En esa fecha, 19 de agosto de 2013, sin embargo, no
se tomó en cuenta la Ley número 30077, de 20 de agosto de ese mismo año, esto
es, del día siguiente, y que no podía ser ajena al Congreso, pues su tramitación
fue paralela. Esta última ley, denominada “Ley contra el Crimen Organizado”, no
solo definió los presupuestos para considerar la intervención delictiva de una
organización criminal y fijó los delitos graves comprendidos en el quehacer de esta
modalidad grave de criminalidad, encargados a la Sala Penal Nacional cuando se
trate de repercusiones nacionales y en el extranjero, sino que además calificó de
“complejo” el proceso de investigación, enjuiciamiento e impugnación.
Ambas leyes no modificaron los artículos 272 y 274 del Código Procesal Penal,
pese a que ya era evidente que, desde luego, una organización criminal presenta
mayores dificultades, exige una mayor inversión de recursos personales y
logísticos, y demanda un tiempo superior para investigarla, procesarla y juzgarla,

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que cualesquiera otro tipo de procesos. 9.° La omisión resaltada en el párrafo
anterior se subsanó recién con la entrada en vigor del Decreto Legislativo número
1307, de 30 de diciembre de 2016. Es decir, dictado tres años y cuatro meses
después. Conforme al nuevo artículo 272 del Código Procesal Penal, el plazo de
duración de la prisión preventiva se mantuvo igual para los procesos comunes-
simples: no más de nueve meses, y comunes-complejos: no más de dieciocho
meses. Empero, instituyó un tercer plazo de duración de la prisión preventiva para
los denominados “procesos de criminalidad organizada”–desde una perspectiva
dogmática, es de entender que la Ley número 30077 creó un proceso con
especialidades procedimentales, no un proceso especial–: no más de treinta y seis
meses. El canon legislativo respecto del plazo de duración de la prolongación de
la prisión preventiva siguió, parcialmente, la Ley número 30076: hasta nueve
meses adicionales en los procesos comunes-simples, y hasta dieciocho meses
adicionales en los procesos comunes-complejos. Empero, para el caso de los
“procesos de criminalidad organizada” no duplicó el plazo de duración precedente,
solo estipuló un plazo de hasta doce meses adicionales –aunque es de llamar la
atención que en esos procesos el imputado puede estar como preso preventivo
hasta un máximo de cuatro años–. 10.° El aludido Decreto Legislativo número
1307, de 30 de diciembre de 2016, además, introdujo un apartado adicional al
artículo 274 del Código Procesal Penal, que es el centro del análisis de este
Acuerdo Plenario. Se trata del nuevo apartado 2) –los demás apartados, luego del
primero, solo corrieron a continuación del nuevo, de suerte que el citado artículo
pasó a contar con cinco apartados o numerales, y no cuatro como antes–. El
apartado 2, incorporado por el Decreto Legislativo número 1307, dice:
“Excepcionalmente, el Juez de la Investigación Preparatoria a solicitud del Fiscal,
podrá adecuar el plazo de prolongación de la prisión preventiva otorgado a los
plazos establecidos en el numeral anterior, siempre que se presenten constancias
de especial complejidad que no fueron advertidas en el requerimiento inicial. Para
el cómputo de la adecuación del plazo de prolongación se tomará en cuenta lo
previsto en el artículo 275” –el subrayado es nuestro–. El artículo 275.1 del Código
Procesal Penal, prescribe: “No se tendrá en cuenta para el cómputo de la prisión

22
preventiva, el tiempo en que la causa sufriere dilaciones maliciosas atribuibles al
imputado o su defensa”. 11.° En esta materia es de tener en consideración la
característica de excepcionalidad de la medida de prisión preventiva –la regla
general ha de ser la libertad del imputado o acusado durante la pendencia del
proceso penal: artículo 9, numeral 3, del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos– (así se pronunció, por lo demás, la STC 1091-2002-HC/TC). Como
consecuencia de esta característica, rigen los principios del favor libertatis y del in
dubio pro libertate, que importan, de un lado, que la interpretación y aplicación de
las disposiciones reguladoras de la prisión preventiva debe hacerse con carácter
restrictivo y a favor del derecho fundamental a la libertad que tales disposiciones
restringen; y, de otro lado, que en atención a la propia situación excepcional de la
prisión preventiva, debe optarse por la elección y aplicación, en caso de duda, de
la Ley más favorable, o sea, la menos restrictiva de la libertad (conforme: STCE
147/2000, de 29 de mayo).
2. LOS PRESUPUESTOS DE LA PROLONGACIÓN DE LA PRISIÓN
PREVENTIVA
12.° La medida de prisión preventiva tiene, entre otras, como nota característica
propia la “temporalidad” (artículo 272 del Código Procesal Penal). Con
independencia de la duración del proceso, la prisión preventiva está sujeta a un
plazo temporal específico, propio –se acogió el denominado “sistema de plazos”–.
Los objetivos que persigue la Ley Procesal Penal con esta regulación son, por un
lado, ofrecer una garantía de seguridad, de manera que el afectado por la medida
de prisión preventiva sepa o pueda saber que ésta nace con un fin o término
temporal predeterminado legalmente y, por otro, ayudar a la evitación de posibles
dilaciones indebidas (conforme: STCE 305/2000, de 11 de diciembre). El
Peruano / Jueves 26 de octubre de 2017 JURISPRUDENCIA 7947 El plazo de la
prisión preventiva está informado por el principio de proporcionalidad que, en este
caso, responde al derecho fundamental a la libertad personal, cuya restricción, (i)
más allá de que debe acordarse para situaciones importantes y graves – requisitos
de necesidad, idoneidad y proporcionalidad estricta: la prisión preventiva debe ser
imprescindible para conseguir el fin perseguido, adecuada para evitar el periculum

23
libertatis y razonable en función a la gravedad del delito o a su trascendencia
social y a la pérdida de libertad consiguiente (debe, en todo caso, acorde con las
notas características de excepcionalidad y necesidad, analizarse si las medidas
alternativas, siempre menos intensas, pueden ser eficaces al cumplimientos de los
fines de toda coerción) [JOSÉ MARÍA ASENCIO MELLADO: Los presupuestos de
la prisión provisional. En: AA.VV.: Colaboración efi caz, prisión preventiva y
prueba, Editorial Ideas, Lima, 2017, pp. 20 y 21]–; (ii) está sujeta al tiempo
rigurosamente necesario para salvar el buen fin del proceso: normal desarrollo del
proceso y ejecución del fallo, esto es, prevenir los riesgos o peligros de fuga o de
obstaculización (concordancia de los artículos 253, apartados 2 y 3, y 268,
apartado 1, literal c, del Código Procesal Penal). Lo que se quebranta, por
consiguiente, con la duración más allá de lo razonable de la prisión preventiva, es
el principio de proporcionalidad, en relación con el principio de aceleramiento
procesal, expresión de la exigencia constitucional de la justicia debida [JAVIER
LLOBET RODRÍGUEZ: Prisión preventiva, Editorial Grijley, Lima, 2016, p. 296].
13.° El legislador ordinario estableció plazos límite en el artículo 272 del Código
Procesal Penal en función de las concretas características del procedimiento:
simple, complejo o de criminalidad organizada. Son plazos máximos o
referenciales (nueve meses, dieciocho meses o treinta y seis meses,
respectivamente), porque el imputado no puede permanecer en prisión preventiva
más que el tiempo que subsistan las necesidades procesales. La Ley fija un límite
temporal que no puede superarse, pero que no debe agotarse en todo caso (en
aplicación de los principios de excepcionalidad, proporcionalidad, necesidad y
variabilidad), de suerte que no ha de olvidarse que la prisión preventiva ha de
durar el tiempo estrictamente necesario para asegurar la finalidad que persigue
[PABLO GUTIÉRREZ DE CABIEDES: La prisión provisional, Editorial Aranzadi,
Navarra, 2004, p. 243]. Si el preso preventivo supera ese límite máximo –a pesar
de que subsistan los motivos de su adopción y el proceso continúe pendiente–
necesariamente ha de ser puesto en libertad (artículo 273 del Código Procesal
Penal). Pero, además, dentro de ese plazo la prisión preventiva solo podrá
subsistir si no han variado las circunstancias que motivaron su adopción (artículo

24
283, apartado 3, del Código Procesal Penal). La vulneración de los plazos, lo son
a su vez del derecho a la libertad personal del artículo 2.24 de la Constitución, por
lo que si éstos se rebasan solo cabe la libertad del preso preventivo. Como se
trata de plazos máximos, el criterio de legitimidad de la duración de la prisión
preventiva es el del plazo razonable. Elestándar jurídico para determinar el plazo
razonablede la prisión preventiva ha de ser integrado en cada caso concreto,
como se ha precisado en la STEDH Goral de 30 de octubre de 2003, mediante el
examen de la naturaleza y complejidad del proceso, de la actividad desplegada
por la autoridad pública –fiscalía y judicatura, en su caso– y del comportamiento
del imputado en cárcel; así como, más específicamente, a la gravedad del delito
imputado (STEDH Tomasi de 27 de agosto de 1992), y al riesgo de fuga y
complejidad del procedimiento (STEDH Van del Tang de 15 de julio de 1995)
[VICENTE GIMENO SENDRA: Derecho Procesal Penal, Editorial Civitas,
Pamplona, 2012, pp. 628 y 639]. 14°. La prolongación del plazo de la prisión
preventiva se encuentra expresamente reconocida por el artículo 274 del Código
Procesal Penal. Esta disposición legal fija presupuestos materiales y presupuestos
formales estrictos para acordarla, de los que se deriva que la prolongación
siempre debe tener un carácter excepcional [JAVIER LLOBET RODRÍGUEZ:
Proceso Penal Comentado, Editorial Jurídica Continental, San José, 2017, p. 418].
Los primeros, sin perjuicio de la subsistencia de los motivos que determinaron la
medida de prisión preventiva – ya que ésta es una continuación de la misma y no
pierde su naturaleza de medida de coerción personal residenciada en el principio
de proporcionalidad, en especial la necesidad de elementos de convicción
fundados y graves (fiabilidad probatoria, que descansaen la corroboración de un
elemento de convicción, yalto poder incriminatorio de los mismos en orden
alhecho punible y a la vinculación del imputado consu comisión) JORDIFERRER
GUZMÁN: Presunción deinocencia y prisión preventiva, Obra citada, p. 130]–,son
tres, siempre concurrentes. Uno de ellos es nuevo,es decir, independiente de los
presupuestos materialesfundacionales de la prisión preventiva, mientras queel
segundo incide en la subsistencia del periculumlibertatis: riesgos de fuga o de
obstaculización. 15.° El primer presupuesto material de la prolongaciónde la

