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Causas y factores de riesgo

Causas y factores de riesgo


Causas y factores de riesgo
Los científicos han identificado factores que aumentan el riesgo de parecer Alzheimer. Los
factores de riesgo más importantes (la edad, los antecedentes familiares y la herencia) no se
pueden cambiar, pero existen nuevas pruebas que sugieren que podría haber otros factores
sobre los que sí podemos influir.

 Edad
 Antecedentes familiares
 Genética
 Qué puede hacer ahora

Edad

El mayor factor de riesgo


para el Alzheimer es el envejecimiento. La mayoría de las personas con la enfermedad
tienen 65 años o más. Una de cada nueve personas en este grupo etario y cerca de un tercio
de las personas mayores de 85 años tienen Alzheimer.

Más información: 10 Signos de Alzheimer

Antecedentes familiares
Otro factor de riesgo importante son los antecedentes familiares. Las personas con padre,
madre, hermano o hermana con Alzheimer tienen más probabilidades de desarrollar la
enfermedad. El riesgo aumenta si más de un familiar tiene la enfermedad. Cuando las
enfermedades tienden a suceder en familias, los factores hereditarios (genéticos) o
ambientales (o ambos) pueden ser importantes.

El aluminio no es una causa


Durante las décadas de 1960 y 1970, el aluminio surgió como posible causante de la
enfermedad de Alzheimer. Esta sospecha llevó a preocupaciones sobre la exposición diaria
al aluminio a través de fuentes tales como las ollas, el papel aluminio, las bebidas enlatadas,
los antiácidos y los antitranspirantes. Desde entonces, ningún estudio logró confirmar el rol
del aluminio como causante del Alzheimer. Casi todos los científicos hoy se centran en
otras áreas de investigación, y pocos expertos creen que las fuentes de aluminio a la que
nos exponemos a diario generen peligro.

Genética (herencia)
Los científicos saben que los genes están involucrados en el Alzheimer. Hay dos categorías
de genes que influyen sobre la capacidad de una persona de desarrollar una enfermedad: los
genes de riesgo y los genes deterministas. Se encontraron genes del Alzheimer en ambas
categorías.

1. Los genes de riesgo aumentan la probabilidad de desarrollar una enfermedad, pero


no garantizan que suceda. Los investigadores encontraron varios genes que
aumentan el riesgo de Alzheimer. La apolipoproteína E-e4, o APOE-e4, es el primer
gen de riesgo identificado y continúa siendo el de mayor impacto.
2. Otras formas comunes del gen APOE son APOE-e2 y APOE-e3. Todas las personas
heredan una copia de alguna forma de APOE de cada progenitor. Aquellos que
heredan una copia de APOE-e4 tienen un mayor riesgo de desarrollar Alzheimer;
aquellos que heredan dos copias, tienen un riesgo todavía mayor, aunque no la
certeza. Los investigadores todavía no saben cómo el APOE-e4 aumenta el riesgo.
Además de elevar el riesgo, el APOE-e4 puede hacer que los síntomas del
Alzheimer aparezcan a una edad más temprana de lo habitual.
3. Los genes deterministas directamente causan la enfermedad, lo que garantiza que
cualquier persona que los hereda desarrollará el trastorno. Los científicos
descubrieron variantes que causan directamente la enfermedad de Alzheimer en los
genes que codifican tres proteínas: la proteína precursora amiloidea (APP),
presenilina-1 (PS-1) y presenilina-2 (PS-2).
Pruebas genéticas

Hay pruebas genéticas disponibles para APOE-e4 y otros genes infrecuentes que causan
directamente el Alzheimer. Sin embargo, los profesionales de la salud no recomiendan
actualmente análisis genéticos de rutina para el Alzheimer. En ocasiones, los análisis para
detectar APOE-4e se incluyen como parte de estudios de investigación.

Cuando la enfermedad de Alzheimer es causada por estas variantes deterministas se


denomina “enfermedad de Alzheimer dominante autosomal (ADAD)” o “enfermedad de
Alzheimer familiar”, y se ven afectados varios familiares en múltiples generaciones. Las
personas con estos genes generalmente desarrollan síntomas entre los 40 y los 50 años. Las
variaciones deterministas del Alzheimer se encontraron solo en algunos cientos de familias
en todo el mundo. El Alzheimer hereditario representa solo el 1 por ciento de los casos.
Catalizadores del avance

En 2003, la Alzheimer’s Association se asoció con el Instituto Nacional de Asuntos sobre


el Envejecimiento para comenzar a reclutar participantes para el Estudio Genético Nacional
de Enfermedad de Alzheimer, una iniciativa federal para recopilar y almacenar muestras de
sangre de familias con varios miembros que desarrollaron Alzheimer en las etapas finales
de la vida. El objetivo es identificar genes de riesgo adicionales del Alzheimer. El estudio
sigue buscando participantes.

