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Jacinta Palerm
Tomás Martínez Saldaña
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Carr. Federal México-Texcoco Km. 36.5 Montecillo, Texcoco
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México
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permite la Ley General de Derechos de Autor de México, sin el permiso previo del editor.
1 A PARTE : TEORIA
XIII HERRERA Y LASSO LA POLÍTICA FEDERAL DE IRRIGACIÓN. ALGUNOS DE SUS ASPECTOS 367
SOCIALES
René Millon
RESUMEN
1
Edición original: 1962 “Variations in social responses to the practice of irrigation
agriculture” (pp. 56-88) En R. B. Woodbury (editor) Civilizations in Desert Lands,
Anthropological Papers num. 62, University of Utah Press, Salt Lake City, Estados
Unidos. Traducción de J. Palerm, corrección de la traducción R. Melville.
2 Aventuras con el agua
INTRODUCCIÓN
DATOS COMPARATIVOS
Las siete sociedades consideradas aquí han sido escogidas por tratarse
de grupos que han sido estudiados recientemente con técnicas
Variaciones en la respuesta social 3
Las seis comunidades Sonjo tienen una población por comunidad que
varía entre 500 a 1,200 habitantes. “Cada [comunidad] está dividida
4 Aventuras con el agua
Kheri, la comunidad estudiada con mayor detalle por Gray, tiene una
población aproximada de 650, y un área total de cultivo que parece ser
de 700-800 acres (285-325 hectáreas) [N. del T. un acre equivale a
0.40 hectáreas]. Aunque comparte una empalizada con la comunidad
de Ebwe, en los demás aspectos está separada y es independiente
(Gray, 1958: 43, 71, 77, 79).
sus cargos como miembros por derecho de herencia” (Gray, 1958: 83).
Este grupo, llamado los wenamiji (‘los hombres de la comunidad’),
tienen bajo su responsabilidad la planeación y dirección de todo el
sistema de riego, supuestamente con el propósito de “utilizar el agua
con la máxima eficiencia” (Gray, 1958: 83). Los wenamiji también
disfrutan de ciertos derechos especiales heredados en el uso de agua
de riego para sus parcelas. El resto de los hombres de la comunidad se
dividen en varias categorías según sus derechos al uso del agua. (El
resto de esta reseña se refiere específicamente al caso de Kheri). Para
propósitos de riego, cada día se divide en cuatro períodos, de
aproximadamente seis horas cada uno. Los wenamiji asignan los
derechos primarios de agua a un individuo por un total de seis horas.
Si el agua es abundante, se puede asignar agua a dos o más individuos
a la vez. Si el agua es escasa la dotación completa de agua se asigna a
un solo individuo cada seis horas. Un ciclo de riego dura unos 14 días,
lo que quiere decir que hay cuando menos cuatro veces catorce, esto
es 56 períodos de seis horas por repartir durante cada ciclo (Gray,
1958: 70, 83-85).
Pul Eliya es una comunidad pequeñísima que tenía una población total
de 146 habitantes cuando la estudió E. R. Leach en 1954 (1961). La
comunidad tiene un sistema de riego propio, abastecido por un tanque
de agua que cubre un área aproximada de 140 acres (57 hectáreas). El
área total bajo cultivo con riego es de aproximadamente unos 135
acres (55 hectáreas). En esta tierra se cultiva exclusivamente arroz
(Leach, 1961: 18, 52, 63, 44-45, Mapas B y C).
Excepto por uno de los nuevos tipos de tenencia creados por los
británicos, toda la tierra es de propiedad privada y puede ser
enajenada. La parte central y más fácilmente regable de las tierras de
la comunidad se conoce como el ‘Campo Viejo’, una porción de tierra
de un poco más de 40 acres de extensión. Esta porción representa las
tierras de la comunidad que estaban bajo cultivo con riego cuando se
efectuó el reconocimiento catastral de 1900. Las tierras que fueron
incorporadas al cultivo posteriormente se consideraban como tierras
12 Aventuras con el agua
cuadrado). Una buena parte del área estudiada por Geertz consiste en
tierra regada dividida entre un gran número de cooperativas de riego.
Cada cooperativa controla el agua de una sola fuente de
abastecimiento, consistiendo en una sola presa y un canal que corre de
la presa a los campos de cultivo. Cada una de estas cooperativas,
llamada subak, “es un grupo corporado independiente que se
autorregula, y que tiene sus propias reglas y sus propios propósitos”
(Geertz, 1959: 996). Un subak se forma con los agricultores cuyas
propiedades se riegan con esa fuente de abastecimiento. Un subak
puede incluir desde un pequeño número hasta cientos de miembros.
Grupos de subaks cuyas fuentes directas de agua son ramales de una
presa y canal común más grande forman unidades más grandes y con
menor cohesión, y la cuenca de un sistema fluvial forma una unidad
mayor y con aún menos cohesión, coordinada por oficiales del
gobierno central. Los miembros del subak vienen de poblados
distintos, y los miembros de un poblado tienen tierra en distintos
subak. Esta pertenencia diversa a poblado y subak, tiene su paralelo en
otros vínculos: políticos, religiosos, de casta y otros. Estos vínculos
hacen imposible, para el sur de Bali, hablar de comunidades en un
sistema de riego, como puede hacerse para otros pueblos y áreas
discutidos en este ensayo3. El resultado es una serie de sistemas muy
complejos, pero altamente descentralizados para el reparto del agua de
riego, que operan sobre bases tradicionales en una sociedad compleja
con una población de más de un 1,000,000 de habitantes.
84,196).
que han sido capaces de aumentar sus posesiones de tierra, desde que
las peleas por tierras fueron prohibidas; ellos han estado comprando
tierra a los miembros de la tribu en cantidades significativas desde el
levantamiento catastral de los años 1940. Estas ventas, junto con la
disminución de la fertilidad de la tierra, han forzado a más y más
hombres a trabajar como arrendatarios o como trabajadores urbanos
durante parte del año. Fernea afirma que (1959: 110): “Hoy en día
como 85% de los miembros de la tribu El Shabana depende para sólo
una fracción de su subsistencia en el cultivo de sus propias tierras.” Es
posible que esta situación haya mejorado hasta cierto punto a partir de
1958 (Fernea, 1959: 110). Las propiedades más extensas del linaje del
shaykh, ahora protegidas de la usurpación por otros segmentos de la
tribu, ha dado a su linaje una posición dominante en la tribu. Los
grupos de linaje localizados que tienen tierras en común, ya no son de
ninguna manera iguales desde un punto de vista estructural. Pero los
miembros de la tribu todavía se refieren a sí mismos como iguales
(Fernea, 1959: 70-71, 113-114).
Los Nahid son una tribu semi autónoma de árabes, estudiados por
John Hartley en 1959 y 1960 (Hartley, 1961). Los Nahid tienen una
población aproximada entre 6,000 a 8,000 habitantes pero no ocupan
un territorio contiguo (Hartley, 1961: 4, 29-30). La concentración más
grande, con un número aproximado de 2,000, vive en Wadi al-Kasr,
uno de los wadis subsidiarios que llevan al Wadi Hadhramaut
(Hartley, 1961: 38; comm. pers. 1961). Ocupan la mayor parte de un
pequeño valle, con aproximadamente unos 1,000 a 1,200 acres bajo
cultivo con riego; pero no son los únicos habitantes (Hartley, 1961: 33
mapa IV; comm. pers. 1961). Los cultivos principales son el sorgo, las
palmeras datileras y el trigo (Hartley, 1961: 37). Los Nahid son una
sociedad segmentaria extremadamente inestable “caracterizada por
vínculos diversos [cross-cutting] de parentesco, lealtades y alianzas
políticas, y localidad” (Hartley, 1961: 4). Los pueblos tienden a ser
pequeños, con una población total de 50 a 100 habitantes. Están
“siempre asociados con linajes agnáticos y están organizados en torno
a núcleos agnáticos de 5 a 20 o más hombres adultos ... [pero] otros
miembros de tribus Nahid o no-Nahid pueden vivir ahí también, y
algunos miembros del linaje pueden vivir en otra parte” (Hartley,
Variaciones en la respuesta social 27
1961: 35-36).
111). Hartley comenta sobre la situación como sigue (1961: 5): “La
pertenencia a estos bloques es muy fluida y, en un momento dado,
sólo unos pocos miembros de la tribu están comprometidos con uno u
otro de los jefes. El tema básico de la política Nahid son los intentos
de uno y otro jefe de mantener y aumentar el número de sus
seguidores”.
DISCUSIÓN
En los tres casos donde la autoridad sobre el reparto del agua está
centralizada, podemos distinguir importantes diferencias en términos
del locus [locus] de autoridad y el desarrollo del sistema de reparto.
Entre los Sonjo la autoridad para repartir el agua es ejercida por una
figura interna política. Entre los El Shabana tal autoridad descansa en
una figura política externa (el ingeniero de riego representante local
del gobierno central) y los segmentos de linaje localizados, con el
shaykh tribal en absoluto involucrado en el proceso de reparto. En el
valle de Teotihuacán la autoridad sobre el reparto del agua está
ejercida casi totalmente por autoridades políticas externas
36 Aventuras con el agua
divisiva, no hay nada que sugiera que los usuarios del canal de
Daghghara hayan alguna vez cooperado para su uso... Una vez
que la autoridad central se estableció, sin embargo, el control
sobre el riego parecería ser una forma por la cual se pudiese
desplazar a las autoridades tradicionales.
estructural tal, que no pudieron ser contenidos por los Nahid mismos.
La intervención externa, con la amenaza del uso de la fuerza, fue
necesaria para resolver la disputa y evitar un colapso total del sistema
de riego. Esto sucedió en 1936, y el valle parece estar enfrentando otra
vez el prospecto de un colapso dada la imposibilidad de lograr
acuerdos para efectuar las reparaciones necesarias en el sistema de
riego.
CONCLUSIÓN
NOTAS
1
No he intentado definir la clase de agricultura de riego practicada por los varios
pueblos analizados en este ensayo en términos de los conceptos de Wittfogel de
hidroagricultura y agricultura hidráulica (Wittfogel, 1957: 3, 17-19). Basta decir que
las prácticas agrícolas de algunos de estos pueblos parecerían caer dentro del
concepto de Wittfogel, de hidroagricultura, mientras otras prácticas se incluirían en
su concepto de agricultura hidráulica.
2
N. del T. Se refiere al symposium “Civilizations in Desert Lands” celebrado en
1961 bajo los auspicios de la American Association for the Advancement of Science.
3
Geertz da un ejemplo de un “estado dentro de un estado” en esta región de Bali en
que los vínculos múltiples [cross-cutting ties] son mínimos. Esta pequeñísima
unidad, llamada Blaju, cubre un área de quizá 6 millas cuadradas y tiene una
población total de quizá unos 5,500-7,500. Los subak en esta región son pequeños, y
la propiedad de la tierra no está tan dispersa. Como resultado los subak tienden a
identificarse con las unidades políticas y poblados más cercanos; el sistema en su
conjunto está totalmente “territorializado” (Geertz, 1959: 1006-1008).
4
N. del T. Millon parece estar refiriéndose a la cita siguiente de Beals: “Sin embargo
debemos cuando menos considerar la alternativa, o sea que una vez que el
urbanismo aparece este mismo impone imperativos de organización; en
consecuencia en un momento dado del desarrollo de las civilizaciones de riego, el
riego en si, puede dejar de ser una variable significativa del desarrollo cultural. Esto
no disminuye de ninguna manera la importancia de la tentativa de describir cuáles
asociaciones y cuáles variables dependientes pueden encontrarse abordando los
problemas desde el punto de vista del regadío, pero nos advierte que las nuevas
formas sociales y culturales pueden por sí mismas convertirse en variables
independientes” (Beals en Steward et al 1955: 59, se consultó la edición paralela en
español).
Variaciones en la respuesta social 45
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46 Aventuras con el agua
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SISTEMAS DE RIEGO POR CANALES: TAMAÑO DEL
SISTEMA Y ESTRUCTURA DE LA AUTORIDAD 1
Robert C. Hunt
RESUMEN
INTRODUCCIÓN
1
Edición original: 1988 “Size and the structure of authority in canal irrigation
systems” Anthropological Research (antes Southwestern Journal of Anthropology)
vol. 44, num., pp. 335-355. Traducción de J. Palerm Viqueira.
48 Aventuras con el agua
ESTUDIOS PREVIOS
Earle (1978) comparó sus datos de Hawai con otros cuatro pequeños
sistemas de riego que abastecen a un solo pueblo (Pul Eliya, Ifugao,
Moala, y los Sonjo). Concluyó que los roles gerenciales parecen estar
más relacionados con la matriz social que con las demandas del riego.
(Earle, 1978: 135).
ESTE ESTUDIO
Universo y muestra
Para facilitar el acceso a los datos, el universo para este estudio debe
además restringirse a Estados naciones modernos. Aunque el mundo
actualmente contiene más de 100 mil sistemas de riego por canales2
pocos han sido descritos. La mayoría de los estudios accesibles han
aparecido desde 1970 y tratan de condiciones contemporáneas. Datos
de investigaciones históricas sobre sistemas de riego serían una
adición valiosa a este estudio, pero como tal investigación es muy
costosa y tardada, pocos lo han hecho (el estudio de Glick sobre
Valencia [1970] es el mejor ejemplo; y los otros poquísimos estudios
incluyen a Kelly [1982], Stone [1984], y Ludden [1985]).
La variable de tamaño
El largo del canal principal y el largo total de los canales del sistema
serían medidas muy instructivas, de tenerlas. Cuando menos, una
relación entre la extensión del sistema y el largo de los canales nos
diría algo sobre la carga probable de mantenimiento9. Para mi no está
claro que el largo de un sistema de canales va a correlacionarse con
una variación en la estructura administrativa, aunque podría ser. Pero
los largos de los sistemas de canales sólo muy raramente están
reportados en la bibliografía secundaria, y por lo tanto el concepto, no
importa cuan interesante, no puede ser convertido en una variable útil.
Para medir el tamaño de un sistema de riego, aún más útil que los
anteriores datos, sería la relación entre el número de compuertas de
canal y la extensión del sistema en su conjunto. Esto sería
significativo, ya que identificaría la cantidad de puntos de decisión en
el sistema (cada compuerta debe ser operada; y cuantas más
operaciones de compuerta, más decisiones tomadas) y muy bien
podría servir como un índice de la densidad administrativa. Sin
embargo estos datos raramente se tienen.
