You are on page 1of 10

Quórum.

Revista de pensamiento
iberoamericano
ISSN: 1575-4227
quorum@uah.es
Universidad de Alcalá
España

Rivas Herrera, Patricio


Cultura y Desarrollo. Una agenda abierta e indispensable
Quórum. Revista de pensamiento iberoamericano, núm. 17, primavera, 2007, pp. 49-57
Universidad de Alcalá
Madrid, España

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=52001706

Cómo citar el artículo


Número completo
Sistema de Información Científica
Más información del artículo Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal
Página de la revista en redalyc.org Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto
Cultura y Desarrollo.
Una agenda abierta e indispensable
patricio rivas herrera
Coordinador de Cultura del Convenio Andrés Bello

resumen
La cultura no es un factor agregado sino el elemento intrínseco del
desarrollo. Pero la experiencia latinoamericana evidencia que en la
relación entre desarrollo y cultura deben intervenir al menos dos
factores: un concepto de desarrollo que implique la ampliación de
las libertades, el mejoramiento de la calidad de vida y la inclusión
de los sectores alejados de los centros de decisión y, por otra parte,
una voluntad política que favorezca, en programas y en presupues-
tos, el aumento de los recursos destinados a la cultura. La centrali-
dad de la cultura en los procesos de desarrollo configura la aparición
de nuevos actores y asuntos hasta ahora marginados.

Palabras clave: Concepto de desarrollo, calidad de vida, voluntad


política, centralidad.

crecimiento vs. desarrollo de la reconversión de la economía a escala mun-


dial, del debilitamiento de la participación ciu-
Durante las últimas décadas, especialmente dadana en las estructuras políticas clásicas y del
desde la expansión de la economía de merca- desplazamiento de la figura del gobernante po-
do a escala mundial y de la globalización de la lítico —como sujeto con vocación pública y
democracia política, el crecimiento económi- compromiso social— a la del administrador
co se convirtió en una prioridad programática eficiente, siempre atento a mantener la estabi-
para la mayor parte de los Estados y en uno de lidad en los precios, el equilibrio presupuesta-
los indicadores más utilizados al momento de rio, una inflación reducida y la libertad abso-
evaluar la eficacia y eficiencia de los gobiernos. luta en la movilidad de los capitales.
Los factores históricos que han concurrido a
la configuración de este escenario provienen Durante el período que va desde fines de los
del agotamiento de los patrones keynesianos, setenta hasta el agosto negro de 1997, se creó

quórum 17 patricio rivas herrera I 49


Quórum, 17, pp. 38-57

la convicción de que si los países aplicaban esta nómico deben sustentarse en la integración y
fórmula y emprendían procesos de privati- en la expansión cultural.
zación del sector público empresarial y de
desregulación del mercado, el mundo entra- Como es sabido, a partir de la crisis eco-
ría en una etapa de crecimiento económico nómica de los años setenta los modelos desa-
sostenido, que terminaría favoreciendo por rrollistas entran en decadencia y las ideas de
una suerte de bombeo a todos los sectores de libre mercado comienzan a expandirse y a ga-
la sociedad. Inclusive a comienzo de los no- nar en hegemonía, transformando acelerada-
venta la tesis de Fukuyama (1992), del fin mente el panorama social y económico a es-
de la historia, tuvo una amplia acogida en el cala planetaria (Rivas y Torres, 1998). Pero,
campo económico, se forjó la convicción de después de más de veinte años el panorama
que la expansión de las democracias liberales no contiene los mismos grados de optimismo.
eran efectivamente la última etapa del proce-
so histórico, donde la economía global con- Hoy en día la suposición de las políticas li-
duciría a la solución definitiva de los proble- berales de que altas tasas de crecimiento ga-
mas económicos fundamentales (Watkins, rantizarían el desarrollo progresivo y soste-
1999). nido de la humanidad ha sido enérgicamente
cuestionada, principalmente porque no se
Esta tendencia, derivó en que la economía han conseguido los resultados prometidos y
del desarrollo, —eje fundamental del pensa- porque las crisis financieras de 1994 y 1997
miento político mundial de mediados del si- demostraron que la economía global actual no
glo XX— nacida a partir del análisis de la per- era infalible.
sistencia del subdesarrollo y de la búsqueda
de mecanismos de superación de la pobreza, La experiencia internacional indica que la
quedara temporalmente relegada a pesar de aplicación de las teóricas del crecimiento no
sus notables aportes. No debemos olvidar, han permitido la superación de las fracturas
que en el caso de América Latina durante las y problemas estructurales, ni el desarrollo
décadas de los 50 y 60 tuvimos el privilegio equitativo al interior de los países. Lo que se
de contar con una pléyade de economistas observa, es que a pesar de que se ha experi-
comprometidos con el desarrollo y la inte- mentado un acelerado y evidente crecimien-
gración de la región —Felipe Herrera, Raúl to económico y niveles de prosperidad sin
Prebisch, Anibal Pinto, Galo Plaza, Osvaldo precedentes, la distribución de las oportuni-
Sunkel y Celso Furtado, entre otros 1—, que dades y recursos continúa siendo asimétrica.
promovieron el despliegue de una concep- EEUU, la Unión Europea, Canadá y Japón
ción amplia de desarrollo que trascendía la concentran casi el 75% del PIB mundial y
dimensión económica y según la cual éste era representan menos del 20% de la población
ante todo desarrollo humano y cultural (Ani- (Watkins, 1999). Pero estas desigualdades no
nat, 1998). Se trató de una época prolífera, sólo se dan entre los países ricos y pobres,
en donde larvariamente emerge la convic- sino que también al interior de cada uno de
ción de que los modelos de desarrollo eco- estos territorios.