25
prisión preventiva exige la concurrencia de “…circunstancias que importen una
especial difi cultad oprolongación de la investigación o del proceso…”. Elsegundo
presupuesto material demanda la subsistenciade que el imputado “…pudiera
sustraerse a la acción de la justicia u obstaculizar la actividad probatoria,…”. El
tercer presupuesto material es el plazo límite deprolongación: (i) procesos
comunes: hasta nueve mesesadicionales; (ii) procesos complejos: hasta dieciocho
meses adicionales; y, (iii) procesos de criminalidadorganizada: hasta doce meses
adicionales –expresión, asimismo, del valor seguridad jurídica, plasmado por la
garantía de legalidad procesal, pero que en relación con los plazos iniciales, del
artículo 272 del Código Procesal Penal, denota la primacía del principio de
necesidad sobre el de seguridad, aunque la concepción del sistema se base en
que tales plazos prolongados no son superables bajo ningún concepto, ni siquiera
en virtud del principio de necesidad, de suerte que una vez cumplidos, si juegan
ya, de modo incondicionado, la temporalidad y la certeza y su eficacia preclusiva y
enervadora de la medida [GUTIÉRREZ DE CABIEDES, Obra citada, p. 255]–. Los
presupuestos formales son: Primero, solicitud fundamentada del Fiscal,
presentada antes del vencimiento del plazo de prisión preventiva – vencido el
plazo de prisión preventiva no es posible intentar una prolongación: la lesión en
que consiste el incumplimiento del plazo no se subsana por el intempestivo
acuerdo de prórroga adoptado una vez 7948 JURISPRUDENCIA Jueves 26 de
octubre de 2017 / El Peruano superado éste: STCE 121/2003, de 16 de junio; se
trata de un plazo de caducidad, por lo que vencido el plazo, la libertad debe ser
dispuesta inmediatamente conforme al artículo 273 del Código Procesal Penal
[DEL RÍO LABARTHE, Obra citada, p. 292]–. Segundo, realización de una
audiencia ante el Juez de la Investigación Preparatoria, realizada dentro del tercer
día de presentado el requerimiento, con la asistencia del Fiscal, el imputado y su
defensor –un procedimiento distinto es el previsto en la etapa intermedia, cuando
el Fiscal en la acusación escrita solicita la prolongación al amparo del artículo 349,
apartado 4, del Código Procesal Penal, el cual se sujeta al trámite previsto en los
artículos 351 y siguientes del aludido Código,en especial 353, apartado 3, del

26
mismo–. Tercero,resolución fundada dictada al finalizar la audiencia o dentro de
las setenta y dos horas siguientes, contra la cual procede recurso de apelación.
Es de rigor, por razones de pertinencia, abocarse exclusivamente al análisis del
primer presupuesto material en función a su novedad. 16°. El primer presupuesto
material requiere que se acrediten, concurran o estén presentes “… circunstancias
que importen una especial difi cultad o prolongación de la investigación o del
proceso…”. La continuación de la causa, sin riesgos derivados del periculum
libertatis (disponibilidad del imputado a los fines del proceso y tutela de la actividad
de esclarecimiento), entra en crisis cuando en el curso del procedimiento se
presentan sucesos, incidencias, eventualidades, escenarios o inconvenientes que
obstaculicen o enreden seriamente la actuación normal de determinados actos de
investigación o de prueba u otro acto procesal, y que, por consiguiente, impiden
conseguir o ejecutar en el tiempo previsto dichos actos de aportación de hechos o
de ordenación y concreción del trámite procesal. Debe tratarse de eventualidades
que por su propia naturaleza se diferencian de lo común o general, que están por
encima de lo normal o habitual, de suerte que traen como consecuencia una
tardanza o demora en la práctica de tales actos procesales y la necesidad de su
reprogramación o de una actividad procesal adicional no prevista. Se toman en
cuenta las necesidades del momento procesal en que deben dictarse y las
circunstancias que atraviesa la causa. 17.° No está demás enfatizar que a los
jueces de mérito (de primera instancia y de apelación) les compete en exclusiva
determinar en cada caso la concurrencia y valoración de los antecedentes fácticos
justificativos de la prisión preventiva y de su prolongación, puesto que ellos son los
únicos que, en la medida de lo posible, gozan de la inmediación necesaria para
ello. A la Corte Suprema –si decide excepcionalmente examinar en casación una
resolución de esta naturaleza– solo le corresponde controlar que la justificación de
la restricción misma, articulada a través de la correspondiente motivación, se lleve
a cabo ponderando los derechos e intereses en conflicto y resolviendo de forma
acorde con los fines legítimos que permiten justificar la limitación coercitiva de la
libertad personal. 18.° Es evidente que el plazo de la prisión preventiva, como un
todo: plazo ordinario y plazo prolongado, está sometido, como no puede ser de

27
otro modo, al principio de proporcionalidad. Ello significa que el plazo global de la
prisión preventiva no puede superar lo razonable. Es determinante, entonces, para
apreciar la procedencia de la prolongación de la prisión preventiva, que se esté
ante un procedimiento en el que se han presentado, para la actuación de actos de
aportación de hechos, circunstancias imprevisibles, al margen de la actividad
regular realizada por el órgano investigador y, en su caso, de enjuiciamiento, que
frustren una planificación razonable de uno o varios de dichos actos procesales
por no estar bajo su control adelantarlos. Para tal efecto, debe examinarse:
1. La gravedad de los hechos –desde la perspectiva formal de pena conminada o
desde la perspectiva material de trascendencia social del hecho–, el número de
los posibles afectados o imputados, y la necesidad de practicar comunicaciones o
pruebas a lugares lejanos (STCE 127/1984, de 26 de diciembre).
2. L a persistencia del periculum libertatis –el riesgo de fuga, en lo específico, ha
de ser valoradode forma concreta e individualizada, y los elementos de convicción
deben examinarse en forma conjunta, combinadamente, de modo que unos y
otros se valoren en su significación atendido a un resultado final derivado de la
consecuencia favorable o adversa de cada uno a la presunción de fuga o de
permanencia; mientras el riesgo de obstaculización, en lo pertinente, debe ser
concreto, contrastado con los datos de la causa, y efectivo, con influencia para
causar un real daño a la causa en trámite [ASENCIO MELLADO, Obra citada, pp.
99-100].
3. Las circunstancias excepcionales de especial dificultad o prolongación antes
indicadas.
4. Principalmente, el desarrollo que ha tenido la causa, de modo que la misma no
presente tales atrasos injustificados que hagan desmedida la prolongación – la
investigación realizada y la investigación requerida en función a las circunstancias
excepcionales– (Conforme: Sentencias de la Corte Suprema de Costa Rica
735/2005, de cinco de agosto, y 65/2004, de 30 de enero). En la misma
perspectiva estipulada en el punto cuarto anterior, no se puede aceptar una
prolongación de la prisión preventiva si el proceso penal quedó paralizado sin
causa de justificación alguna que la legitime y sin que pueda atribuirse a una

28
conducta obstruccionista, dolosa o negligente, de la defensa la dilación indebida o
paralización del procedimiento (STCE 206/1991, de 30 de octubre). El deber de
especial diligencia procesal –se ha de actuar sin dilaciones indebidas– tiene una
estrecha relación con el principio de necesidad que informa la prisión preventiva,
pues los motivos que la justifican depende en gran medida del progreso (duración
y rapidez) de la causa; y a la inversa: el cumplimiento de los plazos máximos (y
por ende, de la finalidad preventiva) requiere la debida diligencia en la tramitación
del proceso [GUTIÉRREZ DE CABIEDES, Obra citada, p. 244].
19°. En orden al periculum libertatis, que descansa en los peligros de fuga y de
obstaculización de la actividad probatoria (conforme: SCIDH Argüelles El
Peruano / Jueves 26 de octubre de 2017 JURISPRUDENCIA 7949 y otros de 20
de noviembre de 2014, párrafo 130), es de tener en cuenta que en este momento
del procedimiento penal, cuando están por transcurrir los plazos ordinarios de la
medida de prisión preventiva (nueve meses, dieciocho meses y treinta y seis
meses), los criterios concurrentes más relevantes para sustentarlos, antes que el
de la pena concreta prevista –dato objetivo muy relevante al principio–, siempre
presente, son tanto los de las circunstancias personales del imputado (arraigo
familiares, profesional y social, conexiones en otros países, medios económicos
de los que dispone, carácter y moralidad del imputado, etcétera) como las
circunstancias del caso concreto: SSTEDH W.C. de 26 de enero de 1993 y Lavita
de 26 de abril de 2000 –apreciables de forma concreta (no inferido sin atención a
su real existencia), individualizada y, luego, combinadamente, para afirmar la
subsistencia del riesgo procesal–, mientras que el referido al estado del
procedimiento, como pauta de referencia, siempre es ambivalente y no es de
recibo asumirlo exclusivamente: STEDH Matznetter de 10 de junio de 1969. Esas
mismas pautas las siguió la STC 54-2007- HC/TC.
3. LA ADECUACIÓN DEL PLAZO DE PROLONGACIÓN DE PRISIÓN
PREVENTIVA

20.° La reforma del Decreto Legislativo número 1307, conforme se ha dejado


expuesto, introdujo un nuevo apartado 2) al artículo 274 del Código Procesal
Penal. Estipuló la posibilidad de “…adecuar el plazo de prolongación de la prisión

29
preventiva otorgado a los plazos establecidos en el numeral anterior [procesos
comunes hasta nueve meses adicionales, procesos complejos hasta dieciocho
meses y procesos de criminalidad organizada hasta doce meses], siempre que se
presenten circunstancias de especial complejidad que no fueron advertidas en el
requerimiento inicial…”. Se trata de un supuesto distinto que, invariablemente
dentro del propio plazo prolongado, permite una adecuación o ajuste al plazo que
legalmente corresponda cuando se advierta su concurrencia con posterioridad al
pronunciamiento del auto de prolongación del plazo de prisión preventiva.
21.° El vocablo “adecuar” significa, según el Diccionario de la Real Academia de la
Lengua Española, adaptar algo a las necesidades o condiciones de una cosa. La
adaptación, por consiguiente, no importa la creación de un nuevo plazo, distinto
del plazo prolongado. Es un mero ajuste o transformación que se realiza cuando,
con posterioridad, se advierten circunstancias no advertidas en el momento en que
se concedió el plazo prolongado mediante resolución motivada. Se adapta –
cambia o sustituye– un plazo ya concedido por otro, siempre que opere, como
factor determinante, un supuesto vinculado a la regla “rebus sic stantibus” –
compatible con la nota característica de provisionalidad, propia de toda medida de
coerción procesal–. Ésta, concretamente, se refiere a sucesos o acontecimientos
de especial complejidad no advertidas inicialmente. Es decir, a motivos que se
sustentan en la presencia de elementos diversos o sobrevenidos vinculados al
contexto del caso, que determinan un cambio de la situación inicialmente
apreciada, los cuales no se conocían con anterioridad. Por ello mismo, se
diferencian de los antecedentes o datos que se tuvo en cuenta al emitirse el auto
de prolongación. Obviamente lo distintivo o singular son aquellas “…
circunstancias que importen una especial difi cultad o prolongación de la
investigación o del proceso…”, que se han hecho más complejas por razón de la
entidad y dificultad de la causa.
22.° Una posibilidad de adecuación se presenta cuando el plazo prolongado varía
en función a laclasificación del proceso que la propia disposición legal establece,
en concordancia con el artículo 272 del Código Procesal Penal. Lo que se
consideró inicialmente proceso común simple, varía a proceso común complejo o