RESULTADOS
Sistemas de riego 63
DISCUSIÓN
CONCLUSIONES
NOTAS
1
Varias asociaciones han dado apoyo para varias partes de este estudio. El American
Council of Learned Societies me dio un fellowship en 1975-1976; y dos sabáticos de
Brandeis han sido particularmente útiles. Agradezco a Arjun Appadurai, Sandra
Barnes, y especialmente a Robert Netting su ayuda editorial y substantiva. Irene
Winter ha sido, como de costumbre, de gran asistencia.
70 Aventuras con el agua
2
Esta cantidad de sistemas es un tanteo informado [an educated guess]. Se sabe
actualmente que México tiene unos quince mil sistemas de riego discretos, regando
unas 5.0 x 106 hectáreas (DGDUR, 1982). Muchas naciones tienen un gran número
de sistemas de riego, incluyendo Japón, Filipinas, Indonesia, India, China, Rusia,
España, Francia, Italia, los Estados Unidos, Colombia y Perú. Algunas de estas
naciones tienen sistemas grandes, pero todas tienen un gran número de pequeños
sistemas. Si cada una de estas naciones tiene alrededor de 2,000 sistemas, lo que
parece conservador, entonces una cantidad de unos cien mil sistemas para el mundo
en su totalidad parece razonable. La cantidad de hectáreas regadas en el mundo
contemporáneo se conoce con considerablemente menos incertidumbre que la
cantidad de sistemas de riego (Highsmith, 1965).
3
Hay algunos problemas con esta definición. Algunos sistemas tienen más de una
compuerta de toma, como el sistema de los 12-Go en Japón (Beardsley, Hall y
Ward, 1959). Se desconoce cómo esta situación afecta la definición. Otro problema
potencial es que los sistemas de riego, tal y como se definen aquí, deben estar
claramente aislados unos de otros. Sin embargo, en muchas partes del mundo,
grandes áreas de tierras regadas son abastecidas por muchos sistemas de riego. La
costa irrigada de Valencia, por ejemplo, tiene 120 kilómetros continuos de riego,
con muchos sistemas pequeños cubriendo el territorio. Una pregunta de interés es si
lo que pasa en las fronteras de estos sistemas modifica la definición de sistema
presentada aquí.
4
Uno de los sentidos de autoridad centralizada es si existe o no una estructura
administrativa. Esto se conceptualiza mejor como la presencia o ausencia de
autoridad constituida. Como se indicó más arriba, otro de los sentidos es que la
estructura administrativa interna es densa, o altamente organizada, etc (la dimensión
de Kelly de centralización). Esta segunda dimensión no ha sido sistemáticamente
estudiada.
5
En el artículo publicado con Eva Hunt en 1976, discutí que San Juan y Pul Eliya
tenían sistemas centralizados de riego, ya que las élites locales estaban en control del
riego y estaban conectadas estrechamente con el Estado. Actualmente creo que esto
es un error.
6
El nombre para este rol principal no es muy bueno, pero no se ha encontrado uno
mejor. El nombre que escogí nos da el sentido: 1) que el cargo tiene que ver con la
ejecución de tareas, 2) que es el cargo ejecutivo más alto, y 3) que es un cargo.
7
La normatividad [policy] siempre está relacionada con sistemas de riego
unificados. El cuerpo que se ocupa de hacer las normas es frecuentemente también
la fuente de autoridad del ejecutivo en jefe. Este cuerpo puede o no delegar algunas
Sistemas de riego 71
o todas las decisiones a hacerse a algún subgrupo más pequeño. Muchos de los
sistemas “nativos” [“indigenous”] más pequeños hacen decisiones basadas en la
“tradición”, que es usualmente una decisión de normatividad efectuada en el pasado
y a la que se le ha dado un status casi incambiable. Poco se ha publicado sobre los
cuerpos que hacen las normas o cómo se hacen las normas. (Una excepción es
Valencia, donde se ha dado gran atención a la Corte de Agua [véase Fairen Guillen,
1975]). La mayor parte de la bibliografía trata con cómo se lleva a cabo la
normatividad, no cómo se hace la normatividad
8
Otro posible valor para esta variable es la cédula provincial. En la India, por
ejemplo, la autoridad administrativa sobre muchos sistemas de riego por canales está
investida en el gobierno (llamado Estado) provincial, no en el gobierno nacional.
Estos no son el Estado, pero tienen muchas funciones de tipo estatal. Si la pregunta
es si los agricultores o una autoridad política externa tienen la cédula del sistema,
entonces claramente las provincias (Estados) de la India lo hacen y no los usuarios
del sistema. Puede discutirse si los delegados gubernamentales delegan la autoridad
a las provincias vía la constitución. Exactamente cómo esta situación deba medirse,
aún no lo tengo claro.
9
Sería mejor, está claro, medir la carga de mantenimiento directamente, y un
problema mayor con los estudios de riego por canales es que la cantidad de trabajo
de mantenimiento requerido y llevado a cabo raramente se indican.
10
Esperaría que el tamaño mínimo para sistemas con una cédula del gobierno
nacional decreciese. No esperaría encontrar sistemas substancialmente más grandes
con cédula de comunidad de regantes.
72 Aventuras con el agua
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76 Aventuras con el agua
I. INTRODUCCIÓN
Antecedentes
Las instituciones de regadío y, más específicamente, la relación entre
el regadío y la autoridad política general, han atraído desde hace
mucho la atención de científicos sociales e historiadores. Hace más de
un siglo Marx sugirió que las aparentes peculiaridades de la sociedad
Oriental, que ya habían llamado la atención de economistas clásicos
como Mill, podrían tener que ver con los requerimientos técnicos y
organizativos del control del agua1. También Weber postuló una
conexión similar entre la necesidad de regadío y el importante papel
de la burocracia en el antiguo Egipto, Asia occidental, India y China2.
Esta línea de argumentación fue elaborada por Wittfogel (1957)3 en
una teoría general sobre la tendencia inherente de las sociedades
hidráulicas a convertirse en estados centralizados y despóticos.
Los antropólogos sociales, interesados en explorar las regularidades
culturales y los factores subyacentes a tales regularidades fueron
naturalmente atraídos por esta hipótesis (ver Steward, 1955), dado
que, en un período en que “los historiadores de la cultura estaban
1
Edición original: 1985 “Water control Institutions and Agriculture: A Comparative
Perspective” Indian Economic Review, vol. XX, num. 1, pp. 26-83 y re-editado en
A. Vaidyanathan 1999 Water Resource Management: Institutions and Irrigation
Development in India, Oxford University Press. Traducción de J. Palerm (corregida
por R. Melville). Agradecemos el apoyo el Nitish Jha, como del propio autor, para la
comprensión de expresiones propias de la India. También señalamos una precisión y
mejora de las referencias bibliográficas, aunque todavía quedaron algunas
referencias a autores sin precisión del texto.
80 Aventuras con el agua
que puede involucrar otras funciones de control afuera o por arriba del
simple control del agua. En un caso la autoridad se ejerce sobre los
derechos a la toma de decisiones en términos, exclusivamente, de las
necesidades sociales y técnicas del sistema de riego per se. En el otro
caso la autoridad se ejerce sobre el agua como uno de los aspectos de
un complejo rol político o de una maquinaria política multi-
funcional.” (Hunt y Hunt, 1976: 132).
Este punto también lo enfatiza Kelly, quien además enfoca la
necesidad de mayor claridad en el concepto mismo de “organización
del regadío”. El regadío, señala, tiene varias fases (señaladamente: el
control de la fuente de agua, la entrega del agua, la aplicación de agua
a los cultivos y el drenaje), cada uno de los cuales involucra una serie
de funciones específicas (señaladamente: construcción de obra
hidráulica, operación y mantenimiento, distribución del agua y
resolución de conflicto). En vista de lo anterior es inapropiado, y
ciertamente engañoso, hablar de “organización del regadío” como si
fuese una sola entidad encargada de todas las fases y funciones; más
bien debe ser vista en términos de arreglos para llevar a cabo las
diversas funciones en cada una de las fases del regadío y del control
del agua (Kelly, 1982: 14, 20).
Además, como ya se mencionó, la mayoría de los estudios
mencionados ven a las instituciones para el control del agua
principalmente en términos de su relación con la autoridad política
general. Aunque documentan las grandes variaciones en las
estructuras internas y procesos de estas instituciones (diferenciados
por su forma externa), casi no hay intentos de examinar el significado
de estas variaciones o de sus causas. Se reconoce, evidentemente, que
las instituciones para el control del agua deben ser vistas en relación
con las condiciones agro-climáticas, la tecnología del control del agua
y la agricultura, la tenencia de la tierra y otros factores que definen el
contexto en que estas instituciones funcionan y que hasta cierto punto
condicionan sus características4. Sin embargo, aunque la mayoría de
los estudios dan alguna información sobre las condicione físicas y
tecnológicas del área de estudio, no siempre muestran las relaciones
entre ellas y la estructura y funcionamiento de las instituciones de
82 Aventuras con el agua
límites dentro de los cuales esta última puede ser manipulada); la red
de distribución y las estructuras de control (que determinan si el agua
puede llegar a todas las parcelas y qué tan efectivamente y en qué
medida puede regularse la oportunidad y la cantidad de suministro a
cada parcela); la calidad de la preparación del terreno y las técnicas de
aplicación de agua (ambas afectan la “eficiencia de riego”, es decir, la
proporción del agua que aporta la fuente que está efectivamente
accesible en la zona radicular de las plantas).
Dentro de los límites impuestos por las características físicas de la
fuente de agua y el diseño ingenieril del sistema, la forma de organizar
y administrar la distribución del agua puede representar una diferencia
considerable en la efectividad con que se regulan los patrones de
cultivo y la entrega de agua. Por ello los arreglos instituciones para
operar los sistemas de riego --es decir, las reglas, los procedimientos,
los mecanismos para hacer cumplir10 y el personal-- tienen
implicaciones importantes sobre los resultados finales. Es esencial
reconocer, no obstante, que la organización de la administración del
agua y la forma en que funciona están condicionadas por, y también
condicionan a, el contexto natural y socioeconómico en que opera. En
la discusión subsecuente haremos mayor énfasis en estas inter-
relaciones.
III. LA CONSTRUCCIÓN DE LA INFRAESTRUCTURA PARA EL
CONTROL DEL AGUA
La construcción de la infraestructura para el control del agua tiene
varias fases distintivas, desde controlar y aprovechar una fuente de
agua, pasando por la construcción de la red de distribución/drenaje
que llega al nivel de parcela, hasta la preparación del terreno para un
riego eficiente. Los aspectos institucionales se refieren a la ubicación,
en cada fase, de la responsabilidad de planear, diseñar y construir la
infraestructura, y de movilizar los recursos necesarios y resolver los
conflictos que surjan en el camino. De particular interés en relación a
lo anterior son los roles relativos del Estado, de las instituciones
locales y del esfuerzo privado en cada una de estas actividades y los
factores que determinan la mezcla particular de roles en distintas
situaciones.
90 Aventuras con el agua
Figura núm. 1
Gráfica 1 A
Precipitación/Evapotranspiración
Evapotranspiración Precipitación
Instituciones de control del agua 101
Gráfica 1 B
Precipitación/Evapotranspiración
Evapotranspiración Precipitación
general son decididos por los departamentos de riego del Estado que
formulan reglamentos detallados en la forma de estatutos, reglas y
manuales de operación para orientar a los administradores de sistemas
individuales. Este patrón ha sido adoptado aún en áreas con una
tradición previa de regadío y con instituciones locales para su
administración. Estas últimas, cuando persisten, se ocupan de asuntos
esencialmente locales y ocasionalmente de promover intereses locales
(más agua o una mejor regulación de ella) ante la administración del
sistema pero nunca como una parte integral de ella. Así la
administración en los sistemas de canales de la India presenta un alto
grado de centralización en el sentido de que la autoridad para formular
e implementar las políticas y para resolver los conflictos esta investida
en una burocracia que rinde cuentas al Estado.
Por razones de claridad parece útil hacer una distinción entre dos
aspectos de la centralización en la administración del riego: Uno de
los aspectos puede llamarse “funcional” y el otro “político”. El
primero refleja las características técnicas del sistema que dicta el
locus de toma de decisión y la distribución de poderes de decisión
entre distintos niveles. Por ejemplo, un sistema que está enteramente
basado en canales alimentados por una sola fuente (digamos una obra
de derivación o un reservorio) requiere una coordinación centralizada
de la operación de los canales y de las tomas granja. Una vez que se
ha establecido el calendario para cada uno de los canales, la cantidad y
fechas de suministro de agua para cada toma granja es casi
inamovible. El órgano de administración a nivel de la toma granja
puede quejarse de que los usuarios de aguas arriba toman demasiada
agua o pueden intentar tomar más agua de la que les corresponde.
Pero en cualquier caso, el rango en que pueden manipular el
calendario o la cantidad de agua disponible es limitado. Su función
principal es distribuir el abasto disponible entre las distintas zonas del
área servida por esa toma granja. En contraste, un tracto regado por
canal que combina el almacenamiento principal con
almacenamientos/pozos diseminados por el área de comando, ofrece
la posibilidad de un mayor rango de manipulación de la cantidad,
calendario y distribución del agua en el nivel intermedio lo que
también significa que potencialmente el nivel administrativo
Instituciones de control del agua 117
se ve afectado. Hay casos, entre los cuales los Vel Vidanes de Sri
Lanka son un ejemplo excelente, donde la máxima autoridad estaba
formalmente investida en un funcionario respaldado por el Estado
pero que parece haber sido reclutado entre los pudientes, o ascendido
al rango de los pudientes.
En sistemas multi-comunitarios es menos probable que los grandes
terratenientes per se jueguen el rol de “árbitros de ultima instancia”
porque hay muchos más de ellos y los conflictos de intereses entre
ellos son probablemente mayores. Y donde las reformas agrarias han
logrado una distribución igualitaria de la tierra, como en el Japón,
China y Taiwan modernos, la tenencia de la tierra es mucho menos
importante. Confían más bien en reglas y procedimientos de
adjudicación y en encargar la implementación a personas reconocidas
por la comunidad como informados, hábiles y justos. Aún en estos
casos, hay necesidad de un claro locus de la autoridad para resolver
disputas que la organización no puede fácilmente manejar. En varios
sistemas, los funcionarios de mayor nivel son personas que imponen
respeto y que tienen influencia en la región por su riqueza o su
influencia política35. En el caso de China, una participación enérgica y
activa de los cuadros del Partido Comunista juega este mismo rol36.
