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COMPORTAMIENTO DE SECCIONES DE HORMIGÓN SOMETIDAS A FLEXIÓN


REFORZADAS CON BARRAS DE ACERO O PRF

Conference Paper · July 2015


DOI: 10.13140/RG.2.1.2122.6086

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2 authors:

Julio Alberto Hernandez Caneiro Yordy Mieles Bravo


Universidad Tecnológica de la Habana, José Antonio Echeverría Universidad Técnica de Manabí (UTM)
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COMPORTAMIENTO DE SECCIONES DE HORMIGÓN SOMETIDAS A
FLEXIÓN REFORZADAS CON BARRAS DE ACERO O PRF.
1
MSc. Ing. Yordy Mieles Bravo
2
Dr. Ing. Julio A. Hernández Caneiro
1
Profesor Titular. Universidad Técnica de Manabí. Ecuador
2
Profesor Titular. Facultad de Ingeniería Civil/CECAT. ISPJAE

RESUMEN
En el trabajo se evalúa y discute el comportamiento de secciones de hormigón reforzadas
con barras de polímeros reforzados con fibras (PRF), considerando el modelo propuesto
por Park para estimar la contribución de este material a compresión, teniendo en cuenta
que con este modelo se puede reconocer el favorable confinamiento que le confiere el
refuerzo transversal al núcleo de hormigón de la sección. Se adopta, además, una ley
esfuerzo - deformación del tipo elástica-lineal como es característico en las barras de PRF
(ver la figura 4b). Se interpreta el comportamiento objeto de estudio mediante la respuesta
momento versus curvatura ( ) de la sección transversal al deformarse, para
comprender de manera más clara la degradación de la rigidez como consecuencia de la
fisuración progresiva del hormigón.
La introducción de barras de polímeros reforzados con fibras (PRF) hacen de los
materiales compuestos una opción para reforzar al hormigón que no debe ser ignorada,
especialmente por las bondades que presentan en cuanto a su elevada resistencia a la
tracción, a la corrosión y a la acción de sustancias químicas, sin dejar de mencionar su
transparencia magnética, alta resistencia a la fatiga, escaso peso (de 7 a 10 veces inferior
al peso del acero), baja conductividad térmica y eléctrica, competitividad en precio relativo
(irá siéndolo más en la medida en que se generalice su empleo), y su aclamada
durabilidad.
En el comportamiento de la sección desempeña un papel fundamental el modelo que se
adopte para los materiales. Un hormigón no confinado ofrece una respuesta adecuada a
la compresión, pero es débil en tracción, limitando su aplicabilidad como material
estructural. Para resistir las tracciones se emplea refuerzo en forma de barras en los
lugares del elemento donde actúa esta solicitación, restringiendo el desarrollo de grietas
originadas por la escasa resistencia a la tracción del hormigón, pero aun hoy existen
muchos modelos de comportamiento del hormigón que no consideran la influencia de los
estribos o cercos en la curva esfuerzo – deformación a compresión de este material.
En la actualidad se reconoce que el refuerzo no se limita solo a la resistir la tracción, se
ha encontrado además que añadirlo en las zonas comprimidas incrementa la tenacidad de
elementos en flexión, disminuyendo las deflexiones a largo plazo (Nilson 2010), mientras
que el uso de refuerzo transversal asegura un mayor confinamiento al hormigón,
aumentando de forma indirecta su resistencia a la compresión; además, los códigos como
el ACI 318-14 norman su uso y cantidad colocada. Este trabajo toma en cuenta el aporte
del refuerzo transversal y barras longitudinales de barras de PRF y evalúa su
comportamiento.
Palabras Claves: PRFC (CPRF), PRFV (GPRF), PRFA (APRF), momento curvatura,
hormigón confinado, esfuerzo-deformación, fragilidad, ductilidad.
INTRODUCCIÓN
Existen varios modelos analíticos para interpretar el comportamiento del hormigón, tanto a
compresión como a tracción, cada uno caracterizado por una ley esfuerzo – deformación
generalmente compleja por la tendencia de expresarlas mediante parábolas cuadráticas o
cúbicas, al menos en uno de los varios dominios en que puede subdividirse la
deformación. Estos modelos se sustentan en una amplia experimentación de cuyos
resultados cada autor procura reconocer, mediante coeficientes, las fortalezas y
debilidades que son observadas durante los ensayos, y en este trabajo se describen
varios de ellos, lo mismo considerando que desconociendo el efecto favorable del
confinamiento. Con tal de aliviar los complejos procesos de cálculo que exige la
evaluación de la magnitud y posición de la resultante de la fuerza en compresión del
hormigón a partir de la ley constitutiva propuesta por Park, se incluye, además, un
procedimiento que permite transformar esta ley en un diagrama rectangular equivalente
mediante dos coeficientes: y . Finalmente se deduce la curva momento - curvatura
que caracteriza el comportamiento en flexión de una sección, y este análisis ( ) se lo
hace con tres tipos de refuerzo: barras de acero ordinario y barras de polímero reforzado
con fibras de Vidrio (PRFV) y de Carbono (PRFC).
DESARROLLO
Leyes constitutivas para el hormigón a compresión sin confinamiento
Un modelo ampliamente adoptado por diferentes normativas ha sido el de Whitney (1942),
que sustituye al diagrama parabólico de compresiones por otro equivalente,
intencionalmente rectangular. Normativas como el ACI, código que es aceptado por la
mayoría de los países latinoamericanos, propone este modelo. Con el modelo de Whitney
es muy simple fijar la magnitud y posición de la resultante de la fuerza de compresión del
hormigón; sin embargo, es una propuesta realmente conservadora, pues reemplaza la
distribución real de esfuerzos por un rectángulo que define la intensidad de la compresión
mediante el valor ( ), en la profundidad ( ), calculados ambos coeficientes a partir
de la fuerza en compresión (Nilson 2010). Es frecuente suponer para los estados límites
de resistencia los siguientes valores: y .