30
de criminalidad organizada, por lo que se requieren de nuevas actuaciones frente
a más arduas necesidades de esclarecimiento.
Otra eventualidad tiene lugar cuando los motivos que permitieron la prolongación
del plazo continúan sin superarse pese al plazo concedido y son otras o nuevas
las circunstancias o escenarios que lo determinan. La base de esta contingencia o
imprevisto se presenta cuando el fiscal realizó cumplidamente todas las acciones
razonables para lograr la concreción de la diligencia, pese a lo cual ésta no se
llevó a cabo por acontecimientos que no pueden serle imputables.
23.° Es pertinente resaltar que, como se trata de una simple adaptación del plazo
ya prolongado, el plazo otorgado vía adecuación no se suma al plazo ya acordado
anteriormente al prolongarse la medida de prisión preventiva. No se parte de cero.
No se realiza un nuevo cómputo. Continúa el “viejo” plazo y, porende, solo se fija
un nuevo techo a la prolongación anteriormente dispuesta –siempre dentro del
plazo legalmente previsto–. Por ejemplo, si inicialmente se otorgó seis meses de
prolongación del plazo de prisión preventiva, bajo la premisa que era un proceso
común; y, luego, se advierte que el proceso es de criminalidad organizada, el tope
sería de hasta seis meses más, porque éste solo es de doce meses. Lo que no se
adecua es el plazo originario u ordinario de prisión preventiva. La ley solamente
permite la adecuación del plazo prolongado de prisión preventiva. Luego, lo que la
ley no prevé, el juez no puede conceder. El principio de legalidad procesal exige
esta interpretación estricta.
4. LA EFICACIA TEMPORAL DEL DECRETO LEGISLATIVO 1307

24.° El Decreto Legislativo número 1307, de 30de diciembre de 2016,


concretamente, los artículos 272 y 274 del Código Procesal Penal, por imperio del
apartado 1 del artículo VII del Título Preliminar del citado Código, se aplican
inmediatamente al proceso en trámite. El factor de aplicación, siempre, es el
tiempo de la actuación procesal –no es la fecha de comisión del delito (propio de
la aplicación en el tiempo de la ley penal material); y, si se trata de medidas de
coerción, como es obvio, no es la fecha de incoación del procesopenal, sino el
momento o tiempo en que debe decidirse sobre su mérito–.

31
La última oración del citado apartado legal establece tres excepciones razonables.
Dice: “Sin embargo, continuarán rigiéndose por la Ley anterior, (i) los medios
ompugnatorios ya interpuestos, (ii) los actos procesales con principio de ejecución
y (iii) los plazos que hubieran empezado”. En el caso del plazo 7950
JURISPRUDENCIA Jueves 26 de octubre de 2017 / El Peruano ordinario de
duración de la prisión preventiva (artículo 272 del Código Procesal Penal), desde
luego, la regla es que si se dictara una nueva ley procesal penal no sería de
aplicación cuando ya se emitió la resolución de coerción o cautelar y su ejecución
efectiva ya se inició.
Si, por ejemplo, ya se impuso y se está ejecutando el mandato de prisión
preventiva conforme a la disposición vigente del artículo 272 del Código Procesal
Penal, al amparo de una nueva ley procesal que extiende el plazo no puede
aceptarse tal “ampliación” del mismo plazo ordinario de prisión preventiva bajo el
argumento de que se está, verbigracia, ante un proceso de criminalidad
organizada: la ley no permite una ampliación, menos una adecuación, en estos
casos, tanto más si ello importaría una aplicación retroactiva desfavorable al
imputado. El principio de preclusión explica y fundamenta tal decisión. 25°. En
cuanto a la prolongación de la prisión preventiva, como es una institución procesal
diferente a la del plazo ordinario de la prisión preventiva –tiene sus propios
presupuestos materiales y formales–, la situación jurídica del preso preventivo
puede dilucidarse conforme a la nueva ley que instaure o configure la prolongación
de la prisión preventiva por plazos mayores incluso, claro está siempre que
proceda y se solicite antes del vencimiento del plazo ordinario de prisión
preventiva. Distinto sería el caso si el preso preventivo ya estuviere con el plazo
de prisión preventiva prolongado, supuesto en el que la aludida regla de excepción
sería aplicable: no es posible, por consiguiente, extender el plazo prolongado
conforme a la nueva ley.
Ahora bien, es de puntualizar, por otro lado, que igualmente una institución
procesal es la prolongación del plazo de prisión preventiva y otra institución
procesal, distinta aunque conexa o vinculada a ella, es la adecuación del plazo
prolongado de prisión preventiva –por lo demás, es un supuesto nuevo, que antes

32
del Decreto Legislativo número 1307, de 30 de diciembre de 2016, no existía–. Si
bien la segunda no puede tener lugar sin la primera, la adecuación tiene asimismo
Presupuestos materiales y formales propios. Esta diferenciación, específicamente
en orden a que deben presentarse “…circunstancias de especial complejidad que
no fueron advertidas en el requerimiento inicial…”, motiva que si el plazo
prolongado otorgado no venció pueda adecuarse al que corresponde según el
nuevo escenario procesal observado a partir de la nueva ley en vigor.
III. DECISIÓN
26.° En atención a lo expuesto, las salas penales Permanente y Transitorias de la
Corte Suprema de Justicia de la República, reunidas en el Pleno Jurisdiccional, y
de conformidad con lo dispuesto en el artículo 116 del Texto Único Ordenado de la
Ley Orgánica del Poder Judicial:
ACORDARON
27.° ESTABLECER como doctrina legal, los criterios expuestos en los
fundamentos jurídicos 12 al 25 del presente Acuerdo Plenario.
28.° PRECISAR que los principios jurisprudenciales que contiene la doctrina legal
antes mencionada deben ser invocados por los jueces de todas las instancias, sin
perjuicio de la excepción que estipula el segundo párrafo, del artículo 22 de la
LOPJ, aplicable extensivamente a los Acuerdos Plenarios dictados al amparo del
artículo 116 del citado Estatuto Orgánico.
29.° DECLARAR que, sin embargo, los jueces que integran el Poder Judicial, en
aras de la afirmación del valor seguridad jurídica y del principio de igualdad ante la
ley, solo pueden apartarse de las conclusiones de un Acuerdo Plenario si
incorporan nuevas y distintas apreciaciones jurídicas respecto de las rechazadas o
desestimadas, expresa o tácitamente, por la Corte Suprema de Justicia de la
República.
30.° PUBLICAR el presente Acuerdo Plenario en el diario oficial El Peruano y en la
Página Web del Poder udicial. HÁGASE saber.
S.S.
SAN MARTÍN CASTRO
LECAROS CORNEJO

33
PRADO SALDARRIAGA
SALAS ARENAS
BARRIOS ALVARADO
HINOSTROZA PARIACHI
PRÍNCIPE TRUJILLO
NEYRA FLORES
CHAVES ZAPATER
SEQUEIROS VARGAS
FIGUEROA NAVARRO
PACHECO HUANCAS
CEVALLOS VEGAS
CALDERÓN CASTILLO
EXP N.° 00349-2017-PHC/TC
AMAZONAS
CÉSAR FUENTES PARRAGUEZ,
REPRESENTADO POR CÉSAR
FERNANDO FUENTES MONTENEGRO
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

En Iquitos, a los 21 días del mes de abril de 2017 el Pleno del Tribunal Constitucional, por
los magistrados Miranda Canales, Ledesma Narváez, rviola Hani, Sardón de Taboada y
Espinosa-Saldaña Barrera, pronuncia la siguiente s entencia, con los abocamientos de los
magistrados Blume Fortini y Ramos Núñez, robado en el Pleno del día 19 de abril de 2017,
quienes votarán en fecha posterior.
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don César Fernando Fuentes , a favor de
don César Fuentes Parraguez, contra la resolución de fojas 354, de agosto de 2016,
expedida por la Sala Penal de Apelaciones y Liquidadora transitoria itoria de Bagua de la
Corte Superior de Justicia de Amazonas, que declaró infundada la demanda de habeas
corpus de autos.
ANTECEDENTES

34
Con fecha 12 de mayo de 2016, don César Fernando Fuentes Montenegro
interpone demanda de habeas corpus a favor de don César Fuentes Parraguez
contra el juez del Segundo Juzgado de Investigación Preparatoria de Jaén, don
Orlando Germán Parí Gonzales, y los jueces integrantes de la Sala Penal
Vacacional de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque, señores Guillermo
Piscoya, Burga Zamora y Salazar Fernández. Alega que las Resoluciones 2 y 3,
de fechas 2 y 24 de febrero de 2016, a través de las cuales los jueces emplazados
impusieron y confirmaron la medida de prisión preventiva contra el favorecido,
vulneran los derechos al debido proceso, a la tutela procesal efectiva y a la
motivación de las resoluciones judiciales. Afirma que la resolución que impone la
medida de prisión preventiva no contiene pronunciamiento en cuanto a los graves
y fundados elementos de convicción que vinculan al favorecido con los ilícitos
imputados, pues solo hace referencia a las funciones que desempeñaba el
beneficiario, pero no le atribuye imputación alguna; no indica a quién o quiénes se
habría pagado el "diezmo", no especifica qué persona "fantasma" habría cobrado
la aducida planilla de pago, no señala en qué consiste la falsedad del supuesto
ingreso de datos falsos a la planilla de obreros y no argumenta en cuanto a la
participación del beneficiario y los elementos que justifican dicha imputación.
Asimismo, en cuanto al peligro procesal, considera que no se encuentra
garantizada la presencia del investigado debido a la gravedad de la pena. Por otra
parte, alega que la resolución superior no emitió pronunciamiento respecto a las
razones que sustentan la decisión de confirmar la medida de prisión preventiva.
Finalmente, arguye que las resoluciones cuestionadas se apartaron de los criterios
vinculantes establecidos en las Resoluciones de Casación 626-2013-Moquegua y
631-2015-Arequipa, relacionados con los presupuestos de la medida de prisión
preventiva. Realizada la investigación sumaria del habeas corpus, los jueces
superiores emplazados manifiestan que la resolución confirmatoria de la medida
se encuentra debidamente fundamentada, ya que explica los hechos materia de
imputación, el agravio del apelante y los fundamentos por los cuales se rechazan
los argumentos del recurso de apelación. Asimismo, establece la vinculación
individualizada del imputado respecto de los delitos imputados y emite