50 cultura y desarrollo. una agenda abierta e indispensable quórum 17


Quórum, 17, pp. 26-71

En el caso de América Latina y el Caribe, nal del mundo que hemos conocido no es el
sin desconocer los avances en políticas de re- fin del mundo, que avanzamos hacia un nue-
ducción y superación de la pobreza y en ma- vo ciclo cuyas características aún son incier-
teria social, existe un amplio consenso en se- tas y que el debilitamiento de las categorías
ñalar que los modelos económicos actuales sociales y económicas clásicas nos impelen a
han propiciado la exclusión de amplios seg- buscar nuevas definiciones si pretendemos
mentos de la sociedad y la producción de resolver los problemas sociales heredados y
nuevos excluidos. Como resultado de ello, la las tensiones emergentes.
región en la actualidad es caracterizada como
uno de los territorios más inequitativos del En consideración de los antecedentes men-
mundo (ONU, 2005). cionados innumerables autores, organismos
internacionales y prestigiosas instituciones
Por otra parte, se ha señalado que la econo- académicas han resaltado, desde hace algún
mía de mercado es insuficiente para resolver los tiempo, que no será posible resolver los gran-
problemas de alcance mundial, muchos de los des problemas civilizatorios sino se adoptan
cuales se han exacerbado en el último período enfoques más amplios que nos permitan su-
comprometiendo el futuro de la humanidad. perar las desigualdades y fracturas sociales
Asimismo, Watkins (1999) y otros autores han que afligen a los países y que son visualizadas
resaltado que el modelo económico actual evi- como uno de los desafíos fundamentales que
dencia una suerte de «vacío intelectual» para debe resolver la humanidad. Una evidencia de
dar respuesta a las nuevas dificultades y tensio- ello, es que en el año 2000 la Asamblea Ge-
nes que surgen constantemente. neral de las Naciones Unidas manifestó «que
la falta de desarrollo es un problema que ata-
Vivimos en un sistema internacionalizado y ñe a todo el mundo y no sólo a los países me-
globalizado no sólo en el plano económico, sino nos desarrollados» (ONU, 2005) y asumió
también cultural y social, en donde hemos vis- como eje articulador de los objetivos del mi-
to emerger conflictos que hasta hace poco pa- lenio la superación de las desigualdades des-
recían superados como la xenofobia, los nacio- de una concepción de desarrollo sustentable,
nalismos, las crisis urbanas, las nuevas olas entendido como aquel «que satisface las ne-
migratorias y las pandemias; enfrentamos un cesidades del presente sin comprometer las
ingente crecimiento demográfico en los secto- capacidades que tienen las futuras generacio-
res más postergados, el desempleo, la pobreza, nes para satisfacer sus propias necesidades»
la marginación, el deterioro del medio ambien- (ONU, 1983, citado en ONU, 1998).
te y el desafío de lograr una paz más duradera.
Todas estas tensiones y problemas demandan la Así, progresivamente las teorías del desa-
formulación de respuestas globales e integrales, rrollo reeditadas, vuelven a instalarse en las
que no se agoten en visiones únicas. agendas de los estados nacionales y suprana-
cionales y a visualizarse como una estrategia
Alain Touraine, fue uno de los primeros te- que busca contribuir a la solución de las gran-
óricos en enunciar en el año 1996 que el fi- des tensiones pendientes y a la superación de