(a) Hognestad (b) Rüsch

Figura 1. Modelos adoptados para el hormigón no confinado.


Otro modelo muy aceptado del comportamiento del hormigón no confinado es el de
Hognestad (1955), aplicable tanto a secciones circulares como rectangulares. En la figura
1a se muestra su ley, observándose que la rama ascendente es una parábola de segundo
grado hasta alcanzar la máxima resistencia, y luego desciende de forma lineal hasta la
deformación última que se acepte para el hormigón. Las expresiones (1) y (2) refieren las
ecuaciones asociadas a esta ley:

[ ( ) ] ( )

( ) ( )

Siendo:
: resistencia máxima de un hormigón ensayado en laboratorio
: deformación en el punto i
: deformación de rotura asociado a la máxima resistencia del hormigón igual a 0,002
: módulo de elasticidad calculado como la relación ⁄
: máxima deformación del hormigón, considerada igual a
Rüsch propone una ley de comportamiento cuya primera rama coincide con la de
Hognestad, pero seguida por un segmento rectilíneo de pendiente nula, propuesta que se
ilustra en la figura 1b. El punto más elevado de la parábola, que coincide precisamente
con su vértice, responde a las coordenadas ( ). En este caso la máxima
deformación, ya dentro de la segunda rama, se fija en el valor (Hernández Caneiro
2013). El significado de las variables coincide con las anotadas para Hognestad a
excepción de que representa la deformación de rotura del hormigón a flexión y se fija
en .
Leyes constitutivas para el hormigón a compresión confinado
El confinamiento del hormigón mediante el refuerzo transversal mejora su desempeño y
permite mayores deformaciones, a la vez que incrementa la ductilidad de un elemento de
hormigón, como indican estudios experimentales desarrollados por Chan (1955), Blume
(1961), etc. Apoyados en los resultados de numerosos ensayos, Roy y Sozen (1964),
Soliman y Yu (1967) y Sargin (1971), propusieron diferentes relaciones esfuerzo-
deformación para el hormigón confinado, lo mismo que Park (1982), Mander (1988),
Saatcioglu-Razvi (1992) y Chung (2002). Husem y Pul (2006) estudian el comportamiento
de hormigones de alta resistencia y proponen un modelo en el que la rama ascendente
depende del radio del refuerzo de confinamiento y, comparada, resulta similar al modelo
modificado de Park, mientras que la rama descendente fue similar a la propuesta en 1992
por Nagashima, concluyendo que el refuerzo transversal llega a garantizar un incremento
en la resistencia a la compresión del orden del 19%, extendiendo con ello la ductilidad.
La ductilidad se incrementa al doble si se disminuye a la mitad el espaciamiento del
refuerzo transversal, a causa del confinamiento que esta decisión asegura, incluso los
estudios de Nagashima confirman que con esta reducción del espaciamiento se mejora el
comportamiento de la estructuras frente a la acción de un sismo. Una falla frecuente
durante eventos sísmicos es precisamente, la ausencia del debido confinamiento del
hormigón, como puede apreciarse en la figura 2.