Por otro lado, no se puede asumir que sólo porque la autoridad esté
centralizada e investida con amplios poderes, la autoridad central de
hecho es o pueda ser efectiva. Así, como veremos en el caso de los
sistemas de canales de la India la burocracia hidráulica no puede
ejercer su muy considerable autoridad formal dado que las reglas no
reflejan o no se derivan de metas en torno a las cuales estén
básicamente de acuerdo los usuarios y los administradores. Los
intentos por parte de la burocracia de hacer cumplir las reglas son
eludidos de muchas maneras.
Dado que hay tantas dimensiones de la organización de riego, es
difícil encontrar una clasificación que sea simple y al mismo tiempo
significativa. En cualquier caso, la forma de organización nos dice
relativamente poco de cómo de hecho funcionan y se adaptan a las
circunstancias cambiantes. Estas preguntas pueden examinarse mejor
en relación a la forma en que se llevan a cabo, en situaciones
Instituciones de control del agua 119
sola aldea o una parte de una aldea (como el tanque de agua de Sri
Lanka descrito por Leach, 1961) hasta sistemas de tamaño moderado
como los de Bali y Japón. Incluyen el regadío basado en estanques de
almacenamiento, derivación de la corriente del río, o una combinación
de ambas. La mayoría de ellos se utilizan esencialmente para el
cultivo de arroz de inundación, que es la característica dominante de
los sistemas de riego de la mayoría del sureste y este de Asia, y de
sistemas tradicionales del sur de la India y Sri Lanka. Son
generalmente sistemas relativamente antiguos (algunos de ellos tienen
varios siglos). Sus prácticas de administración actual son el resultado
de procesos de adaptación a cambios en la tenencia de la tierra, los
precios, la tecnología y el sistema en sí.
El problema de distribución del agua como hemos visto, consiste en
delimitar el área que será regada y en decidir la cantidad de agua que
se entregará a cada uno de los distintos segmentos del área con
derechos de riego. Los límites del área de servicio están más o menos
bien definidos (en parte por la topografía y en parte por la cantidad de
agua disponible) pero hay variaciones: El área que puede ser
efectivamente regada en una estación dada depende del abasto
disponible en el estanque o en el río. Adicionalmente, el área que se
quiere regar así como el abasto de agua puede mostrar una
modificación secular: el área de servicio puede ser ampliada (debido a
un aumento en la presión demográfica o como resultado de políticas)
y la disponibilidad efectiva de agua puede mejorarse (mediante la
ampliación y/o mejoramiento del sistema) o empeorarse (debido a la
un mantenimiento deficiente, daños por guerras o eventos naturales y,
posiblemente, por cambios climáticos de larga duración).
La extensión del área a cultivarse así como las fechas de inicio del
riego en una estación en particular al parecer son decididas por la
comunidad de riego según el agua disponible y la precipitación al
inicio de la estación. Cuando el total del área de servicio no puede ser
regada, hay un problema en decidir cómo se distribuirá la reducción.
Las bases parecen variar mucho: Algunos sistemas han llegado a
arreglos elaborados e ingeniosos para lograr un reparto equitativo de
la reducción entre todos los usuarios: Por ejemplo en el caso del
128 Aventuras con el agua
los canales violando las reglas. A veces con la anuencia del personal, a
veces por su negligencia y ocasionalmente a pesar de sus esfuerzos de
hacer cumplir las normas. Aparte de la ubicación de los canales (los
canales aguas arriba pueden infringir las normas con mayor facilidad
que los de aguas abajo), la habilidad de un grupo para influenciar al
personal través del convencimiento, por “propinas” o por presión
política es bastante importante.
Sabemos aún menos acerca de cómo se administra la distribución a
partir de la toma granja. Un sistema de rotación acorde al área bajo
cultivo a ser administrado por los mismos usuarios, pero con respaldo
legislativo y administrativo, se introdujo en el Norte de la India a fines
del siglo XIX y, al parecer, se ha convertido en una práctica
generalizada en todos los sistemas. En otras partes del país se ha
adoptado con lentitud. Los canales parcelarios no se han construido, y
la distribución más allá de las toma granja parece anárquica. En la
pasada década [1970] se realizó un esfuerzo explícito, como parte de
los Programas de Desarrollo del Área de Comando, para mejorar el
sistema de distribución parcelario tanto en sus aspectos físicos como
organizativos. La introducción de un sistema de rotación en el área de
comando de cada toma granja está recibiendo atención seria en todo
el país. Esta ha sido principalmente una iniciativa del Estado aunque
también se han reportado esfuerzos más espontáneos de comunidades
(Hashim Ali, 1980; Jayaraman, 1981; Singh, 1983). Se ha sugerido
que la distribución en este nivel está sesgada a favor a los
terratenientes más grandes y poderosos66. Sin embargo un estudio
detallado de una toma granja en el sistema Bhakra (VanderVelde,
1970) sugiere que cuando el agua disponible en una toma granja es
inadecuada en relación a su área de comando, el racionamiento se
produce esencialmente en función de la ubicación de las parcelas.
Aquellas más cercanas a la toma granja obtienen más agua y más
segura que aquellas en la cola. Sin embargo el estado presente de
conocimiento sobre la administración de la distribución y los
conflictos a nivel parcelario es demasiado rudimentario para permitir
generalizaciones.
140 Aventuras con el agua
áreas sin una tradición de riego, son administrados por una burocracia
altamente centralizada, con poco o nula participación, no digamos
control, de los usuarios.
Un rasgo distintivo de la administración tanto comunitaria como del
Estado de sistemas de aguas superficiales es que dependen del
racionamiento físico del suministro en lugar de mecanismos de
mercado o de precios para regular la distribución del agua entre
usuarios y usos. Los mecanismos del mercado, cuando menos en Asia,
prácticamente no existen en los sistemas de aguas superficiales. Los
precios fijados por vía administrativa son comunes, pero se combinan
invariablemente con normas sobre los patrones de cultivo y la entrega
de agua. Sistemas pequeños, relativamente antiguos, tienen normas
sobre la distribución del agua tanto en períodos normales como en
períodos de escasez. En los sistemas nuevos, particularmente aquellos
construidos por el Estado, la distribución postulada en el diseño del
proyecto puede no resultar aceptable para todos los segmentos de
usuarios y frecuentemente se modifica cuando el sistema empieza a
operar.
Los conflictos sobre la distribución del agua son inevitables aun
cuando los reglamentos son claros. Los sistemas usualmente tienen
algunos principios para guiar la distribución en situación de escasez
respaldados por el personal y las sanciones. Las modalidades, sin
embargo varían: Hay muchos ejemplos de procedimientos de rotación
que pretenden una distribución equitativa a través de toda el área de
comando tanto del área con cultivos de riego como de la cantidad de
agua suministrada. Hay también, por otra parte, varios casos donde se
reconoce explícitamente el derecho al acceso diferencial al agua. Aun
cuando ello no se reconozca, la ubicación de la parcela es en la
práctica un factor importante --aquellos más cerca de la obra de toma
tienen una ventaja inherente por su ubicación en comparación con
aquellos situados aguas abajo. Los conflictos no siempre los puede
resolver satisfactoriamente la organización de riego, a menos que su
administración sea lo suficientemente “poderosa” como para hacer
cumplir las sanciones por su propia cuenta o con el apoyo de otros
centros de autoridad. Ahí donde el conflicto potencial es mayor --y
144 Aventuras con el agua
Esta posición puede ser trastocada por varias razones: Otros grupos
pueden comenzar a utilizar el mismo recurso (mediante la extensión
de los canales existentes o mediante nuevas tomas del río)
conduciendo tarde o temprano a la escasez y al conflicto. Desatender
el mantenimiento de la infraestructura del sistema puede reducir el
abasto efectivo y agravar los conflictos. La expansión del mercado
para los cultivos, la introducción de nuevas especies y variedades de
cultivos, la mejora de las técnicas de cultivo (incluyendo nuevas
técnicas de riego), un cambio en los precios de los cultivos en relación
a los insumos --todos ellos de manera individual o colectiva aumentan
los ingresos potenciales de la agricultura de riego. Cambios en la
tenencia de la tierra y en los impuestos pueden alterar los ingresos que
el cultivador directo recibe de la agricultura de riego. Si no hay
cambios en el sistema o en los procedimientos de distribución, estos
cambios, en tanto que los ingresos potenciales aumentan, pueden
agravar los conflictos sobre la distribución.
Podría parecer natural que cuando los conflictos sobre el agua
aumentan en un dado sistema, como resultado de una sobre-extensión
del comando relativo al abasto o porque el agua se vuelve más valiosa,
se harán intentos para modificar los procedimientos operativos y para
efectuar modificaciones menores en la infraestructura física con vistas
a reducir el desperdicio y facilitar un reparto más equitativo del abasto
disponible. Pero este proceso tiene límites definidos más allá de los
cuales las mejorías en la eficiencia técnica del riego y en la regulación
del volumen y oportunidad del riego requieren de modificaciones
mayores al diseño del sistema (que involucran obras tales como
integración de bocatomas, aumento del abasto de agua mediante la
construcción de nuevos almacenamientos y/o el uso de agua
subterránea) o la introducción de mejoras (tales como compactación
de parcelas, nivelación, mejores técnicas de aplicación del riego).
Todos ellos requieren de nuevas inversiones. La disposición de los
beneficiarios a realizar estas inversiones o contribuir a su costo
dependerá tanto de la productividad global de estas inversiones en
relación a los costos, así como de la percepción de cómo los cambios
en el sistema y en sus reglas de operación van a afectar a sus intereses
individuales.
146 Aventuras con el agua
NOTAS
1
Marx sugirió que “el clima y las condiciones territoriales” hicieron del riego
artificial por canales y de las obras hidráulicas la base de la agricultura Oriental. Y
“esta necesidad primaria de un uso económico y común del agua, que en occidente
condujo a las empresas privadas hacia asociaciones voluntarias, tal y como en
Flandes e Italia, necesitó en oriente donde la civilización era demasiado baja y la
amplitud territorial demasiado vasta para que hubiese lugar a las asociaciones
voluntarias, la interferencia del poder centralizador del Gobierno.” (Marx 1853
citado en Wittfogel, 1957 y Chi, 1936). En relación a China, Chi interpreta el
comentario de “el bajo nivel de la civilización en oriente” en términos de la
tendencia de la “burocracia terrateniente” gobernante a evitar el crecimiento del
capital comercial declarando “a todas las empresas redituables monopolios del
Estado y absorbiendo a la clase embrionaria mercantil en sus filas si consideraban
que era peligroso hacer caso omiso de ella”. (Chi, 1936:71).
2
Weber argumentó que “...en la evolución cultural de Egipto, el oeste de Asia, India
y China la cuestión del regadío era crucial. La cuestión del agua condicionó la
existencia de la burocracia, el servicio obligatorio (corvé) de las clases dependientes,
y la subordinación de los súbditos al funcionamiento de la burocracia del Rey.”
(Weber, 1926 citado en Chi, 1936:73).
3
Sus ideas están desarrolladas en una serie de trabajos, el primero de los cuales data
de 1926 y culminaron en un libro titulado Despotismo oriental. Estudio comparativo
de poder total (1957). Este volumen contiene un resumen de la evolución de las
ideas de Wittfogel sobre el tema así como sus antecedentes.
4
Leach (1961) formuló así esta perspectiva: El contexto material de las sociedades
“... no es meramente un pasivo telón de fondo de la vida social; el contexto mismo
es un producto social y está él mismo estructurado; la gente que vive en él debe
someterse a un rango amplio de reglas y limitaciones sólo por vivir ahí. Todo
148 Aventuras con el agua
22
A principios de la década de 1970, había unos 10,000 Distritos de Mejoramiento
de Tierras que regaban 1.4 millones de ha. Un DMT promedio cubre unas 150 ha.
Aproximadamente un tercio de los DMT tienen menos de 50 ha.; solo 2 % atendían
más de 3,000 ha. Únicamente había 17 sistemas que atendían a más de 10,000 ha.
(Takeuchi, 1979: 87).
23
En fechas de la Independencia la mayoría del riego por canales en la llanura del
Indo-Ganges consistía en obras de derivación. Entre las más importantes el canal
Sirhind (0.6 millones de ha.), Upper Bari doab (0.33 millones de ha.), el canal Son
(0.35 millones de ha.), los canales Jamuna (0.68 millones de ha.) y el canal del
Upper Ganga (0.7 millones de ha.) (Rao, 1979: 241). Debe notarse sin embargo que
el nivel global de desarrollo del regadío era bajo y la mayor parte del área regada
dependía de pequeñas obras y pozos. Ver Sengupta (1980) para una descripción de
algunos de los sistemas locales en el sur de Bihar, y Whitcombe (1972) para una
descripción de su papel en Uttar Pradesh.
24
El más grande es el reservorio de Bhakra Nangal (capacidad 7.4 mil millones de
metros cúbicos). Desde 1979, la capacidad total de almacenamiento de las cuencas
del Indus y Ganges (incluyendo los reservorios multi-propósito) se estima en 48 mil
millones de metros cúbicos que corresponden a casi un tercio del almacenamiento
total de todos los reservorios del país (147 mil millones de metros cúbicos).
Prácticamente todos los reservorios en la cuenca Ingo-Ganges fueron construidas a
partir de la Independencia (Rao, 1979: 239-240).
25
Se estima que casi la mitad del área regada en la cuenca del Ganges (8.9 millones
de un total de 19.5 millones de ha.) y como dos quintos de la cuenca del Indus (2.4
millones de ha. de un total de 6.3 millones de ha.) están abastecidas por aguas
subterráneas. Más de la mitad del área regada por fuentes subterráneas depende de
pozos profundos que es un fenómeno enteramente de la post-Independencia (Rao,
1979:59).
26
Hay un estimado de 127,000 tanques en el área que corresponde a los actuales
estados de Andhra Pradesh, Karnataka y Tamil Nadu que riegan un estimado de 1
millón de ha. (GOI, COPP, 1959). Aparte de la topografía, el hecho de que estos
tractos tienen un patrón de precipitación marcado por dos picos estacionales (uno
durante mayo-julio y el otro en octubre-diciembre) es un factor importante que
facilita el riego por tanques. Para un estudio detallado de riego por tanques ver
Vaidyanathan (2001).
27
En las cuencas de los ríos del sur de la India (Godavari, Krishna, Cauvery y
Pennar) sólo 25% del área de riego está abastecida por esta fuente y aún aquí en su
mayor parte por pozos poco profundos. Del área abastecida por aguas superficiales,
más de un quinto está regada por tanques; la proporción comparable del resto del
país es 10 % (Rao, 1979).
Instituciones de control del agua 151
28
Obviamente hay una gran variación en los patrones climáticos en el este de Asia.