Una mirada más atenta: Genes vinculados al Alzheimer

Los 23 pares de cromosomas humanos contienen los 30.000 genes que codifican la
estructura biológica del ser humano. Esta ilustración interactiva resalta los cromosomas que
contienen cada uno de los tres genes que causan el Alzheimer hereditario y el gen con
mayor impacto en el riesgo de Alzheimer.

23 pares de cromosomas

La proteína precursora amiloidea (APP), descubierta en 1987, es el primer gen con


mutaciones que se descubrió que causa una forma heredada de Alzheimer.

La presenilina-1 (PS-1), identificada en 1992, es el segundo gen con mutaciones que se


descubrió que causa Alzheimer de inicio precoz. Las variaciones en este gen son la causa
más común de Alzheimer de inicio precoz.

La presenilina-2 (PS-2), identificada en 1993, es el tercer gen con mutaciones que se


descubrió que causa Alzheimer de inicio precoz. La apolipoproteína E-e4 (APOE4), 1993,
es la primera variación de gen que se descubrió que aumenta el riesgo de Alzheimer y sigue
siendo el gen de riesgo con mayor impacto conocido. Sin embargo, tener esta mutación no
significa que una persona desarrollará la enfermedad.

La expectativa de vida de los latinos aumentará a 87 años para el año 2050 y sobrepasará a
todos los otros grupos étnicos en Estados Unidos. Más información sobre formas para
mantener el cerebro saludable aquí. Los consejos se proporcionan en inglés.

Qué puede hacer ahora


La mayoría de los expertos cree que casi todos los casos de enfermedad de Alzheimer
ocurren como resultado de interacciones complejas entre los genes y otros factores de
riesgo. La edad, los antecedentes familiares y la herencia son factores de riesgo que no
podemos cambiar. Ahora, las investigaciones comienzan a revelar claves acerca de otros
factores de riesgo sobre los que podemos influir a través del estilo de vida general, las
opciones de bienestar y el manejo efectivo de otras afecciones.

Lesiones en la cabeza
Podría existir un vínculo fuerte entre las lesiones graves en la cabeza y el riesgo futuro de
padecer Alzheimer, especialmente cuando el traumatismo se repite o incluye pérdida de
conocimiento. Para proteger su cerebro, use el cinturón de seguridad, use casco cuando
practica deportes y haga de su hogar un espacio a prueba de caídas.

Conexión entre el corazón y la cabeza

Algunas de las evidencias más concluyentes vinculan la salud del cerebro con la del
corazón. Esta conexión tiene sentido, ya que el cerebro se alimenta a través de las redes de
vasos sanguíneos más importantes del cuerpo, y el corazón es responsable de bombear
sangre a través de estos vasos sanguíneos hasta el cerebro.

El riesgo de desarrollar

Alzheimer o demencia vascular parece aumentar con varias de las afecciones que dañan el
corazón y los vasos sanguíneos. Estas incluyen las cardiopatías, diabetes, accidentes
cerebrovasculares, presión arterial elevada y colesterol elevado. Trabaje junto a su médico
para controlar la salud del corazón y trate cualquier problema que surja. Estudios realizados
con tejido cerebral donado ofrecen evidencias adicionales de una conexión entre el corazón
y el cerebro. Estos estudios sugieren que es más probable que las placas y los ovillos
causen síntomas de Alzheimer si ocurren accidentes cerebrovasculares o daños a los vasos
sanguíneos del cerebro.

Latinos en riesgo

Las investigaciones sugieren que los latinos de más edad son aproximadamente una vez y
media más propensos a padecer Alzheimer y otras demencias que otros ancianos blancos.
No se comprende bien la razón de estas diferencias, pero los investigadores creen que las
tasas más elevadas de enfermedad vascular en este grupo también pueden ponerlos en
mayor riesgo de padecer Alzheimer.