Figura 2. Falla por insuficiente confinamiento en columna y viga.


De hecho, el confinamiento del hormigón por el efecto favorable del refuerzo transversal,
incrementa, de forma indirecta, su resistencia a la compresión, códigos como el ACI 318-
14 regulan la cantidad mínima a colocar, exigiendo espaciamientos muy por debajo de los
requeridos para controlar el cortante. El refuerzo transversal en forma helicoidal confina
con mayor eficacia que el de cercos o estribos, de uso más extendiendo por razones
constructivas. Ello se debe a que el zunchado ejerce una presión continua sobre el
hormigón del núcleo, razón que justifica el incremento que propone el ACI a la resistencia
a cortante del hormigón, mediante la reducción del factor ( ) cuando el refuerzo
transversal que se utiliza es en forma de hélice.
En resumen, para que el refuerzo transversal ejerza un efecto eficiente, la separación de
los estribos ( ) debe ser razonablemente pequeña como se anotó anteriormente, factor
reconocido en los modelos de Park y Mander mediante la cuantía del refuerzo transversal
, pero además hay otros factores que incrementan su tenacidad y que son incluidos
también en ambos modelos, como la relación entre el volumen de acero utilizado en los
estribos o cercos, y el volumen de hormigón confinado nombrado ( ) , además de la
resistencia de este acero.
Modelo de Mander
La figura 3a ilustra el modelo de comportamiento para el hormigón confinado propuesto
por Mander, aplicable básicamente a secciones cuadradas y circulares. La ley contiene
una primera rama parabólica que considera, precisamente, el efecto favorable del
confinamiento y lo hace mediante un incremento de la resistencia a compresión y la
deformación del hormigón. En él la falla se inicia cuando colapsa el refuerzo transversal y
ya no es capaz de confinar al núcleo de hormigón, originándose deformaciones mayores
que las admitidas por otros modelos. Su propuesta es muy aceptada en la actualidad y lo
es tanto que forma parte de las rutinas de varios software, incluyendo el SAP 2000.
La rama curva del comportamiento responde a la siguiente ecuación:

( )

(a) Mander (b) Park


Figura 3. Modelos para hormigón confinado.

Siendo:
: esfuerzo a compresión del hormigón confinado
factor de esfuerzo confinado

: deformación unitaria del hormigón (variable independiente de la función )
: deformación unitaria del hormigón asociada al esfuerzo máximo
[ ( ⁄ )]
: resistencia máxima del hormigón no confinado
: deformación asociada a .
⁄( )
√ ( ): módulo de elasticidad del hormigón
⁄ : módulo secante del hormigón asociado al esfuerzo máximo
Modelo de Park
La ley analítica del Modelo de Park se indica a continuación:

[ ( ) ]

( )
[ ( )]

{
Se trata de un modelo de comportamiento del hormigón que tiene en cuenta también el
efecto favorable del confinamiento sobre el hormigón, y posee una marcada afinidad con
la propuesta de Hognestad, añadiendo a ella un coeficiente que toma en consideración
la contribución al confinamiento conferido por el refuerzo transversal a medida que crecen
las deformaciones desde y hasta , pasando por . En la figura 3b se
muestra el modelo propuesto por Park, pudiéndose observar que consta de tres ramas.
Siendo:

