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Los derechos reales de garantía otorgan a su titular un poder real sobre una cosa
ajena, como garantía del cumplimiento de una obligación, de tal forma que, si ésta
se incumple, puede el acreedor solicitar la venta en pública subasta de la cosa
gravada y cobrarse la deuda con el importe obtenido. Este derecho es oponible y
preferente a cualesquiera otros acreedores. En el caso de inmuebles la preferencia
se pospone por Ley al crédito de la Administración por los impuestos que gravan la
propiedad urbana - contribución urbana; transmisiones patrimoniales y actos
jurídicos documentados -; los gastos de la propiedad horizontal por la anualidad
corriente y la vencida; y la prima de los seguros sobre los propios bienes de los dos
últimos años.
Prenda.
Hipoteca.
Anticresis.
HIPOTECA
Derecho real que grava un bien inmueble y que normalmente se utiliza para lograr
la financiación necesaria para su compra (aunque también se pueden hipotecar
bienes muebles). La hipoteca se inscribe en el Registro de la Propiedad.
El bien permanece en manos del propietario mientras este cumpla con sus
obligaciones; en caso contrario, el acreedor puede realizar la venta del bien para
cobrar el dinero que prestó.
Diferencia entre créditos y préstamos hipotecarios
Los tres aspectos más importantes de una hipoteca son: el capital, que es el dinero
prestado por el banco y que suele ser menor al precio del inmueble para poder
cubrirse en un posible remate; el interés, que indica el porcentaje extra que se debe
pagar a la entidad que otorgó el préstamo y que puede ser fijo o variable; y
finalmente, el plazo, que es el tiempo que comprende la devolución del capital.
Tipos de Hipoteca
Las hipotecas se pueden clasificar según varios aspectos: tipo de interés, por el tipo
de cuota, la tipología del bien inmueble que se financia, ...
Hipotecas a tipo fijo. Cuando el tipo de interés no varía durante todo el plazo
hipotecario pactado. Las cuotas son constantes durante toda la vida del
préstamo. Es una alternativa interesante si el tipo fijo pactado es lo
suficientemente atractivo para vincularnos con el banco a décadas vista; al
tener costes de subrogación muy altos (compensación por riesgo de tipo de
interés que pueden suponer un 4% o más), hay que analizar detenidamente
las condiciones antes de firmar.
Hipotecas a tipo variable. Las cuotas mensuales son constantes durante
cada periodo de revisión, cambiando en base al tipo de referencia hipotecaria
cuando se revisa el interés. En España la mayoría de préstamos son de este
tipo, con un sistema de amortización de cuota constante o francés y tipo
variable.
Hipotecas a tipo mixto. Pueden existir hipotecas que combinan un tipo fijo
con otro variable. Un porcentaje del interés variaría en función de un
referencial (normalmente el euribor) y el otro sería un interés fijo pactado.
Las hipotecas más habituales tienen una cuota se mantiene constante durante el
periodo de revisión del tipo de interés (sistema de amortización francés). La cuota
se recalcula cada año o semestre (los simuladores del Banco de España son muy
útiles para hacer este tipo de cálculos), habitualmente, en base a la evolución del
referencial más el diferencial aplicado. Las mensualidades se componen de una
parte de intereses y otra de amortización, que reduce el capital pendiente; en los
primeros años la parte de intereses es muy alta y la de amortización reducida,
cambiando esta proporción a medida que pasan los años.
Una hipoteca es un contrato mediante el cual un deudor deja como garantía un bien
(generalmente un inmueble) a quien le hace un préstamo (acreedor). De esta forma,
si el deudor no paga su deuda, el acreedor tendrá derecho a solicitar la venta del
bien para así poder cobrar lo que le deben. Por lo tanto, una hipoteca es un
instrumento de deuda que otorga un derecho real de garantía para el acreedor, que
utiliza un bien del deudor como colateral.
CARACTERÍSTICAS
1. Es un derecho real de los enumerados en relación al Artículo 822 del Código Civil
y es un derecho real que normalmente será inmueble conforme al Artículo 838 del
citado cuerpo legal.
a) En relación al inmueble
b) En relación al crédito
EXTENSIÓN
Constitución en escritura pública: el Art. 145, Ley Hipotecaria establece que: "para
que las hipotecas voluntarias queden válidamente establecidas, se requiere: 1º. Que
se hayan constituido en escritura pública. 2º. Que la escritura se haya inscrito en el
Registro de la Propiedad".