Envejecimiento general saludable

Una línea de investigación promisoria sugiere que las estrategias generales para un
envejecimiento saludable pueden ayudar a mantener la salud del cerebro y pueden reducir
el riesgo de desarrollar Alzheimer. Estas medidas incluyen alimentarse con una dieta
saludable, mantenerse socialmente activos, evitar el tabaco y el exceso de alcohol y
ejercitar tanto el cuerpo como la mente. Encuentre más recursos en inglés acerca del
envejecimiento saludable.
https://vitalia.es/b1m4/alzheimer-causas-de-la-enfermedad-de-alzheimer

Alzheimer
Causas de la Enfermedad de Alzheimer
Alzheimer

Causas
No existe una causa concreta a la que se le pueda atribuir la responsabilidad de la aparición
de la Enfermedad de Alzheimer. Al contrario, su etiología es multifactorial, es decir, existen
una serie de factores de riesgo, tanto genéticos como ambientales que, al interferir entre sí,
dan lugar a una serie de acontecimientos que resultan en el inicio de la enfermedad.

Los principales factores de riesgo implicados en la etiopatogenia del Alzheimer son:

 Influencia genética: Existen varios genes implicados, sobre todo en el tipo de inicio precoz. En
los casos en los que un familiar directo padece la enfermedad, la probabilidad de que su
descendencia la desarrolle es 2-4 veces mayor.

 Edad: El riesgo se duplica cada 5 años. A los 65 la probabilidad de padecerla es del 10%,
llegando hasta el 50% a los 85 años.

 Sexo: Cuestión controvertida. Existe un mayor porcentaje de mujeres que presentan la


enfermeda, sin embargo, se cree que puede ser debido a su mayor esperanza de vida.

 Escolarización y nivel educativo: La ejercitación cognitiva y el aprendizaje estimulan la


comunicación neuronal (plasticidad neurológica), con lo que un bajo nivel educativo viene
relacionado con un aumento del riesgo de desarrollar la enfermedad.

 Hipertensión Arterial de larga evolución:

 Antecedentes de Traumatismo Craneal


 Nutrición: Una dieta basada en productos de gran contenido calórico, con altos niveles de
ácidos grasos saturados y/o de ácidos grasos omega 6, están relacionados con un mayor
riesgo de sufrir Alzheimer.Hay dietas especializadas para la prevención y tratamiento del
alzheimer

 Niveles elevados de Homocisteína. Esta sustancia es un aminoácido orgánico que interviene


en procesos fundamentales para el organismo, pero que, en concentraciones altas, está
íntimamente relacionada con la aparición de cardiopatías y neuropatías.

 Antecedentes de procesos depresivos o Sd. de Down.

 Otros: Tabaco, estilo de vida sedentaria, diabetes y obesidad.

Es importante mencionar que, obviamente, algunos de estos factores como son la edad, la
predisposición genética o el sexo, no se pueden evitar. Sin embargo, otros muchos como el
sedentarismo, la conducta alimenticia, el hábito tabáquico, etc, son factores de riesgo
potencialmente modificables en los que se debe incidir a la hora de desarrollar planes
preventivos que promuevan un estilo de vida saludable y un envejecimiento activo.

En la actualidad no existe ninguna prueba específica para el Diagnóstico de Certeza de


la Enfermedad de Alzheimer, sino que es necesario realizar una valoración integral que
abarque las áreas neurológica, psíquica y física del paciente, para llegar a un Diagnóstico. De
manera general, se realiza una anamnesis completa y se elabora una Historia Clínica personal
que incluya todos los datos de interés para el médico. Del mismo modo, se lleva a cabo una
exploración física integral detallando la funcionalidad de cada uno de los sistemas y aparatos.

El Neuropsicólogo, por su parte, realiza una batería de pruebas, test y cuestionarios


destinados a valorar el estado cognitivo del paciente. De ser necesario, y tas llegarse a un
consenso entre el equipo médico y el de neuropsicología, se programarán las pruebas
complementarias que dichos profesionales consideren adecuadas.

Finalmente, cobra especial relevancia en este punto la figura de la familia, pues se


considerarán como los informadores más fiables a la hora de exponer al médico cuál es la
evolución del paciente, y hacer un “seguimiento” durante el periodo de tiempo comprendido
entre consulta y consulta, lo cual es de vital importancia a la hora de prescribir un tratamiento
correcto acorde a las necesidades del mayor.

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