El valor de calculado mediante la expresión que se ha propuesto resulta elevado


(Aguiar 2003), recomendándose su revisión en trabajos futuros.
Comportamiento del Acero y el PRF
El comportamiento del acero y el PRF es sensiblemente diferente. El primero posee un
módulo de elasticidad cuatro veces superior al del PRF, no obstante, este último material
cuenta con varias ventajas respecto del acero, que justifican su empleo como refuerzo del
hormigón en numerosas obras de ingeniería. Basta señalar su alta resistencia a la
tracción, a la corrosión y a la acción de sustancias químicas, su bajo peso, su
transparencia magnética, etc. Muchos investigadores han propuesto modelos para el
comportamiento del acero, como Park y Paulay, (1975), Mander et al. (1984), Ahmad y
Shah (1985). En este trabajo se adopta un modelo de comportamiento bilineal para el
acero, mientras que otro elástico-lineal para PRF.
Acero
Un modelo idealizado del acero como el que se ilustra en la figura 4a, se caracteriza por
presentar dos ramas diferentes de comportamiento. Llamado también modelo elasto -
plástico perfecto, representa una muy buena aproximación al verdadero comportamiento
del material. La primera rama confirma que el material se comporta de manera elástica
perfecta y la relación esfuerzo-deformación obedece a la ley de Hooke, mientras la
segunda rama reconoce el carácter plástico del material una vez que alcanza la fluencia,
es decir, sin que medie necesariamente un aumento de la carga, las deformaciones se
incrementan progresivamente. Corresponde a este tipo de respuesta la siguiente ecuación
constitutiva:
{

(a) Acero (b) PRF


Figura 4. Leyes esfuerzo – deformación del refuerzo que se analiza.

PRF
La respuesta esfuerzo-deformación del refuerzo PRF es sensiblemente diferente al que
presenta el acero, incluso, como consecuencia de su carácter anisotrópico, presenta un
comportamiento desigual a tracción que a compresión, como se ilustra en la figura 4b,
cualidad que lo diferencia sensiblemente del acero. Se trata de un material que no
alcanza a fluir, su comportamiento es perfectamente elástico hasta que tiene lugar el fallo,
lo mismo en tracción que en compresión, sin embargo, poseen a su favor una elevada
resistencia a la tracción que supera en dos o más veces la del acero, dependiendo del
tipo de fibra que se utilice como refuerzo de la matriz de polímero. En el caso de su
resistencia a compresión ya no es tan alta, aunque puede llegar a ser mayor que la de los
aceros ordinarios. Por otro lado, poseen un módulo de deformación mucho menor que el
del acero, lo que se convierte en una debilidad.
La figura 4a ilustra la relación esfuerzo – deformación genérica de las barras de PRF,
reconociendo la diferencia que existe en el comportamiento a tracción y compresión de
este material, e incluso la posibilidad de que el módulo de deformación longitudinal
(elástico) sea diferente frente a ambos esfuerzos directos.

Figura 5. Comportamiento de barras de PRF reforzadas con diferentes fibras.


En la figura 5 se ilustra el comportamiento de diferentes tipos de PRF, mientras que la
tabla 1 resume las propiedades más relevantes de aquellos que se comercializan en la
actualidad.

Tabla 1. Propiedades mecánicas usuales de las barras de refuerzo.


PROPIEDAD Acero PRFV PRFC PRFA
Tensión nominal de fluencia ( ) 276 ÷ 517 - - -
Tensión de rotura ( ) 483 ÷ 690 483 ÷ 1600 600 ÷ 3 690 1 720 ÷ 2 540
Módulo de Elasticidad ( )( ) 200 35 ÷ 51 120 ÷ 580 41 ÷ 125
Deformación de fluencia (%) 0,14 ÷ 0,25 - - -
Deformación de rotura (%) 6 ÷ 12 1,2 ÷ 3,1 0,5 ÷ 1,7 1,9 ÷ 4,4