Las hipotecas legales, según el Art. 158, Ley Hipotecaria son: "sólo (...) las
admitidas expresamente por las leyes con tal carácter. Las personas a cuyo favor
concede la Ley hipoteca legal no tendrán otro derecho que el de exigir la
constitución de una hipoteca especial suficiente para la garantía de su derecho". La
constitución de las hipotecas legales requiere de la inscripción del título (Art. 159,
Ley Hipotecaria), es decir, que será necesario el otorgamiento de la escritura y su
posterior presentación en el Registro.
El Artículo 838 del mismo cuerpo legal, establece que bienes no pueden
hipotecarse, y estos son:
Obligaciones y derechos:
En los pagos periódicos la constancia de pago del último período hace presumir el
pago de los anteriores, salvo prueba en contrario. El pago de capital supone el de
los intereses, salvo que se hubiere aceptado el pago con la reserva expresa
correspondiente. El deudor de diversas obligaciones a favor del mismo acreedor,
tiene derecho a declarar al hacer el pago, a que deuda debe aplicarse.
SUBHIPOTECA
HIPOTECA MOBILIARIA
En España, los bienes sobre los que puede constituirse hipoteca mobiliaria son los
que determina el artículo 12 de la Ley sobre hipoteca mobiliaria y prenda sin
desplazamiento de posesión de 16 de diciembre de 1954:
2. Los automóviles y otros vehículos de motor, así como los tranvías y vagones
de ferrocarril, de propiedad particular.
3. Las aeronaves.
4. La maquinaria industrial.
5. La propiedad intelectual y la industrial.
LA PRENDA
En España puede también efectuarse la realización (venta) del bien pignorado, por
conducto notarial.
En el caso de que el deudor cumpla con las obligaciones garantizadas por la prenda,
el acreedor pignoraticio deberá devolverle la posesión de la cosa dada en prenda,
en el mismo estado de conservación y uso que en el que le fue entregada.
DEFINICIÓN
La prenda era un derecho real de garantía, tenía como función asegurar al acreedor
el cumplimiento y satisfacción de su crédito, mediante un poder especial que se le
confiere sobre la cosa dada en garantía. El deudor entrega al acreedor un bien
mueble de su propiedad en garantía del crédito, constituyéndose la prenda sobre el
bien mueble entregado.
CLASIFICACIÓN
Por ese motivo, la existencia de la prenda sin desplazamiento está limitada en los
ordenamientos jurídicos a aquellos bienes muebles que puedan, de alguna forma,
asimilarse a bienes inmuebles por su importancia económica y por la susceptibilidad
de ser inscritos en registros públicos. Por ejemplo, podría ser el caso de
automóviles, vagones de tren, o aeronaves.
CONSTITUCIÓN
Se constituye la prenda sobre una cosa mueble (art. 1.864) poseíble (art. 1.863) y
enajenable (art. 1.858), como ya se ha dicho, y se constituye en garantía de toda
clase de obligaciones, como dice el artículo 1.861, ya sean puras, ya estén sujetas
a condición suspensiva o resolutoria.
Como elemento esencial a su propio concepto, es precisa la puesta en posesión de
la cosa pignorada al acreedor pignoraticio o a un tercero, salvo el caso especial de
la prenda sin desplazamiento. Artículo 1.863: Se necesita… que se ponga en
posesión de ésta (la cosa pignorada) al acreedor o a un tercero de común acuerdo.
Un acuerdo previo sin dicha entrega no produce más que obligación inter partes,
pero no derecho real, como se desprende del artículo 1.862.
No se exige más requisito formal que el del artículo 1.280: documento si la cuantía
excede de 1.500 pesetas, pero sin otro efecto que la posibilidad de compelerse a
otorgarlo, según el artículo 1.279, sin que afecte a su validez. Pero para que surta
efecto contra tercero, se precisa que conste por instrumento público la certeza de la
fecha, dispone el artículo 1.865 (3).
La prenda es un contrato unilateral, y como tal resulta obligada sólo una de las
partes, cual es el acreedor prendario, quien resulta obligado a restituir la cosa dada
en prenda una vez extinguida la obligación caucionada. No hay, por consiguiente,
obligación alguna para el deudor prendario. Pero excepcionalmente podría existir
obligación para el deudor cual sería la de pagar al acreedor las indemnizaciones por
los gastos en que éste haya incurrido para la conservación de la prenda, o bien por
los perjuicios que dicha prenda le hubiere causado. Art. 2396
EXTENSIÓN
Se presenta ello: