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El término cáncer engloba un grupo numeroso de enfermedades que se caracterizan por el desarrollo de
células anormales, que se dividen, crecen y se diseminan sin control en cualquier parte del cuerpo.
Las células normales se dividen y mueren durante un periodo de tiempo programado. Sin embargo, la célula
cancerosa o tumoral “pierde” la capacidad para morir y se divide casi sin límite (Figura 1). Tal multiplicación en
el número de células llega a formar unas masas, denominadas “tumores” o “neoplasias”, que en su
expansión pueden destruir y sustituir a los tejidos normales.
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Figura 1:
A. Las células normales se dividen de forma controlada. Cuando
una célula normal desarrolla mutaciones u otras alteraciones que
no pueden ser adecuadamente reparadas activa su propio
programa de muerte celular para así controlar su desarrollo y
crecimiento. Este proceso es conocido como “apoptosis”.
Generalmente, el diagnóstico diferencial (valorar las posibles causas de un síntoma o signo) comenzará por la
anamnesis (interrogatorio médico) y la exploración física. Posteriormente puede requerir investigaciones
analíticas y algunas pruebas de imagen como radiografía o escáner. En ocasiones los resultados pueden ser
sugestivos de su existencia, al descubrir, por ejemplo, un nódulo mamario en la exploración o en una
mamografía, una masa pulmonar en una radiografía o un marcador tumoral elevado (Figura 2, A).
Sin embargo, para un diagnóstico de certeza es imprescindible la confirmación histológica, que lleva acabo
el patólogo analizando el tumor a través del microscopio (Figura 2, B). Para ello siempre deberá extraerse y
analizarse una muestra del tejido tumoral, con procedimientos como la punción-aspiración o la biopsia.
Muy excepcionalmente, como puede suceder en algunos hepatocarcinomas o tumores cerebrales, puede
llegar a prescindirse del diagnóstico patológico.
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Figura 2.
Tipos de cáncer
El tipo de cáncer se define entre otras cosas por el tejido u órgano en el que
se ha originado. Así por ejemplo, un cáncer de colon que dio lugar a
metástasis hepáticas sigue denominándose cáncer de colon, y no cáncer
hepático.
• Carcinomas. Se trata de cánceres que se originan a partir de células epiteliales. Estas son células que
tapizan la superficie de órganos, glándulas o estructuras corporales. Representan más del 80% de la totalidad
de los cánceres, incluyendo las variedades más comunes de cáncer de pulmón, mama, colon, próstata,
páncreas y estómago, entre otros.
• Sarcomas. Son cánceres que se forman a partir del llamado tejido conectivo o conjuntivo, del que derivan
los músculos, los huesos, los cartílagos o el tejido graso. Los más frecuentes son los sarcomas óseos.
• Leucemias. Son cánceres que se originan en la médula ósea, que es el tejido encargado de mantener la
producción de glóbulos rojos, blancos y plaquetas. Las alteraciones en estas células pueden producir,
respectivamente, anemia, infecciones y alteraciones de la coagulación (sangrados o trombosis).
• Linfomas. Se desarrollan a partir del tejido linfático, como el existente en ganglios y órganos linfáticos.
Estos términos se acompañan frecuentemente de un prefijo que describe el tipo de célula que lo ocasionó, por
ejemplo:
- Adeno= glándula
- Condro= cartílago
- Eritro= glóbulo rojo
- Hemangio= vaso sanguíneo
- Lipo= grasa
- Melano= célula pigmentada
- Mio= célula muscular
- Osteo= hueso
El análisis microscópico puede definir subtipos de cáncer. Esto suele ayudar al oncólogo médico a conocer
mejor el tumor y entender el pronóstico o tratamiento que puede requerir el paciente.
Entre las células normales y las cancerosas existe un espectro de condiciones morfológicamente diferentes en
su análisis microscópico.
La displasia es un proceso no canceroso en el cual existe una proliferación excesiva caracterizada por la
pérdida de la organización normal de los tejidos, y de la arquitectura celular normal. De ordinario es reversible,
pero puede sufrir una transformación carcinomatosa.
Es por ello que las áreas de displasia deben monitorizarse, y a veces, tratarse. El caso más severo de
displasia llega a formar el carcinoma “in situ”, confinada dentro de la barrera anatómica más inmediata al lugar
en que se inició.
Estos cambios morfológicos en las células permiten clasificar a los tumores en diferentes grados, siendo tanto
más agresivos cuanto más alto es su grado o indiferenciación (es decir, se parecen menos a la célula de
origen).
Finalmente, el creciente desarrollo de las técnicas de biología molecular está permitiendo subclasificar con
mucho más detalle los perfiles moleculares de cada tumor.