Transformación mediante integración del modelo de Park en otro rectangular


equivalente.
Para determinados análisis, en los cuales no resulte aconsejable el diagrama de
deformaciones propuesto por Whitney, se pueden integrar las ecuaciones del modelo
constitutivo del hormigón que decida elegirse, con tal de transformarlo en otro rectangular
de similar tipología al de Whitney. Esta transformación se fundamenta en los dos criterios
siguientes: “la magnitud de la fuerza resultante de las compresiones del hormigón, y su
posición, deben coincidir con independencia del diagrama en que se decida evaluar a
ambas variables, ya sea en el “real” adoptado, o en el rectangular que le es equivalente”
(Hernández Caneiro 2013). La ley constitutiva del diagrama “real” es ( ), mientras
que la distribución rectangular de tensiones que le es equivalente es de la forma
( )( ). La figura 6 ilustra los fundamentos de tal transformación.
Esfuerzo

Rama a Rama b Rama c 𝝈𝒄

𝒌𝒇𝒄 𝜷𝒊 𝝀
𝝈𝒄 𝜺′𝒄 =𝝀

𝜶 𝒊 𝒇𝒄
𝜺𝒄
𝑘𝜀𝑜 𝜆 𝜀𝑢 Deformación 𝜀𝑐𝑖
𝜀𝑐𝑖
𝝀
a) Diagrama de Park (parabólico) b) Diagrama equivalente (rectangular)

Figura 6. Transformación del diagrama “real” en otro rectangular. Caso Park.

El anterior axioma se puede expresar analíticamente de la manera siguiente:


Igualdad de fuerzas evaluada en ambos diagramas:

∫ ( )( )
Igualdad de la posición de la fuerza (centroide) evaluada en ambos diagramas:


( )

Se ha decidido adoptar el diagrama constitutivo de Park para modelar la contribución del
hormigón a compresión con el interés de tener en cuenta el confinamiento debido al
refuerzo transversal. Como se trata de una ley constitutiva que no es continua en todo el
dominio de deformaciones, sino que posee tres relaciones ( ) diferentes, el
proceso de integración que permite obtener las expresiones de y en cada dominio,
debe realizarse de manera diferenciada, resultados que se indican a continuación:
Rama a: Para

∫ [ ( ) ] ( )( )

∫ * ( ) +
( )
∫ * ( ) +

Resolviendo el sistema de ecuaciones así definido se demuestra que:


* +

[ ]

Siendo .

Procediendo de manera análoga para las dos restantes ramas se deducen las
expresiones de los coeficientes y que a ellas corresponden, resultados que se
indican a continuación. Solo se resalta que para estas dos ramas el cambio de la función
exige cambiar los límites de integración, recurriendo para ello al teorema de la división de
la integral, en este caso a dos y a tres divisiones para las ramas b y c, respectivamente.
Rama b: Para

, ( ) ( )-

( ) ( ) [ ] ( ) * +
{ }
( ) ( )

Rama c: Para

{ ( ) ( ) }
( ) ( ) [ ] ( ) * + ( ) ( )
{ }
( ) ( )

De esta misma forma se pueden obtener los coeficientes y cuando la ley que se
adopte sea la de Hognestad, evaluación que conduce a los resultados siguientes:
Rama a: Para
( )

( )

Rama b: Para

( )

. /
( )
Siendo:
=
Diagrama Momento vs. Curvatura
Existen varios procedimientos para el trazado del diagrama , definiéndose como
curvatura ( ) a la relación entre la deformación a nivel de la fibra más comprimida de la
sección, y la distancia hasta el eje neutro, como se evidencia en la figura 7. Todos estos
procedimientos se fundamentan en la compatibilidad de las deformaciones a nivel de
sección, el equilibrio de esfuerzos interiores (fuerza y momento) y las ecuaciones
constitutivas que se adopten para el hormigón y su refuerzo. Un método muy utilizado es
el de las fibras, cuyas ideas generales fueron expuestas por Mander, y consiste en
discretizar al área comprimida de hormigón en un número finito de regiones, para evaluar
en cada una de ellas la magnitud de la fuerza que le corresponde, y su posición, mientras
que al acero se lo trata en su posición real.

Figura 7. Curvatura de una sección sometida a un momento flector M.