quórum 17 patricio rivas herrera I 51


Quórum, 17, pp. 38-57

la pobreza —que afecta a cerca del 43% de Este giro en los análisis clásicos del desa-
la población mundial (ONU, 2005)—. rrollo, configura nuevos entramados teóri-
cos, metodológicos y políticos. El desafío ya
La idea de desarrollo sustentable, se trata de no es sólo como se distribuyen los recursos y
una concepción vasta, que ha sido comple- se alcanza el mayor crecimiento en el menor
mentada con aportes teóricos que fijan su cen- tiempo posible, sino como se mejoran las
tro no sólo en la distribución equitativa del condiciones de existencia económica, psico-
conjunto de las riquezas materiales y simbóli- social y cultural de todas las personas y se su-
cas que se generan a lo ancho de los países y peran las privaciones de todo tipo.
sus localidades y, menos aún, en aquellas visio-
nes que identifican el desarrollo con el incre- En síntesis, lo notable es que para todos los
mento de las rentas, el avance tecnológico y nuevos enfoques, incluso con independencia
el crecimiento del producto interno bruto. de su origen, es imperativo una redefinición
del proyecto de la modernidad que implique
El desarrollo concebido desde autores como el ensanchamiento de los enfoques, dinámi-
Amartya Sen (2000) es un proceso de expan- cas y prácticas orientadas al desarrollo. Para-
sión de las libertades fundamentales y del bie- lelamente, observamos que las perspectivas
nestar que disfrutan los individuos, en el cual que tienden a prevalecer son aquellas que po-
la eliminación de la pobreza, la tiranía y la nen énfasis en el fin del desarrollo y que lo
intolerancia y todos los aspectos menciona- asumen desde una perspectiva integral, don-
dos anteriormente, aparecen como medios de la cultura, de forma directa o indirecta co-
que contribuyen a expandir las libertades y a mienza, a emerger como una centralidad.
aumentar los niveles de calidad de vida de
los individuos y sus comunidades. Entre las la relevancia de la cultura
libertades fundamentales, Amartya Sen dis- para el desarrollo
tingue la capacidad de evitar las privaciones
que atentan contra la vida — como la inani- Se ha señalado que las sociedades del siglo XXI
ción, la desnutrición, la mortalidad prematu- deberán ser explicadas y asumidas desde mo-
ra, la pobreza—, las libertades políticas, edu- delos culturales amplios, como lo fue en el
cativas, culturales y de expresión, entre otras. siglo XIX la economía y en el XX la política y
se ha resaltado que el progreso humano, asu-
Se trata de una noción de desarrollo ética miendo a la especie como totalidad, se sosten-
e integral, que pone el acento en el fin del drá en la medida en que una visión amplia y
desarrollo y no en los medios, y que reinsta- abierta de la cultura esté en el centro de las
la a la persona como eje central de lo que se políticas de Estado e instituciones.
emprende en términos de políticas e inicia-
tivas de alcance social, al individuo asumido Este vuelco hacia lo cultural ha propicia-
en una doble dimensión, desde el «bienes- do, desde inicios del siglo XXI, el surgimien-
tar» y desde «su condición de agentes» (Sen, to de una fuerte tendencia por vincular cul-
1997). tura y desarrollo, con lo cual la primera