Así, a través de técnicas como el “next generation sequencing” se pueden estudiar las mutaciones genéticas
más frecuentes del tumor o analizar firmas genéticas del tumor. En algunos casos concretos, permite aplicar
tratamientos dirigidos o entender mejor el beneficio de determinados tratamientos.
¿Qué es el cáncer?
No todos los tumores son cancerosos; puede haber tumores benignos y tumores malignos. Los
tumores benignos no son cancerosos. Pueden extirparse y, en la mayoría de los casos, no vuelven
a aparecer. Las células de los tumores benignos no se diseminan a otras partes del cuerpo.
Los tumores malignos son cancerosos. Las células de estos tumores pueden invadir tejidos
cercanos y diseminarse a otras partes del cuerpo. Cuando el cáncer se disemina de una parte del
cuerpo a otra, esto se llama metástasis.
El cáncer puede afectar a todas las edades, pero el riesgo de sufrir los más comunes se
incrementa con la edad.
El diagnóstico de cáncer en pacientes está, en gran medida, influenciado por el tipo de cáncer, así
como por la etapa o la extensión de la enfermedad, la presencia de metástasis entre otros. La
realización periódica de estudios en personas asintomáticas para detectar precozmente el cáncer
se justifica en aquellos casos en que un tratamiento oportuno puede modificar la evolución natural
de la enfermedad (curación, prolongar la vida y mejorar la calidad de vida). Este es el caso de
algunos tipos de cáncer como el de cuello de útero, mama y colon. Por esto es importante realizar
controles periódicos de salud que permitan detectar la enfermedad antes de la aparición de los
síntomas.
El plan de tratamiento depende del tipo de tumor, la localización, la edad del paciente, su salud
general y el estadío de la enfermedad. En general incluye cirugía, quimioterapia y/o radioterapia, y
en algunas ocasiones tratamiento hormonal o terapias biológicas. El objetivo del mismo es en
muchas ocasiones la curación de la persona, en otras el control de la enfermedad y en los casos
avanzados, la reducción de los síntomas y la mejoría de la calidad de vida.
Las mujeres entre 25 y 64 años realicen un Papanicolaou anual. Luego de dos estudios
anuales consecutivos el resultado es negativo, puede repetirse cada tres años.
Las mujeres mayores de 50 años realicen una mamografía cada uno o dos años
¿Qué es cáncer?
Cáncer es el término utilizado para las enfermedades en que las células anormales se dividen
sin control y son capaces de invadir otros tejidos. Las células cancerosas se pueden diseminar
a otras partes del cuerpo a través de la sangre y el sistema linfático. El cáncer no es una sola
enfermedad sino muchas enfermedades distintas. Existen más de 100 tipos de cáncer. Para
obtener más información, visite la página ¿Qué es el cáncer? del Instituto Nacional del
Cáncer.
Las vacunas también ayudan a reducir el riesgo de cáncer. La vacuna contra el virus del
papiloma humano (VPH) ayuda a prevenir la mayoría de los cánceres de cuello uterino y
algunos cánceres de vagina y de vulva. La vacuna contra la hepatitis B puede reducir el riesgo
de contraer cáncer de hígado.
Usted puede reducir su riesgo de adquirir cáncer tomando decisiones saludables como
mantener un peso saludable, evitar el tabaquismo, limitar la cantidad de alcohol que consume
y proteger su piel del sol.
En general, no es posible saber con exactitud por qué una persona padece cáncer y otra no.
Pero la investigación ha indicado que ciertos factores de riesgo pueden aumentar la
posibilidad de una persona de padecer cáncer. (Hay también ciertos factores que están
relacionados con un riesgo menor de cáncer. Estos factores se llaman a veces factores
protectores o factores de protección).
Tales estudios, por sí solos, no pueden probar que un comportamiento o una sustancia
causan cáncer. Por ejemplo, el descubrimiento podría ser el resultado de la suerte, o el
verdadero factor de riesgo podría ser algún otro que el factor de riesgo del cual se sospecha.
Pero los descubrimientos de este tipo algunas veces atraen la atención de los medios de
comunicación, y esto puede conducir a ideas erróneas sobre cómo empieza el cáncer y
cómo se disemina. (Para más información, vea la página de Mitos comunes e ideas falsas
acerca del cáncer).
Cuando muchos estudios indican que hay una asociación semejante entre un factor posible
de riesgo y un mayor riesgo de cáncer, y cuando existe un posible mecanismo que explique
cómo el factor de riesgo podría de hecho causar cáncer, los científicos confiarán más en la
relación entre los dos.
La lista de abajo incluye los factores de riesgo más comunes y muy conocidos (y los
factores de riesgo posibles) del cáncer. Aunque algunos de estos factores de riesgo pueden
evitarse, otros, como envejecer, no. Mantenerse lejos de los factores de riesgo que pueden
evitarse puede bajar su riesgo de presentar ciertos cánceres.
Alcohol
Dieta
Edad
Gérmenes infecciosos
Hormonas
Inflamación crónica
Inmunosupresión
Luz solar
Obesidad
Radiación
Sustancias en el ambiente que causan cáncer
Tabaco
Causas y prevención
La prevención del cáncer es lo que se hace para bajar el riesgo de padecer cáncer. Esto
puede incluir mantener un estilo de vida sano, evitar la exposición a sustancias que se sabe
causan cáncer y vacunarse o tomar los medicamentos que pueden proteger para no padecer
cáncer.
Efectos secundarios
Crédito: Instituto Nacional del Cáncer
Los tratamientos del cáncer pueden causar efectos secundarios, es decir, problemas que
ocurren cuando el tratamiento afecta tejidos u órganos sanos. Los efectos secundarios
varían de una persona a otra, aun entre personas que reciben el mismo tratamiento. Algunas
personas tienen pocos efectos secundarios mientras que otras tienen más. El tipo de
tratamiento que usted recibe, así como la cantidad o la frecuencia del tratamiento, su edad y
otros padecimientos de salud pueden determinar también los efectos secundarios que
pudiera tener.
Antes de comenzar el tratamiento, pregunte a su equipo de atención de salud cuáles son los
efectos secundarios que usted podría experimentar. Conozca qué medidas puede tomar, así
como el cuidado de apoyo que recibirá, para mitigar los efectos secundarios durante y
después del tratamiento. Reporte los efectos secundarios que tenga y los cambios que note
para recibir los cuidados y el tratamiento que necesita de su equipo de atención de salud
para controlarlos.
Los efectos secundarios más comunes causados por el tratamiento del cáncer son:
Anemia
Caída del pelo (alopecia)
Cambios en la piel y en las uñas
Delirio
Diarrea
Dolor
Edema
Estreñimiento
Falta de apetito
Fatiga
Infección y neutropenia
Linfedema
Náuseas y vómitos
Problemas de los nervios (neuropatía periférica)
Problemas de memoria o de concentración
Problemas en la boca y en la garganta
Problemas para dormir
Problemas sexuales y de fecundidad (hombres)
Problemas sexuales y de fecundidad (mujeres)
Problemas urinarios y de vejiga
Sangrado y moretones (trombocitopenia)
Cómo hacer frente al cáncer
Posiblemente le acaban de decir que usted tiene cáncer. O bien, puede estar bajo
tratamiento, terminando el tratamiento, o tener un amigo o familiar con cáncer. Tener
cáncer cambia su vida y las vidas de quienes viven a su derredor. Los síntomas y efectos
secundarios de la enfermedad y de su tratamiento pueden causar ciertos cambios físicos,
pero también pueden afectar la forma como se siente y como vive.
La información en esta sección tiene el objetivo de ayudarle a sobrellevar los muchos
problemas e inquietudes que tienen lugar cuando usted tiene cáncer. Hay recursos
disponibles para ayudarle a aprender acerca de la enfermedad y sobre las personas que
pueden ayudarle. Vea nuestras publicaciones para salir adelante y nuestros resúmenes de
PDQ® que se basan en la evidencia científica acerca de temas de apoyo y de cuidados
paliativos. Sepa que usted cuenta con la ayuda de otros.
Ejemplos de reproducción sexual
20 EJEMPLOS DE
REPRODUCCIÓN ASEXUAL
Reproducción Asexual
Sin embargo, entre los seres evolutivamente más primitivos como las bacterias,
las levaduras, las algas, los hongos y algunos tipos de plantas, es común
la reproducción asexual.
Muchos seres vivos tienen a lo largo de su vida una fase de reproducción asexual y
otra con reproducción sexual. Lo que tienen en común todas las formas de
reproducción asexual es que producen individuos genéticamente idénticos al
que los originó.
2. Cultivo de papa
5. Reproducción de la hidra
6. Cultivo de cebolla
7. Cultivo de orquídeas
Fuente: http://www.ejemplos.co/20-ejemplos-de-reproduccion-asexual/#ixzz57bfAwyTV
Los tipos de reproducción sexual se pueden dividir en dos grandes
grupos: según las características morfológicas de los gametos y según el
tipo de fecundación. El primero se divide en dos clases y el segundo en tres
más.
La reproducción asexual tiene la ventaja de su sencillez y de su eficacia: un solo individuo puede generar uno o muchos
descendientes iguales a el. Esta igualdad puede ser una desventaja pues representa un riesgo en su evolución y para la
supervivencia de la especie ya que si no se adaptan a las condiciones ambientales la especie podría desaparecer.
2- No requiere movilidad
3- No se necesita la pareja
Desventajas
7- Impide la diversidad