35
pronunciamiento en cuanto a la prognosis de la pena y las razones que sustentan
el peligro procesal. Asimismo, alegan que para el caso no resulta exigible el
cumplimiento de la Casación 626-2013-Moquegua, ya que dicho precedente
judicial fue publicado en momento posterior a la realización de la audiencia de
prisión preventiva y la emisión de la resolución confirmatoria de dicha medida.
Agregan que la Casación 631-2015-Arequipa no estableció ninguna doctrina
jurisprudencial. El procurador público adjunto a cargo de los asuntos judiciales del
Poder Judicial solicita que la demanda sea desestimada. Señala que la resolución
confirmatoria de la medida se pronunció respecto de los graves y fundados
elementos de convicción imputados al favorecido. Además de ello, la resolución
advierte que existe presupuesto fáctico y jurídico para determinar que los hechos
imputados al favorecido cumplen los presupuestos para la imposición de la medida
que exige la norma procesal penal y establece que el imputado no tiene arraigo
laboral y cuenta con movimiento migratorio al Ecuador.
El Primer Juzgado de Investigación Preparatoria de Utcubamba, con fecha 30 de
mayo de 2016, declaró fundada la demanda por estimar que las resoluciones
cuestionadas han incumplido el deber de motivación y lo señalado por la Corte
Suprema de Justica de la República en cuanto a los presupuestos materiales de la
prisión preventiva. Sobre el particular, incumplen el criterio establecido en la
Casación 626-dritA:1; ). El en cuanto a que el fiscal sustente claramente el
aspecto fáctico y su estionadas con una aparente motivación. Juzgado concluye
que los jueces emplazados emitieron las resoluciones La Sala Penal de
Apelaciones y Liquidadora Transitoria de Bagua de la Corte Superior de Justicia
de Amazonas revocó la resolución apelada y declaró infundada la demanda, tras
considerar que la imposición de la prisión preventiva se encuentra debida y
suficientemente motivada en cuanto a la concurrencia copulativa de los
presupuestos que exige el artículo 268 del Código Procesal Penal. Por tanto, no
se advierte la vulneración del derecho de motivación que alega el apelante.
Precisa que en el caso los elementos de convicción involucran gravemente al
procesado, en tanto que los emplazados han tomado en cuenta la gravedad de la
pena que implica la presencia del peligro procesal y cotejado las pruebas

36
existentes y la normativa correspondiente, por lo que no es procedente que se
pretenda que la sede constitucional se convierta en una instancia revisora de los
actos procesales realizados por la judicatura ordinaria. En el recurso de agravio
constitucional de fecha 7 de noviembre de 2016, el recurrente expresa que los
emplazados no han explicado la gravedad de la pena y el peligro procesal
respecto de la conducta del procesado. Agrega que se han realizado imputaciones
genéricas en su contra que no revelan la concurrencia del peligro procesal como
elemento indispensable para dictar la medida de prisión preventiva.
FUNDAMENTOS
Delimitación del petitorio
1. El objeto de la demanda es que se declaren nulas la Resolución 2, de fecha 2
de febrero de 2016, así como la resolución superior confirmatoria de fecha 24 de
febrero de 2016, a través de las cuales el Segundo Juzgado de Investigación
Preparatoria de Jaén y la Sala Penal Vacacional de la Corte Superior de Justicia
de Lambayeque impusieron al favorecido la medida de prisión preventiva, en el
proceso seguido en su contra por la comisión de los delitos de colusión, peculado
por apropiación y otros (Expediente 00101-2016).
2. Cabe precisar que, si bien la demanda invoca una serie de derechos, este
Tribunal advierte que los argumentos que la sustentan se encuentran circunscritos
a la alegada afectación del derecho a la motivación de las resoluciones judiciales,
en conexidad con el derecho a la libertad personal del favorecido. La Constitución
establece expresamente en su artículo 200, inciso 1, que el habeas corpus
procede cuando se vulnera o amenaza la libertad personal o sus derechos
constitucionales conexos. Ello implica que los hechos que se consideran
inconstitucionales —vía este proceso—necesariamente deben redundar en una
afectación negativa, directa y concreta al derecho a la libertad personal. Asimismo,
la controversia que generan los hechos denunciados no deberá estar relacionada
con asuntos propios de la judicatura ordinaria. En caso contrario, dicha demanda
será rechazada en aplicación de la causal de improcedencia prevista en el artículo
5, inciso 1, del Código Procesal Constitucional, la cual establece: In» proceden los
procesos constitucionales cuando: [...] los hechos y el petitorio de la demanda no

37
están referidos en forma directa al contenido constitucionalmente protegido del
derecho invocado". En cuanto al cuestionamiento de las resoluciones
mencionadas, con el argumento de que, a efectos de imponer la medida, se
habrían inaplicado los criterios establecidos en las Resoluciones de Casación 626-
2013-Moquegua y 631-2015-Arequipa, cabe señalar que la aplicación o
inaplicación de los acuerdos plenarios, así como de los criterios jurisprudenciales
del Poder Judicial, es un asunto propio de la judicatura ordinaria (Expedientes
05873-2013-PHC/TC, 01014-2012-PHC/TC, 02623-2012- PHC/TC, entre otros).
Por consiguiente, este extremo de la demanda resulta improcedente en aplicación de la
causal de improcedencia contenida en el artículo 5, inciso 1, del Código Procesal
Constitucional.

El derecho a la motivación de las resoluciones judiciales


5. El artículo 139, inciso 3, de la Constitución establece los principios y derechos
de la función jurisdiccional y la observancia del debido proceso y de la tutela
jurisdiccional; en consecuencia, cuando el órgano jurisdiccional imparte justicia,
Está obligado a observar los principios, derechos y garantías que la Norma
Fundamental establece como límites del ejercicio de las funciones asignadas.
6. En este sentido, la necesidad de que las resoluciones judiciales sean motivadas
es un principio que informa el ejercicio de la función jurisdiccional y, al mismo
tiempo, es un derecho fundamental de los justiciables. Mediante la debida
motivación, por un lado, se garantiza que la impartición de justicia se lleve a cabo
de conformidad con la Constitución y las leyes (artículo 138 de la Constitución) y,
por otro, que los justiciables puedan ejercer de manera efectiva su derecho de
defensa. 1 Respecto, se debe indicar que este Tribunal ha señalado en su
jurisprudencia la constitución no garantiza una determinada extensión de la
motivación, lo que su contenido esencial se respeta siempre que exista
fundamentación jurídica, congruencia entre lo pedido y lo resuelto y, por sí misma,
exprese una suficiente justificación de la decisión adoptada, aun si esta es breve o
concisa, o se presenta el supuesto de motivación por remisión. Tampoco garantiza
que, de manera pormenorizada, todas las alegaciones que las partes puedan

38
formular dentro del proceso sean objeto de un pronunciamiento expreso y
detallado (...) (Expediente 1230-2002-HC/TC, fundamento 11). Esto es así en tanto
hay grados de motivación, pues la motivación ausente resulta inconstitucional; sin
embargo, la fundamentación jurídica que presente una suficiente justificación que
sustente lo resuelto no resulta inconstitucional, lo que debe ser apreciado en el
caso en particular (Expediente 02004-2010-PHC/TC, fundamento 5). En la misma
línea, este Tribunal también ha dicho:
El derecho a la debida motivación de las resoluciones judiciales es una garantía
del justiciable frente a la arbitrariedad judicial y garantiza que las resoluciones no
se encuentren justificadas en el mero capricho de los magistrados, sino en datos
objetivos que proporciona el ordenamiento jurídico o los que se derivan del caso.
Sin embargo, no todo ni cualquier error en el que eventualmente incurra.
9. El artículo 268 del Código Procesal Penal (D. Leg. 957, modificado por la Ley
30076), aplicable al caso penal de autos, establece que para el dictado de la
medida judiciales (Expediente 00728-2008-PHC/TC, fundamento 7). una
resolución judicial constituye automáticamente la violación del contenido
constitucionalmente protegido del derecho a la motivación de las resoluciones
cautelar de la prisión preventiva es necesaria la concurrencia de tres
presupuestos: a) permitan colegir razonablemente que tratará de eludir la acción
de la justicia (peligro que la sanción a imponer sea superior a cuatro años de pena
privativa de libertad; y c) que los antecedentes del imputado, y otras circunstancias
del caso particular, de fuga) u obstaculizar la averiguación de la verdad (peligro de
obstaculización). Al respecto, el Tribunal Constitucional ha señalado, en la
sentencia recaída en el que existan fundados y graves elementos de convicción
para estimar razonablemente la comisión de un delito que vincule al imputado
como autor o partícipe de este; b) Expediente 1091-2002-HC/TC, que la judicatura
constitucional no es competente para determinar la configuración de cada
presupuesto legal que legitima la adopción • 'n judicial preventiva, lo cual es tarea
que le concierne a la judicatura a. Sin embargo, sí es su atribución verificar si
estos presupuestos e manera simultánea y que su imposición sea acorde a los
fines y el r subsidiario y proporcional de dicha institución, lo que debe estar

39
motivado la resolución judicial que la decreta. 10. La motivación respecto de los
elementos de convicción que estimen razonablemente la comisión de un delito que
vincule al imputado implica que el juzgador explicite la relación indiciaria de aquel
o aquellos medios probatorios que relacionen de manera preliminar al procesado
con el hecho imputado. La motivación en cuanto a la pena a imponer concierne a
la argumentación de que probablemente aquella será superior a cuatro años de
pena privativa de la libertad, lo cual importa al delito o los delitos imputados y la
pena prevista por el Código Penal. El peligro procesal al cual se refiere el literal c
de la norma de la prisión preventiva, está representado por el peligro de fuga del
procesado y el peligro de obstaculización del proceso por parte del procesado (cfr.
artículos. 269 y 270 del Código Procesal Penal). a. El primer supuesto del peligro
procesal (peligro de fuga) está determinado a partir del análisis de una serie de
circunstancias que pueden tener lugar antes o durante el desarrollo del proceso
penal, y que se encuentran relacionadas, entre otras cosas, con el arraigo
domiciliario, familiar y laboral del actor; la gravedad de la pena que se espera
como resultado del procedimiento; el comportamiento del imputado durante el
procedimiento o en otro anterior relacionado con su voluntad de someterse a la
persecución penal; y la pertenencia del imputado a una organización criminal o su
reintegración a esta. Estos aspectos crean juicio de convicción en el juzgador en
cuanto a la sujeción del actor al proceso y a que este no eludirá la acción de la
justicia (cfr. Artículo 269 del Código Procesal Penal). b. El segundo supuesto del
peligro procesal (peligro de la obstaculización del proceso) se encuentra vinculado
a la injerencia del procesado en libertad ambulatoria respecto del trámite y
resultado del proceso, lo que puede manifestarse en el riesgo razonable de que el
imputado actúe o influya en el ocultamiento, destrucción, alteración o falsificación
de los elementos de prueba, así como influya sobre sus coprocesados, las partes
o peritos del caso a fin de un equívoco resultado del proceso penal. Estos
aspectos relacionados con la obstaculización del proceso deben ser apreciados
por el juzgador en cada caso concreto, toda vez que, de determinarse indicios
fundados de su concurrencia, a efectos de la imposición de la medida de la prisión
preventiva, será menester una sustancial motivación que la justifique, cabe

40
precisar que la judicatura constitucional no determina ni valora de convicción que
vinculan al procesado con el hecho imputado, que configuran el peligro procesal,
sino verifica que su motivación resulte inimamente suficiente a efectos de validar
la imposición de la medida cautelar de la libertad personal, pues una eventual
ausencia de motivación de alguno de los presupuestos procesales contenidos en
el artículo 268 del Código Procesal Penal convierte a la prisión preventiva en
arbitraria y, por tanto, vulneratoria del derecho de la motivación de las resoluciones
judiciales establecido en el artículo 139, numeral 3, de la Constitución.
13. En el caso de autos, se cuestionan las resoluciones a través de las cuales los
órganos judiciales emplazados decretaron y confirmaron la medida de prisión
preventiva del favorecido, con el alegato de que no se emitió pronunciamiento en
cuanto a lo graves y fundados elementos de convicción que lo vinculan con los
ilícitos imputados, no se argumenta de qué manera habría participado, la
concurrencia del peligro procesal, ni las razones que sustentan la decisión de
confirmar la medida. Al respecto, se aprecia que el Segundo Juzgado de
Investigación Preparatoria de Jaén, mediante la Resolución 2, de fecha 2 de
febrero de 2016 (fojas 100), argumenta lo siguiente:
[M]ediante Resolución de Alcaldía Nro 168-2013-MDCH/A, el imputado Juventino
Sadón Gómez Torres (alcalde) aprobó el expediente de contratación de la
Licitación Pública Nro 001-2013-MDCH/CE (...), [p]osteriormente (...) el mismo
imputado emitió la Resolución de Alcaldía Nro 170-2013-MDCH/A, con la cual
conformó el Comité Especial que se encargaría del indicado proceso de selección,
siendo los miembros titulares: presidente César Fuentes Parraguez (...), esta obra
posteriormente habría sido direccionada a favor del Consorcio CHIRINOS (...).
[MINISTERIO PÚBLICO SOBRE EL INVESTIGADO CÉSAR FUENTES
PARRAGUEZ (...), César Fuentes Parraguéz [d]esemperió el cargo de Jefe de la
División de Obras Públicas y Supervisión, según se tiene del CAS Nro 028-2013-
MDCH/A (...), asimismo Subgerente de Infraestructura y Desarrollo Urbano y Rural
según Resolución de Alcaldía N° 086-2013-MDCH (...). Participó integrando los
comités especiales de selección a través de los cuales se permitió que la empresa
ANGHELO SAC como integrante de un consorcio gane la buena pro, como es el

41
caso de la obra "Mejoramiento del Camino Vecinal Chirinos — Chuchuhuasi" (...),
que como ya se ha indicado para el otorgamiento de dicha obra, se pagó el
"diezmo" (...). [P]articipó en las planillas "fantasmas" (...) en la que aparece
firmando la planilla de obreros de la obra "Construcción de pistas y veredas en las
calles sector parte alta y obra complementaria (...) en la calle San Juan de la
localidad de Chirinos — Son 53 informe a lo declarado por un colaborador eficaz,
la buena pro da (...) y los integrantes del comité especial de selección sólo ..).
[F]ue designado inspector o supervisor de varias obras, emitiendo planillas en [las]
que se consignaban a supuestos trabajadores, lo cual quedado aclarado en parte
con la declaración de la persona de Ronal Pérez Ramirez (...). [P]or la gravedad
de la pena no se encontraría garantizada la presencia de dicho investigado ante
una medida menos gravosa (...). PARTE CONSIDERATIVA [E]xisten elementos de
convicción fundados (...), básicamente por su actuación omisiva, en los diferentes
cargos que ejercieron (...), como el caso de los integrantes de los respectivos
comités especiales deselección (...). Asimismo, los investigados (...) habrían
insertado en documento público, planillas "fantasmas" nombres de supuestos
trabajadores, conforme a las diligencias de investigación mediante el cotejo con
las fichas RENIEC (...). [E]s necesario precisar que este Despacho (...) se remite a
lo precisado por el Ministerio Público en su requerimiento de prisión preventiva
(...). [D]e los delitos imputados, el extremo mínimo de la pena conminada de éstos
no es inferior a seis años de pena privativa de la libertad (...). [S]i tenemos en
cuenta que (...) se presentaría las figuras de concurso real y/o ideal, obviamente la
pena a imponerse sería aún más grave (...). [C]ualquier arraigo que podrían
acreditar los investigados se relativizaría ya que (...) la pena (...) sería muy
superior a los cuatro años (...). DECLARAR FUNDADA LA PRISIÓN
PREVENTIVA, solicitada por la representante del Ministerio Público, en contra de
los investigados: 1) César Fuentes Parraguéz (...).
4. A su turno, la Sala Penal Vacacional de la Corte Superior de Justicia de
Lambayeque, mediante Resolución 3, de fecha 24 de febrero de 2016 (fojas 130),
argumenta lo siguiente: [C]onforme al acta de otorgamiento de la buena pro de la
LP N° 001-2013- MDCH/CEP (...) se verifica que aparece suscribiendo la misma

42
en calidad de Presidente del Comité Especial de la Municipalidad Distrital de
Chirinos, otorgándose la buena pro al Consorcio Chirinos (...). Se tiene la
declaración de Freyre Sánchez Delgado quien (...) señala que era el encargado de
la Empresa Materiales y Maquinarias ANGHELO SAC y que contrató con la
Municipalidad Distrital de Chirinos (...), una obra de saneamiento en Tamborapa
por la suma de 4200,000.00 nuevos soles aproximadamente y la otra fue por la
carretera que une los distritos de Chuchuhuasi — Chirinos por el monto de
3'500,000.00 nuevos soles, y que en estos casos "se conversó con la agente de
Chirinos para obtener la buena pro" (...). El imputado Fuentes Parraguez (...)
señala que los Requerimientos Técnicos Mínimos (...) los realizaba Lenin Barboza
Camizán, persona que no tenía contrato con la Municipalidad, admitiendo que no
observó las bases que Barboza Camizán le entregaba (...). [E]n calidad de Jefe de
SIGDUR de la Municipalidad Distrital de Chirinos, aparece firmando la Planilla N°
07 (...), documento que —según la tesis del Ministerio Público— se trataría de
planillas "fantasmas" (...). Fuentes Parraguez admite en su declaración (...) que
las planillas con relación de las personas a las que había que pagar por ajado en
una determinada obra (...). En lo referido al delito de Agravada (...) se tiene una
pena conminada no menor de seis ni mayor doce años de pena privativa de la
libertad (...). Con relación al delito de peculado Doloso por Apropiación (...) la pena
conminada es no menor de ocho ni mayor de doce años de pena privativa de la
libertad (...); respecto de los investigados (...), César Fuentes Parraguez (...) en
todos los casos de encontrarse responsabilidad, estaríamos ante un concurso real
de delitos en el que se sumarían las penas y por tanto la prognosis de la pena
superaría largamente los cuatro años de pena privativa de la libertad (...). [S]e ha
presentado certificado expedido por la Superintendencia Nacional de Migraciones,
en el cual se advierte que (...) registra movimiento migratorio al Ecuador (...). [S]i
bien ha presentado una constancia de trabajo (...); sin embargo, no adjunta el
contrato de trabajo correspondiente a efectos de evaluar si la modalidad y el plazo
del mismo permitirían afirmar un arraigo laboral de tal intensidad que permita
desvanecer el peligro procesal (...), el arraigo domiciliario y familiar se relativizan
debido a los cuatro delitos que se le atribuyen (...) [y] a la gravedad de la pena que

43
se esperaría como resultado del procedimiento (...). 15. De la motivación
anteriormente descrita se aprecia que el Segundo Juzgado de Investigación
Preparatoria de Jaén y la Sala Penal Vacacional de la Corte Superior de Justicia
de Lambayeque han cumplido con la exigencia constitucional de motivación de las
resoluciones judiciales, adecuada a las condiciones legales de la materia, al
expresar en los fundamentos que sustentan las resoluciones cuestionadas una
suficiente argumentación en cuanto a la concurrencia de los presupuestos
procesales de la medida de prisión preventiva que se objeta.
En efecto, se aprecia que las aludidas resoluciones motivan de manera suficiente
la concurrencia de los tres presupuestos procesales contenidos en el artículo 268
del Código Procesal Penal, a efectos de imponer al favorecido la medida de
prisión preventiva, pues se justifican los elementos de convicción que estiman
razonablemente la comisión de los delitos que se le imputan (la Resolución de
Alcaldía 170-2013-MDCH/A, el CAS 028-2013-MDCH/A, la Resolución de Alcaldía
086-2013-MDCH, la declaración del colaborador eficaz, la declaración de Rónal
Pérez Ramírez, la declaración de Freyre Sánchez Delgado, la declaración del
propio favorecido, la Planilla 7 y el acta de otorgamiento de la buena pro LP 001-
2013-MDCH/CEP). En cuanto a la prognosis de la pena a imponer, racionalmente
se sostiene que esta sería superior a cuatro años de pena privativa de la libertad;
y, en lo que respecta al peligro procesal, a juicio de este Tribunal, se encuentra
suficientemente justificada la concurrencia del peligro de fuga en relación con el
arraigo laboral y la gravedad de la pena que se esperaría como resultado del
proceso. 17. A mayor abundamiento, cabe señalar que la argumentación contenida
en la resolución superior cuestionada, que alude al certificado donde se señala
que el beneficiario registra movimiento migratorio al Ecuador, resulta insuficiente a
efectos de sustentar el eventual peligro procesal (peligro de fuga); sin embargo, la
aludida gumentación de la Sala Superior no invalida la imposición de la medida de
prisión reventiva, por cuanto la insuficiencia del arraigo laboral y la gravedad de la
eventual pena a imponer se encuentran motivadas. Finalmente, es oportuno la
gravedad de la pena a imponer a un procesado, por sí sola, resulta

44
ara sustentar la imposición de la medida de prisión preventiva; no, en el caso de
autos dicha argumentación es adicional a la deficiencia arraigo laboral del
procesado.18. Por lo expuesto, este Tribunal declara que no se ha acreditado la
vulneración del derecho a la motivación de las resoluciones judiciales, en
conexidad con el derecho a la libertad personal de don César Fuentes Parraguez,
con la emisión de las Resoluciones 2 y 3, de fechas 2 y 24 de febrero de 2016, a
través de las cuales el Segundo Juzgado de Investigación Preparatoria de Jaén y
la Sala Penal Vacacional, de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque le
impusieron la medida de prisión preventiva.

Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere


la Constitución Política del Perú, HA RESUELTO:
1. Declarar IMPROCEDENTE la demanda conforme a lo expuesto en los
fundamentos 3 y 4 supra.
2. Declarar INFUNDADA la demanda de habeas corpus al no haberse
acreditado la vulneración del derecho a la motivación de las resoluciones
judiciales, en conexidad con el derecho a la libertad personal de don César
Fuentes Parraguez.

VOTO DEL MAGISTRADO ERNESTO BLUME FORTINI


En el presente caso, si bien concuerdo con la parte resolutiva de la sentencia,
discrepo y me aparto de lo afirmado en sus fundamentos 3 y 4, en cuanto
consignan literalmente:
"Antes de ingresar al pronunciamiento del fondo de la demanda, es menester
puntualizar que la Constitución establece expresamente en su artículo 200, inciso
1, que el habeas corpus procede cuando se vulnera o amenaza la libertad
personal o sus derechos constitucionales conexos. Ello implica que los hechos
que se consideran inconstitucionales —vía este proceso- necesariamente deben
redundar en una afectación negativa, directa y concreta al derecho a la libertad
personal." "En cuanto al cuestionamiento de las resoluciones mencionadas, con el
argumento de que, a efectos de imponer la medida, se habrían inaplicado los

45
criterios establecidos en las Resoluciones de Casación 626-2013-Moquegua y
631-2015- Arequipa, cabe señalar que la aplicación o inaplicación de los acuerdos
plenarios, así como ~iterios jurisprudenciales del Poder Judicial, es un asunto
propio de a judicatura ordinaria (...)" La razón de mi discrepancia se basa en las
siguientes consideraciones:
1. En primer lugar, el artículo 200, inciso 1, de la Constitución Política del Perú,
señala expresamente que el habeas corpus: "(...) procede ante el hecho u
omisión, por parte de cualquier autoridad, funcionario o persona, que vulnera o
amenaza la libertad individual o los derechos constitucionales conexos. "(negrita
agregada)
2. En tal sentido, el fundamento 3 del que me aparto, señala algo totalmente
equivocado: que la Constitución hace referencia expresa a la libertad personal
cuando en realidad se refiere en todo momento a la libertad individual.
3. Además de eso, comete otro grave yerro: equipara libertad individual a libertad
personal, como si fueran términos equivalentes o análogos cuando es la libertad
individual, como hemos visto, la protegida por el hábeas corpus, además de los
derechos constitucionales conexos, siendo la misma un derecho continente, que
engloba una serie de derechos de primer orden, entre los que se encuentra por
supuesto la libertad personal.
4. En segundo lugar, no obstante que, en principio, la aplicación o inaplicación de
los acuerdos plenarios, así como de los criterios jurisprudenciales del Poder
Judicial, es un asunto propio de la judicatura ordinaria, no puede afirmarse que
aquello resulta totalmente ajeno a la Justicia Constitucional como se desprende
del fundamento 4 del que también me aparto.
5. En efecto, y a contramano de lo que se señala en el fundamento citado, hay
casos excepcionales en que la Justicia Constitucional puede ingresar a los
referidos asuntos. Ello se da cuando se ha producido la violación de algún derecho
fundamental o se ha afectado la Constitución de alguna forma, lo cual incluye a
sus principios, valores e institutos, entre otros aspectos inherentes a la misma.
6. Más aún, esa habilitación es propia y consustancial al Tribunal Constitucional, si
se tiene en cuenta que a él le corresponde garantizar la vigencia efectiva de los

46
derechos fundamentales y la primacía normativa de la Constitución, como
instancia final en la jurisdicción interna.
Lima, 26 de abril de 2017

En el caso sub examine me adhiero a lo resuelto por mis demás colegas. En ese
sentido, mí voto es como sigue:

1. Declarar IMPROCEDENTE la demanda conforme a lo expuesto en los


fundamentos 3 y 4 supra.

2. Declarar INFUNDADA la demanda de habeas corpus al no haberse


acreditado la vulneración del derecho a la motivación de las resoluciones
judiciales, en conexidad con el derecho a la libertad personal de don César
Fuentes Parraguez.

Publíquese y notifíquese.
SS.
MIRANDA CANALES
LEDESMA NARVÁEZ
URVIOLA HANI
SARDÓN DE TABOADA
ESPINOSA-SALDAÑA

47
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
SALA PENAL PERMANENTE
RECURSO CASACIÓN N.° 1445-2018/NACIONAL
PONENTE: CÉSAR SAN MARTÍN CASTRO

Prisión preventiva y peligro de fuga

Sumilla. 1. La institución de la prisión preventiva tiene como un presupuesto–


objetivo o causales para imponerla, la consecución de fines constitucionalmente
legítimos y congruentes con la naturaleza de medida en cuestión, que legalmente
o en clave de Derecho ordinario se traduce en la presencia de los peligros de fuga
y de obstaculización (periculum libertatis) –en pureza, de una sospecha
consistente por apreciación de las circunstancias de tales riesgos– del caso
específico.Asimismo, como “objeto” la prisión preventiva debe concebírsela tanto
en su adopción como en su mantenimiento como una medida de aplicación
excepcional, subsidiaria, provisional y proporcionada a la consecución de dichos
fines u objetivo. 2. El juicio de ponderación ha de tener en cuenta, en orden al
peligro o riesgo de fuga o sustracción de la acción de la justicia –con mayor o
menor intensidad según el momento en que debe analizarse la viabilidad de la
medida de coerción personal en orden al estado y progreso de la investigación–, lo

48
dispuesto en el artículo 269 del Código Procesal Penal –que reconoce diversos
parámetros sobre aspectos que deben analizarse al momento de decidir sobre
estos peligros–. Es de destacar, de un lado, el arraigo y la gravedad de la pena; y,
de otro lado, la posición o actitud del imputado ante el daño ocasionado por el
delito atribuido, y su comportamiento procesal en la causa o en otra, respecto a su
voluntad de sometimiento a la acción de la justicia. 3. El juicio de peligrosismo
debe ser afirmación de un riesgo concreto –al caso específico–. No puede
afirmarse de acuerdo con criterios abstractos o especulaciones. No debe
considerarse de forma aislada ninguno de estos aspectos o circunstancias, sino
debe hacerse en relación con los otros. El riesgo ha de ser grave, evidente. Ha de
optarse, a final de cuentas, desde el caso concreto, que el estándar para la
convicción judicial en este punto, no es la sospecha grave o fundada exigible para
la determinación del fumus comissi delicti, sino justificar la existencia de medios
suficientes, a disposición del imputado, para perpetrar la fuga.

–SENTENCIA DE CASACIÓN–

Lima, once de abril de dos mil diecinueve

VISTOS: en audiencia pública: el recurso de casación por


quebrantamiento de precepto procesal e infracción de la garantía de motivación
interpuesto por la defensa del encausado NÉSTOR ANTONIO COSTA LÓPEZ
contra el auto de vista de fojas mil quinientos dos, de veintidós de agosto de dos
mil dieciocho, que confirmando el auto de primera instancia de fojas mil
cuatrocientos treinta y cinco, de siete de agosto de dos mil dieciocho, declaró
fundado el requerimiento de prisión preventiva en su contra por el plazo de treinta
y seis meses planteado por el Fiscal.

RECURSO CASACIÓN N.° 1145-2018/NACIONAL

Provincial; con lo demás que contiene; en el proceso penal que se le sigue por
delito de lavado de activos y pérdida de dominio en agravio del Estado.
Ha sido ponente el señor SAN MARTÍN CASTRO.

49
FUNDAMENTOS DE HECHO
PRIMERO. Que por Disposición Fiscal de fojas ciento diecinueve, de cinco de
agosto de dos mil dieciocho –del cuaderno de casación–, el Fiscal de
Supraprovincial Corporativo Especializado en Delitos de Lavado de Activos y
Pérdida de Dominio formalizó investigación preparatoria contra Néstor Antonio
Costa López y otros por delito de lavado de activos en agravio del Estado.
SEGUNDO. Que mediante requerimiento de fojas una, de cinco de agosto de dos
mil dieciocho, el fiscal solicitó al Juez de Investigación Preparatoria Especializado
en Delitos de Corrupción de Funcionarios dicte mandato de prisión preventiva
contra el encausado Néstor Antonio Costa López. El citado Juez de Investigación
Preparatoria por auto de fojas mil cuatrocientos treinta y cinco, de siete de agosto
de dos mil dieciocho, previa audiencia, estimó el requerimiento de prisión
preventiva por el plazo de treinta y seis meses. Contra esa decisión recurrió en
apelación el imputado Costa López.
TERCERO. Que la Sala Penal Superior por auto de vista de fojas mil quinientos
dos, de veintidós de agosto de dos mil dieciocho, confirmó el auto de primera
instancia que declaró fundado el requerimiento de prisión preventiva.
CUARTO. Que el encausado Costa López interpuso recurso de casación por
escrito de fojas mil quinientos treinta y siete, de seis de setiembre de dos mil
dieciocho. Mencionó el acceso excepcional al citado recurso y citó, al efecto, el
artículo 427, apartado 4, del Código Procesal Penal. Invocó como causales de
casación: quebrantamiento de precepto procesal, violación de precepto material,
infracción de la garantía de motivación y apartamiento de la doctrina
jurisprudencial (artículo 429, incisos 2, 3, 4 y 5, del Código Procesal
Penal). Desde el acceso excepcional al recurso de casación pidió se acepte
examinar el auto de vista en casación, a cuyo efecto introdujo trece temas, que se
refieren, globalmente, a la necesidad de indicios de criminalidad graves y
fundados de los delitos atribuidos, a la exigencia de acreditación de los elementos
de los tipos legales atribuidos, a los alcances del tipo penal de organización