52 cultura y desarrollo. una agenda abierta e indispensable quórum 17


Quórum, 17, pp. 26-71

comienza a hacerse fuertemente presente en venio Andrés Bello, las Naciones Unidas, la
las políticas estatales y en los organismos in- AECI y la UNESCO— han señalado que la
ternacionales. cultura debe jugar un rol clave en la supera-
ción de los grandes problemas y tensiones
En este campo, es importante desatacar los que enfrenta la humanidad.
avances que se han producido en las dos úl-
timas décadas. Uno de los principales logros En tercer lugar, se ha logrado producir un
del siglo XX, es haber consignado a la cultu- caudal teórico, empírico y metodológico sig-
ra como un derecho humano inalienable, in- nificativo y diverso. Desde principios de la
dispensable para el desarrollo de las personas década de los sesenta, especialmente, en In-
y de los países. La cultura ha dejado de ser en- glaterra, luego en los setenta en Estados Uni-
tendida como sinónimo de Bellas Artes y dos y a partir de los ochenta en América La-
como un lujo accesible sólo para algunos, tina los estudios culturales sobre las
hoy es asumida como un derecho, como un tradiciones, las prácticas, las estéticas, las aso-
factor e indicador de desarrollo, como un ciaciones, patrimonio tangible e intangible
mecanismo de redistribución de derechos y y, últimamente, las investigaciones sobre Eco-
de las libertades, como un elemento primor- nomía y Cultura y consumo cultural han per-
dial en la expansión la creatividad, de la ima- mitido dotar a la cultura de un significativo
ginación y de la capacidad de transformar de y extenso cuerpo teórico, metodológico y em-
la «realidad». pírico.

En segundo lugar, la cultura es valorada y En síntesis, la cultura ha dejado de ser con-


reconocida social y políticamente. En los úl- siderada un bien suntuoso y sus temas se han
timos años, en el caso de América Latina los transformado en hablas sociales. La cultura no
distintos Estados han realizado grandes es- es un factor agregado, sino un elemento in-
fuerzos por superar el abrumador déficit his- trínseco del desarrollo. Por ello, un desarro-
tórico en cultura, a través la creación de Con- llo sustentable a escala humana implica asu-
sejos y Ministerios de la Cultura, del aumento mir a la cultura como medio y propósito.
de la inversión en este campo y de la supera- Empleando la imagen de Habermas, porque
ción de la postergación del fomento a la crea- el desarrollo de la cultura propicia que el
ción y circulación de las artes y la cultura. mundo de la vida sea habitable y creciente-
mente mejorable. Es decir, nos permite in-
Asimismo a la luz de los nuevos paradigmas tervenir en nuestros contornos sociales, ha-
de desarrollo se han comenzado a implemen- ciéndolos más confortables, y nuestros
tar políticas más abarcadoras que integran las mundos interiores más abarcadores y abier-
necesidades culturales y creativas como ele- tos a las nuevas posibilidades.
mento fundamental de la noción de desarro-
llo. Este realce también se produce en el cam- Sin embargo y a pesar de la creciente im-
po internacional, donde diversos organismos portancia, lo que se observa es que al igual
intergubernamentales —entre ellos el Con- que otros elementos que inciden en el bie-