Pero nuestro interés es centrarnos en las grandes diferencias entre el este y sur de
Asia. Estas diferencias nos parecen muy llamativas y tienen injerencia en la
naturaleza del problema de control del agua.
29
N. del T.: En inglés consolidation of holdings, se refiere al hecho de actuar sobre
una situación de dispersión de las parcelas de un mismo propietario, para reunirlas
en una sola parcela de mayor tamaño.
30
Para una discusión general de las funciones de las organizaciones de riego y el
marco conceptual apropiado para estudiar su estructura y funcionamiento, véase
Maass y Anderson (1978, Cap. 1), Coward Jr (1980, Cap. 1), Chambers (1977).
31
En el Japón 10 % del área regada se reporta que está bajo administración
individual (Takeuchi, 1979: 87). Estos sistemas presumiblemente son también
propiedad de individuos. En la India un reconocimiento realizado en la década de
1950 reportó que el 30 % de los tanques eran propiedad privada, la mayoría de las
veces en forma de co-propiedad (GOI, PEO, 1961).
32
Ver Sasaki (1959).
33
Para más detalles, ver Vaidyanathan (1984: 30-56).
34
Para una descripción general de la estructura organizativa, ver Framji y Mahajan
(1969) y Govt. of Andhra Pradesh (1982: 78-87); GOI, PEO (1965) da alguna idea,
aunque esquemática, de la organización administrativa para proyectos
seleccionados.
35
Para una discusión de la relación entre usuarios y autoridad del agua en sistemas
comunitarios, ver Coward Jr (1980: 25-27). Para una descripción de las
características de los “administradores”, ver Potter (1976), Beardsley et al. (1959) y
Lewis (1971).
36
Para mayores detalles, ver Vaidyanathan (1984).
37
Para descripciones sobre la operación del mantenimiento en situaciones concretas,
ver Potter (1976), Myers (1975), Kelly (1982), Nickum (ed.) (1981), Lewis (1971),
Bacadayan (1973).
38
Para una discusión del rol cambiante de los terratenientes [que dan en arriendo sus
tierras] en el contexto del Japón, ver Hatate (1978).
39
Ver, en este contexto, Leach (1961), Roberts (1967).
40
Esto es evidente a partir de los datos y observaciones que se presentan en GOI,
COPP (1959, 1960) y GOI, PEO (1961, 1965).
41
Esta práctica se reporta en el canal 12-Go del Japón, en los subak de Bali así como
para algunos sistemas de Filipinas.
152 Aventuras con el agua
42
Para más detalles sobre China, ver Nickum (1981), UN, ESCAP (1979),
Vaidyanathan (1984).
43
Sin embargo, estudios subsecuentes sugieren que la participación comunitaria en
la administración de los tanques, cuando menos en el sur de la India, es más
importante de lo que se había supuesto. Ver Vaidyanathan (2001).
44
Para un relato más detallado, ver GOI, PEO (1961: 98).
45
Ver, por ejemplo, GOI, PEO (1965); las ponencias presentadas en 1980 en el All
India Workshop on Warabandhi con sede en el Administrative Staff College,
Hyderabad en 1980; y Singh (ed.) (1983). El problema también se discute en
términos más generales en GOI (1972) y Govt. of Andhra Pradesh (1982).
46
Para una discusión de la complejidad ver Minhas et al. (1974).
47
Se han realizado una serie de intentos para modelar el óptimo de las asignaciones
de agua en el contexto de la India. Ver, por ejemplo, Minhas et al. (1974) y GOI
(1970).
48
Estudios similares están disponibles para otras partes del mundo por ejemplo
Glick (1970), Hunt y Hunt (1974) y Maass y Anderson (1978). No hemos intentado
introducirlos en nuestra discusión en gran medida porque se refieren a un medio
agro-climático, tecnológico y socio-económico totalmente distinto al de Asia. El
dominio del arroz de inundación y la agricultura a pequeña escala son dos elementos
distintivos que las comunidades de riego de Asia comparten, y que las diferencia de
aquellas de Europa y América.
49
Para información basada en investigación más reciente sobre este aspecto, ver
Vaidyanathan (2001).
50
La tradición de derechos de agua desiguales está bien documentada en el caso de
los sistemas de Japón y Taiwan. Ver Beardsley et al. (1959), Hatate (1981), Shimpo
(1976), VanderMeer (1968). Instancias similares se han reportado en la India, ver
Jayaraman (1981), GOI, PEO (1961).
51
Para descripciones de estas estructuras, ver Leach (1961), Kelly (1982) y
Beardsley et al. (1959). A pesar del ingenio de estas estructuras no siempre están
sustentadas en un cálculo preciso. En términos de los estándares modernos son
bastante rudimentarias. Muchas de ellas fueron colocadas hace mucho, y
actualmente poca gente puede recordar las bases sobre las que se diseñaron. Y no
obstante los usuarios las consideran como sumamente importantes.
52
Ver VanderMeer (1968) y Pasternak (1972) para una descripción de dos de estos
sistemas en Taiwan.
53
Procedimientos similares se reportan en sistemas tradicionales del Sur de Bihar
(Sengupta, 1980), y de Maharashtra (Kulkarni y Lele, 1980).
Instituciones de control del agua 153
54
Por ejemplo el proyecto Nan Hung de Taiwan, antes de la modernización, cuando
todas las partes del área de comando no podían tener agua para encharcar y
transplantar al mismo tiempo, el período de plantación se extendía hasta por 8
semanas y el de transplante hasta por 4 semanas. La cosecha sin embargo se
realizaba en la mismas fechas (Junio) (VanderMeer, 1968). Ello implica que parte
del ajuste se tenía que realizar mediante la selección de variedades y/o aceptando
variaciones considerables en los rendimientos entre la cabeza y la cola del sistema.
Para Bali, ver Geertz (1967) para una descripción detallada.
55
Para ejemplos concretos, ver Myers (1975), Pasternak (1972), Bacadayan (1973).
56
Ver Nickum (1981: Lectura 5) para una descripción de la complejidad y
sofisticación de la calendarización flexible en un sistema de reservorios múltiples.
57
En relación a esto se puede mencionar una interesante costumbre para los tanques
del sur de la India (Chambers, 1977) donde la responsabilidad de operar la
compuerta y de la distribución del agua de los tanques de la aldea se confía a un
miembro de un casta “intocable”: dado que no tiene tierra y tiene un estatus muy
bajo no puede aspirar a usar su puesto para actuar arbitrariamente. Se dice que una
costumbre similar existió en partes del Japón.
58
Kelly (1982: 365-367) discute las razones por las cuales a pesar de la organización
poco estructurada del sistema del río Aka dicha organización no se desplomó,
sugiere que los siguientes factores de contrapeso tendieron a limitar el conflicto
entre los usuarios del agua y evitar que las diputas deteriorasen en una destrucción:
(1) Las relaciones de riego eran tales que “las líneas divisorias de intereses comunes
y en conflicto creaban patrones situacionales complejos de cooperación y conflicto”;
(2) los conflictos probablemente estaban mitigados por la disyunción de la tenencia
de la tierra y el riego, es decir la distribución de los cultivadores y los propietarios
de tierras a lo largo del canal; (3) la “promoción de la expansión territorial del arroz
de inundación a través de concesiones especiales en la agrimensura y registro creó
grandes disparidades en las cargas fiscales, los menos medidos, con menor carga de
impuestos situados aguas abajo no reclamaron con demasiada energía la escasez de
agua”; (4) “había un traslape entre conflictos de riego y unidades administrativas”
Los conflictos aumentaron cuando aumentó la disonancia entre tenencia de la tierra,
cultivo y residencia.
59
Para darse una idea de los cambios en aldeas particulares, ver Mizushimi y Nara
(1982), y Guhan y Mencher (1982), Vaidyanathan y Janakarajan (1990).
60
La siguiente descripción está basada en Kathpalia (1980). Ver también Govt. of
Andhra Pradesh (1982). Trabajos más recientes sobre este aspecto puede verse en
Vaidyanathan y Janakarajan (1990), Rajagopal (1991), Wade (1981, 1982).
61
Esto generalmente se conoce como “localización” y pretende garantizar la
distribución “equitativa” de los beneficios de cultivos intensivos en agua,
154 Aventuras con el agua
especialmente entre aguas arriba y aguas abajo. Para una descripción detallada del
sistema y su funcionamiento ver por ejemplo, GOI, PEO (1965); Govt. of Andhra
Pradesh (1982:53-65) y Govt. of Maharashtra (1962).
62
Hay numerosos ejemplos. Ver Pant (1981), GOI, PEO (1965), Govt. of Andhra
Pradesh (1982).
63
La divergencia entre el patrón de cultivos planeado y el real, y entre las
“localizaciones” planeadas y la distribución real de los cultivos intensivos en agua
en el área de comando es un fenómeno común. Por ejemplo GOI, PEO (1965),
Wade (1978), Hashim Ali (1980), Govt. of Andhra Pradesh (1982).
64
La dificultad para hacer cumplir con los patrones de cultivo y con la localización
que se propuso en el proyecto está ilustrada por la experiencia del proyecto de
Lower Bhavani en Tamilnadu. Ver GOI, PEO (1965: 207).
65
Hay razones para pensar que esta impresión es errónea. Hay casos reportados
donde los usuarios que no consiguieron suficiente agua se asociaron y trataron de
persuadir con un desembolso considerable a los funcionarios del canal de que les
suministrara más agua; o de distribuir entre ellos el agua disponible de una manera
justa. Cuando no conseguían nada de agua frecuentemente su opción era realizar
movilizaciones para que les retiraran el pago por el servicio del agua de riego y los
impuestos por mejoras. (Wade, 1980 y Hashim Ali, 1980). Wade (1978, 1980)
reporta un caso de Andhra Pradesh donde por iniciativa de un administrador del
sistema se introdujo de manera exitosa la rotación del riego entre distintas partes del
comando, permitiendo una más amplia distribución del abasto disponible y
aparentemente sin una reducción significativa en los rendimientos. En otro caso se
restringió el cultivo de arroz de inundación en secciones no autorizadas. Estos casos
son interesantes por dos razones: Muestran que el experimento funcionó a pesar de
las fuertes protestas y la resistencia de los usuarios de aguas arriba, debido a que los
administradores del sistema no sólo mostraron una iniciativa fuera de lo común, sino
también porque estaban dispuestos y tuvieron capacidad de reclutar a los poderes del
estado para superar la resistencia. Sobre el asunto de los usuarios de la cola, ver Hart
(1978), y Pant (1981). Ramanathan, en su avance de investigación para tesis
doctoral, ha documentado para el sistema Tambrapani el éxito de los de aguas abajo
para asegurar un aumento significativo del abasto de agua mediante una
combinación de presión política y de persuadir a la burocracia.
66
En este contexto la distinción entre la distribución desigual entre campos en
distintas ubicaciones y entre distintos usuarios es importante. En un sistema de
gravedad la ubicación física del campo tiene una injerencia importante sobre la
facilidad de acceso al abasto disponible. Parece poco probable que en sistemas que
cubren varias miles de hectáreas, los grandes agricultores en toda, o aun una gran
parte del área de comando se concentren en las ubicaciones más favorecidas de la
red de distribución. La probabilidad de que esto ocurra en el curso normal es muy
Instituciones de control del agua 155
bajo. Parece difícil manipular el diseño del sistema para que aun en el nivel de
distribución se favorezca sistemáticamente a los grandes propietarios. Es posible,
claro está, que después de que el sistema se haya construido los grandes propietarios
intercambien sus parcelas a través de la compra venta con el propósito explícito de
tener ubicaciones favorecidas: Esto sin embargo tiene que documentarse.
La importancia del tamaño de la tenencia de la tierra es probablemente mayor y
quizá decisiva para resolver cómo se compartirá el agua entre agricultores que se
abastecen de una misma toma. Esto es probablemente lo que Thorner tenía en
mente. Es significativo que a diferencia de los canales, donde la ubicación del
campo es más importante, en el caso de los pozos, el tamaño de la tenencia de la
tierra tiene una incidencia mucho mayor en el acceso al agua subterránea.
67
Ver, por ejemplo, las ponencias presentadas en el All India Workshop en
Warabandhi con sede en el Administrative Staff College, Hyderabad en 1980.
También Singh (ed.) (1983).
156 Aventuras con el agua
REFERENCIAS
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Instituciones de control del agua 159
Jacinta Palerm
1
Edición original: 1998 En V Congreso Latinoamericano de Sociología Rural.
164 Aventuras con el agua
ORGANIZACIONES MULTICOMUNITARIAS
NOTAS
172 Aventuras con el agua
1
Mi propia investiación de tesis, publicada en 1993, donde el tema central es
mostrar un caso donde no se cumple la predicción de polarización del campesinado.
2
Por ejemplo, Rosas 1991, González de la Rocha (1992).
3
Lenin (1899), Wolf (1957, 1966); Aguirre Beltrán (1973).
4
Millón, Hall y Díaz (1962) mencionan de pasada que “El sistema de riego del
Valle de Teotihuacán ha creado el potencial para la cohesión social que ha sido
parcialmente realizado a nivel de comunidad, menos a nivel del Valle. A nivel de
comunidad han sido llevados a cabo intentos cooperativos exitosos, cooperación que
se reporta está singularmente ausente en por lo menos algunas comunidades
campesinas mexicanas y otras que no practican riego a partir de arroyos.”
5
Gelles (1984).
6
Sobre la aplicación del modelo del modo asiático de producción a la región andina
y mesoamericana, ver Wittfogel (1957), Price (1971).
7
El carácter distintivo de la “comunidad” parece reconocerse en México y los
Andes, por ejemplo Gelles (1984: 20) indica “la mayor parte de las comunidades
andinas, sean hidráulicas o no, comparten el mismo sistema de gobierno local y las
mismas formas de ayuda mutua, incluyendo el trabajo comunal. Así podemos
constatar que, la faena y el sistema de autoridades en los Andes, al igual que en
México, no son “específicos” al manejo del agua, y más bien, son instituciones
generalizadas y características de las comunidades andinas tradicionales.”
8
El trabajo, probablemente, más conocido: Maine (1861).
9
Una crítica ácida a la posicón de los populistas en Lenin (1899).
10
Bloch (1931), White (1962), Palerm (1997).
11
Es particularmente interesante el trabajo de Ostrom (1990).
12
Por un lado los escritos de Marx sobre el modo asiático de producción (ver en
Wittfogel), y, por otro, los estudios de Maine sobre comunidades aldeanas en
Europa y la India.