50
criminal, a la confirmación del peligro de fuga, y al incumplimiento de las
directrices de la sentencia casatoria número 631- 2015/Arequipa.
Concedido el recurso de casación por auto de fojas mil quinientos setenta, de
catorce de setiembre de dos mil dieciocho, se elevó el cuaderno a este Supremo
Tribunal con fecha dos de octubre de dos mil dieciocho.
QUINTO. Que cumplido el trámite de traslados a las partes recurridas, este
Tribunal de Casación por Ejecutoria Suprema de fojas ciento cuatro, de diecisiete
de enero de dos mil diecinueve, solo admitió a trámite el citado recurso por las
causales de quebrantamiento de precepto procesal y violación de la garantía de
motivación (artículo 429, incisos 2 y 4, del Código Procesal Penal).
Se estableció que el objeto materia de examen casacional está referido al
precepto vinculado al peligro de fuga. Existen diversas reglas que definen lo que
debe entenderse por este enunciado legal y cómo ha de resaltarse, por ejemplo, el
arraigo para determinar si este presupuesto material se cumple o no en clave de
proporcionalidad.
SEXTO. Que instruido el expediente en Secretaría, sin haberse presentado
alegaciones ampliatorias, señalada fecha para la audiencia de casación el tres de
abril de dos mil diecinueve, ésta se realizó con la concurrencia de la doctora
Giulliana Loza Ávalos, defensora del imputado recurrente.
SÉPTIMO. Que deliberada la causa en secreto y votada el mismo día, por
unanimidad, se acordó que redacte la sentencia casatoria y se pronuncie en la
audiencia de lectura de la misma el día de la fecha.
FUNDAMENTOS DE DERECHO

PRIMERO. Que el auto de vista impugnado en casación estableció, en relación al


peligro de fuga, que la actividad de secretario arbitral –labor del casacionista
recurrente– no tiene la condición laboral de trabajador dependiente de carácter
permanente, y que la otra actividad que realizaba era la que llevaba a cabo en la
empresa que está siendo cuestionada en el proceso por las compras de los
vehículos antes mencionados; por tanto, a su juicio, no constituye vínculo laboral
sólido. Si bien el Tribunal Superior reconoció que el imputado impugnante tiene

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familia (conforme al certificado matrimonial que adjunta, la partida de nacimiento
de su menor hijo) y un inmueble sujeto a hipoteca, la existencia del arraigo que se
demuestra es de “mediana intensidad”. Asimismo, para determinar el peligro de
fuga, la Sala Penal Superior valoró la facilidad que tiene para salir del país en
función a las diferentes salidas al extranjero que registra. Con relación al juicio de
necesidad sobre otra medida menos gravosa, como la comparecencia con
restricciones, señaló que en el presente caso no existe otra medida que pueda
cumplir con los fines que se buscan lograr el sometimiento físico del imputado a la
presente investigación, pues la enfermedad respiratoria que alega padecer no es
de gravedad suficiente que justifique optar por una medida distinta.
SEGUNDO. Que, respecto al peligro de fuga y presencia de arraigo, el encausado
Costa López invocó en su escrito impugnativo que:
1. La Corte Suprema debe establecer que para afirmar el arraigo no hace falta un
trabajo dependiente con carácter permanente; que el arraigo laboral se expresa en
la capacidad de subsistencia del imputado que debe provenir de un trabajo
desarrollado en el país; que afirmar lo contrario sería tanto como señalar que una
persona que no está en planilla, que no depende de un empleador, no puede
acreditar arraigo laboral, lo que constituye un acto discriminatorio con aquellas
personas que tienen otro régimen laboral; que la Comisión Europea de Derechos
Humanos en el caso Letellier, de veintiséis de junio de mil novecientos noventa y
uno, reforzó la mencionada posición al señalar que solo basta tener un trabajo que
tenga la capacidad suficiente para subsistir, para vivir; que, entonces, el tener un
trabajo no dependiente con carácter permanente, no es criterio valido para
acreditar el arraigo laboral, pues solo se requiere un trabajo que sea una fuente de
ingresos; que, por tanto, lo relevante es que la capacidad de subsistencia
provenga de un trabajo desarrollado en el país.
2. No existe un “arraigo de mediana intensidad”; que es una posición que adoptó
el Tribunal Superior para refutar un fundamento sólido de la defensa; que es claro
que los presupuestos para dictar una medida de prisión preventiva, se cumplen o
no se cumplen, consecuentemente, no se puede afirmar que un presupuesto se
cumpla a medias o con poca intensidad; que si se acredita domicilio conocido y

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familiar (esposa e hijos), puede concluirse que existe arraigo familiar, que se
circunscribe al lugar de residencia de aquellas personas que tienen lazos
familiares con el imputado.
3. La Corte Suprema debe instituir que la simple posibilidad de pasar la frontera,
no es un criterio para evaluar el peligro procesal; que lo determinante es evaluar el
conjunto de las circunstancias del caso y el imputado; que la Sentencia del
Tribunal Europeo de Derechos Humanos, de diez de noviembre de mil novecientos
sesenta y nueve (Asunto Stögmüller contra Austria), estableció que la simple
posibilidad o facilidad que tiene el procesado para pasar la frontera no implica
peligro de fuga, se requiere la concurrencia de unas circunstancias, especialmente
la pena grave que se prevé o la singular oposición del acusado a la detención, o la
falta de arraigo sólido en el país, que permitan suponer que las consecuencias y
riesgo de la fuga le parecerá un mal menor que la continuidad del encarcelado;
que de este modo no puede estimarse el peligro de fuga en función a los diversos
viajes fuera del país que puede realizar un imputado, por lo que no es concluyente
los pocos o muchos viajes que un encausado realice al extranjero, pues lo que
determina un fundado peligro de fuga es que un imputado no tenga arraigo laboral,
familiar o domiciliario, y tenga contactos en el exterior que le permitan alejarse del
país.
TERCERO. Que la institución de la prisión preventiva, superado el juicio de
imputación o sospecha fundada y grave, tiene como un presupuesto–objetivo o
causales para imponerla, la consecución de fines constitucionalmente legítimos y
congruentes con la naturaleza de medida en cuestión, que legalmente o en clave
de Derecho ordinario se traduce en la presencia de los peligros de fuga (o de
ocultación) y de obstaculización (periculum libertatis) en el caso específico –en
pureza, de una sospecha consistente por apreciación de las circunstancias de
tales riesgos–.Asimismo, no debe olvidarse que como “objeto” la prisión preventiva
debe concebírsela tanto en su adopción como en su mantenimiento como una
medida de aplicación excepcional, subsidiaria, provisional y proporcionada a la
consecución de dichos fines u objetivo –se destaca, por tanto, desde la
perspectiva de la subsidiaridad que la prisión preventiva debe adoptarse cuando

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resulta imprescindible y cuando no existan alternativas menos radicales para
conseguir sus finalidades–. La resolución que la dicte ha de ser “suficiente y
razonable”, es decir, que respeta el contenido constitucionalmente garantizado del
derecho a la libertad afectado, ponderando adecuadamente los intereses en juicio
–libertad del imputado cuya inocencia se presume, y realización de la impartición
de justicia, en relación a los riesgos antes mencionados (conforme: Sentencias del
Tribunal Constitucional Español 65/2008 y 666/2008, ambas de veintinueve de
mayo; y, Sentencia del Tribunal Supremo Español 228/2015, de veintiuno de
abril)–.El juicio de ponderación ha de tener en cuenta, en orden al peligro o riesgo
de fuga o sustracción de la acción de la justicia –con mayor o menor intensidad
según el momento en que debe analizarse la viabilidad de la medida de coerción
personal en orden al estado y progreso de la investigación–, lo dispuesto en el
artículo 269 del Código Procesal Penal –que reconoce diversos parámetros sobre
aspectos que deben analizarse al momento de decidir sobre estos peligros–. Es
de destacar, de un lado, tanto (i) la gravedad de la pena –criterio abstracto,
considerado insuficiente y que debe conjugarse con las demás circunstancias,
calificadas de “concretas”– como (ii) el arraigo; y, de otro lado, (iii) la posición o
actitud del imputado ante el daño ocasionado por el delito atribuido, y (iv) su
comportamiento procesal en la causa o en otra, respecto a su voluntad de
sometimiento a la acción de la justicia. Ha de entenderse que el precepto antes
indicado regula la prevención del riesgo de fuga sin establecer criterios
automáticos que deban ser considerados o valorados judicialmente al margen de
su concurrencia efectiva en el caso. Lo que hace dicho artículo es, a final de
cuentas, relacionar criterios que pueden ser apreciados al efecto de su
determinación, pero, en todo caso, tales criterios no pasan de ser meramente
indicativos, nunca vinculantes y, desde luego, no constituyen un listado cerrado
[ASCENCIO MELLADO, JOSÉ MARÍA: Derecho Procesal Penal, Editorial Tirant lo
Blanch, Sexta Edición, Valencia, 2012, página 212]. La magnitud de la pena
prevista desde luego, por su carácter abstracto, no puede operar como único
criterio –de aplicación automática y mecánica– para ponderar la necesidad de
imposición de la medida de prisión preventiva, sino que, asumiendo incluso como