quórum 17 patricio rivas herrera I 53


Quórum, 17, pp. 38-57

nestar de los individuos, así como en el de- Probablemente quienes presentan una ma-
sarrollo de los países, la participación cultu- yor participación cultural tienen mejores po-
ral y el derecho a gozar de las artes se distri- sibilidades de expandir su creatividad y de
buye desigualmente. Al respecto en Programa desarrollar competencias que los habilitan
de las Naciones Unidas para el Desarrollo ha para participar activamente en el mundo ac-
advertido que el consumo cultural crece y se tual. Y los países que generan practicas de-
diversifica vertiginosamente sólo en los sec- mocráticas en la construcción de políticas de
tores más ricos de la población y en los paí- Estado en este campo habilitan a sus pobla-
ses más prósperos del mundo. ciones para enfrentar con eficacia los desafí-
os del mundo contemporáneo. Por ello, el
Así, la valoración de la cultura local y de imperativo en el mediano plazo es producir
la diversidad no puede operar al servicio de transversalidades, democratizar y abrir la cir-
la exclusión de importantes sectores de la culación y el acceso a las diversas manifesta-
sociedad de participar plenamente de to- ciones artísticas y culturales.
das las expresiones culturales de un país. Es
decir, no se puede continuar considerando Si deseamos contar con políticas cultura-
que el arte y que algunos bienes y servicios les democráticas efectivas y si aspiramos que
culturales son productos suntuarios, no ne- la cultura juegue un rol clave en la supera-
cesarios en la vida cotidiana y desarrollo de ción de los grandes problemas actuales, es ur-
todas las personas. Tampoco podemos cari- gente construir acuerdos, diseñar políticas y
caturizar y naturalizar el acceso a los bie- mecanismos que permitan superar o reducir
nes y servicios culturales, en el sentido de las inequidades en participación y consumo
que por naturaleza existirían bienes y servi- cultural y detectar y replicar aquellas expe-
cios para determinados grupos, que la cul- riencias en las que la vinculación entre cultu-
tura popular y de masas por naturaleza per- ra y desarrollo opera de manera virtuosa.
tenecería a los sectores más desfavorecidos
y que las expresiones artísticas consagradas En este sentido y sólo con el fin de resaltar
—como la danza, el teatro, la música, la li- un par de aspectos, la relación e integración
teratura— serían propias de las grandes ciu- de agendas culturales en la escuela, en salud
dades y de las elites de la sociedad. Y en y en las localidades son acciones programá-
ningún caso se puede creer que sólo algu- ticas de gran capacidad multiplicadora y de
nos ciudadanos están en condiciones de par- ampliación de nociones institucionales que
ticipar en la formulación de políticas y pro- están obligadas a actualizar sus elementos
gramas culturales. Pensar la cultura desde constituyentes.
allí, significaría denegar derechos humanos
culturales y políticos básicos a importantes las variables del proceso
sectores de la población, en otras palabras,
limitar las libertades y restringir los benefi- La experiencia latinoamericana evidencia que
cios que se derivan de una amplia partici- la relación entre desarrollo y cultura, debe es-
pación cultural. tar mediada al menos por dos factores para

54 cultura y desarrollo. una agenda abierta e indispensable quórum 17


Quórum, 17, pp. 26-71

ser sostenible e irreversible. Por una parte, mente, sin regulaciones, ni constreñimien-
debe apoyarse en un concepto de desarrollo tos, a las diferentes manifestaciones cultura-
que implique la ampliación de las libertades, les de su país y el mundo.
el mejoramiento de la calidad de vida y la in-
clusión, especialmente de los sectores socioe- Otro de los asuntos que debe constituir un
conómicos y geográficos que se encuentran punto sustantivo es el de la inclusión y com-
alejados de los centros de decisión. Y, por otra, pensación, que implica corregir las desven-
de una voluntad política que favorezca progra- tajas sociales por medio de la redistribución
mática y presupuestariamente la expansión de los recursos que las sociedades genera ha-
de los recursos destinados a la cultura. ciendo posible la justicia social. En términos
específicamente culturales, esto supone una
La extensión de las libertades culturales, constante superación de las tendencias a la
deben producirse en una doble dirección en desigualdad y jerarquización en el acceso a la
la ampliación del acceso y en el incremento cultura por medio de estrategias de fomento,
de la participación de toda la sociedad y de redistribución y financiamiento nacional e
sus creadores en la formulación de políticas internacional.
culturales. Específicamente, en el caso de los
movimientos culturales y artísticos deben Por último, es importante destacar que es-
contar con interlocutores favorables, pero es- tas condiciones exigen resolver la difícil re-
pecialmente deben ser ellos mismos una fuer- lación entre gobierno y Estado. Una política
za que genera efectos y propuestas, no pue- de desarrollo cultural, que busca generar efec-
den quedar sometidos a la voluntad tos sostenibles y relevantes, no se puede ago-
circunstancial de las instituciones. tar en el ciclo de un gobierno, sino que debe
sustentarse en un debate y consenso nacional
Esto no sólo es un tema de ejercicio de la que se concretice en una política de Estado
ciudadanía, sino también de construcción de y en una estrategia de largo aliento, como su-
inteligencia social. La noción de participa- cede a pesar de todas las dificultades en el
ción apela a opinar, sugerir y criticar sin ser ámbito de la salud, la educación y la políti-
estigmatizado por ese ejercicio, capacidad que ca internacional.
no puede congelarse en los grupos políticos
y culturales más organizados, sino que debe Pero el Estado, no es único el actor esencial
ampliarse hacia el conjunto de la sociedad. de la cual depende la fértil relación entre Cul-
La participación también implica la posibi- tura y Desarrollo, también lo son las institu-
lidad de ser agente de producción de los ser- ciones de la sociedad civil y los organismos de
vicios y bienes culturales que se generan y integración internacional y regional. El Esta-
circulan en los distintos territorios. do, por si sólo, es demasiado pequeño para la
magnitud de las tareas enunciadas, ya que es-
Por tanto, la expansión de las libertades tas no sólo se localizan en diversos niveles,
culturales alude a que cada sujeto, sector o sino que no han cesado de mezclarse en los
grupo, pueda producir y acceder autónoma- últimos tiempos.