El método que se propone en este trabajo responde a un proceso iterativo a partir del
conocimiento de los coeficientes y ajustados a la ley constitutiva que se seleccione
para el hormigón, proceso que se describe a continuación:
a) Fijar una deformación a nivel de la fibra más comprimida del hormigón, dentro del
rango admitido por la ecuación constitutiva que se adopte para este material, y
determinando luego el valor de los coeficientes y para la deformación fijada.
b) Recurriendo a la condición de equilibrio de fuerzas y la compatibilidad de las
deformaciones, calcular la posición de la línea neutra para la deformación que
se haya fijado. Cuando el refuerzo empleado sea el acero, debido a que su ecuación
constitutiva no es continua en todo el dominio de deformación, se justifica el
establecimiento previo de hipótesis que faciliten la más rápida convergencia del
modelo analítico, pues existirá siempre la incertidumbre de si este refuerzo fluye o no.
Sin embargo, cuando sea el caso del refuerzo mediante barras de PRF, la solución es
directa, ilustrándose a continuación el procedimiento a seguir cuando se trate de esta
última tipología de refuerzo, para las condiciones siguientes: caso de sección
rectangular, refuerzo en compresión nulo ( ), reconociendo la contribución del
hormigón a tracción mientras ello sea posible:

∑ ( )( ) ( )

Aceptando que la ley constitutiva del hormigón a tracción es lineal, y que se alcanza la
fisuración para una deformación ( ) entonces:

√ √
Asegurando también la compatibilidad de las deformaciones, se debe cumplir que:


( ) ( )

Una vez evaluada la posición de la línea neutra mediante la solución de la ecuación


anterior, debe verificarse que el valor de “ ” satisfaga la condición . En la
iteración para la que esta condición deje de cumplirse, se detiene el proceso.
c) Evaluar el momento flector mediante la ecuación de equilibrio que corresponde.
Observando la figura 7 se comprende el siguiente planteamiento:

( ) ( ) * ( ) +
d) Determinar la rotación de la sección como la relación entre la deformación y la
profundidad del bloque de compresiones “ ”.

La relación es uno de los recursos más utilizados en el análisis de los elementos


de hormigón armado, especialmente para estudiar la ductilidad del elemento que se
analiza y comprender mejor la formación y desarrollo de rótulas plásticas, encargadas de
facilitar la ventajosa redistribución de momentos que puede ser aprovechada en
estructura continuas antes de sobrevenir el colapso, Nilson (2010). Se puede visualizar
además el comportamiento ante la acción de un sismo severo mediante la ductilidad por
curvatura, proceso que conlleva al cálculo de la curva , Aguiar (2003)

El dominio de esta relación ( ) para las secciones críticas de vigas y columnas que
definan la estructura resistente de una edificación, ofrece la posibilidad de cuantificar la
capacidad resistente a flexión y la ductilidad, no solo de estos elementos, sino también de
la estructura en su conjunto, con tal de compararlas con las del propio diseño. Es evidente
que en elementos con escasa ductilidad por sus bajos niveles de curvatura, se puede
presentar una falla frágil cuando la estructura ingrese en el rango no lineal. Lo idóneo
sería asegurar un valor alto de ductilidad ( ) para que disipe la mayor cantidad de
energía en el momento de eventos sísmicos, facilitando de esta forma la redistribución de
momentos entre los elementos más solicitados y los menos solicitados.
Construcción de la curva Momento vs. Curvatura
Se presenta a continuación un ejemplo que permite construir la relación para una
viga de hormigón armado considerando dos leyes esfuerzo - deformación para el
hormigón diferentes: Hognestad (hormigón sin confinar) y Park (hormigón confinado).
La sección de la viga se mantiene constante para todos los casos y coincide con la que se
muestra en la figura 8; además, se ignora la presencia de refuerzo en compresión. El
refuerzo de la sección se define de la forma siguiente:
Refuerzo transversal: Grado G-60 ( ); Barras: No. 10 @ 100mm
Refuerzo longitudinal:
Caso 1: Acero Grado G-60 ( ); Barras: 4 No. 16 ( )
Caso 2: PRFV
Caso 3: PRFC
El criterio adoptado para fijar el área de refuerzo en el caso de las barras de PRF ha sido
asegurar que posean la misma capacidad resistente que la del acero definido para el
Caso 1. Por ejemplo, en el Caso 2, que recurre al vidrio como refuerzo del polímero:
⁄ ⁄ ⁄

Hormigón:
𝑓𝑐 𝑀𝑃𝑎

Figura 8. Sección transversal de la viga analizada en el ejemplo.