13
En el caso del río Cuautla (Palerm, et al, 2000), parece que se aplica la propuesta
de Wade: Al parecer son las comunidades con mayor escasez de agua de riego,
Del individuo a la familia 173
situadas a la cola del sistema, las más organizadas en contraste con las comunidades
situadas a la cabeza del sistema.
14
Palerm (1995).
15
“The smallholding peasants form a vast mass, the members of which live in
similar conditions but without entering into manifold relations with one another.
Their mode of production isolates them from one another instead of bringing them
into mutual intercourse. The isolation is increased by France’s bad means of
communication and by the proverty of the peasants. Their field of production, the
smallholding, admits of no division of labour in its cultivation, no application of
science and, therefore, no diversity of development, no variety of talent, no wealth
of social relationshpis. Each individual peasant family is almost self-sufficient; it
itself directly produces the major part of its consumption and thus acquires its
means of life more through exchange with nature than in intercourse with society. A
smallholding, a peasant and his family; alongside them another smallholding,
another peasant and another family.. A few score of these make up a village, and a
few score of villages makes up a Department. In this way, the great mass of the
French nation is formed by simple addition of homologous magnitudes, much as
potatoes in a sack form a sack of potatoes. In so far as millions of families live
under economic conditions of existence that separete their mode of life, their
interests and their culture from those of the other classes, and put them in hostile
opposition to the latter, they form a class. In so far as there is merely a local
interconnection among these smallholding peasants, and the identity of their
interests begets no community, no national bond and no political organization
among them, they do not form a class. They are consequently incapable of enforcing
their class interest in their own name, whether through a parliament or through a
convention. They cannot represent themselves, they must be represented. Their
representative must at the same time appear as their master, as an authority over
them, as an unlimited governmental power that protects them against the other
classes and sends them rain and sunshine from above. The political influence of the
smallholding peasants, therefore, finds its final expression in the executive power
subordinating society to itself.” (Marx , 1850-52: 332).
16
Linck (1998), de la Tejera (1997), Martínez y Palerm (1997), Palerm (1998),
Rodríguez Meza (1998).
17
Palerm: Notas de trabajo de campo.
18
Palerm (1993), Aldana (1994).
174 Aventuras con el agua
19
Proyecto financiado por CONACYT; algunos resultados de esta investigación:
Palerm y Martínez Saldaña (2000).
20
González Huerta (2000).
21
Lopez Alcocer 1998, comm. pers.
Del individuo a la familia 175
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176 Aventuras con el agua
Jacinta Palerm
1
Edición original: 1997 En Bauer, Tijerina, Carballo, Rodríguez, Escobedo (eds.)
Memorias III Simposio Internacional y IV Reunión Nacional sobre Agricultura
Sostenible, Colegio de Postgraduados/Universidad de Guadalajara.
180 Aventuras con el agua
para llevar a cabo esta obra. Pero quizá sólo el Estado, aún en nuestras
sociedades contemporáneas, ha tenido la capacidad administrativa y
de capital para emprender estas enormes obras.
Figura num. 1
cada barrio. Sin embargo los vínculos con comunidades aguas abajo, a
partir de la creciente escasez de agua, están en proceso de
construcción, y son conflictivos.
4) Un estudio del caso del tramo medio del río Nexapa, donde la
organización abarca 8,000 hectáreas y unos 5,000 regantes; y que
parece ser el caso ideal de organización autogestiva exitosa.
NOTAS
1
Mi apreciación del debate sobre “la centralización en el Estado de la
administración de sistemas hidráulicas”, debe mucho a la generosa respuesta a mis
preguntas por parte de R. Hunt y de D. Price; y también debe mucho a la paciencia y
preguntas de los estudiantes de Estudios del Desarrollo del Colegio de
Postgraduados que han tomado mi curso, foro donde he podido ir aclarando y
poniendo a prueba algunas ideas.
2
A. Palerm (1954).
3
Por ejemplo: Armillas et al (1956), Millon (1957).
4
Hay que señalar que el texto de Wittfogel más citado como expresión de su
propuesta es de 1957 (aunque sus estudios e influencia teórica inician antes, a partir
de artículos), y fue escrito en diálogo e incorporando los resultados de investigación
de los antropólogos y arqueólogos mesoamericanistas y andinos. Los primeros
ensayos de Wittfogel sobre el tema datan de 1926.
190 Aventuras con el agua
5
No obstante hay algunos autores que parecen señalar la viabilidad de sistemas de
regadío sin organización, sin “autoridad constituida”, por ejemplo Hunt (1988) se
refiere a un puñado de casos en que la organización carece de “autoridad
constituida”, todos ellos sistemas muy pequeños (alrededor de 20 hectáreas);
Mitchell (1975) se refiere a un caso en que el sistema sigue funcionando a pesar de
la ausencia de autoridades.
6
Biblioteca del Agua editada por Roberto Melville y Luis Aboites, publicada por
IMTA/CIESAS: Herrera y Lasso (1919); Palacios (1909), Gayol (1906).
7
“Durante los años formativos de la irrigación en Colorado, surgieron conflictos
entre las compañías de riego establecidas y las compañías en desarrollo. El conflicto
entre Union Colony y Fort Collins Colony fue típico de las disputas en la mayoría
de los arroyos. En algunas de estas disputas las partes recurrieron al conflicto
armado y a la destrucción de las obras de riego, pero la mayoría de las disputas se
llevaron a las cortes. (...) El traslado de la lucha por el agua de las manos de los
regantes a las cortes y al ingeniero del Estado tuvo un efecto saludable en la
resolución de conflictos. Los agricultores han tenido la disposición de presentar sus
casos ante la corte del distrito y su arbitro y a atenerse a los decretos de la corte.”
(Maass y Anderson, 1976: 320, mi traducción).
8
Situación descrita por Millon (1962) para un sistema de riego del Japón.
9
Mi deuda aquí es con los investigadores que en el curso de este año (1997) han
iniciado estudios de caso sobre sistemas de riego y redes hidráulicas, así como con
el CONACYT que financia la investigación.
10
Contrastar con los casos aludidos en la nota 5.
11
Ostrom (1990).
Regadío, origen del Estado 191
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Colegio de Postgraduados, México.
Millon, R. [1962] 1997 “Variaciones en la respuesta social a la práctica de
192 Aventuras con el agua
INTRODUCCIÓN
Es frecuente, en campo, encontrar que los campesinos se refieren a su
organización multicomunitaria para el riego como junta de aguas;
junta de aguas a la que cada comunidad envía un representante y
seleccionan entre ellos a un comité directivo.
Tal nomenclatura, de junta de aguas, no coincide con la oficial o
gubernamental, en la cual encontramos el nombre de unidades de
riego para las organizaciones de regantes (excluyendo a los Distritos
de Riego, por supuesto).
Sin embargo, nuevamente en campo, las unidades de riego
frecuentemente son distintas a las juntas de agua. Recibe el nombre de
unidad de riego la organización del ejido o comunidad para el agua de
riego; mientras que la junta de aguas corresponde a la organización
multicomunitaria. No obstante, es más frecuente que la organización
del ejido para el riego esté en manos del juez de aguas, nombrado en
asamblea del ejido/comunidad. González Luna (1997) señala que en
Puebla mientras las unidades de riego recibieron apoyo de los
CADER (Centro de Apoyo al Desarrollo Rural) de los DDR (Distritos
de Desarrollo Rural) en las comunidades eligieron al comité directivo
de la unidad de riego, pero luego revirtieron a la forma de juez de
aguas.
Pero, nos preguntamos ¿cuándo inician las juntas de aguas? ¿Podrá ser
una institución colonial?, ¿porqué el gobierno en el presente no habla
de las juntas?, ¿de dónde salen las unidades de riego?, ¿porqué
actualmente el gobierno sólo habla de unidades de riego? Con estas
preguntas inicia nuestra indagatoria sobre el origen de la nomenclatura
de juntas y unidades.
196 Aventuras con el agua
JUNTAS DE AGUAS
Juntas de aguas y reglamentos 1
La nomenclatura de juntas de aguas además de encontrarse en campo,
la encontramos también en documentos del Archivo Histórico del
Agua. En el AHA, depositario de documentos oficiales de la extinta
SARH, encontramos multitud de documentos referidos a juntas de
aguas, así como reglamentos sobre distribución del agua a ser
implementados por juntas de aguas. Los reglamentos son obra de
instancias gubernamentales. Esta documentación la han consultado
muchos investigadores para estudiar el regadío en México.
Los reglamentos consisten en cuadros o tablas de distribución del
agua que a su vez, tal y como señalan los reglamentos, deben ser
implementados por una organización. La organización a cargo de la
implementación normalmente lleva el nombre de junta de aguas y la
conformación de la junta es también una instrucción del reglamento.
Es decir, la junta de aguas es una propuesta organizativa del
Estado. Muy pocos de los reglamentos señalan ser elaborados por los
propios regantes y cuyo reglamento se envía para ser ratificado por la
autoridad.
La reglamentación 2
El sustento jurídico de la proliferación de reglamentos en el siglo XX
inicia a fines del siglo XIX cuando se emite una legislación que indica
que es atribución del ejecutivo federal reglamentar las aguas
federales. La reglamentación consiste esencialmente en poner orden
mediante un cuadro o tabla de distribución de las aguas de tal manera
que cada quien pueda recibir en tiempo y forma su concesión de
aguas. En las subsecuentes leyes de aguas, la de 1910 y la de 1929, no
hay mención en la legislación de la instancia encargada de
implementar la reglamentación. Pero en el Reglamento de 1930 (Art.
122) de la Ley de Aguas de 1929 se señala “la obligación de constituir
una asociación de usuarios que nombre una Junta de Aguas que tenga
a su cargo la aplicación del reglamento ...” Lo que se vuelve a retomar
en la ley de aguas de 1934, señalando que el reglamento deberá ser
implementado por una junta de aguas.
Juntas de agua y unidades de riego 197
1
El Art 158 dice “Las disposiciones de este Capítulo [De la Regulación] tendrán
aplicación fuera de los perímetros de los Distritos de Riego ... y de las Unidades de
Riego para el Desarrollo Rural.” En el siguiente Capítulo [De las Juntas de Aguas]
se señala Art 169 “Las Juntas de Aguas serán las encargadas de aplicar los acuerdos
de regulación de distribución de aguas.” El que me señaló este artículo [158] de la
Ley fue el Dr Palacios. (Nota del 14 de abril, 2011).
Juntas de agua y unidades de riego 205
NOTAS
1
Basado en revisión de la legislación de aguas compilada en Lanz Cárdenas (1982),
así como en legislación posterior; y en revisión de reglamentos, compilados en
Palerm et al (2004-b). Presentación más detallada en cualquiera de los siguientes
textos: Palerm (2003-a; 2004-b; 2004-c; 2005-b), Palerm y Rodríguez (2008).
2
Ibid.
3
Basado en revisión de la legislación agraria compilada en Fabila ([1941] 1980);
Cuadros ([1932] 1999); Hinojosa (1960), así como en legislación agraria posterior; y
en revisión de reglamentos del AGA, compilados en Palerm et al (ms). Presentación
más detallada en cualquiera de los siguientes textos: Palerm (ms), Palerm y
Rodríguez (2008).
4
Ibid.
5
Aunque durante el siglo XIX, desde la Independencia hasta 1888, fecha de la ley
porfiriana, no estuvo la administración de las aguas sistemáticamente
Juntas de agua y unidades de riego 209
REFERENCIAS
Archivos
AGA Archivo General Agrario
AHA Archivo Histórico del Agua
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autogestivas, Colegio de Postgraduados/ Plaza y Valdés, México.
212 Aventuras con el agua
ANTECEDENTES
Al término de la Revolución iniciada en 1910, se creó el Congreso
Constituyente el cual elaboró la Constitución de 1917, en cuyo
artículo 27, párrafo quinto, se define el régimen de propiedad de las
aguas y con base en dicho artículo, el Presidente Venustiano Carranza,
promueve una serie de decretos, tendiente a regularizar los permisos
para el uso de lo que serían las aguas nacionales.
Así, en un informe sobre las actividades en la administración de las
aguas de propiedad federal, se refiere a las actividades que estaba
realizando la Dirección de Aguas, dependiente de la Secretaría de
Fomento, de donde se han tomado algunos párrafos que dan una idea
de las actividades de esta Dirección a fines del la década :
“La Dirección de Aguas, que antiguamente sólo se encargaba de
la tramitación y resolución de concesiones y confirmaciones de
derechos sobre el uso de aguas de jurisdicción federal, ha
asumido un carácter de actividad y en su evolución se cuenta
con el Departamento de Irrigación para el desenvolvimiento de
las obras hidráulicas del país.
Actualmente tiene en tramitación algo más de 500 expedientes y
se han celebrado ya algunos contratos concesionales para el
aprovechamiento de aguas, en diversos objetos, tanto para
irrigación como para la producción de fuerza motriz.
1
N. del E. Este texto fue concluido en septiembre, 2005 y escrito a solicitud de J.
Palerm.
218 Aventuras con el agua
218
Juntas de agua 219
220
Juntas de agua 221
222
Juntas de agua 223
Figura 1.
Hasta mediados de la década de los setenta, se habían organizado y
estaban en operación, 236 Juntas de Aguas, una gran parte de las
cuales se encontraban en el Centro y Norte del país.
En 1971, se derogó la Ley de Aguas de Propiedad Nacional y su
Reglamento y se expidió la Ley Federal de Aguas, la cual nunca fue
reglamentada. En relación con la Regulación de corrientes y
depósitos, en su artículo 158, se indica que en los perímetros de los
Distritos de Riego, de Drenaje y Protección contra Inundaciones y
Acuacultura y de las Unidades de Riego para el Desarrollo Rural, las
disposiciones para la regulación y distribución del agua, no serán
aplicables2.
En su capítulo Segundo del Título Cuarto, Artículo 168, se hace
referencia a las Juntas de Aguas, señalando que tendrán el carácter de
organismos auxiliares de la Secretaría y se regirán por su reglamento
que será aprobado por la mencionada dependencia.
224 Aventuras con el agua
224
Juntas de agua 225
NOTAS
1
N. de E.: La primera mención en la legislación de aguas sobre Juntas de Aguas
corresponde al Reglamento de 1930 de la Ley de Aguas de Propiedad Nacional de
1929, donde se señala “la obligación de constituir una asociación de usuarios que
nombre una Junta de Aguas que tenga a su cargo la aplicación del Reglamento ...”
(art. 122), aunque también se utiliza la denominación Junta Directiva de la
Asociación de Usuarios (art. 135, 138, 139). Hay reglamentos que indican la
conformación de una organización de usuarios llamada Junta de Aguas anteriores a
la legislación –en 1926 ya hay varios reglamentos implementados por juntas de
aguas.
2
N. de E.: Las Juntas de Aguas y las URDERALES no eran lo mismo, ello se
refleja también en la ubicación de unas y otras en el organigrama de la SRH y
posteriormente SARH, como también indica el Dr. E. Palacios: las Unidades de
Riego para el Desarrollo Rural, dependían en la SRH de la Dirección General de
Operación de Unidades de Riego y luego de la creación de la SARH, de la Dirección
General de Distritos y Unidades de Riego. Las Juntas de Aguas dependían de la
Dirección General de Aprovechamientos Hidráulicos.
3
La Dirección General de Aprovechamientos Hidráulicos estuvo siempre en
Reforma 69, hasta que el edificio fue afectado por el terremoto de 1985.
LOS ANTECEDENTES DE LAS ORGANIZACIONES DE
REGANTES, MÉXICO
Jacinta Palerm
INTRODUCCIÓN
En el caso de México, la continuidad entre organizaciones anteriores
de regantes y las juntas de aguas o alguna otra organización por
mandato está por investigarse sistemáticamente. En un primer
momento, el impacto del reparto agrario con la transformación de la
tenencia de la tierra y en el acceso al agua, parece implicar que no hay
una continuidad en los usuarios del agua. Esto es, que en México no
hay organizaciones de regantes de alcurnia (Palerm, 2003).
Sin embargo, hay que reconsiderar o matizar esta afirmación, en
primer lugar acuerdos, convenios y reglamentos del siglo XIX (comp.
en Sandré y Sánchez, ms) provienen del Archivo Histórico del Agua y
corresponden a los antecedentes que tenían a la mano los artífices de
los reglamentos de las juntas de aguas; es posible que en los
reglamentos se retomasen las antiguas prácticas no obstante el reparto
agrario; la continuidad de las organizaciones puede ser más
importante de lo que aparece, un caso notable es la recuperación de la
Sentencia Peñafiel de 1635 por los regantes del Nexapa y su amplia
circulación entre ellos; ver, además de los trabajos de Gómez
Carpinteiro, el caso del Nexapa en Palerm y Martínez (2000).
Otros ejemplos de continuidad son, por ejemplo, para el río Tejalpa
(edo. de México), actualmente en buen funcionamiento (Aguirre, ms),
el Ing. Ramírez Ulloa en 1925, señaló lo siguiente:
“XXII.- No es necesaria la reglamentación de esta agua, debido
a que los usuarios han implantado un sistema de tandeos que les
evita todo conflicto (AHA, AS, C. 223, Exp. 5347, f. 43,
referencia proporcionada por N. Aguirre).
228 Aventuras con el agua
NOTAS
1
Algunos ejemplos de cómo se expresa que el Ayuntamiento administra “sus” aguas
(casos tomados de documentos compilados en Sandré y Sánchez, ms y Convenio,
1873).
Atlacomulco (1884)
“Art. 1 Los vecinos del pueblo de Atlacomulco que hacen uso del agua de las
fuentes, como elemento de regadío se clasificaran de la manera siguiente:
Privilegiados, los que riegan sin indemnización alguna a quienes se les da el
título respectivo y Arrendatarios; los que paguen las cuotas correspondientes
sujetándose ambos a las bases del reglamento. (...)
238 Aventuras con el agua
REFERENCIAS
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los barrios de Oriente y poniente de esta ciudad, que existe en esta
oficina en el libro cinco, volumen decimotercero, confrontada a la
vez con el original que se presentó y que se expidió la presente a los
Señores Isaura Flores y Gregorio Osorio, apoderados jurídicos de los
expresados barrios. Izúcar de Matamoros, a 11 de agosto de 1930.
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Antecedentes de las organizaciones de regantes 249
INTRODUCCION
La aparente ausencia de instituciones para la gestión del agua durante
la colonia y el siglo XIX en México, nos llevó a realizar un análisis
comparativo con otras regiones del Imperio Español para determinar
si existía la misma ausencia de instituciones. En la exploración
encontramos que existió una legislación común y esta legislación
aparentemente también rigió en España.
“Ordenamos, que los Acuerdos de las Audiencias nombren
Jueces si no estuviere en costumbre, que nombre el Virrey, ó
Presidente, Ciudad y Cabildo, que repartan las aguas ...”
(Recopilación de Leyes de los Reynos de las Indias 1681: libro
3, título 2, ley 631;; ver también Margadant, 1989; Dougnac,
1994).
No obstante la común legislación, en otras regiones del Imperio
Español aparentemente los jueces de agua tuvieron autoridad sobre
espacios hidráulicos más amplios, de tal manera que el juez de aguas
encabezaba una institución encargada de la gestión del agua que
englobaba haciendas, comunidades y villas.
Cabe señalar que los jueces de agua eran autoridades administradoras
del agua nombradas por algún nivel de gobierno; no parece haber,
antes del siglo XIX en Hispanoamérica, un patrón de organizaciones
de regantes autogestivas.
Por otro lado, también interesaba explorar la evolución de la
administración del agua bajo nueva legislación postcolonial y el
250 Aventuras con el agua
NOTAS
1
Es una ley que aparentemente tuvo varias emisiones, en 1563, 1631 y 1636; Solano
(1984: 198-199), en su compilación, la reproduce en una versión de 1563.
2
Datos de superficie de riego en,
http://www.fao.org/Regional/LAmerica/paises/h2o/chile.htm;
http://www.minagri.gob.cl/noticias/detallenoticia_print.php?cod_not_p=2906;
www.iadb.org/IDBDocs.cfm?docnum=735663
3
Datos de superficie de riego en,
Informativo, Año 1, N° 3 Agosto de 2006 Publicación de la Asociación Canalistas
del Laja.
www.canalistasdellaja.cl/descargas/infor3.pdf
4
Datos de superficie de riego en,
http://www.puertasur.cl/documentos/aguas%20cuenca%20maipo/SASHCRM_FIN
AL.doc
5
Datos de superficie de riego en,
http://www.minagri.gob.cl/noticias/detallenoticia.php?noticia=78
6
La legislación del XIX a la que se hace referencia es el Código Civil (o de Bello)
de 1855, en que se trata sobre el sistema de juicios de distribución de aguas;
Ordenanza del 3 de enero de 1872; Ordenanza del 26 de abril de 1872, en estas
dos Ordenanzas se tratan problemas de escasez de agua en y atribuciones de un
funcionario que con el nombre de Juez de Aguas le estaba encomendada la
distribución y vigilancia de las aguas; Ordenanza General del 20 de diciembre de
1876, en que se establecen normas concernientes a la distribución de las aguas en
casos de aprovechamiento colectivo de las aguas públicas de riego que no se hayan
establecido por contrato de sociedad y que exista en una toma o acequia artificial;
Ley de Régimen Interior, del 23 de diciembre de 1885, y las leyes sobre
266 Aventuras con el agua
REFERENCIAS
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http://www.congreso.gob.pe/ntley/Imagenes/LeyesXIX/19010
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1901 Creando un Juzgado privativo de aguas y revisiones para la
provincia de Trujillo y estableciendo disposiciones aplicables
á la agricultura, 2 de Marzo de 1901
http://www.congreso.gob.pe/ntley/Imagenes/LeyesXIX/19010
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1902 Reglamento de Aguas
http://www.congreso.gob.pe/ntley/Imagenes/LeyesXIX/19020
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268 Aventuras con el agua
1917 Ley Num. 2674 Disponiendo que en las zonas de irrigación que
se determinan haya Comisiones Técnicas que tendrán a su
cargo la administración del servicio de aguas en la Republica
(fecha promulgación 1918)
http://www.congreso.gob.pe/ntley/Imagenes/Leyes/02674.pdf
http://www.congreso.gob.pe/ntley/Imagenes/Leyes/02674.pdf
1922 Ley 4525 Disponiendo que el Juez de Aguas y Revisiones de
Lima, ejerza también jurisdicción ordinaria, turnándose con
los demás jueces del fuero civil, 1922
http://www.congreso.gob.pe/ntley/Imagenes/Leyes/04525.pdf
1969 Ley general de aguas establece su uso justificado y racional
incluye las producidas, nevados, glaciares, precipitaciones,
etc. decreto Ley num. 17752
http://www.congreso.gob.pe/ntley/Imagenes/Leyes/17752.pdf
1904a Aprobando las ordenanzas de regadio de la comunidad de
regantes del Distrito agricola de Santa Lucia de Madre de
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70.pdf
1904b Aprobando las ordenanzas de regadio de la comunidad de
regantes del Distrito agricola de Monte Viejo en el valle de
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Toledo, Francisco 1577 “Testimonio de las ordenanzas de aguas que
despacho el Visorrey Dn. Francisco de Toledo en 21 de enero de
276 Aventuras con el agua
INTRODUCCIÓN
Hay algunos supuestos sobre Distritos de Riego que consideramos
evidentes, así quien dice Distrito de Riego dice gran irrigación, o,
también, quién dice Distrito de Riego dice expansión de la frontera
agrícola de riego en el norte o, quien dice Distrito de Riego dice
administración por el Estado y ausencia de organización de los
regantes. Pero ¿y si estos supuestos son falsos?
Hemos supuesto que la administración por el Estado se relaciona con
la envergadura de las obras y con la falta de experiencia de los
regantes. Sin embargo si los supuestos son falsos, tenemos que re-
analizar la historia de los Distritos de Riego.
En esta presentación pretendemos abordar los tres supuestos (mitos)
sobre los Distritos de Riego, con ello pretendemos sentar las bases
para otra mirada, otro análisis de los Distritos de Riego en México.
1) MITO: LOS DISTRITOS DE RIEGO SON DE GRANDE
IRRIGACIÓN
Para empezar hay que definir cómo se puede medir el tamaño. La
propuesta de Hunt (1988) es considerar la superficie regada, aunque
esta propuesta no considera diferencias en la complejidad de la obra
hidráulica, tiene la ventaja de ser un dato accesible y fácilmente
comparable.
1
Edición original: 2008 Boletín del Archivo Histórico del Agua, año 13, núm. 38:
49-69.
278 Aventuras con el agua
019 Tehuantepec
027 Ixmiquilpan
033 edo de México (presa Solís en Temascalcingo )
041 Yaqui (Sonora, Sinaloa Irrigation Company y, después, la
Richardson Construction Co.) y 018 Colonias Yaqui
061 Zamora
096 ArroyoZarco
038 Mayo
056 Atoyac Zahuapan
Las evidencias
Para el Distrito de Riego 003 Tula, encontramos en SARH (1978
Tomo II, p. 175) la siguiente nota: “El Distrito no controla la
operación de las Juntas de Agua de Tepeji, Apaxco y Tequixquiac ...”
Peña (2004:101-103) en la investigación realizada en el Distrito de
Riego de Tula señala que hay juntas de aguas al interior del Distrito:
Tlahuelilpan, Tepeji del Río e Ixmiquilpan. Adicionalmente, existen
reglamentos de juntas de aguas que aparentemente corresponden a las
juntas mencionadas, estos reglamentos son: “Reglamento provisional
para la distribución de las aguas del río Tepeji, comprendidas entre las
presas Tachima y Requena, Hidalgo, 1927”, que incluye a Tlahuelilpa;
“Reglamento para la distribución de las aguas del río Tepejí, Hidalgo,
1935” , que incluye a Tlahuelilpa; “Reglamento para la distribución de
las aguas del río Salado, Hidalgo, 1929”, que incluye a Tlalhuelilpa;
“Reglamento para la distribución de las aguas de los manantiales El
Tepe en Ixmiquilpan, Hidalgo, 1952” (compilados en Palerm et al,
2004)
Los pueblos de Tlahuelilpa, Doxey, Atitalaquia, Tlaxcoapan, la
hacienda de Chingún, la vega de Dendo, además de mencionarse en
los reglamentos de juntas citados, aparecen en documentos del siglo
XIX: “Reglamento para la distribución de las aguas del río Salado,
Hidalgo, 1872” y “Contrato para la distribución de las aguas del río
Salado, Hidalgo, 1896”, que a su vez aluden a documentos de 1600 y
1763 (compilados en Sandré y Sánchez, ms).
286 Aventuras con el agua
de las aguas del río Yaqui, otorgadas a los ejidos de Cócorit, Bácum y
San José, Sonora, 1918”; “Adiciones al reglamento para la
distribución de las aguas del río Yaqui, Sonora, 1925. [para ejidos
Cócorit, Bácum y San José]”; “Reglamento para la distribución de las
aguas del canal principal de la Compañía Constructora Richardson, S.
A., Sonora, 1909”; “Reglamento para la distribución de las aguas del
río Yaqui, derivadas por la Compañía Constructora Richardson, S. A.,
Sonora, 1911”; “Contrato de 1911 y 1922, para el aprovechamiento de
las aguas del río Yaqui, Sonora, 1911”; “Reglamento y tarifa sobre la
distribución de las aguas del río Yaqui, Sonora, 1922”; “Bases para la
reglamentación de las aguas del río Yaqui, Sonora, 1924”; y
“Reglamento interior para los usuarios de las aguas del río Yaqui,
derivadas por la compañía Richardson, Sonora, 1925” (compilados en
Palerm et al, 2004)
La organización de usuarios a nivel de canal secundario que impulsó
la Richardson, tuvo continuidad. En 1959 las organizaciones por
secciones se reconocen según Beltrán Soto (1987: 336), quién
encontró funcionando a las secciones en 1987,
“A partir del 20 de julio de 1959, en base a las facultades que
mediante acuerdo presidencial se le confirió, el Comité
Directivo del Distrito de Riego núm. 041, Río Yaqui, Sonora,
dispuso el que las secciones de riego del distrito, quedaran legal
y jurídicamente constituidas sujetándose su control y manejo a
las disposiciones contenidas en su reglamento correspondiente.”
El Yaqui es probablemente el Distrito de Riego que tiene más
referencias a la existencia de espacios administrados por los propios
regantes (León Estrada, 1964; Beltrán Soto, 1987; Mora, 1988; Trava,
1988; Palacios, 1999).
Para el Distrito de Riego 061 Zamora y para el Distrito de Riego
096 ArroyoZarco, Antonio Rodríguez (1942) en un mapa de la
república indica los Distritos operados por el BNCA, por la CNI y por
Juntas de Aguas. En el texto hace mención de los Distritos de Riego
en que la “Comisión Nacional de Irrigación ha construido obras de
mejoramiento y en los cuales supervisa y dirige el funcionamiento
de Juntas de Aguas ya existentes” --los Distritos en este caso los
298 Aventuras con el agua
NOTAS
1
El “Reglamento general para el Distrito de Riego Alto Río Lerma, Michoacán,
1938” señala como fecha del acuerdo sobre supresión de juntas de aguas el 11 de
enero de 1938 (compilado en Palerm et al, 2004).
2
El recuento de la muerte del Ing. por los regantes del canal Tenango (Rivas, comm.
pers. 1999) y por los regantes del río Cuautla (Pimentel Equihua, comm. pers.
1999).
3
Luis Rendón, comm. pers., 2005.
4
El signo de interrogación indica que no tenemos certeza de que sea el mismo
espacio de regadío.
5
Mencionado como “Sistema 15, Tacámbaro, Mich.” en Irrigación en México 1937,
vol. 14, p. 151.
6
Esta solicitud coincide con un acuerdo tomado por Avila Camacho en relación al
Distrito de Riego 05 Delicias, que –señala Aboites (1988:308 y ss)-- no llegó a
ejecutarse : “ACUERDO (...) “8º.- La Administración del Distrito de Riego [05
Delicias]y los colonos del mismo procederán a estudiar, en el término de 90 días, el
régimen más conveniente para el efecto de que los mismos colonos administren y
Distritos de riego 307
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Rodríguez Haros, B. 2007 Trasferencia de Distritos de Riego a los
usuarios organizados en juntas de aguas en los 40s, Tesis
Distritos de riego 313
2
En los informes de la CNI, SRH, SARH, CNA no necesariamente se reportan
sistemáticamente los mismos Distritos, algunos “desaparecen” del registro,
algunos vuelven a aparecer. También hay Distritos reportados en el DOF y otros
textos, que no aparecen en los informes de la CNI, SRH, SARH, CNA.
Distritos de riego 317
Alba,1946-a: 37)
Se entregó Distrito de Riego Presa
Obregón, SLP (Orive Alba,1946-a:
37)
Distrito de Riego operado por Junta (Obras, 1940)
de Aguas: P. Obregón, San Luis no reportado (SRH, 1953;
Potosí (A. Rodríguez, 1944) SARH, 1978; CNA, 1999)
citado como entregado en oficio de
fecha 16 de diciembre de 1941 de la
CNI (CNI, 1941)
Reglamento para el Servicio de
Distribución de Aguas del Sistema
Nacional de Riego No, 1, “Presidente
Calles”, Río Santiago, Aguascalientes
(1933) (Irrigación en México): se
indica organización de asociación de
regantes
ACUERDO que dispone se entregue
el Distrito de Riego de Pabellón, Ags.,
001 (SRH, 1953; SARH,
001 a la Junta de Aguas del citado Distrito
1978; CNA, 1999)
(DOF, 19/12/1947),
Distrito de Riego operado por junta de
aguas (Vázquez, 1987)
Antes de la transferencia, el Distrito
de Riego es operado por una junta de
aguas, aunque la Gerencia del Distrito
maneja la presa y parte de la
conducción (Rodríguez Haros, 2007;
Rodríguez Haros y Palerm, 2007)
Reglamento Sistema Nacional de
Riego núm 2 Río Mante, Tamaulipas:
Reglamento y Tarifa para el Servicio
de Riego (1931) (comp. en Palerm et
al, 2004): se indica organización de
asociación de regantes (Obras, 1940; SRH, 1953;
002 Reglamento y cuotas del servicio de CNA, 1999)
aguas para la conservación y no reportado (SARH, 1978)
administración de las obras “Río
Mante Tamps” (1933) (comp en
Palerm et al, 2004): se indica
organización de asociación de
regantes
En la ficha del Distrito de Riego 03
Tula, Hidalgo está la nota “El Distrito
no controla la operación de las Juntas 003 (Obras, 1940; SRH, 1953;
003
de Agua de Tepeji, Apaxco y SARH, 1978; CNA, 1999)
Tequixquiac ...” (SARH, 1978 Tomo
II, p. 175)
318 Aventuras con el agua
INTRODUCCIÓN
papel del riego tradicional que constituyo la receta del éxito. El riego
en el norte novohispano es un fenómeno desconocido. Extendido en
Chihuahua, Durango, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas en el
territorio mexicano y Texas, Nuevo México, sur de Colorado en el
suroeste de los Estados Unidos. Este trabajo da una descripción
somera de los sistemas hidráulicos y cultivares apoyado en la
etnohistoria y a la etnografía contemporánea. La información derivada
facilita la reconstrucción de la vida material y la capacidad de
sobrevivencia de las comunidades irrigadoras1.
EL PROCESO COLONIZADOR HIDRÁULICO AGRÍCOLA
Los restos de la colonización.- Quedan rastros de la colonización,
como pequeños monumentos hidráulicos, modestas construcciones
civiles y religiosas: Apenas la traza de Guadiana, Parral, San
Bartolomé, Chihuahua, Paso del Norte y Albuquerque, recuerdan la
herencia colonial y las bellas catedrales de Guadiana y Chihuahua son
excepcionales obras de arte.
por los viajeros, por los capitanes visitadores de presidios y por los
frailes predicadores y viandantes de todo tipo6.
Muchas veces los pueblos ribereños del río Bravo y sus afluentes; los
ríos Conchos, Florido, Sabinas, San Juan y Salado fueron barridos por
avenidas de aguas broncas, no quedan rastros de canales en algunas
comunidades étnicas establecidas cerca del Paso como Isleta. De igual
forma esta herencia ha desaparecido de ciudad Guerrero (Coahuila), la
a puerta del camino de Texas San Juan Bautista del Río Grande que
no pudo conservar ni su nombre. La destrucción de la herencia
agrícola e hidráulica, base de la memoria colectiva, ha sido una
constante, sus archivos no existen y sus canales quedaron sepultados
ha tiempo en Ciudad Juárez, San Lorenzo Chihuahua y El Paso,
Texas.
El área de riego en San Esteban era alimentada por lo menos por una
acequia madre que venía del manantial principal desde el Santiago del
Saltillo, a esta fuente de agua se le añadieron varias sacas de agua del
río en la zona baja, donde se construyeron diversas obras de
derivación de agua que ayudaban al sistema de riego. No se puede
cuantificar la cantidad de agua pero se señala la existencia de unos dos
bueyes de agua, el equivalente de dos metros cúbicos por segundo.
Esta cantidad de agua se utilizaba de manera muy prudente lo que
permitía el manejo de este caudal, con el ambiente generando un
microclima extremadamente productivo. De esta forma se permitía
que toda el agua fuera aprovechada y la poca que se escapaba era
recuperada de inmediato. El manejo ambiental así facilitaba que poca
cantidad de agua irrigara una amplia zona con bastante éxito. El micro
clima permitía la humedad ambiental necesaria para el cultivo y para
generar diversos pisos ecológicos que aprovechaban el suelo, el aire y
sobre todo la luz y la humedad.
Este proceso hizo historia donde San Esteban fue un puerto de salida
para fundaciones, colonizaciones y construcciones por más de 300
años. Aun hoy día los injertadores de San Esteban y Parras tienen
fama en el norte llevando la tecnología tradicional del manejo de
huertos heredada desde la colonia San Esteban y su colonia satélite de
Parras generaron un modelo social y cultural de expansión agrícola
mesoamericana, exitoso en base al logro tecnológico del manejo del
340 Aventuras con el agua
Nos podemos dar una idea de lo que fue Guadalupe gracias a que se
han descubierto documentos que nos señalan que para 1825 con
motivo de convalidar los derechos de agua ante las nuevas autoridades
republicanas de la naciente república mexicana se inicio un trámite
legal basado en los acuerdos del honorable congreso del estado de
Nuevo León en sesión del día 2 de julio de 1825 para que la ley de
reparto de tierras se pusiera en acción respecto del pueblo de
Guadalupe, como y cuando lo juzgara oportuno el gobierno, cuidando
de que una tercera parte se reservara para ejidos del pueblo en cuya
virtud ha dispuesto se ponga éste en ejecución a la brevedad posible.
En dicho documento se dieron instrucciones y prevenciones que
reglamentarían el reparto de tierras y aguas y bienes de las ex-
misiones de Nuevo León así como del pueblo de Guadalupe, este
proceso duro 10 años hasta que definitivamente quedó aclarado el
patrón de usuarios en 1836 (Arredondo, 2000. 4-5).
San Miguel con el paso de los años generó una abigarrada tradición de
aprovechamiento del agua que creo fortunas y familias pudientes,
ahora parte de esas familias detentan el agua y la han concentrado de
tal forma que los sistemas que forman buscan el mayor
aprovechamiento de los recursos contra un mínimo de inversión donde
han surgido huertos nuevos de nogales donde apenas se siembra avena
en el invierno. Se utiliza el agua para balnearios y espacios de
esparcimiento y para la producción de nuez. Este uso era opuesto a los
modelos mesoamericanos o campesinos, que implicaba usos
intensivos de trabajo como melgas de hortalizas, almácigos, así como
organización y especialización.
Este espacio tuvo gran éxito como una zona de irrigación en la época
colonial, San Juan fue fundado como presidio, entre San Juan y la
misión de San Bernardo y se conformaban como un sistema complejo
de riego porque los canales venían de 20 kilómetros de distancia e
irrigaban varios cultivares de los pueblos además de la misión de San
Bernardo poblado adyacente que llegó a producir en sus mejores años
de 1800 fanegas de maíz, además de algodón, frijol y chile. Además
en ese lugar existían batanes y obrajes cuyos productos se
comerciaban en la frontera y en las márgenes del Río Bravo hasta el
Nuevo Santander.
Se contaba con dos acequias una que medía cerca de 18 leguas y otra
de 20, o sea entre 50 hasta 80 kilómetros, que permitían la producción
de amplios campos de cultivo bajo la mirada de los frailes. Sabemos
que las acequias de la misión tenían dos bueyes de agua que se
sumaba a los ojos de agua que no estaban contabilizados. Esta agua
siempre generó la envidia y reclamo de la población civil la cual al
final logró quedarse con los recursos de la Misión de San Bernardo,
una vez que las misiones fueron secularizadas y entregadas a las
autoridades de las municipalidades. Por muchos años la misión tuvo
como responsabilidad de mantener los soldados del presidio, y quedo
constancia de las deudas que los administradores del presidio tenían
con los misioneros para poder alimentar a los soldados y gracias a esa
350 Aventuras con el agua
San Juan Bautista del Río Grande como pueblo, presidio fue
trascendente para la vinculación del Camino Real de los Texas , allí se
conseguían avios , bestias y soldados para los viandantes , así se
defendía y auspiciaba la comunicación entre San Esteban y Santiago
del Saltillo, y San Antonio de Valero. Desde 1720 en adelante el
camino de Texas se conformó como un sólido espacio de
comunicación social y económica, solo casi 130 años después se abrió
el camino vía Laredo. El estudio contemporáneo del agua, los restos
de la acequia madre y de los canales permiten calcular que el manejo
de agua sumaba unos dos metros cúbicos por segundo y que permitiría
la siembra de unas 500 hectáreas de maíz, trigo, fríjol e incluía
diversos huertos de frutas y legumbres para el consumo de la misión y
para su venta en la cercanía y en los usuarios del camino real. Los
frailes siempre insistieron con razón que San Juan era la puerta de
Texas y por muchos años se convirtió en la entrada a la tierra de
misiones de los Texas repartiendo sus recursos y sus frutos a toda la
población.
Norte, hoy ciudad Juárez, Santa Fe, Tucson que ahora son ciudades
exitosas. También destacan pueblos pequeños que han conservado sus
sistemas de riego que encontraron su origen en los huertos y
heredades de los presidios cabe el análisis de Pasaje, Huexuquilla, hoy
Cd. Jiménez, Janos, en el camino real. Allí destacan los cultivares de
hortalizas, frutas y granos que se consumían en el mismo presidio,
donde se percibe en la cartografía existente la presencia ubicua de las
acequias como fuente básica de la vida en el mundo presidial.
diversas regiones, así aparece una diferencia entre San Luís y Saltillo
donde se vuelve más constante el uso de la flora local como el tejocote
nativo y desaparecen algunas de las variedades mesoamericanas como
los zapotes (Crosby, 1991; Rojas de Perdomo, 1993).
CONCLUSIÓN
NOTAS
1
En este trabajo se analiza una parte de las fronteras entre México y Estados Unidos
la frontera comprende más de 3000 Km. entre Tijuana B.C. y Matamoros Tamps. Se
analiza el territorio que comprende desde Cd. Juárez hasta el Golfo de México por
donde recorre el Río Bravo
356 Aventuras con el agua
2
Allí fueron establecidas en 1591 84 familias tlaxcaltecas que al correr de los años
se expandieron por Coahuila, Texas, Nuevo León y Tamaulipas.
3
Los pueblos agrícolas tlaxcaltecas que llegaron al norte constituyeron una política
de colonización de la Corona Española, colonizando Saltillo, Parras, Zacatecas y
San Luís Potosí, desde donde se extendieron a todo el norte.
4
Butzer (1999) revisó varias presas en Parras y encontró que su estructura consta de
palos de madera de sauce de un diámetro de 5 a 10 cm. colocados verticalmente uno
junto al otro, clavados dentro de una piedra e incrustada en un mortero de cal y
arena, esta estructura como paliza representa una tradición mesoamericana de
construcción hidráulica.
5
Esta herencia tlaxcalteca ha sido estudiada por Swadesh, quien señala (1977:23)
que en 1610 al establecer Santa Fe un barrio especial fue construido para los colonos
indígenas, a quienes se conocía como Tlaxcallan o el barrio de Analco y la Capilla
de San Miguel construida en el siglo XVII fue conocida como capilla de los indios.
6
El aprovechamiento de las aguas del bajo Río Bravo tienen un patrón común en la
tecnología mesoamericana para uso y aprovechamiento de sistemas hidráulicos
construidos por pueblos de herencia tlaxcalteca como San Miguel en Santa Fe o San
Lorenzo en el Paso del Norte (National Research Council, 1992; Palerm Viqueira,
1995, 2002; Martínez Saldaña y J. Palerm, 1998).
7
San Antonio y sus sistemas hidráulicos han generado un debate en relación a su
origen hispano o mesoamericano, Debate quizás inútil porque San Antonio al igual
que todo el norte presenta el mismo proceso colonizador hidráulico y agrícola
iniciado en 1591 en San Esteban (Weddle, 1991).
8
Jesús F. De la Teja (1995) nos hace un recuento épico del San Antonio colonial en
la época que era una frontera norteña y nos explica con detalle la construcción y
proceso de formación de San Antonio en base a las acequias y canales que permitían
el mantenimiento de huertos en todo el pueblo.