quórum 17 patricio rivas herrera I 55


Quórum, 17, pp. 38-57

La centralidad de la cultura en los procesos Esto puede permitir pasar de un primer y


de desarrollo está configurando nuevos acto- fructífero período de institucionalidad, in-
res y temas que no estaban tan claramente vestigación, realce y aumento de la inversión
definidos en el registro clásico, como son los en cultura, a un nuevo ciclo donde la cultu-
grupos etareos, género, inmigrantes las vin- ra enriquece el concepto de desarrollo y legi-
culaciones entre educación, salud, medio am- tima nuevas libertades y derechos cualitativos
biente, política internacional y cultura. de las personas. Estamos en condiciones de
hacerlo, no sólo porque existe la necesidad,
Estos nuevos asuntos configuran relatos, sino fundamentalmente existen las capacida-
discursos y estéticas que en muchos casos des intelectuales, estéticas y éticas para cons-
transitan por los bordes de la pirámide social truir teórica y administrativamente políticas
o se encuentran en conflicto con las institu- solventes que se adecuen a demandas diver-
ciones consagradas y sus prácticas. La aper- sas. El sustrato de todo esto es mejorar la ca-
tura y el diálogo hacia ellos, no es sólo una lidad y condiciones de vida de los individuos
cuestión de sensibilidad democrática, sino y comunidades de la región.
de ensanchamiento del saber desde el cual
se miran y construyen las políticas. Con el co- En otros momentos de nuestra historia tuvi-
nocimiento y experiencia acumulada en la mos que enfrentar los problemas de la educa-
región se está en condiciones de gestar polí- ción, la salud y la vivienda, luego los derechos
ticas e iniciativas efectivas de Cultura y De- humanos y las democracias, hoy la historia in-
sarrollo viables, integrativas y diversas y en mediata nos sitúa frente a la originalidad de
su impulso aprender de las prácticas sociales cómo los programas de desarrollo, en los diver-
que contienen una inmensa y, a veces, des- sos niveles, generan a su vez condiciones para la
conocida riqueza. expansión cultural y el crecimiento humano.

nota s
1. Ver A. Casas (Ed.) (2005). La Teoría de la
Dependencia. Madrid: Agencia Española de
Cooperación Internacional.

referencias
Aninat, E. (1998). Seminario de Cultura y Casas, A.M. (Ed.) (2005). La Teoría de la
Desarrollo. Homenaje a Felipe Herrera. Santiago de Dependencia. Madrid: Agencia Española de
Chile: Fundación Felipe Herrera, Centro de Análisis Cooperación Internacional.
de Políticas Públicas y Banco Interamericano de Fukuyama, F. (1992). El fin de la Historia.
Desarrollo. Barcelona: Planeta.

56 cultura y desarrollo. una agenda abierta e indispensable quórum 17


Quórum, 17, pp. 26-71

Organización de las Naciones Unidas (1998). Sen, A. (1997). Bienestar, justicia y mercado.
Comisión Mundial del Medio Ambiente y el Barcelona: Paidós.
Desarrollo. Informe Nuestro Futuro Común. Sen, A. (2000). Desarrollo y Libertad. Barcelona:
Bogotá: Alianza Editorial. Planeta.
Organización de las Naciones Unidas (2005). Objetivos Touraine, A. (1996). ¿Podremos vivir juntos? Iguales y
de desarrollo del milenio. Una mirada desde América Diferentes. Buenos Aires: Fondo de Cultura
Latina y el Caribe. Santiago de Chile: Naciones Unidas. Económica.
Rivas, P. y Torres, L. (1998). En el umbral de un Watkins, K. (1999). Crecimiento económico con
cambio radical. En Los suicidios de Platón. Santiago equidad. Barcelona: Intermón.
de Chile: ARCIS-LOM.

quórum 17 patricio rivas herrera I 57

You might also like