Desarrollo:
Se presenta el procedimiento general para una de las i-ésimas iteraciones que
corresponden al Caso 2, reconociendo el modelo de Park para constituir al hormigón.
⁄ ⁄

Iteración 1:
 Evaluar los coeficientes de transformación a un diagrama rectangular equivalente:
El valor fijado a corresponde a la rama a del modelo de Park, en consecuencia:

( ) [ ] ( ) [ ]

 Fijar la posición de la línea neutra:



( ) ( )

 Comprobar la deformación límite del refuerzo (cuando se trata de PRF):

( )

Puede continuar probándose con valores de

 Evaluar el momento flector:


( ) ( ) * ( )+

 Evaluar el giro que experimenta la sección:

Resultando finalmente para esta iteración el par ordenado:


( )
El mismo proceso se repite para otras deformaciones hasta llegar a definir una cantidad
suficiente de pares ordenados que faciliten el trazado de la curva de comportamiento
( ) para el caso que se está analizando, y no solo eso, sino también para los
restantes dos casos. La figura 9 ilustra el perfil de las tres curvas resultan de este análisis,
incluyendo la que se obtiene cuando se trata del acero como refuerzo en tracción de la
sección, modelando al hormigón en compresión mediante la ley constitutiva de
Hognestad.

b) Acero con Hognestad y Park b) Acero y PRF con Hognestad y Park


Figura 9. Curvas Momento – Curvatura de los casos estudiados.

CONCLUSIONES
 Se ha obtenido el comportamiento de una sección de hormigón sometida a flexión
reforzada con acero y barras de PRF, considerando el confinamiento que confiere
al hormigón el refuerzo transversal al utilizar el modelo de Park para constituir a
este material. Se incluye un análisis similar ignorando el grado de confinamiento al
emplear la ley propuesta por Hognestad.
 El procedimiento analítico que se ha sugerido ofrece una solución general para
transformar la ley constitutiva que se decida adoptar al modelar al hormigón en
compresión, llevándola a un diagrama rectangular que resulta eficazmente
equivalente. En esta transformación se emplean los coeficientes y que evitan
recurrir a procesos laboriosos de integración, sin ceder en rigor durante los
cálculos y asegurando la debida precisión de los resultados.
 En la figura 9a se observa que la ductilidad se incrementa significativamente
cuando se reconoce la influencia del confinamiento a través del modelo que
propone Park, y lo hace en el orden 7,8 veces. Se observa que el giro máximo que
experimenta la sección al ser analizada por medio del modelo de Honestag es
, mientras que con el modelo de Park este valor crece hasta
, manteniendo la sección, prácticamente, el momento último que
origina estos giros.
 En la figura 9a se observa que al haberse adoptado un área equivalente para el
refuerzo resuelto con barras de PRF y con acero ordinario, aun reduciendo en un
35% el área del polímero en el caso de emplearse la fibra de vidrio, se alcanza
prácticamente la misma capacidad resistente en la sección, mientras que si se
tratase de la fibra de carbono, con una reducción del área de refuerzo del 67%, la
capacidad de la sección llega a incrementarse en un 30%. Si se aceptase que el
costo de ambas tipologías de refuerzo es del mismo orden, la economía del diseño
estaría asegurada, pero más que eso, su durabilidad.
 El comportamiento de la sección reforzada con barras de PRF es elástica – lineal
hasta el agotamiento, debiéndose revisar su empleo cuando la demanda de
ductilidad sea priorizada.
 En el análisis de los resultados que se reflejan en la figura 9, es notorio que la
curva de comportamiento tiene una misma tendencia hasta que se inicia la fluencia
del acero, sea o no incluido el confinamiento del hormigón, incluso, la respuesta es
quasi lineal.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Yordy Mieles Bravo, Ingeniero Civil, Magister en Ciencias de la Ingeniería - Mención


Estructuras, profesor titular de la Universidad Técnica de Manabí. jmieles@utm.edu.ec
Julio Alberto Hernández Caneiro, Ingeniero Civil, Doctor en Ciencias Técnicas, Profesor
Titular. Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría. jahcan@civil.cujae.edu.cu

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