9
El Casco era una hacienda ganadera en el municipio de San Pedro del Gallo
Durango. Al momento de la avanzada de Oñate el Casco tenía pastizales y agua, por
lo que el contingente acampó casi dos años antes de continuar hacia Nuevo México.
10
El recorrido de la Sierra Madre se hacia por un camino cercano a las faldas de la
sierra que permitía encontrar agua, donde existían pastizales nativos conocidos
como Navajillales, distribuidos desde Querétaro hasta Colorado Estas condiciones
facilitaron el camino de Oñate y de los que después vinieron detrás de él.
El riego en el árido norteño 357
11
La expedición de don Juan de Oñate incluyó tlaxcaltecas para la fundación de la
ruta del norte, y por primera vez fueron como grupo incorporado a otros colonos.
Procedían de Santa María de la Paz de la Nueva Tlaxcala en Chalchihuites donde
fueron reclutados por uno de los capitanes protectores Don Francisco Sosa Peñalosa,
quien era parte de la excursión de Oñate.
12
. En la actualidad sobreviven en comunidades el manejo del agua según las
tradiciones hispanas, ahora reconocidas por el gobierno de los Estados Unidos como
instituciones de gobierno autónomo. Estas comunidades heredaron los sistemas
tradicionales de organizaciones con carácter cívico religioso que llegaron a suplir la
falta de autoridad local.
13
Se puede dar referencias básicas para entender el estudio de Nuevo México y su
herencia hidráulica: Eastman y King, 1999; Fernald y Guldan, 2006; Eastman, King
y Meadows, 1997; Peña y Martínez, 1994-1998; Peña, 1997; Martínez Saldaña,
2002, 2003; Meyer, 1997; Swadesh, 1977; Preston y Esquibel, 1998; Read, 1994;
Rivera, 1996, 1998; Rodríguez, 1987; US Department of Interior, National Park
Service, 1967, 1985, 1986.
14
Eso mismo sucedió de colonos venidos de Venado que colonizaron el sur de
Nuevo León y parte de Tamaulipas Esta expansión se debió al éxito logrado por la
tecnología adoptada que se acopló a las fuentes de agua del norte, casi siempre muy
escasas. El sistema se extendió a las fundaciones hechas por los presidios, por las
misiones y hasta por los colonizadores europeos.
15
Los sistemas de riego existentes en la época prehispánica eran los sistemas
intensivos de las chinampas. las tradiciones hidráulicas derivadas de España fueron
las valencianas. La tradición llegó por los frailes y por algunos colonizadores.
Aunque solamente los tlaxcaltecas fueron los más exitosos en apropiarse las
tecnologías europeas y en difundirlas en la Nueva España.
16
Hoy en día quedan reductos de la vegetación en los jardines públicos además de
árboles dispersos en jardines de las casas de la zona tlaxcalteca. San Esteban
desapareció en el año de 1834 en forma definitiva y no volvió a resurgir donde se
utilizó tanto el sistema mesoamericano de riego, como el valenciano, ambos
permitían el manejo compacto del sistema que formaba un micro clima
17
En San Esteban quedan solo recuerdos; algunos detalles de sus iglesias, su
convento y sus archivos, restos de sus acequias, de sus huertos y casas aisladas en el
asentamiento original.
358 Aventuras con el agua
18
Adams, 1991; Anónimo, 1963; Martínez, 2005; Sego, 1998; Sheridan, 2000;
Powell, 1980; Rodríguez y Gómez, 1999; Valdés, 1991; Valdés y Dávila, 1998;
Dávila, 1995; Velásquez, 1985.
19
Arredondo, 2000; Martínez Garza, 1999; Butzer, 2001; Norte El ,1996.
20
Octavio Herrera revisando estos documentos encontró a Antonio Jiménez
tlaxcalteca principal recibió tierras en el puesto de San Felipe en el Valle del Río de
San Antonio en el año de 1669 (Cabazos, 1998: 201).
21
Véase el texto “Los Tlaxcaltecas defienden derechos y privilegios” publicado en
el Boletín del Archivo general de la Nación no 2 abril junio de 1963.
22
. En la región se rescataron tradiciones de los pueblos recolectores de la zona como
fue el aprovechamiento de los frutos del desierto como el queso de tuna, el vino de
tuna, el pinole, el vino y el pan de mezquite; además de las nueces y los piñones.
El riego en el árido norteño 359
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360 Aventuras con el agua
1
Edición original 1930 En Irrigación en México, vol. II, pp. 485-487, corresponde a
la Sección Editorial. N. del E.: Muy probablmente el autor de esta “Sección
Editorial” es José Herrera y Lasso.
364 Aventuras con el agua
Kautsky.
1
Edición original 1930 En Irrigación en México, vol. 2, núm. 1, pp. 11-25.
368 Aventuras con el agua
***
La política federal de irrigación 369
***
***
2
N. del E. Probablemente corresponde a [1919] 1994 Apuntes sobre irrigación,
Notas sobre su organización económica en el extranjero y en el país. Biblioteca del
Agua, IMTA / CIESAS.
La política federal de irrigación 373
***
***
Lo hacen creer así las providencias que en los últimos tiempos se han
tomado para proteger financieramente al ejidatario con el fin de
asegurar su supervivencia y de proporcionarle los medios de dar valor
a las tierras.
***
***
***
3
Ibid.
La política federal de irrigación 379
para que el valor de esas tierras antes de recibir el beneficio del riego,
cubra el importe de dicho reembolso. Para el caso se formula un “plan
de compensación” en que se señalan las cantidades correspondientes
que cada propietario debe cubrir por costo de obras y la superficie de
terrenos que representan este valor. Así el interesado está en aptitud
de optar por una u otra forma de pago.
***
La política federal de irrigación 383
***
La política federal de irrigación 385
***
En las zonas áridas del norte, con clima sano pero extremoso,
enclavadas en regiones desérticas, con centros de consumo lejanos y
población muy escasa y diseminada, habrá que llevar como colonos,
La política federal de irrigación 387
***
Inútil es decir que para que el ejercicio del crédito sea más amplio y
provechoso, los colonos habrán de organizarse de acuerdo con las
prácticas que en esa materia se siguen universalmente y que tienden
dentro de sus variadas formas a “la movilización del mundo agrícola
por la mutualidad bajo todos sus aspectos, es decir por el triunfo de la
iniciativa individual organizada”.
La política federal de irrigación 389
***
***
390 Aventuras con el agua
1
Edición original 1931 En Irrigación en México, vol. III, núm 4, pp. 312-319.
2
Sección Editorial. “El espíritu colectivo en los sistemas de riego”, Irrigación en
México, 1930, vol. II, pp. 485-487 [reproducido en esta Antología].
392 Aventuras con el agua
Debo hacer notar que las Juntas de Aguas, en las funciones relativas a
los intereses de las agrupaciones, en realidad no son responsables ante
la Secretaría, pues sólo son nominalmente vigiladas, ni ante los
miembros de la agrupación de usuarios, para quienes tienen la
autoridad que les da su nombramiento oficial, y sobre los cuales
gravita la administración menos eficiente de un sistema de
aprovechamiento que no corresponde a sus necesidades.
Por otra parte, no existe organización oficial alguna que haya sido
capacitada técnica, económica y legalmente para estudiar el problema
técnico que supone el mejoramiento de los antiguos sistemas
colectivos de riego, o por lo menos para encauzar las actividades de
las agrupaciones de usuarios en el mismo sentido, prestándoles alguna
ayuda.
Es cierto que los reglamentos previenen que las Juntas de Aguas serán
asesoradas en sus funciones por técnicos que designará la Secretaría,
pero estos funcionarios son removidos con frecuencia, no son
técnicos, no asesoran, y menos pueden desempeñar toda la labor que
requiere la formación de los proyectos generales de mejoramiento de
los sistemas, labor que requiere, además, gastos de alguna
consideración.
Se puede pues concluir que las disposiciones legales y los
procedimientos actuales en vigor, sobre la reglamentación de los
aprovechamientos colectivos y el funcionamiento de las asociaciones
de usuarios, reduciéndose a la expedición de simples estatutos de
carácter legal sobre la operación de los sistemas en sus “condiciones
generales actuales”, son manifiestamente incompletos e ineficaces, y
no corresponden al interés social que representa el funcionamiento
normal y el amplio desarrollo de las agrupaciones de regantes y de los
antiguos sistemas de riego, por lo que es verdaderamente urgente la
revisión de las disposiciones y la reorganización de los
procedimientos aludidos.
***
¿Cómo podría organizarse un servicio de cooperación efectivo en
favor de las agrupaciones de regantes?
Algo mas sobre las agrupaciones de regantes 399
Antonio Rodríguez L.
1
Edición original:1942 En Irrigación en México, vol. 23 (4). N. del E.: se han
eliminado algunos de los cuadros del ensayo original.
404 Aventuras con el agua
siglo pasado hasta 1921, lo fueron por empresas privadas; entre dichas
obras pueden mencionarse las de la Región Lagunera, las construidas
por la Sociedad de Irrigación y Terrenos de la Baja California, las de
la Richardson Construction Co., en Sonora, las ejecutadas en Sinaloa
por la Compañía del Canal Rosales, las obras de la Compañía
Agrícola e Hidroeléctrica del Conchos, las de la empresa de Irrigación
de la Hacienda de San Carlos, en Coah., las iniciadas por la Compañía
de La Sauteña y Río Bravo en Tamaulipas, las de la Compañía del
Canal Requena, en Hidalgo, y otras de menor importancia en las
Haciendas de varias regiones del país.
aleatorias.
Colonización
3. Mexicanos repatriados.
Granjas experimentales
económicamente.
Distribución de aguas
El tercer grupo está formado por los Distritos de Riego en los que la
Comisión Nacional de Irrigación ha construido obras de mejoramiento
y en los cuales supervisa y dirige el funcionamiento de Juntas de
Aguas ya existentes, reconocida por la Secretaría de Agricultura y
Fomento, como en los Distritos de Riego de:
Distrito de Riego:
Chapala. Jal.
Zamora, Mich.
Tehuantepec. Oax.
Y por último, el grupo formado por aquellos Distritos de Riego,
especialmente los de pequeñas obras construidas o mejoradas por la
Comisión Nacional de Irrigación, en los que al entregarlas a los
usuarios se formularon reglamentos provisionales o normas
reglamentarias, siguiendo hasta donde es posible los lineamientos de
418 Aventuras con el agua
a) Servicio continuo.
Cuotas
Hay que hacer notar que por diversas circunstancias de carácter social
y disciplinario no se fueron fijando anualmente las cuotas por servicio
de operación de acuerdo con el costo de estos servicios, de lo que ha
resultado, en la mayoría de los casos, un desnivel entre los ingresos
por cuotas y el costo de la operación. Actualmente todos los esfuerzos
de las instituciones que operan Distritos Nacionales de Riego tienden
a lograr que los ingresos sean suficientes para cubrir los gastos de
conservación de obras y distribución de aguas, pero esto sólo puede
lograrse paulatinamente y tratando de que los servicios vayan
quedando a cargo de los propios usuarios especialmente en los canales
secundarios y conservándose por el tiempo que sea necesaria la
operación oficial de las obras de cabeza, tales como grandes vasos de
almacenamiento y estructuras principales.
Conservación de canales
Puede notarse el bajo valor de las pérdidas en los canales del Distrito
de Riego de Tijuana. B.C., que se encuentran revestidos con granito.
Azolves
En los Distritos en los que el agua se deriva a los canales por medio de
presas de derivación, la cantidad de azolve que se deposita en el fondo
es mayor que en el caso en que existen presas de almacenamiento, a
menos que éstas se encuentren a gran distancia de la red de
distribución, pues en este caso el arrastre de materiales en suspensión
de la zona intermedia sigue azolvando considerablemente los canales.
Revestimiento de canales
En muchos casos los azolves finos de los canales son suficientes para
impermeabilizarlos y en otros se usan revestimientos de concreto,
granito, tierra diatomacea, ladrillo. etc. En nuestros Distritos de Riego
se ha utilizado la gunita y tierra diatomacea; en el Distrito de Riego de
Tijuana. B. C., el concreto y zampeados de mampostería en el Distrito
de Don Martín y el revestimiento con ladrillo en la Región Lagunera,
etcétera.
Plantas acuáticas
La vegetación acuática tal como tule, lama, lirio. etc., se presenta con
mucha frecuencia en los canales de riego donde circula agua limpia.
Las dificultades principales resultan de que no se puede, sin grave
perjuicio en muchos casos, suspender el servicio de riego.
Conservación de drenes
Para evitar la entrada directa a los drenes de los retornos del riego y
las aguas pluviales, se acostumbra, desde la construcción de los
drenes, colocar la tierra de la excavación a cinco o seis metros de la
orilla de la zanja en un lado y en el otro se coloca un pequeño bordo.
La entrada de estas aguas a los drenes se hace por medio de tubos o
caídas a cielo abierto.
Bordos de defensa
428 Aventuras con el agua
En la mayoría de los casos se han usado con éxito para combatir los
ataques de los ríos a estos bordos o a las márgenes, las protecciones de
enramadas; ancladas con alambres o lastradas con piedras.
Refaccionamiento
Resulta pues que por lo que se refiere a los Distritos de Riego cuyo
número aumenta en relación con las obras ejecutadas, conviene que se
estudie con detenimiento qué procedimientos deben seguirse para
obtener refaccionamiento suficiente y oportuno.
Organización
Ciudades agrícolas
CONCLUSIONES
De carácter general
5.- La operación de los distritos de riego debe ser sostenida por los
usuarios lo cual se logrará mediante un proceso evolutivo que,
iniciado con la ayuda económica del Estado y seguido de educación
técnica y económico de los usuarios permite que éstos puedan manejar
sus propios intereses. El Subsidio Federal deberá durar lo menos
posible con objeto de que los fondos nacionales puedan dedicarse a la
construcción de nuevas obras.
Gobierno Federal por todo el tiempo que sea necesario y las obras
secundarias irse entregando, para su operación, en forma paulatina a
los usuarios.
En materia de colonización
6.- Los plazos de pago, en los casos que procedan, deben ser lo
suficientemente amplios para evitar el sistema de concesiones futuras.
4.- Debe establecerse el control rígido del uso del agua y las sanciones
necesarias que eviten el desperdicio y el abuso.
En materia de conservación
BIBLIOGRAFÍA
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Algunas ideas sobre conservación de obras de riego, por el Ing. Jorge L.
Tamayo.
436 Aventuras con el agua