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un criterio más concreto, la naturaleza del hecho punible, debe ponerse en
relación con otros datos relativos (i) tanto a las características personales del
imputado o investigado –arraigo familiar, profesional y social, conexiones con otros
países, contactos internacionales (existencia de cierta infraestructura en el
extranjero), sus bienes (su tenencia genera arraigo, como lo precisó la Sentencia
del Tribunal Constitucional 1091-2002-HC/TC, de doce de agosto de dos mil dos),
los medios económicos de los que dispone y su proximidad a la jurisdicción–; (ii)
como a las circunstancias que concurren en el caso concreto (conforme:
Sentencias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de veintiséis de enero de
mil novecientos noventa y tres, Asunto W contra Suiza; y, de veinte de noviembre
de dos mil dieciocho, Asunto Demirtas contra Turquía. Sentencia del Tribunal
Constitucional Español 62/1996, de quince de abril.
Sentencia del Tribunal Supremo Español 2097/2017, de veinticinco de enero de
dos mil diecinueve). El juicio de peligrosismo debe ser afirmación de un riesgo
concreto –al caso específico–. No puede afirmarse de acuerdo con criterios
abstractos oespeculaciones. No debe considerarse de forma aislada ninguno de
estos aspectos o circunstancias, sino debe hacerse en relación con los otros
[LLOBET RODRÍGUEZ, JAVIER: Prisión Preventiva, Editorial Grijley, Lima, página
193]. El riesgo ha de ser grave, evidente. Ha de optarse, a final de cuentas, desde
el caso concreto, que el estándar para la convicción judicial en este punto, no es la
sospecha grave o fundada exigible para la determinación del fumus comissi delicti,
sino justificar la existencia de medios suficientes, a disposición del imputado, para
perpetrar la fuga [NIEVA FENOLL, JORDI: Derecho Procesal III – Proceso penal,
Editorial Marcial Pons, Madrid, 2017, página 286].
CUARTO. Que es de tener presente que la competencia de este Tribunal
Supremo, desde las propias notas características del recurso de casación –que
está circunscripto a la quaestio iuris–, no es la constatación y valoración de los
antecedentes fácticos justificativos de la medida de coerción personal en cuestión,
ya se refieran al juicio de imputación o al juicio de peligrosismo procesal (riesgos
de fuga o de obstaculización), pues tal competencia corresponde a los jueces de
mérito (Juez de la Investigación Preparatoria y Sala Penal Superior). Solo le

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corresponde el control externo de que esa medida de coerción se ha acordado de
forma fundada, razonada, completa y acorde con los fines de la institución. 1. Si
los argumentos incorporados en la resolución de coerción guardan
correspondencia con las exigencias constitucionales y legales pertinentes –
cualquier restricción en el ejercicio de un derecho fundamental necesita encontrar
una causa específica prevista por la ley– (presencia de una infracción normativa).
2. Si la ponderación realizada para optar por la prisión preventiva es la adecuada –
los intereses en juego son la libertad de una persona cuya inocencia se presume y
la realización de la Administración de la justicia penal y la evitación de hechos
delictivos (Sentencia del Tribunal Constitucional Español 128/1995, de veintiséis
de julio); es decir, por un lado, si se examinó los hechos, todas las circunstancias
que pueda concurrir y el auto de prisión preventiva; y, por otro, si la restricción del
derecho fundamental a la libertad es inevitable en virtud de proteger un bien
jurídico que en el caso concreto debe prevalecer –tal examen, por lo demás, surge
de lo dispuesto en lo pertinente por el artículo 253, apartados 2 y 3, del Código
Procesal Penal–.
QUINTO. Que, en el presente caso, son tres los argumentos examinados por el
Tribunal Superior para sostener el peligro concreto de fuga (véase: párrafos
cincuenta y tres a cincuenta y seis). Ya se han precisado en el fundamento de
derecho primero. Ahora bien, es verdad que el delito atribuido está conminado con
una pena grave, con un extremo mínimo muy superior a los cuatro año de
privación de libertad, así como que este factor o criterio no es el único que debe
tomarse en consideración. Ha de analizarse en función a determinados factores
que digan de la falta de arraigo familiar, profesional y social, de la existencia de
conexiones con otros países, de los contactos internacionales que pueda tener
(existencia de cierta infraestructura en el extranjero), de sus bienes, de los medios
económicos de los que dispone o de su proximidad a la jurisdicción; y, de otro
lado, las circunstancias que concurren en el caso concreto. La apreciación debe
ser integral; y, siempre, desde la acreditación –en clave, no de certeza ni de
sospecha grave y fundada, sino de sospecha reveladora– de la existencia de
medios suficientes, a disposición del imputado, para perpetrar la fuga. El imputado

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recurrente Costa López no solo no habría desempeñado un rol directivo ni
definidor de un probable plan de ejecución criminal en la comisión del delito
atribuido. Empero, se afirmó, de un lado, que pertenecería al círculo cercano del
encausado Costa Alva, pues es su hijo, y que dolosamente recibió dinero
maculado de él con los que adquirió vehículos para la empresa que dirige; y, de
otro lado, habría cometido el delito de organización criminal, aunque es de
puntualizar que, igualmente, no tuvo una actuación directiva o definidora para la
captación de dinero maculado, ni se identificó ámbitos precisos en el desempeño
de la misma que le correspondería haber desarrollado. En esta perspectiva es de
acotar que el imputado es un abogado de profesión, ejerce labores de secretario
arbitral y es gerente de una empresa más allá de que ésta sea una empresa
investigada: no se mencionó, al respecto, con un nivel razonable de acreditación
que ésta se formó exclusivamente para ocultar, utilizar o transferir dinero
maculado–. Luego, los vínculos laborales en cuestión son razonables, por lo que
el arraigo laboral se cumple puntualmente. No se puede exigir lógicas de arraigo
laboral basadas en la exigencia de un trabajo dependiente y formal, un contrato de
trabajo permanente o una línea de vida laboral en una empresa o institución con
máximos niveles de funcionamiento e integración en el comercio o industria de
primera categoría (máxima estabilidad institucional en los sectores de la vida
económica de una localidad, región o país). Se requiere de una persona que
realiza labores concretas y percibe ingresos para mantenerse y sustentar a su
familia. El encausado tiene esposa e hijo menor de edad, vive en un inmueble
adquirido con una hipoteca –incluso, el que se tenga dos viviendas a su nombre,
no es prueba de falta de certeza de su dirección domiciliaria, como acota el Fiscal
Superior, solo revela que tiene dos predios a su nombre– y, además, ha
consolidado para su hijo un colegio donde estudiará. Su arraigo familiar es pues
sólido. No consta que el imputado recurrente trató de confundir respecto al
domicilio donde vive con su familia a fin de dificultar su ubicación. Otro factor o
circunstancia para apreciar el riesgo concreto de fuga es la existencia de
conexiones con otros países o de contactos internacionales (existencia de cierta
infraestructura en el extranjero). El hecho de que una persona tenga pasaporte y

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registre viajes al extranjero –de los que volvió–, sin señalarse desde los datos de
la causa que al lugar donde viajó tiene conexiones que le permitan quedarse u
ocultarse, o que por sus contactos con terceros en el extranjero tienen una
infraestructura para albergarlo y evitar que la justicia lo alcance, obviamente no
constituye riesgo alguno de fuga, que por lo demás, en estas condiciones, puede
evitarse con impedimento de salida del país. Las razones, por consiguiente, para
justificar que existe peligro concreto de fuga no tienen sustento en el artículo 269
del Código Procesal Penal –el imputado además no tiene antecedentes, ni se
incorporó siquiera un análisis de si ha tenido una conducta procesal, en esta u otra
causa, de rebeldía o contumacia, menos si se aprestaba a ocultarse–. Desde el
principio de subsidiaridad de la prisión preventiva, en atención a las bases
probatorias respecto del cargo que se atribuye al recurrente y a la pena
conminada por el delito atribuido, es del caso concluir que una medida de
comparecencia con restricciones es la proporcional y justa que corresponde. No
está justificada la existencia de medios suficientes, a disposición del imputado,
para perpetrar la fuga. Es claro, finalmente, que si la Sala consideró que existe
arraigo familiar, pero este es de “mediana intensidad”, la opción obvia era una
medida menos intensa que la prisión preventiva, pues para esta última calificaría,
en todo caso, una “máxima o superior intensidad” de falta de arraigo.
SEXTO. Que la Sala Superior, en conclusión, no observó adecuadamente los
criterios o factores de peligro de fuga legalmente establecidos. De igual manera,
incorporó inferencias probatorias incorrectas para la apreciar el peligro de fuga y,
además, los argumentos incorporados eran insuficientes, lo que dio lugar a una
prisión preventiva, desde el peligro de fuga, irrazonable. En mérito a los
razonamientos expuestos, no hace falta una nueva audiencia o debate para
decidir la medida de coerción de prisión preventiva, por lo que esta sentencia
casatoria será rescindente y rescisoria (artículo 433, apartado 1, del Código
Procesal Penal). Se impondrá, según lo anotado, la medida de comparecencia con
restricciones (artículos 287 y 288 del Código Procesal Penal).
DECISIÓN

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Por estos motivos: I. Declararon FUNDADO el recurso de casación por
quebrantamiento de precepto procesal e infracción de la garantía de motivación
interpuesto por la defensa del encausado NÉSTOR ANTONIO COSTA LÓPEZ
contra el auto de vista de fojas mil quinientos dos, de veintidós de agosto de dos
mil dieciocho, que confirmando el auto de primera instancia de fojas mil
cuatrocientos treinta y cinco, de siete de agosto de dos mil dieciocho, declaró
fundado el requerimiento de prisión preventiva en su contra por el plazo de treinta
y seis meses planteado por el Fiscal Provincial; con lo demás que contiene; en el
proceso penal que se le sigue por delito de lavado de activos y pérdida de dominio
en agravio del Estado.
II. CASARON el referido auto de vista de fojas mil quinientos dos, de veintidós de
agosto de dos mil dieciocho; y, actuando como instancia:
REVOCARON el auto de primera instancia de fojas mil cuatrocientos treinta y
cinco, de siete de agosto de dos mil dieciocho, que declaró fundado el
requerimiento de prisión preventiva en su contra por el plazo de treinta y seis
meses; reformándolo: dictaron contra el encausado NÉSTOR ANTONIO COSTA
LÓPEZ la medida coercitiva personal de comparecencia, con las siguientes
restricciones: 1. No ausentarse de esta ciudad capital y no viajar al extranjero por
el tiempo previsto en el artículo 272 del Código Procesal Penal en función al plazo
de duración de este proceso; oficiándose a la autoridad correspondiente para
registrar el impedimento de salida. 2. Presentarse al Juzgado de Investigación
Preparatoria cada treinta días y justificar sus actividades. 3. Prestar la caución
económica de cincuenta mil soles a cargo del Primer Juzgado Nacional de
Investigación Preparatoria Especializado en delitos de corrupción; y, efectivizada
la caución, ORDENARON su inmediata libertad, que se ejecutará siempre y
cuando no exista mandato de prisión detención o de preventiva emanado de
autoridad competente.
III. DISPUSIERON se publique la presente sentencia en la Página Web del Poder
Judicial. HÁGASE saber a las partes personadas en esta sede suprema.
Ss.
SAN MARTÍN CASTRO

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FIGUEROA NAVARRO
PRÍNCIPE TRUJILLO
SEQUEIROS VARGAS
CHÁVEZ MELLA
CSM/ast

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